Capítulo 46
Más sabio que el sabio
Traducido por Odogaxi
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
“D… Di… ¡Directora Goodsky! E… Es un honor conocerla en persona.” – dijo Elijah haciendo una reverencia tan pronunciada ante la siempre elegante Cynthia Goodsky, que casi parecía cómica.
Había levantado su cabeza demasiado rápido, casi tirando sus gafas en el proceso, mientras que la Directora le daba una educada sonrisa; las patas de gallo remarcaban sus ojos, dándole más encanto.
“Por favor entre, Directora Goodsky. Elijah, deja de bloquear el paso de la puerta.” – dije sacando mi silla del escritorio mientras hacía señas a la Directora para que se sentase en el sofá.
“Ya te he dicho que puedes llamarme Cynthia.”
Puso una cara mohína al tiempo que pasaba casi flotando al lado de Elijah y tomaba asiento en el sofá. Tras su paso, la puerta se cerró por sí sola. La armonía que tenía con el elemento viento me seguía asombrando, era como si el viento se doblegase a su voluntad cuando se lo ordenaba.
“No creo que sea muy inteligente que un chico de doce años sin ningún tipo de prestigio llame a la Directora de la Academia más prestigiosa de este continente por su nombre de pila.”
Solté una risita cuando me senté en la silla del escritorio. A su vez, ella también se sentó con las piernas cruzadas, mantenía la espalda recta y de manera apropiada.
“Mi… Tu bestia de maná ha cambiado mucho su apariencia desde la última vez que nos vimos. Interesante.”
Cynthia intentó agarrar a Sylv, que estaba acurrucada en el sofá, pero saltó quedando fuera de su alcance, recogiéndose encima de mi cabeza.
“¡Ja, ja! Tan vergonzosa como antes.”
Tras dirigir una última y escrutadora mirada a Sylv, empezó a mirarme fijamente.
“Mmmmm…. ¡Qué peculiar! Parce que dentro de ti solo puedo sentir tus atributos de viento y aire. Por casualidad, ¿no estarás usando un sello?”
Inclinó su cabeza a un lado mientras Elijah se mantenía firme detrás de ella, como si fuera el comandante en jefe durante una guerra. Levanté mi brazo para enseñarle el brazalete, del que colgaban dos amuletos, para responder a su pregunta
“No puedo decir que esté decepcionada. Esperaba que fueses por ahí, alardeando, como mi pequeño protegido. Pero supongo que hasta un aumentador con dos elementos es lo suficientemente raro para hacer eso. Pero que te hayas convertido en un estudiante para mago académico era algo que, definitivamente, entraba en mis expectativas.” – dijo soltando una suave sonrisa.
“Estaba planeando hacerte una visita en tu oficina para ponerte al día en algunas cosas, pero supongo que me has ahorrado el trabajo al venir tu aquí. He creado un enemigo de una familia no muy amigable mientras era un aventurero, así que no quiero que nadie tenga razones para sospechar de mí, al menos por ahora.”
Me recosté en la silla mientras estudiaba los dos colgantes de mi brazalete.
“Sí, he leído los informes del caso entre el aventurero Note y el aventurero Lucas Wykes. Te las has arreglado para elegir a un enemigo bastante problemático. Aunque tengo cierta cantidad de autoridad sobre su familia, al ser ellos una casa militar, tienen demasiados asuntos ocultos que se nos escapan.”
La Directora Cynthia se frotaba la barbilla, pensando en una solución.
“Está bien. No lo considero un asunto urgente. Es solo un trozo de mierda que tendré que recoger algún día. Si me precipito ahora y acaba afectando a mi familia y amigos, ENTONCES es cuando será un problema. Me gustaría que me ayudases con otros asuntos.”
Puse los codos en mis rodillas y me eché adelante, acercándome a la Directora Cynthia.
“Por favor, habla.” – respondió con voz amigable.
“Quiero tomar las clases de teoría de maná superior, especialmente las relacionadas con la magia anormal.” – declaré sencillamente.
“Mmm… Eso no sería demasiado difícil de hacer, pero Arthur, ¿una de las mayores razones que tenías para asistir a la Academia no era encajar con los chicos de tu edad?” – diciendo esas palabas, empezó a observarme escrutadoramente.
“No me importa asistir a esas clases extra además de las normales, donde estaré con los estudiantes de mi edad. Simplemente siento impaciencia en aprender un poco más sobre la minupulación de maná anormal desde que toqué techo, lo que ocurrió recientemente.”
Casi llego a decir: ‘porque no había anormales en mi viejo mundo.’
“Bien. Puedo hacer que eso pase, y hasta te puedo dar un pase para observar a los mejores de las clases superiores en sus batallas simuladas, así como durante sus prácticas.”
Sonaba magnánima, pero solo podía observarla sospechosamente.
“Vale… Así que, ¿dónde está la trampa?” – dije alzando una ceja.
“¡Arthur! ¡Me estás rompiendo el corazón! ¡Lo hago simplemente por tu aprendizaje!”
Exageró demasiado su actuación, al tiempo que ponía las dos manos encima del corazón, como si le hubiesen clavado una flecha.
“¡Art! ¡Estás siendo borde con la Directora!”
Elijah parecía un poco asustado, pero él no podía ver la expresión facial de la Directora mientras decía esas palabras. Yo no dije nada, solo me quedé mirándola para recibir una repuesta.
“Aissh… Muy bien. Obviamente necesitaré algún tipo de recompensa por hacerte estos favores.” – al final cedió, confundiendo a Elijah.
“Espero que no digas algo absurdo, como que me una al Consejo Estudiantil.” – dije agitando la cabeza. – “Estas situaciones parece que piden este tipo de responsabilidad.”
“¡Pffft! Antes he escuchado algo sobre tu pequeño encuentro con la Princesa.”
Empezó a reírse al tiempo que mi cara se ponía roja de la vergüenza.
“No me esperaba que el siempre calmado y sereno Arthur Leywin explotara así. ¿Supongo que la princesa Eralith es un poco especial?”
Todavía se estaba riendo de mi vergüenza.
“Espera, espera. ¿Qué quiere decir con eso, Art?”
Elijah caminó hacia nosotros, con lo que ahora podía vernos a ambos. Aun así se quedó de pie en señal de respeto a Cynthia. Antes de que la Directora diera su respuesta, me miró para ver si estaba de acuerdo con esto. Después de encoger mis hombros despreocupadamente, le dijo a Elijah:
“Tu mejor amigo también resulta ser el amigo de la infancia de la Presidenta del Consejo Estudiantil, de la que parece que todos los estudiantes masculinos se han enamorado.”
La Directora hizo una sonrisa ladina, como si fuese una adolescente que contaba un cotilleo jugoso.
Estaba un poco preocupado de que la mandíbula de Elijah se desencajara de lo mucho que abrió su boca. Pude ver una mezcla de emociones en su cara, desde el sobresalto hasta la traición o la envidia, todo en su cara.
“¿Cómo? ¿Cuándo? ¿¿Qué??”
No podía crear oraciones completas porque todavía no podía asimilar toda la situación. Ignorándolo, dirigí mi mirada a Cynthia.
“¿Cómo te has enterado? No estoy sorprendido de que lo sepas, pero tampoco debería ser algo con lo que encuentras de casualidad.” – pregunté con curiosidad.
“¡Ja, ja! Acerca de eso… Ocurre que Virion Eralith es un viejo conocido mío. No se lo he contado a nadie más, pero le mencioné excitada que mi Academia iba a recibir un mago quadra-elemental con gran talento en un par de años. Él y yo somos bastante competitivos desde hace tiempo, pero se tomó la noticia de manera calmada, lo que me hizo sospechar. Aun así, no lo supe hasta que acepté a su nieta como mi discípula. ¿Sabes lo primero que dijo cuando la admití?”
Estaba intentado aguantarse la risa. Negué con la cabeza, derrotado. Mi cara se había puesto en un tono de rojo aún más oscuro.
“¿Cuándo empezará las clases en esta escuela Arthur Leywin?” – dijo la Directora Cynthia, haciendo que su voz se pareciese más a la de Tess a propósito.
Con lo majestuosa y misteriosa que parecía para el resto para todos los demás, aquí estaba, riéndose como una pre-adolescente, regodeándose en mi vergüenza.
“¿Qué? ¡Art! ¿¡De qué la conoces!?”
Elijah prácticamente quería que escupiese las respuestas, pero se estaba aguantando porque la Directora estaba aquí, aunque lo más probable era que a ella no le importase.
“Al final sumé dos más dos. En serio… Haber sido entrenado por Virion, me siento un poco traicionada, Arthur.”
Una vez más, puso una cara de enojo, haciéndome poner los ojos en blanco. Para entonces, Elijah no pudo más que hundirse en la silla del escritorio, rindiéndose, acabado.
“No quiero entrometerme en tu vida, pero te tiene mucha estima, Arthur. Estoy segura de que ella no quería encontrarse contigo de la manera en que lo ha hecho antes. La razón por la que es capaz mantener el ritmo de mis clases y continuar bajo mi tutela es porque quiere alcanzarte, Arthur. Hasta tú sabes que has sido un poco inmaduro.”
Su actitud había cambiado completamente; ahora su tono era maternal, lo que me confundía.
“Sep. Se lo tonto que ha sido mi comportamiento, no necesitas recordármelo.” – dije suspirando mientras me echaba atrás en el asiento.
“¿Harás pronto las paces con ella? Odio ver a mi discípula descorazonada mientras entrena.” – me sonrió antes de continuar. – “Lo que quiero de ti no es que seas parte del Consejo Estudiantil, sino parte de algo que va a empezar este año: El Comité Disciplinario.”
Sabía que iba a pedirme algo como esto.
“Olvídalo. No necesito las clases teóricas. Aprenderé yo solo de los libros de la biblioteca.” – dije agitando mi cabeza.
“Los libros que tratan la magia anormal no son accesibles para los principiantes, y hasta los veteranos deben demostrar que son anormales, cosa que no puedes hacer ahora mismo, ¿cierto?”
Rebatía mis planes punto por punto.
“Ser parte de ese Comité Disciplinario o lo que sea… ¿Cómo va a tener sentido? Soy un estudiante novato que acude a esta Academia como mago académico, ¿qué pensarán los otros miembros? – intentaba razonar.
“Aunque al principio no estén de acuerdo, con el tiempo, creo que serás capaz de convencerlos, hasta con tu desventaja autoimpuesta.”
La Directora Goodsky me guiñó un ojo de manera juguetona, decidida a seguir adelante con esto.
“Arthur, al contrario que en el Consejo Estudiantil, donde se elige a los miembros por un criterio general, en el Comité Disciplinario solo nos basaremos en la fuerza. Tus responsabilidades no serán tantas como en el Consejo Estudiantil y estar en el Comité Disciplinario te dará la oportunidad de trabajar con otros estudiantes. Algunos de ellos también serán anormales, y serán fuertes en su propio campo.”
Sus argumentos se iban volviendo más convincentes.
“Has mencionado que los miembros del Comité Disciplinario se eligen en base a su fuerza…”
Antes de acabar mi frase, me interrumpió.
“No, Lucas Wilkes no estará en el Comité Disciplinario, si eso es lo que te preocupa. Arthur, esta oportunidad es algo que otro estudiante consideraría un honor. Insisto en que la aceptes.”
Ahora estaba más cerca, y su cara era un poco más seria.
“…”
Tenía la cabeza agachada, pensando una y otra vez en el asunto. Además de las clases regulares y las clases extras, tendría que hacer trabajo para el Comité, lo que pondría una gran presión en mi tiempo de entrenamiento individual, que aún no sé cuándo ni dónde hacerlo.
Al tiempo que leía mi mente, lanzó su última oferta.
“Como la cantidad de trabajo puede ser demasiada, y supongo que aún no sabes dónde realizar tus prácticas individuales, ¿qué tal si te ofrezco unas instalaciones privadas donde no tengas que preocuparte de ningún intruso?” – dijo apuntando a mi brazalete.
“…”
“Por favor, Arthur, realmente creo que esto podría ser un buen trato a largo plazo para ambos.”
Su gesto se había suavizado, mostrando un poco de sinceridad.
Empecé a pensar en cómo estar en el Comité Disciplinario encajaría con mis planes y no encontraba ningún perjuicio en estar de acuerdo, por lo que respondí:
“Vale, estoy de acuerdo en ser parte del Comité Disciplinario.”
Mis hombros se aflojaron al tiempo que suspiraba.
“¡Bien! Como las clases empiezan mañana le daré tu nuevo horario al profesor que tienes a primera hora. Aquí tienes el nuevo uniforme que había preparado por si teníamos buenas noticias. El cuchillo es simplemente el símbolo del Comité Disciplinario, pero es un poco caro, así que ten cuidado de no perderlo.”
Me guiñó un ojo al tiempo que lanzaba un uniforme de mi talla con un cuchillo envainado y su propia correa.
Me daba cuenta de que, aunque sumase mi vida anterior y esta, tanto el Abuelo Virion como la Directora Goodsky seguirían siendo más viejos que yo; después de todo, solo viví hasta los treinta y muchos, más o menos hasta pasar la mejor época de duelista. Había estado tan ensimismado con el hecho de tener una segunda vida que no se me había ocurrido que con todo pudiera existir gente más vieja que yo. Por supuesto, todavía les sacaba ventaja a los magos tradicionales de aquí, porque de donde vengo el uso de la magia estaba más avanzado.
La ventaja que tienen los magos más viejos de este mundo, por el contrario, es que están acostumbrados a la cantidad de magia que hay en la atmósfera y la han dominado hasta cierto punto. Supongo que aún con dos vidas estás obligado a que haya alguien más sabio que tú.
Involuntariamente, agité la cabeza para salir del ensimismamiento, lo que causó que la Directora Goodsky inclinase la cabeza de la curiosidad.
“Bien, ahora que el asunto que venía a resolver está resuelto, ¡debería irme! Disfrutad vuestra primera comida aquí y, por favor, haz las paces con Tessia cuanto antes. No quiero que mi querida discípula continúe mustia.”
Desapareció dejándome pensativo: ¿por qué no había entrado así desde el principio? Lo más probable es que fuera algo relacionado con mi privacidad.
Tan pronto como la Directora Goodsky se fue, vi a una sombra cernirse sobre mí: Elijah me estaba mirando, su cara parecía la de un demonio.
“Tienes que explicármelo todo.”
Podría jurar haberle visto salir unos dientes puntiagudos mientras sonreía con maldad.