Arco 9 Capítulo 70
Lazos obligados
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
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Editado por AMarauder
Después de desayunar, Ayla se encontraba arreglando el cabello de Liese frente a la cómoda de su habitación. El peinado que Ayla le estaba haciendo a Liese era conocido generalmente como moño, en otras palabras, el peinado ‘dumpling’.
Según había escuchado de Kazura en el desayuno, el día de hoy estarían instalando las norias en los campos de cultivo. Y ya que para eso no podía usar una rata y debía caminar, tenía que llevar un atuendo que le permitiera moverse libremente; lo mismo se aplicaba a su peinado.
“Oye, Ayla. ¿Qué piensas de lo que han dicho hace rato?” – preguntó Liese a Ayla, quien arreglaba su cabello en silencio mientras Liese la veía a través del espejo de la cómoda.
“Hmm… ¿Te refieres a mi condición actual como asistente del señor Kazura?”
“Sí. Aunque el señor Kazura tiene otra criada asignada, ¿qué piensas sobre la razón de ser nominada a esa posición?”
“La verdadera razón. ¿Lo cierto…?”
Ayla dejó de peinar su cabello y se puso a pensar mientras gruñía.
“Mmmmmm. Tal vez sea que tengo mucha experiencia como asistente y mi edad es similar a la del señor Kazura. A juzgar por su aspecto, el señor Kazura parece tener unos veinticinco años, por lo que puede ser por eso.”
“…”
Liese iba a interrumpir para decirle que ese no parecía ser el caso, pero Ayla prosiguió.
“O quizá, la señora Zirconia busca que con esto interactúes más con el señor Kazura y… ¿Te intereses en él? Pienso que al ser designada como asistente personal del señor Kazura, mi posición creará un punto en común entre vosotros. Y considerando que el señor Kazura ha sido invitado a tomar los alimentos junto a los miembros de la familia, creo que no hay error al pensar en esto.”
“Mmm, estaba pensado lo mismo.” – Liese asintió con la cabeza al tener el mismo pensamiento que Ayla. – “Hace algunos días, Madre vino a mi habitación para hablar sobre el señor Kazura y no tengo duda que buscaba que tuviera interés en él. Sin embargo, hay un punto de todo esto que no puedo comprender.”
“¿Qué es lo que no puedes comprender?”
Cuando Ayla le devolvió la pregunta, Liese inclinó su cabeza confundida y continuó.
“Madre no me quiso responder cuando le pregunté a qué casa de nobles pertenece el señor Kazura. ¿No piensas que hay algo raro?”
“Ciertamente…”
Cuando a Liese le contaron las circunstancias del señor Kazura por boca de Zirconia, le había dicho que era un gran noble de cierto país. Sin embargo, Liese no había obtenido repuesta al preguntar a qué país pertenecía. Pensando en ello, no había ninguna razón para que le ocultaran tal información, y si la intención era que Liese tuviera intereses románticos en él, lo hacía aún más ilógico para ella.
“Tal vez sea un noble de Balveil.” – se aventuró Ayla.
“Hmm, eso no es posible...”
“Pero, si consideramos que pertenece a la nobleza de un país cercano, solo tenemos a Balveil en el Norte, ¿no es así? No debería haber nobles que se alejen tanto. Craylutz está menos al Este que Protia, eso sin mencionar que Craylutz no tiene tan buena relación con Arcadia.”
El país vecino del Este, Craylutz, no tenía ningún noble de alto rango. La razón de eso era porque Craylutz había sido un gobierno demócrata directo desde tiempos antiguos. La democracia directa es una forma de gobierno donde cada individuo es capaz de participar directamente en él. En Craylutz, cualquier ciudadano mayor de dieciocho años tenía derecho de participación en los asuntos del congreso. En tiempos de paz, los miembros de alto rango, como el líder del país y los oficiales diplomáticos, eran nominados bajo votación, y su periodo de gobierno estaba limitado a solo un año. Por este motivo, el interesarse específicamente por alguna persona no tenía sentido.
Aunque aún quedaban nobles del antiguo modo de gobierno, la nobleza de Craylutz no era muy diferente de los ciudadanos comunes. En resumen, el país de Craylutz se centraba en el ciudadano común. Por supuesto, la disparidad de riqueza seguía existiendo, pero tanto el rico como el pobre tenían los mismos derechos, como ciudadanos comunes. Además de eso, en Craylutz existían más ciudades diferentes de la capital, que habían formado una alianza de ciudades-estado. Se llamaban a sí mismos ‘La alianza de ciudades-estado de Craylutz’.
El país de Protia, que se encontraba al Este de Craylutz, era una monarquía. En él, los nobles tenían el poder, pero no había sido hasta una época reciente que había tenido contacto con Arcadia.
En la guerra de hacía cuatro años, gracias a la intervención de Craylutz, los países cercanos habían tenido una interacción entre ellos para oponerse a Balveil. Aun antes de esto, la relación entre países había sido favorable debido al tratado de comercio entre ellos. Por cierto, la relación entre Craylutz y Protia actualmente era bastante buena.
Antes de la guerra de hacía cuatro años, la relación entre ambos países se había visto comprometida por las concesiones de derechos marítimos y otros asuntos, pero cuando llegó el enemigo común de ambos, unieron sus manos. Con esto, hubo una mejora temporal entre ellos para oponerse a Balveil, pero aun así no estaba claro lo que pasaría una vez la guerra con Balveil terminase.
A parte de estas dos, había otra nación más al Este de Protia llamada Reino Eltair, la cual también había participado en la alianza de la guerra anterior. Su tamaño era similar al de Protia, pero su relación con Arcadia era aún menor que con Protia por la larga distancia entre ellos. Ya que por tierra era necesario atravesar por tres naciones, la mayoría del comercio se realizaba a través del mar.
“Sin embargo, la señora Zirconia detesta en gran medida a Balveil, por lo que no solo no dejaría entrar a uno de sus nobles a la residencia, sería completamente impensable para ella invitarlo a participar en la mesa con la familia.” – argumentó Ayla.
“Pero eso solo nos deja a Protia… Por cierto, ¿por qué Madre odia tanto a Balveil? Creo que es razonable que sienta odio por la invasión, pero si además de eso hay otras razones, tal vez sea por algo terrible…”
Dentro de la mansión era bien conocido el rechazo de Zirconia hacia Balveil. Cuando se estaban discutiendo los acuerdos para la tregua entre naciones, corrió una historia de cómo Zirconia tuvo una riña bastante fuerte con Narson. Decía el rumor que Zirconia estaba firmemente en contra del cese al fuego y cómo en su lugar debían aprovechar que los bárbaros del Norte se movían para invadir Balveil.
Aun cuando se le explicó la situación de Arcadia y los demás países, la opinión de Zirconia no cambió, y hasta llegó a llamar a Narson ‘cobarde’. En esos tiempos, se dice que insultó verbalmente a Balveil y declaró que cada balveiliano debía ser masacrado. Si todo esto era cierto o no, resultaba un misterio.
Además, era cierto que varios días después de que el tratado de tregua se llevara a cabo, Zirconia había estado de tan mal humor, que ni siquiera hablaba con Narson o Liese. Pero después de varios días, por fin se calmó y se disculpó con Narson, volviendo a su usual actitud gentil. Mejor dicho, parecía su carácter se había vuelto aún más suave que anteriormente, ya que resolvía las cosas de manera aún más gentil.
Pero esto difería en los asuntos relacionados con el ejército; su personalidad de no conformarse con nada en el entrenamiento y demás era la misma de siempre. Cuando se mencionaba en alguna conversación la pasada guerra con Balveil, la expresión de Zirconia se volvía aterradora. Por tal motivo, Liese deliberadamente trataba de evitar ese tema.
“Ese es solo un rumor que he escuchado…” – comenzó a decir Ayla mientras observaba a Liese que reflexionaba. – “Se dice que algunos meses antes de que comenzase la guerra con Balveil, varios poblados de la región montañosa del norte de la provincia de Isteria fueron saqueados por bandidos. Sus habitantes fueron todos asesinados o secuestrados… Quizás…”
Liese observaba sin siquiera pestañear a Ayla que comenzó a dudar.
“Parece que la señora Zirconia es una de las supervivientes de esos pueblos atacados. No se saben los detalles, pero después de eso, se alistó en la armada de Isteria como soldado y entonces el señor Narson se enamoró de ella. Y justo antes de la guerra, se casaron.”
“¿Dónde has escuchado eso?”
“Lo he oído de los criados de la mansión cuando el señor Nelson y la señora Zirconia se iban a casar… Sin embargo, solo era un rumor, por lo que no sé cuánto tiene de cierto.”
“…”
Liese tenía sentimientos encontrados después de escuchar sobre el pasado de su madre. Si los rumores eran ciertos, entonces resultaría probable que Balveil hubiera organizado los ataques de los bandidos a aquellos pueblos. De ser el caso, eso explicaba por qué Zirconia odiaba en gran medida a Balveil y por qué se ponía tan sensible cada vez que se mencionaba algo al respecto. El motivo de su boda con Narson todavía no lo comprendía, pero quizá tenía algo que ver con Balveil.
“¿Por qué no me lo habías dicho antes?”
“No es un tema del que pueda hablar mucho al respecto… Además, debo recodarte que no son más que rumores.”
“Lo… Lo entiendo. Ayla, tus manos se han detenido.”
“Ah, me disculpo.”
Liese le hacía notar a Ayla que no se había dado cuenta que había detenido sus manos, y entonces volvió la vista hacia su reflejo.
* * *
Mientras Liese se arreglaba en su habitación, en otra sala de la mansión Levenson, Havel estaba con su padre, Nour, cada uno de un lado de la mesa. En contraste con la expresión tensa de Nour, Havel estaba calmado.
“Padre, esto es un malentendido. Yo no he hecho nada para que ascendieran a Marie.”
“Entonces, ¿por qué tenía que ser Marie? Sería normal pensar que has tenido algo que ver en que Marie atendiera a Kazura cuando visitó la casa, habiendo previsto que esto iba a ocurrir.”
Nour intentaba interrogar a Havel sin levantar el tono de voz, sin embargo, la ira en sus ojos no hacía más que aparecer y desaparecer.
“Ya que la habilidad de Marie para cocinar es inferior a la del resto de criadas, le instruí que en su lugar se centrara más en atender las necesidades diarias de señor Kazura. Por tanto, los comentarios de Padre parecen ser una mala interpretación.”
“Mmm. Entonces, ¿por qué en ese viaje tomaste a Marie como asistente? Cualquier otro criado habría estado bien.”
“Ese día fue cuando Padre y Hermano volvieron de la provincia de Gregorn, por lo que solo escogí a alguien de entre los criados que no importaría si estaba ausente para vuestra recepción. Además, ya que Hermano odia a Marie, ella me tiene aprecio. Si consideras todo esto, es natural que escogiera a Marie.”
“Veo que te has vuelto un buen hablador… Bien, voy a considerar esto como algo bueno.” – Nour relajó el gesto mientras decía estas palabras.
Estaba seguro de que todo esto había sido plan de Havel, pero se había quedado asombrado por lo bien que Havel lo cubría.
“Ya que insistí, Marie solo fue transferida temporalmente a la casa Estelle. Cuando ese hombre abandone Isteria, se espera que Marie regrese a la casa Levenson.”
“Temporal, ¿es así?”
“Sí.”
Havel frunció ligeramente el ceño tras escuchar sobre los términos de Marie. Cuando supo que Zirconia había visitado la mansión Levenson para comprar los derechos de Marie, pensó que había sido transferida completamente a la casa Estelle.
“Havel, ¿aún recuerdas la promesa que hicimos antes?”
“Sí, por supuesto.”(Havel)
“Bien. Entonces ya deberías saberlo, ¿no? Sin que haya prisa, si aumentas tu posición en el ejército y eres capaz de traer beneficios para la familia, entonces te transferiré a Marie. Ya que cuesta dinero poder liberarla de la esclavitud, después de todo.”
“Sí…”
“Si lo entiendes, entonces detente con estos trucos baratos. Aunque seas tú, si haces algo que deteriore la imagen que tengo de ti, entonces aquella promesa no será nada más que basura, lo cual no te gustará, ¿entiendes?”
Cuando Nour dijo esto, Havel le miró, a penas por un instante, alarmado. Estaba preocupado de ser culpado por este asunto. Por otro lado, Nour agitó su mano mientras reía.
“No tienes de qué preocuparte. No es que vaya a anular la promesa por algo como esto. Mira, ya es tiempo que te presentes a tus deberes, ¿no crees?”
“…”
Entones, Havel se inclinó ligeramente hacia Nour y se dirigió hacia la salida de la habitación.
“Oye, Havel.”
Nour le llamó cuando Havel tenía su mano en la perilla de la puerta.
“¿Qué ocurre?”
“Este método ha sido un poco agresivo, pero bueno, ha sido un buen intento. Voy a corregir mis palabras; no ha sido un truco barato, solo hazlo mejor la próxima vez.”
“Si me disculpas…”
En esta ocasión, Havel no pudo evitar fruncir el ceño mientras salía de la habitación.