viernes, 14 de febrero de 2020

G4L Capítulo 56

Arco 8 Capítulo 56
Recomendación hambrienta
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars

Mientras el sol comenzaba a teñir la tierra con el color del atardecer y las sombras pasaban a ser de un color más oscuro, Zirconia y Otis observaban un montón de piedras de diferentes tamaños que habían sido apiladas. Debajo se encontraban los cadáveres de los bandidos. “¿Es aquí?” “Sí… Señora.” Ignorando la mirada de disgusto de Otis, Zirconia cogió una azada del carro, la dejó a un lado y comenzó a retirar las piedras del suelo. Cuando terminó, volvió a coger la azada, la levantó sobre su cabeza, y comenzó a cavar sin mostrar signos de preocupación. A pesar de que quería evitar que Zirconia profanara la tumba, Otis no podía hacer nada y, a regañadientes, comenzó a cavar a su lado. Después de cavar durante un rato, la punta de la azada de Otis golpeó algo. “Parece que he golpeado un cuerpo…” “Bien, vamos a sacarlo.” – dijo Zirconia dejando la azada. A continuación, se puso el par de guantes que llevaba a la cintura, se arrodilló en el suelo y comenzó a limpiar la tierra. Poco después, aparecieron dos pies humanos. Con calma, Zirconia agarró los pies con ambas manos y tiró para sacarlo de la tumba, empleando fuerza bruta. Inmediatamente, el área se llenó con un terrible olor a podrido. “No tiene cabeza… ¿Cuántos cuerpos hay en esta tumba?” “Ha… Hay diez.” – gimió Otis mientras se tapaba la nariz y la boca para mitigar el olor a podrido. Estaba haciendo todo lo posible para contener las náuseas. Por otro lado, Zirconia no tuvo ningún cambio aparente en su expresión y comenzó a limpiar la suciedad que se había pegado al muñón del cuello. “……” Zirconia se quedó pensativa durante varios segundos después de examinar el corte, pero inmediatamente se puso de pie y volvió a remover en la tumba. Luego, como había hecho antes, retiró la tierra con las manos y volvió a tirar de otro cadáver para arrastrarlo fuera de la tumba. Repitió la aparición varias veces con Otis, hasta que tuvo diez cuerpos alineados al lado de la tumba. “Si no eres capaz de soportarlo, regresa. Me encargaré del resto.” “No… Estoy bien. Señora Zirconia, ¿usted está bien?” – preguntó Otis. Cuando escuchó la pregunta, Zirconia puso una expresión en blanco. “No estoy bien y tengo ganas de vomitar, pero como no he comido nada desde la mañana, estoy mucho mejor que tú.” – respondió con una pequeña sonrisa. “De… ¿De verdad?” Otis lamentaba que no le hubieran informado que debía saltarse la comida. Sin embargo, aunque se la hubiera saltado, no estaba muy seguro de haber podido investigar los cadáveres como estaba haciendo Zirconia. Mientras tanto, ella continuó mirando las heridas de los cuerpos. Había uno que atrajo su atención. “Esto…” – murmuró Zirconia mientras tocaba el brazo del cadáver. El brazo derecho del cuerpo tenía la muñeca deformada de una manera extraña. Era como si hubiera sido aplastada por una fuerza terrible hasta terminar doblada en una forma antinatural. Se trataba del cadáver del bandido al que Valetta había aplastado la muñeca. Zirconia miró la muñeca aplastada por un momento, luego soltó un suspiro y se levantó. “Es suficiente. Volvamos a enterrarlos.” – ordenó Zirconia a Otis, que estaba sufriendo por las náuseas a su lado. Con calma, comenzaron a devolver a los cadáveres a la tumba.
* * *
Después de volver a enterrar los cuerpos y ya dentro de una gran tienda, Zirconia se quitó la ropa impregnada con el olor a la muerte y se puso ropa limpia. A continuación, sin tomarse un descanso, se dirigió hacia aldea de Grisea. Pero cuando entró a la aldea apareció una imagen anormal ante sus ojos. “¿Qué…? Esto es…”
En los campos de aldea de Grisea, las plantas de patatas creían con unas hojas tan enormes que parecían enredaderas. Era algo que nunca había visto. Las verduras de hoja que se cultivaban allí también eran varias veces más grandes de lo habitual. Poseían un tamaño poco realista, como si hubieran sido transformadas por magia. Resultaba una imagen irreal. Las verduras que crecían en los campos eran mucho más grandes que las que Isaac había traído de la aldea de Grisea hacía unos días. Eran enormes. Zirconia se arrodilló inconscientemente ante la planta e intentó tocar una hoja con las manos. Era enorme, gruesa y completamente diferente a las que conocía. El tallo era tan grueso como el pulgar de un adulto y su longitud era inusual e impresionante. La planta era devastadora y vigorosa. Miró atónita durante un rato los cultivos que crecían en los campos, pero, de repente, notó el extraño sonido que venía del interior del pueblo e inmediatamente volvió la vista. Se había olvidado debido a la transformación gigantesca de las verduras, pero el extraño sonido que había escuchado al llegar al pueblo había desaparecido. Sin embargo, ahora volvía a sonar. Zirconia soltó la hoja, se levantó y caminó hacia el ruido.
* * *
Zirconia llegó hasta la entrada de la arboleda, donde se habían reunido una gran cantidad de aldeanos. Estaban divididos en parejas; una persona abría la boca del saco y otra metía el abono dentro, usando una pala. En medio de esa actividad, el tractor que conducía Kazura apareció desde el interior del bosque, haciendo un fuerte sonido. “Ah, la señora Zirconia también ha llegado.” – dijo Kazura mientras operaba la función de descarga del transporte y arrojaba el abono al suelo. Ante esa asombrosa visión, Zirconia no pudo responder al saludo. Asombrada, se quedó mirando el tractor, cuyo motor continuaba haciendo ruido. “Señora Zirconia, esto es algo llamado tractor, una herramienta del reino de Dios que permite transportar muchas cosas al mismo tiempo. Aunque parezca increíble, una persona puede moverlo sin la ayuda de una rata.” – dijo Isaac. “Es… Eso… Eso es increíble…” Isaac, que se encontraba ayudando a los aldeanos sosteniendo un saco, notó su llegada y se acercó para explicarle qué era esa herramienta. Pero, aunque Zirconia le respondió, era incapaz de quitar los ojos del tractor. “Kazura, este tra… Hmm…” “Tractor.” – dijo Kazura. “Ese tractor, ¿cómo de rápido puede moverse?” “¿Rápido…? Hmm, creo que unos 10 km/h como máximo. Sería algo parecido a la velocidad que puede alcanzar una persona a trote ligero. No es muy rápido.” “¿Similar a una persona corriendo…?” “Sí, no es adecuado para usar en un campo de batalla.” Después de escuchar esa respuesta, Zirconia, inconscientemente, puso una expresión de sorpresa y movió su mirada del tractor hasta Kazura. Cuando sus ojos se encontraron, agitó la mano que tenía ante su pecho, con un poco de pánico. “N… No. No lo preguntaba en ese sentido…” “¿En serio? ¿De verdad? Entonces, lamento mi grosería…” Después de ver la reacción de Zirconia, se dio cuenta de que había dado en el blanco. Aun así, se disculpó simbólicamente. Tras conocerla en la casa de Narson, siempre pensaba en las posibles aportaciones militares. Aunque luego hablaban de otros temas, se había dado cuenta de que estaba muy interesada en cómo integrar todo con fines militares. Así que le resultó fácil adivinar que Zirconia también había tenido ese tipo de pensamientos después de ver el tractor. “Kazura, ¿cuánto abono planeas traer?” – preguntó Isaac tratando de cambiar de tema para ayudar a Zirconia. “Hmm… Me queda por traer el 80%…” – respondió Kazura. Su alegre humor acababa de desaparecer después de escuchar la pregunta de Isaac. Sus ojos parecían los de un pez muerto. Todo el espíritu que había mostrado al llegar estaba agotado. Era el comienzo de la penitencia. “¿80%? Es poco probable que terminemos hoy…” “Tienes razón… Descansaremos en cuanto oscurezca…” – murmuró Kazura antes de desaparecer, una vez más, dentro del bosque mientras producía un fuerte sonido. Todavía quedaban otros bienes además del abono.
* * *
Unas horas más tarde. Cuando despareció el sol, interrumpieron el trabajo y cada uno regresó a su casa o al campamento. Kazura y Valetta regresaron juntos hasta la casa de Varin y, como siempre, los tres se sentaron alrededor del fuego. Varin ya había preparado la cena. “Kazura, debes estar cansado por el trabajo, por favor, come mucho.” “Gracias… Ah, es arroz con pescado. Se ve delicioso.” – respondió Kazura al recibir un plato lleno de arroz de Valetta. Feliz, había relajado su expresión. Ante Kazura, Valetta había regresado a su estado habitual y Varin se sintió aliviado. El menú de la cena consistió en arroz con pescado, sopa de verduras, patatas cocidas, huevos duros y, de postre, piña en lata. La mitad de las verduras utilizadas en la sopa eran de la cosecha de la aldea, mientras que la otra mitad provenía de las verduras congeladas que Kazura había traído de Japón. Solo había dos platos que estaban cocinados con productos de la aldea: unos huevos de ave cocidos y las patatas, también cocidas. El pescado parecía haber sido capturado en el río por Varin al mediodía. “Por cierto, durante el tiempo que estuve fuera, parece que las verduras se han vuelto bastante grandes. Están creciendo a un ritmo aterrador.” – dijo Kazura hablando sobre la gran cosecha que crecía en los campos de la aldea. Era algo que le había preocupado al llegar a la aldea. Varin y Valetta asintieron al mismo tiempo. “La tasa de crecimiento parece haberse ralentizado, pero todavía están creciendo.” “Eh, ¿serán más grandes?” “Tal vez un poco más grandes… Cada patata tiene el tamaño de una cabeza de bebé. Aunque este guiso es para tres personas, empleé solo media patata.” “Uhg, se han vuelto tan grandes que dan miedo… Para crecer tanto en tan poco tiempo…” Cuando desenterraron las patatas hacía más de veinte días, su tamaño era aproximadamente igual que el huevo de gallina de tamaño medio que se vendía en un supermercado. Pero ahora habían crecido hasta alcanzar el tamaño de la cabeza de un bebé. Era un crecimiento que se veía a simple vista. Resultaba extraño que siguieran creciendo, aunque fuera de una manera más lenta, en estos veinte días. Además, la piel de la patata parecía estar creciendo con el tubérculo, por lo que no tenía grietas ni fisuras. Según lo que le había contado Valetta, una planta de este tipo podía llegar a tener cinco patatas. Pero Kazura sospechaba que, aunque el número de tubérculos no había aumentado, el subsuelo bajo la aldea estaba lleno de patatas gigantes. Kazura sacó la patata cocida con una cuchara y comenzó a acercarla hacia su boca cuando, de repente, se detuvo. Estaba mirando fijamente la patata. “¿Hay algo mal?” “No, solo estoy un poco molesto…” – dijo Kazura con una voz seria, al ver a Valetta inclinar la cabeza. – “Si puedo comerla y sentirme lleno, tendrá las mismas propiedades que mi comida. Es algo que me preocupa.” “Mismo efecto…” Al escuchar las palabras de Kazura, Valetta puso una cara de sorpresa, comprendiendo de qué estaba hablando. No sabía qué podía suceder si las verduras cultivadas con los fertilizantes que había traído de Japón tenían el mismo efecto que sus alimentos. “¿Te refieres a que al comerlo te sientes menos cansado y tienes más fuerza?” “Sí. Si tiene ese efecto, tendremos que tener mucho cuidado con la forma que usamos los cultivos de la aldea… No, será imposible ayudar al resto de cultivos. No podremos distribuir el abono…” Si los cultivos de la aldea eran tan efectivos como la comida japonesa, sería una mala idea usarlos para pagar los impuestos a Isteria. Las personas que terminaran comiéndolos se beneficiarían de una recuperación física asombrosa y terminarían mejorando su fuerza. Sin embargo, por su experiencia dando comida japonesa a los aldeanos, sabía que la mejora física no ocurría de inmediato tras terminar la comida. Los aldeanos habían empezado contando que estaban ‘menos cansados’ y solo dijeron que podían transportar objetos más pesados dos semanas después de que Kazura comenzara a alimentarlos. Además, cuando viajó a Isteria con Valetta, la hija de Lodurr, Myra, también mostró signos de fatiga al caminar. A partir de estos datos, se podía ver que tomaba un cierto número de días, después de consumir de forma constante los alimentos japoneses, fortalecer el cuerpo. Podía haber algunas variaciones dependiendo del individuo, pero era seguro asumir que comer no fortalecía el cuerpo de inmediato. “Kazura… ¿Ahora tienes hambre?” “Sí, tengo hambre.” “Entonces, ¿por qué no comes las patatas y los huevos cocidos y ves si hay algún cambio? Si te sientes lleno, entonces puede significar que la naturaleza de los alimentos ha cambiado.” – dijo Valetta. Kazura asintió ante su sugerencia y se llevó la cuchara con la patata a la boca.

jueves, 13 de febrero de 2020

Survival Capítulo 45

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 45
Enfrentamiento V
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Saeri gritó mientras pateaba la cara del invasor. La sangre manaba de sus ojos, pero no la soltó. La arrastró por el pie y balanceó su brazo por el aire. Un puño pesado conectó con la cara de Saeri. No dio en el blanco, pero el golpe de refilón fue suficiente para sacudir su cerebro y hacerla volver a caer al suelo. Inmediatamente, notó el cuchillo que el invasor le había quitado de la correa del muslo antes. Extendió la mano, pero solo pudo rozar con sus dedos el frío acero. “Estúpida perra…” – maldijo el invasor, mientras volvía a buscar el revolver en su bolsillo trasero. Sin embargo, debido a la pelea, ya no estaba allí. Mientras el invasor buscaba frenéticamente el arma, el agarre del pie se aflojó. Saeri agarró su cuchillo e inmediatamente lo levantó. Reuniendo toda su energía, apuñaló la muñeca de la mano que la estaba agarrando. “¡Aaaaah!” La sangre salpicó el suelo. El cuchillo atravesó la muñeca del hombre y golpeó el suelo al otro lado. Cuando Saeri se escapó de sus manos, el hombre alcanzó el arma tirada en el suelo y disparó a ciegas. Terminó disparando en la dirección completamente opuesta. Inmediatamente, Saeri corrió hacia Dong Seok para conseguir el arma que llevaba. Al principio, se suponía que él tenía un rifle, pero esa noche intercambió su papel con el de Jung Hwan y ahora tenía una pistola. Hubiera sido terrible si todavía lo tuviera y los invasores lo hubieran conseguido. El invasor se había vuelto loco o estaba completamente ciego. Estaba apuntando con el arma salvajemente hacia el aire mientras luchaba por levantarse. La sangre brotaba de sus ojos y de su muñeca. Saeri sabía exactamente cuántos disparos se podían hacer con su revolver. Al hombre todavía le quedaba una bala. Si desperdiciara un tiro más, estaría indefenso. Su oponente parecía saberlo, ya que estaba agitando el arma y ya no disparaba, pero Saeri no iba a quedarse parada esperando a que desperdiciara su última bala. Agachada, se acercó lentamente hacia el invasor. Una vez que se acercó lo suficiente, separó el martillo del arma. El hombre se estremeció tan pronto como escuchó el clic de la pistola e intentó darse la vuelta, pero Saeri disparó primero. La bala atravesó el centro de la frente del invasor y su cuerpo se desplomó hacia atrás. “Adiós, basura psicópata.” – gritó Saeri mientras se sentaba en el suelo. La adrenalina la había abandonado y le dolía todo el cuerpo. Aun así, volvió a ponerse en pie con gran dificultad y fue a ver a Dong Seok. Estaba inconsciente, pero aún respiraba y no sangraba por ningún lado. La sangre que estaba en el bate de béisbol del invasor no era suya. “Aquí los guardias de la azotea. Soy Saeri. Primer piso, ¿están ahí?” - Ah, ¡Saeri! ¿Qué pasó? ¿Estás bien? Se escuchó la voz de Seo Jun y Saeri dejó escapar un suspiro de alivio. “Nos emboscaron. Matamos a dos, pero Dong Seok está herido y no puede moverse. ¿Puedes venir a ayudar?” - Iría de inmediato, pero también están en el aparcamiento. No bajes. Espera un poco. “¿Qué hay de Yohan? Yohan, ¿me escuchas?” - No puedo ponerme en contacto con ellos. Creo que sucedió algo. Saeri frunció el ceño.
* * *
Tan pronto como Yohan dijo ‘tres’, corrió hacia el edificio donde se escondían los hombres que los habían emboscado. Ha Jin lo vio correr y rápidamente se movió hacia la bengala, pero se congeló tan pronto como escuchó como algo zumbaba en el aire. Una flecha golpeó un punto justo delante de él. Un escalofrío le recorrió la espalda cuando el ataque que vino de la oscuridad falló por poco. Ha Jin pudo sentir como el miedo se apoderaba de su cuerpo. Era como si el suelo estuviera cubierto de pegamento. Intentó mover los pies, pero los sentía extremadamente pesados. Apretó los dientes y se obligó a moverse. Se concentró en la bengala mientras corría y no disminuyó la velocidad incluso después de agarrarla. La lanzó, luciendo como un jugador de béisbol profesional que lanza desde la primera base a la tercera para una doble jugada. La bengala voló en un arco bajo y Ha Jin regresó inmediatamente junto a Jung Hwan. Su mano estaba quemada, pero la ignoró mientras ayudaba a Jung Hwan a ponerse de pie. Los zombis todavía se acercaban a ellos. Mientras sostenía el peso de Jung Hwan con un brazo, le era difícil empuñar un arma. Tampoco estaba seguro de cuándo lloverían flechas sobre ellos. Sus instintos le advirtieron con fuerza que abandonara su cobertura. “¡Corre!” – gritó Yohan, disparando su arma en el aire para llamar la atención de los zombis. Aparte de los pocos no muertos que estaban más cerca de Ha Jin y Jung Hwan, toda la horda se movió hacia el sonido de los disparos. ‘Cree.’ Ha Jin agarró su cuchillo. No tenía más remedio que confiar en Yohan. Comenzó a moverse mientras balanceaba el cuchillo de caza que Yohan le había dado y cortó las cabezas de los zombis de izquierda a derecha. Atacó con todas sus fuerzas. No sabía cuánto tiempo podría seguir así, pero sabía que no era el momento de conservar energía. En solo unos instantes, su cuerpo estaba cubierto de sudor. Yohan observó cómo Ha Jin avanzaba mientras disparaba contra los zombis. Su munición se estaba agotando rápidamente. Miró hacia arriba y hacia donde fue arrojada la bengala. La bengala que estaba destinada a atraparlos ahora era un faro que revelaba a sus enemigos. En unos segundos, Yohan estaba disparando a través del brillante resplandor. Uno de los hombres que los había emboscado pateó la bengala y levantó la ballesta para apuntarle. Los ojos de Yohan se abrieron y el tiempo pareció ralentizarse. Su cuerpo era tan sensible al peligro que parecía que cada nervio de su cuerpo estaba encendido. Esta concentración y manera de centrarse mejorada lo habían salvado en cada ocasión que se enfrentó a la muerte. Sentía un hormigueo cada vez que su cuerpo le advertía que estaba en una situación peligrosa. El hombre parecía estar cargando la ballesta a cámara lenta. Cuando disparó, para Yohan, la saeta era como una pelota de playa suspendida en el aire. ‘Esquívalo.’ Yohan se movió rápidamente y la flecha pasó a su lado. Estuvo cerca. Gracias a su concentración mejorada, podía decir que la flecha falló por unos 30 centímetros. Tan pronto como esquivó el disparo, el tiempo pareció volver a la normalidad y Yohan corrió a toda velocidad hacia el edificio. El interior estaba envuelto en la oscuridad, lo que dificultaba discernir algo, pero no podía encender una linterna. Revelaría su posición. Tan pronto como entró en el edificio, se escondió bajo la escalera y comenzó a abrir y cerrar lentamente los ojos, una y otra vez. Estaba realizando un ejercicio para ayudar a sus ojos a adaptarse a la oscuridad en menos de 30 segundos. Podía escuchar al enemigo bajando las escaleras y esperó a que se acercaran. Sin embargo, también escuchó a un zombi aullar a su lado. Sacó el cuchillo de la cintura y avanzó hacia adelante, terminando con el no muerto en un movimiento rápido. “¿A dónde fue?” Yohan pudo identificar a los enemigos por sus voces. Rápidamente se dio la vuelta y regresó hacia las escaleras. Incluso en la oscuridad, podía sentir sus movimientos. Continuó escuchando mientras se movía a través de la oscuridad y apuntaba con cuidado con la Glock. Los disparos estallaron y fue recompensado con un breve grito. Yohan continuó disparando hasta que vació el cargador. No sabía cuántas balas dieron en el blanco, pero había escuchado cuatro gritos. Rápidamente insertó otro cargador nuevo y comenzó a subir las escaleras. Los enemigos estaban en el segundo piso. La puerta estaba cerrada, pero no bloqueada con llave. El equipo de reconocimiento había roto todas las cerraduras de las puertas de todos los edificios cercanos. Yohan no podía decir cuántas personas lo esperaban al otro lado de la puerta, pero eran como un pez rape que espera pacientemente a que su presa caiga en la trampa. No importaba cuántos había, él estaba solo y tenía que luchar por su cuenta. Para poder moverse sigilosamente había silenciado la radio y había enviado al herido Jung Hwan devuelta al campamento con Ha Jin. Al final, dependía de él limpiar ese lugar. Incluso los moteros demoníacos tendrían miembros experimentados y de élite. A juzgar por la forma en que manejaron la situación, Yohan tenía el presentimiento de que las personas que estaban detrás de la puerta eran los miembros de élite de la banda de moteros. La forma en que usaron la ballesta era diferente a cómo la usaría una persona común. A diferencia de las pequeñas moscas del campamento del hospital, cada disparo de estas élites era peligroso y preciso. En el momento en que abra la puerta, se vería envuelto en una lucha de vida o muerte. Seguía sintiendo un hormigueo por todo su cuerpo, avisándole del peligro. Una pequeña parte de él quería abandonar el campamento, huir y sobrevivir. Se estaba diciendo que no era necesario que asumiera la responsabilidad por el resto de supervivientes. ‘¿No es más importante sobrevivir? ¿No es lo que siempre te dices a ti mismo?’ El monólogo que tenía en su interior lo hizo dudar. Ni siquiera lo notó, pero una vez más estaba cayendo en sus viejos hábitos, arriesgando su vida por sus compañeros, aunque se prometió a sí mismo que ya no lo volvería a hacer. ‘No. Esta vez es diferente. Estoy luchando porque son mis compañeros y no personas que me han gustado a nivel personal. No los estoy protegiendo, solo quiero preservar la base por la que trabajé tan duro por construir.’ Yohan intentó convencerse a sí mismo. Incluso si no era cierto, se repitió el pensamiento, una y otra vez, en su cabeza. Sabía que no podía apegarse demasiado a nadie, o de lo contrario causaría un tremendo conflicto interno si los perdiera. Tenía que mantener la calma cada vez que había una pérdida. ‘No quiero que mis planes a largo plazo fracasen. Tengo que deshacerme de aquellos que amenazan mis objetivos.’ Yohan dio un paso decidido hacia la puerta. La manilla estaba rota y detrás se encontraba un número indeterminado de enemigos esperando para atacar. Con la mente todavía dando vueltas con pensamientos conflictivos, abrió la puerta y, tan pronto como lo hizo un objeto pesado y contundente cayó frente a él. Yohan se detuvo rápidamente y dio un paso atrás. Al mismo tiempo, disparó con su Glock al atacante y luego, antes de que el atacante cayera al suelo, agarró al cadáver para usarlo como escudo. Las saetas golpearon al escudo de carne y Yohan respondió con disparos hacia la dirección de la que vinieron los ataques. Los invasores estaban usando las estanterías como una barricada, pero no fue suficiente para protegerlos. Todos esos pensamientos desaparecieron cuando Yohan se enfocó únicamente en matar a los enemigos que tenía delante. Su cuerpo respondió automáticamente. Si solo se movía después de pensarlo, ya habría muerto. En lugar de moverse a través de las estanterías que usaban como barricadas, Yohan se agarró a la parte superior del marco de la puerta y pateó la estantería con los dos pies. El estante que estaba bloqueando su línea de visión cayó al suelo. A través de un espejo roto que estaba en la pared, pudo ver a las tres personas que había visto desde la calle. Una vez más, levantó el cadáver de uno de los invasores con la mano izquierda, tan alto como pudo, para bloquear las flechas. Mientras tanto, derribó a los invasores uno por uno mientras se dirigía hacia el hombre que estaba en el medio. Su instinto le dijo que ese era el líder. Tan pronto como lo apuntó, el líder levantó la mesa que estaba en el suelo y, aunque Yohan dudó por una fracción de segundo, la bala golpeó la mesa de acero haciendo un fuerte sonido metálico. Yohan disparó su última bala al hombre que estaba a su izquierda que, se tambaleó por un instante, antes de caer por la ventana. A continuación, con un movimiento suave, soltó el escudo de carne, movió la Glock a su mano izquierda, sacó una daga de su cintura y se la lanzó al hombre que estaba a su derecha. “¡Gaaaaah!” Justo entonces, sintió un dolor en el hombro. Los invasores que había matado ya se habían convertido en no muertos y lo estaban mordiendo. Por un instante, Yohan se sintió mareado y pudo sentir como sus nervios se volvían locos.



Survival Capítulo 44

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 44
Enfrentamiento IV
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Yohan les indicó que esperaran. Si se movían de su posición actual, existía la posibilidad de que pudieran terminar sufriendo enormes pérdidas. Los tres hombres corrieron por las calles llenas de vehículos y pronto, pudieron ver la entrada del centro comercial. De repente, un hilo delgado atrapó el tobillo de Yohan, haciendo que perdiera el equilibrio y, comenzó a caer hacia adelante. Para evitar lesionarse, giró su cuerpo en el aire y rodó por el suelo. Miró a su alrededor con una expresión de asombro. Entonces, escuchó algo agudo perforando el aire. “¡Ack!” Jung Hwan dejó caer su arma y se agachó, agarrándose el muslo. Una flecha había volado a través de la oscuridad y le había perforado la pierna. “¡Jung!” Otra flecha voló desde una fuente desconocida. Las flechas zumbaban en la oscuridad, haciendo que fuera imposible discernir dónde estaba el tirador. Una vez más, Yohan rodó por el suelo mientras una flecha golpeaba el lugar en el que estuvo. Inmediatamente miró la forma en que la flecha había aterrizado para descubrir la ubicación del enemigo. “¡Emboscada desde la izquierda! ¡Ha Jin! ¡Lleva a Jung detrás de un coche y escóndete!” – ordenó Yohan. Ha Jin hizo lo que le dijeron y llevó a Jung detrás de un sedán. Yohan se unió rápidamente a ellos. “Qu… ¿Qué fue eso?” “Son ellos. Están vigilando la esquina de la calle.” – contestó Yohan, apretando los dientes. No era una finta o una diversión. El enemigo había puesto trampas y los estaban cazando. Era jaque mate. El enemigo estaba en posición y los estaban apuntando. Además de eso, el área estaba vacía, aparte de algunos obstáculos aquí y allá. Si se agotaban en esta situación, no serían más que objetivos en movimiento, como los que encontrarías en el carnaval. De repente, sus oídos captaron el sonido de una bengala que volaba por el aire y terminó aterrizando cerca de su escondite. La bengala estalló en llamas, abrasando el aire. En cuestión de segundos, el área alrededor de Yohan se iluminó y los zombis cercanos comenzaron a acercarse a ellos. Los aullidos de zombis venían desde todas las direcciones. Sin embargo, cuando encendieron y arrojaron la bengala, Yohan aprovechó la oportunidad para confirmar desde dónde la lanzaron. La luz solo duró unos segundos, pero pudo ver sus siluetas y confirmó que había seis asaltantes. Jung Hwan dejó escapar un doloroso gemido. No podían ignorar su lesión. De alguna manera, tenían que darse prisa para alcanzar la enfermería, quitar la flecha y desinfectar la herida. Yohan le disparó a un zombi que estaba justo frente a él con la pistola. El zombi cayó del disparo, pero se acercaban más y su número no dejaba de aumentar. Simplemente no tenían tiempo que perder. “Ha Jin, ¿ves esa pared de vidrio roto al lado izquierdo del segundo piso de ese edificio?” “Sí.” “¿Crees que puedes arrojar esa bengala por allí?” “Creo que puedo.” “Excelente. Empezaré a correr contando hasta tres. Tíralo y luego agarra a Jung Hwan y vuelve al campamento.” “¿Que pasa contigo?” “Voy. Uno, dos...” – Yohan se levantó y comenzó a correr hacia el edificio donde se escondían los hombres de la emboscada. – “¡Tres!”
* * *
Veinte minutos antes de que Yohan fuera embocado, Saeri y Dong Seok estaban en el techo del centro comercial, vigilando. Intentaron mantenerse lo más centrados posible, pero cada vez que las nubes flotaban frente a la luna, se volvía completamente negro y era imposible ver nada. Hubo un silencio significativo entre los dos miembros del equipo de reconocimiento. No era que fueran tímidos ni nada de eso, era simplemente que esta era la primera vez que habían estado juntos a solas, y nunca antes habían tenido una conversación adecuada. Era casi un hecho que las cosas serían incómodas en el mejor de los casos. Además, Yohan le había dicho a Saeri que se mantuviera concentrada y ella estaba haciendo todo lo posible para seguir esas instrucciones. Para ella, las palabras de Yohan eran ley. “Pensé que me uní a un campamento seguro. Pensé que ya no tendría que preocuparme por morir.” Dong Seok fue el primero en intentar romper el silencio fingiendo una queja. Saeri miró a su compañero y vio que la estaba mirando. Al instante hizo un gesto hacia el frente con la barbilla. “No me importa si hablas, pero no mires de esta manera. Estamos de guardia.” Dong Seok se rascó la cabeza, avergonzado, y volvió a su posición anterior. Sin embargo, a pesar de no mantener contacto visual, su conversación continuó. “Saeri, ¿no estás nerviosa?” “Señor, si tiene energía para hablar, simplemente haga su trabajo correctamente. ¿No comprendes la situación?” “Es porque esta atmósfera me asfixia. Si supiera que esto iba a suceder, podría haber hecho que nuestro grupo intentara sobrevivir por nuestra cuenta…” “Si hicieras eso, esos bastardos ya te habrían matado y tu frío cadáver estaría en las calles.” – contestó Saeri con una sonrisa. “Ya…” “Dios, realmente tengo que orinar.” – añadió Saeri. “¿Vas a ir al baño?” “No. No quiero ir y morir una muerte sin sentido. Si realmente no puedo aguantar más, me orinaré en mis pantalones un poquito y dejaré que se seque… O tal vez pueda intentar orinar en este macizo de flores.” Dong Seok se volvió para mirar a Saeri. “¿Tienes algún problema con eso?” “Orinar en los cultivos de inmediato no es bueno para ellos. Tienes que recogerlo en un cubo y arrojárselos después de que haya sido fermentado durante unos días.” “¿Eso es realmente importante en este momento?” “Pero podríamos terminar comiéndolo más tarde…” “Espera.” – interrumpió Saeri a Dong Seok. Acababa de escuchar algo sospechoso mientras estaba hablando. – “¿Lo has escuchado?” “Escuchar que…” Saeri presionó su dedo sobre sus labios y Dong Seok cerró la boca. Sin embargo, no escucharon nada. Ella encendió su linterna de emergencia. Se le advirtió que no la usara a menos que fuera una emergencia, ya que revelaría su posición, pero sus instintos le decían que investigara el sonido en este momento. Lentamente, patrulló la azotea, buscando la fuente del sonido. Dong Seok hizo lo mismo, caminando en el lado opuesto de la azotea. “No hay nada…” – comenzó a decir Dong Seok, pero se detuvo y sus ojos se abrieron. Cuando estaban a medio camino, pudieron ver que la puerta de la azotea, que habían cerrado herméticamente, estaba entreabierta. – “Uh, cuando…” De repente, se escuchó un fuerte golpe seco y Dong Seok se derrumbó en el suelo. Sobre su cuerpo aparecieron dos figuras vestidas con ropa negra y máscaras que les cubrían todo excepto los ojos y la nariz. Sostenían un bate de béisbol manchado de sangre. “Uh… Uh…” Saeri llegó a la escena y sus ojos inmediatamente se fijaron en Dong Seok, que estaba inconsciente en el suelo. “Te dije que era bonita. Como acordamos, yo iré primero.” “Tsk…” Saeri tenía la sensación de que sabía de lo que estaban hablando. Los invasores la atacaron, con sus lenguas sobresaliendo debajo de sus máscaras. Estaban demasiado cerca. El cuerpo de Saeri estaba temblando y podía sentir la piel de gallina sobre cada centímetro de su cuerpo. Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en cómo llegaron los invasores a la azotea e inmediatamente se llevó la mano a la cintura. Había dejado la radio en el suelo. En cambio, sacó su revólver. ‘Como en el entrenamiento, como en el entrenamiento...’ Saeri abrió el pestillo y sostuvo el arma con ambas manos para apuntar hacia abajo. Tan pronto como sacó el arma, los dos hombres se estremecieron y luego se separaron en direcciones opuestas antes de avanzar hacia ella una vez más. Se escuchó un fuerte disparo cuando disparó el revólver, pero la bala falló. El segundo y tercer tiro también fallaron. No pudo ajustar su puntería por los movimientos erráticos del invasor. Los ojos de los atacantes estaban abiertos de par en par, como si pudieran saltar en cualquier momento. Saeri podía sentir como su cuerpo se entumecía cuando el miedo la invadió. Luego, al fin, una bala hizo impacto, perforando el estómago de uno de los invasores. Cayó al suelo, con la sangre fluyendo de su boca. Saeri giró sus temblorosos brazos para apuntar al otro invasor, pero de repente hubo un zumbido en sus oídos y su visión se volvió borrosa. Todo parecía temblar y pudo ver como el piso de la azotea se acercaba hacia ella. La tierra se sacudió cuando golpeó el suelo. La fuerza del impacto la dejó inconsciente, pero justo antes, pudo escuchar a alguien hablando. “Dios, casi me muero. Parece que todos aquí tienen un arma increíble. Esto no fue lo que nos dijiste.” Saeri podía sentir al invasor palpando a tientas alrededor de su cuerpo. Encontró su arma y se la guardó en el bolsillo trasero. Luego, encontró el cuchillo que mantenía atado a su muslo y lo tiró. “Eh, ¿estás muerto? ¿Por qué cojones te mueres? ¿Quién abrirá la puerta del primer piso?” – gritó el invasor, frunciendo el ceño. El hombre al que Saeri disparó estaba tirado en el suelo y no se movía. – “Lo que sea. Estoy seguro de que alguien se encargará. ¿Por qué debería importarme?” El invasor pateó el cadáver dos veces antes de escupirle. A continuación, comenzó a golpear la cabeza del cadáver con su bate de béisbol. Después de un par de golpes, la cabeza se abrió y la sangre se derramó por todo el suelo. Cuando terminó esa espantosa tarea, el invasor regresó junto a Saeri. “Es hora de cosechar el botín. Ta-da, guau, no sabía que había una perra aquí con un cuerpo tan agradable.” El invasor comenzó a desnudar a Saeri, quitándole la ropa, con una expresión espeluznante en su rostro. Su trabajo consistía en subir a la azotea y matar a los guardias. Esto solo fue posible porque su compañero muerto era un experto en cerraduras y podía abrir cualquier puerta con solo una aguja y un alambre. Podrían haber derribado la puerta para entrar, pero decidieron proceder con cuidado por si acaso, y resultó ser la decisión correcta. Cuando estaban vigilando el sitio usando sus prismáticos, no creían que hubiera una chica tan bonita aquí. Tenían esperanzas, pero esta chica estaba por encima de sus expectativas. El invasor desabrochó la chaqueta de cuero de Saeri, revelando una ajustada camiseta blanca que no hacía nada para ocultar las curvas de su cuerpo. El invasor silbó. Sin embargo, en el momento en que trató de meter sus manos debajo de la camiseta, Saeri comenzó a murmurar con voz suave. “Quita… Tus… Manos… Sucio… Bastardo…” “Me contuve porque no quería matarte, pero ¿ya estás despierta? Impresionante.” – respondió el invasor. Sin embargo, Saeri apenas estaba consciente. Su cabeza palpitaba y su visión aún no estaba clara. Ella solo quería maldecirlo, pero el dolor era muy fuerte. El invasor fue a agarrar su bate de béisbol, con la intención de noquearla una vez más, pero notó que no estaba luchando. “Bueno, esto no es tan malo. ¿Quieres venir conmigo a Hong Kong o quieres ir al más allá y dejar tu cadáver aquí? A mí, no me importa si eres un cadáver, si así es como va a ser. O podríamos comprometernos. Puedo golpearte muy fuerte con esto y puedes permanecer inconsciente hasta que termine.” – dijo con una sonrisa. “Loco bastardo.” El invasor se rio como un loco. Definitivamente estaba loco. Sus ojos y acciones estaban llenos de locura, como si estuviera drogado. “Si solo vas a hacerlo, ¿por qué preguntas? Y mucho menos Hong Kong, no creo que puedas pasar la puerta de peaje de Seúl.” – dijo Saeri, volviendo la cabeza y escupiendo. Debió haberse mordido el labio o algo parecido, ya que sabía a hierro, a sangre. Ella trató de levantarse, pero terminó cayendo de nuevo. – ‘Dios, debes haberme pegado fuerte. A tope.’ El invasor se impacientó y se puso a horcajadas sobre ella. Sacó la pistola de Saeri del bolsillo trasero y se la metió en la boca. Su movimiento brusco hizo que ella gritara de agonía. “No perdamos el tiempo, ¿de acuerdo?” “Al menos pon algo blando en el suelo, pedazo de basura.” – murmuró Saeri. – “Mi cabeza está dando vueltas, así que hazlo lentamente, hijo de puta…” Saeri se dio la vuelta para mirar al cielo. Ella dejó escapar un suspiro débil. El invasor tenía una mirada de satisfacción. “Esa es una buena chica, muy obediente. También me entiendes bien. Nunca antes he conocido a una chica como tú.” La parte superior y la ropa interior de Saeri fueron retiradas y esparcidas por el suelo. El invasor separó las piernas y se colocó entre ellas. Cuando se inclinó sobre ella, Saeri suavemente envolvió sus manos alrededor de su cabeza. “Es… Espera…” – dijo con timidez. “¿Qué? ¿Por qué?” Saeri acarició suavemente la mejilla del hombre, antes de golpear repentinamente con sus pulgares contra los ojos. Sus largas uñas perforaron sus globos oculares, haciendo un sonido enfermizo al apretar. “¡Aaaaaaaargh!” El invasor gritó mientras presionaba sus ojos. Saeri desplazó sus piernas y lo pateó en el pecho, empujándolo hacia atrás. Luego, se apresuró a escapar, pero una mano grande la agarró del tobillo. “¡Aaah!”



Survival Capítulo 43

1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 43
Enfrentamiento III
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

La luna estaba medio llena. Se escondía detrás de las nubes, haciendo que la noche fuera completamente oscura. En la oscuridad, Yohan miró el centro comercial a través de una ventana rota. Él, Jung Hwan y Ha Jin vigilaban de cerca el campamento desde el edificio vacío al otro lado de la calle. Ambos campamentos estaban en alerta. El hospital había cerrado todas sus puertas, excepto la de la entrada principal, que todos estaban concentrados en vigilar. El centro comercial había apagado todas las luces y sus miembros estaban en cuclillas en medio de la oscuridad, apuntando con sus armas a una de sus dos entradas. “Saeri, soy yo.” - Sí, Yohan. “¿Algún movimiento?” - No veo nada. Saeri y Dong Seok se separaron del equipo de reconocimiento y vigilaban desde la azotea del centro comercial. Ya habían sacado a los guardias del aparcamiento y lo habían sellado con algunas tablas de madera y clavos cortos. El razonamiento de Yohan para retirarse del aparcamiento fue atraer a los invasores a una trampa. Era un área grande, que no era óptima para disparar. En el momento en que el enemigo abriera la puerta hacia el oscuro centro comercial y entrara en los estrechos pasadizos, las balas saldrían volando y no podrían evitarlas. Si los invasores intentaran avanzar, matarían a cada uno de ellos. Si se asustaban por los disparos y salían corriendo, como Yohan predijo que lo harían, entonces los miembros del equipo de reconocimiento que esperaban al otro lado de la calle les cortarían el paso. Si los moteros atacaban aquí, sería su sentencia de muerte, y el mejor resultado sería su completa aniquilación. Sin embargo, si atacaban primero el campamento del hospital, también se habían preparado. Todos en el hospital estaban armados con una escopeta o una honda y, si llegaran a sentir que el enemigo se acercaba, avisarían por radio a Yohan inmediatamente. Luego se retirarían del vestíbulo. No importa qué tan bien cerraron el área, el vestíbulo era demasiado grande y tenía demasiadas entradas, haciendo que fuera complicado defender el área contra los invasores. Sin embargo, solo había una escalera de emergencia que conducía al segundo piso, y la utilizaron para crear una ventaja y establecer una trampa que ayudaría a detenerlos por un tiempo. “Por favor, haga que una persona espere en la puerta de salida de emergencia del segundo piso. Cuando esos tipos entren al vestíbulo, abra la puerta del segundo piso y salga corriendo.” El segundo piso del hospital todavía tenía zombis que aún no habían despejado. Al principio, habían planeado acabar con la horda que había allí, una vez que las cosas volvieran a la normalidad. Sin embargo, ahora planeaban abrir la presa y dejar que los zombis inundaran las escaleras para ganar algo de tiempo si el enemigo invadía el hospital. La defensa zombi les daría diez minutos, que era suficiente. En ese momento, Yohan y el equipo de reconocimiento llegarían para flanquear al enemigo. Llamó a la operación ‘Bossam’. (NdT: Plato coreano. El cerdo, cocido al vapor, se envuelve en una hoja de verdura.) Incluso habían pensado en el peor escenario posible, donde el enemigo fingiría un ataque o idearía alguna otra estrategia astuta. Existía la posibilidad de que los moteros descubrieran que los dos campamentos estaban juntos después de andar por ambas áreas y se les ocurriera alguna contramedida. Para mitigar eso, habían dividido al equipo de reconocimiento para poder ayudar en ambos campamentos al mismo tiempo. Saeri y Dong Seok se centrarían únicamente en la defensa, mientras que Yohan y los demás ayudarían al campamento que atacasen primero o que se enfrentase a más enemigos. Su objetivo era aniquilarlos. Después, el equipo de reconocimiento se reagruparía para cazar a cualquier enemigo que hubiese huido. Yohan realizó su ejercicio de respiración para centrar su mente. La vida de quienes lo seguían era una carga pesada sobre sus hombros. Por culpa del calor del comienzo del verano, el sudor goteó por su frente y se escurrió a lo largo de su rostro. Aun así, no apartó la vista de la entrada del centro comercial. No quería perderse nada sospechoso, ni siquiera el sonido de los insectos. La larga vigilancia estaba pasando factura a Jung Hwan, quien comenzó a masajearse los pies. Mientras el callejón cercano estaba oscuro, podían escuchar el sonido de zombis dando vueltas. Mientras sus ojos se acostumbrasen a la oscuridad, podrían distinguir sus sombras cojeando a través de la noche. De repente, la radio emitió un pitido suave y pudieron escuchar la voz de Gap Soo. - Yohan, aquí el campamento del hospital. Están aquí. ‘Al fin. El enemigo hizo un movimiento.’ Había un toque de nerviosismo en la voz de Gap Soo, pero no parecía ansioso. Todavía no se encontraban en una situación que amenazara su vida. El enemigo probablemente estaba pensando que todavía estaban en la cafetería. “¿Cuántos hay?” – preguntó Yohan, en voz baja. - Siento que hay muchos, pero no estoy seguro de cuál es el número exacto. ‘¿Estaban pensando en atacar primero el hospital?’ Yohan comenzó a organizar sus pensamientos. “Entendido. Por favor, proceda según lo planeado. Vamos a empezar.” - Recibido. Yohan esperó un momento y luego presionó el botón de la radio, una vez más, para dar una advertencia a todos los sobrevivientes y darles una breve actualización de la situación actual. “Yohan aquí. Los bastardos han llegado, mantened la guardia alta. Corto.” – dijo, mientras hacía una señal al equipo de reconocimiento. Jung Hwan y Ha Jin asintieron y se pusieron de pie. El trío se movió sigilosamente. Todavía había zombis dando vueltas en la oscuridad, por lo que era peligroso. No había mucha luz y los muertos vivientes estaban más activos por la noche. Afortunadamente, habían estado eliminando zombis todos los días. A pesar de que era su momento más activo del día, solo había unos pocos no muertos a su alrededor. Yohan se encargó de los zombis que aparecieron de manera silenciosa, pero efectiva. El equipo de reconocimiento no caminó ni corrieron. Se movieron a un ritmo constante. Mientras se dirigían hacia el hospital, la luna comenzó a asomarse por detrás de las nubes, iluminando un poco las carreteras. Todo iba bien. Con la ayuda de la luz de la luna, será más fácil eliminar al enemigo. Los sentidos de Yohan estaban extremadamente concentrados. Cuando llegaron a la entrada del hospital, oyeron fuertes disparos, gritos, chillidos y el sonido de zombis aullando. El vestíbulo del primer piso del hospital estaba en caos. Los zombis del segundo piso entraban y atacaban a los invasores. Aunque el enemigo no cayó fácilmente, fueron incapaces de matar a todos los zombis. Debían haberse cansado, porque ya comenzaban a retirarse. Tan pronto como el motero escapó por la entrada, la Glock de Yohan desató su furia. A pesar del silenciador, los disparos hicieron eco por toda la zona ajardinada del hospital. El invasor que salía corriendo del edificio recibió un disparo en el corazón y murió al instante. “¡Qué demonios!” “¿Quién está afuera?” “¡Es una emboscada!” Poco después, más enemigos salieron corriendo. Yohan disparó con calma hacia ellos, priorizando los que salían primero. Ha Jin y Jung Hwan también comenzaron a disparar. “Conserva la munición. Un disparo, una muerte.” – dijo Yohan, regañando a los dos, que habían dejado escapar a los invasores. Tenía que vigilar al enemigo mientras Ha Jin y Jung Hwan insertaban un cargador nuevo. Mientras Yohan estaba concentrado en la entrada del hospital, uno de los moteros le apuntó con una ballesta desde atrás. Disparó y una flecha perforadora golpeó en el lugar donde Yohan estuvo parado, pero ya no estaba allí. Había desaparecido detrás de un árbol cercano. Se asomó desde su posición y levantó la Glock. La pistola con silenciador disparó y el motero cayó. Ahora estaba apuntando específicamente a cualquiera que los atacara con armas a distancia. Los enemigos cayeron, agitándose de forma impotente. “¡Jung! ¡Abajo!” – gritó Yohan. Jung Hwan reaccionó tan pronto como lo escuchó gritar. Pudo escuchar como un cuchillo pasaba volando sobre su cabeza, seguido de un disparo. Yohan había disparado al motero que llevaba un pañuelo en la cara. Poco después los disparos cesaron. Las únicas cosas que se movían por el jardín eran el grupo de reconocimiento y algunos zombis. Cuando cayó el último invasor, Yohan les indicó a los otros dos que comenzaran a moverse. Siguieron a Yohan mientras corría por el jardín. Atrajeron a los zombis que había en el exterior y luego corrieron dando un gran círculo para regresar al hospital. Algunos zombis no eran capaces de caminar y Yohan los pateó en la cabeza con las botas de combate. “Jung, cierra la puerta.” – ordenó Yohan. El especialista en bloqueo de puertas agarró la puerta de la entrada y la cerró con llave. Yohan rápidamente miró alrededor del vestíbulo usando una linterna. Había cadáveres por todas partes. Algunos eran cadáveres de zombis, mientras que otros eran de los que cayeron en la trampa. En su cabeza, Yohan tabuló el número total de invasores muertos en el jardín y el vestíbulo. Luego se acercó la radio a la boca. “Aquí Yohan. 14 invasores eliminados en el hospital. Corto.” Aproximadamente 14 personas. Incluso si hubiera algunos muertos en el hueco de la escalera, no podría haber habido más de 15 invasores en total. Era un número bajo. ‘Están tramando algo.’ El enemigo no atacó ambos campamentos al mismo tiempo, sino que mandó 15 a un campamento primero. Este lugar era el cebo y los otros 25 estarían en el verdadero ataque al centro comercial. De todos los escenarios para los que se había preparado, este era el más complicado. Por supuesto, era evidente que ya estaban preparados por si ocurría. No importa cuántos de ellos invadieran, los miembros del campamento ya estaban preparados para dispararles y repelerlos. El plan para este escenario era matar a tantos como fuera posible y luego cazarlos cuando huyeran. “¿Alguien del campamento del hospital murió?” - No. Esos bastardos ni siquiera pudieron abrir la puerta. La expresión de Yohan se iluminó. Presionó de nuevo la radio. “Algo que informar en el centro comercial?” - Nada todavía. La voz de Seo Jun llegó a través de la radio. “Creo que su objetivo es el centro comercial, mantente alerta.” - Recibido… Espera. Escucho disparos provenientes del piso superior. ‘¿Del piso de arriba? La azotea… Saeri y Dong Seok están vigilando desde la azotea. ¿Les sucedió algo?’ “Saeri, ¿Qué pasa?” Yohan llamó por radio a Saeri, pero no hubo respuesta. “Guardias de la azotea, ¿me oyen? ¿Saeri?” Todavía no había respuesta. Yohan frunció el ceño. Jung Hwan, que estaba escuchando, comenzó a hacer un escándalo. “¿Qué pasa? ¿Le ha pasado algo a Saeri?” “Shh. Ella no contesta la radio. Creo que sucedió algo.” “Te… Tenemos que darnos prisa…” Yohan levantó una ceja. Este era un lado de Jung Hwan, que nunca había visto antes. De repente, llegaron más sonidos desde la radio. Era Seo Jun, pero se escuchaban disparos de fondo. - Aquí el primer piso del centro comercial. Son esos bastardos. “¿Cuántos?” - No puedo decirlo. “Estaremos allí. Solo sigue el plan. Además, la azotea no responde, así que date prisa y revísalo tan pronto como hayas terminado. - Recibido. Yohan podía escuchar a la gente gritar a través de la radio, diciendo cosas como ‘¡Dispárenles!’, ‘¡Mátenlos a todos!’, entre otras cosas. Bajó el volumen de la radio con el ceño fruncido. La puerta de la azotea estaba cerrada por dentro. Mientras no hubieran sido invadidos, no había excusa para no responder a la radio. Era aún más extraño pensar que fueron atacados. El centro comercial tenía cinco pisos de altura. ‘A menos que pudieran caer del cielo… De ninguna manera, ¿treparon por las paredes del centro comercial?’ Yohan sacudió la cabeza de inmediato. Escalar la pared exterior no tenía sentido. Era diferente a deslizarse por una tubería. Sin las herramientas adecuadas, era imposible. ‘No.’ – pensó Yohan. – ‘Incluso si escalar las paredes para llegar a la azotea está fuera del sentido común, siempre habrá personas que piensen de forma extraña.’ Si fuera necesario, Yohan probablemente habría encontrado la manera de escalar la pared. ‘De todos modos, lo importante en este momento es que hay un problema con nuestros dos guardias de la azotea. En este momento, regresar lo más rápido posible es nuestra mejor y única opción.’ Yohan se apresuró. “Vamos.” No pudo evitar moverse a un ritmo más rápido que cuando viajaron hacia el hospital. Algo inesperado había sucedido. Incluso después de cruzar varias intersecciones y caminos repletos de vehículos, Saeri y Dong Seok seguían sin responder. - Yohan, ¿estás de camino? “Llegaré en diez minutos. ¿Cómo va?” - Hemos matado a cuatro personas. Dado que algunos ya murieron, no parece que vayan a entrar. Creo que se escaparon. ¿Deberíamos salir y perseguirlos? ‘¿Cuatro personas? El número es muy pequeño. ¿Su plan es esperar a que salgamos para emboscarnos a todos a la vez?’ – pensó Yohan. – “Que todos esperen. Ya llego.”



miércoles, 12 de febrero de 2020

Retro Capitulo 80

Volumen 3 Capítulo 80
Su decisión II
Traducido por Tars
Corregido por Zura
Editado por Tars

* Bwaaaa * La bocina del barco resonó. Era el indicador de que la salida del barco era inminente. “¡Ese idiota! ¿A dónde diablos se fue?” – dijo Romántica, comenzando a impacientarse. A continuación, encendió el brazalete de comunicación. El brazalete tenía la capacidad de buscar la ubicación de los miembros del grupo. Lo habían usado para rastrear a Desir cuando se teletransportó con el hombre de la máscara. Buscó su ubicación y no pasó mucho tiempo antes de que apareciese un resultado: Estaba a bordo. En una de las cabinas del barco. Romántica corrió frenéticamente hacia la cabina. Saltó los cuatro escalones de la escalera y atravesó a un grupo de personas que merodeaban por el pasillo. Rápidamente se disculpó con los que chocó sin disminuir la velocidad y llegó al punto marcado por el brazalete de comunicación. En ese momento, no pudo evitar sentirse resentida por el éxito de los negocios de la familia Eru. El barco era demasiado grande y, como resultado, tuvo que atravesar el pasillo que conectaba una larga fila de camarotes. La función de posicionamiento del brazalete de comunicación no pudo proporcionar una ubicación precisa. Por ello, tenía que abrir todas las puertas de los camarotes para encontrarlo. Romántica no lo dudó. Abrió la puerta de la primera cabina. La pareja en su interior estaba sorprendida y solo podía mirarla con ojos llenos de sorpresa. Desir no estaba allí. “Lo siento.” * Blam * Cerró la puerta de la primera cabina. Paso lo mismo con la segunda y volvió a cerrar la puerta de un portazo. * Baaam * De esa manera, Romántica abrió las puertas de los camarotes en un intento de buscar a Desir. Por el rabillo del ojo, pudo ver a través de una ventana que se estaban alejando del puerto. Ella aceleró el paso. Y... Al final llegó hasta el último camarote. Justo antes de que se abriera la puerta, Romántica calmó su respiración. Tenía que estar lo suficientemente tranquila para poder regañarlo. “¡Desir! ¿Estás tratando de jugar al escondite conmigo…?” – dijo mientras abría la última puerta. No había nadie adentro. Muy lentamente, Romántica entró en el camarote. No había señales de que alguien hubiera usado el camarote, estaba limpio. Mirando a su alrededor, Romántica vio el brazalete de comunicación de la Academia Hebrion sobre el escritorio. “……” Lo recogió y sacó su propio brazalete. Cerró los ojos por un momento antes de abrirlos e intentar llamar a Desir. ‘Por favor, no suenes.* Riiiiiing * El brazalete de comunicación en su otra mano comenzó a sonar. “……” Romántica apenas fue capaz de reprimir la ola de emociones que crecía en su interior. Salió del camarote y regresó a la cubierta del barco con unos pasos que estaban llenos de ira. Mientras buscaba en la zona de camarotes el barco había zarpado del puerto. “Ah, mi señora. ¿Qué ocurre?” “Responde a mi pregunta de inmediato. Ahora mismo.” – ordenó Romántica de inmediato. “Ah, señorita…” “¿Cómo sabías que estaba evacuando y que estaba en esa parte de la cola?” “Yo bajé del barco y estuve buscándote por todos lados.” “¡No mientas! ¡No tiene sentido que alguien con esa pinta estuviera buscando fuera del barco!” * Swish * Ceniza. En el cielo, la ceniza estaba cayendo todo el tiempo. Ajest, Pram y el resto de refugiados, incluida Romántica, habían estado fuera la mayor parte del tiempo y estaba cubiertos por la ceniza. Además, el movimiento constate de personas también impidió que la ceniza se asentara en el suelo y hacía que aumentase la cantidad de flotaba en el aire. Sin embargo, la ropa del mayordomo estaba demasiado limpia. Nadie podría pensar que pertenecía a alguien que hubiera estado deambulando por el exterior. En otras palabras, había estado en el barco mercante todo el tiempo. Era el mayordomo de la familia Eru y debería haber sido de los primeros en escapar con el resto de la familia. El mayordomo se quedó sin palabras cuando Romántica señaló eso. “¡Sé honesto! ¡En este momento! No importa lo que te haya dicho, ¡saltaré de este barco si no me dices la verdad!” – gritó Romántica completamente furiosa. Su tono indicaba que iba a cumplir la amenaza, por lo que el mayordomo no tuvo otro remedio que romper su promesa y contarlo todo. “Hace un rato, su amigo de cabello negro, me pidió que la escoltáramos hasta el barco y nos dijo dónde encontrarla. Pero mi señora, le juro…” No necesitaba escuchar nada más. En ese momento, ignoró al mayordomo y pasó a su lado y se subió a la barandilla del barco. “Ah, ¡Señorita!” * Grito * Justo antes de que el cuerpo de Romántica cayera al mar, Ajest logró agarrarla por la solapa del cuello. Romántica trató de tirar, haciendo fuerza con los pies, pero Ajest fue más rápida. El impulso hizo que las dos se entrelazaran y terminaran cayendo sobre la cubierta de la nave. “Aléjate de mí.” “Romántica, ¡vuelve a tus sentidos!” Romántica intentó liberarse del agarre de Ajest mientras esta intentaba someterla. Las dos rodaron varias veces durante la lucha. “¡Te dije que me soltaras!” “Si prometes estar tranquila, te dejaré ir.” “¡Sabes que no haré una promesa como esa!” Romántica continuó luchando por salir de su alcance, pero no pudo imponerse por la fuerza. Ajest tenía una ventaja completa en una pelea e impidió que Romántica pudiera moverse. “¿Lo sabías?” – dijo Romántica, apretando los dientes. “Sí.” – respondió Ajest. “¿Desde cuándo demonios lo sabes?” “Cuando Desir desaceleró la evacuación al comenzar una pelea.” La pelea. Romántica sintió como si alguien la hubiera golpeado en la cabeza con un martillo. La pelea durante la evacuación fue creada por Desir para darse el tiempo suficiente para ocultar el brazalete de comunicación. Y Romántica tuvo que perder el tiempo buscándolo hasta que el barco ya había partido del puerto. ‘Estúpida.’ – pensó Romántica de sí misma. No podía perdonarse por haber caído en el truco de Desir. “¡Lo sabías! No como la estúpida de mí, ¡lo sabías! ¿Por qué no lo detuviste? ¿POR QUÉ?” – le gritó a Ajest, casi llorando. En contraste con el tono frenético de Romántica, Ajest estaba mucho más tranquila. “No me di cuenta, me lo pidió.” “¿Qué?” Por un momento, la lucha de Romántica se detuvo. “Me pidió que impidiera que Pram y tú lo siguieran.” – continuó Ajest.
* * *
Desir corrió por la costa. Toda la zona de Deltaheim estaba oscurecida por la gran cantidad de ceniza que había en el aire. Parecía que todo estaba cubierto de niebla. Tosió, una y otra vez, a pesar de que iba corriendo mientras se cubría la boca y la nariz. Era difícil respirar. En su vista apareció el cadáver de una persona. Su cuerpo estaba parcialmente cubierto por las rocas de un edificio cercano. Esperó que no sintiera nada y muriera por el primer impacto. Ante una escena tan terrible, los pasos de Desir disminuyeron y finalmente se detuvo por completo. No tenía palabras para describir adecuadamente lo que le esperaba. Era una imagen terrible, pero al mismo tiempo, era un paisaje demasiado familiar. Anteriormente había vivido una vida plagada de muertes y había presenciado escenas como estas demasiadas veces. Amigos que habían compartido sus días en el colegio o adolescentes que siempre estuvieron a su lado. Y Romántica. Entre las muchas muertes que había visto, Desir no podía olvidar la muerte de Romántica. Quizás fue porque ella y su trato fueran similares. Pero su historia terminó con un triste final. Romantica Eru tenía talento y un futuro más brillante que nadie. Era la señorita de una familia de barones, y pudo unirse a la Clase Alfa de la Academia Hebrion y luego ingresar al grupo de la Luna Azul, la que era considerada como la mejor de la academia. Sin embargo, poco después, se descubrió que Romántica era la hija de un barón que había comprado su título con dinero. Cuando lo supieron, los nobles de la Clase Alfa ya no la reconocieron. Al final, incapaz de soportar la salvaje brutalidad de la Clase Alfa, Romántica se trasladó a la Clase Beta, pero tampoco fue aceptada por nadie. No había un lugar para ella. En la Clase Beta, el talento de Romántica quedó sin cultivar y, gradualmente, su futuro se estancó. Al final, cuando se graduó, solo estaba en el Tercer Círculo. Y entonces apareció el Laberinto de las Sombras. Romántica ingresó al Laberinto como miembro de la Alianza de los Reinos occidentales, donde volvió a reunirse con Desir, su compañero de la clase Beta. Desafortunadamente, que estuvieran en una situación similar fue inevitable. En el terrible campo de batalla se convirtieron en el soporte emocional del uno con el otro. Por el bien del otro, se cuidaron juntos. Y ocho años después de entrar en el Laberinto de las Sombras... Desir no pudo salvar a Romántica. ‘No permitiré que volviera a suceder…’ La determinación de Desir regresó al pasado. Pero no era solo por ella. Ajest y Pram. Zod y Priscilla. Los habitantes de Deltaheim o los extranjeros que llegaron del resto del mundo. Hasta los líderes de la Alianza de Reinos Occidentales que se reunieron para el consejo. Ninguno podría evitar la muerte a menos que detuvieran a Desastre. Actualmente, la situación se dirigía hacia el peor resultado posible. ‘Debo detenerlo.’ Para vencer a un demonio había que destruir su núcleo interno. Cuando se enfrentaron a Desastre en el laberinto de las sombras, una legión de grupos de magos se reunió para desplegar magia de hielo y poder debilitar el poder de Desastre. Mientras tanto, los caballeros equipados con sus espadas de Blanchum destrozaron el cuerpo del demonio para encontrar su núcleo. Afortunadamente, esta vez Desir sabía la ubicación de su núcleo. Sin embargo, el problema era que no tenía el poder suficiente para poder penetrar el cuerpo de Desastre. Desir miró la palma de su mano. ‘Debo detenerlo.’ Lo iba a detener. Desir apretó su puño. Al final había decidido implementar su carta del triunfo, la medida que había guardado como último recurso. El hechizo [Proverbio]. Una magia que había desarrollado de una manera que quedaba completamente fuera del sistema mágico utilizado por la humanidad. Tenía un poder que iba más allá de la magia estándar. Al final del Laberinto de las Sombras, Desir descubrió el hechizo invirtiendo el [Proverbio] del enemigo de rango Meteoro, el Dragón de la Destrucción Boromir Napolitan. Era una magia enorme y poderosa. Pero había demasiados riesgos al usarlo. Se preguntaba si su cuerpo sería capaz de resistir la magia de [Proverbio], un hechizo que se desviaba de las leyes existentes, pero ahora no era el momento de preocuparse por eso. ‘Necesito matarlo.* Booom * Cuanto más cerca estaba de Desastre, más calor hacía y más intensa era la cantidad de ceniza que había en el aire. Desir apretó los dientes.



martes, 11 de febrero de 2020

SYN Capítulo 71

Volumen 7 Capítulo 10
¿Qué opinas del nombre Juego Solo para el gremio?
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars

“Hermano, he escuchado que nos podría resultar complicado obtener el permiso para la puerta que apareció ayer.” “¿Qué?” – dijo el presidente del gremio Orden de los Caballeros, Park Jong-Soo, endureciendo su expresión. “Los resultados del agente de la Asociación terminaron siendo más altos de lo esperado.” – explicó el vicepresidente Jung Yoon-Tae de forma apresurada. “¿Una puerta de rango S?” “No, eso no. Dicen que no se trata de una puerta de rango S, pero se encuentra en la parte superior de la escala del rango A.” “Dios, dame un maldito descanso.” Si se hubiese tratado de una puerta de rango S, entonces podrían haber renunciado a ella sin dudarlo. El gremio Orden de los Caballeros no tenía ni un solo cazador de rango S, por lo que no tendría mucho sentido intentar despejar una puerta de ese rango. Al igual que en la incursión de la isla de Jeju, la Asociación tendría que convocar a todos los cazadores de rango S del país para lidiar con ella. Sin embargo, la historia cambiaba drásticamente si la medición de la emisión de energía mágica era de rango A. El gremio Orden de los Caballeros sería ridiculizado si no era capaz de lidiar con una puerta de rango A, ya que se suponía que eran uno de los cinco principales gremios de Corea. Su ya reducida posición podría retroceder todavía más. “Hermano, ¿qué hacemos?” “Todavía no estoy seguro.” “Si no nos involucramos, entonces la gente de los Elegidos aparecerá…” El gremio Elegidos del distrito de Honam. Los finos vasos sanguíneos en los ojos de Park se hincharon cuando escuchó ese nombre. “¿Quieres regalar esa gran puerta que flota justo en frente de nuestra casa a las manos de Ma Dong-Wook?” “No, señor, solo lo comento.” “No dejaré que eso suceda, tendrán que pasar por encima de mi cadáver.” “Entonces, hermano, ¿quieres tomar esa puerta?” El previamente agitado Park Jong-Soo cerró repentinamente la boca. Sin embargo, su reacción era obvia. Con solo una palabra, decidiría el destino, no solo de él, sino del resto de miembros del equipo de incursión. Aunque estaba agitado, no debería murmurar lo que quisiera. Un fuerte dolor de cabeza empezó a formarse dentro de Park Jong-Soo. ‘Los cazadores de rango A de mi gremio pueden enfrentarse, cara a cara, con el resto de grandes gremios.’ No, si uno tuviera en cuenta el número o la calidad media de la Orden de los Caballeros, entonces podrían igualar con facilidad al mejor de los gremios de Corea del Sur, los Cazadores. El único problema tenía que ver con la falta de cazadores de rango S. Debido a que no tenían ningún cazador de rango S entre sus miembros, la Orden de los Caballeros estaba en peligro de ser expulsada de los llamados cinco grandes gremios de Corea del Sur. Por esa misma razón, la élite de la Orden de los Caballeros era más que suficientemente buena como para lidiar con las puertas de rango A normales. Sin embargo, si se trataba de una puerta cuya medida estaba en el extremo superior del espectro, entonces el gremio tenía que arriesgar la vida de sus miembros para poder despejarla. A pesar de que, formalmente, estaría clasificada como una puerta de rango A, la dificultad de despejar una mazmorra como esa estaría muy cerca del rango S. La Asociación de Cazadores también conocía esos peligros y, por esa razón, no habían decidido si emitir el permiso de incursión a la Orden de los Caballeros. “……” “Hermano. Si esa cosa resulta ser una Puerta Roja, lo más seguro es que todos terminemos muertos.” – dijo con cautela Jung Yoon-Tae, expresando su opinión a su jefe. Estaba viendo que la agonía silenciosa de Park Jong-Soo se alargaba demasiado. “Lo sé.” Ya sería complicado tratar de lidiar con una puerta A del rango más alto, pero ¿y si se transformaba en una Puerta Roja? Solo de pensar en esa idea se horrorizó. Si la Diosa de la Suerte estuviera de su lado, la mitad del equipo volvería con vida. Si no, todo el equipo de incursión, incluido él mismo, perecería dentro de la mazmorra. ‘Si lo pienso fríamente, debería renunciar.’ Pero tan pronto como se difundiera el rumor de que renunciaban a una puerta de clase A, el destino de la Orden de los Caballeros sería incierto. ¿Qué novato querría entrar en un gremio que no poseía cazadores de rango S y no podía manejar una puerta de nivel A? “Hermano, en ese caso, ¿qué tal si formamos una alianza con otro gremio?” Park Jong-Soo sacudió la cabeza. “¿Quién iba a querer formar una alianza con nosotros cuando ya saben que no podemos hacerlo solos?” Si un gremio podía monopolizar todos los materiales de una puerta de rango A, no había ningún motivo de que quisieran una alianza. Sería un problema para ellos. Todo sería más sencillo si la Orden de los Caballeros desapareciera. ‘Es lo mismo que anunciar a los cuatro vientos nuestra incompetencia.’ La preocupación se fue haciendo más pronunciada en sus rostros. “Si buscar una alianza con un gremio es un problema, ¿qué tal si trabajamos con un profesional independiente?” – dijo una mujer. Al instante, las cabezas de los dos hombres se movieron al unísono hacia la fuente de esas palabras. Era la sanadora de rango A encargado de cuidar al equipo de incursión de élite: Jung Ye-Rim. Una sanadora tenía mucho que decir sobre los asuntos que estaban relacionados con una incursión. Y mucho más si esa sanadora era un rango A que poseía varias habilidades. Sin embargo, como el destino del gremio Orden de los Caballeros estaba en juego, Park Jong-Soo no pudo ocultar la expresión de preocupación que estaba en su rostro. “Queremos entrar a una puerta de rango A complicada, entonces, ¿cómo podría ayudar un solo profesional independiente…?” Pero entonces, Park Jong- Soo detuvo sus palabras. “¡Ah!” Acababa de recordar a cierta persona. ¡Un hombre capaz de barrer monstruos de rango S completamente solo! No tendría problemas con algún monstruo de rango A. ‘¡Si Sung Jinwoo se une…!’ – pensó Park Jong-Soo levantándose de su asiento, incapaz de reprimir su emoción. Ese hombre había derrotado con facilidad un monstruo que había sido capaz de derribar a todos los cazadores de rango S de Corea. Si participaba, entonces la seguridad de los miembros del equipo de incursión estaba garantizaba al 100%. Y eso no era todo. También podría evitar la ignominia de tener que pedir prestado el poder de otro gremio para despejar una puerta de rango A. ‘La fama de la Orden de los Caballeros puede aumentar.’ Aliarse con el mejor cazador del país para completar una incursión no afectaría de forma negativa al gremio. La seguridad de los miembros de su gremio estaría garantizada, así como el impulso a la fama de la Orden de los Caballeros. Era una forma maravillosa de atrapar dos pájaros con un tiro. “¿Qué está haciendo el cazador Sung Jinwoo en este momento?” – preguntó con ansiedad Park. Se sentía realmente emocionado. Tanto Jung Ye-Rim, que originalmente había tenido la idea, como Yoon-Tae, que estaba escuchando en silencio desde un lado, sacudieron la cabeza. “Desde que despejó la puerta que apareció en medio de la carretera, ha estado tranquilo.” Jung Yoon-Tae recordaba haber visto a Sung Jinwoo en uno de los últimos telediarios que habían emitido en la televisión. “Hermano, ¿debo encontrar el número de contacto de Sung Jinwoo?” – dijo Jung Yoon-Tae mientras sacaba su teléfono. “No, no te molestes. Baja el teléfono.” “¿Eh?” “¿Crees que deberías intentar resolver algo tan importante a través de una llamada telefónica? No, tenemos que encontrarnos con él y discutirlo cara a cara.” “¡Ajá!” Jung Yoon-Tae estuvo de acuerdo de inmediato. “Vamos al norte.” – continuó Yoon-Soo con una sonrisa.
* * *
Esa noche. Cha Haein estaba acostada en su cama con la sábana tapándole la cabeza mientras daba vueltas como si estuviera con un gran dolor. ‘Le dije que sí… ¡Le dije que sí!’ – pensó mientras pateaba salvajemente las sábanas. ¡Era como una confesión! Al final, dejó de moverse después de que otro pensamiento apareciese en su cabeza, de la nada. ‘Entonces…’ No sabía cómo interpretar la respuesta de Sung Jinwoo. «¿No hay una manera mejor que unirse a mi gremio?» Ella quería escapar rápidamente de esa situación y le dijo que lo pensaría antes de irse a toda velocidad. Pero cada vez que recordaba ese momento, le causaba tal angustia que su proceso de pensamiento se detenía prácticamente por completo. Sonrojo. Su rostro se sonrojaba cada vez que lo recordaba. Cuando se enfrentó a los ojos enloquecidos de la criatura convocada, predijo que su muerte era inevitable. Sintió un terror absoluto. Ese era el destino de una presa. Hasta llegó a cerrar los ojos cuando las diez garras descendieron sobre ella por ambos lados, pero entonces… Sintió el calor que venía de su espalda. Al mismo tiempo, un aroma familiar la envolvió con suavidad. “Ah...” Cha Haein abrió los ojos con cautela y miró hacia atrás. Jinwoo estaba sosteniendo las garras con sus propias manos, mientras miraba con furia a la criatura convocada. Era cierto que su corazón había dado un vuelco en ese momento. Pero entonces… «¿Te gusto?» Era una completa injusticia hacer esa pregunta en ese tipo de situación. ‘No.’ Cha Haein sacudió la cabeza con fuerza, como para sacudirse todos esos pensamientos. Aunque se lo había preguntado, no debería haber respondido con sinceridad. ‘Va a pensar que soy una mujer rara.’ Aunque sabía que no debía hacerlo, sus labios se separaron por su cuenta. Tal vez porque su mente se sentía más relajada cuando se encontraba cerca del cazador Sung, terminó revelando un lado que siempre había mantenido oculto. Era como si no fuera ella misma. ‘¿No te gustas a ti mismo?’ Por alguna razón, esas palabras le sonaron bastante familiares, pero no recordaba dónde las había escuchado. En alguna parte recordaba haber oído una expresión similar. Fue entonces cuando un recuerdo borrado por su mente cruzó su cabeza. «Por favor, díselo…» Cha Haein se enderezó rápidamente. “¡……!” No había pasado mucho tiempo, pero recordó una voz que parecía desvanecerse lentamente, como si estuviera soñando despierta. «Por favor, pasa el mensaje...»Yo…’ Cha Haein hizo todo lo posible para recordar el contenido de la voz, así como al que lo había dicho. Era como si el recuerdo estuviera cubierto por una densa niebla, pero que se iba debilitando. «Dile que tenga cuidado…»Me encontré con el cazador Min Byung-Goo.’ Cuando perdió el conocimiento y la arrastraron a un vacío interminable, el cazador Min Byung-Goo apareció de la nada y le tiró de la muñeca. En ese momento se sintió disgustada de que estuvieran interrumpiendo su tranquilo descanso. Recordaba haber quedado perpleja por la armadura negra que le cubría la totalidad del cuerpo. Solo era visible su cara. Pero, por alguna razón, incluso ese rostro parecía bastante triste. Era diferente a su yo habitual. A medida que el recuerdo volvía lentamente a su mente, Cha Haein sintió que un escalofrío le recorría la espalda. El cazador Min Byung-Goo se había dirigido a ella con una expresión que apenas era capaz de contener las lágrimas. «Díselo al cazador Sung Jinwoo…»¿A Jinwoo…?«Dile que debe tener cuidado con su poder.»
* * *
Después de terminar de ducharse, Jinwoo se quedó quieto frente al espejo del baño. “Hmm…” Estaba convencido de que se veía bien, pero… Nunca imaginó que una belleza como Cha Haein sintiese tanto interés como para cambiar de gremio. ‘¿Soy tan guapo?’ Jinwoo se miró con cuidado en el espejo mientras una sonrisa se filtraba en su boca. No planeaba caer en algo como el narcisismo sin darse cuenta. Solo había una cosa sobre sí mismo en la que tenía confianza. Gracias a las misiones diarias que se repetían todos los días, sus músculos se habían vuelto más duros y la influencia del sistema se notaba más que nunca. Eso era todo. Al final, todo lo que tenía era su cuerpo. En cuanto a su cara… Bueno, tal vez estaba por encima de la media, excepto por sus ojos agudos. Fue en ese momento cuando notó algo. ‘Espera.’ La expresión de Jinwoo se volvió seria cuando se miró en el espejo. Inclinó su cabeza hacia adelante y se miró mucho más de cerca. El reflejo de Jinwoo y el de verdad se miraron durante mucho tiempo. ‘¿Uh?’ Una luz extraña parpadeaba en los ojos de Jinwoo. Su mirada recorrió todo su rostro y se dio cuenta. Realmente había cambiado. A pesar de que no eran una gran cosa, todas sus pequeñas cicatrices, las manchas de la piel y los desperfectos del paso del tiempo habían desaparecido de su rostro. ‘¿Es por el efecto de Voluntad de Vivir?’ Uno de los beneficios que había obtenido como recompensa por convertirse en un ‘Jugador’ era restaurar todas las partes dañadas del cuerpo. Ese beneficio incluso le había permitido regenerar la pierna que le habían cercenado las estatuas de piedra. Por lo tanto, no sería tan extraño que esos pequeños daños en la piel también se hubieran curado por completo. Sin embargo, lo que realmente le pareció desconcertante fue... ‘¿Soy un poco más joven…?’ Estaba en la mitad de la veintena. Pero ahora que se miraba en el espejo parecía tener poco más de veinte, casi unos dos o tres años más joven. Era algo asombroso. Aparentemente, hasta cierto punto, la magia podía retrasar el proceso de envejecimiento de los despertados. A lo mejor era un fenómeno similar. ‘Bueno…’ Jinwoo pensó que era divertido que un hombre adulto estuviera mirándose en el espejo de esa manera, por lo que decidió salir del baño. Al mismo tiempo, su hermana estaba saliendo de su habitación, haciendo que se encontrasen al mismo momento en el salón. “Hermana.” – dijo Jinwoo, con una sonrisa, llamando a Jinah. “¿Eh?” “¿Cómo me ves?” “¿Qué?” “Mi atractivo como hombre.” “¿Uh?” Jinah frunció el ceño. “¿De dónde has sacado esa confianza infundada? A mis ojos eres el mismo hermano de siempre.” “Oh, gracias.” Jinwoo sonrió y le pellizcó ligeramente la mejilla. Al momento, ella le lanzó una fuerte patada contra su espinilla como represalia. Por supuesto, el que acabó saltando de dolor fue Jinah. “¿Has olvidado qué tipo de persona es tu hermano? ¿Puedes estudiar de forma adecuada con esa cabeza?” “¿Qué?” – dijo Jinah haciendo un puchero y entrecerrando los ojos. – “Fui la primera de toda la escuela en el examen de acceso.” Jinwoo se tragó una carcajada al ver la reacción de su hermana. Estaba disfrutando del comportamiento de su hermana. Una de las mejores cosas de tener a la familia cerca es que, aunque cambies, todavía te tratan de la misma manera que antes. Jinwoo se frotó el pelo mojado con la toalla y pasó al lado de Jinah. “Trabaja duro.” “Tú también, hermano.” Sin embargo, justo antes de entrar a su habitación, recordó algo y miró hacia atrás. “Ah. Estoy pensando en crear un gremio.” “¡Oh!” Al oírlo, los ojos de Jinah brillaron. “Hermano, ¿también te llamarán Presidente de ahora en adelante?” “Supongo.” “¿Cuál es el nombre del gremio?” “Sobre eso, quería escuchar tu opinión.” “¡Oh! ¿Cuál es? ¿Cuál es?” “¿Qué opinas del nombre ‘Juego Solo’?” – preguntó Jinwoo con cautela a su hermana, que lo estaba mirando con los ojos llenos de expectativa. “¿Uh?” La respuesta sonaba igual, pero el tono era totalmente diferente al anterior. Si antes estaba bromeando, ahora sonaba totalmente seria. “¿Qué pasa? ¿Crees que es raro?” “Hermano… ¿por qué quieres ponerle ese nombre a tu gremio?” “Porque me encanta moverme solo.” “Suena a algo que dirías, pero, aun así, ¿no sería algo extraño ponerle ese nombre?” “¿Por qué?” “¿No consiste tu habilidad en convocar a esos soldados de armadura negra?” “Sí.” “Eso no es exactamente luchar solo.” Ahora que lo escuchaba, tenía sentido. ‘Para mi es solo otra de mis habilidades, pero supongo que la gente lo verá de esa manera.’ – pensó Jinwoo asintiendo con la cabeza. De hecho, tenía razón. Tal vez terminaría estando unido a este gremio por el resto de su vida, por lo que quería darle un nombre que representara quién era. Por ello había elegido el nombre de ‘Juego Solo’, pero ahora… ‘Si el verdadero significado no se entiende, será inútil.’ Necesitaba otra palabra que pudiera describirlo. “¿Qué tal el gremio ‘Ahjin’?” – preguntó Jinwoo de nuevo, pidiendo su opinión. “¿Ahjin?” Jinah pronunció el nombre por un momento, antes de volver a preguntar con una sonrisa. “Me gusta un poco, porque suena como mi nombre al revés. Pero, ¿qué significa?” “Ah (我) significa ‘Yo’ y Jin (進) significa ‘Seguir adelante’.” Todo junto significaba que solo él podía recorrer ese camino. Ese era el nombre que quería darle al gremio que crecería a su lado. “Si los combinas, obtendrás el significado de ‘Seguiré adelante’. Eso es lo que significa Ahjin.” “Oh…” – respondió Jinah, dando el mejor elogio que pudo pensar. “¿Te parece bien?”
* * *
Al día siguiente. Jinwoo fue a la oficina para informar sobre el nuevo nombre del gremio. “Ey, sobre el nombre del gremio…” Yoo Jinho había estado en la oficina desde primera hora de la mañana, trabajando. “Hermano, ¡ese es un nombre excelente!” – dijo Jinho con una sonrisa brillante en su rostro cuando escuchó el nombre nuevo. Decían que los cisnes flotaban de forma elegante sobre el agua mientras pateaban con fuerza bajo su superficie. La realidad era que Jinho se había sentido igual de desesperado que el cisne. ‘Cualquier nombre será mejor que Juego solo.’ Era algo que había imaginado en múltiples ocasiones: Soy Yoo Jinho, vicepresidente del gremio Juego solo. Era aterrador. No podía explicarlo, pero un trozo de su corazón dolía cada vez que se imaginaba en esa situación. Sin embargo, no podía rebelarse contra el duro trabajo de su jefe para encontrar un nombre. Ya se había resignado a su destino, pero ahora, ¡los cielos le habían enviado una salida! “Hermano, ¡usemos ese nuevo nombre para nuestro gremio!” “Está bien, al fin tenemos un nombre para el gremio.” – contestó Jinwoo tras ver que a su compañero le parecía bien. Jinho no pudo evitar llorar de alegría en su interior después de escuchar esa declaración. “Lo único que falta es encontrar otro miembro fundador.” – murmuró Jinwoo mientras se frotaba la barbilla. “Oh, cierto, Hermano.” “¿Sí?” “¿Qué paso ayer con la cazadora Cha? “No creo que funcione. No es exactamente lo que estoy buscando.” ‘¡Ah!’ Yoo Jinho tragó rápidamente un grito de asombro. Sabía que los requisitos de su jefe no eran normales, ¡pero nunca habría pensado que estaría insatisfecho con un cazador del nivel de Cha Haein! Aunque la cazadora Cha era todavía muy joven, seguía siendo un rango S con registros excelentes y, para colmo, también era muy hermosa. Daba igual desde que ángulo la viera, era casi perfecta. Al menos desde la perspectiva de cualquier persona normal. Sin embargo, parecía que la palabra ‘normal’ no se podía aplicar a su jefe. ‘Supongo que es lo que se puede esperar de alguien que barrió toda una isla de monstruos de clase S en su primera aparición pública.’ Resultaba obvio que los cazadores de rango S ‘regulares’ ni siquiera podrían llamar su atención. Pero, si este fuera el caso, ¿qué tipo de cazador satisfaría sus estrictos criterios de evaluación? Aunque habían recibido cientos de solicitudes para ingresar al gremio, la mayoría solo la habían enviado porque habían visto el nombre de Sung Jinwoo en la oferta de empleo. Suponía que tendría que arrojar todas las solicitudes a la basura. ‘Entre las que quedan, ninguna es mejor que la cazadora Cha…’ De repente, se sintió abrumado por la preocupación de que, a este ritmo, el gremio nunca podría abrir sus puertas. “Disculpa, jefe. ¿Qué tipo de persona estás buscando?” – preguntó con cautela. “Alguien con una licencia de cazador que no se preocupe mucho por la actividad del gremio, pero en el que podamos confiar.” “¿Uh…?” Al oírlo, Jinho pensó en una persona que cumplía perfectamente con ese criterio de inmediato. ‘Es completamente…’ Y en ese momento. Toc, toc. Alguien llamó a la puerta de la oficina. “¿Quién será?” Jinho se levantó de su asiento y abrió la puerta. Había dos hombres desconocidos que parecían estar bastante incómodos. Se trataba del Presidente Park Jong-Soo y el Vicepresidente Jung Yoon-Tae, de la Orden de los Caballeros. Se habían apresurado a viajar a Seúl para hablar con Jinwoo. “¡Oh! Estás aquí.” – dijo Park con una brillante sonrisa al reconocer a Jinwoo. “¿Quién eres?” – preguntó Jinwoo levantándose de su asiento. “Ah, ¿dónde están mis modales?” Park se acercó rápidamente y extendió la mano mientras se presentaba. “Soy Park Jong-Soo, el Maestro de la Orden de los Caballeros.” Jinwoo asintió con la cabeza. De hecho, sentía que había visto esa cara en algún lugar, pero no recordaba dónde. Reconocer a uno de los maestros de los cinco gremios principales de Corea del Sur tampoco debería ser raro. Era una persona que aparecía con frecuencia en las noticias y en los programas de televisión. Sin embargo, la Orden de los Caballeros era un gremio que tenía su sede en Busan. “¿Qué trae a los representantes de la Orden de los Caballeros hasta aquí?” – preguntó Jinwoo confundido, después de escuchar la breve introducción. “Ah, lo cierto es…” Park dudó un poco antes de intercambiar una mirada con Yoon-Tae. “Nos han asignado una puerta demasiado grande y…” – terminó diciendo con cierta dificultad. Pero poco después, la vacilación desapareció de sus ojos. – “Cazador Sung Jinwoo, te aseguro que no te arrepentirás por escucharnos. ¿Te importaría concedernos algo de tu tiempo y escuchar lo que tenemos que decir?”
* * *

Los ciudadanos se encogen de miedo ante la masiva puerta aparecida ante la costa de Gwang-Anri...

La Asociación de Cazadores aún está deliberando sobre el permiso de incursión.

¿El Gremio Orden de los Caballeros se dará por vencido ante la incursión de la puerta de Gwang-Anri?

¿Se repetirá la pesadilla de la isla de Jeju?
Park abrió uno de los muchos artículos y mostró el vídeo. - Mira eso, tío, ¿lo estás grabando? - Uh, uh. - ¡Guau! ¿Cómo es posible? ¿Existen puertas tan grandes? Era un vídeo grabado por un civil y contenía las voces asustadas de la multitud como música de fondo. Pero era comprensible, la puerta del vídeo era enorme. Sobrepasaba a un edificio de diez pisos. Esa puerta en particular era tan grande que había logrado aterrorizar incluso a aquellos ciudadanos que, por la costumbre, veían con indiferencia las puertas normales. “El tamaño y la clasificación de una puerta no tienen por qué coincidir, pero…” – dijo Park cuando finalizó el vídeo, tratando de explicarse. – “Al parecer está emitiendo una cantidad anormal de energía mágica.” Los ojos de Jinwoo comenzaron a brillar al escuchar la noticia. “¿Es rango S?” “Se nos ha dicho que no ha alcanzado el rango de incapaz de medir, pero está justo antes de llegar a ese nivel. Es la puerta más grande que ha aparecido en Busan hasta este momento.” Es decir, aunque en teoría era una puerta de rango A, estaba demasiado cerca de una de rango S. ‘¿Puedo ganar puntos de experiencia?’ A diferencia del corazón emocionado de Jinwoo, la voz de Park Jong-Soo sonaba bastante amarga. “Como viste por los titulares de las noticias, la Asociación no quiere emitir el permiso de incursión.” “¿Es porque será demasiado peligroso?” “Como habrás escuchado, nuestro gremio carece de un cazador de rango S. Desde la perspectiva de la Asociación, no pueden confiar en nosotros para hacer este trabajo.” – dijo Park, para a continuación hacer una pausa y mirar furtivamente a Jinwoo. – “Si todavía estás buscando un gremio, ¿qué tal sí…?” Pero antes de que Park tuviera la oportunidad de terminar su oración, Jinwoo señaló hacia la portada del documento que se encontraba en la parte superior de la sala de reuniones. Se podía ver con claridad el título escrito en la mitad superior de la portada. Lista de solicitudes para miembro fundador del gremio. Park Jong-Soo se rascó vergonzosamente la parte posterior de la cabeza y asintió. “Ajá...” Y con eso, el intento de Park de atraer a Jinwoo al gremio Orden de los Caballeros se fue por el desagüe. Había llegado el momento de llegar al fondo de la historia. “Los cazadores de élite de nuestra Orden de los Caballeros no son inferiores a los cazadores de otros gremios. Es solo que no tenemos ningún cazador de rango S para liderar a nuestro grupo. Eso es todo.” Hasta ese momento lo habían hecho bien, pero ‘cualquier cosa’ podría suceder durante esta incursión en particular. En caso de que ‘algo’ pasara, necesitaban la presencia del mejor cazador. Un solo cazador de rango S sería suficiente para revertir cualquier posible situación y, en este momento, no había necesidad de buscar uno más lejos. Cuando el grupo de cazadores coreanos había estado a punto de ser exterminado, un joven apareció de la nada y arregló la situación. Y estaba sentado ante él. Además, ahora que lo había visto de cerca, Sung Jinwoo parecía realmente una persona en la que se podía confiar. ‘Un autógrafo… Si le pregunto, ¿me dará uno?’ De repente, Park entendió de dónde había venido el ansia de la sanadora Jeong Ye-Rim cuando le pidió que consiguiera un autógrafo. Aunque Sung Jinwoo rechazara la idea de una cooperación. “¿Hay algo en mi cara?” “Ahm, no. De ningún modo.” – contestó Park con una sonrisa mientras agitaba su mano antes de continuar. – “En realidad, creo que obtendremos el permiso para la incursión si aceptas cooperar con nuestro equipo.” Jinwoo se cruzó de brazos y se apoyó contra el respaldo de su silla. Sin embargo, antes de que pudiera reflexionar sobre la idea, Park siguió hablando. “Por supuesto, definitivamente nos aseguraremos de que el trato sea justo.” – dijo con una sonrisa grabada en su rostro mientras sacaba un contrato que ya había preparado. – “Entregaremos el 20% de los ingresos generados en esta mazmorra.” Uno de los principales gremios estaba dispuesto a ceder el 20% de sus ganancias a un solo individuo. Un cazador normal jamás podría soñar con una oferta como esta. Cuando un gremio prestigioso ataca una mazmorra, los cazadores de rango S obtienen alrededor del 10% de los ingresos. Y ahora la Orden de los Caballeros estaba dispuesta a darle el doble; tal como había dicho Park, no era un mal trato. Desafortunadamente, los pensamientos de Jinwoo eran un poco diferentes. “Cincuenta-cincuenta.” La mano de Park Jong-Soo, que estaba a punto de sacar un bolígrafo para ayudar a Jinwoo a firmar el contrato, se estremeció por un instante. “¿Eh?” “Si me tratas como a un gremio y no como a un profesional independiente, cooperaré contigo.” – dijo Jinwoo, asegurándose de que se le escuchara con claridad. Un terremoto estalló en los ojos de Park Jong-Soo ante la sugerencia de dividir los ingresos por la mitad. ‘¡Venga ya…!’ Sin embargo, no podía protestar en este momento. No era una exageración decir que el destino de la Orden de los Caballeros dependía de esta incursión. ‘No pienso hacerlo por el 20%.’ – pensó Jinwoo mientras chasqueaba la lengua en su mente. No estaba tratando de aprovecharse de la situación de urgencia en la que se encontraba el gremio Orden de los Caballeros pero, si se analizaba desde todos los ángulos posibles, lo normal sería dividir los beneficios por la mitad. ‘Aunque sean la élite de la Orden de los Caballeros, ¿son tan buenos como mis soldados sombra?’ Ya fuera por el número o la calidad, no se podían comparar. No solo eso, además su lado contaba con un cazador de rango S. Si la paga que recibiría por todo este potencial era un mísero 20%, sería lo mismo que ofrecerse para trabajar gratis. No había ninguna razón para renunciar a una parte justa de los beneficios cuando las dos partes estaban haciendo un trato entre iguales. Además, Jinwoo tampoco quería rebajar su propio valor. “En ese caso, ¿qué tal cuarenta-sesenta…?” “Disculpa, pero no estoy tratando de negociar con el gremio Caballeros.” “¿Eso significa que no aceptarás nada menor del 50%?” Jinwoo asintió con la cabeza. Estaba claro. ‘Pensaba que todo sería más fácil porque aún es joven y se ve amigable, pero ahora veo que no será tan sencillo.’ – pensó Park meditando por un instante. Pero tenía sentido. Era alguien que podía vencer a un monstruo que ni siquiera el poder combinado de los cazadores de rango S de Corea podían enfrentar y Park estaba tratando de agregar ese tipo de cazador a su equipo. De repente se dio cuenta de que la demanda de este joven podría no ser tan extravagante como le había parecido en un principio. ‘No…’ Park Jong-Soo sacudió la cabeza. No era una demanda irrazonable. Si la otra parte quisiera jugar duro, en lugar de pedir el 50% podría haber insistido en reclamar el 80%. De todos modos, la realidad era que el cazador Sung no era el que estaba en apuros en esta situación. Si abandonaban la incursión, las pérdidas para la Orden de los Caballeros serían incalculables. En cambio, este joven no tenía nada que perder. Nada en absoluto. En realidad, esto era lo mismo que si la otra parte arrastraba a este joven a una mesa de negociaciones en contra de su voluntad. Solo estaba exigiendo su mitad, ya estaba siendo bastante considerado. ‘¿Eso es todo?’ Si se completaba este acuerdo, la Orden de los Caballeros conseguiría el seguro más de confianza que podía haber en estos momentos en Corea del Sur. Un seguro conocido como Sung Jinwoo. De repente, recordó las palabras que Yoon-Tae le había dicho el día anterior. «Hermano. Si esa cosa resulta ser una Puerta Roja, lo más seguro es que todos terminemos muertos.» Sin embargo, ¿qué ocurriría si el cazador Sung los acompañaba? Era un joven que se había enfrentado a miles de bestias de clase S sin inmutarse. Y él mismo en persona había confirmado el estado en el que habían terminado las hormigas de la isla de Jeju. ‘Sí, lo hizo.’ Precisamente es ese momento comenzó a recordar que el hombre responsable de acabar con todas esas hormigas estaba sentado justo frente a él. Glup Al fin fue capaz de hacer pasar saliva a través de su garganta seca. Había sido testigo con sus propios ojos de cómo se encontraba la zona repleta de hormigas sacrificadas, pero aquí estaba, ocupado ladrando sobre si un 20% o un 80% con el hombre que lo había hecho posible. ‘He sido demasiado grosero.’ Park admitió su error y luego se sintió profundamente agradecido por la amable contraoferta de Jinwoo. Sin embargo, no era el momento de darle las gracias. Necesita dar un paso atrás, pero al mismo tiempo dar la sensación de que el trato era justo. Tenía que pensar en algo. “Muy bien, aceptamos. A cambio…” – dijo Park levantando la voz con cautela, después de una larga agonía. “¿A cambio?” “¿Eres capaz de enfrentarte solo a un monstruo jefe?”