1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 61
Mutante – David y Goliat XII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Al día siguiente, el equipo de reconocimiento seguía durmiendo como si estuviesen muertos. Además de comer y de controlar la condición de Ha Jin, Yohan se enfocó en recuperarse. Al cuarto día, Yohan se despertó sin ayuda. Eso significaba que estaba listo para comenzar a trabajar una vez más.
“¡Despertad a todos! ¡Vamos a trabajar!”
“Uh, tranquilo, adicto al trabajo…” – murmuró Saeri.
“Estoy de acuerdo.” – respondió Barrendero.
“Ah, ¡me asustaste! ¿Qué demonios? ¿Cuándo entraste aquí?” – preguntó Saeri, poniéndose alerta sobre la cama.
“Oh, lo siento señorita. No había ningún otro lugar para dormir.”
“Hay un salón enorme… Está bien. A nadie le importa de todos modos. Sin embargo, ¿puedes dejar de llamarme señorita?”
“Entonces… ¿Hermana mayor?”
“Eso me da escalofríos.”
“Guau, eres realmente mala…”
Yohan le acabó gritando a la pareja a través de la puerta para que dejaran de hacer el tonto. Fue constante en sus críticas. El resto se reunió en la sala sin quejarse cuando escucharon la llamada.
Todos tenían una expresión neutral, como si la batalla de hace unos días fuera solo un mal sueño. Para ser justos, la pelea fue fantástica y, en pocos días, habían atravesado por una montaña rusa de emociones: llorar a los muertos, aliviarse por estar vivos, autentico terror y sobrepasar los límites de su agotamiento.
“Vamos a trasladar los suministros y municiones al nuevo refugio. Tendremos que hacer varios viajes, así que a trabajar duro si desean terminar antes del anochecer. Barrendero, Jung Eun y Jae Hee se quedan para vigilar este lugar. Todos los demás, síganme.”
Dio órdenes claras y todos se movieron con perfecta armonía. Era posible conducir un automóvil desde Kkachiul a Sang Dong, si estaban dispuestos a conducir por las aceras y las cunetas.
El nuevo refugio era un edificio residencial, similar al refugio principal de Yohan, pero más grande y espacioso. El único inconveniente era que no había vallas alrededor del edificio. Sin embargo, era adecuado para que vivieran veinte personas. Además, podría haber cuartos separados para hombres y mujeres, lo que hizo felices a los miembros femeninos del grupo.
“Por ahora, todo el cuarto piso será para almacenamiento de municiones y suministros. Modificaremos el sótano más tarde para que sea el almacén principal y el refugio. Entonces podremos tener a cuatro personas viviendo en el tercer y cuarto piso. Las chicas pueden usar la habitación 301.”
Los miembros del equipo de reconocimiento asintieron.
“¿Qué pasa con el primer y el segundo piso?”
“El primer piso será una zona común para todos. La habitación 201 será para las personas que se unan a nosotros en el futuro.”
“¿Y la habitación 202?”
“Esa es mi habitación.” – declaró Yohan, como si fuera obvio.
La respuesta firme finalizó las preguntas, pero todos seguían entusiasmados con su nuevo alojamiento. Hace unos meses, o tan solo unas semanas, habrían estado contentos con solo algo de comer y seguridad. No se atrevían a soñar con vivir en un lugar tan cómodo. Era todo un lujo.
Como consecuencia, el período de duelo para sus camaradas caídos no duró mucho. No se pudo evitar. Habían soportado el apocalipsis durante seis meses y ya se habían vuelto insensibles. La mayoría habían desarrollado el hábito de obligarse a ser felices y positivos para contrarrestar el sentimiento de pérdida.
Terminaron de mover la mayoría de los suministros en unos pocos viajes. Yohan había dividido a la gente en dos grupos, uno para el refugio nuevo y otro en el antiguo. Esto sería necesario mientras no reubicasen los paneles solares.
Cuando el sol comenzó a ponerse, aún estaban embalando el último lote de suministros y, después de llegar al fin al bloque de apartamentos, Yohan recibió la buena noticia que había estado esperando durante todo el día.
“Yohan, Ha Jin está despierto.”
“¡Oh!”
Yohan corrió al lado de Ha Jin. El artista marcial se encontraba pálido y demacrado mientras se apoyaba contra la cama, pero nada más ver a Yohan se puso de pie para saludarlo. Una vez más estaba demostrando una resistencia increíble. Varias bolsas con suero, complementos nutricionales y vitaminas estaban hechas un lio cerca de la cama.
“¿Cómo te sientes?”
“Conocí a mis padres muertos.”
“Oh… ¿En serio?”
“Me dijeron hola.” – bromeó Ha Jin, mientras Yohan sonreía a su lado. Estaba claro que el hombre grande no iba a morir. Sin embargo, mirando el espacio vacío que dejaba su brazo izquierdo, Yohan se sintió culpable. La decisión y el plan fueron suyos, por lo que asumió la gran responsabilidad de cada muerte y herida.
“Estoy seguro de que estarás incómodo durante un tiempo.” – dijo Yohan con tristeza.
“Está bien. Apuesto por la nueva era.”
“¿Qué…?”
“¿No te gustaban los mangas japoneses? Había uno sobre piratas en tu casa. Hay uno donde un tipo pierde un brazo y dice esa frase.”
‘Qué demonios…’
“No, lo conozco, pero lo dices así de repente. Siempre dices cosas que no se ajustan a la situación.”
“No he leído cómics desde la escuela primaria. Fue divertido volver a leerlos.”
“Sí, estoy seguro de que es divertido, pero ¿es este el momento para estar bromeando?”
“Barrendero pensó que era bastante divertido cuando se lo dije.”
Yohan frunció el ceño.
‘¿Se lastimó el cerebro cuando se cortó el brazo? Además, el personaje del que estás hablando no te conviene. Es guapo. Es mejor que te pongas un disfraz de un tipo grande y corpulento.’
“Realmente pensé que esta vez iba a morir. Desde que te conocí, cada día ha sido como caminar por un sendero espinoso.” – comentó Ha Jin.
A pesar de que no tenía la intención de insinuar nada con esa declaración, todavía le dolió profundamente a Yohan. Ha Jin era una persona en la que se podía confiar y siempre lo seguía sin dudarlo. Hizo que se sintiera culpable.
“Lamento meterte siempre en situaciones peligrosas.”
“¿Por qué estás tan serio? Si no fuese por ti, ya habría muerto. Además, en estos días, ¿qué no es peligroso en este mundo?”
“……”
“No te preocupes por mí. Personalmente te respeto. Creo que eres asombroso. No sé cuánto confías en mí, pero voy a seguir siguiéndote. Bueno, no sé lo útil que seré con un solo brazo...”
Los sentimientos de culpa y arrepentimiento de Yohan se hicieron más fuertes. El hecho de que Ha Jin intentara mantenerse brillante y alegre solo empeoraba las cosas, al igual que sus bromas. Pero antes de que Yohan pudiera decir algo más, Barrendero y Saeri entraron corriendo a la habitación.
Saeri sostenía un pasamanos redondo con forma de gancho y Barrendero llevaba un sombrero de paja. Sus expresiones traviesas hicieron que Yohan frunciera el ceño.
‘¿En qué parte del mundo encontraron esas cosas?’
“Grume…”
“Largo.”
“……”
“¡Dije que largo!” – repitió Yohan con más fuerza.
“Jefe, no sabes nada sobre el romance y la aventura.” – contestó Barrendero, sacudiendo la cabeza.
“Estoy de acuerdo.” – dijo Saeri, interviniendo. – “No sabes nada.”
Yohan sacó con calma su radio.
“Que todo el mundo venga aquí. Cojan a estos piratas y arrójenlos al lago Sang Dong.”
Poco después los dos fueron arrastrados por el grupo de Jung Hwan. Yohan tenía un terrible dolor de cabeza. Les había dicho que descansaran y todo lo que hicieron fue leer cómics.
De repente, alguien llamó a la puerta. Solo había una persona en el campamento que golpeaba con tanta suavidad.
“Pase doctor.”
“Ah, Yohan. Mientras estés aquí, quería hablarte sobre algunas prótesis para Ha Jin.” – dijo el doctor Park, mientras entraba, cogía una silla y se sentaba. A continuación, le mostró algunos dibujos de varias prótesis y le explicó la importancia de que Ha Jin tuviera una. – “La pérdida de masa en su lado izquierdo afectará a su equilibrio. También causará molestias a su vida diaria. Hay algunos brazos protésicos universales en el campamento del hospital que serían de utilidad. Puedes ir allí y elegir uno que le guste. Le ayudaré a ponerlo. Ten en cuenta que, aunque uno con forma de brazo real se verá mejor, un modelo con un gancho será más útil para su uso diario.”
“Algo para el uso diario no es buena idea.” – añadió Ha Jin, sacudiendo la cabeza. Había estado escuchando su conversación. – “Si es posible, me gustaría adjuntar un arma para poder luchar.”
Pero el doctor Park estaba en contra de la idea. Argumentó que unir una cuchilla a un brazo protésico era peligroso. Además, no había ningún brazo en el hospital que pudiera usarse como arma.
“Es un poco peligroso... Y será incómodo.”
“Está bien.”
“El señor Kim es bastante bueno haciendo cosas.” – interrumpió Yohan. – “Tal vez podamos pedirle que modifique uno de los brazos.”
Le había preocupado que la capacidad de lucha de Ha Jin disminuyera. Pelear con una mano sería una desventaja, no solo para él, sino para sus compañeros.
“Lo que quieras, lo conseguiremos.” – añadió Yohan, dándole unas palmaditas en el hombro.
“Pero…”
El doctor Park parecía preocupado, como siempre, pero al ver la resolución en sus rostros, cedió y asintió.
“De acuerdo. Hablaré con el señor Kim de todos modos, de momento, no te muevas demasiado o tus puntos se abrirán. Si es posible, deberíamos ir juntos al hospital y hacer un seguimiento.”
“De acuerdo. De todos modos, estaba pensando en que hiciera ejercicios de mantenimiento durante un tiempo. No te esfuerces demasiado y cuida tu cuerpo.”
“Sí. Gracias.”
Yohan le dio otra palmadita en el hombro a Ha Jin y se fue a su habitación. Llenó la bañera con agua tibia y entró. Cuando su agotamiento se desvaneció, repasó sus planes a largo plazo en su cabeza. Lo más importante era fortalecer la zona de seguridad. Después, agregaría a más miembros a los equipos de reconocimiento. No había necesidad de retrasarlo y tenía la intención de comenzar ambas tareas mañana.
Con una gran valla a su espalda, verían con mayor confianza lo que tenían por delante. Estaban listos para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas.
Habían experimentado muchas situaciones complicadas, pero las manejaron bastante bien. Había encontrado compañeros en los que podía confiar y creado una base sólida. Hasta tenían suficiente comida y suministros. Nunca había tenido un grupo tan fuerte, incluso en la línea de tiempo anterior.
Había aprovechado sus tres años de experiencia. Todos sus fracasos pasados se convirtieron en peldaños hacia el éxito.
Yohan se quedó en la bañera media hora.
Mientras se levantaba, examinó su cuerpo musculoso en el espejo. Gotas de agua se deslizaron por su cuerpo bien construido y cayeron al suelo. Había pequeños cortes y contusiones por todas partes, principalmente por culpa de la última misión. Se concentró en la mordedura de su hombro. Se estaban formando costras sobre los puntos donde los dientes del mutante habían dejado marcas.
Todavía no le había mostrado esa herida a nadie y, como resultado, no lo desinfectó ni recibió el tratamiento adecuado. La lesión permanecería, clara como el día, en su hombro. Sería una evidencia que podría usar para probar su inmunidad. Por mucho que ocultase el hecho de que lo mordieron, también ocultaría el que no se infectó.
No era algo que pudiera decir fácilmente a los demás. No quería hacerse ilusiones, ni tenía suficiente información como para decir algo con certeza. Esta información era peligrosa. Si las personas pensaran que existía la posibilidad de que pudiera ser inmunes, no abandonarían a los compañeros que eran mordidos hasta que exhalaran el último aliento. Intentarían permanecer a su lado, aunque si la situación fuera peligrosa. Incluso si su compañero estaba infectado.
Al final, aquellos que eran mordidos solo terminarían siendo una carga.
Yohan se sintió mal por pensarlo de esta manera, pero no quería sacrificar a un grupo de personas por una bomba que podría explotar en cualquier momento. Pensó que era mejor guardar esa información para sí mismo hasta que supiera más al respecto.
Después de su baño, Yohan subió a la azotea, relevó a Jae Ho del turno de vigilancia y se sentó en una silla de campamento que habían instalado allí. Miró hacia la ciudad oscura sin ninguna expresión en su rostro. La ciudad parecía triste por la tarde, pero por la noche, era una ciudad que encandilaba y lo hacía sentirse sentimental.
Habían pasado siete meses desde el comienzo del apocalipsis. Siete meses desde que tuvo tiempo para observar las estrellas que había en el cielo sobre Seúl. Ni siquiera sabía si estaba mirando estrellas o algún satélite.
‘Estoy seguro de que será más claro a medida que pase el tiempo.’
Una brisa de verano rozó su rostro. El viento caliente tenía un hedor a podredumbre, pero todo lo que hizo fue ayudarlo a darse cuenta de que todavía estaba vivo.