sábado, 28 de diciembre de 2019

TATE Capítulo 37

Capítulo 37
Aprendiendo magia
Traducido por Lord
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Por alguna razón, el comerciante de accesorios se unió a nuestra venta ambulante. No me quejo porque paga, pero no sé qué se trae entre manos este tipo. El comerciante de accesorios comenzó a enseñarme varias cosas después de enterarse de mi condición de héroe durante el fiasco de los bandidos, el que parecía haber disfrutado. Al parecer, el tipo quiere refinar mis talentos… De primeras, el comerciante de accesorios es alguien gentil y enseña amablemente a los aprendices. De hecho, tiene una influencia considerable dentro del gremio de comerciantes. Aparentemente, los ladrones de la zona son notorios. Parece que fueron avisados por los asociados dentro del gremio de comerciantes. Lo primero que me enseñó fue dónde extraer las piedras preciosas necesarias para crear joyas. A continuación, se transforman los metales preciosos en accesorios. Actualmente soy capaz de hacer varios diseños. Debido a que soy algo así como un otaku, mis creaciones son bastante agradables a la vista. Las herramientas necesarias para trabajar también son baratas. En este mundo, hay herramientas mágicas que son impulsadas por piedras mágicas, similares a como funciona el combustible. Hay varios puntos que parecen similares al proceso de calentar y pulir el metal en mi mundo. Para procesar cualquier hierro duro, tengo que ir a la forja y trabajar con un molde de metal. Tener habilidades de artesanía realmente ayuda a prevenir cualquier error que se pueda haber cometido. Aunque el Escudo está reaccionando, no puedo dejar que absorba mi trabajo porque es caro. Volviendo al tema principal, quería empezar a trabajar en la magia de encantamiento. Como era de esperar, necesito ser capaz de usar magia. Me quejé mientras sostenía el libro de magia en una mano y el comerciante de accesorios sintió curiosidad. “¿El Señor Héroe es incapaz de usar magia?” “Así es, aunque mi esclava puede usar magia.” “Ah, ya veo…” El comerciante de accesorios sacó un pequeño fragmento transparente y me lo dio. “¿Qué es eso?” “Es un trozo de un mineral extremadamente raro. Es bastante caro.” “Guau…” “¿Puedes leer?” “Sí… Pero solo cosas simples.” He estado abordando seriamente la lectura de este mundo durante un mes. No puedo leer ninguna de las palabras más difíciles, pero entiendo las más sencillas. “Es suficiente con que primero seas capaz de sentir la magia; aprender a usar la magia vendrá después.” Hmm… Lo que acabas de decir es bastante difícil. Pasaba el fragmento entre mis manos mientras pienso y entonces el fragmento comenzó a brillar. ¿Qué puedo decir? Esto se siente como si acabara de encontrar otra mano dentro de mí mismo de la que no tenía ni idea. Hasta ahora, no tenía idea de la existencia de tal ‘órgano’, pero no se siente fuera de lugar. Parece muy similar a como cuando un pájaro no sabe volar, pero todavía sabe cómo aletear. “Qué sensación tan extraña.” “Crecí sabiendo que el poder mágico estaba allí. Sin embargo, tú no tenías idea de su existencia hasta hace poco, pero pareces haber tenido éxito.” “¿Es así…?” Ahora soy consciente de otro ‘brazo’ llamado poder mágico. Abro la parte del libro mágico que ya he descifrado. Las letras empiezan a brillar. Esta es una magia grabada para mí y solo utilizable por mí. “Soy el Héroe del Escudo que comanda en el origen del poder. He leído y descifrado una ley de la Naturaleza. ¡Que el poder de la Naturaleza me defienda! ¡Primera Guardia!” Una marca de objetivo apareció en mi vista. Me elegí a mí mismo como prueba. Una luz brilló sobre mí. Luego pasé a comprobar mi estado y parece que ha subido. “Oh… Parece que de alguna manera lo he aprendido. Entonces, enséñame algo de magia.” El comerciante de accesorios no hizo caso de mi entusiasmo y comenzó otra charla. Pensando en ello, no ha sido tan agotador usar un hechizo así. Después recito el encantamiento mágico que me ha enseñado el comerciante de accesorios y trato de aplicar poder mágico a una joya procesada. Al principio tuve problemas, pero mi escudo corrigió algunos de mis errores. Se pone difícil cuando trato de mezclar la energía de una gema diferente. También parece que soy capaz de extraer el poder mágico de la medicina y aplicarlo. “Bueno, eso es lo básico. Por favor, sigue mejorando y aplícalo después a tu negocio.” El comerciante de accesorios se bajó del carruaje y se retiró. De esa forma aprendí a hacer algo aparte de la medicina. Debido a que es necesario usar minerales, cuando llegamos a un pueblo minero, empecé a trabajar inmediatamente. “¿Eh? ¿Es una carta de presentación?” – me preguntó sorprendido el dueño de la mina de carbón cuando le mostré la carta de presentación del comerciante de accesorios. “Esta es sin dudas una carta suya. ¿Cómo te las arreglaste para conseguir algo de alguien tan tacaño?” “¿Qué quieres decir?” Aparentemente, el comerciante de accesorios es una persona muy tacaña. El dueño de la mina de carbón sospechó cuando aparecí con una carta de presentación de ese tacaño, pero se sorprendió cuando se fijó que era real. “Como la carta es real, ¿cuánto quieres comprar? Ya que tienes la carta, seré flexible.” “Uhm, ¿puedo extraerlo yo mismo? Sería más barato.” “¿Eh? Está bien, coge lo que quieras…” Dejé el negocio a Raphtalia y Firo mientras me dirigí a una cueva con mi pico. Me interesa la habilidad de minería. El sonido del pico golpeando la piedra resonaba través de la cueva. Para ser honesto, es bastante ruidoso y el aire es caliente y está viciado. Como era de esperar de un mundo diferente, había cristales brillantes expuestos en la pared. “Esta cueva es segura a menos que existan circunstancias extremas, por lo que no hay problemas dondequiera que se quiera excavar. Sin embargo, el riesgo de derrumbe no es cero.” Fui guiado a varios lugares dentro de la mina por el dueño. Mientras levanto el pico lentamente, un retículo emerge en la pared. ¿Qué? ¿Ataco eso? “¡Tei!” Balanceo el pico hacia abajo con el impulso. Con un chasquido, una grieta emerge de la pared. La grieta se extiende y la pared se derrumba. “¡Hala!” Es un muro muy frágil. “¿Hm?” El dueño de la mina de carbón me mira como si estuviera loco. “Ese duro cimiento… ¿De un solo golpe?” ¿Eso era duro…? Debido a la habilidad de minería, las paredes se derrumban cada vez que golpeo y los minerales se amontonan a un ritmo aterrador. Pero todavía hay muros que no puedo derrumbar sin importar cuánto lo intente… Tal vez sea por mi bajo nivel en la habilidad. “Bueno, voy a trabajar con esto.” “E-está bien.” Llené una bolsa con piedras preciosas y me fui rápidamente. Por cierto, también se podían encontrar piedras preciosas cerca de la entrada de la mina. Solo tuve que cavar cerca de unos cuantos árboles de morera. Es sorprendentemente fácil de encontrar en las cercanías. Aunque las piedras encontradas cerca de la superficie parecen ser de menor calidad para la magia. Según mi conocimiento del mundo, parece que hay un lugar famoso donde se desenterraban joyas simplemente cavando en el campo. Aunque este es un mundo diferente, supongo que las gemas de buena calidad estarán enterradas profundamente bajo tierra.

¡Has creado un Brazalete de Rubí!
Calidad: Bueno > Gran calidad
Aunque mi idea original era hacerlo a modo de prueba, parece que ha salido bien. También intenté impregnar el brazalete con magia.

Brazalete de Rubí (Resistencia al fuego +1)
Calidad: Gran Calidad > Normal
Ugh… La calidad cae mucho después de ser imbuido con magia. Me dediqué a hacer accesorios a medida que continuaba la venta ambulante. Por cierto, es muy difícil crear accesorios en un carruaje en movimiento, así que solo puedo trabajar en ellos de noche. Parece que mi escudo no tiene el nivel suficiente como para absorber una gema terminada. Es hora de venderla. El brazalete que creé anteriormente costó 80 piezas de plata. El valor de las gemas en este mundo parece ser más bajo que mi mundo. Lleva tiempo crear los cimientos. Tal vez valga la pena hacer nuevos diseños en el carruaje, aunque sea un poco inconsistente. Parece que cualquier cosa será popular. Lo que es popular en mi mundo podría ser popular aquí también. Aunque no sé mucho sobre joyas caras. Sin embargo, la producción lleva bastante tiempo. Dicho esto, hay dinero por ganar. Puede que no sea una mala idea mejorar nuestros equipos.

El requisito para el Escudo Mineral de Hierro se ha desbloqueado.

El requisito para el Escudo Mineral de Cobre se ha desbloqueado.

El requisito para el Escudo Mineral de Plata se ha desbloqueado.

El requisito para el Escudo Mineral de Plomo se ha desbloqueado.

Escudo Mineral de Hierro
Bono de Equipo:
Habilidad de Fundición 2 (No Dominado)

Escudo Mineral de Cobre
Bono de Equipo:
Habilidad de Fundición 1 (No Dominado)

Escudo Mineral de Plata
Bono de Equipo:
2% de reducción de daños por Demonios (No Dominado)

Escudo Mineral de Plomo
Bono de Equipo:
Poder de Defensa +1 (No Dominado)
Ha aparecido una habilidad que parece ser útil para el viejo de la tienda de armas. En todo caso, es bastante inútil para mí en este momento. El Escudo Mineral de Plomo parece haber desplazado otra habilidad. No voy a usar esa habilidad de todos modos. Todos los días de venta ambulante pasaban de la misma forma.
* * *
Durante una parada en un pueblo del sur. A través de una fuente de confianza (el Comerciante de Accesorios), escuché de una provincia que quiere adquirir grandes cantidades de herbicidas. Aparentemente hay mucho dinero por ganar, así que nos vamos a un pueblo del suroeste a toda prisa. A juzgar solo por la velocidad, Firo parece ser rival para un Dios Pájaro…

TBATE Capítulo 45

Capítulo 45
No salió como lo había planeado
Traducido por Odogaxi
Corregido por DaniR
Editado por Tars

Pude ver la cara del chico que llevaba dos espadas visiblemente pálida mientras se congelaba ante la inconfundible voz. Me giré para ver que todo el Consejo Estudiantil caminaba hacia nosotros por el hueco creado por los estudiantes para abrirles camino. Al frente iba Tess, dando pasos relajados aunque apresurados con su inexpresiva cara de muñeca. Tras ella ubiqué a Lilia, que mostraba una mirada de preocupación. Inmediatamente, mi atacante guardó las dos hojas en su anillo dimensional y les hizo una respetuosa reverencia; el sudor perlaba su frente. “¿Qué pasa aquí, Arthur?” – Jarrod era uno de los que tenía un tono de voz más alto, haciendo a todos los que eran parte del gentío enarcar una ceja por la sorpresa. “Parece que el mago académico conoce a alguien en el Consejo Estudiantil.” “Por eso se comportaba de manera tan arrogante.” “Puuff. ¿Habéis visto cómo ha levantado la mano, como si fuera a detener el ataque con un solo gesto?” Se escucharon susurros desde la muchedumbre, haciéndome poner mis ojos en blanco. El nivel de infantilismo de algunos mocosos me seguía sorprendiendo. Aun siendo unos niños de doce años, pensaba que como pertenecían a familias tan influyentes les habrían enseñado algunos modales. “Nah, no ha pasado nada especial. De paso, deberías echarle un vistazo al estudiante enano que yace allí, Boznean creo que se llamaba.” – apunté al árbol donde el enano gemía mientras se agarraba el estómago. Elijah caminó hacia mí con la esperanza de aclarar la situación. “Hola Lilia. Perdona, hemos acabado metidos en esta pequeña trifulca tras acabar el duelo. ¡No hemos hecho daño a nadie!” – dijo mientras saludaba ligeramente con la mano al tiempo que dirigía sus palabras a Tessia, que todavía mostraba una máscara de apatía. “Aun así, este estudiante iba a atacar cuando ni siquiera se había declarado un duelo. Esta es una ofensa grave.” Lilia dio un paso adelante con una mirada severa mientras apuntaba algo en el cuaderno que llevaba. Mientras Lilia, Jarrod y Elijah hablaban de lo que había pasado, sentí la poderosa mirada de Tessia, perforándome. Honestamente, aún con una experiencia vital prolongada, no tengo confianza para manejar estas situaciones. ¿Quería que la tratase respetuosamente como Presidenta del Consejo Estudiantil? ¿Quería que la tratase como a una amiga de la infancia? ¿Quería mantener nuestra anterior relación completamente en secreto? ‘Es Mamá.’ Sylv gimió encima de mi cabeza y tuve que decirle firmemente que se quedara allí quieta y no fuese hacia ella. Mientras tanto, la multitud se iba alborotando cada vez más; los chicos ponían todo su esfuerzo para conseguir una mejor posición desde donde ver a Tessia con la esperanza de retener su imagen en la memoria para usarla en tiempos de soledad o deseo. “Tú. Creo haberte hecho una pregunta. ¿Cómo te atreves?” Dio un paso adelante, con sus ojos mirando al estudiante de segundo año. Pensaba que técnicamente el estudiante era superior a Tess, pero cuando miré al lazo que llevaba esmeradamente atado debajo del cuello de la camisa, éste también tenía dos franjas. “N-no. Nunca me atrevería a romper las reglas de esa manera. Por favor, perdona mis acciones anteriores. Creo que soy un poco demasiado apasionado.” Se había inclinado aún más, hasta el punto en el que creí que se estaba encogiendo. “Vete.” Sus ojos lo menospreciaban mientras se iba arrastrando los pies durante un buen trecho, hasta que pudo girarse y salir corriendo hasta desaparecer de nuestra vista, junto con unos chicos de la muchedumbre que le habían apoyado. “¡Y tú! ¿Por qué empiezas una pelea con un alumno de más nivel en el primer día de escuela? ¡Deberías de conocer tu sitio! No importa lo pendenciero que es, sigue siendo un alumno de rango superior y no ha incumplido ninguna regla haciendo un duelo con otro estudiante. Es más, él es un mago de batalla y tú eres un mago académico. ¿No has escuchado mis palabras en el discurso sobre la discriminación entre los dos grupos de estudiantes en nuestra escuela? Aun así, ¿decides interferir el primer día dejando en evidencia este tipo de problemas?” Se cruzó de brazos con todavía más fuerza y me miró directamente. Su cara estaba un poco sonrojada de la vergüenza, pero se estaba tomando esto demasiado en serio. “¿AAAAAHH?” No pude guardarme el sonido irritado de sorpresa que solté ante su declaración. Di un paso adelante y vi la cara de Elijah, cuyos ojos no podían agrandarse más, al darse cuenta de que iba a cruzar el punto de no retorno. “Tú, que acabas de llegar sin saber lo que estaba pasando, dejando de lado que cargaba hacia mí con dos armas, ¿me quieres sermonear a mí?” Di otro paso adelante y pude ver cómo empezaba a desmoronarse la cara altanera de Tessia. “Iba a dañar gravemente, incluso a matar a ese enano que está ahí mismo después de que el sistema de duelos hubiera terminado. Si no llego a detener a ese arrogante mocoso, tendrías que encargarte de un caso de asesinato, y no con una pelea sin regular entre dos estudiantes.” Estaba al alcance de mi brazo y era yo el que la miraba altaneramente esta vez. Qué reunión más agradable. “SINCERAMENTE, pido perdón por los problemas que he causado. ¡Que tengáis un buen día!” – enfaticé jocosamente; hasta hice una sarcástica reverencia, dejando a todos patidifusos, incluyendo a Tessia. Demasiado juicioso… Era una niña de trece años. ¿Qué se esperaba? Sacudí mi cabeza mientras me giraba en dirección a los dormitorios. Elijah me siguió, haciendo una reverencia ante el Consejo Estudiantil y ante todos aquellos que estaban todavía embobados. “Espera, estudiante. ¿Te han criado en una cueva? ¿Estas son las maneras que te ha enseñado tu madre mientras crecías? Pero acaso, ¿sabes quién es ella?” – el que hablaba era Clive Graves, el primero en recuperar el sentido y que había corrido hacia mí; me agarraba del brazo e intentaba girarme. Manteniéndome firme, me detuve y giré la cabeza hacia él. El chico, como que me había molestado desde el principio, y sabía que era un tipo con el que no me llevaría bien. ¿Que si había sido criado en una cueva? Este tipo, aquí y ahora, ¿en serio está hablando mal de Alice? “Suelta.” La malicia en mi voz asustó hasta a Elijah, que instintivamente dio un paso atrás mientras Clive liberaba mi brazo inmediatamente; hasta se protegió con maná. Le eché una rápida mirada a Tessia y me di cuenta de que se había caído al fallarle sus rodillas. Simplemente, continué caminando hacia los dormitorios. Elijah me siguió mientras los murmullos crecían rápidamente detrás de nosotros. “¡Aaahh! Presidenta Tessia, levántate, por favor.” “¿Quién coño era ese? ¿Creo que el tesorero Jarrod le ha llamado Arthur, no?” “Oh, Dios. Está muy jodido. Acaba de regañar a la Presidenta del Consejo de Estudiantes de la Academia.” Elijah dio unos pasos apresurados para alcanzarme hasta que llegó a caminar a mi lado. “¿Sabes lo que acabas de hacer, no? Tío, seguro que amas atraer a los problemas. Primero en la mazmorra, ahora aquí.” Agitó la cabeza, pero me siguió como si estuviera afirmando que estaba de mi lado. Pufff, si solo supiesen la relación que tenemos Tess y yo. ¡Gah! Puede que haya sido un poco duro con ella. Solo es una chica pre-adolescente. No debería irritarme porque se comporte como una de ellas, ¿no? Supongo que esperaba mucho más de ella. Bien… Dejaré que el río vuelva a su cauce. La escuela debería de ser al menos así de excitante, ¿no? No estoy demasiado enfadado con ella, pero en ese momento, simplemente estaba harto. Debería reconciliarme con ella antes de que la situación se vuelva demasiado rara, pero tengo la sensación de que elegir el momento oportuno va a ser un problema. Elijah y yo nos las arreglamos para llegar al edificio de los dormitorios sin más problemas. Había dos zonas diferenciadas para los varones y las féminas dentro de la Academia. Los dormitorios para los chicos estaban divididos entre los principiantes y los veteranos. Los principiantes eran los que estaban tomando las clases de educación general. Los estudiantes cambiaban a los dormitorios de los veteranos después de finalizar los cursos de educación general y tras elegir formalmente qué tipo de estudiantes iban a ser. Los dormitorios de clase baja, cuando menos, eran simples. Eran limpios y estaban bien conservados, pero no tenían muebles sofisticados ni decoraciones en las paredes. El interior del edificio estaba pintado de beige y tenía unas escaleras que iban hasta la planta superior; en cada planta había un pasillo lleno de cuartos. “Habitación 394. ¡Aquí estamos!” – Elijah abrió la puerta poniendo su mano en una piedra redonda encima del pomo. Parecía un simple artefacto para leer firmas básicas de maná. La habitación no era tan lujosa como las de la mansión Helstea, pero aun así seguía siendo hogareña. Al entrar, a la derecha había dos armarios y a la izquierda un baño de un tamaño decente, con dos lavabos, y contaba con un cuarto separado para la taza, así que podría lavarme la cara mientras Elijah cagaba. La ducha estaba hecha de vidriera policromada, así se podía ver la silueta pero no mucho más. Cerca de allí había dos camas, una al lado de la otra, separadas por una mesilla puesta en la pared izquierda, mientras que en el lado derecho había un cajón largo para guardar la ropa doblada. El área para dormir y la zona de estudio estaban separadas por una pared que nos llegaba hasta la cintura, con tres escaleras que llevaban adonde se encontraban los sofás y escritorios. Los escritorios estaban orientados en direcciones opuestas, así que nos sentaríamos dándonos la espalda, con el largo sofá puesto contra la pared en miniatura separando las camas y los escritorios. La parte más alejada de la pared estaba hecha casi exclusivamente de cristal, cosa que me atrajo hacia ella inmediatamente. La vista abarcaba una gran parte del campus que, por la época que nos encontrábamos, mostraba algo como un cuadro con los colores del otoño. Viéndolo desde aquí, no tendría ni idea de que esto era un instituto de magos si nadie me hubiese dicho nada. Me senté en el sofá, de alguna manera excitado por los días que vendrían. Sylv todavía se inclinaba contra la ventana y seguía contemplando las vistas. “¡Ahh! ¡Todavía no hemos comido y ya he cagado! Me pregunto de quién será la culpa…” Elijah había saltado a la cama más alejada de la puerta, la que estaba al lado del sofá, reclamándola ya como suya. Retrocedí al sofá poniéndome cómodo al tiempo que localizaba las maletas que el conductor de la carreta había traído de antemano.
* * *
Punto de vista de Tessia:¡GAAAAAAA! La fastidié. La fastidié. La fastidié. ¡La fastidié POR COMPLETO!’ Tenía la cabeza enterrada en la almohada y gritaba hasta vaciar mis pulmones de la frustración. “¡¡MMMMMMFFFFFFFFFFFFPPPPP!!” Se suponía que iba a ser una reunión emotiva, ¡romántica! Bueno… Fue emotiva, ¡pero por el camino completamente opuesto! ¿Por qué dije todo eso? ¿Por qué lo ataqué? Sé que Art nunca empezaría una pelea sin una buena razón, ¡pero simplemente llegué y lo regañé por una cosa que ni había visto! ¡Aah! ¡Soy tan estúpida! Apostaría a que ahora me odia… ¡¡¡¿¿¿Por qué dije eso???!!! ¡Hasta saqué el tema del discurso! ¡Baaaahh! ¡He tenido que sonar tan arrogante! Pero aun así, estábamos con toda esa gente y él, en parte, era culpable del escándalo. P-pero… Estoy segura de que ahora me odia… Si Art me hubiese saludado o si solo me hubiese hablado normal, ¡no le habría dicho eso! ¡Es verdad! ¡Es culpa de Art! ¡Hasta me ignoró cuando estaba intentando arreglar el lío en el que se había metido! ¡No me dijo ni ‘hola’! ¡No esperaba un abrazo con toda su alma, ni un b-be-beso! Solo un ‘¡cuánto tiempo, Tess!’, ¡habría estado bien! De todos modos, ¿quién era ese chico moreno que me ha recordado a un cuervo? ¿Es su amigo? ¿Su mejor amigo? ¡Parecía que ambos conocían a Lilia y a Jarrod! ¡¡¡Gaaahh!!! ¡¡¡Es tan frustrante!!! Volví a gritar en la almohada con la esperanza de soltar parte de mi frustración. “¡¡¡¡MMMMMFFFFF!!!!” *Toc* *Toc* “Soy Clive… He venido para ver cómo estas. ¿Te sientes bien?” – podía oír su voz amortiguada a través de la puerta. *¡Ejem!* Aclaré mi garganta en silencio antes de responder. “Estoy bien, gracias.” Ahora usaba mi voz ‘pública’, como la llamo yo, que me hace sonar mucho más fría. “De todos modos, ¿quién era aquel mocoso? ¡No puedo creer que te haya dado un sermón cuando intentabas darle un consejo! ¿Debería hablar con la Directora sobre esto? Podemos hacer que lo castiguen y…” “Todo está bien, así que déjame. Tampoco vayas donde la Directora… Es una orden.” Mi voz sonaba más severa de lo que acostumbro para dejarlo claro. ¿Cómo se atreve a hablar mal de Art? Yo soy la única que puede hacerlo. Caí hacia atrás en mi almohada después de escuchar el distante sonido de sus pasos al alejarse. Los dormitorios estaban separados por sexos y clase, mientras que antes estaban separados por el tipo de estudiante que eras. El Consejo Estudiantil contaba con un edificio justo al lado de la oficina de la Directora, con cuartos privados para cada uno de los integrantes. Era incómodo vivir con chicos en la misma casa, pero Lilia también estaba aquí y los chicos en general eran buena gente, no me importaba demasiado. Estúpido Arthur ¿Sabes cuánto quería gritar tu nombre y correr hacia ti cuando te he visto en el público? Aunque estuvieses muy lejos, ¿cómo podría haber pasado por alto ese pelo cobrizo claro con una bestia de maná descansando en tu coronilla? Sylv parecía muy diferente desde que salió del cascarón, pero no es algo que me sorprenda. El hecho de que sea un dragón debería conmocionarme, pero como viene con Art, nada de lo que haga me llega a sorprender… Las cosas son así de simples. “Aaaahh…” Ya no tengo más energía para gritar de frustración. Quiero culpar a Art por todo esto, pero sé que no es su culpa. Probablemente quiere mantener la relación en secreto, por mí, porque soy una figura pública. Pero aun así… Art no entiende la mente femenina muy bien. Tonto… Espero que no me odie… Hay tantas preguntas que quería que me contestase. ¿Qué ha estado haciendo? ¿Cómo fue su época de aventurero? ¿Se hizo daño en algún sitio? ¿Me ha echado de menos? ¿Pensó en mí en estos cuatro años? Quería presumir de lo fuerte que me he convertido… Después de entrenar como discípula de la Directora, mis habilidades como conjuradora mejoraron rápidamente. Entrenar con el Abuelo no era la mejor idea, porque él es un aumentador, y eso limita lo que puede enseñarme. Me enseñó las bases de la manipulación de maná, pero la Directora sabe mucho más sobre cómo convertirse en conjurador. Abu sabe que tengo un gran potencial. Cuando desperté por primera vez creé una implosión que reventó toda mi habitación y parte de la cocina de abajo. Eso fue antes, cuando Art vivía con nosotros. Eso fue cuando tenía que despertarlo todos los días. *Sniff* Oh, no. No debería empezar a llorar ¿Art no me odiaría por eso, o si? Debería aclarar las cosas con él y pedirle perdón. No me va a ignorar, ¿no? Uff… Estoy asustada.
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin: Sylv estaba echando una siesta junto a mí en el sofá; su pequeño cuerpo subía y bajaba con cada respiración. “No es propio de ti explotar así de la nada, Art. ¿No eres más de ignorarla y pasar de ella?” Elijah todavía estaba en su cama, con las manos sujetando su cabeza enfrente de mí. “Bueno, admito que no debería haber explotado, pero no lo pude evitar…” *Toc, toc* Ambos giramos nuestras cabezas hacia la puerta tras ser interrumpidos. “¡Qué extraño! ¿Quién querría vernos el primer día? ¿Podría ser que nuestros vecinos solo nos quieran saludar?” – dijo Elijah levantándose para responder la llamada. “¿Quién es…? Después de un breve silencio, me giré para ver la cara helada de Elijah. Al levantarme para ver qué pasaba, vi a la Directora Goodsky en la puerta, sonriéndome. “Buenas tardes Arthur. Elijah. ¿Puedo entrar?”



viernes, 27 de diciembre de 2019

G4L Capítulo 49

Arco 7 Capítulo 49
Golpea cuando menos te lo esperas
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars

Al mismo tiempo que Zirconia estaba interrogando a los bandidos… La plaza frente a la casa de Narson estaba abarrotada de grandes carruajes que se habían reunido a toda prisa y de soldados nobles del segundo cuerpo que se preparaban para partir. Los soldados y sus sirvientes ya estaban haciendo la última comprobación y estarían listos para partir en unos minutos. Mientras tanto, Kazura estaba sentado en un banco de piedra localizado en una de las esquinas de la plaza, y miraba al suelo con una expresión sombría. Parecía que no se daba cuenta del ruido que había a su alrededor. A su lado, Isaac no dejaba de mirarlo como si estuviera preocupado por su estado, mientras escuchaba los informes de los soldados que le indicaban que ya estaban listos para partir. ‘¿Mis pensamientos son demasiados ingenuos…? ¿Debería haber ignorado al resto de personas y solo preocuparme de la aldea de Grisea?’ Después de saber que la aldea de Grisea había sido atacada por bandidos, Kazura volvió a considerar todas las decisiones que había tomado hasta ese momento y se odió a sí mismo. Viendo el momento del ataque, los bandidos debían haber seguido el carruaje que había llevado a Valetta y Varin a la aldea de Grisea. Según la historia de los guardias, ninguno de los aldeanos había sufrido daños, pero si habían cometido algún error, el resultado podría ser totalmente diferente. Lamentaba haber enviado a Valetta a la aldea antes que él, pero más que eso, lamentaba haberlos llevado con él a Isteria. No había ninguna necesidad de ir a la ciudad para explicarlo todo. Si Isteria realmente deseaba su ayuda, entonces deberían haber sido ellos los que hubieran ido a verlo. Además, ya había convencido a Isaac y a Havel de que su posición como Greisior era totalmente posible. Por supuesto, habría resultado complicado que Narson y Zirconia creyeran la historia de Isaac y Havel a la primera, y habría llevado más tiempo que Kazura se reuniera con ellos y se pusieran de acuerdo con el tipo de apoyo. Como resultado del retraso de la ayuda, el daño causado por la hambruna en la provincia habría aumentado, pero si consideraba que la seguridad de la aldea de Grisea era su máxima prioridad no debería haberse molestado por eso. También le habría sido probable rechazar cualquier tipo de apoyo a otras aldeas que no fueran la aldea de Grisea o limitar dicho apoyo y solo enseñarles cómo crear abono con el mantillo del bosque. ‘Sin embargo, ¿qué pasará si rechazo sus súplicas para salvar su país? Narson no dejará la aldea tranquila y, si los rumores sobre el pueblo se extienden, al final… No, puede que si le hubiera ordenado a Isaac que no dijera nada…’ Kazura no paraba de preguntarse qué podía hacer. Había sido un tonto por aceptar sus súplicas cuando le dijeron que habría muchas personas que morirían de hambre en la provincia debido a la hambruna. Pero si las aldeas y ciudades de los alrededores estaban inundadas de personas que morían de hambre, no sabía si sería capaz de ignorar la trágica situación para seguir protegiendo a las personas de la aldea de Grisea. La realidad era que solo necesitaba brindarles asistencia alimentaria a los aldeanos para salvar a la aldea. Fueron sus acciones, creando un molino y enseñándoles a crear abono, las que llevaron a que Isaac supiera de su existencia y terminara siendo atrapado. Si no lo hubieran descubierto, Kazura y Valetta no habrían tenido que ir a Isteria y los bandidos no habrían atacado la aldea buscando la carga del carruaje. “Señor Kazura, los preparativos para nuestra marcha se han completado…” – dijo Isaac nervioso. Mientras Kazura estaba inmerso en sus pensamientos, Isaac recibió el informe con la finalización de los preparativos de todos los escuadrones. “Ah… Sí.” Kazura se sorprendió cuando vio la cara de preocupación de Isaac; en su interior ya estaba comenzando a echarle la culpa por haberlo ‘atrapado’. No le había pedido que salvara a la provincia con mala voluntad. Más bien se podía decir que era una persona honesta que había planeado suicidarse como disculpa por ser irrespetuoso con una persona que simulaba ser un dios. No podía culpar a Isaac por suplicar desesperado por la salvación de la gente de la provincia de Isteria. “Señor Kazura, soy responsable del ataque de los bandidos a la aldea de Grisea. Si no lo hubiera molestado, entonces…” – continuó Isaac. Cuando Kazura comenzó a moverse hacia el carruaje mientras pensaba en todo eso, Isaac empezó a disculparse con una expresión deprimida. Después de ver la expresión sombría de Kazura, Isaac se sintió responsable y tuvo unos pensamientos similares. “No eres responsable. No te culpes a ti mismo.” – dijo Kazura con una expresión gentil mientras negaba que Isaac tuviera la culpa. “Sí…” – contestó Isaac. Aunque todavía tenía una expresión deprimida, asintió obediente. Aunque no estaba convencido en su corazón, simplemente asintió porque ya era hora de partir. “Bueno, vamos allá. ¿Isaac vas a montar una rata?” “Sí, lideraré el cuerpo de ratas. Si Kazura tiene alguna petición, ordénesela a Havel que estará montando cerca de su carruaje.” – respondió Isaac. Cuando terminó, volvió su mirada hacia el carruaje que había sido preparado para Kazura. Kazura también desvió su atención hacia un gran carruaje que era mucho más elegante que el resto de transportes de la plaza. La puerta del carruaje estaba abierta, permitiéndole ver su magnífico diseño interior. Tenía una espléndida alfombra tendida en el suelo y hasta poseía mesas y sofás. Daba la impresión de ser una pequeña habitación tirada por una rata. Al lado del carruaje, Havel lo estaba esperando mientras hablaba con una chica. “¿Hmm? Estoy seguro que es la doncella de la mansión de Havel…” “¿Hay algún problema?” – dijo Isaac. “No, pero esa chica que está hablando con Havel es la misma que nos atendió cuando nos quedamos en la mansión de su familia. Me pregunto si la ha traído como asistente.” Kazura estaba impresionado de que la preocupación de Havel llegara al punto de preparar a una persona que ya conocían como asistente. “Ya veo. Me daba la impresión de que el asistente que había traído era demasiado joven, pero no pensaba que hubiera una razón como esa. Parece que realmente es un hombre ingenioso para realizar bien su trabajo, incluso presta atención a los pequeños detalles. Tengo que aprender de él.” – dijo Isaac. Al ver cómo Kazura estaba agradecido por la atención, Isaac se sintió encantado y alabó la conducta de Havel. Estaba aliviado de que sus subordinados fueran hombres capaces en los que se podía confiar en los momentos incómodos.
* * *
“U… Umm, tal vez sea mejor que suba ya a un carruaje…” – dijo Marie. Uno tras otro, los carruajes que tenía a su alrededor estaban listos para partir, así que Marie, con una expresión de pánico, se adelantó con una sugerencia a Havel. Los soldados que estaban en la plaza se apresuraron a montar en su rata, mientras que los sirvientes abordaron los respectivos carruajes, junto al equipaje de sus maestros. Si no subía rápidamente a uno, a pesar de que eran grandes, con tal cantidad de bultos y sirvientes amontonados dentro, era posible que no pudiera asegurarse un asiento. Como necesitaban avanzar a gran velocidad, toda la escolta de soldados nobles que acompañaba a Kazura estaba compuesta por caballería. Por ello, todos los sirvientes que viajaban con ellos debían subir a los carruajes para poder mantener la misma velocidad que el resto de soldados. “No, por favor, espera aquí un poco más.” – dijo Havel. Ignorando a una Marie que estaba entrando en pánico, Havel observó a Kazura e Isaac, que se encontraban hablando al borde su campo de visión. Estaba esperando a que se acercaran. Si la predicción de Havel era correcta, debería hacer que Marie esperara hasta la llegada de Kazura. Así, no tendría la necesidad de abordar un carruaje abarrotado de gente, como el resto de sirvientes. Entonces, mientras Havel ignoraba la queja de Marie para moverse hacia otro carruaje y le pedía que esperara un poco más, Kazura se separó de Isaac y caminó hacia Havel. “Señor Havel, ¿está listo el carruaje para partir?” – preguntó Kazura. “Sí. Todas las preparaciones están listas. Marie, sube a ese carruaje, vamos a partir.” – dijo Havel. “¡Eh! S… ¡Sí!” – respondió Marie. “¿Hm? Ese carruaje… Marie, por favor, espera un momento.” – dijo Kazura deteniendo a Marie, que estaba a punto de salir corriendo hacia el carruaje que le había señalado Havel. Se había dado cuenta que el carruaje que había señalado Havel estaba bastante congestionado con el equipaje de los soldados y los sirvientes. Aunque, si tenía suerte, todavía tendría espacio para sentarse dentro del carruaje, ya que el viaje sería largo, sería bastante duro para una chica como Marie. “Señor Havel, ¿por qué no dejas que la señorita Marie suba a mi carruaje para que pueda asistirme durante el viaje?” – dijo Kazura. “Como desee el Señor Kazura. Marie sube al carruaje con Kazura y pórtate bien. Disculpe…” “¿Eh…?” Dejando a Marie atrapada en una situación que no esperaba, Havel dio las gracias y caminó hacia su propia rata, que se encontraba atada en una esquina de la plaza. “Lamento hacer esa petición irrazonable. Hasta que lleguemos a la aldea de Grisea dependeré de ti.” – dijo Kazura dándole una sonrisa a Marie, que se encontraba congelada sin moverse. A continuación, puso una mano en la puerta abierta y subió dentro del carruaje.
* * *
“¿Estás bien? Si no te sientes bien, podemos detener el carruaje.” – dijo Kazura. “Estoy bien, muchas gracias…” Unos diez minutos después de salir de la casa de Narson, dentro del tembloroso y ruidoso carruaje, Kazura dio unas palmaditas en la espalda de Marie, cuyo rostro se había vuelto completamente pálido. Parecía que estaba mareada por el movimiento. “Por favor, espera un momento. Te daré una medicina.” “¿Eh? A… Ah, que el señor Kazura de una medicina a alguien como yo, es…” “Está bien, no te preocupes por eso.” – añadió Kazura ignorando la nerviosa protesta de Marie cuando lo escuchó decir que iba a sacar una medicina para ella. Kazura abrió la bolsa de viaje que había guardado dentro del carruaje y sacó la bolsa que contenía las botellas con aceites aromáticos. ‘Hmm, para el mareo, la lavanda, la menta y… ¿Qué más? Quizá los cítricos puedan ayudar.’ Confiando en su conocimiento sobre los efectos del aceite aromático que usaba a veces en su vida diaria en Japón, Kazura sacó botellas con aceites de lavanda, menta y pomelo, luego puso una gota de cada uno en un pañuelo que sacó de la mochila y dejó que el aceite lo impregnara. Aunque empapar un pañuelo no dispersaba el aroma por todo el carro, como cuando usó el cuenco con Isaac el día anterior, si lo acercaba a la cara podría concentrar el aroma. “Por favor, huele esto. Creo que te hará sentir mejor.” – dijo Kazura tras llevar el pañuelo a su nariz y comprobar el aroma. Luego se lo entregó a Marie, que estaba pálida y cubierta de un sudor frío. “Muchas gracias… Por favor, perdóneme por causar un problema…” – dijo Marie dando las gracias tras recibir el pañuelo de Kazura y acercándoselo a la nariz. Después de oler el aroma del pañuelo durante unos segundos, lo retiró de la cara y miró al pañuelo con una expresión de sorpresa. “La incomodidad que sentía ha desaparecido…” “Eso está bien. Hasta que lleguemos a la aldea de Grisea, huélelo de vez en cuando. Aliviará el malestar.” El efecto de los aceites aromáticos en un pañuelo era algo que Kazura ya había experimentado personalmente en Japón. Cuando se mareaba, siempre olía esta mezcla de aceites y se recuperaba rápidamente. Además, dado que tenía un efecto casi inmediato, resultaba bastante útil. Kazura se sintió aliviado de que el pálido semblante de Marie hubiera desaparecido, luego notó que su propio estado de ánimo se había vuelto menos pesado. “Oh… Ya veo. Havel ha hecho un buen trabajo.” – murmuró Kazura. “¿Eh?” “Nada. Me impresiona cómo el señor Havel se puede desempeñar de forma tan espléndida en sus tareas.” El sentimiento de melancolía que sentía en estos momentos solo habría empeorado si se hubiera quedado a solas en el carruaje. Al final, solo pensaría en cosas deprimentes que lo harían sentir peor. Sin embargo, si viajaba con un conocido, aunque mantuvieran una conversación banal, le sería imposible ponerse a pensar en otras cosas. Más aún si era tan joven como Marie. Le impresionaba que Havel hubiera sido capaz de preparar todo con anticipación y ahora se le hacía obvio que lo estuviera esperando junto a su carruaje. No podía negar que era una buena idea. “Ah… ¡Sí! ¡Gracias!” – respondió Marie con una alegre sonrisa, como si la estuvieran felicitando cuando escuchó las palabras de Kazura.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Survival Capítulo 24

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 24
Ola de Zombis XIX
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Mientras Hwan balanceaba su Arpón Zombi para llamar la atención de los no muertos, los otros dos hombres bajaron por la escalera y corrieron hacia la salida de emergencia. Cuando estuvieron a salvo, llamaron a Jung Hwan. “¡Jung!” La barricada se había reducido a un simple trampolín para que los muertos vivientes saltaran. Jung Hwan sabía que no podía aguantar mucho más y saltó del camión. Aterrizó rodando, pero aún sintió dolor en las rodillas y las palmas. Sin embargo, no tenía tiempo para pensar en ello. Se movió a través de los huecos en la horda y corrió hacia la puerta de metal. Sung Bae y Ki Moon, que se habían bajado del camión antes que él y ya estaban ante la puerta de emergencia estaban luchando desesperados contra los zombis que llegaban hasta ellos. Hwan corrió unos pasos más y luego se detuvo. Había demasiados zombis entre él y la salida. A ese ritmo, ni él ni las dos personas que estaban por delante estarían a salvo. “¡Cierren la puerta!” – gritó Hwan. Ya no podían verlo a través de la multitud de zombis. Sung Bae sabía que no podían aguantar más y cerró la puerta. Podían escuchar a los zombis golpeando al otro lado de la puerta de metal. “¡Oye! ¡Jung Hwan todavía está ...!” – comenzó a gritar Ki Moon. “¿Sabes cuántos zombis hay frente a la puerta en este momento?” Ki Moon trató desesperadamente de abrir la puerta, pero Sung Bae lo detuvo. El sonido atronador de los zombis golpeando la puerta era aterrador. Había una cantidad innumerable de zombis al otro lado, muriéndose por hundir sus dientes en sus carnes. Ki Moon pudo sentir como la fuerza desaparecía de su cuerpo. Sin embargo, la crisis aún no había terminado. Hubo un sonido de algo rompiéndose. Los ojos de Ki Moon y Sung Bae se dirigieron simultáneamente a la puerta de vidrio del primer piso. Se había roto y los zombis avanzaban a paso irregular. Al principio, el agujero era apenas accesible, pero el vidrio continuó rompiéndose y el pasaje se expandió a medida que los zombis se abrían paso. A pesar de que el cristal les desgarraba la carne. Con un terrible alboroto, decenas y cientos de infectados atravesaron las estrechas puertas de cristal. Algunos zombis tenían las tripas colgando, mezclados con pedazos rotos de vidrio. A otros les había arrancado la mitad de la cara. La conmoción llenó los ojos de los miembros del campamento que vigilaban esa entrada, así como de los que estaban visitando el primer piso para disfrutar de la luz del sol. La expresión de sus caras mostró que no sabían lo que estaba pasando. Al darse cuenta, sus expresiones se fueron volviendo, poco a poco, sombrías, a medida que la sangre desaparecía de sus rostros. Los zombis comenzaron a morder y desgarrar la carne de los miembros del campamento. El rayo de esperanza que Yohan había provocado, antes de partir, se desvaneció rápidamente. El primero en comprender la situación fue Byung Jin. Él y Min Seo estaban lidiando con los zombis que estaban empujando a través del cristal. “¡Dense prisa y levántense! ¡Vienen los zombis! ¡Váyanse de aquí!” – gritó a los miembros del campamento que aún estaban congelados, muertos de miedo. ‘Si ocurre una ola de zombis o algo similar cuando no estoy aquí, baja al sótano y espera. Quédate allí hasta que te quedes sin comida. No salgas sin importar qué pase.’ Estas fueron las últimas palabras que Yohan antes de irse. También dejó algunos consejos. ‘Nunca intentes bloquear una oleada zombi. Sus números no lo permiten.’ Cuando las puertas de cristal se rompieron al inicio, Byung Jin y los guardias intentaron volver a levantar una barricada en la zona. Aunque había sido rota, solo había una entrada, y Byung ya no era el cobarde que era hace unos meses. Ya no entró en pánico y tembló de miedo ante un simple zombi. Sin embargo, había demasiados. Si continuaran intentando resistir, habría más víctimas. Sabía que no podía poner en peligro a su esposa. Byung vio que Min Seo sudaba con fuerza mientras luchaba a su lado. Decidió cambiar de táctica y seguir los consejos de su líder ausente. “¡Bajemos al sótano!” – gritó Byung. Los miembros del campamento siguieron sus instrucciones y se retiraron. Al principio, Jin pensó que podrían evacuar de manera segura siempre y cuando todos permanecieran tranquilos. Sin embargo, pronto cambió de opinión. ‘Los zombis son demasiado rápidos.’ Estos zombis se movían a una velocidad a la que no estaba acostumbrado. Se movían tan rápido como un hombre adulto a pesar de que estaban cojeando y tropezando tras su presa. Algunos de los miembros del campamento se pusieron ansiosos y tropezaron unos con otros mientras intentaban moverse más rápido. Pronto, hubo otra víctima. Los zombis cayeron sobre el caído como hienas. Sonó un grito agudo y los miembros del campamento que presenciaron su muerte comenzaron a correr frenéticamente. Byung Jin agarró la mano de Min Seo y corrió. No podía preocuparse por el campamento, y se centró primero en salvar a su esposa. “¡Aah!” Min Seo dejó escapar un grito agudo. “¡Min!” – gritó Jin, mientras la miraba con una expresión de sorpresa. Se estaba sosteniendo su brazo. Cuando atravesaban un pasillo estrecho, un mueble que sobresalía le había creado un corte en el codo. Jin agradeció que no fuera el peor de los casos, pero, aun así, parecía preocupado mientras le rasgaba la camiseta y le vendaba el brazo. Había zombis acercándose hacia ellos. Byung Jin pateó a un zombi en el pecho cuando terminó de apretar el nudo alrededor del brazo de Min Seo. El zombi dejó escapar un horrible grito al caer hacia atrás. Volvió a levantarse y se acercó a ellos una vez más. “Démonos prisa.” – dijo Min Seo. Byung Jin asintió y se dirigieron a la salida. Sung Bae y Ki Moon fueron los últimos en atravesar la salida de emergencia y cerraron la puerta nada más pasar. Una vez más, podían escuchar zombis al otro lado. Esta vez, eran los crujidos que creaban arañando la puerta. También hubo alaridos horribles, así como los ruidos que creaban los zombis intentando atravesar la puerta. El miedo llenó los ojos de los miembros del campamento. “¿Qué está pasando? Byung, ¿Dónde está Jung?” – preguntó un anciano. “Hay innumerables zombis acercándose. El cristal del primer piso se rompió. No importa cómo lo piense... Tendremos que volver a renunciar al primer piso. Sin embargo, no te preocupes. Los zombis no podrán atravesar esta puerta de metal.” – dijo Jin, intentando calmar las preocupaciones de la gente, pero pudo ver que todavía estaban ansiosos. Mientras trataba de recuperar el aliento, Byung Jin miró a Ki Moon y Sung Bae. “¿Dónde está Jung Hwan?” “También atravesaron las barreras del aparcamiento. Había tantos zombis que, sin importar cuántos matásemos, simplemente pisarían los cadáveres...” “Está bien... Pero, ¿dónde está Jung Hwan?” “No pudo llegar a…” “¿Murió?” “No. Probablemente corrió hacia el otro lado.” – respondió Ki Moon. La cara de Byung Jin se oscureció mientras escuchaba sus palabras. Fue una suerte que Jung no muriera, pero si no podía escapar de regreso al campamento, era lo mismo que estar muerto. El jefe se había ido y Jung Hwan, quien fue asignado como líder por Yohan, estaba desaparecido. No había nadie que diera órdenes. La oleada zombi que habían previsto había llegado y no había nadie para ayudarlos a superarla de manera segura. Min Seo se desinfectó la herida y se puso ropa limpia. Pensó que la gente se pondría aún más ansiosa si la vieran con la ropa ensangrentada. Incluso sin que nadie los dirigiera, los supervivientes se reunieron de forma instintiva en el medio del piso B1F. Incluso aquellos que normalmente pasaban el día solos, se unieron a ellos, como si ya no pudieran soportar esa soledad. “¿Qué pasa con Saeri?” – preguntó Byung, mientras contaba a la gente. Si excluían a las víctimas del aparcamiento y las de la brecha del primer piso, solo faltaban Jung Hwan y Saeri. Jung fue visto por última vez en el aparcamiento, pero nadie había visto a Saeri. “Yo… No estoy seguro. ¿Tal vez está en la azotea?” La azotea era uno de los lugares favoritos de Saeri. Su último pasatiempo era ir al techo y estar pendiente del regreso de Yohan. Los supervivientes intercambiaron miradas preocupados. Si estuviera atrapada en la azotea, la comida sería el primero de los muchos problemas que enfrentaría. El miedo se reflejó en sus ojos cuando sus oídos fueron bombardeados por los poderosos golpes y los horribles chillidos de los zombis. Algunos de los infectados corrieron hacia la barricada que había alrededor de la escalera mecánica con la intención de derribarla. La vida de dos de sus principales miembros desaparecidos era importante, pero el debilitamiento de la barricada ubicada en las escaleras mecánicas era algo que tenía que abordarse de inmediato. Como estaba formada con muebles apilados unos encima de otros, no caería fácilmente. Sin embargo, los aullidos de los zombis les bajó la moral. Min Seo tembló y Byung Jin la atrajo a sus brazos para consolarla. “No te preocupes. Te protegeré pase lo que pase.” “Me siento un poco mareada.” “Es porque tienes miedo. Apóyate en mí y descansa.” Min Seo asintió con la cabeza. Su esposo era alguien en quien siempre había podido confiar. Era algo que había hecho durante mucho tiempo. Era difícil creer que alguien tan asustadiza y aterrada como ella se sintiera tan segura en sus brazos. Byung Jin miró a los ojos de Min Seo y le acarició la cabeza con suavidad. “Esto no puede continuar. Jin, ¿qué tal si apilamos algunas cosas más encima de la barricada para que la gente se sienta más segura?” – sugirió el Anciano Park. “Eso suena bien. ¿Me ayudan?” Byung Jin se levantó. Los miembros del campamento comenzaron a seguir el ejemplo de Byung, ahora que Yohan y Jung Hwan no estaban cerca. Algunas personas ya estaban apilando muebles sobre la barricada cuando se unieron a ellos. Juntos, duplicaron y luego triplicaron las defensas. Los sonidos de los zombis del otro lado se silenciaron un poco, con cada incorporación a la barricada. Poco después, ya no pudieron escucharlos en absoluto. Solo entonces disminuyeron los latidos de sus corazones. No sabían cuánto tiempo había pasado, pero a medida que pasaban los minutos, todos lograron calmarse mientras se acostumbraban a la situación. Los fuertes jadeos y resoplidos de los miembros del grupo se desvanecieron. Sintieron como si el peligro hubiera pasado. Incluso los llantos de los niños habían desaparecido. La madre de los tres niños abrazó a sus hijos con fuerza, susurrando palabras de consuelo. Los pequeños se aferraron firmemente al dobladillo de la ropa de su madre. Las personas mayores se agarraban de las manos. Byung Jin sostuvo a Min Seo en sus brazos con suavidad. Todos distrajeron sus corazones y se consolaron entre sí. Esperaban que esta conmoción pasara lo antes posible. Ki Moon todavía se sentía ansioso. Jugó con su navaja plegable, abriéndola y cerrándola, una y otra vez. Luego, al ver que eso no le estaba ayudando, metió la mano en el bolsillo y sacó las llaves de su coche. Había un emblema de un caballo con sus pezuñas delanteras en el aire. El coche era un botín que había obtenido al tratar con un zombi en el estacionamiento del cuarto piso. Miró las llaves para animarse. Todavía tenía que sacar el coche del aparcamiento para probarlo. “Iba a tomar el Ferrari y conducirlo cuando todo se calmase. ¿No es esto un asco?” El coche extranjero costaba cientos de miles de dólares y quería ver qué podía hacer con él. Ki Moon notó que sus palabras cayeron en saco roto entre el resto del grupo y se giró para mirar a Sung Bae. Estaba esperando su respuesta. Sung parecía cansado. Tenía las piernas dobladas hacia su cuerpo y su rostro estaba enterrado entre sus rodillas. ‘¿Está cansado?’ – pensó Ki Moon, inclinando a cabeza ligeramente, pero Sung no se movió. Al final, después de esperar durante diez minutos, Moon lo tocó. – “Ei, ¿qué estás haciendo? Si estás cansado, acuéstate.” Sung Bae no respondió a sus toques. Ki Moon volvió a inclinar la cabeza. “Oye.” Finalmente, Sung Bae levantó la cabeza. No había pupilas en sus ojos, solo un iris gris lechoso que hacía que sobresalieran grotescamente hacia afuera. Era como si los ojos se le fueran a caer de sus cuencas en cualquier momento. “¿Sung Bae?” Fue en ese momento que Sung Bae se abalanzó sobre Ki Moon. La mente de Ki Moon sabía que tenía que defenderse de inmediato, pero su cuerpo dudo. No pudo apuñalar de inmediato a su amigo, con quien había compartido muchas charlas y risas. Sung mordió y rasgó el cuello de Ki Moon cuando lo derribó al suelo. La sangre salpicó por el aire. En un instante, el pasillo se llenó de gritos y, como si reaccionara a ellos, Sung Bae cambió de objetivo a un anciano que tenía cerca y le mordió en el brazo. “¡Aaaah!” El caos llenó la habitación. Un zombi ya había infectado a dos personas y fue solo en este momento que Byung Jin notó la herida en la pierna de Sung Bae. Había marcas de dientes en su pierna. Byung Jin interceptó rápidamente a Sung Bae. Sin embargo, el recién infectado Ki Moon se levantó y comenzó a acercarse a él. Era difícil lidiar con dos zombis al mismo tiempo, por lo que pateó a Ki Moon en el estómago. Mientras tanto, el número de víctimas aumentaba exponencialmente. “¡Todos adentro! ¡Tú también Min Seo!” – gritó Byung con urgencia, empujando a Min Seo con la mano. Sung Bae y Ki Moon parecían beneficiarse de la influencia de la oleada zombi, ya que se movían a una velocidad asombrosa. Aun así, priorizó la protección de su esposa.



Survival Capítulo 23

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 23
Ola de Zombis VIII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Yohan se dirigió a la oficina situada en el segundo piso del centro comercial, pateó la puerta y entró. Recorrió con la mirada el interior de la habitación a fondo mientras mantenía su postura de disparo. Sin embargo, el director no estaba en la oficina. En cambio, había un hombre inconsciente atado en una esquina. Era el artista marcial que había visto antes, cuando estaba espiando al director desde el tubo de ventilación. ‘¿No vino aquí?’ Sus ojos se dirigieron a la sala de reuniones, que era parte de la oficina. Había una buena cantidad de suministros apilados allí. Como ya lo sabía, había pensado que el director podía huir a esta oficina. ‘¿Irá primero a la enfermería?’ Había pocas cosas que uno podía hacer dentro de la sala de primeros auxilios de un centro comercial cuando no había personal médico. Normalmente, una persona no sabría acerca de los riesgos de tener una infección al aire libre y preferiría refugiarse con sus suministros. Pero decidió no pensar demasiado en ello. Podía estar equivocado en sus suposiciones y por ello, dirigió su atención e interés al hombre que tenía delante. El artista marcial tenía una constitución prominente y musculosa. Era evidente a pesar de que estaba atado e inconsciente en el suelo. Yohan recordó el instante en que vio al hombre por primera vez. ‘¿Lo ves? Si no fueras tan terco y me obedecieras, las cosas habrían sido mucho mejores.’ El artista marcial estaba cautivo por alguna razón. Tal vez era hostil con el director, pero no pudo doblegarlo. Desde entonces, el director lo había intentado engatusar, pero, presumiblemente, se mantuvo terco, aunque estaba incapacitado. Se tomó su tiempo para evaluar al hombre porque inevitablemente se encontraría con una gran cantidad de zombis cuando intentara escapar. Para atravesar esa horda con seguridad, necesitaría al menos a una persona para vigilar su espalda. Y este era un posible aliado. Sin embargo, siempre existía la posibilidad de que pudiera atraparlo con la guardia baja y apuñalarlo por la espalda. Una vez más, Yohan estaba en una importante encrucijada. Tenía que decidir si desatar a ese hombre y pedirle que protegiera su espalda o intentar atravesar la horda en solitario. En situaciones de emergencia como esta, era mejor confiar en sus instintos de supervivencia que tratar de pensar estratégicamente. Tenía que confiar en sus instintos, ya que lo habían ayudado a sobrevivir durante tres años en su línea de tiempo anterior. Esta situación era diferente de la anterior con Barrendero. En aquel entonces, no tenía ninguna razón para ayudar al otro hombre. Además, todavía sospechaba de cómo se había acercado a él al principio. La situación anterior requería que se moviera con sigilo y era mejor moverse solo, pero ahora, tenía muchas razones para desatar a ese artista marcial. También había que añadir que le había gustado escuchar la conversación entre el hombre y el director. “Despierta.” Yohan sacudió al hombre. Decidió hablar con él primero antes de desatarlo. “Uuugh… ¿Quién eres?” El hombre abrió los ojos. Como su voz no era muy ronca, Yohan se dio cuenta de que probablemente se había quedado dormido en lugar de desmayarse por la paliza que recibió. “Soy Yohan. Desafortunadamente, no tengo tiempo para explicar la situación. En este instante hay muchos zombis en el campamento. ¿Puedes ponerte en pie y pelear?” “¿Qué paso con los chicos de la Luna Dorada…?” La principal preocupación del hombre eran los mafiosos. ‘¿Se llamaban la Luna Dorada? Eso es revelador.’ – pensó Yohan, mientras se reía en su interior. – “Muchos están muertos. Algunos todavía están vivos, pero les resultará complicado salir de aquí. Se puede decir que están totalmente desorganizados en este momento.” El hombre reflexionó sobre las palabras de Yohan. Sin embargo, no tenían mucho tiempo y la situación actual era complicada de entender. “No hay tiempo, así que solo te haré algunas preguntas. ¿Quién eres? ¿Por qué fuiste capturado y encerrado en este sitio?” “……” “Por favor contesta la pregunta. No puedo ayudarte si no eres honesto conmigo.” “Soy Ha Jin Kang del equipo de Taekwondo oficial de Bucheon. Después de que aparecieron esos monstruos, mis colegas y yo fuimos a la tienda para conseguir algo de comida. Nos emboscaron allí.” ‘Es un deportista.’ – pensó Yohan mientras asentía, apreciando el cuerpo bien entrenado del hombre. – “¿Dónde está tu grupo?” Pero Ha Jin sacudió la cabeza. Los miembros de su grupo se habían vuelto adictos a las drogas que les daban los mafiosos y fueron arrojados contra los zombis. No quería compartir este hecho vergonzoso con un extraño. Fue suficiente para implicar que estaban muertos. Yohan entendió lo que Ha Jin estaba insinuando. “Si te dejo ir, ¿cooperarás conmigo para escapar?” “Realmente no tengo otra opción, ¿verdad?” “Bueno, estoy preguntando por cortesía. Además, quiero sentirme seguro durante nuestra fuga. ¿Prometes cooperar?” El hombre asintió en silencio. Un hombre de pocas palabras era más confiable que un parlanchín. O tal vez solo quería creerlo porque realmente no tenía otra opción. Cortó las ataduras alrededor de las manos y pies de Ha Jin con su cuchillo. El artista marcial tropezó por un momento cuando se puso de pie, pero rápidamente encontró el equilibrio. “¿Cuánto tiempo has estado apresado?” “Creo que… Han pasado alrededor de cuatro días.” Si una persona estuviera atada en una posición tan incómoda durante cuatro días, definitivamente se sentiría mareada, pero parecía que Ha Jin tenía una gran fortaleza mental. Yohan sintió admiración por la constitución de ese hombre y sacó una cantimplora de un bolsillo de su cinturón y se la entregó a su nuevo compañero. “Gracias.” “Toma esto también.” Yohan hizo girar el cuchillo que usó para cortar las ataduras de la cuerda y se lo dio a Ha Jin con el mango por delante. El artista marcial aceptó el cuchillo, pero lo miró perplejo. “Tienes dos pistolas. ¿No sería mejor dividirlas entre nosotros por igual?” “Lo siento, no soy lo suficientemente generoso como para entregarle un arma a alguien que acabo de conocer.” Ha Jin miró a Yohan. No parecía infeliz, sino más bien confundido. “Para ser honesto, normalmente no estaría liberando personas al azar. Sin embargo, la situación es urgente.” – explicó Yohan. “Está bien, lo entiendo. Entonces, ¿qué debo hacer ahora?” – preguntó Ha jin. Yohan se tomó un momento para organizar sus pensamientos antes de responder. Los zombis ya estaban entrando por las puertas de cristal rotas de la planta baja, haciendo inútiles las cuatro salidas que se encontraban allí. La entrada y la salida al aparcamiento se encontraban en lados opuestos del edificio y, si quisieran un lugar sencillo por el que colarse, debería ser el aparcamiento subterráneo. Fue una decisión difícil de tomar. La mayoría de las veces, sería sencillo defender un gran edificio de cemento como este, pero, durante una oleada zombi, era mejor moverse en una zona abierta para escapar. Estar en este edificio durante la ola de zombis era similar a estar en un barco que se hunde. Los zombis brotaban por todas partes, como el agua. Cuanto más lo pensaba, más complicada se volvía la situación. Yohan terminó de organizar sus pensamientos y abrió la boca para responder. “Iremos hacia el aparcamiento subterráneo a través de la salida de emergencia y despejaremos el camino que va hacia la entrada o la salida para poder escapar. Iré delante, por favor, cúbreme.” A continuación, se llenó los bolsillos con lo que sentía sería la cantidad adecuada de comida y agua y abrió la puerta de la oficina para irse. Ya había tres zombis preparados para saludarlo. Empujó a los zombis con su brazo izquierdo y les atravesó la cabeza uno tras otro. Estaba a punto de avanzar a través de los cuerpos que fueron apuñalados en el cerebro cuando, de repente, sintió una sensación de inquietud alrededor de su pie izquierdo. Rápidamente retrajo su pie. Un zombi, al que le faltaba la mitad inferior del cuerpo, chasqueó las mandíbulas al aire. Sin dudarlo, desmembró la mandíbula inferior del no muerto con una patada brutal. Yohan evitó usar su arma tanto como fuera posible mientras avanzaban. En su lugar, colocó una bayoneta en el cañón de la pistola y empuñó su arma como si fuera una lanza. Era mucho más pesada y requería más fuerza que empuñar un cuchillo, pero era más segura porque aún podría usar el arma en caso de emergencia. Solo tenía que asegurarse de que la sangre y las tripas no obstruyeran el cañón de la pistola antes de usarla. Cada vez que escuchaba a un zombi acercarse por detrás, también escuchaba a Ha Jin balancear su cuchillo. Era tan fuerte que el cuchillo atravesaba todo el cráneo y salía por el otro lado. Normalmente un zombi lucharía durante 3-5 segundos tras ser apuñalado en el cerebro. Sin embargo, con el ataque de Ha Jin, morían al instante. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de moverse. Yohan se alabó en silencio por tomar una buena decisión al liberarlo y se enfocó en lo que tenía delante, confiando su espalda a su compañero. Cruzaron el puente aéreo y pudieron ver la salida de emergencia, todavía bien cerrada. Sus ojos se centraron en los zombis que se encontraban cerca de la salida. Estaban a unos 50 metros y había alrededor de 40 zombis en las inmediaciones. Esto era un problema. El puente tenía una gran variedad de objetos, como maniquíes y mostradores, sirviendo como barreras. Sin embargo, el segundo piso de los grandes almacenes era una zona amplia y abierta. Podrían ser rodeados en un instante si eran retrasados por algún motivo. Se concentró más, trazando una ruta hacia la salida de emergencia. Pensó en qué zombis necesitaba eliminar y cuál era el método más eficiente para lograrlo. Uno por uno, se imaginó a sí mismo eliminando a los zombis. Había un total de ocho a lo largo de la ruta que iba hacia la salida. Tenían que eliminarlos con ocho golpes rápidos. La concentración de Yohan era un gran activo para situaciones de crisis como esta. Sin embargo, la concentración fue responsable de un tipo diferente de crisis. Estaba demasiado concentrado en los zombis y en la salida para darse cuenta de que el director lo estaba apuntando con su arma desde el otro lado del patio del tercer piso. Un fuerte disparo resonó por todo el centro comercial cuando el disparo estalló de la pistola del director. Yohan intentó devolver el fuego contra la fuente del sonido, pero una bala se alojó en su interior, causando un dolor intenso e inmediato. Yohan dejó escapar un gemido gutural cuando el impacto lo obligó a retroceder unos pasos antes de que sus piernas cedieran y cayera contra el suelo. La sangre de un tono rojo oscuro goteó de su boca. Tenía una expresión de sorpresa en su rostro mientras intentaba ver dónde le habían disparado, pero su visión se volvía cada vez más borrosa a medida que la herida palpitaba de dolor. “¡Hey!” – gritó Ha Jin nervioso, llamando a Yohan. Seguía cubriéndolo por detrás, pero no respondió. Estaba en silencio y quieto como si se hubiera desmayado. Sonó un segundo disparo. Ha Jin bajó la cabeza y se intentó cubrir con sus brazos. Afortunadamente, la segunda bala se desvió. Sin embargo, todavía estaban en una situación de crisis. Los zombis se estaban acercando lentamente hacia la pareja. Ha Jin arrastró el cuerpo inerte de Yohan hacia la puerta de una oficina cercana y la abrió de una patada. Dentro, se encontró con dos zombis y, como si estuvieran ansiosos por demostrar lo hambrientos que estaban, los dos infectados volaron hacia sus presas con evidente sed de sangre.
* * *
Mientras Yohan se encontraba en una situación de vida o muerte, Jung Hwan todavía se encontraba dentro del campamento, reforzando la seguridad de la entrada al aparcamiento. Lo habían bloqueado con un camión y un todoterreno, pero ahora, cuatro de los hombres más jóvenes, se habían subido a la parte superior del camión con la ayuda de la escalera de hierro. Los cuatro se encontraban ocupados derribando a los zombis con un arma que habían denominado, ‘Arpón Zombi’. Era un arma de corta distancia fabricada con una cuchilla atada con cinta de embalar y bridas a una bolsa de aspillera. Aunque era un poco complicada de usar, debido a su peso y poca precisión, tenía la ventaja de poder derribar zombis sin poner en riesgo a su portador. Ahora, defender el aparcamiento era algo tan simple como matar a los zombis nada más detectarlos y, aunque la caza se había convertido en una tarea tediosa y cotidiana. Últimamente el número de no muertos había aumentado. “Jung, parece que cada vez hay más zombis.” – dijo Ki Moon, estremeciéndose. Estaba matando zombis con Jung Hwan, pero veía como se iban acumulando lentamente. “Sí, eso parece.” Pero lo que era aún más aterrador eran los zombis que se encontraban fuera del aparcamiento. Un número interminable de muertos vivientes se movía hacia el centro comercial H, situado al otro lado de la calle. Sin embargo, con tantos zombis apiñados, algunos terminaron dentro de su edificio. Estos zombis chillaron y atrajeron a más zombis, lo que provocó que la horda que iba en su dirección fuera aumentando con el paso del tiempo. Era una situación precaria y no estaban seguros de sí la barricada creada con el camión y el todoterreno podría soportar la llegada de tantos zombis. Aunque el todoterreno tenía varios elementos apilados sobre su techo, para mejorar la barricada, no era la mejor forma de hacerlo. Jung Hwan y el resto de hombres continuaron apuñalando a los zombis sin descanso. Si la barricada se derrumbara en ese momento, el muelle de carga por el que tanto lucharon para asegurar, se volvería inútil una vez más. Y todavía quedaban muchas cosas por mover. Habían conquistado esa área con mucho esfuerzo y no podían dejarla caer tan fácilmente. Sin embargo, no importaba cuántos zombis matasen, la horda solo se iba haciendo más grande. ‘Si solo Yohan estuviera aquí.’ Jung Hwan era muy consciente de su ausencia. Los zombis comenzaron a pisar a sus hermanos caídos y pudieron llegar más alto. Cuanto más alto llegaban, más aumentaba su nivel de ansiedad. “¡Aaaah!” De repente, se escuchó un grito agudo. “¡Sang Joon!” Al final, un zombi pisó a un compañero caído y trepó por la barricada desde un lateral. Se dirigió hacia el grupo y mordió a Sang Joon en el cuello. En el instante en que el grupo se distrajo con esa desgracia, los zombis de abajo parecían multiplicarse todavía más. “¡Bajad! No podemos aguantar. ¡Vamos a entrar en el edificio por ahora!” Incluso cuando Jung Hwan estaba hablando, los zombis estaban sobrepasando la barrera. Para cuando bajaran por la escalera, estarían rodeados por los zombis. Dos de sus hombres dudaron al verse atrapados entre la roca y la pared, pero Jung los empujó hacia adelante, mientras se daba la vuelta para comprarles algo de tiempo. “Baja primero, ¡rápido!”



Survival Capítulo 22

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 22
Ola de Zombis VII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

El director estaba claramente molesto. “Qu… ¿Qué debemos hacer?” – tartamudeó uno de sus subordinados, después de escucharlo. ‘Estúpido bastardo.’ – pensó, mientras abofeteaba a su subordinado. A continuación, se volvió hacia el secuaz que estaba a su derecha, sosteniendo un M16. – “Jefe Kim.” “¡Señor!” “Lleve a cinco o seis personas con usted y apoye a los que guardan la basura.” “Sí, señor.” “El resto, seguidme. Vamos al tejado.” No pudo entender qué estaban haciendo los intrusos. Sin embargo, todavía se sentía confiado. Solo eran dos y ni siquiera estaban armados. ‘Haré que se arrepientan de no huir cuando tuvieron la oportunidad.’ – pensó, mientras tomaba a sus hombres y corría hacia el tejado. Se dirigieron a la puerta de metal que conducía a la azotea, que estaba firmemente cerrada. El director hizo un gesto a uno de los hombres armados con la barbilla. El secuaz, con una expresión nerviosa en su rostro, abrió con cuidado la puerta. La puerta crujió, antes de revelar el paisaje desolador de la azotea. No había nadie. “Señor, no hay nadie.” ‘¿Fue una distracción?’ El director bajó su pistola. Los intrusos parecían haberlos atraído hacia el techo para que fuera más fácil rescatar a la basura. Afortunadamente, ya había enviado muchos refuerzos hacia allí. Los bastardos estaban bailando en la palma de su mano. Justo cuando el director estaba pensando eso, escuchó un zumbido proveniente del borde de la azotea, justo al lado de la barandilla de seguridad. Alguien había dejado un transmisor portátil tirado en el suelo. Pudo sentir como su rostro se ponía rojo de ira al pensar que esos bastardos estaban jugando con él. Sin embargo, respiró hondo y se calmó. Hizo un gesto nuevamente con la barbilla, para que sus hombres entraran en la azotea. Se quedó quieto, con uno de sus secuaces, mientras el resto caminaba lentamente hacia la radio, teniendo mucho cuidado con su entorno. Como sospechaban, no había nadie alrededor. Una vez que llegaron al borde del techo, uno de los subordinados de mayor edad se acercó a la radio. La recogió y comenzó a gritar. “¡Oye, pedazo de mierda! En el momento en que te atrapamos, estás muerto. ¿Lo tienes?” Aunque expresó su ira hacia el dispositivo, no hubo respuesta. Solo un misterioso silencio. En ese momento, se escuchó un suave sonido metálico detrás de ellos. Los ojos del subordinado mayor se abrieron de par en par. Todas las cabezas de los mafiosos giraron simultáneamente. Yohan estaba de pie, encima del tejadillo que permitía la entrada de la azotea, al lado de la instalación de la antena. Sostenía un rifle y se encontraba apuntando directamente hacia ellos. En un instante, los disparos surgieron del arma de Yohan. Como si el tiempo se hubiera ralentizado, el director pudo ver que sus hombres iban a ser derribados e intentó darles una advertencia, pero sus palabras apenas habían salido de su boca cuando los sonidos de los disparos llegaron hasta sus oídos y sus hombres comenzaron a caer al suelo. Yohan disparó su rifle a los hombres que estaban por debajo de él, apuntando primero al que tenía un arma. Un esbirro, armado con un rifle, cayó antes de que pudiera apuntar con su arma. El director atravesó a toda velocidad la entrada a la azotea e intentó apuntar con la pistola a Yohan. Sin embargo, una bala perdida le rozó el hombro y tuvo que arrastrarse de regreso al edificio a cuatro patas. “¡Uaaaaa!” Las balas perforaron los cuerpos de los mafiosos y la sangre salpicó desde sus cerebros e intestinos. Los subordinados se asustaron y trataron de evitar la lluvia de balas. Sin embargo, Yohan era disciplinado con los disparos y no hubo escapatoria. En este punto, no era una batalla. Estaban siendo cazados y era más una masacre unilateral. Incluso cuando sus gritos, llenos de dolor, llegaron a sus oídos, Yohan siguió disparando su arma sin parar. Cada disparo resonó ruidosamente en la azotea hasta que tuvo que agacharse detrás de las antenas para recargar. El director reconoció la oportunidad de inmediato. “¡El tiroteo se detuvo! ¡Dense prisa y vuelvan a entrar!” – gritó a los subordinados que seguían vivos. “Director… ¡Aaaargh!” A instancias de su jefe, los hombres se apresuraron a regresar a la entrada, pero esto solo hizo que fuera más fácil para Yohan, cuando se dio cuenta de que sus objetivos se le estaban acercando por su cuenta. El director observó a sus hombres caer con una mirada en blanco en su rostro, pero rápidamente se recuperó, y comenzó a bajar corriendo por las escaleras para escapar. Yohan siguió disparando hasta que no quedó nadie en pie. Los cadáveres llenos de balas estaban tirados por el suelo, mientras los heridos se retorcían, gimiendo por el dolor. El cañón del rifle humeaba. Yohan saltó ágilmente del edificio sobre la entrada de la azotea y evaluó con cuidado la situación, cerca del hueco de la escalera. Se dio cuenta de que había un rastro de sangre bajando las escaleras. El director había escapado, pero no estaba ileso. Yohan podría perseguirlo más tarde en su tiempo libre. Yohan caminó fatigado por el mar de cuerpos esparcidos por la azotea. El asfalto gris ahora estaba manchado de sangre. Colgó su rifle M16 A1 en diagonal sobre su espalda para que estuviera situado, cómodamente, entre su hombro izquierdo y su cadera derecha. Encontró su ballesta en las manos de uno de los cadáveres y se la colocó sobre el hombro derecho. Ahora su cuerpo se sentía pesado, como si estuviera usando un caparazón de tortuga gigante. ‘Bueno, no es como si pudiera dejar mis armas atrás.’ Los mafiosos resultaron ser más ingenuos y estúpidos de lo que podía esperar. Probablemente aún no habían experimentado los verdaderos horrores del apocalipsis. Todo salió de acuerdo al plan, habían actuado exactamente como había esperado. Hace tres horas, cuando Yohan se liberó de sus ataduras, había ido hasta su refugio para recuperar su rifle de asalto. Luego regresó rápidamente al Centro comercial H usando la moto que tenía guardada. Como los mafiosos no sabían cuáles eran los objetivos de Yohan, probablemente pensaron que estaba allí para encontrar a alguien. Si eso fuera cierto, habrían asumido incorrectamente que los atrajo al techo como una distracción para rescatar a las personas. Desafortunadamente para ellos, su objetivo real era emboscarlos en la azotea y eliminarlos. Habían juzgado mal su intención y, como resultado, se volvieron descuidados, lo que condujo a su muerte. Con arrogancia pensaron que eran los cazadores y nunca soñaron que eran la presa. Por ello, Yohan logró dividir las fuerzas enemigas y atraer a los objetivos principales a una zona ideal para matar. Se agruparon de forma conveniente al borde de la azotea, prácticamente pidiendo ser masacrados. Sin embargo, el hecho de que el director escapara con vida molestó a Yohan. No esperaba que fuera tan cobarde como para enviar a sus hombres a la azotea mientras se quedaba dentro del edificio. El número de muertos ya había alcanzado la cifra de treinta personas, pero si bien no le importaba demasiado si algunos de los secuaces se escapaban, sabía que el jefe tenía que ser encontrado y eliminado. Yohan organizó sus pensamientos y se volvió para irse. “Uuugh… Sálvame…” Se escuchó un gemido de la pila de cadáveres. Parecía que alguien tuvo la suerte de evitar recibir un disparo en un lugar vital. Yohan empujó un cuchillo en la cabeza del hombre y esperó a que su cuerpo dejara de temblar. Echó un vistazo desde la barandilla y vio que el ruido de los disparos había atraído a un gran número de zombis, que ahora rodeaban todo el edificio. Los bastardos estaban atrapados como ratas en un frasco. Justo cuando Yohan pensaba que las cosas terminarían con facilidad, escuchó un aullido agudo desde los zombis que había abajo. Uno por uno, los zombis comenzaron a sumarse a ese chillido, creando un horrible estruendo, que hizo que todos los zombis de la ciudad se hicieran eco y comenzaran a lanzar aullidos de forma simultánea. Hacían tanto ruido que Yohan tuvo que taparse los oídos. ‘Una ola de zombis.’ Ese aullido marcaba el comienzo de una oleada zombi. Era un círculo vicioso, donde con cada nuevo aullido, se atraían más zombis. En un abrir y cerrar de ojos, las calles de la zona se llenaron de muertos vivientes. Daba igual a qué dirección mirara. Era un desfile de zombis y todos estaban enfocados en un solo lugar. ‘¿Dónde está el mutante?’ Los ojos de Yohan se posaron sobre el espectáculo mientras una gota de sudor frío se formaba sobre su frente. Una oleada zombi solo podía comenzar si un mutante se encontraba en algún lugar cercano. Yohan escaneó las calles con rapidez, pero no pudo encontrar lo que estaba buscando. Tenía que estar escondido entre la multitud, pero por ahora dejó de buscar. Un mutante era lo suficientemente llamativo como para poder encontrarlo más tarde. Además, era necesario identificar el objetivo de la oleada. El mutante probablemente aún no había aparecido debido a los campamentos militares cercanos. Habían escuchado aullidos y disparos en las últimas semanas. Esto no era el sonido de una batalla a pequeña escala. Lo más probable es que el objetivo anterior de la ola de zombis era la Base del Ejército de Bucheon. El hecho de que la oleada estuviera ahora en la vía pública significaba que todas las tropas militares de las cercanías habían sido destruidas y que el mutante había comenzado a atacar campamentos civiles. En cualquier caso, esto era un problema y Yohan sabía que necesitaba abandonar el área con urgencia. Tenía que alejarse lo más posible del objetivo. Reprimió su creciente ansiedad con mucho esfuerzo y trató de averiguar a dónde iban los zombis. ‘El objetivo es…’ El centro comercial H. Era el edificio en el que se encontraba. Todo el cuerpo de Yohan se tensó. Esta era la primera ola que encontró en la línea de tiempo actual y podía sentir como los pelos de su cuerpo se ponían de punta. Sin importar cuantas veces lo hubiera experimentado, las oleadas de zombis nunca dejaban de sorprenderlo. La vista de cientos o miles de zombis corriendo a un solo lugar era realmente un espectáculo horrible de contemplar. Estaba claro ahora que estaban apuntando al centro comercial H, pero el corazón de Yohan estaba lleno de preocupación por el campamento de Gunn. Había más de treinta sobrevivientes en ese edificio. Era natural que el centro comercial H fuera el primer objetivo, ya que había cerca de cien supervivientes allí, pero no había garantías de que este fuego no se propagara. ‘Solo puedo rezar.’ Si el fuego se extendía a otros campamentos, los supervivientes que se encontraban allí serían prácticamente aniquilados y no había nada que pudiera hacer al respecto. Yohan imaginó el peor de los escenarios. Aunque lo había experimentado innumerables veces con anterioridad, la sensación de pérdida e impotencia era tan poderosa como siempre. Después de todo, era un campamento que habían construido minuciosamente juntos. ‘Tengo que aguantar y rezar.’ Todo lo que podía hacer era esperar que el zombi mutante estuviera satisfecho con solo ese centro comercial. Yohan escaneó el área una vez más, buscando una ruta de escape. Ahora no era el momento de preocuparse por el otro campamento. Tenía que preocuparse por su propia vida. ‘¿Por dónde puedo escapar…?’ Los ojos de Yohan se movieron con rapidez. Había un total de ocho salidas, si consideraba los grandes almacenes y el centro comercial como un edificio interconectado. Los zombis estaban congestionando todas las calles. Necesitaba encontrar un hueco por el que poder escapar. Pero no solo tenía que preocuparse por huir, sino que también tenía que decidir si trataba con el director antes de irse. La presa que estaba cazando todavía respiraba, pero ya estaba herido. Las posibilidades de que el director sobreviviera a este desastre parecían escasas, pero parecía ser el tipo de persona que sería tan tenaz como una cucaracha y reaparecería en el peor momento. Yohan no tuvo que pensar demasiado. Comprobaría con rapidez los lugares donde el director podría esconderse. Si no podía encontrarlo, entonces simplemente se rendiría y se iría. Una vez decidido, Yohan se movió sin dudar. Tan pronto como volvió a entrar al edificio, pudo mirar hacia abajo y ver como los zombis llenaban la planta baja. La puerta de cristal de la entrada se había roto, incapaz de soportar el peso y la presión de la ola zombi que intentaba entrar. “¡Aaaah!” Un grito agudo atrajo la atención de Yohan. El área frente a la escalera mecánica entre la planta baja y el sótano era ruidosa. Había un grupo frente a la tienda de alimentos tratando de bloquear a los zombis. Hubo disparos esporádicos, que indicaron que la situación no era buena. Justo cuando ese pensamiento cruzó por su mente, alguien fue desgarrado y el bloqueo se derrumbó. A medida que aumentó el número de víctimas, también aumentó el número de desertores. Desafortunadamente para los fugitivos, fueron rodeados por el enjambre. Una serie de gritos resonaron por todo el patio. Yohan encontró y siguió un rastro de sangre que se alejaba de la entrada de la azotea. Las manchas de sangre lo llevaron hacia el segundo piso del centro comercial. Mientras seguía el rastro, notó que el sangrado era irregular. Pero para cuando llegó al puente aéreo, un grupo de zombis se había reunido a su alrededor. Parecía que se habían agrupado después del paso del director, así que se dio la vuelta y subió al tercer piso para evitar atraer su atención. Había otros dos lugares que pensaba revisar, la enfermería y la oficina general. Dado que no sabía la ubicación exacta de la enfermería, fue primero a la oficina general. A medida que avanzaba, se dio cuenta de que el número de zombis que se apiñaba en la planta baja no dejaba de aumentar y aceleró el paso.



miércoles, 25 de diciembre de 2019

Retro Capitulo 74

Volumen 3 Capítulo 74
Al final de una pesadilla I
Traducido por Lord
Corregido por Tars
Editado por Tars

Alrededor de la era de Rowelius, en el año 500, la edad Oscura comenzó. La aparición de los seres conocidos como demonios, trajo la desesperación al mundo. Su llegada inicio el enfrentamiento entre los demonios y la humanidad y, como resultado, la civilización humana se derrumbó. No hubo registros de aquellos tiempos, por lo que solo pudo transmitirse de boca en boca, en cada generación. Aunque algunos se burlaban de la historia como un mito, pero otros lo sabían. Ese hecho contado en la historia, existió. *Pasos* Dentro de las ruinas del castillo, había un hombre con una máscara de cuervo, caminando entre los escombros chamuscados. Mientras avanzaba, los restos que bloqueaban su camino eran empujados a ambos lados, creando un camino. Al llegar al centro del castillo, puso su mano en el suelo. En ese momento, apareció una runa flotando en el aire, intentando alejarlo, pero perdió su fuerza y cayó al suelo. Al mismo tiempo, apareció la puerta de un camino subterráneo. Un pasadizo oculto que ni siquiera la familia real de Prillecha conocía. Le había llevado mucho tiempo reunir todas las historias trasmitidas de boca a boca, y los distintos restos dejados a cada generación, para poder llegar hasta aquí. La pista decisiva fue similar a la que se contaba sobre las historias del océano Dorado, llamado Isthakar. Desastre. Un gran demonio, conocido como Desastre, estaba profundamente dormido en esta tierra. Los antiguos no pudieron destruir al gran demonio y sólo lograron ponerlo en un sueño en las profundidades del mar. También colocaron un sello en la parte superior. En cuanto al centro de ese sello, los antiguos levantaron un edificio para protegerlo. Más tarde, uno de esos antiguos ancestros que sellaron al gran demonio, estableció la familia real y nombro a las tierras que rodeaban ese terreno, como el Imperio de Prillecha. Pero ahora, ese lugar ya no podía cumplir su propósito original. En la actualidad, el castillo real se había derrumbado por completo y todos lo que habitaban el castillo se habían marchado. Nadie podía molestarlo. El hombre con una máscara de cuervo continuó bajando las escaleras en la oscuridad y solo se detuvo cuando llegó al lugar donde estaba grabado el conjuro. Al verlo, sacó algo del interior de su ropa. Era un bastón con muchas joyas negras incrustadas. Era un artefacto.
Era un tesoro obtenido después de despejar un Mundo de las Sombras de tercera clase. Muy pocos sabían para que servía, pero ese viejo era uno de ellos. Había millones de almas capturadas en ese bastón, y él pensaba que eran el catalizador para despertar al demonio. El hombre con una máscara de cuervo se paró en el centro de la runa y clavó el bastón justo en el medio. Un maná rojo comenzó a fluir como si fuera sangre.
* * *
En ese momento, la incursión de los Forasteros estaba prácticamente resuelta. Era por la tarde y el mar brillaba como si fuera oro fundido. Con la llegada de las tropas de élite de la Alianza de los Reinos Occidentales, el ejército de Avalon, a través del portal de teletransporte, los defensores abrumaron a los Forasteros al instante. Al darse cuenta de que no tenían esperanza de ganar, los Forasteros que quedaban se rindieron de inmediato y la situación se resolvió. El estadio usado como cuartel general temporal estaba lleno de Guardias y refugiados. Los soldados parecían algo cansados, pero estaban orgullosos de haber sido capaces de repeler a los invasores. “Oye, prueba un poco de esto.” “Esto también. Está cocinado de forma perfecta.” “Oh, no gracias. Ya he tenido suficiente.” “No pasa nada, todo está bien.” Los guardias a menudo entregaban sus raciones a los refuerzos que habían llegado del exterior. Aunque pusieron sonrisas incómodas, después de intentar rechazar de forma educada sus favores, al final cedieron y aceptaron con gracia su hospitalidad. Los estudiantes de la Academia Hebrion sentían como si estuvieran sentados sobre una montaña de comida. Era el grupo de Desir. Incluso ellos mostraban signos de fatiga después del largo combate. Tenían muchas heridas pequeñas por el cuerpo y el cansancio que emanaban lo hacía mucho más que evidente. Pero al igual que el resto de soldados, parecían muy felices mientras rellenaban sus bocas con la comida que se les ofrecía. “He oído que es un grupo muy famoso en Hebrion.” “¡Han estado geniales!” El equipo de Desir recibió la cálida acogida de los soldados del Imperio Prillecha. Aunque todavía había muchos funcionarios no estaban contentos con la palabra Hebrion, los consideraron invitados especiales y habían comenzado a ser amables. No había nadie que no supiera sus nombres. Especialmente entre los soldados que habían presenciado el asalto al edificio donde se encontraba el Portal de teletransporte. Habían recibido tantos regalos, que literalmente se formó un montículo en los asientos que se encontraban a su alrededor. “Mi madre se volverá loca si se entera de lo que ha pasado hoy.” Romántica se veía extasiada. Y con razón, ya que había defendido la amenaza a su ciudad natal con sus propias manos. “Ah, aquí estás.” Se oyó una voz profunda y tranquila. Mientras Zod se acercaba, el grupo de Desir se puso en pie al instante, poniendo fin a su descanso. “No, no. Manténgase cómodos. Priscilla.” “Yo me encargaré de esto. Niños, ¿podéis sentaros aquí?” La dama se acercó a donde estaba el equipo de Desir y se centró en la condición de Pram y Ajest, que estaban repletos de un número considerable de pequeños cortes. Cuando cerró los ojos, la luz comenzó a acumularse en las heridas. “Oooooh.” Al verlo, un sonido salió de los soldados que se encontraban a su alrededor viendo lo que sucedía. Curación. Era debido a esa habilidad que Priscilla era llamada Santa. Había muchos hechiceros capaces de acelerar el proceso de sanación natural del cuerpo, pero su magia estaba en un nivel completamente diferente. Era un conjuro que borraba la herida como si nunca hubiera existido. Esta era una habilidad que sólo ella poseía en este mundo. El sangrado se detuvo de inmediato y una nueva capa de carne se regeneró a toda velocidad. No importaba cuan grave fuera la lesión, en el momento en que su mano tocaba la herida, todo volvía a la normalidad. Poco después, las heridas de Pram y Ajest desaparecieron por completo sin dejar rastro. “Era una herida leve. Me alegro que todo saliera bien.” “Muchas gracias.” – dijo Ajest, mostrando su gratitud. Mientras tanto, Desir y Zod estaban teniendo una conversación. “Hiciste un gran trabajo. Su majestad está muy agradecido. Tal vez esto mejore la relación que las otras naciones tienen con Hebrion.” Quizás esto fue algo afortunado después de todo. “Si necesitas algo, no dudes en contactarme.” “¿Están los reyes todavía en el refugio?” “Se quedarán allí hasta que todo esté completamente resuelto. Porque…” “Porque el hombre con una máscara de cuervo aún no ha salido a la superficie.” “Eso es correcto.” ‒ dijo Zod asintiendo. ‒ “Hasta ahora, basándonos en sus acciones, todavía no estamos seguros de cuáles son sus intenciones. No creo que retrocedan una vez que han creado todo este desastre.” “Así que crees que todavía se están moviendo.” “Por supuesto… Ahora que los Forasteros fueron completamente aniquilados, no hay nada que pueda hacer. El ejército de Avalon está protegiendo el refugio y yo mismo lancé una magia de protección en ese lugar. Deberíamos ser capaces de reaccionar a cualquier cosa.” “Espero que sea suficiente…” “No podemos garantizar nada.” A pesar de que todo se había resuelto, Desir todavía no podía deshacerse de su ansiedad. El hombre con una máscara de cuervo. Aunque fue por un momento muy corto, Desir pudo presenciar la magia que lanzó. Sus conjuros eran muy sofisticados y complicados. Era un hechicero con un gran poder. ‘Pero no puede derrotar a Zod con esa habilidad.’ Además, todos los Forasteros que fueron liderados por él fueron eliminados por completo. Ya no tenía ningún ejército para movilizar. *Boom.* Fue una explosión muy sofocante y siniestro. Sus inquietas miradas, que habían empezado a temblar, se concentraron en el lugar de la explosión. “¿Ha oído eso?” – preguntó Desir, volviendo su mirada a Zod. “Obviamente...” El sonido vino de la costa. “De ninguna manera…” Desir se levantó de su asiento. Su corazón había empezado a latir con fuerza. Algo estaba a punto de suceder. “¡Mirad hacia allí!” Todo el estadio estaba retumbando y la gente comenzó a mirar hacia el cielo. En un instante, el sol con su color dorado se había vuelto negro. “¡……!” Una premonición golpeó repentinamente a Desir y a toda velocidad abandonó el estadio. El mundo entero se estaba volviendo gris. Corrió hacia la costa de donde vino la explosión. Las luces de las calles y el paisaje circundante se volvieron borrosos en sus ojos mientras se desvanecía a su paso. Estaba sin aliento, pero no estaba pensando en ello. ‘El enmascarado comenzó a moverse.’ Debe ser él. Tenía que ser él, pero no sabía que estaba tratando de hacer. Quizá estaba desplegando otro conjuro del sexto círculo. Desir deseaba que de verdad solo fuera eso. Este lugar estaba siendo protegido por el hechicero del Séptimo Círculo, Zod, y por si acaso, también tenían la habilidad de Desir para invertir hechizos. Estaban preparados para responder. Nada podría penetrar su defensa. Pero no parecía magia. Parecía un tipo de amenaza completamente diferente. ‘Por favor.*Roar* Desir llegó hasta el mar. El sol estaba a punto de ponerse y el ondulante océano debería estar tenido de un color dorado. Pero no era así. Lo que se suponía que iba a ser un océano dorado se estaba volviendo negro, como si se hubiera mezclado con tinta de calamar. El sol se atenuó. Toda la zona fue perdiendo gradualmente su color, volviéndose blanco y negro. El paisaje. El Sol. La vista. Él lo sabía. Un recuerdo horrible resurgió de repente. “Esto no puede ser…” La respuesta llegó más rápido que su conciencia. Sus pupilas se ensancharon. Su mente negaba la realidad y le decía que todo era un sueño. ¡Broooooooom! Las montañas se derrumbaron. Los acantilados fueron destrozados por la intensidad de las olas que llegaban hasta la costa, mientras gritos espeluznantes emanaban de la tierra. Algo enorme estaba tratando de salir del mar. Parecía un mal sueño, pero la figura que había ante sus ojos era tan real como si estuviera en medio de una pesadilla. “¿Qué demonios es eso?” “No tiene sentido. Ese tamaño…” Cuando Pram y Romántica llegaron a la escena, gritaron asombrados ante lo que estaban presenciando. Ajest tenía la mirada desenfocada mientras miraba a esa figura sin decir nada. A su lado, Zod tocó el extremo de su bastón con una mirada preocupada. “Eso… ¿un demonio?” Media unos 10 metros de altura y tenía runas de masacre inscritas en sus dientes. Su melena de fuego infernal se movía alrededor de su cuello. Era uno de los grandes demonios que había devastado a la humanidad en la antigüedad. “El demonio de la destrucción… Desastre.”