1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 46
Enfrentamiento VI
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Yohan se puso de pie por reflejo y le dio un codazo al zombi en la barbilla antes de darle, con la culata de la glock que llevaba en la mano izquierda, al otro no muerto en la cabeza. Rápidamente miró al líder y vio que no iba a dejar pasar esta oportunidad.
Su oponente ya le estaba apuntando con la ballesta.
De nuevo, por instinto, Yohan arrojó el objeto que tenía en la mano. Golpeó a su oponente en la cara, haciendo que la saeta de la ballesta apenas fallase, no hizo más que rasgar la chaqueta de cuero de Yohan.
A continuación, cargó de inmediato contra el líder.
Un segundo.
El bastardo buscó otra saeta.
Dos segundos.
La cargó en su ballesta.
Tres segundos
La levantó para apuntar a Yohan.
Cuatro segundos
El pie de Yohan pateó su mano y la saeta se incrustó en el techo.
Yohan agitó el puño y golpeó a su oponente de lleno en la barbilla. Por un instante, el líder se tambaleó, haciendo como si fuera a caerse, pero de repente golpeó de vuelta empuñando una llave inglesa que levantó del suelo. Yohan instintivamente levantó la guardia y bloqueó el golpe con su brazo acolchado, pero aún podía sentir una oleada de dolor irradiando desde donde había sido golpeado.
El líder volvió a golpear con la llave. Esta vez, Yohan se balanceó hacia atrás y se alejó de él y la llave impactó contra el suelo.
Yohan recuperó su postura mientras sacaba un cuchillo de caza de 60 cm de la cartuchera de su cintura. Esta era su última arma. En términos de alcance y efectividad, Yohan tenía un arma superior. Respiró hondo.
“No pensé que causarías tantos problemas. Eres el primero.” – dijo el líder. Su voz era profunda y baja, pero tan pronto como Yohan escuchó su voz, todo su cuerpo se estremeció.
Había sido golpeado por una profunda sensación de ‘deja vu’.
“No creo que quieras ponernos en peligro a los dos, ¿Qué tal una tregua temporal? ¿Está bien tu hombro?” – preguntó el líder.
Yohan continuó mirando al hombre y no respondió. Ya podía decir que los dientes del zombi no habían logrado perforar sus prendas de cuero. No quería apartar los ojos del enemigo. Tampoco quería tener una conversación franca con el enemigo, pero había algo que quería descubrir.
‘¿Hay un traidor?’
Los moteros se movieron como si hubieran estado observando ambos campamentos desde el interior y hubieran preparado contramedidas específicas para ellos. Esto no era algo que pudiera resolverse con una simple investigación o utilizando la intuición.
Tenía que estar seguro de si había un espía en medio de ellos.
Yohan pensó en capturar al líder, golpearlo hasta el borde de la muerte y luego torturarlo para sacarle la información. Sin embargo, sus instintos le decían que el oponente podría ser cooperativo en este momento, por lo que habló en su lugar.
“¿Cómo lo supiste?”
“¿El qué?”
“Que éramos un campamento conjunto. Que yo era el líder y nos estábamos preparando para emboscarte.”
“Ah.”
Los ojos del hombre enmascarado brillaron cuando golpeó su puño con la palma de su mano. Yohan podía verlo sonriendo a través de su máscara.
“Hmm… No sé si debería decírtelo o no.”
“Olvídalo entonces. Te haré hablar.” – dijo Yohan, levantando el cuchillo, mientras miraba a su oponente.
“Eres demasiado impaciente.” – añadió el líder, mientras sacaba algo de su cinturón. Era una radio. Con una mano, giró el control de volumen y se escuchó una familiar voz femenina.
- Yohan. Yohan, ¿puedes oírme? ¿Dónde estás?
El líder bajó el volumen.
“¿Has oído hablar de comunicaciones seguras?”
Yohan se mordió el labio. No era el peor escenario, tener un traidor hubiera sido peor, pero definitivamente también era una revelación importante.
Cuando obtuvo las radios, se aseguró de cambiarlos a un canal y frecuencia aleatorios. Sin embargo, era una radio simple y cualquier persona con un dispositivo de comunicación que estuviera en la misma área podría encontrar fácilmente su frecuencia y escucharlos.
Esto era algo con lo que había tenido que lidiar mientras luchaba contra la Unión de Supervivencia de Seúl en su línea de tiempo anterior.
Podría haber dado una excusa, diciendo que no había forma de saber que el enemigo estaba escuchando, pero con toda honestidad, debería haber pensado en esa posibilidad. Toda esta situación era su culpa, fue demasiado descuidado.
‘Aun soy deficiente.’ – se reprendió Yohan.
“Al principio no estábamos planeando ocuparnos de vosotros.” – continuó el líder, con un tono de indiferencia, como si no le preocupase la agitación interna de Yohan. – “Estuvimos planeando encargarnos del centro comercial H, del otro lado de la calle, durante unas semanas, pero alguien más los eliminó antes de nuestra operación.”
El líder le dio a Yohan una mirada significativa.
Aunque fue entretenido ver la aniquilación de la banda de la Luna Dorada, realmente quería sus suministros y sus equipos. Era prácticamente una certeza que ese depredador cambiaría de objetivo para apuntar a los que cazaron a su presa. Sin embargo, no esperaba que ese nuevo enemigo devolviera el mordisco.
Jong Soo Baek se frotó la barbilla pensativamente y decidió preguntar algo.
“¿Conoces a la Unión de Supervivencia de Seúl?”
La sacudida golpeó a Yohan como un martillo.
En el momento en que escuchó las palabras ‘Unión de Supervivencia de Seúl’, atacó a Jong Soo de forma instintiva.
Yohan balanceó su cuchillo, rozando las piernas de su oponente, antes de que él se deslizara hacia arriba. Hubo un fuerte sonido metálico cuando la llave inglesa se encontró con el cuchillo a mitad del golpe. La fuerza de su oponente hizo temblar su mano. Puso toda su fuerza en el brazo para evitar ser abrumado, pero al final tuvo que dejar caer el cuchillo. Se subió a caballito sobre él y comenzó a golpear la cara de Jong Soo. Podía sentir como sus dientes se rompían y como la sangre comenzaba a gotear por debajo de la máscara. Con una mano temblorosa, le quitó la máscara.
Aunque estaba mirando una cara hinchada, Yohan supo de inmediato quién era ese hombre. Sin importar cuantas veces lo matara, era una cara despreciable que nunca olvidaría. Era el líder del segundo equipo de reconocimiento de la Unión de Supervivencia de Seúl, Jong Soo Baek.
Si Yohan tuviera que clasificarlos, estaría alrededor de la novena o décima persona más poderosa de la Unión. Era como un oficial al mando de esa organización.
“Bastardo.” – dijo Yohan, mientras lo miraba directamente, con el ceño fruncido.
Jong Soo no parecía darse cuenta de la precaria posición en la que se encontraba y comenzó a reír.
“Entonces también lo escuchaste. La transmisión de radio.”
“¿Transmisión de radio?”
Los sangrientos labios de Jong Soo se curvaron en una sonrisa.
“Es un lugar donde los fuertes mandan. Un lugar libre de zombis y donde se respeta a aquellos con habilidades.”
La mente de Yohan estaba hilando toda la información, tratando de poner todo en su lugar.
“Estábamos de camino a la Unión de Supervivencia de Seúl.”
Con esa declaración, el enigma se deshizo como un nudo corredizo.
La razón por la que estaban constantemente en movimiento. Cómo pudieron sobrevivir a pesar de que no fueron tan discretos con sus acciones. Todo empezaba a tener sentido.
En la actualidad, Jong Soo Baek tenía el potencial de convertirse en un oficial de peso de la Unión de Supervivencia de Seúl.
Si Yohan no hubiera alterado el curso de la historia, instalándose antes de tiempo en el campamento del centro comercial, entonces Jong Soo habría matado a la banda del centro comercial H. Y luego se habrían ido de inmediato a Seúl, donde Jong Soo eventualmente lograría ganarse el nombre de ‘Asesino de perros’.
Ahora que lo pensaba, había algo extraño.
En la línea de tiempo anterior, Yohan no recordaba que los supervivientes mencionaran una banda que ocupase el centro comercial H al otro lado de la calle. Por lo que podía recordar, no había nadie en ese edificio.
Su intervención aquí realmente había alterado el curso de la historia haciendo que Jong Soo Baek fuera incapaz de masacrar a los miembros de la banda y llevarse sus armas a Seúl.
Después de convertirse en uno de los líderes de la Unión de Supervivencia de Seúl, probablemente acabaría con la vida de innumerables supervivientes. Siempre pensó que sus subordinados eran desechables y se limitaba a llevarse a la Unión a cualquiera que fuera capaz de sobrevivir a una batalla con él. Así era como operaba Jong Soo y la Unión.
Era una política que originó el propio Jong Soo.
Yohan puso todo su peso detrás de sus brazos mientras se movía para estrangular a Jong Soo. Matarlo era ahora la máxima prioridad. Si lo dejaba vivir, habría muchas víctimas en el futuro. Tenía que matarlo ahora mismo. No podía dejarlo vivir sin importar qué.
Yohan apretó tan fuerte como pudo, pero no pudo pasar sus dedos por completo alrededor del musculoso cuello de Jong Soo.
Uno. Dos. Tres. Lo golpeó en la cara. Luego extendió la mano hacia un lado para recoger el cuchillo que había dejado caer. Sin embargo, Jong Soo aprovechó esa oportunidad para agarrar el cuello de la chaqueta de Yohan y juntar sus cabezas.
Sus frentes chocaron y Yohan vio que su visión se volvía blanca. Jong Soo puso una mano en el suelo, envolvió la otra alrededor de la cabeza de Yohan y la golpeó contra el suelo.
Yohan inmediatamente se despegó de él y logró alejarse de su oponente. Estaban a tres pasos de distancia otra vez. La cabeza de Yohan palpitaba. El sudor caliente se formó en su frente y se lo limpió con el antebrazo. Había un olor a pescado en el aire y Yohan podía sentir la sangre pegajosa mientras se limpiaba.
Jong Soo también escupió algo de sangre.
Yohan agarró su cuchillo con fuerza mientras pateaba la llave inglesa en el suelo fuera de su alcance. Tan pronto como pateó la llave inglesa, Jong Soo inmediatamente se dio la vuelta y salió corriendo. Saltó por la ventana y se deslizó por una tubería unida al edificio que había en un lateral. Hubo un fuerte estruendo cuando aterrizó pesadamente contra el suelo.
Todo el cuerpo de Yohan estaba dolorido y también estaba exhausto de su duelo. Sin embargo, podía soportarlo. El problema era la herida en su frente. Si no la trataba, podría infectarse. Sin embargo, no tuvo tiempo de buscar atención médica. Tenía que perseguir a Jong Soo.
Yohan podía sentir cómo la muerte estaba tocando a su puerta.
‘El líder del segundo equipo de reconocimiento de la Unión de Supervivencia de Seul, Jong Soo Baek…’
En el momento en que Yohan vio su rostro, perdió la calma. Ese bastardo había asesinado brutalmente a sus compañeros en la línea de tiempo anterior. Había atado de pies y manos a uno de sus mejores amigos y lo había arrojado a una horda de zombis. Podía haberlo matado con facilidad, pero a propósito dejó que lo comieran vivo.
Cuando se encontraba con dos amantes, ataba al hombre y lo arrojaba a los zombis. Mientras tanto, obligaba a la mujer a mirar y llorar mientras la violaba. La mujer le rogaría, tratando de salvar a su amante, prometiendo hacer cualquier cosa. La haría arrodillarse y complacerlo y luego, incumpliría la promesa. Ese era su método.
Ese bastardo no dejaba que nadie muriera fácilmente. Era un demonio que disfrutaba escuchando a la gente llorar.
Entre las personas que Yohan perdió a manos de Jong Soo, había mujeres que le confesaron su amor, compañeros que eran como hermanos, amigos con los que había pasado más de medio año a su lado, un anciano que era como un padre y su mejor amigo. Un amigo que consideraba como un hermano mayor.
Tan pronto como Yohan vio su rostro, su mente volvió a revivir la muerte de todas esas personas y un escalofrío recorrió su cuerpo. En ese momento, solo un pensamiento ocupaba su mente.
‘Mata a Jong Soo Baek.’
Si lo dejaba vivir, definitivamente regresaría para golearlo otro día. Jong Soo nunca dejaba ir a sus presas. Si lo dejaba llegar hasta la Unión, ésta regresaría aquí algún día.
En la línea de tiempo anterior, el campamento de Yohan en Yeoido tuvo una guerra prolongada contra la Unión e incluso después de tres años, la Unión no pudo ser sacada de Seúl.
Tenía que matar la fuente del mal. Esta era una oportunidad dada por Dios.
Yohan casi sentía que su regreso podría haber sido por esta única razón. Era la oportunidad perfecta. Podría vengarse de aquellos que fueron asesinados por Jong Soo e incluso deshacerse de la raíz del mal de la Unión.
Yohan se deslizó por la tubería y aterrizó en el suelo. Le dolían las rodillas. Todavía tenía la cabeza temblorosa, pero persiguió a Jong Soo por el callejón como un perro tras su propia cola. El cálido viento del verano soplaba contra su rostro. Podía sentir su cuerpo calentarse y sabía que le faltaba el aliento.
Era un callejón oscuro y estaban en una persecución interminable.
Los zombis seguían apareciendo de la nada, pero Yohan no se molestó en eliminarlos, y se centró únicamente en despejar el camino para perseguir a Jong Soo.
Su oponente estaba peor que él. Estaba luchando por correr recto mientras Yohan estaba ganando terreno. Se abría paso a través de los zombis, golpeando sus cabezas contra la pared y haciendo que se agrietaran como un huevo, mientras un líquido purulento fluía de su mano.
Yohan se estaba quedando sin aliento, pero se estaba acercando cada vez más.
‘¿Cuánto tiempo llevo corriendo?’
Se estaban acercando a una intersección en T.
Yohan observó a su enemigo girar a la izquierda y lo siguió de inmediato, pero tan pronto como giró vio que era un callejón sin salida y Baek Jong Soo lo estaba esperando balanceando con fuerza un pedazo de madera.