miércoles, 18 de octubre de 2023

JDR - Capítulo 124

Capítulo 124
¡Esa gente nunca volverá!
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

“¡Bajad las armas! ¡Bajad las armas si no queréis morir!” – dijo Voy Primero que Tengo Seguro Médico. “¿Uh? ¿Por qué nadie se resiste?” – dijo Ratón de Biblioteca. “¡Qué timo!” – dijo Obrero que Mueve Ladrillos. “¡Qué me devuelvan mi dinero! ¡Mosquito suelta la pasta! ¡Este cohete no hace falta!” – gritó Pollo a Medianoche. “Pollo, olvídalo, solo son cinco monedas de plata. No pasa nada si no se usa, ¡créeme!” – contestó Pedir Prestado Otros Diez Centímetros al Cielo. La guerra transcurrió sin contratiempos. Cuando los jugadores atravesaron la puerta, los defensores de la Calle Bett ya habían dejado caer sus armas, se agacharon en una esquina y se rindieron con las manos sobre la cabeza. Esto hizo que muchos de los jugadores que esperaban un gran combate se sintieran como si le hubieran dado un puñetazo a una bala de algodón. ‘¿Por qué se rindieron tan rápido?’ ‘¿No pueden resistirse un poquito?’ El rostro de Wu Hacha de Hierro estaba repleta de conmoción y admiración mientras seguía al Administrador a través de los restos de la puerta de madera que había sido destrozada por el cañón. ¡Eran muy poderosos! Hasta ahora solo había visto como esos abrigos azules estaban bien equipados, pero nunca esperó que también tuvieran buenas habilidades de combate. Aunque no parecía que hubiera seguido un plan cuando cargaban, el oponente quedó completamente abrumado por su impulso y perdió toda voluntad de resistirse. Al pensar en ello, Hacha de Hierro se regocijó en su mente por su decisión: confiar en este poderoso grupo había sido la elección correcta. “¡Poned nuestra bandera sobre la valla!” – gritó Chu Guang mientras miraba a su alrededor con cierta nostalgia, luego miró a Walter, que estaba arrodillado en una esquina. – “Tú, ¡levántate!” Walter quedó atónito por un instante, antes de levantarse con las manos sobre la cabeza. “Señor… ¿Cuáles son sus órdenes?” “¿No me reconoces?” El viejo Walter sonrió sarcásticamente. “Te conozco…” Chu Guang sonrió, agarró una espada de Wu Hacha de Hierro y lo arrojó en la mano del Viejo Walter, luego señaló con la barbilla a las personas que estaban arrodilladas. “Vigílalos por mí.” El viejo Walter rápidamente tomó el cuchillo e inclinó la cabeza respetuosamente. “Sí, mi Señor.” Las armas del suelo fueron confiscadas, haciendo que los guardias perdieran la voluntad de resistir. Como se rindieron con tanta facilidad, Chu Guang no tenía la intención de humillarlos. Mientras esperasen aquí hasta que todo terminase, les dejaría volver a sus casas a buscar a sus madres. Dejando a dos jugadores con una alta contribución custodiando la puerta, Chu Guang le pidió a Ratoncito que apaciguara a los supervivientes de la Calle Bett, diciéndoles que no entrasen en pánico, que se quedasen en sus casas y que no salieran hasta que el combate hubiera terminado y el viejo alcalde fuera ajusticiado. Al darse cuenta de que el alboroto había disminuido, el viejo Charlie salió de un callejón lateral. Cuando vio a Chu Guang, una expresión de sorpresa apareció en su rostro por un instante. Jamás esperó que el líder de estos abrigos azules fuera en realidad el extraño que deambulaba aturdido por el páramo. Sin embargo, su reacción fue relativamente rápida, recuperándose rápidamente, para luego inclinar la cabeza respetuosamente. “Estimado señor, ¡permítame darle la bienvenida! Los supervivientes de la Calle Bett están listos para recibir a su nuevo Señor.” “Levanta la cabeza. La era de la vieja sanguijuela ha terminado. De ahora en adelante, la gente aquí puede decidir sobre su propio futuro.” – Al ver a Charlie asentir con la cabeza, Chu Guang fue directo al grano. – “Ya que estás aquí, necesito que informes a la gente de la Calle Bett que hemos venido a liberarlos y que nadie saldrá herido. Excepto por el Alcalde que será ahorcado, la vida del resto no se verá afectada. Por ello espero que nadie salga y se interponga en nuestro camino cuando ataquemos el castillo. Ya sabes a lo que me refiero.” El viejo Charlie sabía de qué estaba hablando. “¡Los calmaré a todos en vuestro nombre!” – respondió, mientras inclinaba la cabeza con respeto. Chu Guang asintió, miró a los ansiosos jugadores detrás de él y señaló hacia el castillo que se encontraba en el centro de la Calle Bett. “El resto… ¡seguidme!” Todos los jugadores obedecieron la orden y marcharon hacia adelante por la calle, sin molestar al resto de temblorosos supervivientes que se refugiaban en las chozas. Solo había una persona que no estaba contenta. El portón se había abierto con un único disparo, y Mosquito todavía no estaba satisfecho. Sin embargo, cuando estaba a punto de ordenar a su principiante que le ayudase a tirar del carro del cañón para apuntar hacia el castillo, Chu Guang lo detuvo de inmediato. No podía permitirlo. El premio gordo de la Calle Bett era el antiguo castillo de esa sanguijuela. Ese era su trofeo… ¿Cómo iba a dejar que lo volase por los aires? Sin encontrar resistencia en el camino, los jugadores liderados por Chu Guang, atravesaron varias casas de ladrillo que se encontraban cerca del centro del asentamiento y rápidamente se acercaron a la puerta del castillo. Para cuando llegaron, la puerta estaba bien cerrada y no se podía ver lo que ocurría en el interior a través de las ventanas. Chu Guang ordenó a los jugadores que se dividieran en tres grupos a través de la MV. Un grupo rodeó el castillo desde el exterior, otro ocupó la armería al lado del castillo, ¡mientras que el último atacaría desde el frente para capturar a la vieja sanguijuela! “¡El equipo de demolición está en su lugar!” “¡Fuego!” Aunque manejaban peligrosos explosivos, los jugadores responsables de atacar el edificio colocaron felizmente varios explosivos alrededor de la puerta. La mecha se quemó y, con un poderoso estruendo, la entrada principal del castillo explotó en pedazos, que salieron volando hasta caer con fuerza contra el suelo. “¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!” “¡Cargad!” Con las bayonetas en los rifles, los jugadores gritaron y entraron corriendo al castillo atravesando el humo de la explosión. Todos se sorprendieron al ver la hermosa decoración del salón del castillo. “Rayos, ¿está realmente bien tener este tipo de decoración en un mundo post-apocalíptico?” “Impresionante, ¡ese pilar está hecho completamente de mármol!” “Los pilares deben haberse construido antes de la guerra… Maldición, ¡esta alfombra está hecha con pieles de oso!” “Demasiado extravagante, ¡demasiado rico!” Todo el mundo en el exterior se moría de hambre, ¡pero el viejo alcalde había hecho una fortuna! No solo las alfombras estaban cosidas con pieles de bestias, las decoraciones que colgaban de las paredes o las lámparas de cristal suspendidas del techo… Todo contrastaba con fuerza con las decadentes calles del exterior. Este lugar no parecía pertenecer al páramo, era un auténtico palacio. Además de esas cosas que eran muy valiosas a simple vista, los jugadores también descubrieron que había un ascensor que conducía a los siete pisos de este castillo. Sin embargo, el generador parecía haber dejado de funcionar. Los jugadores que irrumpieron al castillo se dividieron rápidamente en dos equipos, el primero subió las escaleras, mientras que el segundo se desplegaba en abanico en la planta baja para intentar encontrar la ubicación del generador y el paradero de la vieja sanguijuela. Sin embargo, fue algo completamente inesperado que los jugadores responsables de atacar el edificio fueran incapaces de encontrar a los PNJs clave de la misión: la vieja sanguijuela y su familia. ¡Esas personas simplemente desaparecieron del castillo! Pero poco después, el jugador conocido como Pollo a Medianoche, hizo un nuevo descubrimiento mientras exploraba la bodega subterránea. “Administrador, ¡encontré un pasaje subterráneo en la bodega!” – gritó Pollo con entusiasmo mientras regresaba junto al Administrador con un hacha. Chu Guang no se sorprendió después de escuchar eso. ‘¿Perforó un agujero y se escapó?’ Dado el estilo de gobierno brutal de la vieja sanguijuela, si no construía una salida para él, era posible que no pudiera dormir bien por la noche. “Llévate a dos personas para perseguirlo y revisa el pasadizo. Mira si puedes alcanzarlo.” – ordenó Chu Guang mientras veía como Pollo le informaba de la situación. – “No importa si no lo alcanzas, ¡pero necesito saber a dónde lleva el túnel!” Al mismo tiempo, apareció una ventana emergente en la MV de su brazo.

Nueva misión: Explora el subterráneo de la bodega del castillo.
La misión se puede compartir con hasta dos jugadores.
Recompensa:
5 monedas de plata.
50 puntos de contribución.
Al mirar la ventana emergente de la misión, Pollo a Medianoche apretó sus puños con entusiasmo. “¡Sí!” Después de contestar, formó un equipo con dos compañeros que estaban cerca y se dirigieron hacia el túnel. Al observar como las espaldas de los jugadores corrían hacia la bodega, Chu Guang se tocó la barbilla. Si lo pensaba, esa vieja sanguijuela era bastante escurridiza. ¿De verdad construyó una bodega en el sótano? Daba la casualidad de que, cuando se celebrase la victoria por la noche, la colección del antiguo alcalde se podría utilizar como bonificación para los jugadores. Con eso en mente, Chu Guang caminó hacia la armería al lado del castillo. El encargado del almacén que custodiaba el lugar levantó las manos en señal de rendición y se arrodilló en el suelo. Hasta ese momento había estado agachado en un rincón. Al atravesar la puerta, Chu Guang miró hacia el interior y una expresión de sorpresa y confusión apareció en su rostro. Había 30 rifles con cañones de hierro producidos en la Ciudad de Boulder. El mismo tipo de arma que le vendió Liszt. También había pistolas artesanales, escopetas… colocadas sobre la mesa, así como balas y granadas de fragmentación colocadas en cajas. ¡Eran suficientes para armar una guerrilla! Estas personas no estaban mal equipadas. Se podía decir que su equipo iba un paso más allá del de los depredadores. Sin embargo, esas armas no se distribuyeron entre los supervivientes de la Calle Bett y ahora que se había abierto una brecha en el castillo, cayeron en sus manos. El rostro de Wu Hacha de Hierro estaba repleto de confusión. “Su equipamiento no es débil.” Chu Guang asintió. “Sí.” “…Entonces ¿por qué no distribuyó el equipo entre los miembros de su clan?” “Porque esas personas no son su gente, son solo sirvientes y esclavos. Si no fueran necesarios para cazar, ni siquiera les permitiría tener arcos y flechas.” – dijo Chu Guang, para luego meditar por un instante, antes de mirar a Wu Hacha de Hierro. – “Haz que tu gente cargue el botín en la caravana y lo transporte de regreso al puesto de avanzada. Llévaselo a Luka, él sabe qué hacer con él.” Nunca esperó que el Administrador confiase tanto en él. Wu Hacha de Hierro se sintió halagado, al mismo tiempo que su expresión se volvía solemne para recibir la orden. “¡Sí, mi Señor!” Al mismo tiempo, Chu Guang agitó su mano, indicando a los jugadores detrás de él que lo siguieran. “Vamos.” “¡Vamos a ver la colección privada de esa vieja sanguijuela!”
* * *
Justo cuando los jugadores del puesto de avanzada estaban plantando la bandera del Refugio 404 en la torre del castillo, Ratoncito, a quien se le ordenó adentrarse en el vecindario y apaciguar a la multitud, finalmente llegó hasta la puerta de su casa. Al ver a su familia, este hombre delgado rompió a llorar mientras los abrazaba a todos. “¡Padre! ¡Madre! ¡Hermano! ¡Cuñada! ¡Estoy de vuelta!” Los ojos de la anciana se llenaron de lágrimas. “Hijo, ¡al fin has vuelto!” “Gracias a estos abrigos azules, salvé mi vida.” – dijo Ratoncito, con los ojos enrojecidos. Intentando no moquear, tuvo que esforzarse para que una sonrisa apareciera en su rostro. – “La sal que le pedí al segundo hijo de la familia Yu que te trajera… ¿La tienes?” Su padre asintió, luciendo un poco nervioso. “La tengo. Pero… Hijo, dime la verdad, ¿de dónde sacaste esta sal? ¿Cómo es mejor que la compramos en el mercado?” “Sí, ¡no te lleves las cosas de otras personas por la fuerza!” – dijo nervioso el hermano mayor a su lado, mientras asentía. “¿Qué quieres decir con quitarle las cosas a otras personas? ¿Soy ese tipo de persona?” – preguntó Ratoncito con una sonrisa. – “No te preocupes, ¡lo compré con mi salario!” El hermano mayor parecía confundido. “¿Salario? ¿Qué salario…?” Cuando trabajaban para el antiguo alcalde, nunca recibían ningún tipo de salario, a lo sumo les daban algo para comer. En ocasiones trabajaban hasta las cuatro de la tarde, un poco antes de la hora de cenar, así que les arrojaban una raíz shofar en las manos y se iban. “Estoy trabajando para esos abrigos azules, no solo me dieron un lugar donde vivir y comida, sino que también recibo una moneda de plata todos los días, que puedo intercambiar por cosas de su almacén. Esta sal la intercambié por esas monedas. ¡Es mucho mejor que la de la tienda de esta ciudad!” – dijo Ratoncito con una sonrisa. En ese momento agarró la mano de su hermano mayor. – “Hermano, ¿por qué no vienes tú también? ¡Creo que todavía están reclutando gente! Las monedas de plata no solo se pueden cambiar por sal, sino también por comida. ¡Y es mucho mejor que las raíces shofar! De todos modos, es complicado atrapar presas en invierno. ¿Por qué no me ayudas a hacer ladrillos para ellos? No es un trabajo agotador y se está caliente. ¡Es mucho más cómodo que tumbarse en mitad de la nieve esperando una presa!” Los ojos del hermano de Ratoncito se abrieron como platos. “¿Es realmente tan bueno como dices?” Ratoncito asintió vigorosamente. “¡Por supuesto! ¿Para qué iba a mentirte?” “Lo pensaré… Por cierto… ¿vas a volver a casa? ¿O seguirás a esa gente?” – murmuró el hermano mayor mientras se tocaba la nuca. “Planeo trabajar hasta la próxima primavera. No tenemos suficiente comida en casa, ¡así que no pasaré el invierno aquí!” “Lo siento…” – dijo el mayor mientras miraba al menor, con cierto pesar. Al escuchar esta frase, Ratoncito no pudo evitar reírse. “Oye, ¡nada de sentirlo! Hermano, no sabes lo buena que es la vida allí, siento que estoy a punto de subir de peso. Olvídalo, ¡lo comprobarás la próxima vez que vengas!” Aunque se resistió a darse por vencido, todavía tenía una tarea entre manos. Después de despedirse de su familia, Ratoncito salió y continuó hasta la siguiente casa. Por otro lado, también estaba la familia Yu. Viendo como su segundo hermano había regresado del exterior, Yu Xiong, que estaba vigilando la casa con un hacha en la mano y una expresión de miedo en su rostro, tiró de él nervioso. “¿Qué pasa en el exterior? ¿Quiénes son esas personas?” – preguntó. “Hermano, no te preocupes. ¡Esa es la gente del hermano Chu!” – respondió Yu Hu con una sonrisa. “¿El hermano Chu?” – Yu Xiong se sorprendió cuando escuchó que él era su salvador, pero ya no estaba nervioso. Dejó caer el hacha que tenía entre las manos y miró a su hermano. – ¿Por qué están aquí?” “¡Es por nuestro alcalde!” Habiendo dicho eso, Yu Hu pensó en la carta, y cuando lo hizo, no pudo evitar enojarse e inconscientemente empezó a decir las palabras que había aprendido de Chu Guang. “¡Esa vieja sanguijuela se confabuló con los depredadores en secreto! ¡Realmente despreciable! ¡Bah!” Todos los supervivientes del páramo odiaban profundamente a los depredadores, e incluso más de lo que odiaban a los mutados. Yu Xiong puso una expresión de sorpresa en su rostro. No entendía lo que estaba pasando y no podía entender cómo el alcalde se involucró con los depredadores. “Me siento aliviado de que sean ellos.” – dijo su padre con un suspiro de alivio. – “Mientras no sean miembros del Clan Mano Sangrienta, ¡todo será fácil!” Al ver a su padre, Yu Hu de repente recordó algo. “Ah, por cierto, papá, ¡olvidé decirte que el Clan Mano Sangrienta ya no nos acosará!” “¿Ya no nos acosarán más?” – preguntó el anciano mientras miraba a su hijo con una sonrisa. – “Je, je. ¿Qué invierno no vinieron? ¿Crees que dejarán de venir porque lo digas tú?” “No es porque yo lo diga.” – respondió Yu Hu con una expresión simple y honesta, antes de continuar con un tono cargado de orgullo. – “¡El campamento del Clan Mano Sangrienta ha sido arrasado por Chu Guang! ¡Esas personas nunca volverán!”


JDR - Capítulo 123

Capítulo 123
Guerra de castigo.
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

“Vamos, ¡siguiente!” “¿Vamos a la guerra otra vez? Genial, ¡ya ha pasado mucho tiempo desde la última pelea!” “¡Ah! ¿Por qué solo necesitas 50 personas? ¿Cómo fueron todos tan rápidos?” “Si dudas… ¡Te lo pierdes!” “¿Puedes ir si no recibes la misión? No tengo un duro, ¡pero quiero ir a ver la trama!” “¡El que quiera un lanzacohetes Goblin que avance! Gran venta a pérdidas, ¡solo 5 monedas de plata por unidad! Si no puedes comprarlo te arrepentirás, ¡no te lo pierdas!” “Dame uno, ¡te lo pagaré luego!” “¡Largo de aquí!” En la entrada occidental del puesto de avanzada. Un gran grupo de jugadores corrió hacia el claro que había frente a la trinchera cargando todas sus armas y municiones. El ambiente animado no indicaba que estuviera a punto de comenzar una guerra, sino que más bien estaban celebrando un festival. Especialmente cierto jugador de mala reputación, lo primero que hizo fue ir hacia el almacén, alquilar un carromato y cargarle un cañón, su soporte y un montón de proyectiles. Incluso contrató un principiante de tipo fuerza para que le ayudase a tirar del carromato. “¡Jefe! Esto… ¿Podré disparar el cañón?” Mosquito se alegró instantáneamente cuando escuchó sus palabras y, poniendo una sonrisa tonta, le dio una palmada en el hombro. “¡Claro! ¡Hermano! Cuando escuches mi orden, ¡le prendes fuego a la mecha!” “¡Entendido!” Cualquiera podía ver que algo grande iba a pasar. Los nómadas que regresaban de ir a buscar agua al lago se miraron sorprendidos y comenzaron a susurrar entre ellos. “¿Qué van a hacer?” “¿Hay una guerra?” “¡Todos tienen armas en la mano!” “¿Contra quién van a luchar? ¿Depredadores? ¿Mutantes?” Llevando dos cubos de plástico repletos de agua, las hermanas Hierba de Otoño y Hojas de Otoño miraron con curiosidad como el administrador salía por la puerta occidental. Sus ojos se posaron de inmediato en su espalda: en el impresionante martillo. “Tan grande…” “¿Ese martillo no debe pesar varias decenas de kilogramos?” “La armadura también parece pesada… ¿Está hecha de acero?” “¡Ni siquiera parece cansado!” “No te quedes mirando a la gente, es de mala educación.” “Vale, está bien… ¡Espera! ¿Por qué solo se lo dices a Hojas de Otoño? ¿La hermana mayor no ha estado claramente mirando también?” “No, no puedes ser descortés.” – Repitió de nuevo Hierba de Otoño con la cara sonrojada. Cada vez más nómadas se sentían atraídos por ese alboroto y, manteniendo decenas de metros de distancia, observaron con curiosidad a los soldados que se estaban reuniendo frente a las trincheras. ‘¿Van a la guerra?’ ‘En la guerra muere gente.’ ‘¿Por qué los rostros de esas personas están tan emocionados?’ ‘Por sus expresiones parece que no le temen a nada.’ Muchos nómadas no pudieron evitar sentir asombro en su interior. ¡La moral de esos abrigos azules era incluso más impresionante que las armas que tenían en las manos! Y justo cuando los miembros de la tribu comenzaban a discutir en voz alta, el patriarca Wu Hacha de Hierro salió de la multitud con varios cazadores portando arcos, flechas y jabalinas. Y se movió directamente hacia el Administrador. “Mi Señor, la gente que está detrás de mí es la élite de nuestro clan. Con que asienta con su cabeza, ¡seremos las lanzas más afiladas en sus manos!” – Dijo Wu Hacha de Hierro, juntando los puños como muestra de respeto. Chu Guang lo miró, queriendo rechazar cortésmente su amabilidad. Pero en este momento, su corazón se aceleró y cambió ligeramente las palabras que iban a salir de su boca. “Sígueme por ahora.” – respondió, mientras asentía. “¡Sí! Mi Señor.” Después de indicarle a Yu Hu, Wu Hacha de Hierro y a los demás que esperaran, Chu Guang se acercó a los jugadores y, bajo la anticipación de innumerables pares de ojos, pronunció las líneas en las que había estado pensando durante diez minutos. “Durante mucho tiempo, la gente de la Calle Bett ha soportado la opresión de su Alcalde. Bajo su gobierno, pasaron hambre, se empobrecieron y lucharon desesperadamente por sobrevivir. Y todo el dinero que recaudó mediante su tiranía fue a parar a sus bolsillos. Y únicamente para satisfacer sus propios deseos egoístas. Solo por eso, sus crímenes ya eran innumerables, pero ahora, no solo planea atacarnos, sino que también ha superado el límite de nuestra tolerancia.” – Dijo con tono solemne. – “Se ha confabulado en secreto con nuestro mortal enemigo, el Clan Mano Sangrienta. ¡E incluso los instigó a lanzar una invasión contra nosotros! Sabemos que la justicia puede llegar tarde, pero nunca falla. Ahora es el momento de hacerle saber a esa vieja y codiciosa sanguijuela lo que sucede cuando se nos provoca. Todos, ¡seguidme al campo de batalla! En el claro abierto frente a las trincheras, el rugido cargado de emoción era ensordecedor. “¡Liberad la Calle Bett!” “¡Venganza por Xiaoyu!” “¡A por ellos!”
* * *
En la Calle Bett. En el castillo central se abrió la puerta de la sala del estudio que había en el último piso, un guardia equipado con un abrigo de piel de ciervo entró corriendo, y caminó a través de una larga fila de estanterías hasta el alcalde.” “¡Mi Señor! ¡Hay mucha gente que viene del Norte hacia nosotros! ¡Son más de cincuenta!” “¿Cuántos?” La expresión del alcalde cambió repentinamente. Inmediatamente se levantó, agarró la puerta y salió corriendo del estudio. Caminó rápidamente por el pasillo, rodeó el patio y subió a la cima de la torre más alta del castillo. El viento del norte azotaba con fuerza. Había salido de la habitación antes de que tuviera tiempo de ponerse un abrigo y estaba temblando a pesar de toda su grasa. Pero independientemente del frío, agarró los prismáticos que colgaban a un lado y miró hacia el norte. Pudo ver a un grupo de personas vestidas con abrigos de piel, con armas largas y cortas en las manos. Parecía como si un equipo de depredadores estuviera marchando agresivamente en dirección a la Calle Bett. En ese día frío, en el que soplaba el viento del norte, una gota de sudor brotó de la frente del anciano alcalde del asentamiento. Volviendo bruscamente la cabeza hacia atrás, agarró al guardia que lo había perseguido hasta la cima de la torre. “Rápido, llama a todos los guardias. ¡Tomad las armas e id a la puerta norte!” – Gritó con fuerza, arrojando perdigones de saliva por todo el lugar. – “Además, ¡envía a alguien a buscar a Charlie y pídele que movilice a todos los cazadores de la Calle Bett! ¡Todos los hombres mayores de 14 años deben reunirse en la puerta de la armería!” “¡Voy ahora mismo!” El guardia asintió, una y otra vez, mientras sus piernas no dejaban de temblar por los gritos. “Sí, ¡Sí!” El sonido de la campana del castillo rompió la tranquilidad de la Calle Bett. Lo supervivientes que se encontraban en la calle no sabían lo que estaba pasando y pensando que los depredadores se acercaban, corrieron hacia sus casas, empacaron sus pertenencias y se prepararon para huir, probocando el caos, presas del pánico. Al escuchar el rápido repique de la campana, el viejo Charlie no se asustó y se limitó a exhalar un suspiro de alivio, mientras un gran peso desaparecía en su interior. Si algo estúpido está destinado a suceder, lo único que podías hacer es adelantarlo. Por ejemplo, cuando el alcalde de un asentamiento repleta de ineptos enciende un polvorín, lo mejor que se puede hacer es limitar el número de desgraciados involucrados antes de que se le ocurra algo aún más escandaloso. No sería extraño que pronto apareciese alguien buscándolo, pidiéndole que movilizase a los cazadores de la Calle Bett, los llevase hacia la pared y luchase contra esos abrigos azules hasta el final. Después de cerrar la cortina de la puerta de la tienda de comestibles, el anciano agarró su bastón y se escondió entre la multitud aterrorizada. Al mismo tiempo, se abrió la puerta de la armería en un lateral del castillo. Los guardias con abrigos de piel de ciervo agarraron los rifles con cañón de hierro y las municiones, y luego rápidamente corrieron hacia la puerta norte, custodiando la parte de atrás de las barricadas. Sin embargo, la pared creada con chatarra y restos de hormigón no les daba mucha sensación de seguridad. A excepción de unos pocos veteranos con rostros arrugados, muchos de los guardias más jóvenes tenías expresiones de pánico y aprensión en sus rostros. Un sudor nervioso brotaba de las manos que sostenían las armas. Una gran fuerza como el Clan Mano Sangrienta no vendría después de cobrar la tarifa de protección. Por lo general, sus oponentes eran todos mutados, y lo más peligroso que solían encontrar eran osos pardos mutados. Solo en casos muy raros se encontrarían con depredadores despiadados que los vendrían a extorsionar. Además, la capacidad de combate de los soldados jóvenes tampoco era la mejor, ya que los más pobres ni siquiera tenían un arma y ni siquiera eran tan buenos como los cazadores del pueblo. ¡Esta es la primera vez que muchos guardias jóvenes se encontraban con una situación como esta! Mirando a los guardias que lo rodeaban, el viejo Walter puso una expresión de solemnidad mientras sostenía su escopeta. Incluyéndolo a él, solo había once personas en total. La mitad eran parte de la guardia de la casa del alcalde, y las balas disparadas por todos juntos en un año podían no sumar más de treinta. “¿Dónde está la gente? ¿Eso es todo? ¿Dónde están los cazadores del asentamiento? ¡Dadles armas y dejad que se dispersen por los edificios del exterior!” – Maldijo enojado el capitán de la guardia a sus subordinados. “El viejo Charlie fue a equiparse… Debería llegar pronto.” – Dijo temblando un joven guardia sosteniendo un arma. “Es demasiado tarde.” – Dijo el viejo Walter mirando hacia el exterior de las barricadas. – “Esa gente ya está aquí.” Las calles estaban cubiertas de nieve. El grupo de soldados vestidos con abrigos de piel y portando rifles largos y cortos, liderados por un hombre con una armadura pesada, aparecieron al final de la calle y se cubrieron con lo que pudieron encontrar por los alrededores. Los dos bandos se encontraban separados por doscientos metros, ¡preparados para el combate! Sin embargo, nadie se movió, solo se miraron nerviosos. En ese momento, las cejas de Walter se encogieron repentinamente, cuando un cañón de color negro azabache apareció por una esquina, en el lado opuesto de la calle. ‘¿Tienen cañones?’ El cañón era aproximadamente tan largo como una pierna y probablemente estaba hecho de acero fundido. Sus bordes eran bastante gruesos y la boca negra exudaba una luz fría y penetrante. Aunque pareciera sencillo, nadie se atrevería a subestimar su poder. El capitán de la guardia tragó saliva y finalmente fue incapaz de contenerse. “¿Quiénes son? ¿Qué estáis haciendo aquí?” – Gritó hacia el exterior. ‘Uh… ¿Todavía necesita hacer esa estúpida pregunta?’ Walter se quejó en su interior, mientras recargaba la escopeta que tenía entre las manos en silencio. Luego, apuntó hacia el exterior. Sin embargo, en ese momento, sus pupilas se encogieron repentinamente. Un hombre que portaba un abrigo de piel levantó las manos para indicar que no portaba armas y, tras levantarse de detrás de su protección, salió al exterior. El viejo Walter entrecerró los ojos. Después de estar de guardia ante la puerta durante décadas, reconocía casi todos los rostros de la calle. Y al parecer no fue él solo quien reconoció la identidad del hombre, sino también algunos de los guardias más jóvenes. Y comenzaron a susurrar entre ellos. “¿Ratoncito?” “Parece… ¡Es realmente él!” “Ah… ¿No está muerto? Su familia le hizo un funeral.” “¡Lo recuerdo! Sucedió el mes pasado. Parece que cuando se fue al norte a cazar ciervos, se encontró con la gente del Clan Mano Sangrienta… El segundo hijo de la familia Yang también fue capturado.” “¿Cachorrito?” “Sí, sí… ¡Ese tipo!” Mientras los guardias discutían, Ratoncito caminó diez o veinte pasos hacia adelante, antes de detenerse. “Amigos, ¡soy Ratoncito! ¡Estoy aquí para ayudaros!” – Gritó en voz alta. “¿Ayudarnos?” – El capitán de la guardia se burló desde detrás de las protecciones de la puerta, antes de gritarle a Ratoncito, que seguía quieto sobre la nieve. – “¿Es así como piensas ayudarnos?” Ratoncito instintivamente sintió miedo cuando lo vio, pero cuando pensó en las decenas de soldados que lo apoyaban a sus espaldas y en lo que el Administrador le había dicho antes, las llamas se reavivaron en sus ojos y su cintura que acababa de doblarse ligeramente, se enderezó de nuevo. “Hace un mes, el segundo hijo de la familia Yang y yo fuimos a cazar ciervos al norte. Desafortunadamente, fuimos capturados por los depredadores del Clan Mano Sangrienta y arrojados en una mazmorra. Justo cuando pensaba que iba a morir, nuestros vecinos… Esas personas que están detrás de mí, me rescataron de los depredadores.” – Dijo en voz alta, mientras miraba a sus compatriotas detrás de las protecciones. Empezó una conmoción entre los guardias, con sus rostros marcados por la sorpresa. ¿Salvados de las mazmorras de los depredadores? ¿Significaba esto que el Clan Mano Sangrienta había sido eliminado por ellos? “No solo me dieron comida, ropa y materiales con los que poder calentarme, sino que también me proporcionaron trabajo y refugio para protegerme del hambre y el frío. No solo me acogieron, sino que también aceptaron al resto de cautivos que estaban a mi lado. No hay mucho más que decir. Es decir, solo quiero que sepáis que no son nuestros enemigos…” – Continuó Ratoncito, sin detenerse. “¡Absurdo!” – gritó el capitán de la guardia. – “¡Maldito cachorro bastardo! Solo porque unos forasteros te arrojaron dos huesos, mueves la cola y les suplicas piedad. ¡No eres más que un perrito faldero que apunta sus colmillos a sus compatriotas! ¿Dónde está tu lealtad?” Al oír sus palabras, Ratoncito se enojó. “¿Lealtad? ¿Cómo te atreves a hablar de lealtad? Contéstame, ¿quién es el bastardo? Buscamos basura, cazamos e intercambiamos nuestras vidas por despojos, pero ¿qué conseguimos? Le rendimos homenaje todos los años, soportamos su explotación, usamos el dinero que ganamos para comprar su basura, ¡y encima esos depredadores del exterior siempre acechan en busca de nuestras cabezas!” – Rugió. – “Dime, ¿dónde estaba cuando los depredadores me arrojaron a un calabozo? Nunca ha protegido a nadie, solo tiene ojos para sí mismo. Y cuando lo necesitamos… ¡Ni siquiera sale de su castillo! Desde el principio, ¡el vampiro que acecha en el castillo es igual que el Clan Mano Sangrienta! Utiliza los frutos de nuestro trabajo para honrar a esos depredadores, ¡e incluso ayuda a esos villanos a chupar nuestra carne y beber nuestra sangre! ¿Crees que estoy bromeando? Ayer mismo, ¡ese desgraciado escribió una carta para enviársela al Clan Mano Sangrienta en un intento de alentar a esos matones a saquear a nuestros vecinos!” Dicho esto, Ratoncito sacó una carta y la levantó en alto. “¿Quieres que te la lea?” Al escuchar esas palabras, Walter abrió mucho los ojos. Los jóvenes guardias que estaban a su lado también tenían expresiones de sorpresa. ‘¿El alcalde y el Clan Mano Sangrienta están aliados? No puede ser…’ Al mirar los ojos temblorosos de los guardias que lo rodeaban, la frente del capitán de la guardia se empapó de sudor. Su primera reacción fue que esas palabras tan bien hilvanadas no podían provenir de ese paleto que ni siquiera sabía hablar. ¡Alguien debía habérselas enseñado! Si ese tipo se le permitía seguir hablando, temía que esta batalla se perdería sin siquiera tener que luchar. Como descendiente directo de la familia del Alcalde, tenía sus propios intereses. Para bien o para mal, se determinó que su posición era la de capitán de la guardia y debía estar del lado del Alcalde. Es más, en realidad la situación no era tan mala. Aunque había decenas de personas en el lado opuesto, había centenares de supervivientes en la Calle Bett. Y ahora que se había abierto la armería, mientras el viejo Charlie movilizase al resto de supervivientes de la ciudad, ¡era posible que no perdieran esta pelea! Viendo como Ratoncito ya había comenzado a leer la carta, tomó una rápida decisión. “¡Fuego!” – Gritó el capitán de la guardia en voz alta. Sin embargo, no se escucharon disparos, ni nadie respondió a sus órdenes. Al escuchar el contenido casi halagador y petulante de la carta, no solo esos jóvenes guardias, sino incluso el viejo Walter se quedaron en silencio, mirando la escopeta que tenían entre las manos durante mucho tiempo, en silencio. El capitán de la guardia apretó los dientes, con los ojos repletos de ira. Negándose a esperar, agarró el rifle que tenía entre las manos, apuntó al campesino que fingía leer una carta a ciento cincuenta metros de distancia y apretó el gatillo. ¡Bang…! La primera bala pasó volando sobre la cara de Ratoncito, golpeando un montón de nieve que tenía detrás. Estaba tan asustado, que inmediatamente se arrojó hacia un lado y se escondió detrás de los restos de un vehículo enterrado por la intensa nevada. La expresión del viejo Walter cambió, mientras miraba con horror como el capitán de la guardia tiraba del cerrojo para seguir disparando. “¿Estás loco?” El capitán de la guardia le lanzó una mirada cruel y luego miró como los guardias se acurrucaban detrás de las protecciones. “¿Por qué estás escuchando a los depredadores? ¡Atacad si no queréis morir!” Al otro lado de la calle, al ver como las marcas de las balas no caían muy lejos, los jugadores no solo no entraron en pánico, sino que comenzaron a gritar emocionados. “¡Jefe! ¡El otro lado está disparando!” “Dejad de hablad, ¡a por ellos!” “¡Daos prisa!” Aunque era algo diferente al plan original, el bando oponente ya había abierto fuego. Sin dudarlo, Chu Guang miró a Mosquito y agitó su mano derecha hacia adelante. Era lo que había estado esperando. “¡Adelante!” “¡Bien!” – Después de recibir la orden de disparar, Mosquito miró a su principiante, colocado junto al arma, antes de gritar con entusiasmo a todo pulmón. – “¡Dispara!” Ya había calculado el ángulo del disparo, por lo que se tapó los oídos mientras el principiante encendía la mecha que sobresalía de la parte de atrás del cañón de hierro de inmediato. ¡Booooom! Las llamas y el humo blanco se esparcieron cuando un proyectil salió disparado con un estruendo. Dibujando una parábola en el aire, golpeó la puerta norte de la Calle Bett. ¡Craaaaaaack! Acompañada por una espesa humareda, ¡la explosión reventó la puerta de madera como si hubiera sido alcanzada por un rayo! El capitán de la guardia que estaba sobre la empalizada disparando, se asustó de repente y se escondió detrás de las protecciones del asentamiento. En ese momento, los silbidos resonaron desde el otro lado de la calle, seguido del impactante grito de la muerte, como si una ola se estuviera precipitando hacia las posiciones defensivas. “¡Fuego! ¡Disparad!” – Rugió a los guardias que le rodeaban, ordenándoles que contraatacaran, pero nadie le prestó atención. Su baja moral quedó destrozada por el estallido del cañón. Y al escuchar los silbidos de las balas por el aire y los gritos de los asaltantes, ni siquiera eran capaces de asomar la cabeza para disparar. Ya se les podía considerar a todos unos valientes si no salían corriendo, abandonando las defensas. Al ver que los otros guardias estaban aterrorizados, el viejo Walter no pudo evitar pensar en lo que sucedió hace mucho tiempo. Cuando era joven, la Calle Bett había sido saqueada por los depredadores del Clan Mano Sangrienta. En ese momento había 12 personas de guardia y fueron masacrados por 11 asaltantes. Solo dos consiguieron sobrevivir. ¿Y que si movilizaban a todos los cazadores de la ciudad? Esas personas eran lo suficientemente despiadadas como para haber arrasado la fortaleza del Clan Mano Sangrienta. Si ahora querían acabar con ellos, probablemente solo tenían que cargar. Además… El viejo Walter acababa de reconocer al hombre que ordenó el ataque. Era la chaqueta azul que había estado una temporada en la Calle Bett, y que luego desapareció. Si esas personas salieron de un refugio, no deberían tratar mal a las personas como ellos. “Ríndete… Los refuerzos aún no han llegado, así que probablemente no vendrán. Solo somos nosotros, así que no podemos ser sus oponentes.” El viejo Walter arrojó el arma que tenía en las manos. “¿Por qué molestarse?” – Añadió, mirando como el capitán de la guardia giraba su arma para apuntarle. – “Ahora que ninguno de los dos bandos tiene bajas, es posible que no traten mal a sus prisioneros de guerra.” “No me presiones.” – Contestó el capitán, pálido y con los dedos temblorosos. El viejo Walter extendió la mano y agarró el cañón del arma sin moverse, mientras lo miraba fijamente. “Si tienes que disparar, dispara. Hoy morirá mucha gente y no es malo estar por delante.” Al ver que la expresión del capitán cambiaba de feroz a rígida, y luego a desesperada, el viejo Walter exhaló un suspiro de alivio y lentamente le quitó el rifle de sus manos temblorosas. “Gracias por darnos a todos la oportunidad de vivir.” El rostro pálido del capitán esbozó… Una débil sonrisa. “Esperanza…”



domingo, 15 de octubre de 2023

Volumen 51 Capítulo 4 - Parte 2

Volumen 51 Capítulo 4 - Parte 2
La lucha del orco Karichwi
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

“Tsk, tsk.” En ese momento, una innumerable cantidad de jugadores estaba centrando su atención en el combate entre Weed y Ultar. Yoo Byung Jun también estaba observando la batalla a través del monitor de Weed, ya que era uno de los contendientes que podía unificar Royal Road y heredar todo su legado. “Ultar. ¿Quién diablos es ese tipo?”

Es el jugador que ocupa actualmente el puesto número 77 en términos de nivel. El 124 en poder de combate.
La respuesta de la Inteligencia Artificial era muy diferente de la conocida por el público. Se sabía que el nivel de UItar se encontraba alrededor del puesto 23 de todo el juego, pero esa clasificación no incluía a los jugadores que no habían hecho público sus perfiles. A pesar de que el gremio Hermes monopolizaba las mejores zonas de caza y las misiones en el continente central, había muchos otros jugadores viviendo en rincones oscuros de esta tierra. Muchos llevaban cazando mucho tiempo en mazmorras desconocidas, mientras que otros permanecían en secreto en las zonas prohibidas. Los Jugadores Oscuros que ganaban dinero a través de Royal Road tenían cuentas ocultas y solo cooperaban entre ellos en privado. Crecían intercambiando mercancías e información en el mercado negro. Dado que Royal Road era su trabajo, mantenían una vida secreta y evitaban la mirada del gremio Hermes. En el Norte, Este y Oeste, los jugadores habían ido creciendo en la clandestinidad y mejorando sus habilidades diligentemente a pesar de las dificultades. Fue en parte debido al temible poder de estos jugadores que el gobierno del Imperio de Haven se vio sacudido a pesar de que parecía ser poderoso desde fuera. Yoo Byung Jun se irritó cuando vio a Ultar sosteniendo una espada larga y una ballesta, cargado de confianza. “¿Ese tipo realmente cree que va a ganar?”

Por su mirada, expresión y tono de voz, se estima que está convencido en un 98,4% de su victoria.
“Un mocoso ignorante.” No pudo contener un suspiro al ver toda la situación. Como Yoo Byung Jun había estado siguiendo de cerca las aventuras de Weed durante mucho tiempo, conocía mejor sus más oscuros secretos que los compañeros que lo rodeaban, como Pale. “Nada más empezar usó la [Transformación Escultural]… Y eligió nada menos que al orco Karichwi…” Sabía que uno debía estar preparado para sospechar de cualquier movimiento que hiciera Weed. Podría haber optado por transformarse en un orco popular para excitar a la multitud, pero era mucho más probable que lo hubiera hecho por los acuerdos publicitarios que había hecho recientemente con este personaje y varias cadenas alimenticias. ¡Anuncios de fideos, pizza y pollo asados! Weed firmó contratos con tres franquicias diferentes al mismo tiempo. Los anuncios mostraban a Karichwi comiendo con deleite dicho alimento y recibiría incentivos en función del aumento de ventas tras el anuncio. Como la grabación de esas campañas publicitarias tenía que realizarse en Royal Road, el mismo cocinaba la comida, lo que hizo que todos los anunciantes pensasen que les había tocado el premio gordo cuando vieron con que entusiasmo se comía los alimentos. ‘Weed no es el tipo de persona que desperdiciaría una oportunidad como esta.’ Sin embargo, si pensabas que se había transformado en el orco Karichwi únicamente por los anuncios era que no conocías demasiado bien a Weed. ‘Este astuto bastardo siempre apunta al MENOS a golpear dos pájaros de un tiro, puede que más.’ Aunque no estaba del todo seguro, aún podía hacerse una idea de cuáles eran las verdaderas intenciones de Weed. Cuando una persona cambia temporalmente su raza a algo óptimo para el combate físico como un orco, sus estadísticas también cambian en consecuencia. Las diversas estadísticas acumuladas a través de sus diferentes profesiones se reorganizarían en torno a la [Fuerza] y a la [Agilidad]. Además, Weed era plenamente consciente del nuevo tamaño, centro de masas y características de su nueva raza… Y sabía perfectamente como aprovecharlas. ‘No se debe despreciar a los orcos. Y menos a él, que se encuentra en un nivel completamente diferente al de resto de orcos con los que haya podido enfrentarse hasta ahora.’ Y este no era el final de los trucos ocultos de Weed. ¡Tras recorrer el Camino del Guerrero había recibido varias bendiciones del Dios de la Lucha y eso solo era la punta del iceberg! ‘La insignia de un guerrero’, ‘Guerrero inquebrantable’, ‘Físico incomparable’ u ‘Hoja perforadora’. La eficacia de las bendiciones dadas directamente por el Dios de la Lucha no se podía comparar a las que podía dar un sacerdote. Y los Guantes del Portal que había obtenido como recompensa por completar la misión en la Guerra de Palrangka también eran algo decisivo. Podía pasar de un lugar a otro en un abrir y cerrar de ojos, a la vez que sus ataques sobrepasarían los límites del espacio para golpear a su oponente desde direcciones completamente inesperadas. Por supuesto, era un estilo de combate bastante complicado de dominar y Weed aún no había tenido la oportunidad de practicarlo, pero sería imprudente no tener en cuenta su capacidad para adaptarse a cualquier entorno que podía competir con el de una cucaracha. ‘Estoy seguro de que le dará un buen uso. Es lo más probable.’ Por otro lado, Ultar se había apegado obstinadamente al uso de una espada y una ballesta y eso hacía que su estilo de lucha fuera bastante predecible. Era completamente frustrante. ‘Puede ser eficaz para poner de los nervios a su oponente, pero no hay manera de que algo como eso funcione contra alguien como Weed.’ Ultar llevaba la Armadura de la Tierra que había pedido prestada, pero sería una suposición demasiado simple pensar que con tan solo recibir menos daño de los golpes de su oponente le permitirían alzarse con la victoria. ‘Y seguro que eso no es todo lo que tiene bajo la manga.’ La habilidad [Invocar no-muertos] de Weed se encontraba actualmente en el nivel Intermedio ‒ 8. Si bien era poco probable que utilizase cosas como un Caballero de la Condenación en medio de un desafío, había otras habilidades que podría utilizar. Por ejemplo: [Mano acosadora]. Era una de las habilidades de Nigromante cuyo nombre más le gustaba a Weed, y podía aprenderse cuando la habilidad [Invocar no-muertos] alcanzaba el nivel Intermedio ‒ 8. ¡Una habilidad que robaba parte de la [Salud] y el [Aguante] del oponente cada vez que se realizaba un ataque o defensa con éxito! Era uno de los hechizos registrados en el Grimorio Manuscrito de BarKhan y, naturalmente, Weed ya lo había estudiado. Aunque no había pasado mucho tiempo desde que aprendió por primera vez el hechizo, incluso una habilidad de nivel Principiante ‒ 1 era mejor que nada. La ventaja que podía obtener absorbiendo constantemente la salud de su oponente en un duelo era enorme. “Weed tiene tantos trucos diferentes escondidos… Y ese idiota solo se muestra confiado porque tiene una ballesta y una armadura decente.” Yoo Byung Jun quería ver a Weed pasando por momentos difíciles, pero parecía que eso sería demasiado pedir. ¡Ultar no era más que un personaje secundario que haría que Weed brillase con más fuerza! “El verdadero problema será [Invocar meteoritos] y la Enfermedad de Alkin.” Las posibilidades de victoria para el gremio Hermes en esta batalla parecían extremadamente elevadas. Hasta 20 legiones diferentes estaban atacando a gran velocidad para masacrar a todos los jugadores que se hubieran puesto del lado del Reino de Arpen. No importa lo que intentasen para detener al Ejército Imperial, el tiempo se encontraba del lado del gremio Hermes. “Cuando los meteoritos vuelvan a caer habrá otra matanza a gran escala. Weed podría evitar el impacto, pero muchos de los jugadores que le siguen morirán.” Cuantos más jugadores de alto nivel se reunieran en un solo lugar, más posibilidades tendría el gremio Hermes de eliminarlos todos al mismo tiempo. “Una plaga… Todos morirán si no detienen la Enfermedad de Alkin. Al final, eso conducirá a la derrota del Reino de Arpen en esta batalla.” – dijo Yoo Byung Jun antes de hacerle una pregunta a Versalles. – “¿Qué es exactamente la Enfermedad de Alkin?”

Es una plaga creada combinando técnicas de alquimia y maldiciones.
Estuvo sellada bajo una roca roja durante 374 años desde su creación, hasta que fue descubierta por una expedición enviada por el gremio Hermes.
“¿Cuál es el riesgo?”

Extremo. La tasa de propagación es realmente elevada. Se estima que pasadas 35 horas, más del 86% de los jugadores reunidos en las Llanuras de Garnav estarán infectados.
La Enfermedad de Alkin era realmente horrible. Con la enfermedad propagándose por el campamento del Reino de Arpen se hacía realmente complicado evaluar adecuadamente los daños. “Entonces es prácticamente imposible detener la propagación de la infección.” Por fin, Yoo Byung Jun se convenció: ¡esta vez sería testigo del fracaso de Weed! Pensaba que Weed sería una mejor opción que Bard Ray como sucesor. Aun así, no estaría de más dejar que la gente lo viera fracasar al menos una vez, en lugar de tener siempre éxito en todo lo que se proponía. “Weed definitivamente perderá esta guerra. No importa qué tipo de trucos se le ocurran.” – murmuró Yoo Byung Jun para sí mismo. Sin embargo, la servicial IA se propuso resolver sus dudas.

¿Desea calcular la probabilidad de victoria para ambos bandos?
“No. No lo hagas.” Le quitaría toda la emoción a esta batalla. Sería como saber de antemano el final de una película que habías estado esperando durante mucho tiempo. Por ahora, lo único que le inquietaba era esa inexplicable sensación de que Weed encontraría algún modo de ganar una vez más, a pesar de todas las desventajas.
* * *
“¡Mátalo! ¡Mátalo! ¡Mátalo!” “¡El ‘Dios de la Guerra’ ganará!” “Ultar, demuéstrale el poder del gremio Hermes.” “¡Acaba con él de un solo golpe!” “¡Weed! ¡Weed! ¡Weed!” Los vítores y gritos salvajes de la multitud se podían escuchar por todas partes. Había más de cien veces más gente del lado de Weed, pero el apoyo de la multitud no era un factor importante en un duelo. ¡El orco Karichwi! ¡Ultar! Los dos giraron en círculo mientras se miraban intensamente el uno al otro. Ambos estaban haciendo cálculos meticulosos dentro de sus cabezas, decidiendo cómo debían comenzar la pelea. Zuuum Ultar fue el primero en atacar; abalanzándose hacia adelante mientras disparaba con su ballesta. Clinc Weed desvió la saeta con un ligero giro de la espada, pero pudo sentir el fuerte impacto causado por el proyectil. ‘Esa intensidad significa que la ballesta posee algunos efectos adicionales para agregar daño, penetración y retroceso.’ Las ballestas generalmente tenían debilidades como una velocidad de recarga lenta o la incapacidad de disparar de manera continuada. Sin embargo, la ballesta que sostenía Ultar podía disparar flechas de maná e incluso recargarse automáticamente. No solo no poseía ninguna de las debilidades comunes de las ballestas ordinarias, sino que era un arma que podía usarse libremente incluso desde una corta distancia. ‘Debe ser realmente cara.’ Ultar se acercó al enorme cuerpo de Karichwi por el lado derecho. Era una dirección que podría haber sido un punto ciego para el lento cuerpo de un orco y a juzgar por el hecho de como brillaba la espada, debía haber usado algún tipo de habilidad que aumentaba su poder de ataque. ‘No podrá evitarlo.’ Weed movió los brazos mientras comenzaba a correr en la misma dirección. En lugar de la guja que solían emplear los orcos, la Espada de la Justicia de Loa cortó el aire a pesar de que parecía tan delgada como un palillo. ¡Claaaaaaaanc! En el momento en que las espadas chocaron, Ultar sintió como si su muñeca se rompiera por el terrible impacto. Fue un intercambio entre dos espadas, pero parecía como si su brazo y su hombro estuviera a punto de salir disparados.

¡Has sufrido un golpe crítico!
La [Salud] ha disminuido en 3.487 puntos.
La Durabilidad de la espada disminuye en 1 punto.
Ultar nunca había visto disminuir la Durabilidad de su arma durante una pelea. Era algo que solo ocurría cuando había una brecha severa entre los niveles de los dos oponentes. ¡Un poder abrumador que iba mucho más allá de su imaginación! ‘No recuerdo que los orcos tuvieran una habilidad que les permita ejercer tanta fuerza.’ Como uno de los muchos trucos, Weed había convertido todos los puntos de la estadística de [Arte] en [Fuerza], usando la habilidad [Destrucción de Escultura]. La espada se blandió con una fuerza tremenda, potenciada por el cambio natural de peso y el movimiento de los hombros y la cintura. “¡Ja! ¡[Triple aplastamiento orco]!” Weed atacó, siendo lo suficientemente amable, como para gritar en voz alta el nombre de la habilidad. El ataque consistió en tres movimientos sucesivos cada vez a mayor velocidad y, con el último golpe, asestar un golpe impresionante capaz de aturdir al objetivo. “Maldita sea.” Ultar blandió rápidamente su espada mientras se retiraba y disparaba su ballesta. ¡Clanc! Solo logró salir fuera del alcance del arma de Weed después de desviar los dos primeros golpes. Estaba tan sorprendido por ese ataque inesperado que un escalofrío le recorrió la espalda. Weed extendió su mano izquierda cubierta de músculos que era tan buena como cualquier arma letal. Zup Movió los dedos hacia adentro, haciendo un gesto que invitaba a su oponente a atacar; su duelo apenas acababa de comenzar. Sin embargo, después de quedar impresionado por el primer intercambio de golpes, Ultar inmediatamente cambió su estrategia. ‘No tiene sentido luchar contra un orco ignorante con fuerza bruta. Ni siquiera intenté hacer eso en primer lugar. Ahora que ya he evaluado sus habilidades básicas, me centraré en usar mis técnicas en vez de mi fuerza.’ Al luchar contra un oponente con una fuerza tan abrumadora, tendría que usar la velocidad y habilidades más llamativas para asegurarse la victoria. A pesar de que estaba en un combate cuerpo a cuerpo, al igual que había hecho con otros jugadores, confundiría al enemigo y le dispararía cuando encontrase una oportunidad. Sus saetas de maná tenían efectos especiales que permitían paralizar, aturdir o envenenar al oponente y reducir así drásticamente su capacidad de combate con el más ligero roce. “¡[Invocar espada de Dalun Hana !” Una habilidad secreta de la espada… Ultar convocó una espada y la envió volando por el aire. De todas las habilidades de combate, ésta era una de las más útiles. “¡[Espada de niebla de sangre ]!” Aunque esta no era una habilidad secreta, le permitía atacar mientras estaba envuelto en una niebla a costa de consumir algo de [Vitalidad]. El cuerpo de Ultar quedó envuelto en una niebla sangrienta y desapareció. Normalmente, ¡la gente sentía miedo y pánico cuando no podía ver al enemigo! ¡Zum! ¡Zum! ¡Zum! Pero Weed esperó, haciendo girar la Espada de la Justicia de Loa en su mano como si fuera un juguete. ‘Puede que no se dé cuenta, pero nunca podré perder mientras adopte la forma del orco Karichwi.’ Si fuera el mismo de siempre, podría haber estado dispuesto a arriesgarse un poco y a sufrir alguna pérdida, pero considerando todas las ventas publicitarias y de muñecos del orco Karichwi, ¡la derrota no era siquiera una opción! ‘Debo derrotarlo de una manera abrumadora.’ Weed simplemente siguió esperando, tan tranquilo como siempre. Pasaron unos segundos de silencio, antes de que Ultar estuviera seguro de que su oponente había sido engañado por sus tácticas. “Toma esto. ¡Esta es el [Arte de la espada de Gelk]!” Desde la niebla sangrienta emergieron espadas etéreas volando hacia Weed, como si fueran imágenes residuales. Era una habilidad de espada que consumía una gran cantidad de maná, pero que permitía que el radio de ataque de su espada se incrementase hasta los 10 metros. ¡Ziiiiiiiium! La otra espada también voló hacia Weed como una flecha. “Chwiiiiiiiiiik.” Weed desvió primero la espada de Dalun Hana con la Espada de la Justicia de Loa que había estado moviendo en su mano como si fuera un juguete. ¡Clanc! Después de bloquear con un simple movimiento, esquivó el [Arte de la espada de Gelk] dando un paso a un lado mientras inclinaba la parte superior de su cuerpo hacia atrás en un movimiento fluido. ¡Zium! En ese instante, una saeta salió disparada de la ballesta de Ultar, volando casi tres veces más rápido que el último disparo. ‘Seguro que da en el blanco. Esta es mi oportunidad.’ Ultar esperaba que la saeta se hundiera directamente en el cuerpo de ese maldito orco. De hecho, volaba a tal velocidad que ni siquiera era visible a simple vista, haciendo que no hubiera ninguna posibilidad de evitarla o bloquearla. Pero entonces Weed dio otro gran paso hacia un lateral y desapareció silenciosamente. “¡……!” Ultar hizo lo que le estaban gritando su instinto y se lanzó hacia un lado. Aunque estaba escondido en la niebla de sangre de tres metros de radio tuvo una siniestra corazonada. ¡Baaaam! En el momento en que tocó el suelo, la Espada de la Justicia de Loa se movió en un balaceo violento en el lugar en el que se encontraba hacía una fracción de segundo. Si hubiera sido un poco más lento, la espada lo habría golpeado de lleno, pero gracias a su amplia experiencia pudo reaccionar rápidamente. “No está mal. ¡Chwiiiiik!” Weed continuó avanzando mientras blandía su espada. Era perfectamente consciente de la posición de Ultar a pesar de que estaba cubierto por la niebla de sangre. Solo quedaba el sonido de los pasos y una imagen borrosa cada vez que esquivaba la espada. Pero por sus movimientos parecía que estaba manejando la espada con la intención de guiar al oponente en una dirección, como si estuviera cazando un conejo y quisiera arrinconar a su presa. “¡Maldición…!” Ultar intentó mantenerse firme, esquivando y bloqueando.

Has bloqueado el arma de tu oponente.
La Durabilidad de la espada se ha reducido en 3 puntos debido a la fuerza abrumadora del enemigo.
Has sufrido daños colaterales.
La [Salud] ha disminuido en 3.492 puntos a pesar de bloquear el ataque.
Debido a los poderosos golpes, Ultar seguía perdiendo puntos de vida incluso cuando bloqueaba el ataque. Por un breve momento consideró sacar un escudo y deshacerse de su ballesta, pero su instinto le dijo que si hacía eso terminaría actuando a la defensiva para siempre. Aun así, la espada invocada con la habilidad secreta voló hacia la cabeza de Weed. ‘En un momento… Será tu turno de esquivar o bloquear.’ La espada de Dalun Hana estaba a punto de atravesarle la cabeza. ‘¿Ni siquiera se ha dado cuenta? ¡Ha bajado la guardia! En el momento en que le golpee podré realizar un contraataque.’ Sin embargo, justo cuando estaba a punto de ser golpeado por la espada el cuerpo de Weed desapareció y volvió a aparecer justo detrás de Ultar. ‘¡¿Qué demonios acaba de pasar?!’ Era como si no estuviera usando una habilidad, ya que el movimiento era directamente a través del espacio sin previo aviso. Dado que no sabía nada acerca de los Guantes de Portal que había conseguido de Batalli, no pudo evitar sentirse bastante desconcertado. Ultar confió en sus instintos y avanzó, pero Weed volvió a aparecer justo frente a él. ¡Ziuuuum! Weed levantó la Espada de la Justicia de Loa como si estuviera blandiendo un palo de golf, para luego estrellar la hoja contra el cuerpo de Ultar con todas sus fuerzas. “¡Aaargh!”

Has sufrido un golpe crítico
Un impacto terrible recorre todo tu cuerpo.
La [Salud] ha disminuido en 53.481 puntos.
La Armadura de la Tierra evita los efectos de estado negativos infligidos a tu cuerpo.
La [Salud] máxima ha disminuido un 6%.
La capacidad de tu cuerpo para recuperarse ha disminuido.
Ni siquiera tuvo el tiempo suficiente para leer toda la información que aparecían en las ventanas de mensaje. El cuerpo de Ultar se elevó en el aire a más de cuarenta metros de altura, formando una hermosa parábola. “¡Chwiiiiiiik!” Weed golpeó el suelo con fuerza y también se impulsó en el aire. La visión del enorme cuerpo de Karichwi lanzándose hacia arriba para perseguir a su presa daba una impresión tremendamente intimidante a quienes observaban la escena. Weed agarró con ambas manos la Espada de la Justicia de Loa mientras volaba por el cielo, como si estuviera agarrando un hacha. “N… ¡Noooo!” Ultar quedó completamente asustado por lo que estaba sucediendo ante sus ojos mientras daba vueltas frenéticamente en el aire. La postura del cuerpo de Karichwi era realmente aterradora. “Increíble.” “¡Ay!” La multitud que observaba el combate también sintió como comenzaban a sudarles las manos. Los miembros del gremio Hermes solo pudieron quedarse boquiabiertos, horrorizados. Fue tan solo un momento, menos de un segundo… ¿pero acaso podría haber una visión más aterradora que esa? “Perdóname esta vez…” Ultar comenzó a balbucear instintivamente por miedo. Pero podría haber tenido más éxito rogándole a un muro. La fría mirada de Weed ya había observado cada pieza de equipo y accesorios adheridos al cuerpo de Ultar. “Deja un bonito objeto cuando mueras.” “Qu… ¿Qué?” En manos del orco Karichwi, la Espada de la Justicia de Loa aplastó a Ultar de un solo golpe. ¡Baaaam! El impacto fue tan poderoso que un sonido espantoso resonó por toda la llanura.
* * *
Geomchi y Geomchi2 lideraban a los Guerreros del Desierto. “Je, je. Saqueo. ¡Saqueo!” “¡Vamos a arrasar con todo!” Los valerosos Guerreros del Desierto avanzaban montados en camellos con las cimitarras en la mano. Francamente, no eran el objetivo principal del gremio Hermes por lo que pudieron preservar la totalidad de sus fuerzas hasta ahora. “Maestro. Hemos llegado.” “Está bien, seguidnos.” Cuando Geomchi6 y el resto de aprendices se unieron a ellos, comenzaron a marchar hacia el Ejército Imperial más cercano. “¿A dónde fueron Geomchi3 y sus aprendices?” “Al parecer fue alcanzado por uno de los meteoritos mientras comía carne en una barbacoa.” “¿Murió?” “No. Dijo que solo le dolía un poco. Aunque me dijeron que todo su cuerpo estaba ardiendo.” “Suena como una experiencia divertida. Lástima no haber estado allí. Cuando era joven me gustaba mucho jugar con fuego y alcohol industrial.” “¿Has probado a apilar neumáticos y quemarlos? Jugar con fuego en un depósito de chatarra es muy divertido.” “Los recuerdos de la infancia siempre son tan hermosos…” La noticia de que Weed iba a luchar contra Ultar, el Comandante de la Undécima Legión, llegó hasta Geomchi, los Instructores y los aprendices. Decidieron ver el duelo usando las bolas de cristal que sacaron algunos jugadores. “Luce divertido.” “Luchando con el aspecto de un orco endurecido… Parece que el más joven sabe cómo hacer divertida una pelea.” “Sí. Ojalá también pudiéramos pelear con una apariencia tan hermosa.” Geomchi, los Instructores y los alumnos no estaban preocupados en lo más mínimo por Weed. Le habían enseñado innumerables técnicas de combate en el dojo y toda esa experiencia grabada en su cuerpo y en su mente le permitirían aprovechar al máximo todo su potencial en Royal Road. Sería inevitable perder cuando hubiera diferencias extremas entre niveles o habilidades. Sin embargo, cuando poseían un nivel similar, podría abrumar a sus oponentes con su perspicacia y habilidades de combate. Hasta el propio Geomchi reconoció que el manejo de las habilidades de Weed, su juicio en combate y su manera de atacar al enemigo aprovechándose de la psicología eran excelentes. Gracias a sus sólidos fundamentos, era bueno en el uso de medios no convencionales en combate, además de mostrar una excelente capacidad en combates cuerpo a cuerpo. “Dadles a todos una patata asada. Comamos algo mientras disfrutamos del espectáculo.” “Sí. Maestro. Aunque no estoy seguro de que nos dé tiempo a comerla.” Y entonces Weed y Ultar comenzaron el duelo. El público estaba expectante, sudando por la emoción, pero en poco tiempo Ultar los decepcionó. Tan pronto como comenzó el combate y Karichwi consiguió asestarle el primer golpe, Ultar comenzó a recibir una paliza, ¡hasta el punto que muchos comenzaron a sentir lástima por él! Un breve momento de descuido fue todo lo que hizo falta; Weed comenzó a golpearlo de múltiples maneras, sin descanso, haciendo que fuera incapaz de recuperarse. Si hubiera empleado habilidades poderosas y llamativas, habría perdido tiempo intentando activarla, pero prefirió atacarle de manera implacable sin darle tiempo a recuperar el aliento. Geomchi chasqueó la lengua. “Me esperaba esto… Pero se nota que el más joven no tiene mucha experiencia golpeando a la gente, está siendo bastante torpe.” Geomchi2 asintió con la cabeza. “Asestar múltiples golpes como esos simplemente lo hacen parecer excesivamente agresivo. Le vendría bien limpiar su estilo de movimientos innecesarios.” “De todas formas es agradable ver el espectáculo. Solíamos pelear así cuando éramos niños.” “Que buenos recuerdos.” “Hemos vivido una infancia maravillosa.” Mientras observaban el combate de Weed en silencio recordaron el glorioso pasado que ya solo permanecía en sus corazones como gratos recuerdos. “¡Weed está ganando!” “¡Hurra!” La multitud aplaudió ruidosamente al ver la abrumadora exhibición de Weed.
* * *
“Je, je, je, je. Ganó, tal y como esperaba.” – dijo el ‘Rey de los Bandidos’ Steiner. Después de haber estado activo en las regiones del Imperio de Haven, había llegado a las Llanuras de Garnav con muchos de sus secuaces. “Guau. Es asombroso.” “Tiene algunas habilidades aterradoras.” Todos los bandidos que observaban la pelea a través de bolas de cristal expresaron su admiración. Normalmente los jugadores podían elegir la profesión de Ladrón como uno de sus trabajos, pero el primero en descubrir la modalidad de Bandido fue Steiner. Con ella, tenías las montañas como la principal zona de operaciones, un poder de combate decente y una mínima penalización cuando saqueabas. ¡Era una mezcla de Guardabosques, Caballero y Ladrón! Lo que lo hacía especialmente atractivo es que también podías administrar y mejorar tu propia guarida de bandidos en la montaña como si fueras un Señor, y hacerla crecer tanto como quisieras. “Jefe, también deberíamos ir y conseguir un buen botín ahora que estamos aquí.” “Pienso lo mismo, jefe.” El grupo de bandidos liderados por Steiner estaba formado por luchadores altamente experimentados, después de resistir tenazmente los intentos de subyugación del ejército del Imperio de Haven. Además, al absorber a los soldados de los ejércitos derrotados en el Continente Central, se enorgullecían de contar con una fuerza formidable. “Parece que la Decimotercera Legión se encuentra cerca de nosotros.” “Está a unos 4,3 kilómetros de distancia. Llegaremos hasta allí en poco tiempo si vamos a caballo.” “¿Tan poco? Vamos a atacarlos.” Steiner y los bandidos intercambiaron una mirada emocionada. “Somos bandidos, así que saltémonos todas esas charlas sin sentido sobre el orden y la justicia del Continente de Versalles… Debemos abordar este asunto con un concepto mucho más simple y razonable: vamos a vaciarles los bolsillos porque son ricos.” “Me parece bien. Debemos actuar como lo hacen los bandidos.” “Adelante. ¡Vamos a por ellos!”
* * *
“¿Quién está peleando?” “Weed, el ‘Dios de la Guerra’, se está enfrentando a Ultar en duelo. No importa qué canal pongas, está en todos.” Los miembros del gremio Hermes escucharon la repentina e inesperada noticia del duelo entre Weed y Ultar. Rafael y el resto de líderes habían elaborado un plan de batalla detallado, pero nunca habían considerado este escenario. Si iba a haber un duelo, lo único que tenían que hacer era luchar y ganar. “Si puede derrotar a Weed… ¿No significa que esta batalla va a terminar mucho más rápido de lo esperado?” “Nos hemos preparado a fondo. Aun así, si Ultar gana será como si el gremio Hermes hubiera conquistado todo el Continente.” Los miembros del gremio Hermes estaban decepcionados por no ser ellos los que pudieran batirse en duelo contra Weed. Si ganaban, podrían obtenerlo todo, incluso dinero y fama. Cuando Ultar aceptó con confianza el desafío de Weed, todos pensaron que era una decisión obvia y correcta… Baaaam ¡Crack! ¡Broooom! …Hasta que vieron cómo Ultar estaba siendo zarandeado como si fuera un muñeco de trapo. “……” “Esto…” “Está recibiendo una soberana paliza.” Estaba siendo apaleado de una manera tan brutal que no pudieron evitar observar el espectáculo aturdidos. “¿No suele usarse la espada para apuñalar o cortar? “Está blandiendo su arma de manera intencional para golpearle siempre con la parte plana de la espada.” “¿No está Weed humillando de manera despreciable a Ultar?” “Puedes verlo de esa manera, pero no está controlando sus ataques para golpearle con suavidad. Ultar ya debería estar muerto a estas alturas, pero por algún motivo sigue vivo después de recibir tal somanta de palos.” “La armadura que lleva no es la de siempre.” “Parece que sigue vivo gracias a la Armadura de la Tierra.” Weed le estaba dando una soberana paliza, pero Ultar conseguía aguantar únicamente gracias a su gran [Resistencia a los golpes]. Aun así, la cantidad de golpes que estaba recibiendo habían hecho que todas sus estadísticas disminuyesen, haciendo que ni siquiera pudiera soñar con intentar mostrar algún tipo de resistencia en su estado actual. Podía haber sido apropiado llamarlo duelo durante los primeros compases del enfrentamiento, pero ahora se había convertido prácticamente en una demostración unilateral del poder de combate de Weed. El hecho de que la ballesta de Ultar representase aproximadamente la mitad de su poder de combate también era un factor importante detrás de este resultado, ya que dicha arma era completamente inútil cuando se estaba acorralado de esa manera. Rafael frunció el ceño mientras estaba observando la pelea con los demás a través de la bola de cristal. ‘¿Weed es mucho más fuerte de lo que habíamos esperado? ¿O es que Ultar fue sobrevalorado? Ese duelo no afectará al rumbo general de la batalla, pero…’ La psicología de la multitud era algo importante. La batalla habría sido mucho más sencilla si Ultar hubiera derrotado a Weed, pero las cosas no habían salido como esperaban. ‘Sin embargo, ha cometido un error al revelarnos su posición y perder el tiempo de esa manera.’ Rafael ordenó a la Vigésima Legión que atacase a Weed y también instruyó al escuadrón de magos de Caddler que terminase con los preparativos. - Usa [Invocar meteoritos] tan pronto como esté preparado.” - ¿El objetivo es la zona en la que se encuentra Weed? - Por supuesto. Muchos de los jugadores de alto nivel que están del lado del Reino de Arpen están reunidos con él, así que será sencillo eliminarlos a todos.” - Posición del objetivo confirmada. Los magos aún se están recuperando, por lo que necesitaremos unos cuarenta minutos más para poder realizar el próximo ataque. - Demasiado lento. Para entonces Weed puede haberse ido a otro lugar, así que reduce el tiempo todo lo que sea posible. Emplea magia oscura si es necesario.” - Eso ejercerá demasiada presión sobre el escuadrón, pero haremos lo que dices. Bard Ray también estaba viendo la pelea de Weed. ‘Es poderoso.’ De hecho, había visto todos los videos de combates y aventuras de Weed subidos al Salón de la Fama o emitidos por las cadenas de televisión. ‘Se confirmó una vez más que no es un oponente al que debamos subestimar. Sin embargo, ahora que conozco su estilo de lucha, será mucho más sencillo derrotarlo. A través de las imágenes de su combate contra Ultar, el estilo de combate de Weed quedó grabado en lo más profundo de su mente. Desde que Bard Ray había luchado con él en el pasado, había estado analizando sus videos, y quedó claramente convencido de que Weed era un enemigo formidable. ‘Si volvemos a pelear, será mejor mantener la distancia, aprovechar mis ventajas y usar mis habilidades más poderosas. Debo darlo todo para acabar con la pelea lo antes posible. Pero, aunque tenga que enfrentarlo a corta distancia, si hago un buen contraataque, podría decantar el combate a mi favor.’ ¡El Emperador del Imperio de Haven contra el Monarca del Reino de Arpen! No sería sencillo para ninguno de los dos tener la oportunidad de batirse en duelo, pero Bard Ray lo esperaba con ansia. Le parecía un poco decepcionante unificar el Continente únicamente con el poder militar del Ejército Imperial. Bard Ray quería derrotar a Weed con sus propias manos. La persona que durante mucho tiempo había sido conocida como su rival y que recientemente había alcanzado una fama aún mayor. ‘Si todavía está vivo cuando lo encuentre, me aseguraré de que haya valido la pena todos los preparativos y esfuerzos que tuve que hacer hasta ahora.