Volumen 13 Capítulo 8
El Reino de los Enanos
Traducido por Ripecour
Corregido por Tars y DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por Tars y DaniR
Editado por AMarauder
“… la clase ha terminado.” – dijo el Profesor.
Los estudiantes se despidieron del profesor con una inclinación y, a continuación, algunos empezaron a salir del aula de clase mientras otros se relajaban en sus asientos.
“¡Guau!”
“Por fin ha terminado.”
Acababan de terminar un examen de la asignatura ‘Tecnología de la Realidad Virtual’. Los estudiantes, que estaban abatidos tras el esfuerzo durante la semana anterior para aprenderse el temario, se desplomaron en sus pupitres mientras gemían. En cambio, Lee Hyun mantenía una buena cara, sin un solo síntoma de cansancio.
‘Debe tener una buena base de conocimientos.’ – pensaron los demás al ver la cara de Lee Hyun. Ellos creían que conocía el temario por haber cursado antes la asignatura y estaba estudiándola de nuevo sin preocuparse por los gastos de la matrícula.
Las lecciones se centraban en los principios y el desarrollo potencial de la Realidad Virtual junto con los resultados de morir y vivir en el mundo virtual, y su efecto en los nervios motrices del individuo. Había tenido mucha suerte porque ya conocía las respuestas a las preguntas del examen, pero sus compañeros pensaban que era un repetidor. Como había estudiado todo lo relacionado con la ubicación de las ciudades, los objetos, la magia y su tecnología cuando había empezado a jugar a Royal Road, ahora podía responder a cualquier pregunta con los ojos cerrados.
“Ya que el examen ha terminado, ¿os animáis a jugar a Royal Road?” – dijo Min Sura, que estaba deseando conectarse para jugar.
“Me apunto; vamos a la sala de terminales, hay muchas para alquilar.” – dijo Choi Sang Joon aceptando.
La sala de terminales era una de las zonas más populares del campus; allí cualquiera podía conectarse a Royal Road. Siguieron hablando mientras avanzaban hacia allá.
“Deberíamos hacer el trabajo que nos asignaron en clase, ese de tener una aventura grupal en Realidad Virtual.” – dijo Lee Yu Jeong.
“¡Uf! Ya no me acordaba de eso. Creía que ya podíamos relajarnos después del examen.”
Su trabajo consistía en tener una aventura en un entorno de Realidad Virtual. En su caso en concreto, les había tocado explorar una mazmorra de Royal Road. ¡Tenían dos meses para explorar una mazmorra junto a siete compañeros! Como alternativa, podían optar por hacer un examen. Teniendo en cuenta que todos los miembros del grupo estaban dispersos por las numerosas regiones del Continente de Versalles, les habían dado una gran cantidad de tiempo para realizar el trabajo. Lee Hyun estaba en el ‘Grupo C’.
“De todas formas, vayamos a la sala de terminales, decidiremos el resto más adelante.” – dijo Choi Sang Joon. Tras la sugerencia, todos los compañeros de clase recogieron sus mochilas y se pusieron en marcha.
“Yo… tengo trabajo que hacer…” – dijo Lee Hyun intentando zafarse, pero Min Sura le agarró por el brazo sin intención de dejarle ir.
“Estás en nuestro grupo y no has venido ni una sola vez con nosotros a la sala… hoy no te escapas.”
“Es verdad, estamos en el mismo grupo, así que tenemos que estar cómodos cooperando entre nosotros. Venga, ven a por una cápsula.”
Lee Hyun no quería ir bajo ningún motivo. ¡Era un sitio extremadamente caro para conectarse a Royal Road! No acababa de entender por qué la gente pagaba un montón de dinero para alquilar una cápsula cuando podía acceder en cualquier momento desde casa.
* * *
No era hora de clases y la sala de terminales estaba abarrotada de estudiantes pululando por la sala.
“Siete terminales, por favor.”
“Habéis vuelto. ¿Vais a jugar a Royal Road?” – preguntó el estudiante que trabaja a tiempo parcial detrás del mostrador.
“Sí. ¿Está disponible la cápsula que suelo utilizar?” – contestó Choi Sang suavemente.
“Está vacía, sígueme.”
“Bien.”
Escuchando la conversación, se deducía que se conectaba a Royal Road siempre que las clases terminaban, incluso que se las saltaba a menudo para venir a jugar.
‘Su asistencia a clase debe ser mala, seguro que el resultado de su examen es un desastre.’ – pensó Min Sura entornando los ojos.
Mientras todos los amigos de Choi Sang le miraban de forma compasiva, Lee Hyun tenía un punto de vista diferente.
‘¡Qué envidia!’
¡Su cápsula habitual! El coste de una cápsula era de unos 5.000 wons por hora. Con lo caro que resultaba alquilarla todo un día, Lee Hyun no era capaz de imaginarse la paga que tenía que tener para poder jugar todos los meses de forma habitual.
‘Soy diferente.’ – pensó Lee Hyun mientras admiraba la suerte y ambición de Choi Sang Joon.
En la sala de terminales había cápsulas especiales que tenían una pantalla asignada en la sala principal que permitía mostrar su partida. Choi Sang Joon pertenecía al gremio Los Leones Negros, por lo que su cápsula atraía un montón de visitantes. Sabiéndose observado, mostraba una apariencia llena de confianza
“¡Ohhhhh!”
“Una nueva armadura.”
Se podían oír exclamaciones desde la sala principal cuando las imágenes de Choi Sang empezaron a llegar a su monitor.
“Una Armadura Espiritual de Agua, solo se han visto 280 armaduras como esa y cuestan más de 1.400.000 wons.”
Esa armadura estaba reconocida como una de las que solían usar los jugadores más importantes.
‘Gracias a que Choi Sang Yoon está con nosotros seremos capaces de completar fácilmente la tarea de explorar una mazmorra.’
‘Menos mal, esto va a ser una misión fácil.’ – Lee Yu era una espadachín de nivel 200. Al principio se había encontrado incómoda porque Min Sura era una encantadora y no podía proporcionar mucha asistencia en un combate, pero ahora se veía aliviada al ver el conjunto de Choi Sang Joon.
“¿Te conectarás también a Royal Road?” – preguntó uno de los trabajadores a tiempo parcial que se había aproximado a Lee Hyun.
“Sí, dame una cápsula, por favor.” – contestó mientras asentía angustiado.
Era como tirar el dinero, pero dado que ya se encontraba allí, era mejor actuar como los demás. Decidió que, ya que ahora iba que gastar dinero real, tenía que obtener el doble mientras estuviera en Royal Road. Su cápsula se encontraba entre las de Lee Yu Jeong y Min Sura.
“Bueno, hermano mayor. Nos vemos luego.”
“Por favor, disfruta de Royal Road.”
¡Estaba gastando su dinero en una sala de terminales! A continuación, Lee Hyun asintió con la cabeza y entró en la cápsula.
* * *
Cuando Weed se conectó, Morata se encontraba totalmente alterada. Había una enorme multitud de principiantes buscando grupos de caza en los que solo hubiera novatos.
“Se buscan jugadores de nivel 1, da igual la clase.” – gritó un jugador atrayendo a decenas de jugadores a su posición.
“¡Busco gente para cazar conejos!”
Esta vez, la voz atrajo a más de cien jugadores, no se hacían distinciones. Era gente que no llevaba ni ropa de combate, simplemente se acumulaban y salían orgullosamente por la puerta. Todos ellos hacían las delicias de los comerciantes.
“Para poder establecer un campamento necesitamos hacer fuego… ¿Alguien tiene pedernal?”
“Con nuestro potencial estaremos bien si luchamos contra lobos.”
A pesar de que eran principiantes, su cantidad era estremecedora. ¡Un grupo de más de cien novatos! Sin dudar, formaron diez grupos y se desplegaron rápidamente por los campos para cazar a las puertas de la ciudad.
Había pasado más de una semana de tiempo real desde que Weed había trasteado con el Modo de Asuntos Internos del Gobernador. Su primera intención había sido la de ir inmediatamente hacia el Reino de los Enanos, pero lo había retrasado para supervisar el entrenamiento de unos soldados recién contratados.
“Seutam, Yuple, venid”
“¡Señor! ¡Sí, Señor!” – saludaron los soldados tras acercarse rápidamente hasta Weed.
“Chicos, debéis liderar bien al resto.”
“¡Entendido, Señor!”
“¡Seguiré las órdenes del Señor!”
Los ojos de los soldados reflejaban su firmeza, tenían una mirada que daba confianza.
Weed se fue de caza con estos soldados durante cuatro semanas. Aunque para él las cacerías eran insignificantes, estuvieron cazando zorros, conejos y lobos en las puertas de la ciudad, y viajando a las mazmorras más sencillas para matar kobolds, bandidos, leones, esqueletos y necrófagos. En estas mazmorras, Weed exhibía sus habilidades de liderazgo.
“No dudéis en blandir la espada por el bien de vuestro pueblo.”
“¡Sí!”
“¡Adelante, sin demora! Debéis recordar que sois los únicos que podéis proteger a la ciudad de los monstruos, hay que cazar tantos como sea posible.”
Weed lideraba a los soldados sin descanso. En esta ocasión no necesitaba cocinar o vendar sus heridas para ganarse su confianza.
“Cuando os enfrentéis a un kobold, tenéis que golpearlo de esta manera.”
Cada vez que Weed daba un tajo, el kobold se volvía gris y moría de un solo golpe. ¡La fuerza de un jugador de nivel 300!
“¡Hala!”
“¡Ese es nuestro líder!”
“Merece ser un importante caballero si tiene un poder de tal magnitud.”
La verdad era que el nivel actual de los soldados reclutados en la ciudad ni siquiera llegaba a 10, pero debido a su posición, los soldados eran leales a su Señor y respetaban su poder, por lo que no necesitaba prácticamente nada para ganar su confianza.
“Parece que esta espada está prácticamente rota. ¿No sabes cómo cuidar tu equipo?”
“Lo siento, Señor.”
“Trae, déjame verla.”
De vez en cuando reparaba sus espadas y vendaba las heridas a los soldados que estaban a punto de morir. Los ojos de los soldados brillaban.
¡Blink!
‘No hay nada que nuestro Señor no pueda hacer.’
‘Tenemos que volvernos buenos soldados para defender nuestra ciudad.’
La lealtad alcanzó rápidamente el 100%. Seutam y Yuple fueron los que subieron su nivel más rápidamente; pronto alcanzaron el nivel 30 y ascendieron a Decuriones. Utilizaban el rápido método de caza de Weed. A medida que las rutas se iban haciendo más cortas, los descansos también iban disminuyendo. Este rápido avance se debía a la combinación de lanceros, espadachines, escuderos y arqueros.
En la segunda semana, Weed lideró a los soldados hacia partes más profundas de la mazmorra, forzando su entrenamiento cada vez más. Incluso acampaban por las noches en plena mazmorra para atraer hordas de monstruos. Aunque para Weed no suponía ninguna diferencia, para los soldados representaba una lucha por sobrevivir.
“¡Golpead!”
“¡Estos esqueletos son muy fuertes!”
“¡Estos monstruos están en un nivel diferente a los que nos hemos estado enfrentando hasta ahora!”
Mientras escuchaba los gritos de los soldados, Weed estaba sentando en retaguardia, tejiendo. Fabricaba ropa a modo de entretenimiento con los materiales que Mapan le había traído. Sin embargo, nunca se desentendía por completo del cuidado de los solados, ya que estaba preparado para intervenir ante cualquier situación. Mientras su espada no fuera necesaria, se contentaba con dar órdenes a todos sus hombres.
“Espadachines y lanceros, a retaguardia; descansad. Escuderos, formad al frente y empujad al enemigo. Arqueros, ¡disparad flechas de plata!”
Weed cuidaba a sus soldados uno a uno, tratando por todos los medios de mantenerlos vivos. Intentaba evitar que tomaran riesgos innecesarios antes de un combate, pero aun así apenas eran capaces de salir adelante. Gracias a los efectos de la Torre de Luz, y a las bendiciones de los clérigos de Freya, su crecimiento se hacía más rápido tras cada cacería.
«¡Cargad, no hay tiempo para descansar! Solo tendréis un minuto de descanso tras matar a todos los enemigos.» – gritó Weed mientras usaba el [Rugido del León] para impulsar a sus soldados.
Los soldados se iban haciendo más fuertes cuanto más intenso era el entrenamiento, a la vez que iban aumentado su familiaridad.
Finalmente, tras cuatro semanas se convirtieron en soldados veteranos que no adolecían de nada. Seutam y de Yuple habían pasado del nivel 60 y se habían convertido en expertos capaces de leer el flujo de la batalla y de tomar decisiones por sí mismos, por lo que fueron promovidos a Centuriones.
“Para poder defender Morata se necesitan más soldados, de ahora en adelante vosotros seréis el modelo a seguir por los nuevos reclutas.”
“¡Sí!”
Tras las cuatro semanas de entrenamiento, Weed les estaba dando un discurso de gran carisma. En la actualidad, los anteriormente indisciplinados soldados se habían sometido a un entrenamiento infernal y habían aprendido hasta el más insignificante detalle sobre cómo combaten los soldados. Había sido un entrenamiento muy efectivo.
La autoridad de un instructor experimentado.
|
Los soldados han recibido una formación directa de Weed, Señor de Morata. Ahora mostrarán una lealtad incondicional a su Señor.
|
El efecto de [Liderazgo] se incrementa permanentemente un 3%.
|
“Cuidad de la salud de vuestros compañeros, junto a ellos defenderéis la ciudad a partir de ahora.”
“¡Señor! ¡Sí, Señor! Seguiremos sus órdenes.”
Después del entrenamiento, Weed reclutó mil soldados más para poder patrullar todo el perímetro de la ciudad. Dado que había invertido únicamente en el ámbito comercial, se había producido un crecimiento económico explosivo y había llegado el momento de invertir en el ámbito militar. En estos momentos, el territorio controlado por Morata era la mitad del que poseía el Reino de Rosenheim, así que necesitaba más soldados para poder mantener la paz. Después de todo, esta era una de las principales responsabilidades de cualquier gobernante.
Como consecuencia, se produjo una ligera reducción en las inversiones para el desarrollo tecnológico, en el incremento de viviendas, en la mejora de los cultivos y en la industrialización. Pero era algo eventual, su sueño se iba acercando día a día, un sueño en el cual podría explotar la ciudad a través de un incremento en la recolección de impuestos.
* * *
Weed se dirigió hacia una de las colinas a las afueras de Morata mientras iba repasando los recuerdos de las últimas cuatro semanas.
“¡Wy-1, Wy-2, Wy-3!” – gritó Weed para llamar a los wyverns.
A lo lejos, más allá de las montañas, se pudieron divisar seis puntos que se acercaban a gran velocidad. Junto al grupo de wyverns se podía ver al brillante Geumini, montado a lomos de Wy-3. Weed estaba encantado al ver su imponente aspecto.
“¡Os veo a todos bien!” – dijo Weed aliviado del mismo modo que aquel que se siente feliz tras abrir su caja fuerte y ver que no le falta nada.
Tan pronto como aterrizaron, los wyverns empezaron a frotar sus cabezas contra Weed demostrándole su afecto.
“Maestro, me alegro de verte.”
“Te he echado de menos.”
Mientras estaba en Todium, Weed no había aumentado sus estadísticas de [Liderazgo] y [Carisma], pero para los wyverns, ¡Weed era su padre! Mostraban la misma intimidad que tendría una familia al reunirse después de un tiempo de ausencia.
“¡Ummm! Creo que habéis ganado algo de peso.”
“¿Ehhh?” – los wyverns parpadearon y negaron con la cabeza, como si estuvieran hablando con una persona en otro idioma y no entendiesen nada.
La realidad era que habían estado muy relajados, llegado hasta el punto en que les daba vagancia empezar a volar. Al final, cazaron a sus presas desde el suelo y sin moverse demasiado, hasta que con el deshielo empezaron a notar la llegada masiva de monstruos, lo que les obligó a volver a elevarse por los cielos.
‘Estos bichos son muy insistentes.’
‘Van a cazarnos si seguimos así.’
Los wyverns habían sido diseñados para que se elevaran por los cielos. Su especialidad era el combate aéreo. Mientras tanto, Geumini disparaba flechas desde sus espaldas. Al final se dieron cuenta de que los monstruos del Norte eran fuertes, por lo que siguieron luchando para defender lo que ellos consideraban su territorio, ¡toda la región de Morata!
Vivian el día a día cazando monstruos. Cuando nacieron, su nivel se encontraba alrededor del 323. Después lucharon contra la Legión de los no-muertos, y más tarde ¡contra el Dragón de Huesos! En estos momentos habían conseguido alcanzar el nivel 360, con lo que la mejora en su poder se reflejaba en sus lustrosas alas y en su cuerpo terrorífico. Todo esto les otorgaba una apariencia imponente. Aunque todos tenían alguna herida en su piel.
“Bueno, no es como si estuvierais gordos; os veo más robustos, debe ser el tiempo que no he estado cerca de vosotros.” – dijo Weed mientras sacaba vendas para cubrirles todas las heridas que habían sufrido durante este tiempo.
“¡Ahhhhhhhh!”
Los wyverns estaban encantados mientras veían cómo se curaban sus heridas. Las ropas hechas con pieles de lobo que habían recibido en su día estaban hechas jirones. Sin embargo, comparado con el resto de monstruos que no tenían armadura, las pieles proporcionaban una considerable protección y les permitían una pequeña ventaja cuando peleaban contra monstruos de su mismo nivel.
“Se ve que habéis pasado por grandes tribulaciones, comed más.” –dijo Weed suavemente mientras recolectaba los restos de las pieles de lobo que claramente habían pasado su límite de uso.
¡Los wyverns estaban entusiasmados por la vuelta de su amo! Habían pensado que cuando su Maestro volviera, regresarían los días de abusos y golpes, pero ahora estaban extasiados.
‘Nuestro Maestro por fin es humano.’
‘Sabía que tenía su corazoncito.’
La lealtad de los wyverns parecía haber aumentado radicalmente.
“Maestro, si quieres montar, hazlo sobre mi espalda. ¿A dónde quieres ir?” – dijo Wy-3 dándose la vuelta y mostrándose servicial.
“Hay un lugar al que quiero ir, así que terminemos lo que estamos haciendo aquí.” – contestó Weed mientras saltaba en el lomo de Wy-3. – “El destino se encuentra al sur. ¡Vámonos de viaje!”
Cada vez que el wyvern batía sus alas, Weed surcaba el cielo a merced de las corrientes de viento. A medida que pasaba el tiempo, la luz del sol fue ocultándose en el horizonte mientras daba paso a una noche estrellada.
¡Buuuuuf! ¡Flap, flap!
Pasaron por múltiples regiones sin detenerse, incluso por sitios donde se acumulaban grandes grupos de nubes que lanzaban rayos mientras llovía grandes cantidades de agua. Al final, debido a la gran cantidad de lluvia, tanto el cuerpo de Weed como el de los wyverns quedaron completamente empapados. Y la lluvia no paraba de caer sobre las brillantes luces de los incontables pueblos y castillos sin nombre que se encontraban a su paso. Los wyverns volaban a merced de la tormenta mientras la fuerte lluvia caía sin piedad contra el suelo, haciendo que incluso los ríos se desbordasen por las orillas donde se encontraban los pescadores. Incluso los grupos de jugadores que se dedicaban a la caza o a hacer sus misiones de forma individual se encontraban corriendo a lo largo de las praderas en busca de refugio.
Cosiendo, cosiendo. Weed no se detenía mientras viajaba sentado en la espalda del wyvern. Estaba creando armaduras nuevas para los wyverns, reciclando la piel de lobo. ¡Se dedicaba al trabajo duro sin preocuparse del romanticismo o del esplendor de la Naturaleza! Solo Weed podía ser capaz de entender sus sentimientos.
‘¡No hay prisa! ¡Viajemos poco a poco hasta que el número de prendas sea el suficiente para hacer este viaje provechoso! No es como estar cosiendo ojos para las muñecas de niñas de diez años. Cualquier otro hubiera pensado que estar tantas horas volando sin parar es muy aburrido, pero para mí, mientras trabajo duro pierdo completamente la noción del tiempo.’
Dado su temperamento innato, que había sido perfeccionado a través de múltiples experiencias, ¡ahora era capaz de obtener placer a través del trabajo duro!
“¿No es ese el castillo de Mubain?” – preguntó Weed irguiéndose sobre la espalda de Wy-3. A lo lejos, en el suelo, se podía ver un castillo lleno de capiteles puntiagudos y altos muros.
¡El castillo estaba actualmente ocupado por Lunaroja, líder del gremio Serpiente Negra! Mubain no era la capital de un Reino, pero muchos jugadores se habían establecido ante sus puertas formando una gran ciudad. El número de jugadores podía rivalizar incluso con los del Reino de Rosenheim o la Ciudadela de Serabourg. Si había que compararlo, serían similares a los que residían en la Ciudad Libre de Somren.
“Maestro, ¿es este nuestro destino?” – preguntó Wy-3 mientras batía las alas sin descanso.
“No, aún tenemos que volar un poco más para llegar allí.” – dijo Weed negando con la cabeza.
“De acuerdo, Maestro.”
Wy-3 reanudó el vuelo pasando de largo de Mubain, así como también otras poblaciones y castillos, pero Weed no dijo en ningún momento que descendieran.
‘El secreto de la habilidad [Esculpir]. Si sigo la revelación de la Diosa Freya, debería estar bien si voy directamente hasta allí sin parar a comprobarlo en las ciudades humanas.’
Pensaba que sería perder el tiempo pararse a investigar, así que decidió dirigirse directamente a la ubicación que pensaba que sería la correcta.
Volaron durante tres horas más. Ya habían pasado cinco horas desde que habían sobrevolado el castillo de Mubain.
“M… Maestro… es difícil… sustitúyeme por otro.”
“Aguanta un poco más.”
“C… ¿Cuánto tardaremos en lleg...?”
“Casi hemos llegado.”
Wy-3 batía las alas con su último esfuerzo, las puntas de sus alas temblaban con cada sacudida, dando muestras de estar al borde del agotamiento. Esta era la primera vez que la fuerza de las alas del wyvern estaba a punto de agotarse. Después de otras dos horas, básicamente suplicaba.
“Maestro, por favor. ¡Hagamos un descanso!”
“Llegaremos pronto.”
Otra hora más tarde…
“E… estoy realmente cansado… Maestro, ¿puede otro de mis hermanos cambiarme el puesto?”
Los otros wyverns iban volando cada vez más lejos de ellos; desde el primer momento en que vieron que Wy-3 estaba cada vez más cansado, habían decidido irse distanciando discretamente. La inteligencia de los wyverns era excelente y sabían que aunque eran muy buenos en aceleraciones rápidas, su resistencia era bastante baja. Si encima tenían que llevar un peso extra, se les haría mucho más difícil mantenerse en el aire.
“Me estas molestando. Si digo que es un poco más, ¿por qué haces que sea tan difícil llegar ahí?” – ¡el tono de su voz se estaba volviendo seco!
Si Weed no fuese su padre, Wy-3 ya lo habría tirado al vacío. ¡Se servía del mismo instinto que tiene un niño y no va en contra de sus padres! Sin embargo, Wy-3 iba perdiendo la paciencia poco a poco.
“Maestro, ¿cuánto queda?”
“Solo un pelín más.”
“……”
Las indiferentes palabras de Weed fueron escupidas cruelmente. Si solo era ‘un poco más de camino’, entonces habrían llegado poco después de pasar Mubain.
A partir de ese momento volaron durante cuatro horas más. Las montañas y las cordilleras que sobrevolaban eran enormes. Se podía apreciar densos bosques llenos de árboles y grandes desfiladeros. Incluso se podían ver bocas de túneles por las que salían los enanos. El panorama que se podía observar desde el cielo era el de una bonita y asombrosa montaña cubierta de verde, pero a estas alturas la visión de Wy-3 ya se había vuelto borrosa.
“Ya no queda nada, otras dos horitas y habremos llegado.”
“……”
* * *
Al contrario que otros Reinos que se encontraban situados en grandes llanuras o cerca de ríos, el Reino de Thor abarcaba tres grandes montañas. La Montaña Norem, la Montaña Ulta y la Montaña Saigor. El reino había sido formado por los enanos hacía más de 600 años.
Era un reino centrado principalmente en la fundición y la minería. En este Reino se podía extraer oro, plata, platino, ámbar, zafiros, jade, diamantes, malaquitas, cuarzo rosa, amatistas, rubíes, ópalos y muchos otros minerales preciosos. También era común encontrar minas de hierro, cobre, bronce y mithril. A partir de estos innumerables recursos, junto con unas grandes habilidades de tallado y elaboración, los enanos hicieron grandes cantidades de beneficios y dieron mucha fama al Reino de Thor.
Los enanos poseían la habilidad [Artesanía] de manera innata, y gracias a la cantidad de metales que les rodeaban, muchos de ellos se habían convertido en grandes herreros que se dedicaban a forjar armas y armaduras.
Los objetos creados por los enanos eran considerados de máxima calidad y se podían vender en cualquier Reino sin ningún problema. Por esa razón, los comerciantes nunca dejaban de visitar su Reino; aunque para los enanos esto no era ningún motivo de alegría, sino más bien una molestia.