viernes, 19 de febrero de 2021

G4L Capítulo 82

Arco 10 Capítulo 82
Un día bueno y pacífico
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Al mediodía del día siguiente. Kazura había terminado de transportar la bomba de agua y las herramientas para la excavación de pozos hasta el remolque del tractor que estaba estacionado en el jardín de la mansión, para posteriormente regresar a la Aldea Grisea. Acompañado del fuerte ruido del motor, salió entre la arboleda y lentamente se dirigió hacia la residencia de Varin. Kazura saludó a los aldeanos que fue encontrándose en su camino mientras éstos le respondían el saludo. Los aldeanos habían decidido no abalanzarse hacia Kazura, y en su lugar solo le devolvían el saludo porque sabían que Kazura estaba muy ocupado y tenía el tiempo medido, por lo que eran cuidadosos para no retrasarlo. Ya había llegado al centro de la aldea cuando Valetta corrió hacia él desde la residencia; aparentemente había escuchado el ruido del tractor y salía a darle la bienvenida. Su semblante brillaba, denotando su alegría. “Bienvenido de vuelta, señor Kazura. Has traído muchos objetos contigo… Está lleno de herramientas que nunca había visto.” “He vuelto. Tenía que traer conmigo objetos grandes y pesados, por lo que he terminado usando el tractor para transportarlos. Lamento el ruido que hace.” Kazura apagó el motor para hablar con Valetta, que observaba los objetos que había en el remolque del tractor. Valetta encontró la carpeta con los planos, y después de pedirle permiso a Kazura, tomó uno para verlo. “He traído dos copias de cada archivo; una de ellas es para la señorita Valetta.” “¡Mu-muchas gracias!” Valetta sonrió complacida hacia Kazura, y comenzó a hojear los planos para la trilladora y la aventadora. Una aventadora es una herramienta que separa los granos trillados y su cáscara por medio del aire generado por unas aspas de manera manual. En el pasado, casi todas las casas de agricultores japonesas tenían una de ellas. “Para trillar y aventar, si usamos estas herramientas, entonces esas actividades no nos tomarán tanto tiempo y esfuerzo, ¿verdad…? Con unos planos tan detallados, hasta yo puedo fabricarlos. Después de todo no es algo tan complejo de hacer.” – dijo una animada Valetta. “¿E-en serio? Bueno, son herramientas que se usaban en el pasado…” Valetta había dicho algo sorprendente mientras revisaba los planos. Kazura no podía advertir cómo de serias eran sus palabras, pero sospechaba que si esta chica lo decía, entonces era verdad que podría hacerlo ella misma. Valetta revisó un momento más los planos y los regresó a la carpeta dentro del remolque, mostrándose satisfecha. “Justo acabo de preparar la comida para el almuerzo. Ya que he hecho mi mejor esfuerzo, ¡por favor, espéralo con ansias! Es más, he intentado preparar sekihan.” “Oh, entonces lo espero con ansias. Ha pasado un tiempo desde que comí sekihan… Eso me recuerda, en esta ocasión he traído varias latas de judías azuki.” Dentro de la gran cantidad de suministros que Kazura había comprado en el supermercado, además de platos preparados en lata, también había adquirido otros alimentos enlatados que podían emplearse en la cocina, como las judías azuki y muchos tomates. El resultado de su compra compulsiva al por mayor fue que casi dejó vacío el estante del supermercado, pero gracias a eso, la cantidad de platos que podía cocinar en la aldea y cada casa había aumentado considerablemente. Como Kazura también había traído también arroz glutinoso, Valetta debería haber conseguido preparar el sekihan. “Por cierto, el sekihan es algo que se prepara cuando acontece algún buen evento. Es algo así como una celebración.” “Lo cierto es que hay algo que celebrar.” – contestó inmediatamente Valetta, dejando a Kazura confundido sobre su significado. “…” “Después de todo, el señor Kazura está de vuelta.” – dijo Valetta sonriendo sinceramente. Aunque era una frase vergonzosa para el que la decía, Valetta no mostraba el más mínimo signo de vergüenza, por lo que sus palabras no parecían tener un significado tan profundo. Aun así, Kazura estaba un poco avergonzado. “¿E-es así? Entonces, regresemos para almorzar.” “¡Sí!” Kazura estaba confundido con el buen humor de Valetta, pero aun así volvió a encender el motor del tractor para llevarlo hasta la residencia.
* * *
Cuando ambos llegaron a la casa, Varin estaba sirviendo el sekihan de la olla en los tazones. Además de sekihan había pescado de río a la parrilla, estofado de pollo, tomate en albahaca (enlatado) y verduras salteadas con gusanos de Arcadia. La cantidad de alimentos era más grande que lo usual. Aunque eran platos que Kazura había comido con anterioridad en Japón, en esta ocasión habían sido preparados por Valetta con el método de ensayo y error, gracias a la información que había tenido a bien obtener de Kazura. “Oh, ¡De verdad que esto es un festín increíble! Ha pasado bastante tiempo desde que tuve algo parecido.” “Es la primera vez que cocino algo así, por lo que no sé si cumple con las expectativas del señor Kazura… Puede que esté un poco dulce.” – dijo Valetta mientras sonreía un poco avergonzada. Estaba un poco nerviosa porque era la primera vez que cocinaba platos japoneses. “Umm, eso no es verdad. Creo que la dulzura que tiene es deliciosa.” – dijo Varin. “¿Hablas en serio? Estoy feliz… Espera, Padre, ¿eso quiere decir que has probado la comida antes de que empezara el almuerzo?” “Co-comamos antes de que se enfríe. También tenemos agua fría recién sacada del pozo, señor Kazura, por favor siéntate.” Valetta estaba hinchando sus mejillas del enojo, por lo que para evitar el problema, Varin le pidió a Kazura que se sentara. Kazura hizo una sonrisa incómoda mientras tomaba asiento en su lugar habitual y recibía el tazón de madera con sekihan por parte de Varin. “Buuu… A pesar de que quería que el señor Kazura fuera el primero en comerlo…” “Bueno, lo siento, lo siento. Ya que es algo tan delicioso, no pude controlarme.” “Bueno, estando frente a platos tan deliciosos, es cruel decirle a alguien que espere. Lo cierto es que la señorita Valetta tiene una excelente habilidad.” “Si lo dices así… Je, je, je.” Después de esto comenzaron a comer diciendo primero ‘¡que aproveche!’. Como entrante, Kazura cogió una tortilla que había sido cortada en ocho piezas. Pero si la observaba detenidamente, se podía advertir un extraño hueco entre los cortes, por lo que Varin había comido dos trozos y para cubrir sus pasos había unido el resto. El nivel de detalle parecía el de un artista. “Entonces, probaremos primero la tortilla… ¡Deliciosa! ¿¡Qué es esto!? Es la tortilla más buena de todas las que he probado.” La tortilla de Valetta tenía un exquisito equilibrio entre sabor y textura. El exterior era de un adorable color dorado y el interior estaba medio cocinado; era una tortilla perfecta. Aunque debía ser de forma circular, la había cortado en un cuadrado perfecto, lo que tenía a Kazura confundido sobre cómo había logrado hacerlo así. “Qué bueno… ¡Por favor, come mucho de todos los platos!” “Hmm, todo está delicioso. Estos platos no pierden contra los que he comido en la finca de Havel.” Varin cogió el gusano de Arcadia frito y lo puso en su boca, compartió sus impresiones con Kazura y éste asintió en acuerdo. “Es cierto. O mejor dicho, creo que simplemente disfruto de la comida que en cada ocasión prepara Valetta. Este estofado de pollo y tomate también esta delicioso. ¿Será debido a la albahaca?” – preguntó Kazura. “Ya veo, ya veo. Entonces, señor Kazura, Valetta será una buena esposa, ¿verdad?” “¡Gu-ho--!” – exclamó Kazura. “E-e-e-e-espera, ¡Padre! Ah, señor Kazura… ¡Agua! ¡Bebe agua!” “¡Ja, ja, ja, ja!” Y así continuó el pacífico almuerzo.
* * *
Mientras tanto, en el campamento a la entrada al pueblo, Isaac estaba de pie observando hacia la aldea. Se le notaba un poco melancólico. “Señor Isaac, los preparativos para el almuerzo casi están listos… ¿Ocurre algo malo?” Isaac se giró y a su lado vio a Havel con una caña de pescar en una mano y un bote en la otra. Detrás suyo se encontraba Marie, también con una caña de pescar en la mano. “Ah, solo pensaba que un verdadero genio luciría como esa persona…” “¿Genio?” “Ah, no, no es nada. Por cierto, ¿estabais pescando los dos en el río? No os había visto desde la mañana.” “Sí, el señor Kazura dijo que podíamos hacer lo que deseáramos, y como mi hermana está conmigo, decidí llevarla de paseo al río.” Marie, detrás de él, se sorprendió cuando escuchó sus palabras y se giró hacia él. Del mismo modo, era la primera vez que Isaac escuchaba algo al respecto, por lo que sus ojos parpadearon por la sorpresa. “¿Eh? Por tu hermana, ¿te refieres a Marie? Pero, ¿creía que era una esclava…?” “Así es. La posición social de Marie es de esclava, pero también es mi hermana. Como nuestra madre es diferente, se puede decir que somos hermanos con diferentes madres.” Havel le respondió a Isaac sonriendo, sin mostrarse perturbado por la palabra ‘esclavo’. Isaac no tenía problema con que Marie les acompañara dado que era una esclava, solo pensó para sí ‘Así están las cosas’. Sin embargo, esto solo era la relación de Havel y Marie, respecto a Kazura la historia era diferente. “Ya veo, con que es así. ¿El señor Kazura sabe que es tu hermana?” “No, como no es algo esencial que tenga que informarle… Sin embargo, como Marie ha estado recibiendo la amabilidad del señor Kazura, entonces cuando vuelva mañana, tengo intención de reunirme con él y explicarle la situación.” “Tú… Has estado observando la actitud del señor Kazura todo este tiempo, sopesando entre decirle la verdad o no, ¿me equivoco?” “No, nunca tuve esa intención. No hay ningún motivo oculto.” Havel negaba honestamente, por lo que Isaac sacudió su cabeza. Ya lo había notado vagamente desde hacía tiempo, pero Havel era alguien que tendía a estar calmado en situaciones así. Recordando cómo habían transcurrido los eventos hasta la fecha, ciertamente, la recomendación de Marie por Havel a Zirconia parecía como algo lógico y natural, pero lo cierto era que todo encajaba demasiado bien. Podría pensarse que Havel había juzgado que no había ningún problema aunque Marie hubiera sido asignada a Kazura. Esto en sí no era un problema, pero si había algún motivo oculto detrás del acercamiento de Marie a Kazura, entonces Isaac no lo dejaría pasar. “Havel, no me molesta que actúes a mis espaldas o de la señora Zirconia. Sin embargo, espero que seas sincero con el señor Kazura. Esa persona es alguien que nos ha apoyado sinceramente. No debes hacer nada para sacar ventaja de él.” “Eso es un hecho. Juro que no haré nada parecido.” Havel miró a Isaac directamente a los ojos mientras contestaba. No por esto Isaac se sintió relajado, pero no mostraba atisbo de duda en su rostro. Havel era un excelente oficial, alguien en quien Isaac confiaba fuertemente para supervisar cada mínimo detalle. Sin embargo, cambiar sus acciones dependiendo de la actitud de un superior y actuar en secreto para obtener un beneficio… Aunque Isaac comprendía que esta era una práctica natural en la sociedad, para él, que tenía una personalidad bastante honesta, era una conducta que no le agradaba. En el futuro dejaría de contar tanto con Havel, aunque fuera responsable; Isaac debía tener cuidado del entorno y las personas cercanas a Kazura. Le traería más compromisos, pero era algo que debía hacer. “No olvides esas palabras.” Como para alentarse a sí mismo, Isaac le recordó a Havel sus propias palabras.