Volumen 5 Capítulo 7
La simpleza mental del orco Karichwi
Traducido por Oceans223
Corregido y editado por AM y DaniR
¡Las Montañas Yuroki eran un hervidero de orcos!
Orcos exploradores. Campeones orcos. Orcos guerreros.
En el pasado, Weed había pasado por muchas situaciones diferentes y pensaba que había que mantener la calma pasara lo que pasase, pero ahora ni siquiera él podía permanecer calmado.
‘Si ven a través de mi disfraz, estoy acabado.’
Un Weed empapado en sudor subía por la ladera de la montaña. Sin embargo, se consideraba a sí mismo valiente. Habiendo sólo orcos a su alrededor, sería difícil igualar su comportamiento. También había orcos en el reino de Rosenheim, pero sus niveles variaban entre 80 y 130. Por lo que siempre se podía huir de ellos si algo salía mal.
Aquí, en las Llanuras de la Desesperación, los monstruos eran mucho más fuertes. Incluso los goblins y kobolds, que eran considerados los monstruos más débiles del juego, tenían diferente fuerza de combate dependiendo de la zona en que vivían. Y en esta tierra desde la infancia los orcos tenían que luchar por su territorio. Luchaban contra monstruos gigantes, por lo que tanto su nivel como su fuerza superaban la de sus hermanos del reino Rosenheim.
¡Pero la parte más aterradora no era su fuerza, sino su incontable número! Si algo saliese mal y Weed tuviera que huir, sería perseguido por miles de orcos. No tenía ninguna intención de experimentar la muerte a manos de los orcos de las Llanuras de la Desesperación. Es por eso que trataba de tener cuidado y no llamar la atención.
“¡Chwiiik!”
Weed cruzó accidentalmente la mirada con uno de los orcos que estaban de pie delante suyo. ¡Nivel 210 y Campeón Orco! Algunos campeones incluso, reconocidos por su valor, les gustaba mirar fijamente a los demás desde arriba y así mostrar su superioridad, como era el caso.
“¡Chwiiik!”
Con ojos brillantes de malicia, el orco miró ferozmente a Weed.
‘Estoy en problemas.’
La ruda actitud del orco hizo que Weed frunciera el ceño.
‘No puedo perder mi tapadera.’
En primer lugar, Weed decidió sonreír. Un enfoque fiable que nunca antes le había fallado para establecer una relación amistosa. Una gran habilidad interpersonal. Weed forzó su mejor sonrisa falsa. Pero aún no se acostumbraba a su nuevo aspecto, por lo que de forma involuntaria frunció el entrecejo y las comisuras de sus labios temblaron un poco. Sus grandes colmillos sobresalieron aún más.
¡En ese momento el Campeón Orco miró hacia otro lado!
“¡Chwik! ¡Chwik! ¡Chwik!”
¡Estaba asustado! Aparentemente, Weed había logrado asustar al Campeón Orco. Entonces dijo con un gesto de superioridad:
“Ten cuidado la próxima vez. ¡Chwiiik!”
“Lo haré. ¡Chwik! ¡Chwik! ¡Chwik!”
Mientras duraba el camino por la montaña, varias veces se repitieron accidentes de ese tipo. Frente a la temible estatura y apariencia desproporcionada de Weed, el resto de orcos se escondían de miedo. Así, sin obstáculos, Weed llegó al lugar donde los orcos estaban luchando contra un monstruo.
“Os matare a todos, ¡a todos!”
“¡Chwiiik! ¡Esta es nuestra tierra!”
Unas pocas decenas de orcos estaban luchando contra un monstruo gigante de fuego: una mezcla de mantis y ciempiés. Escupía fuego y aplastaba a sus oponentes con su peso. Los orcos atacaban con sus alabardas sin descanso, pero no podían perforar la gruesa piel del enemigo.
El gusano de fuego tenía nivel 280. Era sin duda un rival muy peligroso. Había incontables monstruos como éste en las Llanuras de la Desesperación. Por ese motivo esta región era considerada una de las más peligrosas del continente.
Weed observaba la batalla de los orcos. No es de extrañar que digan que siempre hay dos cosas dignas de verse: ¡un fuego ardiente y una pelea de verdad!
‘Si todos los orcos mueren, cogeré sus objetos...’
Además, Weed se encontraba ahora mismo sin ninguna armadura; podría decirse que estaba allí de pie desnudo. Weed tenía que esperar a que la batalla llegara a su fin.
El gusano de fuego se movía a gran velocidad; mientras enrollaba todo su cuerpo escupía fuego a los oponentes cercanos. Los orcos morían uno tras otro. Weed observaba con calma cuando una idea le vino a la mente:
‘Ahora ya no soy un ser humano. En mi lugar un orco no sería capaz de ver morir sin piedad a sus congéneres.’
Weed se precipitó hacia adelante, agarrando una de las alabardas abandonadas por el camino.
“¡Chwiiik!”
Golpeó al gusano, el cual estaba distraído, en un lateral con todas sus fuerzas. El gusano cayó como un edificio levantando una nube de polvo. ¡Incluso después de convertirse en orco, Weed no había perdido su fuerza y habilidad!
El gusano de fuego reconoció a un nuevo oponente. Se arrastró a toda prisa a un lado, se levantó y corrió hacia la nueva amenaza. ¡Las ardientes llamas del enemigo se acercaban rápidamente!
Weed, instintivamente, saltó por los aires y aterrizó en la cabeza del gusano.
“[Hoja] ¡chwiiik! [del escultor] ¡chwiiik!”
Incluso con el cuerpo de un orco era capaz de utilizar las técnicas de escultor, pero debido a su baja [Inteligencia] su mana se agotaba rápidamente. Por otro lado, ahora era mucho más fuerte.
Weed dirigió la alabarda hacia abajo con todas sus fuerzas, hacia la cabeza del monstruo, aunque apenas conseguía arañarlo. La hoja de la alabarda no era muy fuerte, pero con cada golpe la herida en la cabeza del gusano se hacía más profunda.
“¡Kuwo-o-o-o-o!”
El gusano de fuego saltaba y giraba su cabeza, tratando de deshacerse de Weed. Si se caía, su situación sería muy mala. Weed lo sabía, así que aseguró firmemente la posición de sus piernas mientras trataba de dar un golpe tras otro, manteniendo el equilibrio.
El monstro estaba tan furioso que estuvo a punto de sacudirse a Weed de encima pero, en el último momento, éste consiguió agarrarse a sus antenas.
“¡Muere ya! ¡Chwiiik!”
Por supuesto que colgarse de la cabeza de un monstruo gigante era mucho más difícil que hacerlo de los asideros del autobús. Pero el entrenamiento de Weed le ayudaba a no caerse. ¡Tenía un control perfecto sobre su cuerpo! Cuando tienes un punto de apoyo, puedes utilizar adecuadamente tu fuerza. Weed se aferró a la cabeza del gusano como una cucaracha y continuó asestando golpes.
El resto de los orcos no permanecieron pasivos.
“Nosotros, ¡chwiiik!, conseguiremos apoyo.”
“¡Chwiiik! ¡A la batalla!”
Los orcos blandieron sus armas y atacaron al monstruo. El gusano escupía fuego, se retorcía y saltaba, pero aun así no podía contra el ataque combinado de Weed y los orcos, por lo que finalmente cayó al suelo, muerto.
¡Ding!
Has subido de nivel
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Cazar un gusano de fuego de las Montañas Yuroki ha subido tu [Fama] en 1.
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¡Weed gritó con alegría!
Había pasado un tiempo desde que había gritado así en una cacería. Antes, cuando estaba de cabeza inmerso en la batalla, a menudo dejaba salir gritos de alegría.
“¡Chwiiik!”
“¡Chwichwichwiiik!”
También los orcos gritaron alegremente.
Se trataba de una vision digna de un gran artista: Weed de pie sobre la cabeza de un gusano gigante y una multitud de orcos felices gritando a su alrededor. ¡Desde esta perspectiva parecía que habían unido sus fuerzas para lograr lo imposible!
Pero después de cada victoria había una cosa muy importante para hacer. Weed recogió el botín.
Has recibido la piel de un gusano de fuego gigante.
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Este material podría ser utilizado para crear una armadura tras ser manufacturado. Dicha armadura, de hecho, sería más ligera y mucho más resistente que la de acero templado, pues estos materiales eran mucho más difíciles de adquirir.
“¡Gracias! ¡Chwiiik!”
“¡Chwichwichwiiik! ¡Nos has salvado!”
Los orcos se reunían alrededor de Weed y le daban las gracias. Les había ayudado en un momento de gran peligro por lo que estaban muy agradecidos. Sin embargo, incluso en tal situación, algunos orcos preferían mantener las distancias.
¡No era fácil acostumbrarse a sus espantosas facciones!
Pero a Weed no le preocupaban tales reacciones.
“Chwiiik, ¿vosotros cazáis semejantes bichos? Chwiiik. Deberías haberme llamado. Me encanta la lucha. ¡Chwichwichwiiik! Me encantan las gemas y aún más los buenos objetos.”
“Chwiiik. Lo admitimos. Eres un gran guerrero. Estamos orgullosos de ti, Guerrero Orco.”
En el funcionamiento del juego, las similitudes se atraen. A los orcos, que les gusta pelear y ser el centro de atención, enseguida les cayó bien Weed.
“Te veo por primera vez. ¿De dónde vienes? ¡Chwiiik!”
“No lo sé. ¡Chwiiik!”
Weed miraba hacia algún lugar lejano de la Llanura con ojos tristes. Y a pesar de que trataba de intentar parecer tan triste como fuera posible, para todos los demás parecía que pensaba en pasadas batallas y sangrientas matanzas.
“Cuando tenía apenas un año de edad, mi madre abandonó este lugar conmigo a cuestas. ¡Chwiiik! Vivíamos lejos de aquí. Y ahora he vuelto. ¡Chwiiik! No preguntes más.”
“Como digas. ¡Chwiiik!”
“Vámonos de caza. ¡Chwiiik!”
“¡Vamos! ¡Chwiiik!”
Weed aceptó la invitación y se unió al grupo de los orcos.
En todas las situaciones, incluso entre monstruos, ¡Weed se sentía como en casa! Weed era un maestro evaluando situaciones y determinando posibles beneficios; aunque se tratase de una ración gratis de arroz con leche o un viaje en tren gratuito. Desde que era un niño las diversas dificultades que había tenido que soportar le habían enseñado a pensar en vivir fuera del nido y adaptarse rápidamente a cualquier situación.
“¡Wo-o-o-ah!”
“¡Chwiiik! ¡Chwiiik!”
* * *
Los pueblos orcos estaban dispersos por todas las Montañas Yuroki. Tras la cacería, los guerreros del grupo invitaron a Weed a su asentamiento.
“¡Chwiiik! Ven con nosotros.”
“¿Puedo? ¡Chwik! ¡Chwiiik!”
“Sí. Nuestra familia es grande. Chwichwichwit. Los buenos guerreros, ¡chwiiik!, son bienvenidos.”
“¡Chwik! Gracias, amigos.”
Weed siguió a los orcos hacia lo más profundo de las montañas. En el camino vio muchos otros asentamientos, algunos tan grandes como ciudades humanas. Los orcos no tenían ni muros ni fortalezas, pero había montones de casas gigantescas. Algunas de estas casas alojaban al menos a diez orcos y había más de diez mil casas en un asentamiento.
Los orcos llevaron a Weed a uno de esos asentamientos pero, en la entrada, fue detenido por los guardias.
“No a todo el mundo se le permite entrar. ¡Chwiiik!”
Weed miró con calma y dijo:
“¿Tienes algún problema? ¡Chwiiik!”
¡Un orco feo como un demonio! ¡Y con la cara más aterradora del mundo!
La apariencia de Weed era su mejor arma en cualquier lugar. Y, además, sus compañeros trataban de defenderlo.
“Este es nuestro amigo. ¡Chwiiik! Luchamos juntos. ¡Chwik!”
“E-él todavía no es de los nu-nuestros. ¡Chwik!”
“¡Chwiiik! Debe decir su nombre. ¡Chwik! Luego podrá entrar.”
Aunque las manos de los guardas estuvieran temblando, se las habían arreglado para dar una respuesta adecuada. Weed se detuvo un momento y para poder pensar. Para meterse completamente en el papel de un orco, debía tener un nuevo nombre. Se le había olvidado completamente.
“Yo soy Kari... ¡Chwik!”
Rápidamente había pensado en un nuevo nombre ‘Kari’, pero otra vez su cuerpo le había traicionado y los orcos entendieron una cosa diferente.
“¡Karichwi! ¡Karichwi! ¡Chwiiik! ¡Entra!”
Así fue como Weed se convirtió Karichwi, sin desentonar, puesto que a menudo los nombres de los orcos terminaban en ‘chwi’.
‘Como sea.’
Kari o Karichwi, no le importaba. Weed olvidó el incidente y entró en el asentamiento.
* * *
“¡Chwiiik! Vendo barato.”
“¡Chwik! ¡Vendo incluso más barato!”
“¡Chwiik! Vendo barato también.”
Muchas cosas del pueblo orco eran similares a los asentamientos humanos. Los orcos vendían armas y armaduras en sus tiendas. La mayoría de los objetos, al ser fabricados en la misma aldea, eran de mala calidad. En cambio, los precios eran altísimos.
“¡Chwik! Mira esta alabarda oxidada y agrietada ¡chwiiik! ¿La quieres? Todo el mundo la quiere. Voy a dejártela por sólo 60.000 monedas de oro. ¡Chwiik!”
¡Una alabarda con poder de ataque de 20 y con 10 puntos de durabilidad restantes costaba 60.000 monedas de oro!
‘Vaya estafa indignante.’
El pensamiento de los orcos era simple: si ponías precios altos, te harías rico rápidamente. Por ese motivo trataban de vender cualquier cosa a precios ridículamente altos. La hierba más barata costaba 20.000 monedas de oro, y la armadura más barata, 50.000. Las alabardas más o menos buenas tenían un precio superior a 150.000 monedas de oro.
Weed tenía mucha curiosidad, así que le pregunto a uno de sus compañeros:
“Chwiik. ¿Realmente consiguen vender algo?”
"Chwichwichwi. Nunca lo he visto. Chwiik. Idiotas estúpidos.”
“Chwiik. ¡Oh! Sin duda tú no eres como ellos.”
El orco, elogiado por Weed, se encogió de hombros.
“Por supuesto. ¡Chwiik! ¡Si la venta es imposible, debes pedir por lo menos 2 millones de monedas de oro!”
“...”
Weed se quedó sin habla. Pero aún le esperaba un desafío más difícil. ¡Las mujeres orcas de la aldea! Según los estándares humanos, la apariencia de Weed era aterradora, pero en este lugar era considerado ‘atractivo’.
“Manos fuertes. ¡Chwichichwik!”
“Pecho fuerte. ¡Chwichichiik!”
“Colmillos gruesos, más duro que un hacha.”
“Con una mandíbula como esa, nunca pasará hambrunas. ¡Chwiik! ¡Y mira su nariz!”
“Hombros anchos y cuerpo musculoso.”
“Mi orco ideal. ¡Chwiiik!”
A Weed se le amontonaban las mujeres a su alrededor, intentando mostrar su afecto. Algunas de ellas le guiñaban el ojo, otras le acariciaban el pecho. Incluso el hombre más valiente tendría miedo en esta situación. Tal insistencia femenina le hacía a Weed desear abandonar el asentamiento tan pronto como le fuera posible.
A pesar de que eran mujeres, ¡había gran multitud de ellas!
“¿Qué hacéis? ¡Chwiik!”
“Las mujeres aman con intensidad. Ellas te quieren. ¡Chwiik!” –respondió uno de sus hermanos con envidia.
* * *
A Weed le atormentaban dos cosas mientras vivía con los orcos en una de sus casas.
Primero fueron las hembras.
A cualquier hora del día y de la noche venían sin descanso tratando de seducirlo. Hacían todo lo que una mujer real sería capaz de imaginar. Esto nunca le pasaría a un menor de edad. Pero a Weed se le reconocía oficialmente como mayor de 20 años, por lo que su cuenta se ajustaba conforme a su edad. A los adultos en el juego se les proporcionaban servicios especiales. ¡Los placeres de la vida nocturna, disponibles sólo para adultos!
Pero, ¿quién querría compartir la cama con una orca? Seguro que Weed no.
‘¡No puedo perder mi virginidad así!’
Así que trataba de evitar contacto con las hembras a toda costa.
La segunda cosa era la comida.
Los orcos comían alimentos medio crudos, apenas cocinados. Weed, que casi era adicto a la buena comida a causa de su alta habilidad para [Cocinar], no podía acostumbrarse a los gustos de sus nuevos hermanos. El pan de cebada sin sabor era mucho mejor. ¡Ahora soñaba frecuentemente con ese pan!
Aunque a veces hubo interrupciones en su tormento. Por ejemplo, cuando salían del asentamiento para cazar. Weed siempre iba el primero, marchando con su alabarda en alto.
“¡Chwiik! ¡Huelo a un enemigo!”
¡Se encontraron con un Minotauro! Un enorme monstruo con cuernos y armado con un hacha. Y a pesar de que el Minotauro balanceaba amenazadoramente su arma, no detuvo a Weed.
“¡Chwichwi-i-i-i-ik!”
Weed apretó la empuñadura de la alabarda y se precipitó hacia el combate. Los simples, ignorantes, agresivos y poco escrupulosos orcos fueron arrastrados a la batalla.
“¡Todos! ¡Todos! ¡Todos, al ataque! ¡CHWI-I-I-IK!”
* * *
Yoon Chunhee se conectaba a ‘Royal Road’ cada noche.
Ella era una invocadora y su nombre en el juego era Seirin. En la creación del personaje había elegido la raza duende y tenía poca altura, como la de un enano.
“Por el poder de nuestro contrato yo te invoco. ¡Venid, basiliscos!”
Lanzar el hechizo de invocación gastaba casi todo su maná, pero a cambio aparecieron tres basiliscos para ayudarla. Este tipo de monstruo era parecido a un lagarto. Se trataba de seres venenosos y con buena defensa, por lo que siempre los invocaba para cazar. Con la ayuda de los basiliscos se le hacía mucho más fácil, tanto para ella como para su compañera, hacer frente a dos Caballeros.
La compañera, una ladrona, acabó con el último de los caballeros de una puñalada.
“¡Uf! De alguna forma hemos conseguido ganar.”
La ladrona se secó el sudor de la frente y se acercó a Seirin.
“Buen trabajo, hermana.”
“Tú también, Lami.”
Seirin y Lami eran hermanas con una diferencia de edad de tres años.
“¡Pheew! Vamos a descansar un poco.”
“Sí. Tengo que restaurar maná.”
Se encontraban cazando en una mazmorra recién descubierta. Habían sido las primeras en descubrirla debido a su alto nivel y ahora querían aprovechar los bonos recibidos al máximo.
Las hermanas estaban sentadas en el suelo, hablando.
“¡Hey! ¿Recuerdas al chico que vino a nuestra escuela en el festival? Su nombre es Lee Hyun. Se trata del hermano mayor de mi amiga, Hayan. Es de la misma edad que tú, ¿no es así?”
Seirin sonrió ligeramente.
“Cierto.”
“¿Lo conoces?”
“Sí. Conozco también a su hermana.”
“Ya veo... pero tú no sueles interesarte por los chicos, ni siquiera por los actores populares. Y no estás saliendo con nadie...”
“No estoy interesada en ellos.”
“Pero, ¿estás interesada en Hyun?”
“En él sí.”
Seirin nunca había ocultado nada a su hermana, ya que tenían una buena relación. Lami continuó interrogándola.
“¿Podría ser... que él sea el único que te gusta?”
“Lo has adivinado.”
“¡Woah! No sabía cuál era tu tipo de chico. ¿Así que te gustan los chicos atléticos?”
Lami no había podido olvidar cuando Hyun había pasado los tres desafíos y así ganado el concurso de rescatar a la princesa. Nadie que lo hubiera visto sería capaz de olvidarlo. Cuando Lee Hyun pasó los tres desafíos, se movía y estallaban los globos de agua tan rápido, que parecía como un truco de magia.
“No es porque sea atlético. No sabía que era así.”
“Entonces, ¿por qué te gusta?”
Lami era muy curiosa. Si no era por su capacidad atlética, entonces, ¿qué podría ser? Su cara y su altura eran bastante normales, y corrían rumores que no había terminado la escuela.
“Se trata de un hombre de familia. Siempre está pensando en su familia en primer lugar, se preocupa por ella. Si te casas con alguien como él, siempre serás feliz. ¿No es cierto?”
* * *
“¿A qué te dedicas?”
El chico se rascó la cabeza y respondió a la chica:
“A nada.”
“¡Woah! ¿Ni siquiera vas a la universidad?”
“Lo hago... pero es aburrido y creo que abandonaré los estudios.”
“Eso no es nada de lo qué enorgullecerse... deberías haberte quedado en silencio.”
La chica se levantó. Estaba a punto de irse cuando escuchó algo que la detuvo.
“¿Cuál es el motivo de ir a la universidad? Voy a trabajar en la empresa de mi padre de todos modos.”
“¿La empresa de tu padre?”
De repente, a la chica empezó a interesarle ese chico. Estaba segura de que hoy ella era la chica más guapa en toda la discoteca.
“Sí, bueno, pero sólo es una pequeña empresa.”
“¿Cómo de pequeña?”
“Bueno, tiene casi tantos empleados como personas en una ciudad pequeña.”
“...”
“Se dedica a las ventas... o como sea que se llame. De todos modos funciona igual que una ciudad pequeña.”
“¡...!”
La chica se había quedado sin habla. Examinó la ropa del chico y parecía que no era falsificada.
‘Vestido totalmente con ropa de marca. Incluso los zapatos son de último modelo, que se vende sólo con reserva.’
El chico le pasó su teléfono móvil.
“Pon tu número.”
“Yo no soy de ese tipo de chica.”
“Ya veo. Es por eso que me gustaría hablar más contigo.”
De esta forma consiguió fácilmente su número. Cuando la joven se fue, el resto de chicos se le acercaron muy animados.
“¡Eres un máquina, Jihoon!”
“Esta vez has tardado menos de cinco minutos.”
La chica era increíblemente guapa. Incluso si el camarero no se la hubiera presentado como una ‘excepcional belleza’, una mirada hacia ella hacía que todos los chicos de la discoteca se sintieran como lobos hambrientos.
Pero Choi Jihoon no estaba emocionado.
‘Ni siquiera la recordaré mañana, de todos modos.’
Sus amigos pensaban que era muy afortunado de tener una vida así, pero Choi Jihoon sólo sentía aburrimiento. Cuando tienes un montón de dinero, has de ser capaz de administrarlo. Es por eso que sus padres habían planeado su vida por él desde la infancia. Como futuro heredero, no se le permitía elegir a sus amigos, hacer lo que le gustara o vivir como él quisiera.
Desde que era un niño, su vida se movía como la de un robot controlado por sus padres. Sólo cuando le enviaron a estudiar al extranjero, comenzó a tener verdaderos amigos. Pero incluso allí no tenía vida propia. No era más que un hombre puesto en un carril y obligado a seguir adelante. Cuando no se puede hacer lo que uno quiere, tu vida se vuelve aburrida y tediosa. Y en la vida de Choi Jihoon había demasiadas restricciones.
Sin embargo, cuando consiguió tiempo libre empezó a jugar a ‘Royal Road’, descubrió otra versión de sí mismo.
En ese mundo lejano había un río. Le gustaba verlo fluir, noble y libre, por lo que se convirtió en un pescador. El pescado no le interesaba en absoluto, sólo disfrutaba de la estancia y de la sensación que vivía. Otros jugadores luchaban tratando de elevar sus niveles, o en busca de artículos, pero él sólo pescaba.
Con el tiempo, Choi Jihoon alcanzó el nivel avanzado en [Pesca]. Se convirtió en el mejor pescador de ‘Royal Road’. Pero eso no le preocupaba. Sólo pescaba. Debido a lo silencioso que era, otros jugadores pensaban que se trataba de un pescador sombrío y melancólico y trataban de no molestarlo mucho. Pero a Choi Jihoon le era indiferente lo que otros pensaran de él. Sólo le gustaba la pesca, el agua fluyendo quitaba todas sus preocupaciones.
Y entonces apareció un hombre.
En un esfuerzo por elevar su nivel de habilidad de [Pesca] lo más rápidamente posible, se colocó en el lugar favorito de Choi Jihoon. Este hombre medía todo por su valor monetario. Para él, todos los días eran una lucha interminable por su supervivencia.
Su nombre era Weed.
Choi Jihoon había visto varias veces a ese hombre riendo animadamente durante la pesca. Lo hacía incluso en los casos más insignificantes y poco comunes como, por ejemplo, cuando encontraba una moneda de cobre en el estómago de un pez.
Weed eran realmente feliz por tan poca cosa.
Competir en la pesca con él resultaba muy divertido. Y, en algún momento, Choi Jihoon fue totalmente absorbido por Weed. Cada vez que atrapaba un pez, las manos le temblaban de emoción. No podía recordar la última vez que había sentido algo así.
A Choi Jihoon le gustaba Weed.
Desde luego que trataba de permanecer a su lado. En el fuerte Odein participó en la batalla y, además, en la mazmorra de Basora cazó en un grupo con él. Cuando se enteró de que Weed iba a cazar con Hwaryeong, rápidamente la encontró y sobornó al líder de su grupo para que le permitiera unirse.
“Me tengo que ir. No os preocupéis por mí un tiempo, voy a estar muy ocupado.”
Choi Jihoon se levantó y salió de la discoteca. En la calle se encontró con el aire fresco de la noche. Conocía un lugar más agradable que cualquier sitio, incluso que el club más exclusivo de la ciudad: ‘Royal Road’.
Un lugar rebosante de vida estaba a la espera de Zephyr.
* * *
El lenguaje más allá de este mundo.
Una repetición de gritos sin sentido.
Di lo que tengas que decir.
Eso no significa que yo te escucharé.
La voz de la cantante parecía sollozar. A veces dolorida, a veces dulce. Acompañada por los suaves sonidos del piano, la chica cantaba con una expresión soñadora.
Ciertos gestos están prohibidos.
Los diálogos apenas existen.
Nuestros ojos simplemente están conectados.
Ellos me decían:
Desesperación. Ansiedad. Tristeza. Ira.
Suspiros decepcionados. Afecto. Amor.
Los sentimientos expresados a través de los ojos.
Elegimos lo que comemos.
La más deliciosa comida.
Entonces dime con los ojos el siguiente lugar al que quieres ir.
Mírame y ve dentro de mis ojos, déjame leer tu mente.
Un mundo sin malentendidos y distorsiones.
Con los ojos puedo entenderlo mejor, incluso sin esfuerzo.
Nunca podremos comprender verdaderamente los pensamientos del otro.
No se puede entender la base de mis acciones, acéptame.
Porque yo ni siquiera las conozco.
Lo que vemos con nuestros ojos son errores imprecisos.
No estoy impresionada con las palabras. Por favor, irrádiame de felicidad.
Justo cuando me reflejo en tus ojos.
Aunque sólo sea por un corto tiempo, no desvíes tus ojos de mi cara.
Una mirada, un solo corazón.
Así iluminare tu corazón.
A menos que haya duras palabras que palpiten.
Y con la mirada, entonces yo tendría que decir:
Ojos y voces escuchad por el oído.
Entrad y cavad más profundo en el corazón.
Sólo con palabras no se pueden transmitir los sentimientos.
Háblame con tus ojos.
Me encanta ver tus ojos.
Jeong Hyo Lynn cantaba su primer sencillo, el ‘Diálogo de los ojos’ en Times Square. La audiencia escuchaba, sin aliento. Parecía que sus tiernos y cariñosos ojos cantaban para ellos solos. Al escuchar su canción misteriosa y onírica, las personas sentían como si estuvieran en el paraíso. Y frente a ellos actuaba un ángel brillante y hermoso.
Pero no era sólo la canción lo que fascinaba a la audiencia. Cuando Jeong Hyo Lynn empezó a cantar se la reconoció como una cantante de voz magnífica pero, poco a poco, empezó a demostrar sus otros talentos. La canción no estaba completa sin su baile. Cada movimiento, cada expresión, llevaba al público a tal deleite que la aplaudían entusiasmados.
Jeong Hyo Lynn se movía con gracia por el escenario, mostrándose a todos como un hada nacida por y para la música. En efecto, así era como todos los medios de comunicación la conocían.
Tras terminar con su gira internacional, la conocida como 'La hada del escenario’, se conectó a ‘Royal Road’.
‘De ahora en adelante voy a subir mi nivel. Y sin lugar a dudas tengo que probar mi nuevo baile.’
En ‘Royal Road’ eligió la profesión de bailarina. A pesar de que podría haberse hecho un reconocido bardo gracias a su maravillosa voz, eligió ser bailarina. Deseaba demasiado bailar.
‘Quiero aventuras, no sólo estar pie y cantar. Quiero probar lo que se siente al vencer monstruos.’
Para el resto del mundo, ella parecía como un hada graciosa e inocente. En realidad, había crecido como la hermana mayor de cinco hermanos. A menudo su comportamiento era desafiante, como el de un chico.
Claro que los bardos podían cazar. Pero la profesión de bailarina aún no había demostrado su potencial en combates reales. Además, era capaz de bailar con diferentes estilos por lo que nadie adivinaría quien era, lo que en el caso de un bardo cantando sería imposible. Por lo tanto, ¡se hizo una bailarina y comenzó su aventura en ‘Royal Road’! Afortunadamente, nadie la reconocía. Intentó cambiar su imagen e, incluso, hizo que su personaje se viera ligeramente más fea de lo que era en la realidad.
* * *
“¡¿Vamos todos juntos de viaje?!”
“Exacto. Aquí sólo cazamos… se está haciendo aburrido.”
“Por no hablar de la construcción de la pirámide.”
Zephyr, Hwaryeong, Mapan, Pale, Surka, Romune, Irene y Mayron estaban reunidos. Tenían todo tipo de profesiones y algunas de ellas no eran muy populares en el juego. No había ningún guerrero ni paladín serio especializado en la lucha contra monstruos entre ellos. Pero sus profesiones raras les permitían encontrar diferentes maneras de salir de situaciones difíciles.
Zephyr, con su elevada vida, y el monje Surka eran los responsables del combate cuerpo a cuerpo. En los casos peligrosos, cuando los monstruos atacaban en grandes multitudes, Hwaryeong los dormía con su baile. Incluso aumentaba los atributos del grupo bailando. Pale y Mayron disparaban con sus arcos desde lejos; además estaba Romune, que lanzaba hechizos de daño. La sacerdotisa Irene daba apoyo y sanación a todos los miembros del grupo. Hasta el comerciante Mapan tenía su trabajo. Como segunda habilidad de profesión tenía [Toque de la Suerte], que aumentaba el botín dejado por los monstruos.
“Así que, ¿a dónde vamos a ir?” –les preguntó Pale a todos.
Sorprendentemente, la respuesta vino de Irene, que era considerada como la más callada del grupo.
“¡Iremos al Lago de las Almas!”
“¿No es una zona demasiado difícil para nosotros?”
Habían tenido noticias este lugar por accidente. El padre de Pale lo descubrió personalmente durante su viaje alrededor del mundo en ‘Royal Road’.
“¡Oh, qué gran vista! ¡Tengo que probar el agua!”
El padre de Pale decidió interrumpir su viaje y darse un baño. En un cañón tan espectacular con un río, un verdadero coreano nunca dejaría pasar la oportunidad de, al menos, quitarse los zapatos y sumergir sus pies en el agua. Y entonces, mientras nadaba, se percató que había un camino que conducía a un lago. Y, por supuesto, se lo contó a Pale cuando regresó.
Pero en ese momento el nivel el grupo de Pale era de 130 y teniendo en cuenta la zona en que su padre estaba nadando, estaría habitado por monstruos peligrosos. Tendrían que retirarse rápidamente después de la primera batalla, dejando atrás a los muertos. Por lo tanto, todavía no tenían ni idea de qué tipo de misiones, tesoros o peligros les esperaban en el lago.
“Vamos a estar bien. Somos mucho más fuertes ahora.”
“Bueno, eso puede ser verdad...”
“¡Vamos a intentarlo!”
Anticipándose a nuevas experiencias, todos votaron como unánimemente para ir al lago. Habiendo aprendido de Weed el estar siempre bien preparado para todas las posibles dificultades, compraron suministros de alimentos y hierbas medicinales, comprobaron sus equipos y salieron a la aventura.
* * *
Lee Hayan no se lo podía creer. Había llegado una carta de la Universidad de Corea declarando que Lee Hyun había pasado la primera ronda. Por supuesto, sólo era la primera ronda, aun quedaba una entrevista por delante, pero la mitad del camino ya estaba hecho.
“¡Oh, es genial!”
Miraba satisfecha la carta. Ella podría ganar su propio dinero para la universidad trabajando a tiempo parcial añadiendo además su beca. Pero, ¿qué pasaría con su hermano...? Lee Hayan tenía miedo de hablar de este tema con él. Intentó a hacerlo muchas veces, pero nunca reunía el coraje suficiente. ¿Y si su hermano decía que era una pérdida de dinero y ni siquiera iba a la entrevista? En su caso, era muy posible...