Volumen 2 Capítulo 55
Evernatten VII
Traducido por Lord
Corregido por Tars
Editado por Tars
Corregido por Tars
Editado por Tars
Las calles estaban llenas de vagabundos, haciendo que pareciera una zona de guerra. Los caballeros fueron desplegados para supervisar la distribución de alimentos y Pram sudaba profusamente mientras daba órdenes a sus soldados. La situación se estaba agravando.
“De todos modos, los vamos a correr en dos días, ¿por qué desperdiciamos comida de esta manera?” ‒ dijo un soldado, expresando la irritación que sentían sus compañeros. Otros se juntaron a murmurar.
“Aunque me siento mal por ellos, ¿cómo podemos cuidarlos si no tenemos suficiente comida para nosotros?”
“Sabes, no me quejaría si tuviéramos comida de sobra. Me pregunto, ¿En qué está pensando el Señor?”
No estaban necesariamente equivocados. La gente se inclina típicamente a compartir sólo cuando hay suficiente para compartir.
“Desir…” ‒ dijo Ajest dirigiendose hacia Desir. Hizo un gesto para alcanzar a Desir pero se detuvo, sus labios estaban apretados. No había nada que ella pudiera decir.
“Qué sensación de mierda” ‒ dijo Desir. Era una sensación que había olvidado durante mucho tiempo. El sentimiento de desesperación, ser incapaz de salvar a alguien sin importar lo que hagas. La sensación de no poder hacer nada en una situación de desamparo.
Desir apretó los puños.
‘Cualquier cosa está bien. Si tan sólo pudiera obtener una pista… cualquier ayuda…’
“¿Has pensado en una solución?” ‒ preguntó Eyulan. Ella estaba supervisando la distribución de alimentos y, al notar la presencia de Desir, caminó hacia él…
“Caballero Eyulan” ‒ contestó Desir, ‒ “Hablas como si no quisieras que yo encontrara una solución.”
“Eres un bromista. Puedo tener algunas opiniones sobre los vagabundos, pero ¿cómo puedo dejar que mis sentimientos personales se interpongan en el camino cuando el territorio del señor está en juego? Estoy esperando ansiosamente a que nuestro táctico encuentre una solución razonable.”
“Por favor, no te preocupes. Tengo la intención de hacerlo incluso sin que me presiones.”
“Estoy segura de que lo harás, ya que tú también eres un vagabundo.”
Que Desir era un vagabundo era en realidad una mentira. Para ganarse al señor, Desir mintió para crear una imagen ideal de sí mismo. Sin embargo, no había necesidad de explicarle esto a Eyulan ya que su opinión sobre Desir no importaba. Además, si la mentira era expuesta, el señor ya no confiaría en él.
“Como táctico” ‒ continuó Eyulan. ‒ “Ya debes entender que la única solución es deportar a todos los vagabundos. Cuando llegue el momento de ejecutar esa orden, me aseguraré de que todos los vagabundos sean expulsados sin excepciones.”
Eyulan estaba simplemente repitiendo lo que el señor había dicho, pero había un énfasis en ‘sin excepciones’
“Dices que te arrodillaste para salvar a otros” ‒ dijo Eyulan ‒ “No me hagas reír. Al final, ¿no te arrodillas para salvarte? No es diferente a rogar patéticamente por tu vida.”
En ese momento, Desir agarró el brazo de Ajest. Apenas la había detenido de golpear a Eyulan. Ajest intentó liberar su brazo, pero Desir le susurró al oído.
“Esto no es propio de ti. No te enfades tanto.”
“Me pregunto” ‒ continuó Eyulan, sin saber que ella había evitado por poco ser abofeteada en la cara. ‒ “¿Por qué cada vagabundo es tan egoísta y egocéntrico…?”
En ese momento, se oyeron voces fuertes entre los vagabundos, subiendo gradualmente de volumen. Algunos soldados fueron enviados rápidamente para hacer frente a los disturbios.
“¿Sabías que un incidente como este ocurre cada hora? Los vagabundos están tratando de robarse las raciones unos a otros. Qué incivilizado.”
“…”
Sin embargo, los gritos eran cada vez más fuertes. Más soldados fueron desplegados y se abrían paso entre la multitud.
‘¿Es una pelea?’
Desir inmediatamente desestimó el pensamiento. En lugar de una pelea, parecía que los soldados estaban tratando de detener algo. Alguien estaba tratando de llegar a Desir y Ajest y los soldados estaban bloqueando su camino.
Era difícil ver lo que estaba pasando debido al muro de soldados a su alrededor, pero Desir podía escuchar una voz frustrada.
“¡Oye, suéltame! ¡Acabo de decírtelo, hay alguien con quien tengo que hablar allí!”
“No puede acercarse a nuestro táctico.”
“¡Pero yo lo conozco!”
Ajest y Desir compartieron una mirada en blanco. La voz era ciertamente familiar.
“¿Esa es Romántica?”
Ajest asintió y la pareja se dirigió hacia la conmoción. Curiosa, Eyulan los siguió.
“¡Juro que los conozco!”
“¡Cómo te atreves a decir que los conoces cuando eres una vagabunda!”
“¡Cuántas veces tengo que decirte que no soy una vagabunda, idiota!”
A medida que se acercaban, Desir estaba seguro de que la voz pertenecía a Romántica.
“Déjala pasar. La conozco.”
“Oh, señor.” ‒ El soldado dudó antes de hacerse a un lado. Delante de ellos había una joven.
“¡Te lo dije!” ‒ Enfadada, Romántica agitó el puño a los soldados antes de girar hacia Desir. ‒ “¡Tiempo sin verte, Desir!”
“Me alegro de que estés bien, Romántica.”
“¡Por supuesto! ¿Quién te crees que soy? ¡Soy Romántica, una maga del tercer círculo!” ‒ Romántica se puso los puños en la cintura e hinchó el pecho con orgullo. Viéndola rebosar de energía, Desir sonrió suavemente.
“¿Dónde terminaste?”
“En el Territorio Kervan, a un día de viaje de aquí en carruaje. Completé mi misión allí y luego vi la misión principal, que me trajo hasta aquí. Sin embargo, me dijeron que necesitaba algún tipo de documento para entrar en el castillo… De todos modos, ahora estoy atrapada en este lío.”
Desir se sintió orgulloso de Romántica. Ella había sido capaz de lograr mucho por sí misma.
“La situación aquí se ve mal” ‒ continuó Romántica. ‒ “¿Por qué disminuyó la progresión de la misión?”
Dado que Romántica se encontraba en otro territorio y no tenía conocimiento de la situación actual, Desir le explicó todo con detalle para ponerla al día. Le habló de la gran afluencia de vagabundos y de lo que provocó que la progresión de la misión disminuyera drásticamente.
“La situación se ve mal, Romántica.”
El mayor problema era la comida. Simplemente no había suficiente para todos.
“La opinión pública sobre los vagabundos tampoco es muy buena. Si no se me ocurre una solución en dos días, los echarán del territorio.”
Desir sabía que si eso sucedía, su equipo fracasaría en la misión. Sería el final.
“Hm… ¿eso es lo que sucede?” ‒ dijo Romántica, golpeándose la barbilla.
“Por el momento, deberías descansar. Debe haber sido un viaje largo. Les haré saber para que te esperan en el castillo” ‒ dijo Desir con consideración. Quería dejar descansar a Romántica después de su largo viaje. Al mismo tiempo, aún no tenía un plan para mejorar la progresión de la misión.
“Aceptaré con mucho gusto tu oferta” ‒ respondió Romántica, asintiendo con la cabeza, ‒ “Como puedes ver, estoy bastante cansada. Sin embargo, ¿es ese el único problema que nos queda por resolver?”
“¿Hm?”
“¿Se resolverá el problema de los vagabundos si resolvemos la escasez de comida?”
Desir no estaba seguro de adónde iba Romántica con esta línea de preguntas.
“No completamente, pero probablemente la mayor parte. La razón principal por la que haremos que los vagabundos se vayan es porque no tenemos suficiente comida.”
“Eso es cierto. No importa qué tipo de solución se nos ocurra, no tendrá sentido si aún no tenemos comida.”
Habiendo identificado el problema de raíz, Romántica se cruzó de brazos y trató de no reírse. Sin embargo, no pudo evitar sonreír, ya que estaba muy contenta de tener a una ventaja por encima de Desir en esta situación.
“¿Pensaste en algo?” ‒ preguntó Desir.
“¿Haaaa? ¿Pensar en algo? ¿Por qué lo preguntas?” ‒ bromeó Romántica, saboreando el momento, ‒ “¿Realmente necesito pensar en una solución si ya tengo una respuesta?”
“¿Qué?”
“Resolveré el problema por ti. Yo te proporcionaré la co-mi-da.”
Los ojos de Desir se abrieron de par en par. No podía creer lo que oía.
“¿Cómo podría una don nadie como tú resolver nuestra escasez de comida?” ‒ interrumpió Eyulan. Fue fácil escuchar la conversación ya que la voz de Romántica era fuerte. Aun así, se consideraba muy grosero interrumpir una conversación privada.
El hecho de que Eyulan lo estuviera haciendo implicaba que estaba despreciando tanto a Desir como a Romántica. Romántica se volvió para mirarla con expresión fría.
“¿Una don nadie? ¿Quién eres tú para decir eso?”
“Soy un caballero honorable que sirve a Evernatten. La vice capitana Eyulan Lilistick.”
“Oh, ¿es eso cierto? Un noble, ¿eh? Qué título tan elegante. No es de extrañar que puedas decir tantas tonterías.”
Romántica miró al caballero. No fue una buena primera impresión para ninguna de las dos.
“¡Qué insolente!” ‒ rugió Eyulan en voz alta. ‒ “¿Qué acabas de decirme?”
“Oye, escúchame. ¿No lo empezaste tú primero, vieja bruja? Tú eres la que me llamó don nadie. ¿Sabes siquiera quién soy?”
El caballero desenvainó su espada de forma intimidante, pero Romántica simplemente levantó una ceja. Su orgullo no la defraudaría. Viendo eso, Eyulan perdió la compostura y vaciló. Luego, volvió a hablar, esta vez en voz más baja.
“¿No eres una vagabunda?”
“¡¿Cuántas veces tengo que decirles que no soy una vagabunda?! Eso está empezando a irritarme. ¡Ya he tenido suficiente!”
Fue en ese momento cuando Desir se dio cuenta de que las ropas de Romántica eran inusuales.