Capítulo 49
Comité disciplinario
Traducido por An y Laga
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Al abrir la puerta trasera del auditorio me encontré con un inesperado saludo.
“¡¡GROOOAAARR!!”
Mi cabello voló hacia atrás debido al viento generado por el espeluznante rugido junto con Sylvie, la cual se agarró a mi cabeza para evitar caerse. Junto con el rugido ensordecedor de la bestia de maná, que era su forma de saludarme, llegaron las balas de saliva, que bañaron mi cara y la parte superior de mi pecho.
“¡Qué simpático!”
Tras limpiarme la saliva de la bestia de maná, procedí despreocupadamente a acariciar su cara, que estaba a centímetros de la mía. Esta bestia de maná medía unos dos metros de altura aun estando a cuatro patas. Tenía un grueso pelaje marrón oscuro y exhibía una melena de color rojo intenso alrededor de su cabeza. Dos dientes de aspecto feroz salían de su mandíbula superior, haciéndola ver aún más amenazadora. Pero si la comparaba con la forma dragón de Sylvie, solo podía verla como un gatito gigante.
La propia Sylvie miró a la bestia de maná con cierto interés mientras se acomodaba sobre mi cabeza una vez más.
“¡Guau…! No se ha sorprendido ni un poco…” – detrás de la bestia de maná se asomaba un estudiante que parecía ser un par de años mayor que yo.
Su cabello era gris claro, casi blanco y le caía por el rostro debido a su flequillo. Tenía unos ojos estrechos que eran virtualmente hendiduras y en su cara asomaba una sonrisa que no resultaba agradable, sino algo burlona. En cuanto a su cuerpo, era ciertamente delgado y alto, dándole un aspecto bastante frágil. Su uniforme era muy diferente al mío. Llevaba una túnica suelta de estilo oriental gris oscura, que cubría sus brazos y bajaba por su torso. Sus pantalones eran negros y tenía una faja dorada atada alrededor de su cintura. Desde el interior de su túnica se asomaba la insignia que todo el Comité Disciplinario tenía que llevar consigo, el cuchillo de plata.
Algo en él me hacía desconfiar. Parecía misterioso y, de alguna forma, extraño.
“¡Tenías que ser el último miembro del Comité Disciplinario en llegar! Me llamo Kai Crestless, ¡y estoy en cuarto año! Puedes llamarme Kai, ¡sin más!”
Su expresión no cambió en absoluto; sus ojos seguían siendo estrechos y sus labios aún sonreían, pero levantó su brazo en un gesto de bienvenida, revelando unas manos que estaban completamente envueltas en vendas, dando la apariencia que llevaba guantes.
“Hola. Me llamo Arthur Leywin. Encantado de conocerte.”
Le estreché esa mano envuelta en vendas.
“¡Bah! ¡Otro niño bonito de aspecto frágil! ¿Por qué no hay ningún hombre DE VERDAD en este comité?”
Echando un vistazo, me di cuenta de dónde venía la voz y no pude evitar recordar lo que Elijah me había comentado el día anterior antes de la cena. Una enana de aproximadamente metro cuarenta y cinco de altura, con extremidades del grosor del tronco de un árbol, saltó desde donde estaba sentada y se acercó a mí. Las señales que implicaban su sexo eran su largo cabello castaño y su voz aguda, que no se ajustaban a su apariencia masculina.
“Parece que trabajaremos juntos, así que mejor me presento. Me llamo Doradrea Oreguard y, al igual que tú, soy de primer año. Vamos a llevarnos bien.” – dijo con sencillez mientras golpeaba con firmeza mi cintura, enviando una sacudida por todo mi cuerpo. Qué poder.
“Arthur Leywin. Encantado de conocerte.” – le respondí frotándome la espalda.
“Bueno, continuemos. Sígueme. Kai y yo estábamos esperando en la vanguardia para ver quién sería el último en llegar. El resto de los integrantes del Comité Disciplinario están en la otra habitación. La Directora Goodsky no mencionó quién iba a ser el último miembro, así que todos sienten cierta curiosidad.”
La enana me llevó a través de un pasillo mientras Kai nos seguía acompañado de su bestia de maná.
“¡CHICOS! ¡EL ÚLTIMO MIEMBRO ESTÁ AQUÍ!”
Doradrea gritó a todo pulmón cuando llegamos a la habitación del final del pasillo.
Dentro de la gigantesca habitación, que asumo se usa para celebrar eventos, veo otras cinco personas. Sin más preámbulos, me acerco y los saludo a todos a la vez.
“Me llamo Arthur Leywin y acabo de empezar a asistir a esta Academia en la rama de Magia Académica. Soy un aumentador de doble atributo elemental, versado en viento y tierra.” – digo mientras hago una reverencia.
“¿Arthur Leywin?”
La primera voz que escucho suena sorprendida. Mirando hacia atrás, veo un chico que parece tener alrededor de 17 años. Tiene el cabello de color caoba profundo, con púas, que lo hace parecer casi como un león. Sus cejas en forma de espada y unos ojos marrones consiguen que su mirada sea impactante. Me lleva un par de segundos, pero pronto me doy cuenta de quién es.
“Si no recuerdo mal, debes ser el Príncipe Glayder, ¿no?” – cuanto más lo miro, más confiado estoy en que se trata de Curtis Glayder, hijo del Rey de Sapin.
“Difícilmente puedo llamarme a mí mismo ‘Príncipe’, ya que los tres reyes y reinas abandonaron su título y se llamaron a sí mismos ‘El Consejo’. Sin más, llámame, Curtis.”
Hablaba con mucho carisma, y su voz grave poseía cierta profundidad. Su expresión era de preocupación, ya que los guardias de su padre me habían causado ciertos problemas la última vez que nos cruzamos.
“Me alegro de verte de nuevo, Curtis. Debes estar en quinto año, ¿verdad?”
Mi respuesta fue alegre, lo que alivió la mirada preocupada que tenía.
“¡Sip! Potenciador de quinto año, con atributo de fuego, así como domador de bestias. Me alegro de verte de nuevo.” – anunció mientras nos dábamos la mano.
Mientras que el uniforme de Kai era principalmente una túnica, el de Curtis era mucho más complejo. Su vestimenta me recordaba a un uniforme militar anticuado, pero sin la gorra. Su chaqueta militar negra tenía detalles gris oscuro y botones dorados. Su hombrera derecha tenía un cordón militar que estaba unido al cuello de su chaqueta, dándole un aura refinada, pero feroz.
“¡Ahh! Ese león celestial que me ha saludado debe ser el que tu padre adquirió en la subasta de hace varios años.”
Todo encajaba. Mientras, la bestia de maná que tan amablemente me había saludado, se sentó detrás de Curtis.
“Ah... ¿Kai ha usado a Grawder para asustarte?” – dijo lanzándole una mirada a Kai, que se encogió de hombros. – “De todas formas, sí. Recuerdo que estabas con nosotros; cuando lo compramos era un cachorro. Firmamos un contrato de igualdad el año pasado, cuando alcanzó la clase A.”
Trataba de parecer humilde, pero me daba cuenta que estaba muy orgulloso de llamarse a sí mismo un domador de bestias. No me importaba, ya que ese logro era una gran hazaña. Resultaba especialmente importante el hecho de haber conseguido un contrato de igual a igual, en lugar de un contrato de amo-sirviente con su bestia.
“¡Parece que tu vínculo también ha cambiado un poco! Aunque en realidad no ha cambiado mucho de tamaño.”
Se frotaba la barbilla mientras estudiaba a Sylvie, que estaba dormida en mi cabeza. Solo analizando su circulación interna de maná, Curtis no parece haber pasado por la asimilación, ya que la voluntad del león celestial no es demasiado fuerte en él.
“Sí, su ritmo de crecimiento parece ser muy lento.” – digo de forma indiferente.
“¡Está bien! Aunque hay bastantes estudiantes aquí que tienen vínculos, la mayoría no son domadores de bestias, y no muchos de estos tienen contratos de igualdad.”
Me daba palmaditas en el hombro, tratando de consolarme.
Mirando de cerca, Curtis y su león celestial se ven extrañamente similares. El pelo de Curtis y la melena de Grawder son de un color comparable, y ambos tienen un aspecto feroz.
“¡Ah, cierto! Recuerdas a mi hermana Kathlyn, ¿verdad?”
A su lado estaba una pequeña chica de cabello negro, que recordaba a una bonita niña. Me hizo una reverencia silenciosa. Estaba vestida de forma muy similar a su hermano, excepto que en vez de pantalones, llevaba una falda que le llegaba hasta las rodillas, como la mayoría de las demás chicas de la Academia. La única chica que he visto hasta ahora que no usa falda ha sido Doradrea, de lo que no me quejo… En absoluto.
“Me alegro de verte de nuevo.”
Hago una simple reverencia a modo de respuesta. Ha crecido para parecerse cada vez más a su madre. El marcado contraste de su impecable piel de porcelana, su pelo negro azabache y sus ojos oscuros con largas pestañas hacen que parezca una muñeca.
“Encantada de verte una vez más, Arthur. También estoy en primer año y asisto como estudiante de tipo Mago Académico. Conjuradora especialista en magia con atributo de hielo.”
Se inclina una vez más; su expresión es como la de una estatua. Ya veo... ¡Es una Anormal!
“Supongo que soy la siguiente, aunque no es que haya un orden… ¡Me llamo Claire! Claire Bladeheart. Soy una estudiante de sexto año del tipo Mago de Batalla, ¡con doble atributo en fuego y viento! Además, ¡soy la líder del Comité Disciplinario! Soy una aumentadora, ¡como tú! ¡Así que pregúntame si tienes alguna duda!”
Esta estudiante de último año destila positividad y pasión por todos sus poros. No es ni de cerca tan bonita como Tess o Kathlyn, pero tiene su propio encanto, con un cabello rojo escarlata que le llega hasta las mejillas. Claire también usaba un uniforme de estilo militar, pero en lugar de un cordón dorado como los hermanos Glayder, llevaba en ambos hombros charreteras doradas, junto con un collar adornado de igual manera alrededor de su cuello. Eso, junto a una falda con detalles en gris claro y dorado y las botas que le llegaban hasta las rodillas, le daba a su uniforme un aire mucho más principesco.
Si lo comparaba con el mío… Intentaba imaginarme con un uniforme como el de Claire y me estremecía al pensarlo. Aunque le quedaba muy bien, yo prefería un uniforme mucho menos llamativo.
Me llevó un segundo reconocerla, pero de repente recordé por qué su nombre me resultaba tan familiar.
“¿Puede ser que seas pariente de Kaspian Bladeheart?” – pregunté.
“¿Oh? ¿Conoces a mi tío?” – inclinó la cabeza hacia un lado.
“No. He escuchado muchas cosas asombrosas sobre lo fuerte que es Kaspian Bladeheart por parte de un miembro del antiguo equipo de mi padre.”
Le envío una cálida sonrisa mientras asiente con la cabeza en señal de comprensión.
“Ya veo. Bueno, fui entrenada por mi tío tan pronto desperté; muchas de mis técnicas son similares a las suyas. Obviamente, todavía tengo un largo camino por recorrer, sin embargo.”
Noto que coloca la mano en la empuñadura dorada de su estoque, que lleva atado al lado izquierdo de su cintura.
“Bueno, pero si es Arthur Leywin. ¡Cuánto tiempo sin vernos!”
Un alto elfo rubio, que parece ser un par de años mayor que yo se levanta, cruzando sus brazos mientras me mira.
“Mis disculpas... ¿Te conozco?”
No tengo ni idea de quién es este elfo hasta que Sylvie me dice mentalmente quién es.
“¡Ah! ¡Eres Feyfey!” – exclamo mientras lo señalo sorprendido.
¡Vaya, se ha hecho grande! Es al menos un cabeza más alto que yo. Se ha convertido en un chico muy guapo.
La cara de Feyfey instantáneamente se puso roja como una remolacha mientras colocaba ambas manos sobre mis hombros.
“Es FeyRITH... Feyrith Ivsaar III. Y aunque soy de primer año como tú, todavía tengo un par de años más, así que no me llames por apodos. Soy un conjurador especialista en agua, por cierto.”
Puedo ver unas venas que salen de su frente.
“¡Ja, ja! ¡Cuánto tiempo sin vernos!” – exclamé mientras le daba la mano.
El me miraba desconcertado. Su uniforme era completamente negro con rayas doradas en los hombros. Era más sencillo que el de los demás, pero le quedaba bien.
“Por último, pero no menos importante, ¡este es Theodore Maxwell!”
Claire se interpone entre Feyrith y yo, por lo que dirijo mi atención al último miembro.
“¡Hmph! Parece que el Comité Disciplinario es lo suficientemente débil como para reclutar inútiles.”
Theodore se levantó y juro que pensé que era un oso. Medía unos dos metros de altura por lo menos, fácilmente alrededor de la misma altura que Grawder, el león celestial de Curtis. Su uniforme consistía simplemente en un chaleco desabrochado, revelando sus abultados músculos. Por las marcas de desgarro en las aberturas de los brazos del chaleco, puedo asumir que no era originalmente un chaleco.
Se situó frente a mí y puso una mano sobre mi hombro.
*¡VMMMMM!*
De repente, sentí que el peso sobre mí aumentaba varias veces; mis pies comenzaron a hundirse y el suelo a mi alrededor comenzó a agrietarse. Se trataba de un anormal capaz de manipular la gravedad.
Mi cuerpo fue capaz de soportarlo gracias a la asimilación que había realizado con la voluntad de dragón de Sylvie, pero aun así sentí cómo mi cuerpo empezaba a protestar. Reforcé mi cuerpo con maná mientras miraba a Theodore directamente a los ojos. ¿Quieres hacerme una prueba?
“¡Umm!”
Sintiendo la fría y amenazante mirada que le doy, Theodore libera su habilidad y se aleja, murmurando ‘no está mal’.
*Fiuuuuuu*
“Arthur, tienes agallas. Feyrith se cayó de rodillas cuando Theodore le hizo eso.” – se burla Kai a escondidas.
“Soy un conjurador, ¡mientras que Arthur es potenciador! Por favor, no me comparéis con bestias como vosotros.” – dice escondiendo la cara, rojo por la vergüenza.
“¡Vale, Vale! ¡Estoy emocionada por lo que nos depara este semestre! ¡Formaremos un equipo de ahora en adelante, chicos! Tendremos la oportunidad de relacionarnos y estrechar lazos... ¡No puedo aguantar la emoción!”
Claire se pone de pie y habla con una voz alegre, mientras extiende su mano.
“¡Estoy deseando que llegue!”
Kai pone sus manos vendadas sobre las de Claire, su cara sigue manteniendo esa sonrisa burlona.
“¡Kya! ¡Suena como si fuéramos a tener momentos interesantes!”
Doradrea se pone de puntillas mientras coloca su fornida mano sobre la de Kai.
“¡Ja, ja! ¡Sí! ¡Hagamos lo mejor que podamos!”
Curtis también mete la mano, Kathlyn lo sigue sin decir nada.
Acabo de conoceros a todos y ya estoy agotado.
“¡Ains…! Estoy seguro de que será una aventura.”
Me relajo mientras pongo mi mano sobre la de Kathlyn. Sylvie corre por mi brazo y pone también su patita.
Theodore puso su enorme mano sobre la de Sylvie, provocando que todo el círculo diera un paso hacia atrás. Mientras Theodore asentía en silencio, Claire mostró una gran sonrisa confiada y grito para todos:
“¡Por nosotros! ¡EL COMITÉ DISCIPLINARIO!"
“¡AYE!”
* * *
“Antes de que comience la actividad de los clubes, el Consejo Estudiantil quiere presentar formalmente a los estudiantes de esta academia a un grupo que ha sido escogido personalmente por la Directora, con la esperanza de resolver y prevenir disputas entre los estudiantes, así como para hacer cumplir las medidas de penalización para los alborotadores. Mientras que el trabajo principal del Consejo Estudiantil es ayudar a la Directora a asegurarse de que esta Academia, y los eventos que se llevan a cabo, se desarrollen sin problemas, el trabajo de este grupo será mantener la paz y la seguridad de los estudiantes, ya sea en contra de otros estudiantes o de intrusos, por medio del correcto uso de su magia. Por favor, ¡uníos a mí para dar la bienvenida al Comité Disciplinario!” – la voz de Tessia subió un tono en la última frase.
El auditorio se llenó de aplausos al levantarse las cortinas rojas detrás de las cuales estábamos nosotros. Nos quedamos allí, con la espalda recta y las manos pegadas a los lados. Tengo que admitir que, con gente como Curtis (con Grawder a su espalda), Theodore, Claire e incluso Feyrith, nos veíamos muy impresionantes con nuestros uniformes de colores conjuntados.
Eché un vistazo a Tessia y me di cuenta de que me estaba mirando, pero en cuanto nuestros ojos se encontraron, rápidamente apartó la cabeza.
Mientras estábamos frente a los estudiantes de Xyrus en el escenario uno al lado del otro, sacamos nuestros cuchillos y los sostuvimos frente a nosotros para mostrar su insignia. Desenvainando nuestro cuchillo, procedimos a hacer una pequeña rutina coreografiada antes de saludar.
Claire habló en nombre del Comité Disciplinario, dando un pequeño discurso antes de que todos saliéramos por el fondo del escenario, dejando a la multitud con sus emociones encontradas.
Para algunos estudiantes, el Comité Disciplinario pretendía servir a modo de grillete, prohibiendo su comportamiento malcriado. Para otros, el Comité Disciplinario aportaba un apoyo, protegiendo a los estudiantes de daños innecesarios.