jueves, 17 de noviembre de 2016

4Koma - Capítulo75




4Koma - Capítulo74




4Koma - Capítulo73




4Koma - Capítulo72




4Koma - Capítulo71




domingo, 13 de noviembre de 2016

Volumen 13 Capítulo 10

Volumen 13 Capítulo 10
Kaybern, el Malvado Dragón Blanco.
Traducido por Ripecour y Tars
Corregido por DaniR y Tars
Editado por AMarauder

En la ciudad enana Mano de Hierro. El Reino de Thor era famoso por poseer muchos maestros enanos que residían en sus ciudades, los cuales podían producir en masa objetos de alta calidad con los minerales obtenidos en las minas cercanas. Las áreas residenciales estaban compuestas por pequeñas casas y las herrerías se esparcían por todas las ciudades, dejando claro que eran una ciudades construida por artesanos. La mayoría de los habitantes del área central eran enanos, y al contrario que en la mayoría de los pueblos, la plaza central no se solía utilizar para el comercio. En las ciudades enanas la mayoría de los intercambios comerciales se realizaba en la entrada de las mismas, por lo que había una gran cantidad de mercaderes en la entrada de Mano de Hierro. Los humanos y los elfos arrastraban sus carros a las ciudades para comerciar con los mercaderes enanos. “Soy Mithras, uno de los comerciantes más importantes de Roen. Vengo a buscar armas y armaduras; si dispones de alguna de tus creaciones, ¿estarías dispuesto a vendérmela?” “Este producto es muy demandado, por favor trátelo con cuidado…” “Puedo proveerte de cualquier cantidad de materia prima que necesites, y como en el Reino de Thor el hierro y el cobre son tan caros, ¿qué te parece si te suministro hierro y aleación de cobre de tercer grado?” “El precio de eso es altísimo, ¿cómo fuiste capaz de encontrarlo?” ¡Los comerciantes no paraban de ofrecer sus productos! Ya fuera de día o de noche, los comerciantes no cejaban en su empeño por obtener aquello que venían a buscar. Los bienes obtenidos en la ciudad Mano de Hierro eran vendidos en otras ciudades del Continente por precios desorbitados, por lo que los comerciantes llegaban a la ciudad desesperados por obtener cualquier producto fabricado por los enanos. “Por favor, véndemelo…” “Soy un guerrero enano…” Incluso los enanos que se dedicaban simplemente a cuidar con esmero sus barbas eran acosados a cada momento. Y debido a este acoso, era imposible encontrar a un verdadero artesano enano en Mano de Hierro. Los enanos que vivían aquí no tenían grandes habilidades de artesanía y se dedicaban únicamente a estafar a los comerciantes que no conocían el verdadero valor de los productos enanos. En ese momento, Weed entró en Mano de Hierro atrayendo la mirada de todos los comerciantes que estaban en la zona. ‘Parece ser el lugar adecuado; todos estos son comerciantes, así que esta debe ser la ciudad de los enanos.’ – pensó Weed mientras asentía con su cabeza, un poco más grande que la del resto de enanos. Muchos de los comerciantes de Morata preferían recorrer grandes distancias en busca de sus productos para obtener más dinero. Compraban y vendían al por mayor. Debido a la gran cantidad de impuestos que cobraban los reinos por permitir pasar los productos por sus ciudades, era mucho mejor ir a buscar los bienes directamente a su fuente. Además, como la cantidad de impuestos a pagar dependía de la calidad de los productos, normalmente los bienes que se podían comprar poseían una calidad que dejaba mucho que desear. Nada más ver a Weed, todos los comerciantes tuvieron el mismo pensamiento: ‘Una presa.’ ‘Ese enano es mío.’ Una multitud de comerciantes corrieron hacia Weed como posesos. “Compro y vendo objetos.” “Compro cualquier cosa.” “Véndeme los objetos más baratos que tengas, vengo de muy lejos, ¡por favor!” “Subo cualquier oferta que te hagan, véndeme lo que tengas.” Los enanos no tenían escapatoria cuando eran avistados por un grupo de comerciantes suplicando que se arremolinaban rápidamente a su alrededor. Todos los enanos que acudían a Mano de Hierro eran artesanos de bajo nivel, por lo que se sentían abrumados por la multitud. Weed corrió como el viento. Tomando ventaja de su baja estatura, se escabulló entre las piernas de los comerciantes usando su excelente sentido de la dirección para evadir las manos que intentaban agarrarlo. “¡Ah!” “Se ha escapado.” Los comerciantes que habían tratado de agarrarlo se sentían desolados, le había resultado demasiado fácil escapar del cerco. Un fallo como este dejaba una mancha en la carrera de los avariciosos comerciantes. Los verdaderos comerciantes no se alejaban de su puesto y permanecían sentados a la entrada de la ciudad. Weed atravesó los puestos mientras escuchaba las palabras de los mercaderes a su paso. “No encontrarás a nadie que pague más por los objetos que yo.” “Estoy sin dinero…” De acuerdo a su propia estrategia de ventas, cada uno buscaba diferenciarse de los otros comerciantes. Weed se aventuró más en el interior de la ciudad Mano de Hierro.
* * *
Los herreros enanos eran muy competentes creando armas y armaduras gracias a su mejora innata de [Destreza]. Se decía que incluso los guerreros enanos podían fabricar objetos simples como antorchas y flechas sin dificultad. Estos enanos eran conocidos por pelear en las batallas hasta la muerte, pero no era una exageración decir que la mayoría de los enanos preferían el camino de la [Artesanía]. Esto se debía a las cualidades innatas de los enanos, que eran bendecidos con una mejor destreza y las capacidades artísticas necesarias para las habilidades de producción. Aquellos que elegían la vida del artesano, debían tener en cuenta los beneficios de cada raza cuando elegían con qué raza empezaban a jugar. Los enanos eran los más preparados para trabajar con el hierro, ya que eran capaces de fabricar objetos con una mayor durabilidad desde el primer momento, a lo que había que añadir sus altas habilidades de producción. Todo esto hacía que la raza enana fuera muy buscada y respetada. Los herreros humanos podían hacer casi cualquier arma, pero sus conocimientos eran los más limitados. Los artesanos elfos hacían los mejores arcos, eran maestros en la magia y su raza era muy hábil en el tiro con arco. Pero no existían muchos herreros elfos, creaban sus arcos con maderas especiales de alta calidad, pero no era frecuente comerciar con ellos. La vida de los herreros enanos era una de las más envidiadas, aunque estaban muy lejos de poseer la vida de un rico. “¡Uf! Este mes el precio del hierro ha vuelto a aumentar.” “¿Otra vez? Últimamente he estado pensando que este incremento en los precios va a terminar conmigo.” “Las habilidades de [Herrería] no son fáciles de aumentar y si encima no hay comerciantes compitiendo entre ellos… esto va a ser muy duro.” Había muchos enanos quejándose en la taberna. ‘Todo el mundo tiene sus problemas en la vida.’ – pensó Weed mientras bebía una jarra de leche sentado en una mesa baja para escuchar sus historias. Los enanos vivían una vida tranquila en comparación con la de los artistas, no sufrían de penurias económicas, pero tampoco obtenían grandes beneficios. “El Malvado Kaybern ha vuelto a aumentar los impuestos.” “¿Pero no los aumentó hace tres meses?” “A mi gustaría decorar un León de oro.” “¡Uf! Ese bastardo nos reclama lo que no tenemos. Bueno, ¿quién quiere ir a cazar un monstruo? “Y qué quieres hacer, ese malnacido tiene bajo su mando una o dos legiones de monstruos.” “No es lo que tenga o no.” “He escuchado que tiene de guardia a los minotauros.” Kaybern, el Malvado Dragón Blanco. La Montaña Thor, como el resto de montañas vecinas, estaba gobernada por un dragón. Los deseos de riquezas de un dragón no eran fáciles de satisfacer y los enanos tenían que pagar un tributo constante de oro o, de lo contrario, se enfrentarían a su ira. Las comunidades humanas a veces se veían invadidas por monstruos o, en algunos casos, por otros reinos. Incluso Morata no estaba a salvo de las invasiones de monstruos. Pero mientras los dragones dominaran las ciudades enanas, estarían a salvo del ataque de monstruos. A cambio estaban obligadas a rendir tributos a su protector. Sin duda, no era una de las mejores situaciones, pero algunas veces los dragones sometían a otros monstruos bajo su control y les obligaban a limpiar nuevas minas para así poder ser explotadas. Por supuesto, los enanos también debían pagar una tasa extra por los materiales más preciados, como el mithril o el hierro. Además, los guerreros enanos tenían permiso para cazar los monstruos de las montañas sin sufrir ningún tipo de represalia. Los dragones veían a los enanos como criaturas molestas que solo servían para trabajar. Daba igual que los dragones vieran a un único enano o a un grupo, para ellos eran simples trabajadores. Y no prestaban mucha más atención a los monstruos que vivían en su territorio; para ellos eran poco más que gusanos, por lo que no se molestaban con lo que hacían. Se sabía que vivían cinco dragones en el Reino de Thor, pero se decía que el Dragón Blanco, el Malvado Kaybern, era el que tenía el mayor tesoro. Actualmente, el Reino de Thor estaba pasando por una fase de expansión gracias a su rápido desarrollo metalúrgico, pero aún con eso, no se podían convertir en uno de los grandes países por culpa de los dragones. Era por eso, que el Reino de Thor contrataba mercenarios periódicamente para avivar las llamas de la lucha contra los dragones sin pedir nada a cambio. Pero actualmente encontrar un solo mercenario que aceptara la misión era bastante raro.
* * *
Weed abandonó la taberna tras comer un simple almuerzo compuesto por pan y leche. ‘Los enanos siempre se están quejando.’ Todo lo que se puede escuchar de un enano está exagerado. Cuando la pobreza golpea, ¡no es normal perder el tiempo donde no hay carne ni cerveza! Aunque los impuestos fueran altos, los enanos eran un pueblo hecho para ganar dinero, mucho más si solo se pretendía sobrevivir. Usaban sus habilidades para crear armas con el mejor material de hierro del Continente, por lo que no paraban de recibir nuevos pedidos. Los enanos que habían abandonado el Reino de Thor, se habían dirigido a otros reinos a hacer fortuna vendiendo las armas y armaduras que iban fabricando. Mediante el abastecimiento a otros jugadores y ayudando a las alianzas a expandir sus fuerzas, fueron construyendo una gran red de contactos. En el Continente de Versalles era muy común encontrar herreros enanos con grandes ambiciones. Weed entró en el gremio de escultores. La mayoría de enanos del Reino de Thor formaba parte de este gremio. Gracias a sus bonificaciones, eran capaces de aprender mucho más rápido, alcanzando rápidamente una destreza que el resto no poseía. Había una gran cantidad de enanos dentro del gremio, por lo que nadie prestó mucha atención cuando Weed entró en el edificio, solo era un enano más. “¡Tsk, tsk! Estás muy lejos de la perfección, tienes mucho que aprender.” – dijo el Instructor enano criticando una obra. – “Fabricas armas sin tener en cuenta los detalles, ¿no sabes que eso te puede causar problemas algún día? Puedes crear armas que no tengan un componente artístico, pero con eso estarás muy lejos de la perfección. ¿No vinisteis al gremio de escultores con el fin de aprender a decorar vuestras armas? Parece que el gremio de herreros os ha enseñado bien lo básico, pero aún es demasiado pronto para vosotros. Por lo menos sois capaces de crear las armas de forma adecuada tras asistir a mis clases, si no el objeto estaría lleno de defectos y sería imposible grabar vuestra impronta en la obra.” “…” “Estos enanos son unos incompetentes.” – dijo el Instructor sin que los demás enanos mostraran ningún síntoma de molestia. ‘¿Cuántas veces tendré que repetirlo para que estos inútiles lo entiendan?’ – pensó el Instructor mientras se lamentaba – ‘Estoy aburrido de repetir siempre lo mismo, tardan demasiado en comprender las cosas.’ Bajando la cabeza respetuosamente mientras se lamentaban, escuchaban en silencio. Cuanto mayor era la habilidad de un herrero, mejores eran los objetos que creaba y más conocido era en todo el país. Aunque tuvieran quejas, los enanos soportaron la reprimenda. La [Artesanía] era esencial para mejorar todas las habilidades relacionadas con la [Herrería]. Con el fin de familiarizarse con la grabación de decoraciones en sus obras, no les quedaba otra que asistir al gremio de escultores, pero era francamente insoportable. Un enano había pedido a Weed que esperase su turno. “Soy ManoVirtuosa y sigo la senda del Arte. Estoy aquí para escuchar nuevos consejos que me ayuden a seguir creciendo en mi camino.” “¿Qué?” – dijo el Instructor enano con una mirada de incredulidad. En su cara llena de arrugas acababan de aparecer varias convulsiones involuntarias, mientras se mesaba la barba olvidándose de sus quejas anteriores. – “¿Qué acabas de decir?” “He dicho que he venido a aprender nuevas técnicas.” Bla, bla, bla, bla “¿Qué acaba de decir ese enano?” “Nuevas técnicas, ¿qué demonios quiere decir eso?” “¿Qué nivel de [Escultura] tiene para ir diciendo esas cosas?” El resto de enanos no podía creerlo. Nunca habían conocido a otro jugador que hubiese dicho algo parecido. ¡Un aumento en el dominio de la [Escultura] significaba que podía aprender nuevas habilidades! Hasta ahora no habían considerado molestarse en aprender en serio, pero curiosamente todos habían acudido al gremio de escultores ya que, comparado con lo que costaba aprender las habilidades de otros gremios enanos, estas no costaban ni la tercera parte. El Instructor enano guio a Weed hasta un trozo de madera élfica que estaba expuesta. “Te voy a dar una oportunidad para probar que tienes suficientes cualidades como escultor, así que… muéstrame tus dotes para la artesanía.” “¿Cuál es el tema?” “Cualquiera que desees; si realmente dominas la [Escultura] podrás conmover mi corazón.” Weed estaba familiarizado con la madera élfica. ‘Teniendo en cuenta la gran cantidad de materiales caros que se venden en las tiendas, esta no es de las más caras.’ Hacer esculturas de madera era realmente aburrido. Uno debía evitar tallar con prisas, ya que a la mínima la escultura podría acabar mal. Con el paso de los años, las vetas de la madera comenzaban a formar patrones, así que cuando se creaba una escultura era necesario seguir el flujo de los patrones para hacer que fuera hermosa. Las Obras Maestras creadas a partir de la madera eran muy caras y podían sobrepasar las decenas de monedas de oro. El Instructor enano le había pedido crear su obra a partir de un trozo de madera élfica, una de las maderas más delicadas. “La madera élfica no se esculpe con facilidad y encima tener que crear una escultura improvisada… Esta prueba es bastante complicada…” “¿Qué ocurrirá si falla?” Los enanos del gremio de escultores dejaron lo que estaban haciendo y observaron a Weed mientras dejaba silenciosamente el trozo de madera encima de un taburete. Dado que ahora se había transformado en un enano, solo necesitaba un taburete para poder esculpir cómodamente. Weed sacó el Cuchillo de Tallar de Zahab y lo clavó en la madera élfica. ¡Raaaaaas! Debido a que la prueba consistía en tallar una escultura, ¡los enanos que lo estaban observando estaban muy asombrados! El cuchillo se clavó profundamente sobre la madera para, a continuación, dibujar una diagonal sobre la misma, marcando la zona. Una y otra vez el cuchillo se movía sobre la línea. “¿Qué tiene que ver esto con esculpir?” “Usa el cuchillo de tallar como si estuviera usando una espada…” “Normalmente yo no uso un cuchillo para tallar.” La herramienta sorprendió a la mayoría de los espectadores, pero aún más los asombró su destreza. Era un cuchillo que podía apuñalar, cortar y rebanar toda una serie de cortes sin descanso y sin estropearse. Cada vez más virutas de madera iban saliendo de la madera mientras iba tomando forma. Parecían cortes realizados al azar, pero no había ningún error. Habiendo realizado este tipo de obra muchas veces, había llegado al punto de poder hacerlo con los ojos cerrados, lo que le permitía sacarle al cuchillo todo su potencial y así demostrar su maestría con la [Escultura]. Confiar en la dureza de la hoja era esencial cuando se trabajaba con una pieza de esta dificultad. Mientras los enanos observaban atónitos la forma que tenía Weed de realizar la prueba, éste pensaba que se trataba de una tarea sencilla. ‘No voy a ganar dinero con esto, ¡así que a por todas!’ – pensó Weed mientras trabajaba en la obra. Pocas personas tenían permiso para realizar esta prueba y no estaban claros los requisitos necesarios para pasarla con éxito. ‘Tengo que darme prisa antes de que regrese la maldición.’ Un montón de espíritus de gente desconocida había estado susurrándole a los oídos, así que tenía que darse prisa para terminar antes de que apareciesen. ‘Si tengo éxito, puede que tenga suerte y lo pueda vender por unas cuantas monedas de cobre, cada moneda cuenta...’ Cuando era un novato, crear esculturas había sido desesperante, pero la situación había ido mejorando a medida que su confianza y su nivel perfeccionando esculturas había ido aumentado. Dado que los espectadores eran enanos, Weed tenía que encontrar algo que les inspirase, algo relacionado con su pueblo. ‘Tiene que ser una escultura que llegue al corazón.’ – Weed estaba preocupado por lo que debía esculpir, pero no le importaba el tiempo que perdiese tomando la decisión. Estaba en una ciudad de enanos. Desde el principio había decidido esculpir algo que conmoviera el corazón de los enanos. “¡Un dragón!” “Esas alas anchas y lisas, unas caderas bien desarrolladas y con unas patas gruesas… ¡Es Kaybern, el Dragón Malvado!” Debido al tamaño de la madera, la escultura iba a ser más pequeña que el modelo original, pero una vez que Weed decidió lo que quería, la composición general de la escultura fue tomando forma rápidamente. El hocico mostraba su avidez; si tomáramos como ejemplo una boca humana, sus labios superior e inferior solo estarían diciendo una palabra: “¡Dinero!” Mientras tanto, las garras que sobresalían de unas patas cortas estaban llenas de joyas y contaba con una barba que caía hacia delante. El Malvado Dragón Kaybern batía sus alas para levantar el vuelo. ‘Este dragón es mejor que el último que hice.’ “He decidido hacer un Dragón Malvado, y su parecido con el original creo que está justificado.” Los enanos que vieron la figura del Malvado Dragón Kaybern se enojaron. Se trataba de una representación artística tridimensional del dragón. Solo escuchar su nombre hacía que los enanos se enfadaran, así que tenerlo delante hacía que sus sentimientos se magnificasen. “Has pasado la prueba. Crear tal escultura en tan poco tiempo es impresionante, aunque veo que confías demasiado en tus habilidades.” – dijo el Instructor enano. Escuchar estas palabras del Instructor enano podía ser considerado uno de los mayores elogios posibles, aunque para un escultor poseer mucha presunción no era bueno. “No era mi intención esculpir algo que estuviese relacionado con ese tema.” – dijo Weed excusándose. “Lo entiendo. Se trata de una escultura que posee un preciso trabajo de artesanía; estás más que cualificado, aunque según las normas de nuestra sociedad, esculpir al Dragón Malvado Kaybern está prohibido.” “Solo es un lagarto gordo que he visto antes.” “Por Dios, me caes bien.” – respondió el Instructor enano riéndose satisfecho. Las caras de los enanos se contorsionaron. ¡Muchos le insultaban en su interior por haberse vuelto tan íntimo con el Instructor con solo unas pocas palabras! “¡Un jugador que ha sido capaz de hacerse amigo del Maestro escultor!” “¿Dónde ha aprendido a hablar así?” Ver por primera vez la técnica de Weed hizo que los enanos deseasen hacerse amigo suyo fuese como fuese. ‘Vivimos en un mundo muy complicado. Las deudas pueden ser saldadas con palabras, una lengua astuta consigue lo que quiere en la vida.’ Poseer intimidad con un Instructor otorgaba un descuento del 20% de sus enseñanzas. “Las esculturas pueden mover el corazón de la gente; si no cierras tu mente podrás llegar a entender la escultura.” ¡Ding!

Has obtenido la habilidad [Comunicación con esculturas].
“Las esculturas no son eternas, con el paso de los años se ven dañadas; si el daño es reparado se pondrán contentas. Si consigues aprender el arte de restaurar esculturas puedes aprender muchas cosas sobre el pasado. Desafortunadamente, esta técnica se perdió hace mucho tiempo.”

Has obtenido la habilidad [Reparación de esculturas].
Weed decidió comprobar inmediatamente la información sobre sus nuevas habilidades. “¡Ventana de información de habilidades: [Comunicación con esculturas], [Reparación de esculturas]!”

[Comunicación con esculturas]: Principiante – 1 [0%]
Podrás hablar con cualquier tipo de escultura, da igual si tiene forma humana o monstruosa. Cuanto mayor sea la calidad de la obra, más favorable estará a interactuar contigo. A medida que la [Fama] o el nivel de la habilidad aumente, podrás conversar con nuevas especies más allá del límite establecido por tu [Fama] o raza. Cuando se alcance el nivel Intermedio en [Comunicación con esculturas], los aventureros obtendrán nuevas habilidades especiales relacionadas con las emociones.

[Reparación de esculturas]: Principiante – 1 [0%]
Dependiendo del nivel de habilidad, el daño de las esculturas puede ser restaurado a su apariencia original.
Weed ya poseía mucha [Fama], por lo que aumentarla no era algo prioritario. En un principio, Weed había acudido hasta aquí para aprender. Aceptando las palabras de la visión de Freya, había venido al Reino de los Enanos para terminar con las voces desconocidas, que no hacían más que reclamar que las esculpiesen. La forma en que cortaba la madera mientras esculpía había borrado esa sensación de duda, algo que últimamente no le ocurría muy a menudo. “¿Qué piensas acerca de la escultura? ¿Tienes algún sueño?” – dijo el Instructor pillando desprevenido a Weed. ‘Dinero, fama, poder. ¿Qué más puedo decir?’ – pensó Weed rápidamente sin dudar… pero mientras intentaba hallar una respuesta políticamente correcta, el Instructor le interrumpió. “El sueño de un escultor es vivir para las esculturas. Crear las mejores esculturas muestra la pureza del corazón. ¿No son románticas las palabras de un escultor?” – dijo el Instructor. “……” “Bueno, cuando llegue el momento sabrás la respuesta… eres tú como escultor el que tiene que elegir el camino que quieres recorrer.” “¿Mi propio camino?” “Esculpir es más noble y difícil que las otras áreas del campo de las artes.” Weed ya se había dado cuenta de eso; cuando esculpía no ganaba dinero si sus obras eran horribles. “Dedicar tu vida a las esculturas… no es sencillo. Alcanzar grandes hitos en el mundo de la escultura puede ser realmente difícil.” Desde que había alcanzado el nivel Avanzado en [Dominio de la Escultura], la progresión de la habilidad estaba siendo muy lenta. No solo el incremento del dominio se había reducido, sino que las demás habilidades asociadas con el [Dominio de la Escultura], como [Dar vida a las esculturas] o [Transformación escultural], permanecían a nivel bajo. “Es muy duro darlo todo mientras tallas, aunque hay recompensas que valen la pena.” “¿Valen la pena?” “Sí. Con la maestría en la escultura puedes llegar a ser un aristócrata. Si quieres ser de la nobleza visita los reinos humanos.” Weed ya era Conde, así que este consejo no le resultaba muy valioso. “Hasta ahora, todo lo que has obtenido de la escultura puede ser aprovechado en otras áreas. Uno puede elegir o no el camino más fácil, esto causa siempre un montón de dudas; pero con mis consejos deberías ser capaz de llegar hasta el final en el mundo de la escultura, aunque por nuestro bien, deberíamos ser capaces de tomarlo con calma.” “……” “Tallar no es difícil a no ser que no aprecies el Arte. Tómate tu tiempo y diviértete. ¿Quién te culparía por ello? Con eso se aliviara tu carga.” ¡Ding!

El Instructor enano ha estado esperando a alguien como tú. Elige el tipo de escultor que deseas ser.

Escultor Intensivo
Cuando crees cinco o más esculturas diarias durante más de diez días, el ratio de crecimiento de la habilidad [Dominio de la Escultura] crecerá más rápido.

Escultor de la Belleza
Aumenta el crecimiento de las estadísticas [Arte] y [Apariencia]. Esto pude ser muy útil en la creación de grandes y hermosas esculturas.

Escultor Versátil
Será muy útil cuando se estén aprendiendo habilidades basadas en otras habilidades. Aumentará un 25% el crecimiento de las habilidades secundarias de escultura y habilidades secundarias de producción, incluyendo las habilidades que requieran el uso de las manos. Sin embargo, otras habilidades de producción que requieran otra habilidad no se podrán dominar.

Escultor Eterno
Es aquel escultor que entrega su alma al mundo de la escultura. Además de la división de Obras Magníficas, Maestras y Magnas, se abre otro tipo de obras disponibles para el escultor. Podrás crear Obras Históricas, Misteriosas y esculturas que tendrán la oportunidad de ser Joyas Continentales. Los efectos relacionados con las habilidades de [Dominio de la Escultura] aumentarán un 20%. Debido al alto grado de esculturas que se pueden crear, reciben una cantidad adicional de efectos especiales. Al crear obras de más calidad, su destrucción conllevará mayores penalizaciones.
Weed no tenía dudas. ‘Siempre ha sido así.’ Aunque muchas veces había tenido la oportunidad de cambiar de oficio, siempre que llegaba el momento había seleccionado ser un escultor. Básicamente, no podía negar el hecho de que cada vez estaba más encariñado con la escultura. Si una persona tenía una habilidad innata, siempre sería capaz de hacer grandes esculturas. Sin embargo, si los detalles de una escultura no impresionan era porque la habilidad del escultor era insuficiente. Cuando los niños hacen esculturas, debido a sus torpes manos, todo se siente diferente a como debería ser, pero curiosamente la gente es feliz con las esculturas que hacen, tal y como demuestran sus sonrisas. Weed era feliz cuando creaba sus esculturas, cada vez que hacía una escultura llena de amor y siendo fiel a si mismo. ‘La sonrisa de mi hermana, los cariñosos ojos de mi abuela… Creo que fueron los momentos en los que fui más feliz.’ ¡Weed estaba recordando los momentos en los que había sido más feliz! Había esculpido a Seoyoon sonriendo, aun sabiendo que era una terrible asesina que podía acabar con su vida. Cuando esculpía la sonrisa de Seoyoon… aquella sonrisa asesina que a veces llegaba a ser aterradora… aquella sonrisa que podía llegar a reír si era en una escultura mecida por el viento. O cuando estuvo a punto de morir congelado en el frío de la tormenta de nieve y pudo completar la estatua de Bingryong. Las esculturas eran los únicos compañeros que caminaban junto a Weed durante sus aventuras. Había sufrido sueños dolorosos, sueños incompletos que se habían vuelto realidad a través de sus esculturas. Desarrollar la vida a través de la escultura y la espada. Esa era otra transformación. Creaba la sensación de que esculpir no era complicado. Los escultores tenían que estar cerca de las personas y estar libres de sentimientos. Y, a pesar de que las esculturas tenían diversas formas, el miedo al fracaso a menudo consumía el tiempo de los escultores, especialmente con las esculturas grandes. Pero la satisfacción de hacer una buena escultura era algo que un escultor no podía negar. Esculturas hechas con su amor y su alma. Weed estaba tratando de olvidarse de los momentos poéticos, pero los sueños del futuro de la escultura se extendieron ante él. ‘Bueno, puede ser vergonzoso e inmundo, pero hasta ahora he construido objetos preciosos… ¿Qué ocurrirá si puedo incluso hacerlo mejor pero resulta aburrido?’ “Voy a seguir el camino del Escultor Eterno.” – dijo Weed.
* * *
- Hermano Mayor, ¿dónde estás? - Esto… – respondió Zephyr. En estos momentos estaba solo en Todium y, aunque podía responder tranquilamente, no sabía qué respuesta darle a la chica que le gustaba, por lo que sin darse cuenta había respondido al saludo de cualquier forma. ‘Me ha llamado Hermano Mayor por lo menos una vez antes de que muera.’ ¡Su corazón no paraba de palpitar, siempre había deseado que le llamase ‘Hermano Mayor’! Aunque podía rechazarle, estaba hablándole con amabilidad. - ¿Dónde está tu casa, Hermano Mayor? – preguntó de repente Yurin haciéndole sentir como si le atropellara un coche. - En Gangbuk, en Pyeongchang. -¿Eso dónde queda? - Es difícil de explicar… Al norte de Bukhansan. - ¡Oh! La vida del Hermano Mayor es tan difícil… ¿El agua del grifo sale bien? ¿Pasa el autobús que va a la ciudad por ahí? - …… - Después voy a comprarte un energético pastel de algas. Ni siquiera las cartas llegaban a Pyeongchang, por lo que estaba considerado como un pueblo de montaña lleno de maleantes. - ¿Qué trabajo quieres hacer cuando te gradúes en la escuela? - ¿Trabajo? - ¿No hay algo que te gustaría hacer? - En cuanto a lo que me gustaría hacer… no he pensado mucho en eso. Mis padres me harán trabajar en la empresa familiar. De momento me voy preparando para ello mientras continúo estudiando. - ¿Cuál es el negocio de tu familia? - Es Sung’s… Zephyr dudaba de contarle la verdad. Nunca había hablado con nadie de Royal Road sobre su familia. - ¿Eres de Sung Electronics? - ¿Eh? ¡Hmm! La compañía Sung Electronics era una empresa de electrónica que tenía el récord mundial de volumen de ventas anual, y era una compañía que abarcaba un montón de empresas filiales. ‘No es un error decir que Sung Electronics es una de nuestras compañías filiales.’ - ¿La compañía Sung Electronics que vende todo tipo de cosas, desde ordenadores hasta teléfonos móviles, electrodomésticos de cocina y demás aparatos por el estilo? - Sí, esa misma. - ¡Hey! Eso es genial. Zephyr había conocido a un gran número de mujeres y se estaba dando cuenta que ella era un poco inusual. ‘Creo que su respuesta ha sido un poco rara.’ Su voz contenía sorpresa y admiración, pero con una actitud correcta. Entonces, escuchó el susurro de Yurin. - ¿Quieres venir esta noche a mi casa? No se lo digas a mi hermano… pero hoy me gustaría hacerte un cuadro. – Preguntó Yurin de pronto con una clara voz.
* * *
Choe Jihuni sufría mientras veía cómo iba quedando su coche a medida que avanzaba por el barrio donde vivía Lee Hayan. “¿Qué está pasando?” Cualquier invitación de una mujer a su casa era bienvenida, pero en este caso su oponente era Lee Hayan, por lo que las circunstancias podían ser diferentes. Todo era cuestión de acercarse y hablar con sinceridad arriesgando su vida, y ser invitado a su casa por la noche era como un sueño… “Esto es a vida o muerte, no hay lugar para excusas.” Choe Jihuni estaba fascinado mientras un sinnúmero de ilusiones iban pasando por su mente, por lo que se vio obligado a detenerse. No fue difícil encontrar el lugar gracias a las claras explicaciones que le había dado Hayan. A cierta distancia de la carretera y de las tiendas había una pequeña casa situada en una recóndita área. Su patio estaba lleno de flores, y en una de las esquinas había una jarra. “Está claro.” – dijo Choe Jihuni con una sonrisa. – “Una mujer que crezca en este tipo de atmósfera tiene que ser realmente buena.” Pero no tenía la más mínima idea. Cada vez que Lee Hayan intentaba entrar en la cocina, Lee Hyun la echaba desesperado. “Primero ayudará en la cocina y más tarde, cuando se case, cocinará kimchi u otros platos, para luego caminar por la ciudad cogidos de la mano.” Esto no significaba que ella no supiera lavar los platos o la ropa, pero la mayoría de las tareas las hacía Lee Hyun. La verdad era que Lee Hyun hacía todas las tareas de la casa. Tras años de entrenar su sentido de la orientación entregando periódicos, había comprado esta casa que poseía una buena iluminación solar y se encontraba en una zona aislada y tranquila. ¡Ding, Dong! Choe Jihuni tocó el timbre y esperó a que se abriera la puerta. “Con permiso.” Parecía como si fuese la primera vez que visitaba la casa de una mujer. Su corazón estaba temblando como el de un colegial mientras sus dos brazos sostenían un ramo de flores y una cesta de frutas, como regalo por lo que pudiera suceder. ¡Guau! Al poco, un perro corrió hacia él, ladrando. “¡Uf!” – dijo Choe Jihuni mientras daba un paso atrás tambaleándose. – “Este perro es tan grande como un ternero.” Se trataba de un perro enorme que movía la cola mientras babeaba y se frotaba desesperadamente contra su cuerpo, mostrando totalmente un exceso de intimidad. Se dio cuenta de que su comportamiento se debía a que sabía que era un invitado. “Entra.” – dijo Lee Hayan apareciendo en el porche vestida modestamente con una camiseta blanca. Hasta ese momento, Momboshin había estado siendo cariñoso con Choe Jihuni. “Boshin, ve fuera y relájate.” Nada más oír a Hayan, el perro dejó de mover la cola y regresó rápidamente a su caseta. La mente de Choe Jihuni estaba agitada mientras sujetaba las flores y la cesta de fruta. “Sería embarazoso venir con las manos vacías, así que te he traído un regalo.” “Sí, gracias.” – dijo Lee Hayan cogiendo la cesta de frutas y guiando a Choe Jihuni dentro de la casa. “¿Y las flores?” “¿Qué tal en el paragüero?” “……”
* * *
“Por favor, no te cortes.” – dijo Lee Hayan sirviendo una comida formada por varios platos cocidos en salsa de soja. Con una apariencia tranquila, Choe Jihuni levantó la cuchara y comenzó a comer los platos que estaban sobre la mesa. “Aunque no es mucho, come cuanto quieras.” Era una comida diferente a la que comía en casa. Las guarniciones habían sido escogidas con cuidado para que no fueran muy pesadas en el estómago. Choe Jihuni estaba encantado con el sabor de la comida. “Es delicioso, me encanta.” No eran palabras vacías. Hasta el arroz sabía genial; eran platos más deliciosos que los que se podían degustar en un restaurante. Nada más tomar una cuchara de arroz, se sentía como si volase por el aire. “Has preparado la comida, así que yo limpiaré.” “No, gracias, eres el invitado. Yo lavaré los platos, así que espérame en mi habitación.” “¿En tu habitación?” “Sí, descansa.” “……” Choe Jihuni estaba intrigado mientras Hayan señalaba una puerta abierta. Seguro que se trataba de la típica habitación de una chica de veinte años, toda empapelada de color rosa, con posters y fotos de famosos. Pero en lugar de eso se encontró una habitación llena de libros relacionados con la ciencia y la medicina y, entre ellos, algunas novelas de misterio.
«El mundo será destruido con 10 avances tecnológicos» «La anatomía humana» «Invitación de un asesino en serie»
“Está leyendo libros realmente buenos.” Aunque algunos títulos estaban escritos en el idioma original, Choe Jihuni podía leerlos pasando su mirada por ellos. “Pronto estará aquí… ¿Qué estoy haciendo?” La habitación de Hayan tenía una atmósfera inquietante y sorprendente que le sobrepasaba, llenándole de angustia. ‘Pero… no puedo entender a esta chica. No se parece al resto de mujeres. Hasta ahora, a mis ojos todas han sido parecidas.’ Había una fragancia refrescante en la habitación. Se veía que hasta hacía solo un momento había estado estudiando, aún había libros y apuntes esparcidos por el escritorio. “¿Has descansado? La televisión no funciona. Arréglala, por favor.” “¿Eh?” “Por favor, arregla la televisión. ¿No trabajabas en Sung Electronics?” “Sung Electronics… no sé si sabré reparar la televisión. Solo porque en Corea del Sur se fabriquen coches no significa que sepa hacerlos.” – dijo Choe Jihuni desconcertado mientras desmontaba la televisión con las herramientas. Aunque afortunadamente fue capaz de identificar las partes del circuito que necesitaban ser reparadas. “¡Ah! Se ve la imagen.” Choe Jihuni se relajó mientras se limpiaba el sudor frío que le recorría la frente. Alguna vez, cuando era niño, había desmontado viejos televisores como estos. ‘Nunca pensé que esa experiencia me fuera útil.’ – pensó Choe Jihuni con la sonrisa plasmada en su rostro. – ‘Ahora todo lo que necesito es esperar para que surja una conversación amorosa.’ En ese momento se sintió una persona confiable, mientras observaba la sonrisa perfecta, natural, brillante e inocente que le ofrecía Lee Hayan. “La has arreglado, estoy impresionada.” “En el futuro, si necesitas ayuda, por favor no dudes en llamarme.” – dijo Choe Jihuni con cierto dramatismo y el corazón desbocado. “¿De verdad?” “Claro.” “La verdad es que hay algunas cosas que están estropeadas.” “……” “Incluso hay cosas importadas, pero no creo que sepas como repararlas…” “No, tráelas.” Lee Hayan las trajo todas. Una estufa de gas, un horno, una purificadora de aire, un deshumificador, una aspiradora, unos teléfonos móviles, varias impresoras, ordenadores, monitores, radiocasetes, un teléfono fijo, varios ventiladores eléctricos, un par de ollas arroceras, ¡incluso un bidet! “Es… ¿Esto es todo?” “No, hay más. El frigorífico de la cocina también necesita una ojeada.” “……” “¿No puedes repararlos? ¿Los llevo de nuevo al trastero?” “No, lo intentaré.” – dijo Choe Jihuni negando vigorosamente. Comenzó con lo más fácil, el teléfono. Las partes viejas estaban desgastadas y no podían ser reutilizadas. Pero generalmente la mayoría de piezas estaban rotas, por lo que tras la reparación los aparatos parecían estar recién comprados y no podía detectarse ni el más mínimo desperfecto. “¿De dónde has sacado todo esto?” “Lo trajimos de nuestra antigua casa. Algunas de estas cosas son de mi hermano, las encontraba mientras hacía su ruta repartiendo periódicos.” “Entiendo.” Las reparaciones no eran fáciles, pero Choe Jihuni se sentía encantado porque mantenía una conversación con Hayan mientras ésta estaba sentada a su lado.