miércoles, 8 de mayo de 2019

Retro Capitulo 36

Volumen 2 Capítulo 36
Entrenando II
Traducido por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars

11 de Julio. Diez días antes del evento del Mundo de las Sombras. “¡Estoy muerta de cansancio!” El arrebato de Romántica se podía escuchar desde afuera de la cafetería de la Academia Hebrion, donde acababan de terminar de cenar. La comida que acababan de disfrutar era una de las que la clase Beta ni siquiera podría llegar a imaginar. Sin embargo, Romántica todavía estaba molesta. “Entrenamiento, entrenamiento, ¡entrenamiento! ¿Estás tratando de matarnos?” “¿No estás siendo un pelín dramática? Te estoy dando un montón de descanso.” – replicó Desir. – “Diez minutos corriendo y te doy un minuto de descanso. Entonces corremos durante otros quince minutos y te doy cinco minutos más. El régimen de entrenamiento está perfectamente balanceado.” “No estoy hablando de descanso.” – gimió Romántica. – “¡Estoy hablando de ocio! ¡Quiero ir de compras! ¡Quiero ir a comer dulces! ¡Quiero ir a algún sitio interesante!” El punto de vista de Romántica era correcto. El grupo no había tenido un momento de descanso desde que comenzaron a entrenar hacía tres días. Todos los días, después de clase, entrenaban o soportaban el ejercicio que Desir tenía preparado para ese día. Para una joven de 16 años era insoportable y realmente Desir se sentía mal por ello, pero no iba a cambiar nada. ‘No queda mucho tiempo para que entremos en el Mundo de las Sombras.’ Por supuesto, Desir no podía decir esas palabras, así que tuvo que ofrecer un compromiso. “Solo aguanta un poco más. Una vez que superemos nuestras debilidades, definitivamente me aseguraré de que tengamos un descanso adecuado.” “¿Lo prometes?” “Por supuesto.” Durante los siguientes minutos, Romántica presionó para obtener más garantías, haciendo que Desir volviera a prometerlo una y otra vez. “¡Señorita Ajest!” “¿Por qué quieres sentarte con esa gente?” Se escucharon diferentes murmullos por los alrededores de la cafetería, tras ver cómo alguien se dirigía en su dirección. Era Ajest Kingscrown, su cabello rubio platino contrastaba glamurosamente con su uniforme negro. “Es extraño, no hay nadie sentado cerca de tu grupo.” – dijo Ajest mientras colocaba su bandeja de comida en la mesa. “Somos plebeyos.” – respondió Desir. – “Ese estigma no parece desaparecer solo porque nos clasificamos en el torneo.” “¿Ah, sí?” “Como puedes ver, todavía ocurre.” El hecho de que un plebeyo como Desir lograra terminar como primero en la clasificación del torneo le había ganado una gran cantidad de respeto en la clase Beta, pero el comportamiento de la clase Alfa no había cambiado demasiado. Como para reconocer este hecho, Ajest asintió. “En cualquier caso, ¿qué te trae por aquí?” – dijo Romántica en voz baja con una voz cautelosa. “¿Hay algún problema?” “No es que tenga un problema contigo sentado junto a Desir, ¡es toda la atención que estás atrayendo! ¡Todos nos están observando! ¡No me gusta comer con la gente mirando!” “Lo siento por eso, pero, ¿qué puedo hacer al respecto?” “Fácil, ve a otra mesa.” “¡Romántica!” A pesar de las reprimendas de Desir, Romántica no retiró su comentario. “¡Desir! ¿Olvidaste lo que le hizo a nuestro grupo?” Romántica no podía olvidar que el profesor Nifleka había ocultado de forma intencional la información para conseguir el mecenazgo de la Torre de la Magia. “Bien. Iré a otro lado. Sin embargo, tengo algo que decirte, Desir…” – dijo Ajest dejando que sus palabras flotaran en el aire mientras miraba la reacción de Romántica. Ésta la estaba mirando con una actitud abiertamente hostil ante cualquier cosa que pudiera decir. En una situación tan volátil, las siguientes palabras de Ajest fueron como encender simultáneamente toda una caja de cerillas. “Desir, ¿puedo verte en tu habitación después de comer? De esa manera podremos hablar solos sin atraer la atención indeseable de las personas que no les gusto.”
* * *
“Está un poco en mal estado, pero entra.” La habitación de Desir estaba bien ordenada, a diferencia de las habitaciones de otros niños con una edad similar. Ajest entró y se sentó en una silla de madera de la habitación de invitados. El respaldo de madera se sentía rígido, pero no lo suficiente como para sentirse incómodo. Desir abrió las ventanas para dejar entrar el aire fresco antes de dirigirse a la cocina. Después de un breve momento, salió con dos tazas de té. Del líquido rojizo de las copas surgían débiles líneas de vapor. “Esto es té hecho de algo llamado ciruelas.” “Qué aroma tan agradable.” Era la receta de Pram. Mientras la pareja disfrutaba de la fragancia del té, la luz del ocaso atravesó la ventana abierta. La habitación estaba llena de un color similar al té que estaban bebiendo. La brisa de verano entró en la habitación, proporcionando una agradable sensación de enfriamiento. “¿Por qué expresaste la solicitud de una manera que pudiera ser fácilmente malentendida?” “¿Qué hay de eso? No fue una completa mentira.” “Si lo pones de esa manera, supongo que no hay nada más que pueda decir...” – dijo Desir cediendo y cambiando de tema. – “Entonces, ¿de qué querías hablarme?” “Tengo una pregunta. ¿Podrías responderla para mí?” “Puedo intentar responder lo mejor que pueda.” “¿Cómo aplicaste el hechizo Grasa a una superficie tridimensional?” – preguntó Ajest bajando su taza de té. “Así que tienes curiosidad sobre eso.” Ajest se estaba refiriendo a lo que había sucedido en el examen de ingreso, cuando Desir aplicó Grasa a todo su cuerpo. Parecía simple, pero había sido algo bastante complicado. Grasa era un tipo de magia que no podía ser manipulada. Más bien, el hechizo envolvía cualquier superficie sobre la que era lanzado y, aunque era fácil lanzarla sobre una superficie plana, resultaba casi imposible moldearlo perfectamente en una forma irregular. Esta era la razón por la cual el hechizo se usaba sobre el suelo. “¿Puedes enseñarme?” “No tengo problema.” – dijo Desir mientras se ponía de pie y sacaba dos hojas de papel de un estante cercano y dejaba una plana sobre la mesa.
“[Grasa]”
Después de lanzar el hechizo sobre el papel, Desir lo golpeó con el dedo, haciendo que el papel se deslizara suavemente sobre la mesa. El papel continuó, más allá de la puerta y de la sala de estar. “Así es como se usa normalmente el hechizo Grasa.” Al verlo, Ajest asintió, ya sabía usarlo de esa manera. A continuación, Desir colocó la segunda hoja de papel sobre la mesa. Esta vez, después de lanzar el hechizo sobre el papel, lo levantó en el aire. Ajest miraba con curiosidad en sus ojos. Observó cómo Desir sostenía las dos esquinas superiores del papel y comenzó a rasgarlas lentamente; rompió el papel hasta que se quedó con pedazos que no eran más grandes que su uña. Con la hoja completamente desmenuzada, Desir sumergió su pulgar en el té y usó la humedad para pegar los pedazos de papel rasgado a su taza de té. Una vez que estuvo satisfecho, golpeó la taza, haciendo que se deslizara suavemente sobre la mesa antes de detenerse frente a Ajest. “Esta es la respuesta que estás buscando.” “Desglosas la superficie tridimensional en polígonos y… ¿Calculas cada polígono por separado?” Ajest entendió la teoría casi de inmediato. “Está bien. Para que lo sepas, el hexágono es la forma más conveniente de usar. Con lo que tienes que tener cuidado es...” Ajest se levantó de repente de su asiento y lanzó el hechizo.
“[Grasa]”
Justo como le había mostrado Desir, Ajest calculó los polígonos para cubrir su cuerpo. Hacerlo requería un esfuerzo varias veces mayor que lanzar el hechizo de la forma convencional. La grasa la envolvía como una prenda de vestir y Ajest probó moviendo su pie hacia adelante. Se movía como si no enfrentara resistencia al aire. Además, se sentía incómoda. El movimiento y la sensación de su cuerpo habían cambiado. Ajest sentía que no estaba del todo en su propio cuerpo. Era porque el movimiento se había vuelto demasiado fácil y, a pesar de ser una luchadora excepcional, no podía mantener el equilibrio. Intentó usar su otro pie para contrarrestar, pero fue un error intentar moverse. Todo su cuerpo se inclinó, causando que su centro de equilibrio cambiara... Ajest aterrizó con un ruido sordo. Al principio pensó brevemente que el suelo era extrañamente suave pero, cuando abrió los ojos, vio que Desir se había movido rápidamente para atraparla al darse cuenta de que se iba a caer. “Lo que debes tener cuidado es el cambio en la sensación, ya que la fricción ya no se aplica de la forma normal.” – dijo reprendiéndola con suavidad cuando sus ojos se encontraron. – “Como puedes ver, significa que necesita entrenamiento.” Ajest asintió comprendiendo lo que quería decir y entonces se dio cuenta de que las mejillas de Desir estaban coloradas. “Lo siento Desir, ¿estás herido en alguna parte?” – preguntó Ajest inclinando la cabeza con curiosidad. “No, es solo que...” – dijo Desir, haciendo una pausa hasta que encontró las palabras necesarias para explicarse. – “¿Puedes quitarte ahora?" “¿Hmm?” La pareja se encontraba en una posición extraña. Ajest estaba encima de Desir y tenía los brazos envueltos con firmeza alrededor de su cintura para evitar caerse. Al darse cuenta, Ajest le dio una sonrisa astuta y, en lugar de alejarse, presionó el cuerpo de Desir con el pulgar. “A… ¿Ajest?” “Me fui del grupo de la luna azul.” – dijo Ajest con un tono que no desprendía emociones mientras se encontraban en una posición incómoda. Era como si lo que estuviera diciendo no tuviera nada que ver con ella. “¿Eh?” “Creo que hice bien.” “No, ¡espera!” – dijo Desir levantándose de inmediato. – ‘¿Qué acaba de decir?’ Tenía un sentimiento incómodo en su corazón. Desir cerró los ojos y revisó sus pensamientos. “¿Me estás diciendo que ya no estás en el grupo de la Luna Azul?” – dijo repitiendo con calma lo que dijo Ajest. “Eso es. No soporto estar con esa clase de profesor.” El sol ya se había puesto y la habitación se encontraba a oscuras, pero Desir ni siquiera se había dado cuenta. Las palabras de Ajest confirmaron a medias la sensación incómoda que sentía, causando una gran presión sobre su pecho. Era como tener un peso encima. “Tú… Has descubierto lo que pasó. ¿Por eso te fuiste de ese grupo?” “Desir, no es necesario que te pongas nervioso. Fue una decisión personal...” “Ajest, respóndeme.” “Bueno, digamos que ese es el caso por ahora.” ‘¿Mis actos han cambiado la línea temporal?’ – pensó Desir mientras se mordía el labio preocupado, haciéndose sangre. Al seguir un camino diferente al ocurrido en el pasado, esperaba ver algunas diferencias en la línea temporal, pero nunca había imaginado algo como esto. ‘¿He cambiado su vida?’ En la línea de tiempo original, Ajest era el as del grupo de la Luna Azul. Incluso en el Laberinto de las Sombras, ella había peleado como uno de sus miembros, pero ahora, ¡sus acciones habían hecho que abandonara su grupo! ‘Es culpa mía...’ Habían ocurrido muchas cosas desde que Desir se había convertido en el ganador del torneo y, aunque no podían culparlo por el hecho de que Ajest hubiera abandonado a su grupo, sabía que sus acciones habían dado como resultado esta situación. ‘¿Cómo no pude ver algo como esto?’ Desir volvió a analizar sus acciones varias veces en su cabeza y llegó a la conclusión de que había causado este cambio en la línea temporal. “Lo siento, Ajest.” “¿Por qué lo sientes?” – preguntó Ajest sin entenderlo. No sabía qué estaba pasando, pero Desir se encontraba lleno de remordimientos. Se sentía responsable de esta situación, por querer hacer las cosas bien. Click En ese momento se escuchó el sonido del encendido de una linterna. Al instante, el cuarto oscuro se iluminó. “Mírame, Desir.” – dijo Ajest señalándose los ojos, su rostro era claramente visible. – “¿Me veo triste? ¿Ves algún resentimiento hacia ti? No lo ves, y no tienes por qué sentir pena por mí. Es así de simple. Eres la víctima y solo pude ver la verdadera personalidad del profesor gracias a ti. Eso es todo lo que ha pasado.” Ajest acercó a Desir hasta una silla. “No vine para hacerte sentir incómodo.” – dijo Ajest mientras seguía la mirada de Desir hasta el papel que estaba en el suelo y soltaba una extraña carcajada. – “Por supuesto, una de las razones fue para preguntarte sobre algo que no podía comprender.” En ese momento, Ajest se inclinó hacia delante haciendo que la luz de la linterna se reflejase en sus ojos. “Creo que un grupo debe ser justo. Cuando se está en una competición, un grupo debe vencer a su oponente, no con esquemas deshonestos, sino con su habilidad. Y después de hacerlo, deben permanecer humildes. Cuando pienso en los grupos que cumplen con ese criterio, solo hay uno que me viene a la mente.” “Ajest, tú...” “Desir, ¿me dejarías entrar en tu grupo?”