viernes, 26 de febrero de 2021

G4L Capítulo 83

Arco 10 Capítulo 83
Consumo en masa
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Después de que Kazura tomara calmadamente su almuerzo durante alrededor de una hora, Valetta y él se dirigieron hacia el jardín de la residencia. Frente a ellos se encontraban los pequeños brotes de las semillas que habían sembrado. A su lado estaba la hierba de limón y la menta que Kazura había comprado cuando era apenas un esqueje y plantado en macetas. El tractor que Kazura había conducido hasta aquí se encontraba estacionado en el extremo del jardín. “Se han vuelto más grandes, pero como era de esperar, su crecimiento es más lento que el descrito en el libro.” – dijo Valetta poniéndose en cuclillas para ver las plantas. Kazura hizo lo mismo e intentó ver las plantas que, en efecto, aun no eran tan grandes. Sin embargo, no parecían estar enfermas; lucían un poco frágiles, pero sus hojas estaban saludables. “Aunque no tienen ninguna enfermedad, su tasa de crecimiento es lenta. Me pregunto cuál podrá ser el motivo… Pero parece que a la menta le está yendo mejor.” – observo Kazura. A diferencia de las plantas que crecían en el suelo, las otras plantas que estaban dentro de una maceta, como la menta, tenían mejor tasa de crecimiento, aunque solo fuera por un poco. Sin duda esto era porque las macetas donde había plantado la menta habían sido abonadas previamente. “Pensaba que el problema podría ser que necesitan abono, pero las plantas que están en una maceta les pusimos abono y también tienen un crecimiento retardado, por lo que ya no sé el por qué…” – dijo Valetta. “¿No has notado algo más cuando observabas las plantas?” “Algo más… Umm.” Valetta puso la mano sobre su mejilla pensando en la pregunta de Kazura. “Nada en absoluto… Las he regado con frecuencia, y también he ido quitando las malas hierbas cuando comenzaban a crecer… Pero no he notado nada particularmente extraño.” “Hmm, con que es así… No, espera un momento.” “Ah, ¿has visto algo?” – preguntó Valetta mientras veía expectante a Kazura que mostraba un gesto de sorpresa. “Me gustaría que respondieras a esto. ¿Cómo de grandes son las malas hierbas que crecen en la maceta de la menta?” “¿Las malas hierbas? Como las corto nada más salir, no crecen tanto. Un centímetro, más o menos.” “¿Siempre tienen ese tamaño?” “Sí, nunca cambia.” Kazura cruzó sus brazos mientras observaba la maceta con la menta y pensaba en lo que le había contestado Valetta. Tras algunos segundos, volvió a mirar a Valetta y le dijo: “Quizá… ¿Se han acabado los nutrientes en esta maceta? Si todavía quedaran nutrientes, entonces las malas hierbas crecería más grande y rápido, por lo que tal vez sus nutrientes están completamente agotados.” “¿Eh? Pero, ¿es siquiera posible…?” La conjetura de Kazura sonaba alocada. Pensaba que los nutrientes del abono que habían colocado en la maceta habían sido absorbidos por las malas hierbas, dejando la maceta sin ningún nutriente. Valetta se sobresaltó por la sorpresa, pero rápidamente se compuso mientras pensó por un momento. “Pero eso no explica el crecimiento de las verduras del campo. Allí las malas hierbas salen en gran cantidad todos los días, por lo que entonces deberían haber agotado los nutrientes antes de llegar a la planta.” “Eso puede ser cierto, ¿pero acaso los aldeanos no eliminan las malas hierbas nada más brotar todos los días? Si las quitan rápidamente, entonces la raíz solo será superficial, por lo que no habría podido tocar el abono, que está más profundo. Cuando la raíz de las verduras crece lo suficiente para alcanzar los nutrientes profundos, es ahí cuando comienza a crecer rápidamente. O eso es lo que pienso.” Por lo que sabía Kazura, los aldeanos iban diario a los campos para eliminar por completo cada mala hierba con sus manos, para después revolver la tierra con la azada. Kazura había participado en sus labores cuando llegó al pueblo, por lo que el procedimiento le resultaba familiar. Las malas hierbas que arrancaban se dejaban sobre la superficie para que se secaran con los rayos del sol. “P-pero, esa puede ser la razón para las plantas que han nacido de una semilla, sin embargo, eso no puede ser lo que le ha pasado a la menta, ya que se plantó desde un esqueje. Como quito las malas hierbas todos los días, todavía deberían quedar nutrientes en la maceta.” “Así es, y eso has hecho, al menos desde que regresaste al pueblo. Sin embargo, cuando estuviste ausente por tu visita a Isteria, ¿puedes asegurar que los aldeanos encargados tuvieron el cuidado necesario con la maceta?” “Ah…” “Además, riegas la maceta todos los días, por lo que la tierra siempre está húmeda, ¿verdad? Si la tierra esta húmeda, entonces los nutrientes que se encuentran a mayor profundidad suben con el agua y son absorbidos por las malas hierbas, dejando la maceta sin nutrientes. Las verduras del campo también son regadas, pero su frecuencia y el impacto del sol evitan que el suelo se encuentre constantemente húmedo. Más importante, los verduras crecen más rápido que las malas hierbas y por eso la derrotan en la competición por los nutrientes.” “Eh… Eso quiere decir que todas las plantas en este mundo… Esto, no importa cómo lo diga, es absurdo…” “Ah, no, solo es una conjetura. No quiere decir que sea verdad…” Valetta observaba las malas hierbas que crecían en el jardín como si mirara algún tipo de monstruo. Si la conjetura de Kazura era correcta, entonces las plantas de este mundo absorbían cada nutriente existente del suelo y no dejarían de crecer hasta que los nutrientes se terminasen. Por supuesto, debía haber algún tipo de límite dependiendo de la planta, pero después de ver cómo habían crecido las verduras del pueblo, no sería extraño que crecieran aún más. Además de eso, Kazura había confirmado que no era capaz de obtener ningún nutriente después de comer las verduras de tamaño anormal, por lo que aunque su apariencia era de mayor tamaño, por alguna razón tenía pocos nutrientes. Era posible que el abono japonés solo ayudase a que las plantas crecieran más grandes, pero sin mejorar su valor nutricional. Tal vez, aunque las verduras se secaran y volviesen a la tierra, podía ser posible que los nutrientes no lo hicieran. Eso quería decir que, en algún momento, toda la tierra de este mundo podría terminar sin ningún solo nutriente. En ese caso, tenía sentido que el concepto de ‘fertilizar’ no existiera en este mundo si, como parecía, el suelo difícilmente tenía algún nutriente. Sin embargo, esto no era más que la conjetura de Kazura. El verdadero motivo no se podría saber a menos que vinieran expertos de Japón a examinar la tierra. “Entonces… Tenemos que evitar que entre cualquier semilla de mala hierba sobre la maceta. Podemos probar dejándola dentro de la casa. Si la conjetura del señor Kazura es correcta, entonces habrá que añadir más fertilizante, y la menta debería crecer como lo dice el libro.” “Sí, no tenemos otra manera de confirmarlo salvo intentándolo, ¿verdad?” Kazura se estiró tras ponerse de pie. “Pues con esto resuelto regresaré a Japón una vez más. Planeo comprar muchos libros, así que espera por ellos.” – dijo Kazura con una sonrisa, a lo que Valetta se puso de pie y también sonrió. “Ji, ji. Entonces los estaré esperando. ¿Volverás a tiempo para la cena?” “Sí, estaré de vuelta para entonces. Así que, de ser posible, me gustaría comer otra vez la tortilla de la señorita Valetta…” – dijo un avergonzado Kazura. Valetta pestañeó por la sorpresa, pero inmediatamente sonrió luciendo en verdad contenta. “¡Sí! Te estará esperando. Prepararé la tortilla más deliciosa posible, por lo que date prisa en volver, ¿vale?” “Entendido. Terminaré rápido para regresar pronto.” Después de decir esto, Kazura subió al tractor y lo arrancó. Mientras el motor se encendía, un sonido fuerte como un rugido invadió los alrededores. Debido a ello, los pájaros cercanos soltaron un graznido y emprendieron el vuelo. Mientras tanto, el tractor comenzó a avanzar. “Entonces, ya me voy… Buscaré otro lugar para dejar el tractor cuando vuelva.” Kazura se despidió mientras conducía el tractor por el camino de piedra que le llevaba a Japón. Valetta lo observó partir y después se dio vuelta para volver a la casa, pero se detuvo. Miró la hierba que pisaba con su pie, y posteriormente a las plantas que crecían en su jardín. “…” Tal vez estaba distraída pensando, pero Valetta siguió mirando la hierba. Por un momento, en sus ojos, se le notó una emoción de tristeza.
* * *
Una hora después, Kazura, que acaba de volver a Japón, llegó a una gran librería de la ciudad. Dentro de la tienda había cientos de miles de libros sobre los estantes, con una gran variedad de géneros. Había además carritos de compra para los clientes que planeaban llevar muchos libros. Kazura, por supuesto, recorría la tienda con uno de ellos. Primero se dirigió a la sección de libros de historia, más específicamente, a los libros de historia europea. A su izquierda se encontraban los libros de historia japonesa y los libros de historia regional. Tras Kazura había una mesa con una gran cantidad de novelas ligeras apiladas, con una pizarra con «Nuevas entregas de este mes» escrito en ella. Además, la pizarra tenía la ilustración de un joven de apariencia amable y una hermosa chica rubia sentados uno al lado del otro. “¡Umm! Me pregunto qué clase de libro debería comprar… ¿Sobre la Europa en la época Antes de Cristo? ¿O sobre la Antigua Roma?” Cogió un libro de historia romana que había llamado su atención por coincidencia y se puso a hojear las páginas. El libro relataba el modo de vida de los antiguos romanos, junto con la tecnología y herramientas que habían utilizado. Estaba explicado de manera fácil de entender. “Oh, así que los romanos tenían ese estilo de vida.” Después de hojearlo por un momento más, puso el libro en el carrito. Posteriormente, curioseó varios libros más sobre la Antigua Roma y los puso en el carrito, uno por uno. La tecnología y herramientas que describían parecían más avanzadas de las que tenían actualmente en el otro mundo, pero la variedad de libros que había escogido explicaban todo con detalle. Ya que solo Valetta iba a leer estos libros, Kazura no se preocupó mucho porque describieran herramientas más avanzadas que su mundo y cosas de ese tipo. Como tenía gran similitud en su estilo de vida y vestimenta, Valetta debería quedar satisfecha de su sed de conocimiento. Para asuntos de temática militar, Kazura compró libros de estrategias militares de la Antigua Roma. Guerras y batallas históricas, cómo se había desarrollado cada batalla, los motivos y trasfondos las guerras se describían con ilustraciones simples. Además, de la sección de libros de historia regional, tomó varios libros que explicaban la historia de la región cercana a su hogar en la prefectura de Saitama. Después, Kazura se dirigió a los libros técnicos y eligió algunos volúmenes relacionados con la herrería, agricultura, medicina, cirugía, junto con otros. También se llevó un segundo ejemplar de algunos libros para su uso personal, por si lo necesitaba en Isteria. Como solo llevar libros técnicos no le parecía agradable, también compró revistas de cocina, de diseño de interiores y muchas otras revistas con muchas fotografías dentro del carrito. Hacía tiempo, Valetta había parecido feliz mientras leía «Cómo iniciar una cafetería popular». Por lo que seguramente estaría complacida con estas revistas. “¿Cómo debería decirlo…? He terminado cogiendo una gran variedad de libros. Me pregunto cuántos serán.” La temática de los libros que había escogido tenía cero uniformidad. Pasaba de un libro sobre estrategias militares a un libro titulado «Cómo preparar un delicioso te de hierbas». Sin pensarlo más, Kazura llevó el pesado carrito hacia la caja registradora.