Capítulo 89
El comienzo
Traducido por Laga
Corregido por Helios
Editado por Helios
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Punto de vista de Arthur Leywin:
Sus palabras resonaron en mis oídos como un gigantesco gong que se podía escuchar al comienzo de cada año. Dicen que las personas que poseen las sonrisas más amplias, esconden el mayor de los dolores dentro de sus corazones. Dirigí mi mirada hacia el durmiente Virion, y recordé las veces que bromeaba junto con su descarada sonrisa.
No tenía idea del dolor por el que había pasado...
Me sentí como un adolescente pubescente que pensaba que el mundo lo odiaba. Ignoraba el hecho de que había otros que podrían haber sufrido dolores mucho más profundos de los que yo mismo he sufrido.
Las palabras no pudieron salir de mi boca después de lo que Rinia acababa de decir, solo pude concentrarme en el leve temblor de mis dedos.
"La razón por la que menciono esto no es para provocarte lástima o compasión. Te digo esto para que puedas darte cuenta de la gravedad de lo que te voy a informar a continuación.” Había una severa convicción en su voz que me hizo mirar hacia arriba.
La anciana Rinia hizo una pausa, como si estuviera preparando su corazón antes de comenzar a hablar. "Usé mis poderes para mirar intencionalmente tu futuro, Arthur."
Después de todo lo que acababa de contarme, lo que dijo en este momento me pesaba aún más. "¿Qué? ¿Por qu-Por qué?" Fue todo lo que pude balbucear antes de que la somnolienta Sylvie caminara hacia mí y se subiera a mi regazo, quedándose dormida nuevamente, dejándonos a ambos con una ceja levantada.
"Parece que tu vínculo es inmune a las hierbas que le di.” Se rio entre dientes.
"Si, probablemente se quedó dormida de forma natural.” Respondí con media sonrisa.
“Bueno, continuando, incluso antes del día en que te conociera, cuando apenas eras un niño, había estado vislumbrando tu futuro; nunca lo suficiente como para darle sentido, pero era extraño tener tantas visiones de una persona específica. Nunca había sucedido antes." Rinia se acomodó en su asiento.
“Como ya sabrás, Arthur, las cosas están cambiando en este continente. Dicathen atraviesa una nueva era. Ya hemos experimentado el comienzo con la unidad de los Tres Reinos y la revelación de la existencia de las Seis Lanzas, pero eso es solo el comienzo.
A través de todos estos cambios que sucedieron y van suceder, siempre pareces estar en el centro de ellos de alguna manera, Arthur.” La vieja Adivina enfoco su mirada en la mía, mirándome directamente a los ojos.
"Luego te mudaste a este remoto escondite..." Comencé a decir.
Ella solo me dio un leve asentimiento. "Con el conocimiento que adquirí al mirar hacia el futuro... tu futuro, parece que me he ganado algunos enemigos.”
"¿Qué es exactamente lo que aprendiste al mirar mi futuro?" Pregunté.
“Aquí se encuentra la parte complicada. Decirte demasiado de lo que logre ver puede afectar incluso los resultados que deseas. Por otro lado, decirte muy poco frustra el hecho de que mire hacia el futuro para encontrar un mejor resultado.” Suspiró.
“¿Cómo te sientes, Rinia? Simplemente renunciaste a algo de tu esperanza de vida para ver mi futuro... ¿Te encuentras bien?" No pude evitar fruncir el ceño.
"Estaré bien. De todos modos, he vivido lo suficiente. También podría usar algo de ello para ayudar al futuro.” Rinia agitó la mano desdeñosamente.
"Odio sonar como algún viejo vidente advirtiendo al héroe que tenga cuidado y otros tipos de consejos genéricos que puede recibir de cualquiera, pero me duele decir que solo puedo hacer eso.” Pude notar que estaba tratando de tomar a la ligera la situación para aliviar mi culpa.
"Arthur..." El tono de Rinia se volvió serio, como si estuviera a punto de augurar algo. "Te enfrentarás a muchas dificultades. Cualquiera que sea el futuro que decidas, este será constante. Tendrás enemigos y tendrás obstáculos en tu camino, pero a pesar de todo eso, lo que puedo dejarte saber es que necesitas tener un ancla, un objetivo final. ¿Qué es lo que quieres lograr en tu vida? Ese será lo que determine tu camino.”
Esto sonó más como un discurso motivacional que una profecía, pero como si hubiera leído mi mente, continúo.
"Mantén los pies en la tierra, Arthur. Te dejare con estas últimas dos cosas; Primero, la gente hace cosas malas por buenas razones, así que no juzgues por lo que hacen en la superficie y mantén tu mente alerta. Segundo, a menudo, el enemigo más aterrador no es el que está en el trono, liderando las fuerzas, sino el soldado abandonado que no tiene nada que perder; Con ello en mente, sé cauteloso y no te confíes demasiado." La voz de Rinia se convirtió en un suave susurro cuando me advirtió, dejando un incómodo silencio en la habitación.
“Lo siento, no puedo decir nada más, pero lo único que puedo agregar es que confíes y sigas a tus instintos. Eres una persona particularmente inteligente y sé que tomarás las decisiones correctas, pero a veces, la elección correcta no siempre es la mejor opción.”
* * *
La conversación con Rinia terminó, dejándome con un mal sabor de boca, como el que se siente después de tomar una cucharada de algún tónico amargo. Útil y necesario, pero amargo de todos modos.
Poco después, Rinia despertó a todos y yo fingí haber estado durmiendo con ellos también. Rinia dio algún tipo de excusa alegando que accidentalmente mezcló algunas hierbas que servían para relajarse y resultaron ser mucho más fuertes de lo que esperaba. A nadie pareció importarle y continuamos con un ligero almuerzo que Rinia preparó con plantas comestibles y hongos. Sabía bien a pesar de la falta de carne, pero por la reacción de Sylvie, estoy seguro de que ella no estaría de acuerdo.
Ya era bastante tarde cuando terminamos de comer y tuvimos que ponernos en marcha. Unas de las mayores sorpresas fue que la ubicación de la casa de Rinia se encontraba en el centro de un acantilado en la ladera de una montaña, y fue el hecho de que, a través de una puerta y un pasadizo secretos, Rinia tenía su propia puerta de teletransportación.
Dado que las puertas de teletransportación se hicieron en la antigüedad, supuestamente con la ayuda de las deidades, o Asuras, como ahora sé, no fue posible crear más. Virion no estaba tan sorprendido como todos los demás, incluyéndome a mí, pero conociendo los poderes de Rinia, solo pude encogerme de hombros y darme cuenta de que esto era algo que estaba dentro de sus habilidades.
Después de despedirnos, Tess y yo, junto con Sylvie, atravesamos la puerta. Junto con la sensación de mareo remanente después de cruzar, los guardias que nos apuntaban con sus lanzas nos dieron la bienvenida al borde de la ciudad Xyrus.
Después de darse cuenta de que los desconocidos que cruzaron la puerta eran adolescentes y tenían puesto el uniforme de la Academia Xyrus, rápidamente bajaron sus armas.
"Nos disculpamos, la puerta de la que provenían se identificó como una puerta desconocida, por lo que no sabíamos quién o qué saldría del otro lado. Es raro, pero ha habido momentos en que las bestias de maná tropezaron accidentalmente y atravesaron de una puerta de teletransportación en algún lugar profundo de los Claros de las Bestias.” Dijo uno de los guardias, que parecía ser el líder, aunque todavía nos observaban con una mirada analítica.
"Está bien. Venimos de una de las otras ciudades de Elenoir y el guardia mencionó que estaba teniendo problemas con la puerta de vez en cuando.” Me encogí de hombros.
Con un asentimiento comprensivo, los guardias nos dejaron ir y como no había ningún carruaje esperándonos, los tres caminamos hasta la parada más cercana y allí encontramos un carruaje que nos llevara. El sol ya se estaba poniendo y se podía ver la distorsión del color en el cielo debido a que la Constelación Aurora pronto estaría llegando a su punto máximo. Era mucho más fácil verlo desde la ciudad flotante que a través de los densos árboles de Elenoir.
"Vaya, la Constelación Aurora es realmente hermosa cada vez que la ves.” Dijo Tess con asombro.
"Kyu~" `¡El cielo es colorido!´ Sylvie también se sentó en el borde del carruaje, su pequeña cabeza miró hacia arriba en apreciación.
Cuando regresamos a la mansión Helstea, Sylvie se apresuró a subir las escaleras que conducían a la puerta y comenzó a arañarla. Cuando Tess y yo la seguimos hacia arriba, la puerta se abrió, revelando a una persona que no esperaba ver.
"¡¿Jasmine?!" Me detuve donde estaba y jadeé.
"Cuánto tiempo sin verte.” Respondió la mentora de mis días de aventurero con una leve sonrisa que era su única señal visible en su inexpresivo rostro de que estaba feliz de verme.
Antes de que tuviera la oportunidad de decir algo más, el resto de los Cuernos Gemelos se aproximaron, uno por uno, cada uno con una gran sonrisa en sus rostros mientras me veían con una chica que nunca habían visto.
"Has crecido.” Dijo Durden, con una cálida sonrisa en su rostro amplio y bronceado.
“¡Mira a quién tenemos aquí! El Señor Prodigio trae a casa a una dama.” Susurró Adam Krensh, el vagabundo usuario de lanza de aspecto salvaje, apoyándose en el borde del marco de la puerta.
"Wow, miren quién se ha vuelto más hombre.” Helen Shard, la arquera, aún tan carismática como antes, me guiñó un ojo.
Mientras todos se quedaron en lo alto de las escaleras, esperando a que subiéramos, Angela bajó las escaleras y me levantó en un abrazo de oso.
"¡¡Mira lo lindo que te has vuelto!!" Chilló mientras me sacudía, mis piernas se arrastraban impotentes por las escaleras de cemento ya que ella era demasiado baja para levantarme completamente del suelo.
"¡Mmmfph mmmh!" Cualquier esperanza de articular palabras fracasó cuando el abismo de su bien dotado pecho absorbió mi rostro.
"Y-Yo creo que deberías dejarlo ir..." Escuché a Tess tartamudear mientras tiraba del costado de mi uniforme.
“¡Mira a quién tenemos aquí! ¿¡No eres la pequeña elfa más linda del mundo!?" Angela Rose me arrojo como si fuera un desperdicio y recogió a Tess, quien dejó escapar un chillido de sorpresa.
Mi familia pronto salió y nos saludó con los brazos abiertos, con mi hermana Eleanor, que ya tenía a Sylvie en sus brazos.
Estaba ansioso por ponerme al día con los Cuernos Gemelos durante la cena, ya que no los había visto en más de un año, pero me di cuenta de que Tess estaba un poco incómoda con todo esto. Ya que se sentía un poco fuera de lugar en mi casa, pero con los invitados inesperados que nunca había visto antes, se sentía aún más tensa e incómoda.
Mi madre y mi hermana trataron de hacerla sentir más cómoda, pero ella por alguna razón también se estaba poniendo tímida conmigo, parecía no poder soportarlo.
"¿Realmente regresaras a la Academia?" Pregunté.
Tess acababa de decirles a todos después de disculparse que tenía que volver a la Academia primero debido a una tarea del Consejo Estudiantil en la que estaba muy atrasada.
“Me he ausentado demasiado tiempo en la Academia y el trabajo probablemente ya se haya acumulado. Gracias a todos por su hospitalidad y lamento no poder quedarme más tiempo.” Tess hizo una breve reverencia y se dirigió hacia el conductor que había venido a recogerla.
Salí con ella, sin saber si debía ir con ella o no.
"¡No te preocupes por mí! Debo admitir que fue un poco incómodo para mí estar allí, pero esa no es la razón principal por la que voy a regresar. Realmente estoy atrasada con el trabajo del Consejo Estudiantil, y me siento mal ya que incluso Lilia todavía se encuentra en la Academia. No estaría bien de mi parte estar en su casa relajándome mientras ella trabaja, ¿verdad?" Tess me dio una sonrisa tranquilizadora.
"Tienes razón, pero estoy preocupado ya que el Abuelo dijo que todavía tenías que descansar. Tu núcleo de maná todavía es un poco inestable, incluso con el sello que te dio Rinia antes de que nos fuéramos. Me siento más cómodo si estuviera cerca de ti en caso de que algo sucediera.” Me rasqué la cabeza, una sensación bastante dudosa me picaba.
“No tengo ninguna razón para usar magia en la academia por el momento de todos modos. Además, regresaras a la academia mañana. Creo que podré sobrevivir hasta entonces.” Me dio un guiño juguetón, destilando la torpeza anterior que tenía.
"Bien, pero ten cuidado.” Golpeé ligeramente su cabeza, recibiendo un ligero puñetazo en el estómago en respuesta.
Punto de vista de Tessia Eralith:
"Uf." Se estaba volviendo cada vez más difícil mantener un rostro serio frente a Arthur. Si me quedaba y hablaba con él por más tiempo, sentía que mi rostro se iba a encender como una vela.
Mi cuerpo se sentía desincronizado debido a mi núcleo de maná; Afectó mi cuerpo, como si alguien inclinara el mundo lo suficiente como para hacerme perder el equilibrio, pero no le dije a Arthur esto ya que simplemente se preocuparía demasiado.
Después de cerrar los ojos por lo que me pareció un par de segundos, ya estaba cerca de la puerta de la Academia.
"¡Gracias!" Le dije al conductor.
Me respondió con un movimiento de cabeza amistoso, inclinándose el sombrero, antes de conducir de regreso a la casa de Lilia.
Justo después de atravesar la barrera y entrar por la puerta, la atmósfera parecía haber cambiado drásticamente. Mi cuerpo se tensó de inmediato, como si le indicara a mi cerebro que había peligro cerca.
“¡Hoho! Estás aquí... ¿SOLA? ¡Pfft! ¡Esto va a ser más fácil de lo que pensaba! ¡Sí que lo es!"
La voz ronca me sorprendió. Inmediatamente giré mi cabeza hacia la fuente de la voz.
“¿Lucas? ¿Lucas Wykes?” Me quedé boquiabierta.
Seguramente era Lucas, pero algo estaba mal... bueno, mucho de él estaba mal. En primer lugar, su piel era gris, y la forma en que su cuerpo sufría espasmos aleatoriamente lo hacía parecer más un monstruo rabioso que un estudiante.
Quería moverme, pero no pude. La presión y la sed de sangre que desprendía no me lo permitían tampoco. Todo lo que mi cuerpo pudo hacer en respuesta fue temblar.
"Jeje... No puedo creer que estés aquí sola, ¡no, no puedo! ¡Es bueno verte de nuevo, Princesa! Tan hermosa como siempre, ¡sí que lo eres!" Lucas se acercó a mí con pasos irregulares.
Este ya no era Lucas... La sensación que tuve de él era más una bestia de maná trastornada que su usual ser egoísta.
Al ver la expresión en mi rostro, su rostro se inclinó y reveló una sonrisa llena de dientes."¿Por qué no juegas conmigo hasta que Arthur llegue?"