Capítulo 91
Colapso de Xyrus
Traducido por Laga
Corregido por Helios
Editado por Helios
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Punto de vista de Arthur Leywin:
El hecho de que Tess se fuera a la academia me dejó con una sensación bastante incómoda, pero, no hace falta decir que aun así disfrutamos de la noche. La mansión Helstea se encontraba en un ambiente festivo, con barriles de licor traídos del sótano por el propio Vincent. El padre de Lilia estaba disfrutando al máximo de esto, junto con mi padre, quienes estaban ebrios incluso antes de que yo llegara a casa.
Resulta que los Cuernos Gemelos se desviaron en su serie de expediciones en los Claros de las Bestias para visitarnos durante la Constelación Aurora. Para mis padres significó mucho el solo hecho de poder volver a ver a sus viejos camaradas y compartir una copa o dos como un brindis por los viejos tiempos y los recuerdos embarazosos.
Después de mi padre y Vincent, Adam Krensh fue el siguiente en embriagarse, sus mejillas sonrojadas casi hacían juego con su pelo rojo ardiente. Fue bastante fascinante presenciar los hábitos inducidos por el alcohol en todos, ya que mi madre y Tabitha no me permitían beber junto a ellos. Adam era el típico borracho alborotador y ruidoso. Parecía que este perdía la coordinación suficiente como para que un bebé pudiera derribarlo y salir victorioso.
Angela Rose pareció perder todo sentido de espacio personal cuando comenzó a conversar conmigo con sus mejillas pegadas a las mías. No ayudó que cada palabra pronunciada estuviera acompañada de dos o tres hipos, lo que hacía casi imposible descifrar lo que estaba tratando de decir. Tabitha terminó por tener que apartarla de mí y "amablemente" escoltar a la coqueta maga por las escaleras sosteniendo la parte trasera de su cuello.
Me costó mucho contener la risa, mientras que Durden Walker pronto también se emborrachó. Lo que más me sorprendió fue cuando abrió los ojos. La forma estrecha habitual de su rostro, que se asemejaba más a una hendidura, se convirtió en una expresión de sorpresa. No ayudó que sus cejas, que normalmente estaban inclinadas hacia abajo, estuvieran fruncidas en una inclinación hacia arriba, haciendo que su expresión general fuera una mezcla de concentración intensa y sorpresa incontenible. Adoptaba un tono de mando áspero cuando hablaba, y durante la última hora más o menos antes de desmayarse, estaba lanzando ejercicios de entrenamiento a uno de los barriles de cerveza vacíos mientras participaba en los ejercicios él mismo.
No pude decir si mi antigua tutora, Jasmine Flamesworth, estaba borracha o no hasta que se acercó, con los ojos brillantes y desenfocados, y empezó a repetirme lo mucho que pensaba en mí y lo preocupada que estaba en relación con que si me había adaptado a mi nueva escuela o no. Finalmente, todos se retiraron a sus respectivas habitaciones.
Mi madre arrastro a mi padre, que sostenía una botella de lo que parecía ser whisky, y la olía como si fuera un recién nacido, de regreso a su habitación. Tabitha también hacia lo mismo por su marido. Mi hermana se fue a dormir con Sylvie hace bastante tiempo a su habitación, dejándonos solo a la líder de los Cuernos Gemelos, Helen Shard, y a mí en la zona de guerra que una vez fue un comedor.
"Toda una fiesta, ¿no? Estoy segura de que esta no era exactamente la forma en la que te imaginabas un rencuentro con nosotros.” Helen soltó una risita contenida.
Me reí en respuesta. "Con todo lo que ha estado sucediendo estos días, fue agradable ver a todos soltarse un poco.”
“Tus padres nos contaron brevemente todo lo que te ha pasado desde que nos fuimos. Parece que estás haciendo un buen trabajo al asumir el papel de tu padre al preocupar a tu madre.” La leve sonrisa que se curvó en los labios de Helen me dijo que estaba recordando el pasado.
"Parece ser la única habilidad en la que parezco estar mejorando sin siquiera intentarlo.”
"Si tan solo fuera así para mí con la manipulación de maná.” suspiró Helen, haciéndonos reír a los dos.
Nos mudamos a la sala de estar después de que las mucamas comenzaron a aparecer y a limpiar el comedor. Allí, nos sentamos con solo una mesa de café separándonos mientras seguíamos hablando y poniéndonos al día sobre lo que había sucedido en nuestras respectivas vidas.
Era la primera vez que hablaba con Helen durante tanto tiempo, pero lo encontraba cómodo, ya que ella se comportaba como si se tratase de un adulto con el que hablara, no con alguien que apenas había alcanzado la adolescencia. Tenía una forma elocuente de hablar que no era habitual en un Aventurero; parecía más adecuado para liderar reuniones estratégicas, no para estar en primera línea, peleando.
"Si no te importa que pregunte, Arthur, ¿En qué etapa se encuentra tu núcleo de maná? Parece que ya ni siquiera puedo sentir tu nivel.” Helen levantó los pies de la mesa de café y se inclinó hacia adelante mientras preguntaba esto.
"Amarillo sólido.” Respondí simplemente. No quería endulzar ni tratar de restar importancia a mi nivel.
"Ya veo. Felicitaciones. Sinceramente." Helen tenía una expresión mixta en su rostro, una en la que estaba tratando de ocultar su decepción, pero fracasó. No estaba decepcionada de mí, sino de ella misma porque, aunque tenía más del doble de mi edad, la había superado bastante.
“Parece que estás hecho para cosas cada vez más grandes y maravillosas, Arthur. Con el descubrimiento de un nuevo continente y todo eso, sospecho que esa pequeña Academia solo podrá retenerte durante un tiempo. Deberíamos descansar un poco.” Me dedico una sonrisa que no se reflejó en sus ojos y se fue después de darme una firme palmada en los hombros.
Colapsando en mi cama sin siquiera la energía ni la voluntad de asearme, me quedé allí, pensando en todo lo que había pasado hasta ahora en mi vida. ¿Fue solo una coincidencia que me enviaran aquí, o realmente nací en este mundo mientras este pasaba por un cambio tan grande?
¿Realmente era el cliché del típico protagonista de un cuento de hadas que siempre nos leían en el orfanato antes de dormir? No pude evitar reírme ante la idea de ser la fuente de entretenimiento de algún dios aburrido, mientras que este jugaba con mi vida bajo la excusa de que yo era "El Elegido".
¿Realmente me encontraba en manos de algún dios como una mera pieza de ajedrez, y hacer que el mundo se dirigiera a la dirección que el esperaba? Cerré los ojos con fuerza, esperando que eso me ayudara a deshacerme de estos pensamientos. La idea de que mi destino estuviera bajo el control de otra persona no me sentaba bien. Volteándome hacia un lado, elegí deshacerme de este miedo… la vida ya era tan inesperada, ¿por qué hacerla más complicada?
Punto de vista de Elijah Knight:
"¡BAJA!" Rugí mientras conjuraba un muro de tierra entre las bestias de maná y los otros estudiantes detrás de mí.
"¡ATENCIÓN RENOMBRADOS ESTUDIANTES DE LA ACADEMIA XYRUS!" Un tono bastante agudo y chirriante hizo eco en todo el campus. “COMO TODOS PROBABLEMENTE SABRAN, SU INSTITUCIÓN ESTÁ ACTUALMENTE BAJO EL ATAQUE DE MIS PEQUEÑAS MASCOTAS. ¡NO HAY NECESIDAD DE TEMER PORQUE SOY JUSTO Y MISERICORDIOSO!" La voz pareció burlarse de nosotros cuando dijo esto porque había un estudiante enano en las fauces de un lobo descolorido de colmillos negros, una bestia de maná de clase B.
Incluso cuando conjuré una lanza de roca debajo del vientre del lobo de colmillos negros, todavía tenía tiempo para quitarle la vida al estudiante antes de colapsar. Rechinando los dientes, aparté la mirada del rostro oscurecido del enano que suplicaba con sus ojos antes de morir. Si no tuviera experiencia como Aventurero, habría vomitado cuando las entrañas del estudiante se derramaron por la herida fatal causada por la bestia de maná.
En cambio, me calmé usando una breve técnica de meditación que había aprendido en clase, y logré estabilizar el flujo de mi núcleo de maná antes de buscar a otros estudiantes a los que salvar.
“¡ESTUDIANTES HUMANOS, SIEMPRE QUE LEVANTEN AMBAS MANOS Y JUREN SU ALEGANCIA JUNTO A MI, ¡LAS BESTIAS DE MANÁ NO LOS ATACARÁN! ¡¡¡ELFOS Y ENANOS, NO LUCHEN Y DEJEN QUE MIS MASCOTAS DESTRUYAN SU NUCLEO DE MANÁ Y SERAN LIBRES DE IRSE~ KEKEKEKE!!!" La risa trastornada proveniente de esa voz, envió un escalofrío por mi espalda. Esta se encontraba disfrutando de la carnicería que estaba sucediendo en esta escuela que había sido tan pacífica solo unas horas antes.
Aunque el grupo radical había estado intensificando su actividad terrorista, esto estaba en un nivel completamente diferente. Sucedió tan repentinamente que no había forma de prepararse para un evento como este. Sin embargo, por lo que pude ver, este lugar en particular era fundamental para esta etapa de su plan, el cual se ejecutó meticulosamente. No había lugares a los que escapar ni forma de pedir ayuda.
La formación que hacía de barrera, una vez clara y que impedía que los intrusos, incluidas las bestias de maná, ingresaran al campus, se había convertido en una jaula roja translúcida, haciendo que el cielo pareciera estar bañado en sangre, evitando que nadie ni nada se fuera.
No sabía a quién pertenecía la voz, pero sus motivos estaban claros. Estaba dispuesto a tomar cautivos humanos, pero quería que todos los magos no humanos estuvieran muertos o incapacitados. Pude ver columnas de humo provenientes de diferentes edificios de la academia donde se estaban produciendo peleas. De vez en cuando, miraba a algunos de los miembros del Comité Disciplinario mientras estos luchaban contra varias bestias de maná, tratando de reconocerse entre sí ya que no teníamos tiempo para informarnos sobre la situación en otros lugares.
Obviamente, había traidores en la academia, porque algunos de los profesores ahora estaban siendo retenidos por otros profesores mientras figuras encapuchadas, así como las bestias de maná, se ocupaban de los estudiantes.
Fue extraño; He visto algunas de las bestias de maná mientras era un Aventurero, pero la única diferencia en ellos era la coloración, o la falta de color para ser más exactos. Excepto por sus ojos rojos a juego, todas las bestias de maná que inundaron la Academia Xyrus parecían tener sus colores drenados, ya que eran solo diferentes tonos de gris.
No podía decir cuántas horas habían pasado desde que comenzó la invasión, pero por alguna razón, no había señales de que llegara la ayuda, como si estuviéramos aislados del resto de Xyrus.
Caminé penosamente por el patio del campus donde los cuerpos yacían flácidos y se formaron charcos de sangre a su alrededor. Se suponía que esta academia era el refugio seguro para los futuros magos de este continente. Más que nada, me enfureció el hecho de que no se implementaran las medidas adecuadas por si se desarrollara este tipo de escenario. Desde la unificación de los Tres Reinos, ¿no se les paso por la cabeza a los del Consejo que habría enemigos?
Justo cuando estaba a punto de seguir a una figura envuelta en una capa hacia uno de los laboratorios de Alquimia, un gruñido gutural captó mi atención lo suficiente como para intentar evitar la mandíbula que se cernía sobre mí. Desafortunadamente, no pude evitar su ataque y fui golpeado contra el suelo lo suficientemente fuerte como para dejarme sin aliento.
"Grrrrr” Mientras la saliva de la bestia de maná gigante y peluda con forma de lagarto empapaba mi uniforme, sus ojos rojos me miraban, como si esperaran que hiciera algo.
"¡Lárgate!" Gruñí mientras simultáneamente conjuraba un pilar del suelo, lanzando a la bestia de maná de dos metros de largo al aire antes de que volteara ágilmente para recuperar su posición.
Antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo más, una espada voló desde el cielo, atravesando la cabeza de la bestia hasta impactar con el suelo. La bestia de maná se retorció impotente durante un par de segundos antes de que su cuerpo también cayera en el suelo sin vida.
"Gracias.” Murmure, demasiado cansado para formalidades agradables. Fue Curtis Glayder quien bajó de lo alto de una estatua cercana para recuperar su arma. Su vínculo, el Leon Celestial lo seguía rápidamente.
"No hay problema. Deberías ir a un lugar seguro hasta que consigamos refuerzos; es demasiado peligroso aquí al aire libre.” Dijo, asintiendo con la cabeza.
"Estaré bien. Hay demasiados enemigos para que ustedes los manejen mientras yo me escondo. Todavía puedo ayudar.” Me vendé la herida sangrante en mi brazo con una de mis mangas rotas y di la vuelta para continuar siguiendo a la figura envuelta en una capa.
De repente, un sonido que solo podría haber sido amplificado con maná resonó como un trueno. Ni siquiera podía oírme a mí mismo gritar, mientras Curtis y yo nos tambaleábamos por el dolor. El sonido entumecedor de la campana de la torre de vigilancia no reverberaba en mi pecho. Lo sentí en mis pies mientras toda la tierra se sacudía.