Volumen 29 Capítulo 8
La elección de los señores del Norte
Traducido por Hector y Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Las llamas se elevaron del cuerpo de Belsos y los espíritus de fuego volaron como locos por la habitación.
«Es raro ver a un joven escultor con una actitud tan maravillosa hoy en día.»
Los pensamientos de Weed habían dado en el blanco. ¡El rey era débil ante la adulación! Algunos pretenderán que las cosas no son así, pero la realidad es que, ¡a todos nos gusta recibir cumplidos!
«Bueno, ahora levántate.»
El Rey Belsos levantó sus brazos y elevó a Weed.
La [Salud] ha disminuido 489 puntos por quemaduras de fuego.
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La [Salud] ha disminuido 832 puntos por quemaduras de fuego.
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La [Salud] ha disminuido 1.309 puntos por quemaduras de fuego.
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La [Salud] ha disminuido 372 puntos por quemaduras de fuego.
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...
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La salud de Weed disminuía de manera alarmante, pero a pesar de eso, los ojos de Weed brillaban como linternas.
“Su majestad, ¡agradezco sus palabras!”
Sus amigos estaban impresionados. Cuando alguien iba de caza o de aventuras resultaba relativamente fácil aumentar la intimidad con los aldeanos. Pero era increíble que alguien pudiera aumentar la intimidad en una situación como esta. Normalmente, las personas se quedaban congeladas cuando se encontraban ante un monstruo poderoso, pero ese no era el caso de Weed. ¡Siempre pensaba en cómo sacar provecho de la situación!
«Me gustaría agradecerte que hayas venido a este lugar y terminar la escultura que no pude completar cuando aún estaba con vida.»
“Comparar al gran Rey Belsos conmigo es como como comer sopa con palillos… No, Su Majestad, la escultura ya tenía la forma y proporciones adecuadas antes de que pusiera mis manos sobre ella.”
«Humilde escultor, estás menospreciando tus habilidades.»
“Mis pobres esculturas no se pueden comparar con las del Rey Belsos. Hoy en día, en el Continente de Versalles soy un reconocido escultor, pero después de ver las esculturas creadas por Su Majestad, las mías son demasiado pobres.”
«No debes preocuparte, mejorarás más a medida que pase el tiempo.»
“Estaría encantado de poder recibir las enseñanzas de un gran rey como usted.”
Poco a poco, Weed estaba dirigiendo la conversación sobre la dirección que quería.
«Habéis pasado mi prueba, así que os daré un regalo a cada uno. ¡Di lo que deseas!»
¡Ding!
Has completado la misión oculta: [Acaba la escultura de la tumba del Rey Belsos].
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Puedes recibir un regalo del rey de los espíritus de fuego, Belsos.
Se puede elegir entre invocar espíritus de fuego, hechizos de fuego avanzados, tesoros…
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“Umm…”
Una profunda angustia comenzó a mostrarse en la cara de Weed. Sus compañeros también estaban recibiendo los beneficios de completar la aventura, ¡a pesar de que había sido él quien había hecho todo el trabajo! Mientras tanto, Romuna no lo pensó demasiado y fue la primera en escoger.
“Su Majestad, me gustaría aprender un hechizo de fuego avanzado.”
«De cuerdo, recibirás algo acorde a tu habilidad.»
La túnica que vestía Romuna se cubrió en llamas.
Has adquirido un hechizo de fuego: [Río de llamas].
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“¡Kyaaaaaaaaa!”
Romuna emitió un grito de éxtasis. Era un hechizo de área con el efecto de generar un río de llamas para barrer al enemigo y, a diferencia de [Llamaradas], este hechizo no requería que el mago se encontrara cerca de su objetivo. Pero [Río de llamas] no era un conjuro adecuado para las mazmorras. En cambio, si se usaba en zonas abiertas, como una llanura, ¡se convertía en un arma de destrucción masiva! La mayor ventaja de un mago era su poder destructivo, por lo que obtener un hechizo de magia avanzada era una gran recompensa.
“Queremos recibir un tesoro.”
«Este lugar contiene objetos que recolecté cuando era un humano. Como espíritu ya no los necesito. Puedes elegir el que más te guste.»
A excepción de Weed, todos comenzaron a examinar los tesoros. A pesar de que las joyas eran tentadoras, ¡la mayoría de los objetos de la sala eran únicos o legendarios! Eran tesoros saqueados de los reinos del Continente Central cuando expandió su imperio. Sería imposible encontrar algo parecido sin completar algún evento o misión especial.
Hwaryeong eligió un par de hermosos y brillantes pendientes de rubíes.
“Yo…”
Weed no sabía qué hacer. Le resultaba complicado elegir algo con la información que tenía del Rey Belsos. Incluso uno de los mejores objetos que poseía, el Cuerno victorioso de Trezek, palidecía en comparación con alguno de los tesoros del Rey.
‘Los espíritus de fuego ayudarían a eliminar a los enemigos…’
Los espíritus podían ser movilizados en batalla sin la necesidad de consumir [Maná].
Teros, el líder del gremio Alas Carmesí, fue maldecido al desear la espada de fuego infernal. ¡Era una gran espada! Sus llamas eran capaces de golpear a cualquier guerrero que se protegiera detrás de un escudo o una armadura. Defenderse de la mejor espada era imposible. Además, si peleaba contra un grupo de monstruos, las llamas se propagarían entre ellos, haciendo una masacre. Todos trabajan duro para cazar pero, al final, el resultado también depende de las habilidades y el equipo que se use. Con esa espada infernal, Weed sabía que le sería mucho más fácil subir de nivel. Además, gracias a su habilidad como herrero y a la [Resistencia al fuego], sabía que podía equipar la espada sin problema.
“Entonces, mi elección es… No quiero los tesoros del gran Rey Belsos. Como escultor, me gustaría recibir ágatas para poder continuar creando esculturas. Buaaaa.” – dijo con lágrimas cayendo por su rostro. Al imaginarse las consecuencias de su posible elección, el miedo que tenía de Kaybern se impuso a su codicia.
«Escultor, en realidad quieres… Poseo numerosos materiales que ya no necesito. Puedes cogerlas todas.»
“Muchas gracias por su amabilidad.”
Además de las ágatas, había otros materiales de escultura que le resultaban útiles, aunque no eran muy caros o difíciles de obtener.
‘Habría preferido escoger algo caro, pero como siempre mi destino es lo peor…’
Weed perdió todas sus fuerzas mientras caminaba para recoger las ágatas.
Has recibido el regalo del Rey elemental de fuego Belsos
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«Escultor.»
“Dígame, Belsos.” – respondió Weed de inmediato.
¡Había cambiado su actitud cuando consiguió lo que quería!
«Ver la escultura que acabas de realizar ha hecho que mi pasión por el Arte aumente de nuevo.
“¿Y qué?” – preguntó de forma cortante.»
Lo único que le quedaba por hacer era abandonar las ruinas, por lo que Weed ya no cuidaba las formas. Por supuesto, se humillaría de inmediato si el Rey Belsos mostraba signos de atacarlos.
«Me gustaría hacer una escultura contigo.»
¡Ding!
Nueva misión: [Crea esculturas con el Rey Belsos].
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El Rey Belsos te ha hecho una propuesta para hacer esculturas juntos.
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Restricciones:
El Rey solo puede permanecer en este mundo durante una semana. No puedes abandonar la tumba del Rey.
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En el pasado, cuando colaboró con Daylan, ¡había aprendido la [Transformación Escultural]! Además, durante el tiempo que pasó con él, el nivel de [Dominio de la Escultura] había aumentado bastante. Pero ahora, desde su punto de vista, se encontraba casi al mismo nivel que el Rey Belsos.
‘Es imposible trabajar en una escultura de gran tamaño en una semana. Así que solo podremos hacer una escultura con las ágatas.’
Si trabajaba con un maestro escultor, seguro que conseguirían hacer una obra con un alto valor artístico.
“Si acepto, la propiedad de la escultura…” – preguntó Weed dubitativo.
«Como espíritu no poseo tales deseos.»
“Como sabe, esta no es una industria de la que se puedan sacar muchos beneficios.”
«No tengo intención de recibir nada a cambio.»
El contrato tenía que quedar claro antes de comenzar el trabajo.
“¡Hagámoslo!”
* * *
Seoyoon entró en Morata con paso ligero. ¡Edificios, esculturas, obras de arte, espectáculos y arte culinario! En las zonas en las que estaba de caza, normalmente no se encontraba con muchas personas, por lo que ver una ciudad bulliciosa la ponía feliz. Había visto desde los primeros momentos de Morata cuando Weed levantó la ciudad. Era la ciudad que Weed gobernaba y protegía, por lo que ella también poseía una gran cantidad de puntos de contribución. Se había asentado en la ciudad desde el primer momento y, siendo una berserker, limpió las mazmorras del Norte y vendió todos los objetos a las tiendas de Morata.
“Lo siento, pero estos preciosos materiales están fuera de mi alcance. ¿No le gustaría ir a alguno de los reinos del Sur para obtener un precio mejor?”
“Lo venderé aquí. No importa si me das algo menos de dinero.”
Has contribuido al desarrollo de Morata.
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Los Puntos de contribución han aumentado en 17.
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Había vendido materiales preciosos en las primeras etapas de la ciudad, ayudando a su desarrollo comercial. Resultaba bastante común ver a jugadores de alto nivel usando los objetos que ella había vendido en las tiendas. Además, cuando se construyeron los nuevos parques y puentes, también hizo grandes donaciones de dinero.
El Norte se encontraba plagado de inmigrantes que requerían nuevas casas y los fondos dedicados a su construcción eran totalmente insuficientes. Por ello, Seoyoon fue capaz de acumular la increíble cantidad de 32.000 Puntos de contribución.
‘Un día me gustaría recorrer la ciudad con él.’
Tenía la ilusión de tener una cita con Weed y recorrer las calles de Morata. Gracias a la Torre de la Luz, los edificios no solo eran hermosos durante el día, sino que también durante la noche eran maravillosos. Su reflejo sobre la superficie del río era espectacular. Además, mirar la Torre de la Luz desde lejos creaba una atmósfera fantástica para las parejas. ¡Cuando Seoyoon se detenía en medio de un puente creaba una estampa maravillosa!
‘No soy muy atractiva.’
Seoyoon sentía envidia al ver a las jugadoras caminar con sus parejas tranquilamente sobre el puente. Pero si no usara una máscara, la gente se abalanzaría sobre ella.
Podían contarse una gran cantidad de jugadores que iban a observar la Belleza de Hielo para relajarse antes de ir de caza. El espacio que había alrededor de la Belleza de Hielo y de la Estatua de Freya siempre estaba abarrotado de gente, pero la gente que había ante la Belleza de Hielo tenía una mirada de fanatismo.
‘Soy demasiado pálida. No soy bonita, aunque a Weed no le disgusto…’
Seoyoon era muy guapa desde niña, pero no tenía idea de su propia belleza. Cuando caminaba hacia la escuela, los hombres y las mujeres siempre se quedaban mirando su cara, pero ninguno de ellos intentaba entablar una conversación. Seoyoon pensaba que no era atractiva, pero la realidad era totalmente diferente. Su belleza era tan deslumbrante que todas las ideas que pasaban por la cabeza de las personas desaparecían. No se atrevían a decir algo y se conformaban tan solo con el hecho de poder volver a verla una vez más en sus sueños.
Después de terminar sus transacciones con las tiendas, se sentó cerca de la fuente y se limitó a observar a las personas. El dulce sonido de la música de los alrededores le llegó a través del viento. Seoyoon cerró ligeramente sus ojos. No había vuelto a Morata desde que se había completado el Jardín de los Dioses, pero notaba cómo la cantidad de jugadores había aumentado. Incluso por la noche estaba rebosante de turistas, haciendo que su ambiente fuera increíble. Las cabañas en la que vivían los principiantes parecían un gigantesco hormiguero, y la propiedad de las chabolas cambiaba a menudo de manos.
Los ciudadanos que se habían instalado primeros en Morata habían ido de aventuras y conseguido recompensas de sus misiones. A medida que la ciudad se iba desarrollando, comenzaron a aparecer jugadores de clase media que constituían el principal grupo de consumo.
“Estoy buscando un grupo para completar una mazmorra de nivel 180. El reparto del botín será acorde a la contribución.”
“Soy un sacerdote que busca un grupo. ¿Nadie quiere un sacerdote? Mi nivel es 230, ¡prometo no quedarme dormido y trabajar duro!”
“Expedición del Culto de Gachas de Hierba. Limitado a personas de nivel 210 o superior. Trescientas personas para una expedición al oeste. ¡Reuníos!”
A medida que el nivel de los usuarios aumentaba, los bienes que se requerían también se volvían más sofisticados. Sin embargo, los jugadores de nivel intermedio no tenían los fondos necesarios para construir una casa en la ladera de la colina o con buenas vistas junto al río. Su prioridad era conseguir un buen equipo para ir de caza en vez de un hogar.
La estabilidad del precio de la vivienda era un tema muy sensible para los jugadores. En Morata, cualquiera podía construir una choza, haciendo que los costos de alojamiento se mantuvieran bajos, pero las casas en mal estado podían dañar el paisaje urbano de la ciudad. Este asunto con la vivienda, que traía grandes problemas a los arquitectos, se resolvió fácilmente con la aparición de una nueva profesión: los alfareros.
Los alfareros tenían una increíble destreza manejando la tierra y el fuego, y se dedicaban a recoger tierra de buena calidad del río en vez de ir a las zonas de caza.
‘¡Debo abrir rápidamente un taller!”
Los alfareros necesitaban su propio taller. Era difícil trabajar con fuego en la ciudad, y el otro lado del río se encontraba infestado de monstruos. Para Weed resultarían un mero aperitivo pero, ¡para los alfareros representaban una existencia peligrosa!
Maximizaban el uso de sus habilidades para crear casas. ¡Edificaciones realizadas totalmente con arcilla! Los lagos y ríos cerca de Morata poseían barro de buena calidad, que era un excelente material para la construcción. A día de hoy, las casas hechas por los alfareros eran uno de los principales temas de discusión entre los jugadores de Morata.
“¿Cuánto cuesta una casa?”
“Están hechas con tierra y agua, así que su coste es similar al de una choza.”
“¡Guau! ¿En serio? ¿Cuántos días te lleva completar la construcción?”
“Un día.”
“¡Increíble! ¿Puedes construir mi casa? Te daré un adelanto…”
Los jugadores habían recibido con éxito el nuevo tipo de construcción a medida que se fueron esparciendo los rumores de las casas de arcilla. ¡Era la oportunidad para que los alfareros novatos ganasen dinero!
El punto fuerte de este tipo de casas era que estaban construidas con materiales naturales. Por lo tanto, no resultaba complicado calentar sus habitaciones con una pequeña hoguera. De ahí, la creciente popularidad entre los jugadores.
“Ua… ¡Qué bien!”
“Ven aquí. Es increíblemente cálida.”
Tener un hogar cálido en medio de una noche fría creaba un ambiente estupendo. Ahora, ¡los jugadores de Morata podían descansar y disfrutar de sus aventuras en el Norte! Los amigos se reunían para asar patatas dulces y comer pescado mientras discutían acerca de las expediciones y las zonas de cazas. Si añadían un buen cuenco de melosas gachas de hierba, no había nada más que pudieran desear.
A medida que el nivel de los usuarios crecía, pasaban de vivir en chozas a casas hechas con arcilla. Las chozas de las colinas y las casas de arcilla localizadas en las márgenes seguras de los ríos permitían mantener bajos los costes de alojamiento. Las casas de arcilla pronto se convirtieron en una de las características principales de la ciudad, por lo que los alfareros pudieron establecer su posición desde el primer momento. Además de las casas, elaboraban cuencos, vasijas y otras piezas de cerámica que se vendían extremadamente bien.
Por otra parte, los Ellyon se habían mudado al Reino de Arpen y se habían dispersado por los alrededores, comenzando a explotar las minas y los campos. Ellos consiguieron que la cantidad de minerales y de grano fuera mucho mayor de lo habitual. Como consecuencia, aparecieron nuevas especialidades en Morata, como granos de café y melones.
Pero la mayor transformación estaba la relacionada con el clero. Las órdenes religiosas del continente enviaron una gran cantidad de sacerdotes y caballeros para ver el Jardín de los Dioses y ensalzar la sabiduría del Rey de Arpen. Toda esta afluencia de gente ayudó a elevar la reputación de la nación y a construir una relación amistosa con las órdenes religiosas. No era raro ver a jugadores llegados del Continente Central vestidos de blanco o equipados con armaduras de mitrhil. Pero, obviamente, no solo los sacerdotes y los paladines visitaban el Jardín de los Dioses, había muchos otros visitantes.
“¿Cuánto dinero tienes?”
“Alrededor de 3.400 monedas de oro, ¿por qué?”
“Si hacemos una donación aquí, podremos subir nuestros Puntos de contribución.”
La gente acudía al Jardín de los Dioses para donar cantidades sustanciales de dinero a los dioses en los que creían. Al final, esas donaciones acababan en manos de los arquitectos, que las empleaban para comenzar a construir catedrales. Esta era la razón por la cual no paraban de aparecer nuevas edificaciones en las proximidades del jardín.
Cuando los visitantes dejaban el Jardín de los Dioses, se dirigían a ver el Centro de Artes u otros monumentos del Reino de Arpen, haciendo que su cultura no parara de expandirse.
La cultura del Reino de Arpen se ha vuelto ampliamente conocida
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Muchos de los visitantes compraban obras de arte para llevar como recuerdos cuando regresaran a sus respectivas ciudades y reinos. El estatus de Weed como escultor también afectaba a esa influencia, al igual que cuando un caballero se convertía en Rey lograba que los soldados y caballeros le brindaran lealtad con mayor facilidad. Weed como escultor, había logrado que la cultura del Reino de Arpen se expandiera a una velocidad terrible.
La catedral de Tares ha sido completada.
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La influencia religiosa en el Reino de Arpen se ha incrementado.
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La reputación del Reino de Arpen ha aumentado.
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La influencia del Reino de Arpen ha alcanzado a una pequeña aldea montañosa en las extremas lejanías del norte.
Los comerciantes del Continente Central y Oriental están entusiasmados por comerciar con el Reino de Arpen.
Quieren importar productos de alta calidad.
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La influencia política del Reino de Arpen ha aumentado.
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Ahora puede ejercer presión en los asuntos políticos de las aldeas vecinas.
Los gobernantes de las aldeas vecinas no se encuentran contentos con la interferencia, pero sus habitantes quieren pertenecer al Reino de Arpen.
Es posible incitar a la rebelión en las áreas con una baja lealtad a su Señor.
Si la revuelta tiene éxito, la región pasará a formar parte del Reino de Arpen, pero a cambio el Rey perderá [Honor] y las relaciones diplomáticas se resentirán.
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Weed no estaba interesado en incitar revueltas para ampliar su territorio y aumentar la población. Aunque sus propiedades continuaran expandiéndose hacia el Norte, Morata seguiría siendo la mejor ciudad.
Los productos producidos por los sastres y los herreros novatos eran distribuidos a través de la red comercial del reino por los mercaderes. Si a ello se le sumaba la capacidad de los aventureros para encontrar objetos raros en las mazmorras o trofeos de sus cacerías, el desarrollo de la ciudad era imparable. Las palabras acerca del milagro de Morata desbordaban a través de los foros y páginas web. Su fama era tan alta que los nuevos jugadores siempre querían empezar en esa ciudad.
Mientras el poder económico y político del Reino de Arpen aumentaba cada día, el resto de señores del Norte eran incapaces de competir con su velocidad de desarrollo.
“¡Está llegando gente!”
“¿A qué esperas? ¡Ve a ayudarlos!”
Cuando los señores del Norte encontraban inmigrantes dirigiéndose a Morata, preparaban casas y víveres para ellos. Los miembros de su gremio también les ayudaban a sacar las malas hierbas de los campos y expandir las tierras de cultivo para que se establecieran en sus tierras.
“Gracias, mi señor.”
“No te preocupes. Si encuentras alguna dificultad, puedes venir junto a mí en cualquier momento.”
Cuando nacieron los hijos de Gimji, todos estaban felices. Cuando la aldea aumentaba sus habitantes en tres o cuatro personas, significaba que, con el tiempo, la población crecería para ser un pueblo, incluso más allá. Después de todo, Weed había conseguido levantar Morata en peores condiciones. Pero ahora…
“Lo siento, mi Señor. No me olvido de los favores que nos ha regalado. Niños, nos vamos.”
¡Las personas continuaban abandonando sus territorios!
La avanzada tecnología de Morata, su inmensa escala económica, su increíble cultura o su fama, hacía que los habitantes del Norte empacaran sus cosas y marcharan hacia la ciudad. ¡Las personas los abandonaban cruelmente con el carro lleno de sus regalos!
La caza y las aventuras del Norte había aumentado el número de jugadores que visitaban las aldeas gobernadas por usuarios y, aunque les daban algo de esperanza, apenas consiguieron beneficios.
“¿Por qué no cazamos por aquí hasta la tarde y luego regresamos a Morata?”
“¡Perfecto! Démonos prisa.”
“Tengo una cita por la noche, cerca de la Torre de la Luz… Vamos a cazar.”
“¡Sí!”
Aunque hubiera mazmorras o zonas de caza disponibles, los jugadores volvían a Morata. Mientras que la población de los pueblos se incrementaba con mucho esfuerzo en cien personas, Morata aumentaba entre veinte y treinta mil.
“¡Buaaaaaaaaa!”
El desarrollo de las minas y la agricultura no estaba tan avanzado en Morata, pero a través de los acuerdos comerciales la situación estaba mejorando. Aun así, era imposible competir con todas sus esculturas y magníficas instalaciones.
“Hemos usado los fondos del gremio para crear un Gremio de Mercenarios para los aventureros. ¡Ja, ja, ja!”
Aunque intentaron crear algunas instalaciones, cuando vieron a través de la televisión cómo Morata construía los grandes edificios, los corazones de los señores del Norte sufrieron un gran impacto.
“Bueno, la cerveza de Morata está demasiado rica.”
No era posible volver a formar una segunda Alianza del Norte para declararles la guerra. Los residentes y jugadores de Morata se habían incrementado en docenas de miles y sus niveles habían aumentado demasiado. Por este motivo no podían tomar acciones a la ligera. Además, la reacción de los otros señores también era negativa.
“¿Una guerra? Oh, no quiero ni oírlo. Por favor, déjanos fuera de esos planes.”
“No hay manera de ganar. Solo terminaremos pagando una enorme compensación de guerra al Rey Weed. Usad el cerebro.”
“¿Tienes la confianza necesaria para declarar una guerra contra Morata?”
Gracias a la creciente relación comercial con Morata y al crecimiento de población, muchos de los señores del Norte no querían ni oír hablar de guerra.
Algunos señores desarrollaron las minas de sus territorios y exportaron minerales hacia Morata. Si estallaba una guerra, llevaría a una abrupta caída de sus ingresos. Además, la mayoría de los usuarios del Norte apoyaban a Weed. Al final, aunque los grupos de jugadores visitaban sus pueblos para ir de caza, los residentes abandonarían sus tierras. Solo los prestigiosos gremios del Continente Central tenían el poder y la fuerza militar suficiente como para presionar a los residentes para que no abandonaran sus tierras. Pero en el Norte la situación era completamente diferente.
Además, Morata tenía una tasa de impuestos baja y un entorno fantástico. El futuro del Reino de Arpen solo sería cada vez más brillante, y con la ayuda de las grandes construcciones y del Jardín de los Dioses que se acababa de completar, su popularidad no dejaría de aumentar. Por otra parte, las tierras del resto de señores del Norte no tenían campos preparados para cultivar, su nivel tecnológico era bajo y las aldeas apenas tenían población. Todo ello hacía que los pocos habitantes tuvieran muy poca lealtad hacia sus gobernantes.
Pueblo Armang
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La floreciente cultura de Morata ha cautivado los corazones de sus habitantes.
Los residentes del pueblo han perdido la esperanza en su Señor y desean formar parte del Reino de Arpen.
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Especialidades: Ninguna.
Población: 4.329.
Ingresos mensuales: 7.989 monedas de oro.
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Pueblo Equinox
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El poder económico de Morata genera una gran envidia entre sus habitantes.
Los esfuerzos de su Señor no están mal, pero nadie tiene esperanzas con el futuro de los niños que habitan el pueblo.
Quieren formar parte del Reino de Arpen.
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Especialidades: Ninguna.
Población: 5.528.
Ingresos mensuales: 4.124 monedas de oro.
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¡El poder de la cultura!
Los pueblos Armang, Equinox, Yoanna y Yusellin, junto a otros ocho pueblos, ¡deseaban formar parte del Reino de Arpen! Los habitantes aceptaban voluntariamente ser gobernados por Weed, pero solo los pueblos más pequeños estaban sin Señor, del resto, había seis que eran gobernados por jugadores o gremios.
“Ah… Esto es una locura. ¿Cómo ha terminado todo así?”
Los señores se enfrentaban a una situación complicada. Podían movilizar a sus soldados para reprimir a sus residentes por la fuerza, pero sabían que con ello la lealtad se reduciría, la producción se congelaría y habría muchos otros problemas secundarios. En resumen, el único beneficio sería que ganarían mala reputación.
“A estas alturas, es imposible que podamos recortar distancias con el exagerado desarrollo que posee Morata...”
A las pequeñas aldeas con menos de diez mil habitantes les era imposible competir con una ciudad que contaba con millones de personas. Algunas de las primeras aldeas gobernadas por jugadores ya habían empeorado hasta tal punto que eran ingobernables para sus señores. Además, la situación se había visto agravada por la necesidad de mantener los gastos militares para mantener alejados a los monstruos.
La llegada de nuevos jugadores al Norte fue una buena oportunidad para ellos. Pero en las primeras etapas no invirtieron grandes cantidades de dinero y ni contrataron trabajadores para desarrollar las minas o las tierras agrícolas.
Morata se estaba llevando todos los beneficios y sus pueblos se habían convertido en meras aldeas. Viendo cómo sus habitantes se manifestaban de manera constante, se encontraban ante una difícil situación.
“¿Qué debemos hacer?”
“Maestro de gremio, actualmente no existe un solo campo en el que podamos competir contra Morata, ya sea en cultura, tecnología, poder militar o mejoras de futuro. Nuestras perspectivas de supervivencia a largo plazo son muy oscuras.”
“¿Qué pasa si nos unimos al Reino de Arpen?”
“Perderíamos nuestros derechos como Señores del territorio, pero quizás seamos capaces de mantener nuestra inversión.”
“Se abrirán nuevas oportunidades, pero creo que muchos jugadores seguirán ese camino.”
Si Weed gobernaba sus tierras, el desarrollo se aceleraría a pasos agigantados. La tecnología, cultura, fama, especialidades y acuerdos comerciales del Reino de Arpen serían compartidos con ellos, por lo que resultaría extremadamente favorable para sus territorios.
“Aun así, como Señores, tenemos el poder absoluto sobre nuestro territorio. Si conseguimos aguantar y darle la vuelta a la situación…”
Algunos señores no se encontraban muy entusiasmados con la idea de entregar el control de sus territorios por las buenas. Estaban demasiado apegados a su posición, y su ego era demasiado grande. Pero los comerciantes que pertenecían al gremio no estaban de acuerdo con estas ideas.
“Necesitamos tomar una decisión ahora que el Reino de Arpen está en sus primeras etapas. Si perdemos esta oportunidad la situación podría empeorar dando como resultado la desaparición del pueblo.”
“Maestro de Gremio, hemos presenciado de primera mano la velocidad de crecimiento de Morata. Además, ¿qué pasa con la Fortaleza de Vargo? Hay jugadores con un nivel mucho más alto que los miembros de nuestro gremio. El poder militar del Reino de Arpen no para de crecer.”
“Debéis recordar por qué fuimos expulsados del Continente Central, ¿no fue por nuestra falta de poder? Weed no tiene pensado iniciar una guerra en el Norte, pero en caso de que cambie de opinión, nuestras aldeas dejarían de existir.”
“Si posponemos la decisión, otros pueblos se nos adelantarán.”
“No es una buena idea retrasarlo. Aunque nos permitan unirnos más tarde, la brecha económica con el resto de aldeas será mayor. No podemos esperar demasiado de los jugadores del Norte. Cuando salgan de aventuras no se quedarán en un pueblo de mala muerte que se encuentra cerca del Reino de Arpen. Nuestro potencial de desarrollo es demasiado débil y no podemos mejorarlo solos.”
Los comerciantes gritaban de manera agresiva para tratar de convencer a los señores del Norte de anexionarse al Reino de Arpen. Si lograban convencerlos, se beneficiarían en gran medida de los acuerdos comerciales y de los bajos impuestos. De hecho, viendo la frecuencia con que la gente entraba y salía de las múltiples plazas y puestos comerciales, sabían que era imposible competir con el Reino de Arpen.
Incluso si todos los señores del Norte se unían para formar una nación y mejorar las condiciones comerciales, no les sería nada fácil alcanzar sus metas. Además, tendrían que superar la lucha de liderazgo.
Los guerreros del grupo de jugadores guardaron silencio. No eran especialistas en el desarrollo de aldeas, por lo que aunque creyeran que pertenecer al Reino de Arpen no resultaba rentable, no tenían nada que perder. Es más, necesitaban ir a Morata para ganar nuevas habilidades para sus clases, conseguir nuevas misiones e irse de aventuras. Aunque tenían el poder de un gobernante, lentamente irían perdiendo los fondos que habían invertido en edificios. Además, sus gremios también estaban activos en el Reino de Arpen. Por lo tanto, siendo realistas, como todo terminaría perteneciendo al Reino de Arpen, era una pérdida de tiempo resistirse y aferrarse a su cargo.
“He escuchado todas vuestras opiniones. Vamos a aceptar la voluntad de nuestros habitantes.”
De esa manera, ocho pueblos, grandes y pequeños, decidieron unirse al Reino de Arpen y ser parte de su territorio.
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