1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 42
Enfrentamiento II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Yohan les contó sobre los actos de brutalidad de los moteros y las amenazas que habían hecho. Les dijo que su grupo tenía alrededor de 40 personas. Seo Jun y el anciano Park estaban conmocionados. Habían tenido la impresión de que su estilo de vida estaba mejorando. Sin embargo, el enemigo tenía más personas que sus dos campamentos juntos. Si solo contaban a las personas que realmente podrían pelear, ni siquiera tendrían la mitad de sus números.
“No estoy seguro de dónde son, pero esos bastardos han estado conduciendo alrededor del centro comercial y matando a cualquiera que encuentren.”
“¿Por qué harían tal cosa?”
“No sé cuáles son sus objetivos, pero… Creo que solo quieren matar y cometer actos de violencia en lugar de reunir suministros e intentar sobrevivir.”
“De ninguna manera…”
Yohan no pensó que los moteros al principio andaban matando gente. Era posible que en algún momento fueran supervivientes comunes que solo pensaban en seguir viviendo. Algo tuvo que desencadenar su conducta y llevarlos por un camino de violencia.
Sin el gobierno o el ejército para detenerlos, era fácil perder de vista a la humanidad después de probar la violencia. Si ese grupo no era suprimido desde el principio, continuarían haciendo cosas aún peores. La emoción de la violencia convertida en una adicción.
“Yohan, ¿qué debemos hacer? Estoy seguro de que tienes una razón para llamarnos a esta reunión.” – preguntó el anciano Park con calma. Estaba más compuesto que Seo Jun, quien estaba claramente conmocionado por la noticia.
“En realidad estamos bastante bien armados. Podemos soportar las amenazas ordinarias. También tenemos suficientes suministros para esperar y no tener que actuar por nuestra cuenta. Pero…” – Yohan respiró hondo. – “No tenemos experiencia matando a otras personas. Aunque hemos matado a muchos zombis, el homicidio es un asunto completamente diferente. Solo podemos luchar contra el enemigo si tenemos la determinación de matarlo. Los enemigos son humanos, pero, al mismo tiempo, no son humanos. En el momento en que dudemos en matarlos, nos matarán con sus cuchillos.”
Se hizo el silencio en la sala.
“La razón por la que solicité esta reunión fue para pedirles a todos que se prepararan para la próxima batalla.”
El silencio se sintió más pesado que la misma gravedad.
“Por favor, prepárense para matar. Esto va incluso para aquellos que no están en esta sala en este momento.”
Probablemente, el equipo de reconocimiento ya se había preparado mentalmente para eso, ya había visto y experimentado la situación anterior.
Sin embargo, era diferente para las personas que se habían quedado dentro de los límites del campamento. Los únicos enemigos que tenían eran los zombis, el hambre y la supervivencia. Pedirles que mataran gente era demasiado.
Yohan necesitaba el apoyo y la cooperación de los encargados.
Mientras el equipo de reconocimiento se aventuraba al exterior, los encargados se habían ganado la confianza de los supervivientes que había dentro del campamento. Como Yohan no podía obligar a todos a estar de su lado ante cualquier situación, tenía que confiar en los cargos intermedios y en su capacidad para convencer a los demás.
“Si vamos a tratar de convencer a la gente, probablemente debería comenzar a usar de nuevo un arma. Ni siquiera recuerdo cuánto tiempo ha pasado desde que serví en la defensa civil.” – dijo el anciano Park entre dientes.
“Me preguntaba por qué estabas entregando armas. Así que este era tu plan.” – añadió Seo Jun.
No era la respuesta que Yohan esperaba. Había pensado que sugerirían hablar primero con los moteros o se opondrían directamente a la idea de matar a otras personas. Antes de que Yohan pudiera decir algo, Seo Jun hizo otro comentario.
“Ei Yohan, relájate. ¿Por qué tienes una expresión tan seria?”
“¿Eh?”
“No es que vayamos a ir a cazarlos y matarlos. Estamos defendiendo nuestro campamento contra invasores. ¿Pensaste que nos opondríamos a esto? ¿Creías que nos rendiríamos sin pelear?” – dijo Seo arrancando una hoja del cuaderno que siempre llevaba consigo. – “Sabemos que nuestras vidas son preciosas. Es cierto que durante un tiempo vivimos una vida lamentable, pero hemos cambiado. Lo que intento decir es…”
Seo Jun le entregó el trozo de papel y Yohan lo miró. Era una lista.
Reglas del campamento.
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1. Los supervivientes infectados deberán ser asesinados.
2. La violación, la violencia, el asesinato o cualquier otro acto de violencia hacia un compañero superviviente están prohibidos.
3. Las acciones para protegerse se considerarán defensa propia.
4. Las acciones contra personas externas se considerarán en defensa propia, ya que su amenaza no se puede confirmar.
5. Cualquier extraño que pueda causar problemas al campamento en el futuro deberá ser asesinado.
6. Los suministros esenciales se gestionarán como un grupo.
7. Aquellos que no contribuyan no recibirán suministros.
8. Aquellos con mejores habilidades o actuaciones excelentes obtendrán raciones más grandes.
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“Esto es…”
Eran las reglas que Yohan ideó e impuso a todo el grupo cuando establecieron el campamento en el centro comercial.
“¿Por qué tienes esto?”
“Le entrego esto a todas las personas en el campamento. Les dije que lo mantuvieran siempre a su lado.” – dijo Seo Jun con una sonrisa. A continuación, tomó el trozo de papel de la mano de Yohan y se lo metió en el bolsillo. – “Recuérdalo bien.”
Yohan se tambaleó. Había estado menospreciando al grupo, pensando que eran incompetentes. A pesar de reconocer el hecho de que estaban creciendo, todavía no les estaba dando suficiente crédito.
“Jung Hwan, diles a todos que entren.” – solicitó Seo Jun.
Jung abrió la puerta de la sala de reuniones y, al otro lado, vieron a gente escuchando a escondidas. Se sorprendieron al ver que la puerta que se abría de golpe y se dispersaron rápidamente.
“Todos por favor entren.”
Los seis miembros del campamento que aún no estaban en la sala entraron tímidamente.
“Honestamente, ya conocíamos la situación. Jung Hwan nos lo contó.”
“¿Es así?”
“Sí. Así que deja de tratarnos como niños y guíanos, líder.” – dijo Seo Jun en voz baja, actuando como el representante de todos los miembros del campamento. – “Porque confiamos en ti.”
Los sentimientos de Yohan eran complicados cuando vio que los miembros del campamento lo miraban con expectativa.
* * *
Después de la larga reunión, Yohan estaba estudiando los mapas del centro comercial y de la ciudad en su habitación. Repasó varios posibles escenarios varias veces, tratando de predecir su comportamiento y las posibles variables.
A medida que pasaba por los peores escenarios, le venían a la mente resultados complicados e inesperados. A pesar de experimentar un dolor de cabeza que le hizo sentir que su cerebro iba a explotar, Yohan se obligó a seguir haciendo planes.
Pudo sobrevivir durante tanto tiempo debido a ese esfuerzo implacable, considerando todas las variables y escenarios posibles una y otra vez. Tenía más experiencia que otros, así como un sentido de intuición que venía con el conocimiento que había adquirido en la línea de tiempo anterior. Si bien estaba por encima del promedio en atletismo y poseía un tiro decente, no era como el protagonista de una película con superpoderes o una inteligencia extrema.
Sin embargo, su impulso por sobrevivir era mayor que el de otros y mantenía su cuerpo en movimiento incluso en circunstancias extremas. A menudo se consolaba diciéndose que era la única opción que tenía para seguir vivo.
Yohan dejó escapar un profundo suspiro. La información incompleta y las variables desconocidas estaban arruinando sus pensamientos, creando un caos en su cabeza.
‘¿Atacarán esos bastardos el campamento? Si es así, ¿cuándo? ¿De qué manera? ¿Qué tan peligroso será?’
Aunque el campamento estaba bien preparado y tenía una ventaja en cuanto al armamento, Yohan se sintió ansioso. Intentaba ver si había algo que se había perdido. No pudo evitar sentir que algo estaba fuera de lugar, pero no pudo precisar qué era.
‘¿Por qué andan por ahí matando gente?’
- Es su idea de diversión.
‘¿Cómo trasladan a la gente?’
- Buscan supervivientes por adelantado y, después de explorar alrededor del campamento y obtener información, los derriban de un solo golpe.
‘¿Por qué recopilan información primero y no atacan de inmediato?’
- Si lo vemos desde su punto de vista, lo más probable es que necesiten prepararse. Sin embargo, también podría ser que quieran verificar primero los alrededores.
‘¿Por qué esos bastardos no se establecen en un lugar y siguen moviéndose?’
Yohan hizo una pausa. Por mucho que lo pensara, no podía responder a esa pregunta. Intento pensar en algo, pero sus acciones no tenían sentido.
‘¿Se movían para intentar encontrar gente? No. Incluso entonces, crear un campamento y luego ir a matar gente sería más seguro, especialmente con sus números. Pero si acamparan, no habrían sobrevivido a una oleada zombi. Espera un minuto… No puede ser…’
El tren de pensamiento de Yohan llego a una nueva hipótesis. Sabían sobre las olas de zombis. Inmediatamente, sacudió la cabeza.
‘Solo han pasado seis meses. No tiene sentido. Incluso solo descubrí las reglas de oro para sobrevivir a las oleadas de zombis después de un año y medio y tras perder muchos campamentos. No había forma de que pudieran haberlo resuelto tras solo seis meses.’
Se le puso la piel de gallina, pero no sabía por qué.
“¡Yohan!”
“¡Ah! Me asustaste.”
Todavía estaba concentrado en sus pensamientos, tratando de calmarse, cuando Saeri irrumpió en su habitación.
“Nunca te había visto tan descompuesto como ahora.”
“¿Qué pasa?”
“Ji Hye hizo una merienda. Dijo que vinieras a comer.”
“Estoy bien.”
“Por dios, no seas así. Ven a comer. Si no lo haces, Ji Hye estará decepcionada.”
Yohan intentó sacudirla como una mosca molesta. Saeri acercó una silla y se sentó a su lado. Ella no iba a rendirse con tanta facilidad.
“Yohan, ¿Sabes qué tipo de persona eres?”
Yohan no respondió.
“Todo lo que haces es trabajar. Eres un adicto al trabajo. Nunca te he visto tomar un descanso.”
“Te lo dije, estoy bien.”
“Debes descansar tanto como entrenas. Eso es lo que dijiste.”
‘Siempre elige los peores momentos para tener razón.’
Yohan dejó escapar un profundo suspiro.
“¿Qué tipo de merienda?”
“¡Tortitas de patata!”
“No me gustan las patatas. Saben mal.”
“……”
“Descansaré, ¿puedes irte?”
Saeri hinchó las mejillas. Con una expresión juguetona, se acercó a Yohan y apoyó la cabeza sobre sus manos.
“¿Qué hay de mí?”
La forma en que trató de ser coqueta y movió sus pestañas la hizo parecer ridícula.
“Me niego. Solo haces eso cuando estoy descansando. Sé honesto, no quieres que descanse.”
“Dios, eso es duro.”
“Y deja de hacer insinuaciones sexuales.”
“¿Por qué? ¿No te gusta?” – preguntó Saeri abriendo los ojos y parpadeando. Yohan percibió un perfume afrutado y frunció el ceño. Él la empujó lejos.
“Dios, cometí un error por no darte una lección el primer día.”
“Es tu culpa por darme falsas esperanzas.”
No tenía sentido repetirlo.
“Vamos. Vamos a conseguir algunas tortitas de patata.”
“¿Pensé que habías dicho que no te gustaban las patatas?”
“¿De qué estás hablando? Las patatas son deliciosas. No es bueno ser quisquilloso.”
La silla de Yohan chirrió cuando la empujó hacia atrás para ponerse de pie. Al verlo irse, Saeri se burló y sacó la lengua.
Yohan tenía unas tortitas de patatas en un cuenco y las estaba masticando mientras se dirigía hacia la azotea. Una vez que llegó allí, pudo ver la ciudad de color gris y sentir la brisa del verano.
Al principio, el área estaba vacía y sombría. Pero a medida que quemaban más cadáveres de zombis, la cantidad de cenizas y polvo en la zona aumentó, haciendo que el aire fuera turbio. Yohan miró a su alrededor con unos prismáticos.
Después de una hora, los moteros que estaba siguiendo desaparecieron repentinamente. Habían desaparecido en un lugar que estaba a unos veinte minutos del centro comercial. Continuaron apareciendo y desapareciendo esporádicamente. Definitivamente estaban dando vueltas alrededor de su campamento.
Yohan continuó observando hasta que el sol comenzó a ponerse detrás de unas nubes. El cielo gris se volvió rojizo. Y luego, cuando el cielo pasó a un color naranja, Yohan perdió todos los signos de los moteros.
Ni siquiera cuando ya estaba todo oscuro fue capaz de verlos.
El último lugar que miró fue la Escuela Primaria Gyenam, que estaba a unos diez minutos del centro comercial y el campamento del hospital. El instinto de Yohan le decía que la batalla estaba a punto de suceder.
‘Será esta noche.’