Arco 10 Capítulo 81
Planeando la trituración de la base rocosa
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Después de terminar con las compras en el estudio de vidrio, Kazura esperaba en la recepción de una compañía que había encontrado en internet donde producían y vendían bombas de agua manuales. Esta compañía se encontraba fuera de la ciudad y su tamaño no era demasiado grande, pero tenía un amplio catálogo que abarcaba desde bombas de agua manuales hasta bombas de jardín antiguas.
En la librería que se encontraba en la recepción donde Kazura esperaba, había gran cantidad de libros gruesos de tapa dura que describían la historia de las bombas de agua manuales y la excavación de pozos de agua. Dado que el nombre de la compañía se encontraba junto al nombre del autor en cada libro, era de suponer que estos libros habían sido escritos bajo la supervisión de la compañía.
Kazura tomó uno de los libros, se sentó en el sofá mientras bebía el té que le habían preparado y hojeaba su contenido. El libro describía las técnicas de excavación y construcción de pozos de cada era, junto con la historia de cada trabajo relacionado con los pozos. Estaba escrito de una manera que no resultara aburrido para quien lo lea. La explicación venía mezclada con la historia de la región, haciéndolo fácil de entender.
Kazura estaba inmerso en la lectura del libro cuando lo interrumpió un golpe suave en la puerta, por la que entraba un hombre de mediana edad con ropa de trabajo. Este hombre sacó una tarjeta de negocios de su cartera y, con una ligera reverencia, se la ofreció a Kazura. Respetuoso, Kazura se incorporó y recibió la tarjeta con una ligera reverencia. La posición que estaba escrita en la tarjeta era ‘Jefe de Sección’.
“Gracias por visitar hoy nuestra compañía. He escuchado que desea comprar bombas de agua manuales y consultarnos sobre la excavación de pozos.”
“Soy yo el que está agradecido por su recibimiento, pese a que se trate de una visita repentina. Volviendo al tema, buscaba la opinión de un profesional para el siguiente asunto…”
Aceptando el gesto del Jefe de Sección, Kazura se volvió a sentar en el sofá y comenzó a explicarle el problema del agua de los pozos en Isteria. Lo que abarcaba su explicación era exactamente lo que había escuchado de los poceros de Isteria. Le explicó cómo el agua que salía de los pozos era de mala calidad, que si alguien la usaba para lavar la ropa entonces las prendas se volvían de color rojo brillante, así como las condiciones del terreno donde se excavaba. El Jefe de Sección asintió tras la explicación de Kazura.
“Ya veo. Lo más probable es que el agua que sale de los pozos que el señor Shino ha excavado sea agua rica en minerales, que tiene mucho contenido en hierro y no es apta para uso normal. El tipo de suelo que usted describe es una capa de arena llamada ‘arena de montaña’. El agua que sale de esa capa es de mala calidad.”
De acuerdo con lo que le decía el Jefe, el agua que salía de los pozos de Isteria era del tipo que no se podía usar, ya que estaba contaminada con hierro debido al tipo de suelo. En este tipo de pozos, cuando llovía era común que el nivel de agua se elevara tanto que incluso llegara a desbordarse. Sin embargo, también podía ocurrir lo contrario; cuando la lluvia era escasa, era común que los pozos se secaran. Por lo que se trataba de un pozo muy impredecible como para considerarlo una buena fuente de agua.
También, el jefe de sección sospechaba que, según lo que escuchaba, si rompía la base de piedra de los pozos, podría encontrar una arena más fina denominada ‘arena de mar’. Y le comentó que era posible que en esa capa de arena encontrasen agua de mejor calidad. Por cierto, al agua que sale sobre la base de piedra se le llama ‘agua superior’.
“Entiendo, ¿entonces debemos excavar debajo de esa base de piedra a cualquier costo?” – preguntó Kazura.
“Eso me temo. Otra manera sería buscar una ubicación diferente donde no hubiera esa base de piedra. Si el señor Shino nos informa de la ubicación donde requiere los pozos, podemos hacerle un análisis de suelos por una comisión. También podemos encargarnos de su construcción, si así lo desea.”
“Ah, eso no es necesario, estaremos bien. Quiero que mi grupo lo intente por su cuenta. Si nos pudiera vender las herramientas, entonces de alguna manera nos haremos cargo.”
El Jefe de Sección asintió mientras hacía un ‘Uhmmm’.
“Entiendo, después de todo, excavar un pozo es el sueño de todo hombre, ¿verdad? Por favor, no se preocupe, podemos venderle las herramientas e instruirle cómo usarlas si usted está de acuerdo.”
“Muchas gracias, en serio. Además, también quisiera comprar este libro, he quedado absorto en su lectura.”
“Oh, ¿sí? Se trata de un libro que escribió nuestro director, estoy seguro que estará feliz de escuchar esas palabras.”
Así, Kazura siguió escuchando la explicación del pocero profesional mientras compraba las bombas de mano y las herramientas para excavar.
Las herramientas que Kazura compró fueron: un martillo demoledor a gasolina para romper las rocas, dos pequeños excavadores sinfín de pozos, dos bombas manuales de bronce (su tono encantador las hacía muy populares) y un compresor de aire para ventilar el hoyo excavado. Ya que las cosas que compraba eran muy pesadas, serían entregadas directamente a la mansión por una compañía de transporte.
¿Qué es un martillo demoledor? Se trata de un dispositivo que utiliza la vibración de un cincel de metal para estrellarlo sobre una superficie, como una roca, para romperla. Generalmente, tiene un tamaño de ochenta centímetros y pesa más de veinte kilos. Sin embargo, ya que funciona con gasolina, es sencillo de usar y su poder de impacto es poderoso.
Originalmente había considerado llevar un taladro, pero como ya tenía un bidón de gasolina en Isteria, pensó que ‘mejor tengamos más poder’, y escogió el martillo demoledor.
Los excavadores sinfín de pozos son tal como su nombre los describe; unos barrenos en espiral para realizar excavaciones. Los que la compañía vendía podían barrenar agujeros de veinte centímetros de diámetro. Este es su método de funcionamiento. Primero se introduce el barreno en el suelo y al presionar el activador, se entierra en el suelo. Entonces, el sinfín se va introduciendo en el agujero y la tierra va saliendo. Parte de esa tierra queda dentro de sinfín, ya que las cuchillas en espiral no permiten que caiga. Repitiendo este proceso es posible excavar pozos más profundos. Sin embargo, no puede hacer nada si topa con alguna roca, dado que los excavadores se extraen del suelo con fuerza humana. Existe un límite en la profundidad que puede alcanzar, siendo dicho límite hasta donde se pueda seguir extrayendo el excavador.
Ya que el martillo demoledor hacía mucho ruido, Kazura planeaba usarlo fuera de la ciudad, donde no hubiera más gente presente. Podía ser útil para crear tierras de cultivo en lugares alejados del río. Además, los excavadores se podían usar en lugares sin base rocosa, por lo que eran más apropiados para manejar dentro de la ciudad. No tenía que preocuparse por el ruido, y como el tamaño de los pozos sería pequeño, el trabajo se terminaría en poco tiempo.
Aparte de eso, Kazura compró cinceles reforzados para rocas que la compañía había dejado de usar. En un principio había pensado en comprarlos en un centro comercial, pero no quizás no encontrase cinceles para romper roca. Y dado que quería tener mucha herramienta manual en caso de que no tuvieran más opción que romper la base rocosa dentro de la ciudad, Kazura le pidió treinta cinceles al Jefe de Sección. Como el número de cinceles era alto, el Jefe de Sección le preguntó:
“¿Por qué compra tantos? ¿Para qué los necesita?”
Pero Kazura evitó el tema diciendo que eran para una persona con la que estaba en deuda.
Iba a tomar mucho tiempo romper la base rocosa con trabajo manual, pero con el apoyo de los cinceles reforzados y unos martillos, el trabajo podría progresar más rápidamente. Los cinceles reforzados tenían mejor eficiencia que los cinceles de bronce que usaban actualmente, pero debía ser muy cuidadoso de no perder ninguna herramienta y escoger buenos trabajadores para estas maniobras.
Podía ser más sencillo enseñarles sobre la metalurgia del acero, pero el descubrimiento del acero había sido un evento revolucionario en su mundo, por lo que podría ser malo que les enseñara su método de creación. Aunque, dependiendo de la situación del país, existía la posibilidad de tener que introducir la técnica del acero en ese mundo. Pero primero debía consultarlo con Narson y Zirconia una vez regresara a Isteria. Si algún otro país ya producía acero, entonces tarde o temprano Arcadia iba a entrar en la Era de Acero, por lo que no resultaría un problema que Kazura les enseñara el método. En el caso de que debiera introducir la técnica del acero en Arcadia, sería mejor que comprara libros acerca de la historia del acero y su fabricación.
Además de las maquinas que había comprado, Kazura también consiguió los planos para un ventilador de manivela que se usaba en la Era Meiji y los planos de la bomba de mano que se usaba en Japón a principios de la Era Showa. Con estos planos, aunque seguramente les llevaría tiempo, existía la posibilidad de que pudieran producirlos en masa con las habilidades de Isteria.
“Estamos realmente agradecido por todas sus compras. Si requiere algo más, estaremos felices de escucharlo, por lo que puede contactarnos en cualquier momento.”
“Gracias. Contaré con usted cuando llegue el momento.”
Así, Kazura completó la compra de las herramientas para excavar pozos junto con varios planos de diseño. Con los planos en la mano, salió de la compañía.
* * *
Durante la noche, Kazura estaba en un hotel de negocios dentro de la ciudad. Se encontraba sentado sobre la cama con su libreta en la mano mientras señalaba las tareas que había completado ese día. Dichas tareas habían sido: comprar los materiales de la tienda de vidrio, las herramientas para los pozos, los planos para el molino de harina, para la trilladora y el resto, así como encontrar documentos sobre la casa de hielo.
Después de abandonar la compañía de las bombas, Kazura compró los documentos respecto a la construcción de un molino de harina y demás en el museo local de historia de la ciudad, obteniendo los diseños de los equipos y documentos históricos. Posteriormente, condujo su vehículo hacia otros lugares para conseguir información de las casas de hielo. Los datos que no fue capaz de encontrar en los libros, los obtuvo de internet desde un cibercafé, los cuales imprimió y guardó en una carpeta junto con otros documentos.
Pensaba que debía de consultarlo directamente con compañías de casas de hielo o relacionadas con la agricultura, pero como la información que había conseguido junto con algunos planos era más de lo esperado, decidió que no había necesidad de ir en busca de un experto. También quería investigar sobre el método de producción de refrigeradores domésticos, pero era un tema que todavía estaba lejos en el futuro, por lo que lo dejó de lado por el momento.
Por cierto, llevaba dos copias de los documentos y planos, ya que creía que a Valetta le gustaría verlos.
“La verdad es que hoy estoy cansado… No, más bien, hoy ‘también’ estoy cansado, ¡uff…!”
Hizo caer la libreta en su regazo y se tumbó boca arriba sobre la cama, descansando mientras miraba el techo. El día siguiente también tenía que moverse por varios lugares, pero solo le restaba conseguir los libros y herramientas para Valetta, los libros y comestibles para él, y finalmente, conseguir algunos electrodomésticos. Mañana por la mañana tenía que recibir el generador eléctrico y las herramientas para la excavación de pozos, por lo que las compras debían ser durante la tarde.
“Ah, es cierto. Necesito ver cómo se hace la mantequilla… Otra cosa más, una centrifugadora. ¿Me pregunto dónde podré comprarla?”
Kazura se quedó pensando por un tiempo hasta que su conciencia se tornó brumosa, pero en ese momento sonó su teléfono. Lo cogió y revisó quién le llamaba. En el teléfono se mostraba el nombre de su padre, Shinji.
“Hola.”
- Hola, Kazura. El cobre y estaño que me encargaste, junto con los tanques de propano, llegarán mañana a la mansión sobre las diez de la mañana. He pedido que lo entreguen en barras redondas ¿hay algún problema con eso? Por si se llegara a necesitar, también he comprado sierras de metal.
“Bien, gracias. Eso me ahorra mucho trabajo.”
Kazura suspiró aliviado, ya que había logrado reunir los materiales justo en el tiempo que tenía considerado. Había estado preocupado de que no le pudieran entregar a tiempo el material, pero al parecer solo era cosa de su propia ansiedad. Además, las sierras de metal le ahorrarían trabajo y esfuerzo cuando tuviera que cortar el material.
- Otra cosa, ese lugar… No te han recibido de malas maneras, ¿verdad? ¿O estás metido en algún problema?
“¿Umm? No, no me han tratado mal… Pero quizás haya algún tipo de problema, supongo… Bueno, es algo que no se puede evitar, por lo que no hay nada que hacer… Así son las cosas.”
Shinji hablaba con unas palabras que llevaban mucho significado implícito, por lo que Kazura le contestaba vagamente. Se trataba de una conversación complicada donde ambos comprendían o no comprendían lo que el otro quería decir.
- Oye, justo ahora, tú…
“¿Hmm?”
- No, olvídalo. No importa. Si necesitas algo más, no dudes en llamarme.”
“¿Eh? Espera…”
Con ese cierre repentino, Kazura se quedó murmurando.
“¿Qué era lo que quería decir…?”