1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 23
Ola de Zombis VIII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Yohan se dirigió a la oficina situada en el segundo piso del centro comercial, pateó la puerta y entró. Recorrió con la mirada el interior de la habitación a fondo mientras mantenía su postura de disparo. Sin embargo, el director no estaba en la oficina. En cambio, había un hombre inconsciente atado en una esquina. Era el artista marcial que había visto antes, cuando estaba espiando al director desde el tubo de ventilación.
‘¿No vino aquí?’
Sus ojos se dirigieron a la sala de reuniones, que era parte de la oficina. Había una buena cantidad de suministros apilados allí. Como ya lo sabía, había pensado que el director podía huir a esta oficina.
‘¿Irá primero a la enfermería?’
Había pocas cosas que uno podía hacer dentro de la sala de primeros auxilios de un centro comercial cuando no había personal médico. Normalmente, una persona no sabría acerca de los riesgos de tener una infección al aire libre y preferiría refugiarse con sus suministros.
Pero decidió no pensar demasiado en ello. Podía estar equivocado en sus suposiciones y por ello, dirigió su atención e interés al hombre que tenía delante.
El artista marcial tenía una constitución prominente y musculosa. Era evidente a pesar de que estaba atado e inconsciente en el suelo. Yohan recordó el instante en que vio al hombre por primera vez.
‘¿Lo ves? Si no fueras tan terco y me obedecieras, las cosas habrían sido mucho mejores.’
El artista marcial estaba cautivo por alguna razón. Tal vez era hostil con el director, pero no pudo doblegarlo.
Desde entonces, el director lo había intentado engatusar, pero, presumiblemente, se mantuvo terco, aunque estaba incapacitado. Se tomó su tiempo para evaluar al hombre porque inevitablemente se encontraría con una gran cantidad de zombis cuando intentara escapar. Para atravesar esa horda con seguridad, necesitaría al menos a una persona para vigilar su espalda.
Y este era un posible aliado.
Sin embargo, siempre existía la posibilidad de que pudiera atraparlo con la guardia baja y apuñalarlo por la espalda. Una vez más, Yohan estaba en una importante encrucijada. Tenía que decidir si desatar a ese hombre y pedirle que protegiera su espalda o intentar atravesar la horda en solitario.
En situaciones de emergencia como esta, era mejor confiar en sus instintos de supervivencia que tratar de pensar estratégicamente. Tenía que confiar en sus instintos, ya que lo habían ayudado a sobrevivir durante tres años en su línea de tiempo anterior.
Esta situación era diferente de la anterior con Barrendero.
En aquel entonces, no tenía ninguna razón para ayudar al otro hombre. Además, todavía sospechaba de cómo se había acercado a él al principio.
La situación anterior requería que se moviera con sigilo y era mejor moverse solo, pero ahora, tenía muchas razones para desatar a ese artista marcial. También había que añadir que le había gustado escuchar la conversación entre el hombre y el director.
“Despierta.”
Yohan sacudió al hombre. Decidió hablar con él primero antes de desatarlo.
“Uuugh… ¿Quién eres?”
El hombre abrió los ojos. Como su voz no era muy ronca, Yohan se dio cuenta de que probablemente se había quedado dormido en lugar de desmayarse por la paliza que recibió.
“Soy Yohan. Desafortunadamente, no tengo tiempo para explicar la situación. En este instante hay muchos zombis en el campamento. ¿Puedes ponerte en pie y pelear?”
“¿Qué paso con los chicos de la Luna Dorada…?”
La principal preocupación del hombre eran los mafiosos.
‘¿Se llamaban la Luna Dorada? Eso es revelador.’ – pensó Yohan, mientras se reía en su interior. – “Muchos están muertos. Algunos todavía están vivos, pero les resultará complicado salir de aquí. Se puede decir que están totalmente desorganizados en este momento.”
El hombre reflexionó sobre las palabras de Yohan. Sin embargo, no tenían mucho tiempo y la situación actual era complicada de entender.
“No hay tiempo, así que solo te haré algunas preguntas. ¿Quién eres? ¿Por qué fuiste capturado y encerrado en este sitio?”
“……”
“Por favor contesta la pregunta. No puedo ayudarte si no eres honesto conmigo.”
“Soy Ha Jin Kang del equipo de Taekwondo oficial de Bucheon. Después de que aparecieron esos monstruos, mis colegas y yo fuimos a la tienda para conseguir algo de comida. Nos emboscaron allí.”
‘Es un deportista.’ – pensó Yohan mientras asentía, apreciando el cuerpo bien entrenado del hombre. – “¿Dónde está tu grupo?”
Pero Ha Jin sacudió la cabeza.
Los miembros de su grupo se habían vuelto adictos a las drogas que les daban los mafiosos y fueron arrojados contra los zombis. No quería compartir este hecho vergonzoso con un extraño. Fue suficiente para implicar que estaban muertos.
Yohan entendió lo que Ha Jin estaba insinuando.
“Si te dejo ir, ¿cooperarás conmigo para escapar?”
“Realmente no tengo otra opción, ¿verdad?”
“Bueno, estoy preguntando por cortesía. Además, quiero sentirme seguro durante nuestra fuga. ¿Prometes cooperar?”
El hombre asintió en silencio.
Un hombre de pocas palabras era más confiable que un parlanchín. O tal vez solo quería creerlo porque realmente no tenía otra opción. Cortó las ataduras alrededor de las manos y pies de Ha Jin con su cuchillo.
El artista marcial tropezó por un momento cuando se puso de pie, pero rápidamente encontró el equilibrio.
“¿Cuánto tiempo has estado apresado?”
“Creo que… Han pasado alrededor de cuatro días.”
Si una persona estuviera atada en una posición tan incómoda durante cuatro días, definitivamente se sentiría mareada, pero parecía que Ha Jin tenía una gran fortaleza mental. Yohan sintió admiración por la constitución de ese hombre y sacó una cantimplora de un bolsillo de su cinturón y se la entregó a su nuevo compañero.
“Gracias.”
“Toma esto también.”
Yohan hizo girar el cuchillo que usó para cortar las ataduras de la cuerda y se lo dio a Ha Jin con el mango por delante. El artista marcial aceptó el cuchillo, pero lo miró perplejo.
“Tienes dos pistolas. ¿No sería mejor dividirlas entre nosotros por igual?”
“Lo siento, no soy lo suficientemente generoso como para entregarle un arma a alguien que acabo de conocer.”
Ha Jin miró a Yohan. No parecía infeliz, sino más bien confundido.
“Para ser honesto, normalmente no estaría liberando personas al azar. Sin embargo, la situación es urgente.” – explicó Yohan.
“Está bien, lo entiendo. Entonces, ¿qué debo hacer ahora?” – preguntó Ha jin.
Yohan se tomó un momento para organizar sus pensamientos antes de responder.
Los zombis ya estaban entrando por las puertas de cristal rotas de la planta baja, haciendo inútiles las cuatro salidas que se encontraban allí. La entrada y la salida al aparcamiento se encontraban en lados opuestos del edificio y, si quisieran un lugar sencillo por el que colarse, debería ser el aparcamiento subterráneo.
Fue una decisión difícil de tomar.
La mayoría de las veces, sería sencillo defender un gran edificio de cemento como este, pero, durante una oleada zombi, era mejor moverse en una zona abierta para escapar. Estar en este edificio durante la ola de zombis era similar a estar en un barco que se hunde. Los zombis brotaban por todas partes, como el agua.
Cuanto más lo pensaba, más complicada se volvía la situación. Yohan terminó de organizar sus pensamientos y abrió la boca para responder.
“Iremos hacia el aparcamiento subterráneo a través de la salida de emergencia y despejaremos el camino que va hacia la entrada o la salida para poder escapar. Iré delante, por favor, cúbreme.”
A continuación, se llenó los bolsillos con lo que sentía sería la cantidad adecuada de comida y agua y abrió la puerta de la oficina para irse. Ya había tres zombis preparados para saludarlo. Empujó a los zombis con su brazo izquierdo y les atravesó la cabeza uno tras otro.
Estaba a punto de avanzar a través de los cuerpos que fueron apuñalados en el cerebro cuando, de repente, sintió una sensación de inquietud alrededor de su pie izquierdo.
Rápidamente retrajo su pie.
Un zombi, al que le faltaba la mitad inferior del cuerpo, chasqueó las mandíbulas al aire. Sin dudarlo, desmembró la mandíbula inferior del no muerto con una patada brutal.
Yohan evitó usar su arma tanto como fuera posible mientras avanzaban.
En su lugar, colocó una bayoneta en el cañón de la pistola y empuñó su arma como si fuera una lanza. Era mucho más pesada y requería más fuerza que empuñar un cuchillo, pero era más segura porque aún podría usar el arma en caso de emergencia. Solo tenía que asegurarse de que la sangre y las tripas no obstruyeran el cañón de la pistola antes de usarla.
Cada vez que escuchaba a un zombi acercarse por detrás, también escuchaba a Ha Jin balancear su cuchillo. Era tan fuerte que el cuchillo atravesaba todo el cráneo y salía por el otro lado. Normalmente un zombi lucharía durante 3-5 segundos tras ser apuñalado en el cerebro. Sin embargo, con el ataque de Ha Jin, morían al instante. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de moverse.
Yohan se alabó en silencio por tomar una buena decisión al liberarlo y se enfocó en lo que tenía delante, confiando su espalda a su compañero.
Cruzaron el puente aéreo y pudieron ver la salida de emergencia, todavía bien cerrada. Sus ojos se centraron en los zombis que se encontraban cerca de la salida. Estaban a unos 50 metros y había alrededor de 40 zombis en las inmediaciones. Esto era un problema.
El puente tenía una gran variedad de objetos, como maniquíes y mostradores, sirviendo como barreras. Sin embargo, el segundo piso de los grandes almacenes era una zona amplia y abierta. Podrían ser rodeados en un instante si eran retrasados por algún motivo.
Se concentró más, trazando una ruta hacia la salida de emergencia. Pensó en qué zombis necesitaba eliminar y cuál era el método más eficiente para lograrlo. Uno por uno, se imaginó a sí mismo eliminando a los zombis. Había un total de ocho a lo largo de la ruta que iba hacia la salida. Tenían que eliminarlos con ocho golpes rápidos.
La concentración de Yohan era un gran activo para situaciones de crisis como esta.
Sin embargo, la concentración fue responsable de un tipo diferente de crisis. Estaba demasiado concentrado en los zombis y en la salida para darse cuenta de que el director lo estaba apuntando con su arma desde el otro lado del patio del tercer piso.
Un fuerte disparo resonó por todo el centro comercial cuando el disparo estalló de la pistola del director. Yohan intentó devolver el fuego contra la fuente del sonido, pero una bala se alojó en su interior, causando un dolor intenso e inmediato.
Yohan dejó escapar un gemido gutural cuando el impacto lo obligó a retroceder unos pasos antes de que sus piernas cedieran y cayera contra el suelo. La sangre de un tono rojo oscuro goteó de su boca.
Tenía una expresión de sorpresa en su rostro mientras intentaba ver dónde le habían disparado, pero su visión se volvía cada vez más borrosa a medida que la herida palpitaba de dolor.
“¡Hey!” – gritó Ha Jin nervioso, llamando a Yohan. Seguía cubriéndolo por detrás, pero no respondió. Estaba en silencio y quieto como si se hubiera desmayado. Sonó un segundo disparo. Ha Jin bajó la cabeza y se intentó cubrir con sus brazos. Afortunadamente, la segunda bala se desvió.
Sin embargo, todavía estaban en una situación de crisis.
Los zombis se estaban acercando lentamente hacia la pareja. Ha Jin arrastró el cuerpo inerte de Yohan hacia la puerta de una oficina cercana y la abrió de una patada. Dentro, se encontró con dos zombis y, como si estuvieran ansiosos por demostrar lo hambrientos que estaban, los dos infectados volaron hacia sus presas con evidente sed de sangre.
* * *
Mientras Yohan se encontraba en una situación de vida o muerte, Jung Hwan todavía se encontraba dentro del campamento, reforzando la seguridad de la entrada al aparcamiento.
Lo habían bloqueado con un camión y un todoterreno, pero ahora, cuatro de los hombres más jóvenes, se habían subido a la parte superior del camión con la ayuda de la escalera de hierro. Los cuatro se encontraban ocupados derribando a los zombis con un arma que habían denominado, ‘Arpón Zombi’.
Era un arma de corta distancia fabricada con una cuchilla atada con cinta de embalar y bridas a una bolsa de aspillera. Aunque era un poco complicada de usar, debido a su peso y poca precisión, tenía la ventaja de poder derribar zombis sin poner en riesgo a su portador.
Ahora, defender el aparcamiento era algo tan simple como matar a los zombis nada más detectarlos y, aunque la caza se había convertido en una tarea tediosa y cotidiana. Últimamente el número de no muertos había aumentado.
“Jung, parece que cada vez hay más zombis.” – dijo Ki Moon, estremeciéndose. Estaba matando zombis con Jung Hwan, pero veía como se iban acumulando lentamente.
“Sí, eso parece.”
Pero lo que era aún más aterrador eran los zombis que se encontraban fuera del aparcamiento.
Un número interminable de muertos vivientes se movía hacia el centro comercial H, situado al otro lado de la calle. Sin embargo, con tantos zombis apiñados, algunos terminaron dentro de su edificio.
Estos zombis chillaron y atrajeron a más zombis, lo que provocó que la horda que iba en su dirección fuera aumentando con el paso del tiempo.
Era una situación precaria y no estaban seguros de sí la barricada creada con el camión y el todoterreno podría soportar la llegada de tantos zombis. Aunque el todoterreno tenía varios elementos apilados sobre su techo, para mejorar la barricada, no era la mejor forma de hacerlo.
Jung Hwan y el resto de hombres continuaron apuñalando a los zombis sin descanso. Si la barricada se derrumbara en ese momento, el muelle de carga por el que tanto lucharon para asegurar, se volvería inútil una vez más. Y todavía quedaban muchas cosas por mover.
Habían conquistado esa área con mucho esfuerzo y no podían dejarla caer tan fácilmente. Sin embargo, no importaba cuántos zombis matasen, la horda solo se iba haciendo más grande.
‘Si solo Yohan estuviera aquí.’
Jung Hwan era muy consciente de su ausencia.
Los zombis comenzaron a pisar a sus hermanos caídos y pudieron llegar más alto. Cuanto más alto llegaban, más aumentaba su nivel de ansiedad.
“¡Aaaah!”
De repente, se escuchó un grito agudo.
“¡Sang Joon!”
Al final, un zombi pisó a un compañero caído y trepó por la barricada desde un lateral. Se dirigió hacia el grupo y mordió a Sang Joon en el cuello. En el instante en que el grupo se distrajo con esa desgracia, los zombis de abajo parecían multiplicarse todavía más.
“¡Bajad! No podemos aguantar. ¡Vamos a entrar en el edificio por ahora!”
Incluso cuando Jung Hwan estaba hablando, los zombis estaban sobrepasando la barrera. Para cuando bajaran por la escalera, estarían rodeados por los zombis.
Dos de sus hombres dudaron al verse atrapados entre la roca y la pared, pero Jung los empujó hacia adelante, mientras se daba la vuelta para comprarles algo de tiempo.
“Baja primero, ¡rápido!”