jueves, 12 de marzo de 2020

TBATE Capítulo 48

Capítulo 48
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Traducido por Ricad2H20 y Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

En un par de segundos, las enredaderas envolvieron a Jack por completo. Mientras luchaba por liberarse, éstas se aferraron con más fuerza, haciendo que su rostro se tornara de un feo color. Si bien la mayoría de los estudiantes estaban confundidos, Charles parecía saber exactamente lo que ocurría y, mientras su rostro palidecía, inmediatamente se alejó de la conmoción que acababa de crear. Elijah también estaba ligeramente sorprendido y giraba su cabeza de izquierda a derecha para ver quién había lanzado el hechizo, pero la persona responsable no se veía por ninguna parte. Levantándome, me coloqué ante el asfixiado Jack, que ya se había dado por vencido en su intento de luchar contra las enredaderas. Un ambiente nervioso surgió en el comedor al tiempo que todo el mundo se quedaba callado, esperando a que apareciera el autor del conjuro. Echándole una mirada significativa a Elijah, levanté silenciosamente el brazo y coloqué mi palma en las enredaderas para liberarlo de las plantas. Reteniendo la cantidad de maná necesaria para realizar el hechizo, hice que un poderoso vendaval saliera de mi mano. *¡FWOOOOSHHHH!* Los seguidores de Ravenpor que estaban detrás de Jack se cubrieron para protegerse del vendaval al quedar atrapados en el hechizo. Desgraciadamente, aunque había tenido la amabilidad de liberar a Jack de las enredaderas que le estaban asfixiando, también despedacé su ropa en el proceso, dejándolo de la misma manera en que había salido del vientre de su desafortunada madre. “¡COF! ¡COF!” Jack cayó de rodillas con su pequeño hijo colgando. Daba la impresión de ser demasiado enano en comparación con su gran cuerpo, y todos podían verlo. Sin una sola palabra o cambio de expresión, me di la vuelta y caminé hacia Charles, que intentaba salir de forma discreta del comedor. Estaba junto a la pared, y ya casi se encontraba ante las puertas principales cuando desenvainé el cuchillo del Comité de Disciplina que había recibido de la Directora. Lo lancé, imbuido con maná de viento. “¡AAHH! ¿Qué demonios?” Cuando el cuchillo cortó el aire y perforó su chaqueta, sujetándolo contra la pared, aparecí ante su rostro. “Tal vez solo sean cosas mías, pero encuentro patético que mocosos como tú, que provenís de familias nobles, golpeen su pecho por algo que nunca se han ganado. Antes de presumir acerca de cuán poderosa es tu familia, sé lo suficiente competente como para no avergonzarla.” Tras esas palabras retiré el cuchillo que estaba luchando por sacar y salí por la puerta, sin mirar atrás. El aire fresco del otoño me dio la bienvenida cuando cerré la puerta, haciendo que mi respiración fuera visible ante mí, con la forma de una nube. ‘¡Es mamá!’ La cabeza de Sylvie se disparó desde lo alto de mi cabeza. “Sabes, podrías haberlo matado si no interrumpo el hechizo.” – dije mientras miraba hacia el cielo nocturno iluminado por incontables estrellas, ignorando a mi vínculo. “Iba a cancelarlo cuando se desmayara. Además, sé que podías manejarte.” – respondió una voz familiar a unos pocos metros de mí. “Pfft... ¿AHORA me lo dejas a mí? ¿Qué evitó que hicieras lo mismo esta mañana después de la ceremonia?” – pregunté con una risita. “……” Caminé hacia la figura que estaba apoyada en la pared del edificio. Su rostro y el resto de rasgos reconocibles estaban enmascarados por las sombras de la noche estrellada. Por su silencio, ya podía imaginar qué clase de expresión preocupada tenía en su rostro. Me detuve frente a la figura cuando estaba lo suficientemente cerca como para ver su rostro, pero como ella estaba mirando hacia abajo, únicamente podía ver la coronilla de su cabello de color plateado. Parecía como si brillase. “Ejem.” – tosí de forma incómoda, cubriendo la boca con el puño mientras el silencio que había entre nosotros se extendía como si durase una eternidad. Al final, miró hacia arriba, revelando su rostro, mientras jugueteaba con las manos detrás de su espalda. “……” “LO SIENT…” *PAF* “¡AAAYYYYY!” Destruimos de inmediato la incómoda atmósfera mientras nos golpeamos la cabeza al hacer una reverencia al mismo tiempo. “Pfft… ¡Ja, ja, ja, ja! Supongo que ambos queríamos disculparnos, ¿eh?” No puedo evitar sonreír mientras froto ligeramente mi dolorida cabeza. “Supongo que sí…” – respondió Tess masajeando también su cabeza mientras continuaba mirando hacia abajo. *Sniff* Me agacho para poder ver el rostro de mi amiga de la infancia. “Tess, ¿estás llorando?” – dije en tono de broma mientras limpiaba con cuidado las lágrimas con el interior de mi manga. *Sniff* “Es porque me duele…” Aunque me permite limpiarle la cara, sus ojos siguen evitando los míos. “¿Te duele mucho?” Mi voz se vuelve tierna al tiempo que dejo de inclinarme, y acaricio delicadamente el lugar donde mi cabeza la ha golpeado. “¡SÍ! ¡Me duele mucho!” – grita apartando mi mano y enterrando su rostro en mi pecho mientras envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y comienza a llorar. Los segundos parecen alargarse cuando siento cómo su cuerpo tiembla por sus respiraciones erráticas y sus hipidos. No puedo evitar sonreír mientras la abrazo y acaricio su cabeza para tranquilizarla. *Sniff* “Pensaba que me odiabas.” *Sniff* Apenas puedo entender lo que dice entre sus sollozos y el hecho de que su voz se vea sofocada por hablar con el rostro pegado a mi pecho. “Aunque haya momentos en los que me enfade contigo, nunca podría odiarte, Tess.” – dije suavemente. – “No quiero eso.” “No quiero eso.” *Sniff* “No quieres... ¿El qué?” “¡No quiero que te enfades conmigo!” – murmura con el rostro pegado en mi pecho. “Bueno, antes me equivoqué, no debería haberte atacado de esa manera.” Me doy cuenta que realmente no trato a Tess como a todos los demás. Si bien con la mayoría de la gente no vale la pena enfadarse, aparte de mi familia y Elijah, Tess es probablemente la única persona capaz de hacer que me comporte de esta manera, a pesar de que esto me haga parecer algo inmaduro. “¡NO! Yo también me equivoqué. Yo… ¡No debería haberte recriminado así en frente de todas esas personas! Pe-pero fue porque tengo que representar a la estricta Presidenta del Consejo Estudiantil frente a todos, ¿sabes?” Su rostro parece desesperado cuando finalmente levanta la vista, y sus preocupados ojos rojos están un poco hinchados de tanto llorar. “¡¡¡AAAARTH!!! Deberías haber visto los rostros de todos después de que tú… ¡AH!” – gritó Elijah que corría hacia mí hasta que se percató de quién estaba conmigo. Al principio solo había visto el contorno de una sombra tras mi espalda. Al darme cuenta que Tess todavía está enrollada a mi alrededor, no puedo evitar enviarle una mirada avergonzada. “L... Luego te veo en nuestra habitación.” – tartamudea antes de huir a toda velocidad. Casi se tropieza con sus propios pies de lo rápido que los movía. “JA, JA. Tess, pienso que es tiempo para que me sueltes.” Sonrío cuando su rostro se pone de color rojo brillante al darse cuenta de cuánto tiempo llevaba aferrada a mí. “O… Oh cierto…” Me suelta inmediatamente, dando un paso atrás mientras sus ojos miran hacia abajo; está demasiado avergonzada para mirarme. No puedo evitar soltar una suave risa al ver cómo mi amiga de la infancia realmente no ha cambiado. “¿Quieres dar un pequeño paseo conmigo?” – digo con una sonrisa mientras Sylvie salta de mi cabeza a sus brazos. “¡Kyu~!” – grita. – ‘¡Cuánto tiempo sin verte, mamá!
* * *
Punto de vista de Tessia Eralith: Cada uno de sus pasos es ligero y confiado, como si siempre estuviera seguro de su dirección y propósito. ¿Es así como camina? Esa mirada que parece tranquila y equilibrada, aunque todavía sigue siendo ligeramente juguetona… ¿Es su mirada? ¿La forma en que brilla en mitad de la oscuridad? ¿Quizás su sonrisa? ¿Qué hace que me atraiga de esta manera tan estúpida? ¡Solo se trata de otro chico! Otro chico con talento, muy educado y ligeramente guapo. ¡Eso es todo! ¿Qué es lo que hace que me vuelva tan tonta al verle y por qué sigo haciendo cosas para avergonzarme cuando está ante mí? “Haa...” “¿Ocurre algo?” – dice mientras me mira con gesto preocupado. La suavidad de su voz hace temblar mi columna vertebral. “N… ¡No! ¡No pasa nada! Ja, ja.” Siento que mi cara se pone roja una vez más, así que acaricio a Sylvie más rápido a modo de distracción. Cielos, ¡maldición! Puedo sentir cómo sus ojos me estudian mientras caminamos por el sendero de mármol, con la luz de la luna como única fuente de luz asomándose entre los árboles que se encorvan sobre el paseo. En nuestro último encuentro apenas estuvimos juntos un par de segundos antes de que las cosas empeoraran, así que han pasado cuatro años desde la última vez que nos vimos. También tengo ganas de mirarlo fijamente, pero sé que voy a ponerme de un color rojo brillante, así que mantengo mi mirada baja. Me pregunto si mira así a otra chica. Quiero toda su atención para mí, como ahora. Debo hacer un esfuerzo para no volver a suspirar, porque me oiría. Comenzamos a hablar sobre lo que ambos hemos estado haciendo estos últimos años. Su tiempo como aventurero ha sido realmente emocionante, pero no puedo evitar estar un poco desilusionada al saber que ha estado con esa chica llamada Jasmine todo el tiempo. “¡Pfft!” La comisura de los ojos de Art se arruga cuando revela su brillante sonrisa. “Qu… ¡Qué!” No puedo evitar sostener a Sylvie a la defensiva. “Es solo que estoy disfrutando de las diferentes expresiones que me estás mostrando mientras te cuento mi historia.” Echo un vistazo a su mirada, pero esto hace que me ponga roja una vez más. Esto está llegando al absurdo. Tendría mucho frío si no hubiese contado con Sylvie a modo de calefacción, pero Art no parece tener frío en absoluto. Me pregunto si ser domador de bestias también fortalece su cuerpo para estas situaciones. Empiezo a avergonzarme al recordar que lo he estado abrazando durante tanto tiempo. Aunque estaba realmente cálido. Me siento un poco menos tensa mientras seguimos hablando. Le cuento un poco sobre mi entrenamiento con el abuelo, pero me centro más en la parte en que la abuela Cynthia se convierte en mi maestra. “¿La llamas abuela?” – pregunta con la cabeza inclinada un poco por la curiosidad. “Me dijo que la llamara así porque yo soy su única discípula y porque no tiene hijos.” – respondo mientras asiento. “Ya veo...” – dice Art mientras reflexiona. Continúo con el estricto entrenamiento que he tenido que seguir y de cuán complicado ha sido para mí mejorar mi atributo mágico debido a la falta de maestros. Aunque no existan otras razas que puedan manipular el maná de las plantas, ni siquiera entre los elfos hay muchas personas que puedan lograr algo así. Al final, como solo algunas líneas de sangre de los linajes de los hombres tienen la capacidad de aprenderlo, terminan por enfocarse en algún otro elemento. Resulta demasiado complicado aprender la magia de las plantas. “Así que terminaste convirtiéndote en una doble especialista de plantas y viento. Guau, sabía que eras una maga con mucho talento.” Su aspecto sincero me hace sentir orgullosa. Recibo elogios de todo tipo de figuras importantes, pero un simple cumplido por su parte me hace feliz. “Tiene sentido que la Directora Goodsky te enseñe.” – continúa. Para cuando llegamos frente a los dormitorios quiero que el tiempo se detenga. ¿Por qué los han construido tan cerca del comedor? Deberían estar situados en la otra punta de la escuela… “Ambos deberíamos dormir un poco. Se está haciendo tarde y mañana es un gran día.” – dice mientras me acaricia la cabeza. Lo disfrutaría mucho más si no me hiciera sentir que me está tratando como a una niña. “S… Sí. Tienes razón. Felicidades por ser miembro del Comité Disciplinario, Art.” Trato de sonreír, pero empiezo a darle vueltas a mi aspecto. Afortunadamente, solo me devuelve la sonrisa mientras Sylvie vuelve a saltar sobre su cabeza. “Gracias.” Miro su espalda cuando comienza a dirigirse a su dormitorio, cuando se da la vuelta, sorprendiéndome. “¡Casi lo olvido!” – dice al tiempo que coge mi mano y la levanta. A continuación, coloca algo de su bolsillo sombre mi palma. – “¡Ten! Probablemente te será de mucha ayuda.” Soltando mi mano, me guiña un ojo de forma juguetona antes de volver a darse la vuelta mientras Sylvie agita su pequeña pata hacia mí. Ni siquiera me ha dado la oportunidad de darle las gracias. Mirando hacia abajo, estudio la opaca y pequeña esfera verde. No parece muy especial, pero significa mucho para mí por el mero hecho de venir de Art. Sin embargo, conociéndolo, no será un simple objeto decorativo que ha pensado que me iba a gustar. “Me pregunto…” Intento poner un poco de maná en la esfera y casi la dejo caer por la sorpresa. Mis manos comienzan a temblar de forma incontrolada. “Es… ¡Esto es…!”
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:Papá, estás realmente feliz. ¿Es porque has hecho las paces con mamá?’ – dice Sylvie burlándose de mí mientras subo las escaleras de regreso a mi dormitorio. ‘Sylv, ¿puedes dejar de llamarla mamá?’ – le contesto mientras pellizco y retuerzo la pequeña oreja del dragón. “¡Habitación 394! Al fin…” Hemos caminado muy despacio y nos hemos detenido mientras hablábamos, así que ya es muy tarde. Abro la puerta con cuidado por si se da el caso en que Elijah esté dormido, pero casi me sobresalto al verlo sentado con las piernas cruzadas frente a la puerta, con los ojos inyectados en sangre por quedarse despierto hasta tan tarde. Hace mucho que ha pasado la hora en la que suele irse a dormir. “Err... Veo que todavía estás despierto.” – digo mientras hago un torpe movimiento de saludo con la mano. “Demonios, sí, claro que estoy despierto.” – responde cruzándose de brazos y usando la barbilla para señalar mi cama, instándome a que me siente. “Aah… Adelante.” – suspiro impotente mientras dejo que mi mejor amigo libere su aluvión de preguntas.
* * *
Eran casi las 4 de la mañana cuando terminó y los dos nos tumbamos en nuestras camas, cansados, tanto física como mentalmente. Sylvie hacía rato que se había quedado dormida. “No puedo creer que la estuvieras abrazando.” Lo veo sacudir la cabeza mientras estaba acostado boca arriba. “Te he dicho que la conozco desde que tengo cinco años. No es sorprendente que se sienta más cómoda conmigo.” – añado de forma sencilla. Elijah sacude la cabeza una vez más. “Tras tu salida, algunos de los estudiantes sabían que había sido la Presidenta la que había usado el hechizo de vid, ya que ella es la única que puede usarlo a ese grado. ¿Conoces todos los nombres con los que se refieren a ella?” – dice mientras se incorpora para mirarme. “¿Cómo la llaman?” – pregunto interesado. “Hay dos que se repiten más.” – continúa mientras se inclina aún más cerca. – “El primero, es La princesa intocable.” “¿Intocable? ¿Por qué? ¿Es mucho más fuerte que los demás?” – pregunto. “La diosa de la luna.” – contesta ignorándome. “¿Eh? ¿Por qué diosa de la luna?” Me reía de los apodos juveniles. “Porque ella es como la luna, Art. La luna se ve tan cerca que parece que puedes agarrarla, pero no importa cuánto lo intentes, nunca la tocarás. ¡Pero tú! ¡Has tocado la LUNA! ¡Has ABRAZADO a la luna!” – añadió agitando sus brazos mientras se dejaba caer sobre la cama. “Ve a dormir.” – respondí. Los dos estamos demasiado cansados para seguir arrastrando este asunto. La cabeza ya me duele solo con pensar en lo cansado que estaré la mañana siguiente. Al final, los pensamientos sobre lo que había sucedido esta noche me mantuvo despierto. Seguía dándole vueltas a si lo que había hecho en el comedor había sido lo correcto. Este era un hábito que había adquirido tras ser rey y evaluaba mis acciones pasadas para planificar mis acciones futuras. A mi lado, podía escuchar a Elijah profundamente dormido, mientras murmuraba cosas sobre la luna.
* * *
“¡Despierta!” – grité mientras golpeaba a Elijah en el estómago cuando terminé de abrochar la correa del hombro con el cuchillo que indicaba que era parte del Comité de Disciplina. “¡Uuf!” Elijah se sobresaltó sorprendido, pero terminó gimiendo al darse cuenta de lo cansado y dolorido que estaba. “Puedo ver por qué no te gusta que te despierten así.” – murmuró mientras se frotaba el estómago. Sonriéndole a mi amigo, caminé hacia la puerta. “Me voy, así que date prisa y prepárate. Nos vemos en la primera clase.” – dije sin mirar atrás. A continuación caminé hacia el auditorio. Se suponía que debía reunirme formalmente con todos los demás miembros del Comité de Disciplina en la pequeña sala de espera que había dentro del auditorio. Estaba ligeramente emocionado sobre qué tipo de personas podrían ser. “Kyuuu…” – dijo Sylvie emocionada mientras balanceaba su cabeza de un lado a otro. A partir de hoy, todos sabrían que soy parte del Comité de Disciplina. Sonreía al imaginarme cómo sería la cara del grupo Ravenpor al darse cuenta de lo que implicaba que mi uniforme fuera diferente al de ellos. Al llegar a la entrada trasera del auditorio, estiré la camisa, me ajusté el chaleco y la correa y abrí la puerta. Me sentía cansado y con sueño, pero tenía mucha curiosidad.