Volumen 3 Capítulo 79
Su decisión I
Traducido por Tars
Corregido por Zura
Editado por Tars
Corregido por Zura
Editado por Tars
El puerto de Deltaheim estaba tan abarrotado que era imposible moverse entre la multitud de personas. Los forasteros habían destruido el ferrocarril para bloquear todas las conexiones al exterior y ahora, la única forma de entrar y salir era en barco.
Como todo había sucedido durante el Torneo del Océano Dorado había mucho más visitantes de lo habitual.
Numerosos buques mercantes estaban atracados uno al lado de otros, mientras que la fila de refugiados que se dirigía hacia ellos era excepcionalmente larga.
Hubo un poco de lucha para ser los primeros en subir a bordo, pero era un hecho inmutable que la clase alta abordó primero. Por lo tanto, los plebeyos solo podrían embarcar después de todas las familias reales y los nobles.
En tiempo de caos, las naves escaparon una tras otra.
Intensas explosiones golpearon el mar causando enormes olas, que hicieron que la gente que se quedaba sobre la cubierta perdieran el equilibrio y cayeran al suelo.
Todas las personas levantaron la mirada, cuando el oscuro cielo volvió a brillar como a la luz del día. Una gran cantidad de rocas en llamas llovían del cielo.
“Qu… Qué es…” – dijo alguien entre la multitud.
El desastre había llegado hasta la ciudad del comercio y la abundancia, Deltaheim.
* Booooom *
El puerto estaba siendo atacado.
“¡Oh no!”
“¡Ayudadme!”
Algo barrió a los refugiados. Los buques mercantes sufrieron daños o simplemente se hundieron por el impacto de las rocas que caían del cielo.
“Oh, Dios mío, Dios mío, Dios mío.”
Algunos pasajeros decidieron saltar al mar. Otros, murieron al instante y los más desafortunados terminaron atrapados mientras eran quemados por las llamas.
El puerto se había convertido en un pandemonio.
“¡Mamá!”
Una roca ardiente voló hacia una madre y su hijo. No lo podían esquivar. Antes de darse cuenta, la madre abrazó a su hijo.
* Braaaaam *
Sin embargo, la roca fue derribada por balas de viento que llegaron desde algún lugar, antes de que fueran golpeados. Los escombros oscuros fueron esparcidos sobre el mar.
“[Corona de hielo]”
Al mismo tiempo, el agua se elevó del mar para crear una corona de hielo. Protegía a las personas de los restos de la roca destruida.
Era el grupo de Desir.
Después de que el hombre de la máscara de cuervo huyó, el grupo corrió hasta el puerto. Era la zona donde había una mayor cantidad de refugiados e intentaban reducir sus posibles bajas.
Ajest invocó el conjuro para cubrir a los refugiados, mientras que Romántica interceptaba las rocas desde un punto elevado que le permitía ver todo el puerto.
“¡Subid a bordo!”
Pram ayudó a los soldados con la evacuación de los refugiados. Con la llegada del grupo la situación se estabilizó con rapidez.
Con la sensación de que el peligro inminente se desvanecía, los refugiados comenzaron a sentirse un poco más aliviados.
La madre que abrazaba a su hijo lo volvió a sostener por las manos y lo instó a subir al bote.
“A este ritmo no podremos terminar la evacuación.”
Era la evaluación de Desir después de ver el terrible panorama. Estaba trabajando en la magia para bloquear las rocas que se le escapaban a Ajest.
“Si… También lo creo.” – respondió Romántica mientras seguía lanzando hechizos de francotirador.
No solo el puerto, toda la ciudad estaba devastada. Un mirador construido para ver el mar se había partido en dos y los escombros golpearon el centro comercial. La parte superior del estadio, donde había tenido lugar el Concurso del Océano Dorado, estaba arrasado y aplastado.
Ninguno de los edificios que habían sido golpeados por la lluvia de rocas había mantenido su forma. Además, no parecía que la lluvia de meteoritos fuera a terminar.
Todos los edificios se derrumbaban a su alrededor. Había gritos y explosiones y, en medio de todo este estruendo, se podía escuchar el débil sonido de las olas rompiendo contra la arena teñida de gris.
Desastre era una autentica calamidad.
Como el hombre de la máscara de cuervo había dicho, Zod no podría lidiar con Desastre sin haberse preparado de antemano.
En el pasado, las expediciones que se habían aventurado en el Laberinto de las Sombras, solo habían logrado causar graves daño a ese tipo de demonios. Era imposible detenerlos.
La fase de erupción era solo el comienzo. Era el fenómeno que presagiaba el comienzo de las actividades de Desastre.
Aunque lo que estaba ocurriendo ya era una pesadilla, si Desastre fuera a aparecer con su cuerpo original, Deltaheim ardería hasta desaparecer del mapa.
Mucha gente ya había muerto.
“Romántica, vámonos.” – dijo Desir, volviéndose hacia Romántica, cuando decidió el mejor curso de acción. La evacuación casi había terminado.
“Es una buena idea. Si nos quedamos vamos a arder hasta la muerte. Mi poder ya ha alcanzado mi límite.” – contestó, apartando los ojos de su rifle.
Después de realizar disparos de forma continuada, a Romántica ya solo le quedaba poder para hacer uno o dos disparos con un conjuro del segundo círculo. Lo mismo le estaba pasando a Ajest, mientras protegía a los refugiados con sus hechizos defensivos.
La batalla contra el hombre de la máscara y los sucesivos combates contra los forasteros habían hecho que llegasen a su límite. No era extraño que estuvieran exhaustos.
Desir contactó a Ajest y Pram.
- Todos hicieron un buen trabajo. Es hora de evacuar. Que todos se unan a la fila para subir a bordo.
Ajest dejó de usar su magia y las estructuras hechas de hielo se derrumbaron. Hasta ahora se habían mantenido bien. Mucha gente pudo subir a los barcos mientras bloqueaban las rocas.
Todavía quedaban unas 2000 personas en el puerto. Aunque su número no era pequeño, era mucho mejor que antes.
Ajest y Pram, que ayudaron a la evacuación de los refugiados desde cerca de los barcos, se unieron a la fila mucho antes que Romántica y Desir, que estaban en la retaguardia.
Reunieron todo el poder que les quedaba y rompieron las rocas que poseían una trayectoria que dañaría a los refugiados que se encontraban en los barcos. Era lo mejor que podían hacer.
Unos cinco minutos después de unirse a la parte final de la cola de evacuación, de repente, Desir levantó la cabeza para intentar encontrar a Pram y Ajest. Fue incapaz de verlos.
“Hay tanta gente tratando de subir a los botes que nos vamos a perder. Me adelantaré a buscar a Pram y Ajest. Si tardo demasiado, no me esperes y sube a bordo.” – explicó Desir.
“Oh, mi vida es mía. Por supuesto que debería huir. Solo soy una perra que huye cuando mi ciudad natal está siendo devastada.” – respondió Romántica, con un tono bastante frío.
“Lo siento, eso es…”
Romántica cortó a Desir, antes de que pudiera poner una excusa.
“Vale, está bien. De hecho, tienes razón. Sé que es imprudente. Estoy de mal humor. Ve rápidamente a buscarlos.”
* Sonrisa *
Romántica se rio mientras sus labios formaban una línea.
El niño y la niña, cubiertos de hollín y ceniza, se miraron el uno al otro como si buscaran algo en el otro.
“¿No te vas?”
“Lo haré.” – dijo Desir, comenzando a alejarse. – “No me llevará mucho tiempo.”
Cuando Desir desapareció entre la multitud, Romántica se quedó sola. No solo estaba esperando. Cada vez que su poder se recuperaba un poco, ayudaba a romper las rocas que volaban hacia el puerto.
Afortunadamente, debido a que el número de refugiados que quedaban en el puerto se había reducido considerablemente, el área que tenía que proteger también había disminuido y ahora podía ser considerada segura.
“¿……?”
Sin embargo, de repente el movimiento de la fila se detuvo. Al escuchar los murmullos que llegaban desde delante, parecía que había una pelea. Era natural que las personas estuvieran nerviosas durante una crisis y los refugiados se pelaban con facilidad, incluso por un ligero malentendido.
Sin embargo, en ese momento en particular, Romántica tuvo un presentimiento siniestro.
‘De ninguna manera, ¿se vio atrapado?’
Tenía sentido. Desir parecía estar en medio de todos los desastres.
Cuando vio que le estaba tomando demasiado tiempo en traer de vuelta a Pram y Ajest, comenzó a ponerse nerviosa. Acarició el rifle que Desir le había dado, una y otra vez.
‘¿Se ha visto envuelto en eso?’
Justo cuando Romántica se preguntaba si debía ir a buscarlo, alguien le tocó el hombro. Parecía que habían vuelto. Soltando un amplio suspiro en un intento de alejar sus preocupaciones, se dio la vuelta para ver quien la había tocado.
“Está usted aquí, Señorita Romántica.”
“¿Mayordomo?”
Era el mayordomo de la familia Eru y estaba vestido con un traje elegante.
“La he estado buscando. Estabas aquí después de todo. Vamos, date prisa.”
Cuando terminó de hablar, comenzó a salir de la procesión y se dirigió hacia la nave.
“¡Espera! ¿A dónde vas?”
El mayordomo se dio cuenta de que algo estaba fuera de lugar por la reacción de Romántica y trató de explicarle.
“Este barco para refugiados es en realidad un barco mercante de la familia Eru. Definitivamente mereces subir a bordo primero, ya que eres una señorita de la familia Eru.”
“Sé lo que quieres decir. Pero estoy esperando a mis amigos.”
“Puedes verlos cuando estés a bordo. Por favor, apúrate en salir de aquí. El Barón está preocupado.”
Cuando escuchó que sus padres estaban preocupados, tuvo que estar de acuerdo con el mayordomo.
‘Bueno, Desir me dijo que subiera a bordo si llegaba tarde.’
Siguió al mayordomo y pasó la fila. Rápidamente llegó al lugar donde los refugiados estaban causando problemas.
“¡Golpeaste primero!”
“¡Mira quién habla!”
Aunque las personas a su alrededor les habían obligado a separarse, no dejaron de maldecirse los unos a los otros.
Romántica pasó junto a ellos y abordó el barco. Pero no abandonó la cubierta.
“¡Oh! Ya estás aquí.”
Unos cinco minutos después, Pram y Ajest se acercaron a Romántica. Parecían bastante sorprendidos de que hubiera sido capaz de subir primero. Pero Desir no estaba con ellos.
“¿Dónde está Desir?”
“¿No estaba contigo?”
“No, dijo que fue a buscarte.”
“Pero no lo hemos visto.”
“¿Qué?”
Desir había desaparecido sin dejar rastro. Romántica miró a su alrededor. Casi todos los refugiados habían abordado el barco, pero todavía no había señales de Desir.
No estaba aquí. No estaba en ninguna parte.