2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 88
Unión de Supervivientes de Seúl – Segunda Ronda IX
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
“Eso es lo que estoy diciendo. Si se estuvieran escondiendo en un lugar grande como este, sería difícil buscar en todas partes. Entonces, ¿de qué estás hablando? ¿Cómo puedes garantizar que no se hayan escapado?”
“Cariño, solo han pasado dos horas. ¿Crees que todas las personas aquí podrían recoger sus cosas y huir en dos horas? Solo escaparon. Sin embargo, su reacción fue inesperada.” – dijo Genio, señalando el muro fronterizo. – “Mira la forma de la barrera. Es un rectángulo. Si haces algo como esto, es fácil mirar en todas direcciones desde una esquina. Honestamente, construir un muro en una ciudad como esta, era una idea audaz y estúpida, pero lo hicieron de una manera que solo necesitan bloquear algunas brechas. La construcción es eficiente y deliberada, así que el líder debe ser muy inteligente.”
“¿Qué estas intentando decir?”
“Esas esquinas. Si establecemos un campamento allí, podemos distribuir suministros mientras observamos la línea fronteriza. Solo necesitamos buscar en las esquinas.”
Baek Jung Gae tenía una expresión de sorpresa en su rostro. Era una idea novedosa. Solo alguien tan inteligente como Genio podría haber encontrado una manera de lidiar con un desarrollo tan inesperado.
“Excelente. Vamos a dividirnos en cuatro grupos.”
“Espera cariño. Si miras los edificios de aquí, todas las entradas han sido destruidas.”
“¿Y?”
“Solo una caja fuerte cerrada tiene dinero. Estos tipos destruyeron todas las puertas. Probablemente hicieron esto antes de crear la barrera. No tiene sentido hacerlo después de establecerla, de lo contrario, los zombis saldrían de los edificios dentro de la zona segura. Busque en los lugares donde las puertas estén en buenas condiciones.”
A pesar de idear una estrategia sólida, Genio todavía se sentía ansioso. La calidad de este grupo era diferente de los otros que habían encontrado.
Estaban haciendo demasiadas cosas inesperadas. Su grupo de exploración había sido asesinado, Kim Seol Hwa había sido capturado y los otros dos grupos todavía no habían estado informando. Esa era casi la mitad de su fuerza.
Además, después de perder al grupo de exploración y reconocer al enemigo como peligroso, habían creado esas separaciones como una especie de seguro, asegurando que pudieran atacar desde dos lados al mismo tiempo. Incluso habían elegido una ruta poco convencional. ¿Acaso tenía sentido que hubiera una emboscada por esa ruta?
Lo que más le molestó fue el hecho de que ni siquiera habían pasado dos horas desde que Baek Jung Gae habló con su líder, pero ya había evacuado a los supervivientes. Una respuesta tan extraordinaria no le era familiar. ¿Asumió su líder que atacarían tan pronto como terminaran de hablar? No, por la forma en que actuó, parecía que estaba seguro de ello.
‘¿Quiénes son estos chicos?’
Genio paseaba mientras pensaba. Por el rabillo del ojo, notó una casa. Tenía una puerta de aspecto normal y había un panel solar en el techo. La ubicación y el estado del edificio le dieron a Genio la sensación de un refugio perfecto. Como al líder de este grupo le gustaba usar su cabeza, este sería el escondite ideal.
Genio señaló la casa y Baek Jung señaló a Enano con la barbilla. Este cargó el lanzador de granadas debajo de su brazo. Hubo un fuerte retroceso cuando se lanzó un proyectil a través de una ventana. La ventana se rompió y, una fracción de segundo después, pudieron escuchar una explosión seguida de gritos. Los espeluznantes gritos sonaron como 20 personas aullando al unísono.
Enano apretó el gatillo y lanzó otra granada. Podían sentir el caos que seguía dentro del edificio. Enano disparó una y otra vez, vaciando su cargador en diferentes pisos del edificio. Baek Jung Gae observó en silencio cómo se desarrollaba la escena y luego volvió a gesticular con la barbilla. Se arrojó una granada de humo a través de una ventana rota y el humo gris comenzó a salir del edificio. Con eso como señal, los subordinados de Baek Jung entraron en la casa al mismo tiempo.
Se escucharon disparos. Los supervivientes del campamento hicieron todo lo posible para defenderse, pero había una gran diferencia con su puntería y la cadencia de tiro. Incluso si fueran un equipo de combate, solo tenían experiencia en proteger el campamento de zombis. Como nunca antes habían matado a un humano, carecían de la mentalidad correcta para esta batalla.
Había un gran peso asociado a disparar a un humano. Esta presión les hizo dudar por unos segundos y esto dio un resultado diferente a sus batallas anteriores.
“¡Todos al suelo si quieren vivir!” – gritó Enano con voz amenazadora, mientras disparaba todo lo que tenía.
Mientras decía eso, el teniente Ahn disparó su pistola y golpeó a un miembro de la Unión en el pecho. Era la primera vez que la Unión se encontraba con tal resistencia. El miembro de la Unión cayó al suelo y los miembros supervivientes del campamento se reunieron detrás del teniente y también comenzaron a disparar. La mayoría de sus disparos solo golpearon al aire, pero los pocos miembros del campamento que habían recibido entrenamiento de tiro lograron golpear a algunos de los miembros de la Unión mientras se abrían paso.
Uno por uno, los intrusos comenzaron a caer. Sin embargo, había una gran diferencia en sus equipamientos. Algunos de los intrusos que cayeron llevaban una armadura a prueba de balas y se pusieron de pie una vez más, frotándose el dolorido abdomen. Los intrusos que creían que estaban muertos recuperaron sus armas y comenzaron a dominar a los miembros del campamento, aunque lucharon con valentía.
La actuación del teniente Ahn fue especialmente notable ya que dirigió sus disparos a la cabeza de los enemigos blindados antes de que pudieran volver a levantarse.
“¡Argh!” – gritó uno de los subordinados de Enano cuando murió.
Al verlo, Enano notó de inmediato al teniente Ahn y disparó contra él, impactando en cada uno de sus brazos. El teniente gimió de dolor cuando cayó al suelo.
“¡Teniente!”
El sargento cargó contra Enano, con el objetivo de golpearlo en la parte posterior de la cabeza con la culata de su arma, pero este le hizo la zancadilla con una pierna y lo arrojó al suelo golpeándolo con la culata de su arma. Luego, le apuntó y lo arrastró por el suelo.
El edificio estaba lleno de gemidos de heridos y gritos de moribundos, pero la feroz batalla había llegado a su fin.
Todos los miembros del campamento heridos fueron detenidos. La mayoría de ellos tenían heridas graves causadas por el intenso tiroteo y tres ya estaban muertos. El resto había abandonado a sus compañeros y huido hacia el subsuelo una vez que vieron como algunos morían.
Sin embargo, algunos de los miembros de la Unión vieron como huían los miembros del campamento. Se suponía que la puerta de acero de la cámara subterránea estaba cerrada con llave, pero gracias a las acciones imprudentes de algunos miembros de su interior, uno de los intrusos logró evitar que cerraran la puerta con su hacha. El miembro de la Unión impuso su voluntad al miembro del campamento que intentaba cerrar la puerta y le apuntó a la cabeza con su arma.
“¡Están bajo tierra!”
Había casi 100 personas bajo tierra. La mayoría de ellos no eran combatientes. Todos gritaron cuando vieron a sus compañeros heridos ser arrastrados por las escaleras por los intrusos.
“¡Guau!”
Baek Jung Gae sonaba como un explorador español descubriendo una mina de oro azteca.
‘¡Nunca imaginé que habría tanta gente aquí!’
La escala era asombrosa. Nunca soñó que el campamento fuera lo suficientemente grande como para tener más de 100 personas. Además, también había una cantidad considerable de suministros almacenados aquí. Suficiente para alimentar a 100 personas durante una semana.
Los intrusos miraron a los no combatientes con ojos sedientos de sangre, haciéndolos sentir como presas. Mientras tanto, los compañeros que habían salido a luchar contra ellos ahora estaban todos gimiendo de dolor. Los ojos de los miembros del campamento se llenaron de miedo. ¿Quiénes eran estas personas? ¿Dónde estaban sus protectores?
Sus expresiones le dieron a Baek Jung Gae una profunda sensación de satisfacción. Este podría ser el mayor logro de su Unión. Este sostuvo su rifle por el cañón y golpeó la culata de su arma contra el suelo para llamar la atención de los temblorosos supervivientes.
“Mucho gusto, amigos. Comencemos con un saludo apropiado. Como ya matamos a tres personas, solo mataré a dos más a partir de ahora. Eso es bastante misericordioso, ¿no les parece?”
Baek Jung levantó su arma y apuntó a los supervivientes al azar. Luego se dio la vuelta y miró al soldado que sostenía Enano. El soldado comenzó a toser sangre.
“¡Un soldado increíble que protege a nuestro país! Tienes un rango bastante alto. Teniente Ahn Joon Min, supongo.” – dijo con burla, mientras se inclinaba para estar a la altura de la cara del soldado.
El teniente Ahn escupió en su rostro y luego hizo una mueca de dolor mientras se esforzaba.
“No hagamos un tópico, ¿de acuerdo?”
Baek Jung se limpió el escupitajo con una mano y le dio al Teniente una sonrisa aterradora. Giró su rifle, de manera que sostenía el cañón una vez más, y luego balanceó la culata del rifle por el aire, golpeando al teniente Ahn en el costado de la cabeza como un rayo.
El teniente Ahn se derrumbó en el suelo cuando su casco a prueba de balas voló y rodó por el suelo. Baek Jung Gae golpeó la culata de su rifle contra la cabeza del teniente Ahn una y otra vez, como si estuviera decidido a terminar con su vida.
“¡Teniente!”
Los otros soldados olvidaron su dolor por un momento y gritaron. El cuerpo inerte de su teniente yacía inmóvil en el suelo. Era imposible saber si se había desmayado o había muerto, pero Baek acabó con la duda cuando volteó el rifle una vez más y disparó varias balas contra su cabeza.
El cráneo del teniente Ahn cedió y luego explotó. Fragmentos de huesos y materia cerebral volaron a su alrededor, empapando el piso con sangre y líquido cefalorraquídeo.
“¡Aaah!”
Los miembros del campamento volvieron a gritar. Los sonidos de los llantos llenaron la habitación.
“Vaya, eso fue un buen entrenamiento. Ahora, una persona más se fue. Necesito un voluntario. Espero su ayuda.”
Los miembros del campamento simplemente temblaron de miedo. Nadie levantó la mano. Nadie quería ser asesinado de una manera tan violenta.
“¿Qué? ¿Nadie? Que desafortunado. ¿Quién es el líder después de este chico? Ustedes deben tener algún tipo de jerarquía.”
De nuevo, nadie habló. El único pensamiento que pasó por las mentes de los miembros del campamento era el miedo y un sincero deseo de vivir.
“Entonces, ¿debería usar una ametralladora y matar a un montón de gente?”
Baek Jung Gae apuntó con su arma a la multitud.
“Co… ¡Cómo te atreves!”
“Dios, señor. ¿Crees que un líder debería esconderse así?”
Soo Hee, que se escondía en la esquina, señaló con un dedo tembloroso. Los ojos de Seo Jun se abrieron.
Baek Jung Gae agarró a Seo Jun y le tiró de su cabello. Seo Jun luchó, pero no pudo escapar del duro tratamiento. Baek sonrió cuando Seo Jun lo fulminó con la mirada.
“Me gustan tus ojos.”
Baek Jung levantó la barbilla de Seo Jun y acercó su rostro para mirarlo directamente a los ojos.
“Ahora, te daré una última oportunidad para hablar. Hoy he encontrado muchas cosas, así que estoy de buen humor. Dime algo, algo gracioso. Quién sabe, podría dejarte vivir si es divertido.”
“Si te atreves a tocarnos… Yohan te matará.” – dijo Seo Jun con los dientes apretados.
Era dolorosamente consciente de que deberían haberse quedado en la cámara subterránea como Jung Hwan le había ordenado. No pudo evitar estar resentido con el resto de líderes del campamento que cuestionaron las órdenes de Yohan e insistieron en que intentaran defenderse.
Si tanto querían ser geniales y pelear, deberían haber muerto luchando. ¿Por qué tuvieron que correr aquí y poner a toda esta gente inocente en peligro?
Era deplorable.
Al final, las disputas entre los líderes del campamento, de lo que Yohan les había advertido, habían creado este desastre. Ahora era demasiado tarde para arrepentirse. Todo esto sucedió porque no siguieron la orden al pie de la letra. Sin embargo, Seo Jun todavía creía que Yohan vendría y los salvaría de esto…
Baek Jung se burló y golpeó a Seo Jun en la cabeza con la culata de su rifle. El cuerpo de Seo Jun se despatarró por el suelo.
“Deja de decir tonterías. ¿Quién demonios me va a matar? De ahora en adelante, todos son perros. Si te digo que ladres, entonces ladras. Si te digo que te sientes, entonces te sientas. Soy el carnicero que mata a los perros.”