JDR - Capítulo 301

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Capítulo 301

Preparativos de guerra

Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

Antes de 1942, los pilotos alemanes necesitaban 6 meses de entrenamiento y 2 meses de estudios sobre temas de aviación para poder acceder a la escuela de entrenamiento de vuelo de nivel A/B y recibir capacitación para volar avionetas. Solo cuando superaban cientos de horas de vuelo, obtenían su certificado y una medalla con alas. Después, debían ingresar a la escuela de vuelo de nivel C para recibir entrenamiento en diversos tipos de aeronaves antes de poder pilotar cazas bimotores o aviones de reconocimiento en el frente. Sin embargo, a medida que la situación en la guerra se volvía más intensa y comenzaba a escasear el combustible, esta situación cambió. Tras escuchar el informe de Göring, el pintor austriaco con bigote ordenó la disolución de la escuela de vuelo de nivel C. Luego, los aviones ligeros fueron reemplazados gradualmente por planeadores. Se decía que al final de la guerra, el piloto alemán promedio solo tenía 160 horas de entrenamiento antes de ir al frente. Y… 160 horas seguían siendo demasiadas comparado con lo que Mosquito tenía en mente. En su opinión, 80 horas de entrenamiento eran más que suficientes. Podían dedicar las otras 80 horas a adquirir experiencia volando sobre el enemigo. Así, podía ahorrarse algunas balas y electricidad. Los planeadores no eran rápidos. Mientras los jugadores mantuvieran la calma y siguieran el método que les enseñaba, ¡no habría problemas! Mosquito dedicó toda la mañana a explicar los fundamentos de vuelo a sus jóvenes aprendices. Algunos jugadores que habían volado en planeador o jugado una simulación de vuelo intervenían de vez en cuando para añadir algunas palabras. Para profundizar su comprensión, Mosquito sacó sus únicos cuatro aviones de entrenamiento del hangar y dejó que los jugadores que querían convertirse en pilotos expertos como él se sentasen en ellos uno por uno mientras les explicaba cómo operar el avión en el juego. Aunque muchos seguían desconcertados tras escuchar la explicación de Mosquito, siempre que presionaran a fondo el acelerador y superasen la línea blanca que dibujó mientras tiraban de la palanca hacia arriba podrían despegar. En cuanto a atacar… solo necesitaban alinearse con el objetivo y disparar las balas trazadoras. Podían corregir la puntería mientras disparaban. En realidad, era bastante sencillo. Después de pasar toda la mañana enseñando, Mosquito tenía la boca seca de tanto hablar. En ese momento, del exterior del aeropuerto llegaron dos jugadores cubiertos de barro. Mosquito los miró y los reconoció al instante. Uno era Makka Pakka y el otro era Cansado de Cazar Tigres. Ambos estaban ocupados en los campos todos los días. Se decía que su habilidad de agricultura había alcanzado el nivel 5. Aunque la recompensa para los jugadores que llegaban al nivel 10 en agricultura era muy atractiva, no había muchos jugadores con la perseverancia necesaria para trabajar duro en un campo. En cuanto a los jugadores como ellos que jugaban a Wasteland Online como si fuera un simulador de granjas… eran aún más escasos. Justo cuando Mosquito estaba a punto de preguntarles para qué habían venido, Makka Pakka levantó la mano con una sonrisa. “¡Entrenador! ¿Podemos aprender a volar un avión?” “Sí, ¡enséñanos a volar!” – añadió Tigre. “Claro, ¡no rechazaré a nadie que quiera convertirse en un piloto tan increíble como yo!” – dijo Mosquito con una sonrisa. Por supuesto que no rechazaría a potenciales clientes que acudían a él por iniciativa propia, pero aun así le pareció un poco extraño. – “Por cierto, ¿no necesitan trabajar en los campos hoy? ¿Por qué quieren aprender a volar un avión tan de repente?” Además eran de tipo fuerza. No eran los jugadores más adecuados para esa tarea. Sería mucho mejor que se unieran al equipo de artillería para aprender a disparar cañones. Ante la mirada curiosa de Mosquito, Tigre puso una sonrisa. “¡Quiero comprar un avión para rociar pesticidas!” Makka Pakka asintió con entusiasmo. “¡Yo también!” Mosquito se quedó atónito por un instante, y justo cuando quería maldecirlos por querer usar su asombrosa creación para matar insectos, recordó que, en realidad, los planeadores también se usaban para rociar pesticidas en la industria agrícola… Rascándose la nuca, Mosquito reprimió sus palabras. “De acuerdo… En fin, les enseñaré también.” Makka Pakka lo abrazó por el hombro con gran alegría. “¡Gracias!” “¿Qué demonios? ¿No puedes ducharte antes de abrazarme? ¡Me has cubierto de barro!” Mosquito se liberó del abrazo y se sacudió el barro que tenía sobre el cuerpo mientras ponía los ojos en blanco. “¿Qué quieres aprender? ¿Solo a pilotarlo? ¿O también quieres aprender otras materias?” “¿Qué materias hay?” – preguntó Makka Pakka. Mosquito esbozó una sonrisa maliciosa. “Hay muchas. Los temas de ataque terrestre incluyen ametrallamiento cercano, corrección balística, bombardeo en picado…” Antes de que Mosquito pudiera terminar de hablar, Tigre asintió rápidamente. “¡Eso también! ¡Yo también quiero aprenderlas!” Makka Pakka lo miró de manera extraña. “No necesitamos ir al frente. ¿Para qué necesitamos aprenderlas?” “¿Quién dice que no necesitamos aprender esas materias si no vamos al frente? Lo necesitamos para rociar pesticidas. Y si hay jabalíes u otros mutantes corriendo por el campo y no podemos alcanzarlos a pie, ¡podemos subir a la avioneta para eliminarlos!” – respondió emocionado Tigre, mientras ponía una sonrisa. Makka Pakka se quedó atónito. “¡Maldición! ¿Cómo no se me había ocurrido?” No solo Makka Pakka quedó atónito, Mosquito también estaba completamente aturdido. Hacía un momento, pensó que querían usar su creación para hacer tonterías, pero ahora parecía que los había subestimado. ¡En realidad estaban a punto de usar su asombrosa creación para hacer algo genial! Mosquito sujetó los hombros de Tigre con una expresión de sorpresa y le dio varias palmaditas vigorosas con entusiasmo, ignorando el barro en su cuerpo. “Por el bien de su ingeniosa imaginación, ¡los aceptaré como aprendices! No se preocupen, ¡definitivamente los entrenaré para que se conviertan en pilotos expertos!” Tigre sonrió tímidamente y se rascó la nuca, avergonzado. “En realidad, no hay necesidad de exagerar tanto. No queremos convertirnos en expertos. Con pilotos comunes y corrientes.” Mosquito se rio entre dientes. “¿Cómo puede ser? ¡No pueden ser peores que el resto! Todos los estudiantes que se gradúan de mi escuela son los mejores. ¡Nuestro certificado de graduación es el diploma de piloto para expertos! No se preocupen, ¡para entonces todos tendrán un certificado!” Makka Pakka jadeó de asombro. “¿En serio? ¡¿Incluso pueden hacer eso en este juego?!” “¡Es genial!” – añadió Tigre. “Aquí todo es posible. Je, je.” Mirando a sus dos nuevos aprendices, Mosquito esbozó una enorme sonrisa. No esperaba que hubiera tantos estudiantes entusiastas en el juego. Ya lo había pensado. En este juego nadie parecía estar dirigiendo una institución de entrenamiento. Las escuelas militares y las clases de alfabetización estaban repletas de PNJs escuchando o dando conferencias. Sin embargo, debido a la barrera del idioma, pocos jugadores asistían para unirse a la diversión. No obstante, si uno quería ser un jugador dedicado, ¡tendrías que aprender algunas habilidades! Como todos habían ignorado ese mercado, Mosquito decidió ser el primero en probarlo. En el futuro, todos los graduados de su academia serían pilotos estrella. Él sería quien los entrenaría a todos. ¡El líder de todos los pilotos! * * * Después del entrenamiento de la mañana, Mosquito despidió al grupo y se fue a buscar jugadores de alto nivel para que ayudasen a subir de nivel a sus cuatro aprendices veteranos. Recientemente, todos intentaban subir el nivel de su legión del rango F al E. Se unían a jugadores de alto nivel para completar misiones con altos puntos de contribución, con el objetivo de subir el nivel de la legión al nivel 10 antes del lanzamiento de la nueva expansión. Al mismo tiempo, querían aprovechar la oportunidad para mejorar la coordinación entre los miembros de su equipo. Este juego era diferente a otros MMORPG. No había equipo que se pagara con dinero real, ni espada matadragones que infligiera 999 de daño, ni armadura inmortal con +99% de robo de vida. Aunque los niveles y el equipo habían aumentado los límites superior e inferior de la fuerza de combate de los jugadores, no significaban una invencibilidad absoluta. Incluso si se usaba un exoesqueleto de la Caballería Pesada, serías destruido si eras alcanzado por un proyectil antitanque de alto poder explosivo en el pecho. Y por muy poderosa que fuera la habilidad despertada por el jugador, moriría si le disparaban en la cabeza. Se decía que existía tecnología de escudo en la época anterior a la guerra, e incluso había diferentes tipos de escudos diseñados para distintos tipos de armas. Por ejemplo, el escudo de nitrógeno del martillo que empuñaba el Administrador podía debilitar o incluso bloquear eficazmente balas, fragmentos explosivos y proyectiles. Desafortunadamente para ellos, esa era un arma empuñada por un PNJ. Y como todos sabían, esas cosas solían ser para presumir. Se necesitarían varias versiones antes de que pudiera adquirirse en una tienda. Para los jugadores que pretendían ir al frente, ¡la cooperación entre ellos era mucho más importante que mejorar el nivel de su secuencia genética! En cuanto a los jugadores solitarios que no querían estar en un grupo ni socializar, también tenían lugares adónde ir. Las puertas de la Primera y Segunda Legión estaban abiertas a todos los jugadores por encima del nivel 5. Por eso hubo muchos jugadores solitarios que optaron por unirse a la legión de PNJs, pero por lo general eran relativamente discretos. Aunque la legión de PNJs eran principalmente para la defensa, también encomendaba misiones para reforzar el frente o transportar suministros durante la guerra. Completar esas misiones también permitía obtener méritos y medallas. Si los jugadores descubrían que realmente tenían talentos para el mando durante la guerra, podían abandonar la legión de PNJs después de luchar junto a sus compañeros y usar los méritos acumulados para formar su propia legión. Chu Guang diseñó una jugabilidad para casi todos los tipos de jugadores que seleccionó para que pudieran tener una gran experiencia de juego. Su postura siempre había sido que los habitantes del páramo gestionasen a los habitantes del páramo mientras que los jugadores gestionaban a los jugadores. Así, no solo los jugadores con profesión de combate se preparaban para la Expedición al Norte, sino que los jugadores de estilo de vida también se estaban preparando para la próxima expansión a su manera… * * * A las afueras del Pueblo del Río Rojo. Del otro lado del muro de la Asociación de Comerciantes de la Herradura, numerosos camiones repletos de mercancías pasaban lentamente junto al puesto de vigilancia de madera. El Pueblo del Río Rojo era diferente del Distrito de Qingquan. No existía un asentamiento unificado de supervivientes de gran tamaño. Cada dueño de una mina o de esclavos cercaba sus propias tierras y vivía a su manera. Por ello la mayoría de los comerciantes itinerantes o mercenarios extranjeros preferían vivir en los recintos de los comerciantes locales en vez de en las tierras de los dueños de esclavos. Aunque ambos eran poco fiables, a la gente le preocupaba más irse a dormir y despertarse con un collar y grilletes en mitad de la noche a que le vaciasen las carteras unos comerciantes sin escrúpulos. Poca gente visitaba los recintos de los dueños de esclavos, pero siempre había un flujo constante de invitados frente a los recintos de las principales cámaras de comercio. Con el tiempo, este último se convirtió gradualmente en una estación de correos, y con el aumento de la población permanente, se convirtió en lo que era hoy. El Pueblo Herradura se consideraba el asentamiento de supervivientes más grande de los alrededores de Pueblo del Río Rojo, y también el más cercano al Distrito de Qingquan. Sin embargo, existía una diferencia esencial entre este lugar y un asentamiento de supervivientes en el sentido tradicional. Por lo general, los asentamientos de supervivientes pequeños y medianos eran mayoritariamente xenófobos. Simplemente, el grado de xenofobia era diferente. Sin embargo, aquí, los extranjeros representaban el 80% de la población. De hecho, ¡probablemente eran incluso más! Sentada en el asiento del conductor, SiSi observaba a los transeuntes. Con solo mirar su ropa, color de piel y comportamiento, era imposible distinguir quiénes eran locales y quiénes venían de otros lugares a hacer negocios. Mientras SiSi observaba a los PNJs, los que estaban a ambos lados de la carretera también los observaban. Sobre todo, el camión y su carga. Atrajo la atención de muchos mercenarios y comerciantes ambulantes. “¿Por qué ese camión no tiene chimenea?” “Supongo que usa baterías.” “¿Camión eléctrico? ¿Y si se queda sin electricidad en el camino?” “Es bueno para distancias cortas… Reconozco esa cosa. Parece que se llama Mula eléctrica. La fabrican esos de azul de los suburbios del norte del Distrito de Qingquan.” “¿Esos de azul de un refugio? Con razón se ven tan suaves y delicadas.” “Espera, ¿has dicho la Mula Eléctrica? ¿La que cuesta 50.000 monedas de plata?” “¡Claro!” ¡50.000 monedas de plata! Los mercenarios que habían estado en la Ciudad del Amanecer contuvieron la respiración al unísono; la envidia se dibujó en sus rostros. En los suburbios del norte del Distrito de Qingquan, ¡200 monedas de plata se podían canjear por un rifle de asalto! ¡Tanto dinero bastaba para armar a un equipo de 100 hombres! Lo que era aún más envidiable, y aún más codiciado, era que la parte trasera de ese camión estaba repleta de armas ligeras y pesadas, además de grandes cantidades de munición. Eran al menos el doble de valiosas que el camión. Sin embargo, lo que lo hacía aún más increíble era que las personas sentadas en los asientos delanteros de semejante vehículo repleto de mercancías eran en realidad dos chicas jóvenes. Aunque las mercenarias en el páramo no eran infrecuentes, su aspecto era completamente diferente a lo que esperaban. ¿Cómo demonios llegaron hasta aquí sanas y salvas? “Siento… siento que mucha gente nos está mirando…” – susurró Pasta de Sésamo, mientras estaba sentada en el asiento de copiloto. Se estaba ajustando el casco que ocultaba sus orejas de gato. “Mantén la calma. Déjalos mirar si quieren. Esta es una zona segura, solo tenemos que ocuparnos de nuestros asuntos.” – contestó SiSi mientras sostenía el volante y miraba por la ventana. Aunque el nivel de secuencia de Bollito no era alto y su poder de combate era complicado de describir, su corpulenta figura seguía siendo bastante intimidante. Hasta los que usaban habilidades tendían a evitar enfrentarse a un gran oso blanco con armadura pesada. Con la Maxim II de 10 mm acoplada al techo del camión y a Tail, que no podía quedarse quieta, era más que suficiente para disuadir a aquellos con malas intenciones. Había sido un viaje tranquilo. Cuando ocasionalmente se encontraban con personas que viajaban por el mismo camino, todos se desviaban nada más verlos. La única amenaza que encontraron fue una manada de lobos que intentó acercarse a ellas en la oscuridad. Solo Tail y Bollito estaban conectadas, y la situación se volvió ligeramente peligrosa. Por suerte, Tail reaccionó rápidamente. Mientras Bollito enseñaba los dientes para asustar a los lobos que se acercaban, se subió al techo del camión y abrió fuego entre carcajadas. Tras dejar atrás más de una docena de cadáveres, los lobos se retiraron rápidamente. Pero para ser honesto, la carne de lobo era realmente desagradable. No importaba cómo la cocinaran, siempre tenía un sabor poco recomendable. Más tarde, vendieron esas presas en el puesto comercial de Ciudad Basura, intercambiaron algunos suministros con los vendedores locales y continuaron su camino. “¡Guau! ¿Este es el Pueblo del Río Rojo?” “¡Es totalmente diferente a la Ciudad de Boulder! Nadie me tiene miedo.” Tail y Bollito miraban a ambos lados con entusiasmo desde el momento en que pasaron el puesto de centinela. A ambos lados de la calle había casas cuadradas de barro y decenas de cobertizos donde los vendedores ambulantes vendían sus mercancías. Mercenarios armados deambulaban por la estrecha calle mientras los comerciantes con cuerdas regateaban con los compradores. A veces al otro extremo de la cuerda había una máquina con chasis de oruga, en otras ocasiones una vaca cargada con diversos sacos o una persona con varias partes biónicas… Todo estaba lleno de novedades. El equipo de desarrollo de Wasteland Online no estaba creando un juego, ¡intentaban crear un mundo real! ¡Era simplemente genial! Al escuchar las palabras de Bollito en el canal de comunicaciones, una sutil sonrisa se dibujó en el rostro de SiSi. “Bueno, creo que en realidad tienen miedo, pero no se atreven a decirnos nada… ¿Qué tal si te ponemos una cuerda alrededor del cuello y la sujetas tú misma?” Bollito protestó de inmediato. “Espera, eso es demasiado raro. Al menos alguien más tiene que sujetarla por mí.” Pasta de Sésamo arqueó una ceja sin decir nada. “¿……?” SiSi también se giró para mirarla con una expresión extraña. “¿…..?” La única que no pensó que hubiera nada malo en la frase fue Tail. De pie, sobre el techo de la camioneta, seguía inmersa en la alegría de desbloquear un nuevo mapa. “Por cierto, este lugar se llama el Pueblo del Río Rojo… ¡pero por qué no vimos ningún río por el camino!” SiSi pensó un momento antes de responder. “¿Quizás había uno antes de la guerra?” Tail lo pensó un instante antes de continuar. “¡Ah! ¡Ya veo! Por cierto, he oído que hay muchos bichos aquí. Y de los grandes, ¡de decenas de metros de largo!” “¿Bichos? ¡Bichos! ¿Dónde?” Pasta de Sésamo agarró nerviosamente la pistola debajo del asiento y miró por la ventana. Pero no había bichos en el exterior. “No están aquí. Lo vi en el foro. Todo el mundo hablaba de ello.” – murmuró Tail tras reírse. “¡Oh! ¡Qué miedo!” – añadió SiSi distraída. “¡Eh! ¡SiSi es tan falsa!” – se burló Tail. “Vale, vale. Voy a conducir. El camino es demasiado estrecho… Espera un momento.” Calmando a la enérgica Tail con un tono persuasivo, SiSi pensó en la página web oficial. Se decía que, si uno iba hacia el oeste y entraba en la Provincia del Atardecer desde la Provincia del Valle del Río, verías un mar de arena interminable hacia el oeste. Eso sonaba mucho más espectacular. ‘Debería echar un vistazo cuando pueda.’ El puesto comercial de Pueblo Herradura no se encontraba lejos de la entrada principal. SiSi aparcó junto al punto de descarga, abrió la puerta, saltó del camión e intercambió algunas palabras con el personal a cargo en el lenguaje de la federación no estándar. Poco después unos porteadores acudieron para ayudarles a descargar la mercancía. La revisión la realizó un hombre con una chaqueta de cuero, una bufanda marrón alrededor del cuello y un cigarrillo colgando de la boca. También notó que el brazo izquierdo del hombre era una prótesis mecánica, pero a juzgar por el óxido moteado, debería haber sido utilizada durante demasiado tiempo. Antes de acercarse a la mercancía, el hombre apagó deliberadamente el cigarrillo y se lo guardó en el bolsillo, aparentemente con la intención de seguir fumándolo más tarde. “Rifles LD-47, morteros de 88 mm, rifles de caballería ligera de 20 mm, exoesqueletos KV-1 y munición. Esto es justo lo que necesitamos. Pero antes de darle un presupuesto, necesito saber qué quieren. ¿Esclavos? ¿Minerales? ¿Mercancías de primera necesidad? ¿O prefieren billetes?” La MV de los jugadores traducía algunas palabras clave. Combinando su propia comprensión con las estrategias de la página web oficial, SiSi entendió aproximadamente lo que decía. “Minerales. Mercancías.” – respondió con un tono conciso. El hombre arqueó las cejas. “¿Tiene un presupuesto?” Sin decir una palabra, SiSi sacó un papel del bolsillo y se lo entregó. Antes de abandonar la Ciudad del Amanecer, había consultado las publicaciones de otros jugadores en el foro y se había informado con antelación sobre el mercado. Ya había calculado los materiales que planeaba comprar e hizo una lista. En comparación con elegir sobre la marcha y regatear en un lenguaje poco elaborado con los lugareños que hablaban el idioma de la federación, le pareció más eficiente ir preparada. Además, regatear con su pésimo conocimiento del idioma podía incluso causar malentendidos innecesarios. Sería aún más vergonzoso si los lugareños descubrían que no conocían el mercado y las estafaban. El hombre echó un vistazo a la lista y frunció ligeramente el ceño. “El cobre, el níquel, el zinc y el azufre no eran un problema, pero el platino… No lo tenemos en stock. Quizás tengas que esperar hasta mañana. O puedo pagarte con billetes por el platino, y puedes llevarlos hasta una mina cercana para obtener el mineral directamente allí.” SiSi frunció el ceño y negó con la cabeza después de pensarlo por un instante. “Entréganos el resto. Puedes enviar el platino a la base militar de la Nueva Alianza.” El hombre la miró sorprendido. “¿Eres de la Nueva Alianza?” SiSi respondió sin usar muchas palabras. “Sí.” Un atisbo de miedo se dibujó en sus ojos; pero el hombre aceptó la lista sin decir nada y llamó a sus porteadores para que empezasen a cargar la mercancía. De vuelta en el camión, SiSi miró a sus compañeras. “Ha habido un pequeño cambio de planes. No hay platino en stock y tendremos que pasar la noche aquí.” “¿Quedarse aquí?” – preguntó Tail con ojos brillantes. “Claro que no. Tendremos que volver al punto de guardado más cercano… Por cierto, ¿puedes siquiera dormir aquí? Hay mucho ruido.” – dijo SiSi con impotencia. Tail encendió la máquina virtual y abrió el mapa. Parecía que aún no sabía dónde estaba la base militar de la Nueva Alianza. “¿Para qué se usa el platino?” – preguntó Pasta de Sésamo con curiosidad. “Es un pedido de la planta química. Debería ser un catalizador para la producción de ácido. Supongo que planean ampliar la capacidad de producción de ácido nítrico.” – respondió SiSi con indiferencia. Los ojos de Tail comenzaron a brillar. “¿Producción de ácido?” SiSi pensó por un momento antes de responder. “Para producir pólvora sin humo.” Bollito miró a SiSi con sorpresa. “¿Cómo lo sabes?” La expresión de SiSi se volvió un poco extraña. “Mm… Al principio no lo entendía. Pero después de jugar a este juego, poco a poco empecé a saber un poco de todo.” * * * Mientras tanto… En la sede de la Firma Herradura. El hombre sentado en la oficina frunció el ceño ligeramente mientras observaba la lista de inventario que le había entregado su subordinado. “Azufre, cobre… y platino, ¿se nos han agotado?” El subordinado, de pie junto al escritorio, asintió. “Mm, la mayoría fue comprado por caravanas que llegaban del Distrito de Qingquan.” El hombre lo pensó un momento, se levantó y se acercó a la pared. Miró el mapa y reflexionó un buen rato. Cuando su mirada se posó en la Ciudad del Continente Occidental, al norte del Distrito de Qingquan, un destello de sorpresa brilló en sus ojos y, inconscientemente, apretó los puños. “¡Muy bien!” ¡La Nueva Alianza estaba planeando atacar al Clan Mastica Huesos! Si logran capturar la Ciudad del Continente Occidental, el Clan Serpiente acantonado en la Ciudad del Agua Celestial, quedaría en una situación pasiva, siendo atacado por ambos bandos. Para entonces, ¡la presión sobre el Pueblo del Río Rojo también se reduciría! Por supuesto, vio mucho más que eso. Si la maquinaria de guerra en los suburbios del norte del Distrito de Qingquan estaba a pleno rendimiento, ¡harían una fortuna! “¿Señor?” – preguntó el subordinado en voz baja, mirándolo a la espalda. Apartando la vista del mapa, el hombre no explicó nada, solo le dio una breve orden. “Aumenta las reservas de azufre y cobre. Ya puede irse.” Tratando de suprimir su emoción, el hombre regresó a su escritorio, sacó el comunicador del cajón y llamó al dueño de la mina que habían estado suministrándoles. “Amigo… ¡Acaba de presentarse la oportunidad de hacer una fortuna!”