Arco 9 Capítulo 73
La llama que no se extingue
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Al tiempo en que Kazura y Liese reanudaban el trabajo al atardecer, en cierta habitación dentro de la mansión de Narson, Ayla estaba frente a Zirconia mientras detallaban los cambios en su contrato. Frente a Ayla se encontraban dos copias del ‘Contrato de empleo’, con la misma información en cada una. Dentro del mismo se describía la información, como el salario mensual, horas de trabajo y una descripción tosca de las actividades a realizar, entre otras cosas. Una copia era para el empleador, y la otra para Ayla.
“Las horas de trabajo serán las mimas que tenías, y acabarán cuando la cena haya terminado, pero si el señor Kazura necesita ayuda fuera del horario de trabajo, te pido que lo hagas. El nuevo salario es el que está descrito.” – explicó Zirconia.
‘El salario aumenta al doble…’
Ayla se congeló del asombro al ver su nuevo salario. Su sueldo anterior como asistente de Liese ya era una gran suma de dinero, y aun así el salario en esta ocasión había sido duplicado. La nueva cantidad incluso era superior a la del comandante en jefe de los guardias de los nobles, el cual era considerado como la máxima cantidad que se le pagaba a un empleado de la residencia. Además de eso, contaba con una habitación personal en el piso principal de la mansión, con los muebles incluidos sin ningún cargo.
Los términos eran muy buenos, tanto que Ayla estaba emocionada, pero al mismo tiempo estremecida. Porque, con todos estos arreglos, ¿cómo de dura sería la carga de trabajo?
“Los términos que difieren de tu anterior contrato son que no puedes cancelar este contrato en un plazo de diez años. Además, tendrás dos ocupaciones: una como asistente del señor Kazura y la otra con Liese. Y, por último, enseñar a Marie. Además, las peticiones del señor Kazura deben ser priorizadas sobre cualquier otra cosa. ¿Hay algo que quieras preguntar? Si no lo hay, entonces cuando firmes, la renovación del contrato quedará finalizada.” – dijo Zirconia mientras le acercaba la pluma y el tintero de cerámica a Ayla.
“Ah, umm…”
Aunque Ayla había recogido la pluma por reflejo, estaba escaneando seriamente los contenidos del contrato. Estaba de muy buen humor al enterarse que se le duplicaba el salario, pero cuando escuchó que no podría cancelar el contrato durante diez años, cautelosamente comenzó a revisar el contenido del contrato.
“Respecto a la descripción de las actividades, sobre la parte de servir como asistente para la señorita Liese y el señor Kazura, en este momento no puedo saber si podré realizar esta cantidad de trabajo. Por esto mismo, en caso de que sienta que no puedo completarlo, me gustaría poder reconsiderarlo.”
“Por supuesto. Pero como la cantidad de trabajo no se puede considerar excesiva, no tendrás de qué preocuparte. De ser necesario, puedo designarte criados para que sean tus asistentes. Además, una vez que Marie se acostumbre a su trabajo, tu carga debería disminuir, por lo que lo más difícil será solo el inicio, ¿no estás de acuerdo?”
Zirconia le respondió a la nerviosa Ayla con una sonrisa. Por lo que Ayla escuchaba, parecía que Zirconia no pretendía darle mucha carga laboral. Y, sintiéndose relajada, le sonrió de vuelta mientras agradecía a Zirconia y continuaba leyendo el contrato.
‘Si me asigna asistentes personales, entonces no tendré que ir a hacer las compras, y una vez que Marie se acostumbre a su trabajo, aunque de vez en cuando tenga que asistir al señor Kazura, estará bien… Sin embargo, pese a que el trabajo no aumenta demasiado, aun así me duplica el salario…’
Ayla bajó el contrato y, con una expresión tímida, miró a Zirconia para continuar.
“Señora Zirconia, respecto al señor Kazura y la señorita Liese… ¿Será que acaso?…”
“Sí, quiero que te encargues de que terminen juntos.” – Zirconia le respondió francamente mientras sonreía. – “Hay una razón detrás de esto, por lo que quiero que intercedas para que ambos se enamoren. Sin embargo, no debe ser demasiado obvio. Quiero que lo provoques de manera que ocurra lo más natural posible.”
“¿Y-yo…?”
Como ella nunca habría pensado que se le ordenaría una tarea tan imprevista, Ayla bajó la mira con una expresión de pánico. Aun si se le ordenaba que hiciera que ambos se enamoraran, Ayla prácticamente no conocía nada sobre Kazura. Nunca había hablado con él salvo para asuntos de trabajo, por lo que aún no tenía una buena idea sobre su personalidad.
Para empezar, sería necesario que se volviera cercana a Kazura para poder intervenir al respecto, pero Narson y Zirconia parecían estar escondiendo la información de Kazura, por lo que todavía no había escuchado nada sobre él. Así que si se le ordenaba firmemente que llevara a cabo tal tarea con un oponente del cual no conocía nada al respecto, entonces terminaría en una posición problemática.
“¿Entonces? ¿Será que no puedes llevar acabo esta tarea?”- preguntó Zirconia.
“U-ummm……”
“¿Umm? ¿Qué ocurre?”
Tal vez porque estaba pensando cómo responder, Ayla dudaba sobre qué decir con una mirada perpleja. Zirconia le sonreía gentilmente mientras le seguía presionando para contestarle sin darle tiempo para pensar. Como si solo esperaba que asintiera con un “sí”.
“A-aún si no hago nada, el señor Kazura parece haber tomado agrado por la señorita Liese, y la señorita también parece interesada en el señor Kazura, por lo que si hago algo es posible que lo arruine, al contrario… Creo que las cosas irán sin problema si los dejamos por su cuenta…”
“Eso es cierto. Pero aún existe la posibilidad de que no terminen juntos, ¿verdad? Entonces eso sería problemático. Tenemos que aumentar las posibilidades aunque sea solo un poco. Estará bien, puedes hacerlo.”
Manteniendo una expresión y tono gentil, Zirconia seguía presionando la conversación sin descanso. A este punto, Ayla iba a ser obligada a aceptar sin recibir nada de información, por lo que Ayla se apresuró a decir:
“P-pero, ¿estará de acuerdo el señor Isaac con todo esto? Porque… Anteriormente el señor Narson parecía haber aprobado al señor Isaac.”
Cuando Ayla le devolvió la pregunta, Zirconia quedó sorprendida. Hasta ahora, Ayla no había negado ninguna orden de Zirconia, por lo que no pensaba que llegaría a responderle de esta manera. Ayla notó la expresión de Zirconia y se dio cuenta de que la manera en que le acababa de responder podía ser considerada como criticar sus intenciones, y en su mente pensó ‘Ah, ¿qué he hecho?’
“Um, es cierto… Isaac es un buen chico, y como no hay ningún problema con su familia de origen, yo también pienso que es un buen partido para Liese. Sin embargo, el señor Kazura es aún mejor candidato. Cómo debería decírselo, me pregunto… Me resulta problemático, como ves…”
Zirconia pensaba al tiempo que llevaba la mano hacia su barbilla. Mientras, Ayla esperaba su respuesta con miedo. Zirconia normalmente tenía una actitud gentil y una voz suave, pero lo verdaderamente aterrador era cuando se enojaba. Ayla solo había visto por unas pocas ocasiones a Zirconia enojada, aunque solo había sido desde lo lejos y durante los eventos de hacía cuatro años.
Zirconia no levantaba la voz salvo cuando trataba con asuntos del ejército. Sin embargo, Ayla había escuchado lo aterradora que era Zirconia cuando se enojaba con sus compañeros criados, por lo que en verdad estaba preocupada de no disgustar a Zirconia. Si llegara a hacer algo fuera de lugar, entonces bien podría encontrarse sin empleo al día siguiente. Aunque Ayla estaba muy preocupada al respecto, Zirconia no había mostrado ningún indicio de que su humor hubiera disminuido. Después de reflexionar por unos momentos, volvió su mirada hacia Ayla.
“Tienes razón, si te dejo a cargo de tal tarea sin decirte nada al respecto del señor Kazura, sin duda estarás en una posición incómoda. Lamento haberte pedido algo tan irrazonable.”
“N-no…”
“Entonces, ya que la información que te diré a continuación es estrictamente confidencial, espero que no se lo cuentes a nadie más…”
Ayla se había relajado cuando Zirconia le retiró la petición, pero su rostro se tensó cuando escuchó a Zirconia continuar. Ahora, Zirconia mencionaba que lo siguiente era estrictamente confidencial, por lo que Ayla no quería saber al respecto, ya que podía adivinar que sería arrastrada a una situación incómoda. Sin embargo, en este punto no había modo de negarse. Mientras buscaba tener una mejor salida, había terminado trayéndose problemas innecesarios a sí misma.
“Antes de continuar, ¿podrías firmar el contrato? Si después de escuchar la historia no estás interesada en lo que te pido, entonces no habrá problema si abandonas el asunto. Por lo que está bien que no pienses tanto al respecto.”
Mientras decía esto, le entregó la pluma sonriendo.
‘Esto no terminará para nada bien…’
Mientras Ayla seguía profundizando en su mente, asintió con ojos llorosos y tomó la pluma. De cualquier manera, Ayla no tenía ningún coraje para negarse a la orden de Zirconia. La situación solo se había vuelto peor por su torpe lucha, pero ya no podía hacer nada al respecto. Esto era mejor que quedar desempleada, por lo que simplemente se resignó y aceptó su destino. Ayla firmó el contrato, Zirconia comprobó que todo estuviera en orden y, poniéndolo a su lado, continuó.
“Gracias. Entonces continuemos donde lo habíamos dejado. Respecto al señor Kazura…”
“¿Sí…?”
Ayla se reafirmó en sí misma y puso una expresión seria. Zirconia también borró su sonrisa para continuar con tono serio.
“El señor Kazura… No es humano. Él es el Dios Greisior.”
“¿Eh…?”
La declaración de Zirconia era algo que en verdad Ayla no esperaba y respondió sin pensar. Miró a Zirconia para analizar si estaba bromeando al respecto, pero su expresión era completamente seria.
“¿Será que Ayla no conoce la leyenda del Dios Greisior?”
“Más o menos… Es un cuento de hadas que escuché cuando era pequeña…”
“Tal cual como en el cuento… No, es aún más que eso. Los sucesos ocurrieron hace dos meses en la aldea Grisea. Se trata de una población que se encontraba en declive, y ahora está completamente restablecida; sus campos devastados ahora tienen una gran cantidad de cosechas.”
“¿Q-qu…?”
Ayla estaba dudando sobre qué responder, ya que la historia había tomado un giro demasiado extravagante. Conocía la leyenda de Greisior porque la había escuchado durante su infancia, pero no era más que un cuento de hadas, y no pensaba que la historia fuera verdadera. Sin embargo, Zirconia le acababa de decir que Greisior había descendido y salvado al pueblo.
“Dejaré de lado los detalles al respecto, pero el Dios Greisior accedió a revitalizar el territorio. En estos momentos, el Dios Greisior está restableciendo los campos de grano alrededor de Isteria. Además, también ha accedido a impulsar el desarrollo de herramientas para aumentar la eficiencia del trabajo, controlar las inundaciones de la ciudad, y mejorar la higiene. Sin embargo, aún no está claro cómo de dispuesto está a ayudarnos.”
Ayla detuvo su respiración para escuchar atentamente todo lo que Zirconia le decía. Su expresión era mortalmente seria, por lo que no podía detectar nada que le indicara fuera una broma. Con este cambio de atmósfera, Ayla se daba cuenta que estaba empapada en sudor.
“En tiempos de paz, esta cantidad de ayuda sería más que suficiente, pero en nuestra situación actual, es complicado. Después de todo, si no recibimos ninguna ayuda adicional, no estaremos listos para la guerra con Balveil.”
“Entonces… ¿Volveremos a entrar en guerra?” – preguntó Ayla angustiada al escuchar respecto a la guerra.
En la guerra anterior, por fortuna, su familia no había sufrido ninguna perdida. Sus padres y hermanos estuvieron a salvo y, aunque algunos familiares resultaron heridos en campaña, no tuvieron ninguna baja. Sin embargo, si la guerra se reanudaba, entonces sería probable que algún familiar cayera en acción. Y como sus hermanos tenían la edad para servir en el ejército, sin duda serían reclutados como soldados. Pasar los días bajo la angustia de escuchar las noticias de cómo alguien cercano había fallecido era algo que no quería volver a repetir.
“Sin duda, volveremos a entrar en guerra. Aunque no la busquemos, Balveil nos volverá a invadir. Después de todo, es esa clase de país. Un país de demonios sedientos de sangre.”
Recordando la guerra, los ojos de Zirconia se llenaron de un intenso odio. Sin embargo, fue solo por un momento. Acto seguido, le sonrió gentilmente mientras hacía contacto visual con la preocupada Ayla.
“Pero si recibimos la ayuda suficiente del señor Kazura, entonces, sin duda estaremos bien. Esa persona… No sé si debo llamarlo ‘persona’, pero los conocimientos y herramientas que posee son cosas que desafían el sentido común. Si podemos hacer uso de ellos además de la bendición del señor Kazura, entonces aunque Balveil sea el oponente, absolutamente no perderemos.”
“¿Bendición?”
Cuando la palabra ‘Bendición’ cruzó por sus oídos, Ayla respondió por reflejo. Aunque al principio había pensado que no debía involucrase demasiado, cuando comenzó la historia, en este punto no podía evitar preguntar.
“Sí, su bendición. Es solo una conjetura, pero parece que las personas cercanas al señor Kazura reciben su bendición de fuerza. Aquellas personas que la reciben adquieren una fuerza monstruosa, si nosotros la pudiéramos obtener…”
Aunque Zirconia mencionaba que era una fuerza monstruosa, Ayla no podía imaginar nada al respecto, pero si Zirconia lo decía, debía ser cierto. Aunque no estaba claro qué clase de bendición podían adquirir, si pudieran conseguir una fuerza similar a esa, entonces entendía por qué Zirconia estaba tan centrada en él. Si una oportunidad tan perfecta como esta venía hacia ella, por supuesto que Zirconia haría todo lo posible. Aunque para ello tuviera que ofrecer su propia hija – corrección, hijastra – Liese a Kazura, habría valido la pena.
“Es cierto, nuestra charla de hacer que Liese y el señor Kazura terminen juntos es un secreto. No puedes ni siquiera decírselo a Narson. Por supuesto, mantenlo en secreto de Liese, también. Si hay algo que quieras consultar al respecto, entonces dímelo a mí. Te ayudaré con lo que pueda.”
“L-lo entiendo.”
Antes de darse cuenta, el curso de la conversación sugería que Ayla había aceptado la orden, pero a este punto no había manera de negarse. Cuando Zirconia mencionó que no podía contárselo ni siquiera a Narson, Ayla decidió que este asunto era decisión propia de Zirconia. Incluso con el hecho de que Liese no estaba obligada a seducir a Kazura, significaba que Narson se había vuelto un obstáculo. Y así, Ayla terminaba en la palma de Zirconia en lugar de la de Narson.
En verdad, era algo verdaderamente aterrador, pero se había vuelto una situación en la que no podía hacer nada al respecto.
“Estará bien, no hay de qué preocuparse. Si Liese piensa lo mismo, entonces no creo que sea algo tan complicado. Solo tienes que darles un pequeño empujón. Y como será complicado si lo notan demasiado, por favor se cuidadosa. Con esto dicho, la conversación ha terminado. Puedes retirarte.”
“Sí, por favor discúlpame.”
Con esta respuesta ansiosa, Ayla se puso de pie para hacer una reverencia antes de dejar la habitación. Después de verla retirarse, Zirconia soltó un suspiro de alivio y se recostó en la silla.
De acuerdo a lo ocurrido en la aldea Grisea, parecía que a las personas que Kazura apreciaba se les brindaba una tremenda asistencia y bendiciones. En el futuro, si las cosas iban bien entre Kazura y Liese, y lograban integrarlo a la casa Estelle o tener un lazo con Isteria, entonces sería un hecho que también ayudara en los asuntos militares. Aunque al inicio se había negado a prestar ayuda militar, la próxima vez seguro iría bien.
“Seguro, estará bien. La próxima vez, es un hecho.” – murmuró Zirconia para si antes de cerrar lentamente sus ojos.
(FIN DEL TOMO 3)