viernes, 29 de enero de 2021

G4L Capítulo 78

Arco 10 Capítulo 78
El partidario perfecto
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

La mañana del día siguiente. Kazura, como siempre, tomaba el desayuno con la familia Narson. Una vez terminó, él, junto con Liese, Ayla y Marie, se dirigieron hacia la plaza de la residencia. En la plaza, Isaac y Havel lo esperaban con los carruajes y treinta guardias a modo de escolta. Además había veinte criados que los acompañarían durante el viaje, carretas para transportar los bienes necesarios para acampar y carretas vacías para llevar los bienes que Kazura trajera desde Japón. Para este viaje iban a participar alrededor de cincuenta personas, por lo que parecía un pequeño convoy del ejército. “Me llevará unos cinco o seis días… Tal vez me lleve más tiempo, ya que regresare después de conseguir los objetos. En mi ausencia, voy a encomendar la tarea de la construcción de las norias en los campos de cultivo a la señorita Liese, si estás de acuerdo.” – dijo Kazura. “Claro, daré lo mejor de mí. El señor Kazura no tiene de qué preocuparse, solo debe cuidarte a tí mismo… Además, toma esto.” Liese le entregó una pequeña bolsa que tenía en su mano a Kazura. “¿Um? Esto es… ¿Un brazalete?” Kazura abrió la bolsa y miró su contenido. Dentro de la bolsa había un brazalete de tela color azul oscuro sujeto por un broche de plata. Parecía hecho a mano, y estaba adornado con un hermoso bordado de hilo rojo. “Sí, aunque no es algo muy bien hecho…” – contestó Liese mientras sonreía avergonzada. Podría estar diciendo que no estaba bien hecho, pero a los ojos de Kazura, el bordado lucía de bastante calidad. “Muchas gracias. Lo guardaré como un tesoro.”
Kazura se lo agradeció con una sonrisa y se puso el brazalete en la muñeca izquierda. Viendo esto, las mejillas de Liese se sonrojaron un poco mientras sonreía complacida. “Entonces, salimos ya. Señorita Marie, vámonos.” Kazura llamó a Marie que estaba de pie tras él. Y entonces ambos subieron al carruaje. Isaac cerró la puerta y, tras hacer una reverencia a Liese, se dirigió al frente del carruaje. Así pues, con la guía de Isaac, el convoy comenzó a moverse hacia la aldea de Grisea.
* * *
Después de ver al grupo de Kazura salir por la puerta de la residencia, Liese dejó salir un suspiro, como si hubiera terminado una tarea difícil. “Es hora de ir a construir las norias. Y como quiero comprar algo cuando regresemos, terminaremos el trabajo de hoy un poco antes… Mmm, ¿está todo bien?” Ayla seguía observando hacia la dirección del grupo de Kazura, que ya había salido de la residencia. “Señorita Liese, ¿esto no será muy cruel para el señor Isaac…?” “¿A qué te refieres? Después de todo, no se puede evitar.” Liese comprendía lo que Ayla quería decir, por lo que lo negaba con el ceño fruncido. “Ya que no estoy interesada en él en absoluto, sino todo lo contrario, sería rudo de mi parte si le presto atención especial, ¿cierto? En lugar de darle falsas esperanzas, creo que esto es mucho más considerado.” “Sin embargo, otorgarle al señor Kazura el ‘Brazalete de alta estima’ justo frente al señor Isaac es un acto sin corazón…” Ese brazalete, que Liese le había entregado a Kazura, se daba principalmente cuando una mujer quería enviar un mensaje a un hombre. El color del brazalete en sí no tenía importancia, pero el color del hilo para el bordado podía cambiar su significado. Hilo blanco significaba ‘Espero que vuelvas antes de que el blanco del brazalete cambie’. Se trataba de un regalo para la gente que salía a un viaje largo o para un amante que se dirigía a la guerra. Si se entregaba durante una despedida, se podía interpretar como una declaración de amor. Hilo negro significaba ‘Te estaré esperando esta noche’. Solía utilizarse como una demostración de que la pasión del otorgante había crecido al recibir una declaración de amor, o también cuando el que lo daba quería demostrar que se sentía un poco ‘encendido’ pero tenía vergüenza de decirlo. Era un brazalete con un significado más adulto. Y por último, el hilo rojo significaba ‘Te tengo en alta estima’. Tal como decía su nombre, era un brazalete usado cuando se querían demostrar sentimientos, o como una declaración de intenciones. El alcance de su significado era amplio, desde un simple ‘Te quiero’ a un enfoque más profundo como ‘Estoy interesado en ti’. Por eso mismo, entregarlo así podría interpretarse como una proposición repentina de ‘¡Vamos a amarnos-abrazo-beso-beso!’ y ser rechazado, por lo que era necesario prestar atención a cómo se entregaba el brazalete. “Puede parecerte así pero, ¿no es mejor que encontrarnos cara a cara, no para declararme, sino para decirle ‘No tengo ningún sentimiento hacia ti’? Al menos de esta manera, considero que el padre de Isaac no perderá respeto.” Liese ya se había propuesto volverse la candidata a esposa de Kazura. Como aún no conocía nada de su origen, solo estaba utilizando ligeras técnicas de seducción para sentar bases, pero no planeaba usar ningún esquema para hacer que pidiera su mano en matrimonio. Sin embargo, cuando Zirconia le dijo con voz firme que no había duda que era un excelente candidato, Liese decidió que sería mejor para ella si no tardaba en establecer una relación agradable y adecuada con Kazura. En los pasados días, mientras trabajaban en los campos, Liese había podido tener charlas más cercanas con Kazura. Además, Liese sentía que las respuestas de Kazura eran como si reconociera a Liese no solo por su apariencia, sino también por su carácter desde el primer día. Pensaba que antes de que pasara más tiempo podría ser capaz de preguntarle sobre sus orígenes, pero había decidido que sería mejor hacerlo una vez avanzara más su relación con él. Si lo intentaba tal y como estaban las cosas, existía la probabilidad de que Kazura se incomodara y su relación con ella se deteriorara. Y todo lo que había hecho durante varios días se fuera al traste. Liese creía que no había nada como prepararse de más. Por lo que cualquier plan en el que tomaba parte jugaba a lo seguro tanto como le era posible. Para empezar, Liese no veía a nadie que pudiera convertirse en su rival entre los cercanos a Kazura, y esta era una de las razones por las que trataba de ser cuidadosa con su conducta. Por lo que pensaba que no había necesidad de apresurarse. “Eso puede ser cierto. El señor Isaac es tan desafortunado…” – Ayla dirigió una vez más una mirada compasiva hacia la dirección de la salida. Liese se quedó en silencio inconscientemente. Simplemente, Liese no veía a Isaac como un compañero de matrimonio, no sentía ningún odio o resentimiento hacia él. Objetivamente hablando, Isaac era honesto y se esforzaba mucho, era de la nobleza y bastante guapo. Un joven sin ningún defecto. Que era bien respetado como un oficial del ejército y se había esforzado para serle de utilidad a Narson, era algo que Liese sabía bien. Por eso mismo, cuando Ayla hablaba en ese tono, era como si estuviera diciendo que Liese era una mujer horrible y esto hacía que se sintiera dolida. “¡Ah! ¡Lo lamento! ¡No es lo que quería decir!” Ayla notó que Liese tenía mala cara, entonces se dio cuenta de lo que significaban sus palabras y rápidamente se disculpó con ella. “Está bien, no importa. Mira, es tiempo que vayamos a trabajar. ¿Te puedo encargar los preparativos?” Sin querer prestarle más atención al asunto, Liese le dio instrucciones. Ayla hizo una reverencia hacia Liese y se dirigió hacia la residencia para organizar los preparativos.
* * *
A la mañana del día siguiente llegaron a la entrada de la aldea de Grisea. Kazura bajó del carruaje con la bolsa de viaje en su mano y quedó atónito por lo que veían sus ojos. Isaac, que estaba junto a él, dejó salir un suspiro de asombro mientras veía lo que tenía ante sí. “Es como si el pueblo fuera una guarnición del ejército… Pensar que cambiaría tanto en solo diez días…” – murmuró Isaac. Hasta ahora, la aldea de Grisea había aparentado ser como un pueblo pobre en medio del campo, pero la impresión que daba ahora era como un campamento del ejército. El pueblo estaba rodeado por gruesas y afiladas empalizadas de madera que apuntaban hacia el exterior como lanzas; además de eso, estaba rodeado por un foso empinado. En las esquinas de la empalizada había torres de vigilancia de madera, aunque aún estaban incompletas. Junto a la entrada del pueblo había un gran montículo de troncos que aparentaban estar recién cortados. Valetta le había dicho que quería instalar un puente elevadizo en la entrada del pueblo, por lo que esos troncos debían ser para eso. Mientras Kazura e Isaac estaban abrumados por la vista del pueblo, Valetta avanzó hacia ellos desde la entrada de la aldea por su cuenta. Hizo contacto visual con Kazura y entonces apresuró el paso mientras sonreía encantada. “Bienvenido de vuelta, señor Kazura.” “He vuelto. Umm, esto ha quedado bastante asombroso. Había escuchado acerca de la construcción del exterior antes, pero pensar que ha avanzado tanto…” Kazura había oído hablar acerca de la construcción exterior del pueblo de Valetta hacía diez días, pero nunca habría imaginado que hubieran podido avanzar tanto en el asunto en este corto periodo de tiempo. Estimaba que habría sido bastante satisfactorio solo con rodear el pueblo con tablas de madera y cavado un foso, algo no demasiado profundo, a modo de pequeño obstáculo. Pero la muralla que habían construido era una genuina empalizada de madera afilada, como las que se pueden observar en las películas de guerra durante la edad media. El foso tenía sesenta grados de inclinación y su profundidad era cercana a los dos metros. Kazura se daba cuenta que había tomado la personalidad de Valetta a la ligera. Esta chica era del tipo de chica que realizaba a fondo las cosas que decía. “En realidad, quería proceder con la construcción más rápido, pero hemos tenido que retrasar el trabajo porque los materiales eran insuficientes… Umm, aunque te había dicho de manera orgullosa que podríamos hacernos cago de una manera o de otra, ¿podría pedirte nos apoyes con algunos materiales y herramientas?” “Claro, sin problema. Os daré todo lo que necesitéis. Solo tienes que pedirlo.” – Kazura le respondió con una sonrisa y Valetta sonrió encantada, “De verdad muchas gracias. Esto… Tal vez podamos continuar con nuestra conversación dentro de la casa…” “Ah, tienes razón, vamos para allí.” Valetta le había hecho una sugerencia, con la que Kazura estaba de acuerdo. Antes de irse le dijo a Isaac que le esperara unos pocos días y entro en el pueblo.
* * *
Había pasado un largo tiempo desde la última vez que Kazura estuviera en la residencia de Varin. Y ahora estaba sentado en el comedor principal junto con Valetta y Varin mientras tomaban la cena y mantenían una conversación ociosa. La comida que habían preparado consistía en las patatas cosechadas en el pueblo y arroz mezclado con nueces de bellotas trituradas, verduras salteadas con carne de pollo enlatada, gusanos de Arcadia asados y melocotones enlatados. “Ya veo, Isteria está en tal situación desesperada…” – dijo Varin. “Exacto, hasta tal punto que apenas son capaces de sostenerse, ya que no tienen prácticamente nada. Si mi apoyo hubiese comenzado medio año más tarde, podría haber terminado en un desastre. Por ahora hemos construido norias; lo siguiente va a ser la expansión de los campos de cultivo y el problema de la higiene.” Kazura les estaba relatando el resumen de todo lo que había hecho en Isteria. Varin asentía mientras escuchaba la historia con una expresión seria. Valeta también respondía mientras escuchaba la historia, pero de vez en cuando se giraba para observar el brazalete que tenía en su muñeca. “Uff, problemas de higiene. Creo que se podrían solucionar de algún modo si tuvieran acceso constante a agua limpia como nosotros, pero la ciudad está llena de distritos desordenados, por lo que no es como si pudieran instalar canales de agua por toda ella.” – las palabras de Varin estaban llenas de emoción al mismo tiempo que comía rápidamente el arroz de su plato. Al terminar… – “Bueno, tengo que salir fuera para la patrulla nocturna. Volveré al amanecer, por favor, que tengas un buen descanso.” “¿Eh? ¿Patrullar? ¿Ahora? Pero la unidad del señor Isaac está a la entrada del pueblo, por lo que no hay problema si descansas por hoy…” “No, no es posible. Después de todo, no sabemos qué es lo que puede ocurrir. Así que me voy.” Sin tener en cuenta lo que decía Kazura, Varin salió de la residencia. ‘¿Qué ocurre con estos arreglos, últimamente ocurren con bastante frecuencia…? No importa cómo lo piense. Bueno, tal vez solo está siendo considerado.’ – pensó Kazura. En su visita anterior al pueblo de Grisea, durante varios días y hasta que Kazura partió hacia Isteria, Varin salía cada noche para dejar a Kazura y Valetta solos. Como la última vez el ambiente se había encendido hasta cierto punto, como era de esperar, Kazura había notado los sentimientos de Valetta, algo que él también consideraba agradable. Sin embargo, Valetta solo tenía quince años. En Japón estaría en tercer año de la escuela media, por lo que era muy joven y la excesiva diferencia de edad hacía dudar a Kazura de tomar el siguiente paso. No dar el siguiente paso solo por este simple razonamiento hacía ver a Kazura como un cobarde, pero honestamente, no podía negarlo. Kazura se giró hacia Valetta, que observaba a Kazura un poco inquieta. “Señor Kazura, ese brazalete…” “Ah, ¿este? Cuando partí de Isteria, la señorita Liese… La hija del señor Narson me lo regaló.” Tras la tímida pregunta de Valetta, Kazura se desabrochó el brazalete y se lo entregó a Valetta. “La señorita Liese… Le regaló esto…” Valetta observaba fijamente el brazalete que acababa de recibir. “La señorita Liese tiene catorce años de edad, pero hace hasta el último esfuerzo para ayudar en el trabajo por el bien de la provincia. Parece tener cierta popularidad con los habitantes, por lo que con su ayuda, la eficiencia ha aumentado. Aún es joven, pero ya es tan asombrosa que resulta admirable.” “E-es… Así…” Viendo cómo Kazura alababa a Liese, Valetta, que seguía mirando el brazalete, solo pudo responder con voz débil. “Además, interactúa con todos de manera amigable. Incluso me hizo este brazalete a mano. Es por estas muestras de atención como esta que es tan popular con los habitantes; debe haber varios nobles proponiéndole matrimonio. Después de todo, es la hija de un señor noble, por lo que sus acciones respaldan este hecho.” Kazura describía con admiración a Liese, a lo que Valetta levantó su rostro con un ‘¿Cómo?’ reflejado en su rostro. “Tener tal sabiduría y enfoque a tan corta edad es en verdad sorprendente. Tengo que aprender de su ejemplo y…” “E-esto… Cuando la señorita Liese te entregó este brazalete, ¿te dijo algo?” “¿Umm? No recuerdo… Ah, ¿dijo que cuidara de mí mismo? ¿O quizá que este brazalete era un amuleto de buena salud?” “Ah, sí, algo así. Como… Haz todo lo que puedas para tener buena salud.” Ante la falsa información que Valetta acababa de vomitar repentinamente de su boca, Kazura asintió como diciendo ‘Ya veo’. Valeta apretó con fuerza el brazalete de su mano y con una expresión desgarradora bajó su mirada una vez más. “¿Señorita Valetta…?” Por alguna razón, el estado de ánimo de Valetta había cambiado, lo que hizo que Kazura se alarmara en su corazón ‘¡Ah! ¿Qué he hecho?’ Pensaba que esto era debido a que había estado alabando a Liese, su trabajo y su popularidad con los habitantes. Sin embargo, Valetta inmediatamente levantó su rostro y miró a Kazura con gesto serio. “Señor Kazura, hay algo que quiero pedirte.” “Um, ¿pedirme?” Kazura respondió desconcertado, a lo que Valetta asintió. “Cuando vuelvas a Japón, me gustaría que compres más libros. Si es posible, me gustaría leer libros de historia o libros técnicos.” “¿Libros de historia y libros técnicos? ¿Sobre qué tema quieres leer? Hay tantos tipos de libros históricos… Además, ¿libros técnicos sobre la ingeniería de construcción? Creo que en la librería que compré la otra vez había buenos libros al respecto.” “Ya he memorizado el contenido de cada libro de esta casa. Ya sea sobre ingeniería, medicina, militar… El tema del libro no importa. Quiero leer más acerca de cosas que no he visto antes. Estaría agradecida si pudiera leer sobre un periodo similar al nuestro.” “Eh, ¿también militar? Mejor dicho, ¿de verdad me estás diciendo que has leído todos los libros de esta casa…?” Sin pensarlo, poco después Kazura le dijo a Valetta que le contara lo que recordaba del contenido de cada libro. La casa tenía varias decenas de libros que Kazura había comprado anteriormente. Poder recordar el contenido de cada libro en este corto periodo de tiempo… Era algo que Kazura no podía imitar. “Sí, tal vez no lo pueda poner en práctica, pero he memorizado cada palabra. Sin embargo, no es suficiente. Quiero leer muchos más, de diferentes variedades… No importa que yo…” Las palabras de Valetta se detuvieron. Como si estuviera soportando algo, bajó la mirada. Sin embargo, inmediatamente levantó la vista y miró a Kazura; sonreía aunque tenía los ojos brillantes por las lágrimas. “Esta petición, ¿puedes cumplirla?” “Sí, por supuesto. Compraré una montaña de libros.” Kazura no podía leer las intenciones de Valetta, pero aun así asintió con una sonrisa. Valeta hizo una expresión relajada y expresó su gratitud a Kazura. Y así volvieron a su cena mientras continuaban charlando. «Quiero estar a tu lado.» Para que Valetta pudiera decir estas palabras, se necesitaba un poco más de tiempo.


G4L Capítulo 79

Arco 10 Capítulo 79
Soldados divinos
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Era la mañana del día siguiente. Tal como lo había dicho antes, Varin regresó al amanecer y se unió a Kazura y Valetta en el desayuno. Cuando terminaron hicieron un pequeño descanso, que Valetta aprovechó para charla con Kazura mientras anotaba las cosas que debía traer desde Japón en su libreta. Como Kazura no iba a volver a Isteria durante varios días, revisaba cuidadosamente la lista para que no llegara a olvidarse de comprar algo. Después de una revisión minuciosa que le tomó treinta minutos, Valetta acompañó a Kazura a la entrada de la residencia para que partiera a Japón. Después lavó con habilidad los platos que habían ensuciado. Posteriormente, cogió la cesta de ropa para lavar junto con un bote con jabón y salió de la residencia. Salió del pueblo y caminó hacia el acueducto por donde fluía el agua del río. ‘Lo ideal sería que por el acueducto del pueblo siempre circule agua.’ Cuando no estaban llenando la reserva de agua del pueblo, el agua que extraía la noria volvía al río por un canal que derivaba en la entrada del pueblo, por lo que no había agua en el acueducto dentro del pueblo. Por eso mismo, cuando la reserva de la aldea estaba llena, como en la situación actual, era necesario salir del pueblo para usar el agua. Antes de que Kazura llegara al pueblo, el agua que usaban para cocinar o lavar era extraída del río con baldes y frascos que necesitaban llevar de regreso a las casas, por lo que cuidaban cuánta agua usaban para sus necesidades. Comparado con eso, su estilo de vida se había vuelto mucho más cómodo, pero como uno esperaría, quería que su estilo de vida fuera aún más cómodo. Por cierto, la noria que usaban era la que Kazura había traído desde Japón. Valetta llegó al canal de agua y se encontró con los criados de la unidad de Isaac, que estaban haciendo la colada junto al canal. Valetta les saludó y, tal como estaban haciendo ellos, se acomodó junto al canal y cogió agua en el balde. Pasó el jabón por la ropa y comenzó a frotarla a fondo. Después de diez minutos, toda la colada había sido lavada por completo, por lo que se puso de pie y comenzó a ver lo que había a su alrededor. No muy lejos del canal había un campamento con varias tiendas instaladas y carruajes estacionados a su lado. Valetta observó desde fuera del campamento y divisó la figura de cierta persona. Aunque iba cargada con la ropa, comenzó a correr ligeramente hacia él. “Señor Isaac, buenos días.” Isaac, que estaba conversando sobre algo con los soldados, se giró cuando Valetta le llamó, sonriendo. “Buenos días. Te pido perdón por llegar tan tarde ayer por la noche. ¿Ha regresado el señor Kazura la Reino de Dios?” Después de despedir a los soldados cercanos, Isaac se había asegurado de que no hubiera nadie cerca antes de preguntar sobre el paradero de Kazura. “Sí, acaba de irse. Ha dicho que regresaría un momento mañana al mediodía, pero posiblemente deba regresar nuevamente al Reino de Dios.” “Es así… También en Isteria, el señor Kazura nos ha estado ayudando con su mayor esfuerzo sin escatimar tiempo por el bien de nuestro país. Cuando el señor Kazura regrese, por favor hazle tener un poco de descanso durante el tiempo que se quede en el pueblo, de una manera o de otra. Si hay algo que pueda hacer para ayudar, por favor dímelo.” – dijo Isaac con la misma sonrisa. En sus palabras no había ni una pizca de la arrogancia que uno suele esperar de un noble. Eso hacía que Valetta estuviera feliz. Havel y Narson la habían tratado amablemente, pero Valetta sentía que era diferente comparado con Isaac. Mientras estuviera al lado de Kazura, él sería la persona de mayor confianza para Kazura, sin importar lo que pasara. “Lo entiendo. Puede ser repentino, pero hay algo que me gustaría pedirte, señor Isaac. ¿Puedo hacerlo?” “Por supuesto. Por favor, dime qué necesitas.” “Quisiera que me enseñaras artes marciales.” La repentina petición de Valetta hizo que Isaac se sorprendiera. “¿Artes…? ¿Marciales? ¿Puedo preguntar por qué?” Cuando Isaac le preguntó la razón, Valetta le miró con seriedad. A pesar de que era una cabeza más pequeña que él, Valetta necesitaba mirarlo a los ojos. “Cuando el pueblo fue atacado por bandidos, me llené de miedo y no pude hacer nada. Por lo que si algo como eso vuelve a suceder, quiero ser capaz de ayudar a combatir.” Después de decir esto, Valetta parecía dudar sobre continuar con sus palabras. Entonces, se dio cuenta que Isaac la estaba tomando en serio, y eso reforzó su determinación. Iba a decirle toda la verdad a la persona que tenía delante. “Quiero proteger al señor Kazura. Por ese motivo, las artes marciales son necesarias.” Después de escuchar lo que decía Valetta, Isaac le sonrió gentilmente. “¿Las artes marciales son necesarias?” “Sí, las artes marciales son necesarias.” Entonces, Isaac se quedó pensativo por varios segundos, soltó un suspiro y comenzó a hablar. “Podías haber empezado diciendo que querías proteger al señor Kazura. De todos modos, las artes marciales no son algo que puedas dominar en una noche. Si quieres usarlas para proteger a los demás, te tomará aún más tiempo dominarlas. Además, el tiempo que tengo para venir a la aldea de Grisea es limitado. Me temo que no puedo ayudar a la señorita Valetta a aprender artes militares.” “Eso puede ser cierto, pero por favor, si puedes enseñarme las bases y los métodos de entrenamiento, entonces aunque el señor Isaac no esté en el pueblo, puedo entrenar por mi cuenta.” Isaac se puso serio con las palabas de Valetta. “¿Cuántas veces crees que puedo venir al pueblo en un mes? Puedes decir que entrenarás por tu cuenta, pero si coges un mal hábito mientras no estoy aquí, será irreparable. Además, no estoy nada convencido de que la señorita Valetta sea apta para una pelea. Pienso que la señorita Valetta debería enfocarse en otra cosa.” “Si piensas eso… Por favor, pruébame.” “¿Probar…? ¿El qué?” Isaac la miraba perplejo, pero los ojos de Valetta iban directamente a los suyos. “Por favor enfréntate conmigo. Si gano, por favor, me enseñarás artes marciales. Si pierdo, me rendiré y no te pediré que me entrenes.” “…” Valetta estaba haciendo una apuesta sorprendente, por lo que las palabras ‘¿Qué es lo que sucede con esta chica?’ estaban escritas en su rostro. Sin embargo, Valetta no mostraba la más mínima expresión de que fuera una broma. Resultaba obvio que estaba siendo seria al respecto. Isaac soltó un suspiro como diciendo ‘¡Madre mía!’” “Ya que has llegado tan lejos, tengamos el duelo. Sin embargo, si pierdes el asunto está terminado. ¿Te parece bien?” Cuando Isaac aceptó, Valetta relajó su expresión y sonrió. Su sonrisa era tal como si ya hubiera ganado el encuentro. “Sí, muchas gracias. Quiero poner a secar la ropa primero. ¿Está bien si tenemos el encuentro después de eso?” “Entiendo, iré preparando el equipo. ¿Te parece bien usar espada y escudo?” “No hay problema. Aunque sea un escudo pesado, me parece bien. También será mejor que el lugar para el encuentro sea en el bosque de las afueras del pueblo.” “¿En el bosque? Entiendo. Me dirigiré para allí una vez tenga todo preparado.” “Sí, muchas gracias.” Valetta hizo una reverencia, y con paso ligero se apresuró hacia el pueblo. Aunque Isaac no estaba satisfecho por lo que iba a hacer, se dirigió hacia el campamento para tomar el equipo.
* * *
Habían pasado treinta minutos. Dentro del bosque, Valetta sostenía un escudo redondo de mano y una espada de madera de entrenamiento en su otra mano mientras estaba de pie frente a Isaac. La empuñadura de la espada era de bronce, por lo que no se rompería con el impacto. El escudo era de los que usaban los soldados; un escudo redondo reforzado con bronce en su borde. Éste tenía un asa de cuero para sujetarse al antebrazo, de manera que el peso se pudiera distribuir más uniformemente. Isaac y Valetta llevaban la misma equipación, y había cinco metros de distancia entre ellos. “Umm, gracias por acceder al encuentro. Entonces, ¿cómo decidiremos quién gana?” “Dejemos que sea hasta que uno de nosotros diga ‘me rindo’. Si nadie lo hace, tendremos que decidir conforme a la situación.” Las preguntas de Valetta sonaban un tanto nerviosas, mientras que Isaac respondía con todo indiferente. Aunque su oponente era una chica cinco años más joven que él, Isaac no iba a ser descuidado ni blando con ella. Si Valetta pensaba que iba a ser considerado con ella, estaba en un error; no tenía intención de cumplir sus expectativas. Si la atacaba de manera delicada, en un futuro podía perder la vida. Por lo que se enfrentaría a ella incansablemente, pues era por su propio bien. Con esto en mente, Isaac endureció su corazón. “Está bien. Ataca con toda tu fuerza. No quiero que tengas remordimientos, pelea con todo lo que tengas.” “¿Con toda…? ¿Mi fuerza…?” Cuando Isaac le dijo que lo diera todo, Valetta se notaba un poco incómoda. Parecía que estaba preocupada de usar toda su fuerza. “Así es, con toda tu fuerza. Ataca con intención de matar. Como si fuera una venganza contra un oponente odiado, con toda tu fuerza.” “A-aunque lo digas así…” “Entonces, imagina que soy un enemigo que desea matar al señor Kazura. Un enemigo que planea quitarle la vida a alguien que valoras, alguien a quien debes enfrentarte sin dudas.” Era una manera extraña de comenzar la pelea, pero para que no hubiera ningún remordimiento después, Isaac incitaba a Valetta que le atacara con toda su fuerza. Pelear inspirado por la ira hacía que fuera difícil pensar calmadamente, por lo que no era una buena forma de pelear. Pero, en la situación actual, esos detalles se podían omitir. Valetta, una principiante; Isaac, un soldado genuino. Había una gran diferencia en sus habilidades de combate, juicio, y también en su condición física. Luchar con todo su poder por el bien de un ser querido, aunque terminaba perdiendo. Lo aceptaría, o eso era lo que Isaac pensaba. “Enemigo… Del señor Kazura.” Valetta cerró los ojos mientras enfocaba su mente. “…” Imaginó a Isaac frente a ella a punto de matar a Kazura. Balanceaba su espada y cortaba el brazo de Kazura. Su cuerpo era atravesado, la sangre corría sin cesar de sus heridas. Asesinado a sangre fría, su ser querido yacía en el suelo como un cadáver. Con tal escenario frente a ella, aun estando cerca de él, no podía hacer nada salvo ver conmocionada la escena. Calmándose, repitió esa escena una y otra vez en su mente. La tragedia que construía en su mente hacía que una emoción oscura, odio, surgiera y se adueñara de su corazón. El corazón murmuraba en su interior, ‘Debo matarlo’, llenando su mente con instinto asesino. “¿…?” Cuando Valetta abrió los ojos, el aire a su alrededor había cambiado, lo que hizo a Isaac tragara saliva. Toda expresión había desaparecido de los ojos de Valetta. Dentro de los ojos que le miraban se encontraba un tremendo deseo de sangre. Antes de que se diera cuenta, el canto de las aves y el chillar de los insectos del bosque se había detenido.
“¡Allá voy!” Con esa corta declaración, Valetta rasgó el suelo mientras lo pateaba y se abalanzó hacia Isaac. Los cinco metros de distancia desaparecieron en segundos. En un instante, se habían encontrado. En ese momento, la espada de madera de su mano derecha barrió hacia él con todo su poder. “¿¡Gugh!?” No era un ataque experto, ni uno débil; solo un fuerte golpe cargado con un tremendo poder destructivo. Isaac apenas se pudo defender con el escudo gracias a sus reflejos. Junto a un fuerte golpe metálico, el sonido del impacto cacofónico, el increíble momento del ataque se transfirió hacia su mano desde el escudo. Aunque Isaac se había visto forzado a retroceder por el fuerte ataque, balanceó su espada de madera diagonal hacia Valetta. Aun desde una postura inestable, era un ataque genuino, sin ninguna intención de ir fácil contra ella. Sin embargo, aunque creía que el ataque golpearía el hombro de Valetta, en realidad la espada solo cortó el aire. “…” Ágilmente, Valetta se inclinó hacia un lado y pudo esquivar el ataque de Isaac. Inmediatamente retrocedió, saltando dos metros hacia atrás. Después de ganar distancia, corrigió su postura. Bajó la cintura, y una vez más pateó el suelo y se lanzó hacia Isaac. Por segunda vez, puso toda su fuerza en un fuerte barrido lateral. Pensando que iba a usar el mismo método de ataque por segunda ocasión, Isaac se alineó para recibir el ataque de Valetta con su escudo y bloquear el golpe. “¿¡Que!?” Pero en el momento en que la espada de Valetta chocaba con el escudo de Isaac, ella soltó su espada y cogió el borde del escudo. Aprovechándose de la inercia, Isaac fue empujado a la fuerza hacia adelante. “¡Auch!” Había perdido el equilibrio y tropezado hacia adelante, casi como si le hubieran enviado volando. Isaac perdió completamente la postura y cayó al suelo, aterrizando de morros contra el suelo. “Yo gano.” – dijo Valetta.


G4L Capítulo 77

Arco 10 Capítulo 77
La situación de los artesanos
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Al anochecer del siguiente día, Kazura y Liese, que habían terminado los trabajos en los campos el día anterior, se reunieron con Zirconia para visitar un taller en específico. Habían enviado a Ayla, Marie y demás criados de la mansión de antemano, por lo que solo los acompañaban unos pocos guardias. El taller que visitaban era uno dedicado a la carpintería, cuyo nombre era ‘Número 1’ ; en él se encontraban grandes troncos de madera en una esquina del patio, esperando a ser aserrados. En medio de aquel patio había un almacén donde se guardaban las tablas de madera completamente aserradas y junto a este, se encontraba el taller. En este momento, los tres estaban dentro del taller. Junto a ellos esperaba un carpintero anciano, y entre todos rodeaban una mesa sobre la cual se extendían los diferentes planos para los componentes de las norias. Aquel anciano era el maestro del taller, un veterano que había trabajado en este campo durante cuarenta años. Zirconia le había explicado el asunto referente a la falta de precisión en la manufactura de las partes de la noria al maestro, por lo que éste tenía una expresión de mal humor mientras pensaba en silencio. Además de ellos, en el taller había tres jóvenes carpinteros, que trabajaban con todo su corazón la madera, únicamente usando una sierra de bronce y un martillo de madera, con solo la iluminación que las velas cercanas les proveían. Al parecer, después del tratado de cese al fuego de hacía cuatro años, este taller había estado trabajando siempre así, hasta altas horas de la noche todos los días. El maestro se quedó en silencio de esta forma por un tiempo, pero al final, comenzó a hablar, aunque sin mucho convencimiento. “Es solo una suposición… Pero las piezas defectuosas debieron fabricarse a manos de Krupp en el taller Número 2, ubicado al lado de este. Dado fueron ellos los que perforaron las aletas de la noria, y si la velocidad de rotación es irregular, no se me ocurre otra causa más que esa. Si después de corregir esto, todavía no funciona como debería, entonces el responsable debería ser el taller que fabrica las partes exteriores de la noria.” “Ya veo. Entonces iremos ahora mismo a visitar ese taller. Señor Kazura, Liese, ¿estáis de acuerdo?” Después de incitar a Kazura y Liese, Zirconia se dirigió hacia la entrada. “Perdón por la intromisión.” – dijo a modo de despedida Kazura para después caminar tras Zirconia hacia la entrada. “Señora Zirconia. Sé que esto no es algo que alguien en mi posición pueda decir, pero, ¿podría hacerlo de todas maneras?” – el maestro se dirigió a Zirconia cuando lo tres estaban a punto de salir del taller. “Sí, ¿qué pasa?” Zirconia dejó de caminar, se dio la vuelta y miró al artesano, que estaba nervioso mientras inclinaba la cabeza hacia un lado. Kazura y Liese también se dieron la vuelta para mirar al artesano inquisitivamente. “Nosotros somos artesanos. Cuando recibimos un trabajo hacemos todo lo que podemos para terminarlo. De igual manera, no toleramos que haya ningún defecto con lo que hacemos. Si en realidad Krupp es la causa del fallo, entonces le golpearé muy fuerte hasta que vomite sangre. Pero, de ser posible, por favor haga la vista gorda solo por esta ocasión.” “Mmm… Tomemos asiento para hablar de ello.” El maestro había dicho esas palabras con gran tristeza en su rostro, por lo que Zirconia decidió volver al taller para tomar asiento en la mesa, invitando al artesano hacer lo mismo. Igualmente, Kazura y Liese se sentaron en un banco cercano. Los jóvenes carpinteros que estaban trabajando en el taller no pudieron evitar dejar de trabajar para centrar su atención en el silencioso maestro, que hacía una expresión de súplica mientras se dirigía a Zirconia. “Ese chico perdió a su padre y a su mejor discípulo durante la guerra anterior. Lo mismo ocurre en el resto de talleres, la mayoría de sus trabajadores veteranos murieron o quedaron lisiados durante la guerra, por lo que carecen de manos para el trabajo. Aquí mismo, en mi taller, de los dos que siempre trabajaban conmigo, uno murió y el otro perdió una mano, por lo que ya no puede trabajar de carpintero. Estos jóvenes que ve usted aquí, son sus hijos o sus familiares.” “Continúa…” Con una expresión seria, Zirconia invitó al maestro para continuar su historia. El artesano miró a Zirconia antes de comenzar a hablar desanimadamente. “Sabemos que debemos dejar todo de lado cuando hay un pedido del Señor Feudal y también sabemos que este pedido es importante para la provincia, por eso mismo todos los talleres aceptaron la petición. Aunque lo hayamos completamos con prisa ya que se trataba de un pedido urgente, esto no es excusa para la falta de precisión; por supuesto, todos los artesanos lo entienden. Pero, usted sabe…” – el maestro habló hasta que sus palabras cesaron temporalmente. Su voz temblaba un poco. – “Incluso nosotros tenemos un límite. Todos los artesanos fueron enviados a las líneas del frente para reparar la equipación o participar en la construcción del campamento. Hubo muchos artesanos ancianos que murieron por enfermedad al no poderse ajustar a este estilo de vida. Un artesano no es un título que se pueda dar después de uno o dos años como aprendiz. Uno solo se puede considerar como un artesano después de veinte o treinta años de experiencia. En Isteria no hay más gente que pueda remplazarlos.” Los jóvenes carpinteros, quienes escucharon lo que su maestro acababa de decir, tragaron saliva. Lo que su maestro había dicho se podía considerar como una crítica hacia los líderes de Isteria. “Madre, lo que el maestro dice está justificado.” – cuando Zirconia estaba a punto de decir algo, Liese la llamó, como para interrumpirla. – “Estos artesanos se han forzado a sí mismos para trabajar sin descanso por el bien de la provincia. Así que por favor, por favor, no los culpes.” “¿Eh? No voy a hacerles nada…” Zirconia mostró una expresión perpleja hacia Liese, que con esas palabras trataba de proteger a los artesanos. Al parecer, el maestro y Liese habían malentendido su gesto y pensaban que Zirconia los iba a reprender por el defecto en las partes de la noria. Zirconia no tenía la mínima intención de enfurecerse con ellos, ya que simpatizaba con los carpinteros y los demás artesanos, que trabajaban hasta el límite todos los días. La verdad era que quería recompensar en gran medida a los artesanos que se habían involucrado en la producción de la noria, y como había sido un pedido urgente, ni siquiera le habían puesto precio todavía. “Señorita Liese… En verdad, muchas gracias…” “¡Qué compasiva…!” Sin embargo, viendo cómo los aprendices expresaban su gratitud por la intervención de Liese, Zirconia, que estaba a punto de explicarse, se quedó callada. Ya que la situación parecía haberse calmado de alguna manera y Kazura se encontraba cerca, decidió tomar el papel del villano. “Entiendo lo que quieres decir. Simplemente he venido hasta aquí porque había un defecto en las piezas fabricadas, no para impartir castigos, por lo que por favor quédese tranquilo. Estará bien con que ustedes puedan encontrar la causa y corregirla.” Cuando los carpinteros escucharon las palabras de Zirconia, levantaron la mirada, asombrados. Y, por alguna razón, volvieron a darle las gracias a Liese, que sonreía gentilmente sus acciones. ‘¿Sera que soy tan aterradora?’ – pensó Zirconia. Viendo la escena tan conmovedora al lado suyo, Zirconia estaba un poco abatida y herida. ‘¿Como debería decirlo…? ¡Buen trabajo!’ A partir de su apariencia, Kazura podía adivinar lo que Zirconia estaba pensando y la animaba dentro de su corazón.
* * *
Tras eso transcurrieron tres horas. Después de realizar la inspección de los demás talleres, los tres regresaron a la mansión y tuvieron una cena rápida junto con Narson. En ese momento, Kazura, Zirconia y Narson se encontraban en una reunión en la oficina. Como era usual, Liese se dio un baño y después de eso fue directa a su cama para dormir. Como para Liese resultaba un hábito dormir y levantarse temprano, sería muy duro para ella quedarse despierta para atender a estas reuniones como el resto. Kazura había escuchado de Narson que Liese tenía catorce años de edad. Para una chica en la pubertad, estar despierta hasta tarde por la noche podría afectar en su belleza y en su crecimiento, por lo que aunque se propusiera para ayudar, todos los demás le decían que fuera a dormir. “Fue solo una corta inspección, pero parece que todos los talleres carecen de trabajadores cualificados… Además, están tan llenos de trabajo, que las piezas salieron con defectos en su precisión.” – empezó Kazura. “Conocía la situación de los artesanos desde hace tiempo… Sin embargo, parece que mi manejo de este asunto no ha salido bien. De verdad, estoy apenada por esto…” Mientras Zirconia decía estas palabras, bajó su cabeza avergonzada con una expresión triste. Después de los eventos con el maestro, el grupo de Kazura inspecciono los demás talleres, pero fue tal como el maestro del primer taller les dijo; cuando le preguntaban a los artesanos, les decían que había una falta de trabajadores cualificados para el trabajo. Nada más ver a Zirconia, los trabajadores se encogían de miedo, por lo que no podían decirle cuáles eran los obstáculos para el trabajo. Pero después de la intervención de Kazura y Liese, los trabajadores podían compartir la situación poco a poco. “Bueno, como puedes ver, la situación es inevitable. La falta de trabajadores se puede compensar con herramientas. Voy a ver si puedo proveerles un aserradero impulsado por una noria para que puedan cortar los troncos, así como cualquier otra herramienta necesaria. Si aumentamos la eficiencia de trabajo, entonces la carga de los artesanos se reduciría considerablemente.” “Sí…” Eso era lo que Kazura proponía, pero la expresión de Zirconia aún era melancólica. Cuando Kazura llegó por primera vez a Isteria, Zirconia había aparentado tener más ambición. Pero después sentía que se había vuelto de alguna manera pesimista, o mejor dicho, se había vuelto insegura. Kazura estaba preocupado porque sus consecutivos errores en asuntos de los que se encargaba le hubieran hecho perder la confianza en sí misma. “Por favor, no pongas esa cara. Va a estar bien, seguro que saldrá bien.” “Sí, muchas gracias.” Cuando Kazura le dijo esas palabras, Zirconia por fin mostró una sonrisa. Se trataba de una sonrisa con un indicio de tristeza tras ella, pero era mucho mejor que tener una expresión deprimida todo el tiempo. “Entonces, dejemos de lado el tema de los talleres de carpintería por ahora. Centrémonos en inspeccionar a los herreros y los poceros. Quisiera examinar si hay algo que pueda hacer por ellos una vez regrese al reino de Dios. Tengo especial interés en los pozos de agua, ya que en ellos incide la salud y el saneamiento del lugar donde no hay forma de obtener agua de un río, por lo que tenemos que solucionarlo de una manera o de otra.” – continuó Kazura. Después de que el grupo de Kazura inspeccionara varios talleres de carpintería, pasaron por los talleres de los herreros y el de los poceros. El problema que les compartieron los herreros era el mismo problema que tenían los carpinteros, por lo que Kazura creía que solo la introducción de la máquina herramienta podría resolverlo. Sin embargo, después de discutir con los poceros, el problema que se habían encontrado era un asunto completamente diferente. Cuando hacían un pozo en Isteria, excavaban sobre una capa de arena marrón unos seis u ocho metros de profundidad antes de que encontrar agua. Sin embargo, esta agua no era tan buena para usarse y las prendas blancas que se lavaban con esta agua se volvían de un color rojo brillante al día siguiente. Cocinar alimentos con esta agua les daba un mal sabor y su consumo prolongado podía ser peligroso para la salud. Por cierto, debajo de la capa de arena marrón había una capa de roca, sobre la que los poceros construían la base para el pozo de agua de madera. También podrían construir pozos de piedra, pero como era más costoso, en su mayoría hacían los pozos de madera. “Muchas gracias. El agua de los pozos ha sido un problema desde hace mucho tiempo y ha causado inconvenientes para las personas que viven lejos del río. No podemos construir un acueducto para cubrir toda la ciudad, y aunque solucionarlo es un tema pendiente, no sabemos qué hacer al respecto.” – dijo Narson inclinando la cabeza, agradeciendo la propuesta de Kazura. Si podían resolver el problema de los pozos de agua, entonces tal vez el problema de salud de Isteria mejoraría drásticamente. Para Kazura, los asuntos sobre la excavación de pozos estaban fuera de su conocimiento, por lo que al volver a Japón buscaría la guía de algún experto, y con algún manual técnico que le proveyeran o, de ser posible, las herramientas para la excavación, entonces de alguna manera deberían ser capaces de manejarlo. “Por cierto, mientras nos dirigíamos con los poceros, la señorita Liese charlaba amistosamente con los artesanos. ¿La señorita Liese también acostumbra visitar esos talleres?” – preguntó Kazura. Cuando el grupo visito el taller de los poceros, los artesanos se encogieron al ver a Zirconia, pero cuando veían a Liese, su expresión se relajaba. Incluso hablaban con ella de manera amistosa. Kazura había escuchado las palabras «Gracias como siempre.» entre su conversación, por lo que sentía curiosidad por si Liese se había encontrado antes con los artesanos. “Ah, quizá sea porque Liese personalmente repone el barro que utiliza para lavarse de los poceros. La mayoría de los instrumentos que utilizan las jóvenes de la nobleza para lavarse, así como para lavar la piedra de la mansión, provienen de los poceros. Hay muchas que usan jabón, pero Liese prefiere el barro en su lugar.” – explicó Zirconia. “Ah, ¿barro…? ¿Es más efectivo que el jabón?” “Depende del tipo de barro, pero el que usa Liese, el barro blanco, es de gran calidad, por lo que es muy superior al jabón. ¿El señor Kazura quiere intentar usarlo? Si le preguntas a Liese, podría compartir un poco contigo.” “Hmm… Entonces, la próxima vez se lo pediré personalmente a la señorita Liese. Estoy un poco interesado en ello.” Usar el barro para lavarse el cuerpo o la cabeza podría considerarse contraproducente, pero también en el propio Japón las compañías de cosméticos vendían productos basados en el barro para el cuidado del cuerpo. Ya que el barro, hasta cierto punto, también se usaba en Japón, este material en cuestión podría tener un desempeño superior que el jabón científicamente probado. “¿Sera que la señora Zirconia también usa barro?” “Yo casi no me preocupo por ese tipo de cosas… Sin embargo, tal vez lo pruebe por una vez.” Después de tener esta clase de charla, los tres reanudaron la discusión sobre los talleres.
* * *
“Vidrio, molino de harina, trilladora y… ¿No se ha vuelto ya una buena cantidad? Me va a llevar tiempo poder preparar todo al respecto…” Una vez terminada la reunión, Kazura regresó a su habitación y se sentó sobre su cama mientras escribía los asuntos pendientes que debía atender una vez regresara a Japón. A la mañana del día siguiente partiría hacia la aldea de Grisea, por lo que estaba ordenando la información de manera que no se le olvidara nada de investigar o comprar. Ya que el viaje de ida de Isteria a la aldea de Grisea llevaba aproximadamente dos días, si se llegaba a olvidar de comprar algo, entonces no podría volver rápidamente. Era una distancia no tan corta pero tampoco tan lejana, aun así, no quería tener que volver a recorrerla de ser necesario. “Si el carruaje y los guardias van a marcha forzada podríamos llegar a la aldea en un día, pero si va tan rápido, Marie y yo terminaremos vomitando. Debe haber algo que pueda hacer al respecto…” – murmuró Kazura. Ya que el camino entre Isteria y la aldea Grisea era un camino de tierra sin emparejar, que el carruaje viajase muy rápido terminaba siendo un acto suicida. Aun si pudiera soportarlo de alguna manera usando el aceite de esencia, no quería causarle demasiados problemas a Marie, ya que en el último viaje a la aldea Grisea el balanceo del carruaje fue muy duro para Marie. Podría ser mejor para ella si la dejaba en la residencia, pero Kazura pensaba que con la posición de Marie eso no sería algo muy bueno para ella. “Umm, recibir el generador, confirmar el progreso del proyecto de construcción…” Mientras seguía murmurando para sí, Kazura pasó la noche entera mirando su libreta. Por cierto, en ese tiempo, Ayla estaba en la cocina esperando a Kazura. Sin embargo, Kazura que estaba muy ocupado con las preparaciones para su viaje del día siguiente, no se acordó de pasar por la cocina. Al final, Ayla recordó que Kazura partiría a la aldea de Grisea al día siguiente, por lo que regresó abatida a su habitación para dormir.


jueves, 28 de enero de 2021

TBATE Capítulo 54

Capítulo 54
Comienza el juego
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Mi cuerpo no puedo evitar temblar debido a la ira reprimida ante la idea de estar en la misma clase que el malcriado de Lucas; y de todas las clases que hay, una de peleas por equipos. La enfermiza ironía de tener a ese traidor en una clase enfocada en aprender la cohesión de batallas en equipo, casi me da ganas de querer reír. Nuestros ojos se encuentran, pero me mira apáticamente, como si fuera un insecto en el suelo. “¡Bien! ¡Ya estamos todos!” Repentinamente, una ruidosa voz retumba sobre el campo. Mientras todos los estudiantes comienzan a girar sus cabezas para localizar de donde venía la voz, miro hacia arriba para ver a una enorme bestia de maná parecida a un halcón sobre el campo. Esta bestia tiene al menos de cuatro metros de largo y su envergadura es de más ocho metros. Con unas afiladas garras plegadas bajo su cuerpo, la bestia desciende lentamente, revelando a una mujer bien tonificada con una espada gigante atada a su espalda de pie en la espalda del halcón. “¡Bienvenidos! ¡Soy la profesora Glory y seré la encargada de enseñar a todos los asistentes a mi clase, mocosos! Este Halcón Llameante es Torch, mi preciado vínculo.” Lo primero que hago es medir la etapa en la que se encuentra el núcleo de maná de nuestra profesora, pero al intentar inspeccionar su nivel siento un repentino dolor agudo en mi cabeza, al tiempo que la profesora Glory me dirige una mirada. Dándome una sonrisa confiada, viene en mi dirección. Salta de su Halcón Llameante y camina alrededor del grupo de estudiantes de su clase. Inspecciona a cada estudiante por el que pasa, y repasa más de cerca a alguno de ellos antes de dirigirse hacia mí. No es inusual que los magos construyan defensas alrededor de las etapas de su núcleo, especialmente los que son de nivel alto. Esto resulta incluso más difícil de esconder que los elementos que utilizan, ya que las partículas de maná de su elemento los rodean naturalmente. La mayoría no ve la necesidad de esconder su atributo elemental, así que no era un gran problema aunque no pudieran. Pero no hace falta que lo diga, es sorprendente ver cómo de fuertes son las defensas de la profesora Glory. No puedo distinguir en qué etapa se encuentra su núcleo, ni tampoco su atributo elemental. Mientras me acostumbro a enmascarar el nivel de la etapa de mi núcleo, necesito usar sellos con el fin de esconder completamente mis atributos elementales. No estoy seguro si utiliza sellos como yo con el fin de ocultar sus habilidades, pero una cosa sí es segura: sabe que he sido yo quien ha intentado inspeccionarla. “Tengo que decir que habéis puesto el listón bastante alto para todas las demás clases.” – anuncia después de inspeccionar a Lucas. Se toma un poco más de tiempo para inspeccionar al Comité Disciplinario y a los miembros del Consejo Estudiantil, asintiendo de vez en cuanto. “Bueno, pero si se trata de mi nuevo colega, Arthur Leywin. Es un placer conocerte.” La profesora Glory me envía una sonrisa juguetona, como si estuviera ansiosa por molestarme. Algunos estudiantes entre el grupo comienzan a murmurar, confundidos por su declaración. “Profesora Glory, ¿qué quiere decir con ‘colega’?” – pregunta uno de los estudiantes de último año levantando la mano. “¡Ah! Es probable que la mayoría de vosotros lo haya visto en la ceremonia de esta mañana, pero este chico es un estudiante de primer año y un oficial del Comité Disciplinario. Un prodigio real, si me preguntas. Y también es el nuevo profesor designado para la clase Manipulación Practica del Maná, que todos vosotros recibisteis durante los primeros años.” Me da una firme palmada en la espalda. “ ¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!” “¡No puede hablar en serio, profesora!” “¡Si ese mocoso es un profesor, entonces soy el Rey de este continente!” “¿En qué se ha convertido esta Academia para aceptar a un estudiante de primer año como un profesor?” “¿Cómo es eso siquiera posible? A veces, ni siquiera el mejor estudiante de último año es elegido para ser profesor, pero, ¿ese de primer año sí?” Varios ruidos de protesta me hacen suspirar. Lo más seguro es que lo acabasen descubriendo por ellos mismos, pero la verdad es que a los estudiantes de último año debería haberles costado un poco más enterarse de esta noticia, considerando que en realidad no tienen mucha comunicación con las clases de divisiones inferiores. “¡GRRRR~!” Sylvie tiene su pelaje erizado mientras gruñe en advertencia al grupo de estudiantes. ‘ ¡Papá es más fuerte que todos vosotros juntos!’ Ahora todos se percataron de la presencia de Sylvie, aunque algunos la habían visto al cruzarse con ella por la Academia, o también durante el transcurso de la ceremonia de esta misma mañana, pero nadie se había preocupado mucho sobre la pequeña bestia de maná que reposaba en mi cabeza, la cual podría volverse lo suficientemente grande como para devorar sus cuerpos. “¡Ya, ya! Antes de que saltemos directamente a las quejas, deberíamos tener más confianza en las decisiones de la Directora. Está dotado hasta cierto punto, ¡ya que ha derrotado al profesor que enseñaba en esa misma clase anteriormente!” Me lanza un guiño. “¡Pero, profesora Glory! De todos modos, ¡los profesores de los estudiantes de primer año no son tan buenos! ¡Apuesto a que algunos de los estudiantes de último año que estamos aquí podrían derrotar a la mayoría de ellos!” Comenzó otra ronda de quejas, haciéndome sentir sueño. Debe ser el coma alimenticio tras el almuerzo. “¡Ja, ja! Para ser honesta, tengo ganas de probar cómo de fuerte eres realmente, ¡chico! Desafortunadamente, la Directora Goodsky nos ha dejado claro que no hagamos eso. Así que, ¡estos estudiantes te probarán en mi lugar!” Pone sus manos en la cadera, sonriendo con anticipación. A estas alturas, veo repentinas llamas de furia ardiendo en los ojos de algunos de los estudiantes que están mirándome. Prácticamente puedo ver lo que están pensando grabado en sus rostros. ‘Voy a matar a este bastardo.’ ‘¿Quién piensa que es ese mocoso?’ ‘Matar, matar, matar, matar…’ ‘Estoy celoso. ¿Y encima es guapo? Tiene que morir.’ Las estudiantes femeninas, por otra parte, tienen una mirada en sus ojos que me asusta incluso más. Sus miradas me recuerdan a hienas observando carne fresca mientras que casi babean por el ‘trofeo’ en el que repentinamente me acabo de convertir. Echando un vistazo a Tess, noto que tiene una expresión de sorpresa en su rostro; sus labios se curvan ligeramente con orgullo, pero cuando se da cuenta que la estoy mirando aparta la mirada rápidamente, aunque he notado que sus orejas estaban un poco rojas. *¡Ainssss!* Sabes… La situación no sería tan rara si me hablaras. Clive, por otra parte, frunce el ceño con desprecio, mientras Lucas me mira con la ceja levantada con renovado interés, como si me hubiera ascendido de insecto a mamífero. “La Directora Goodsky ha dicho que me lo tome con calma en mis clases de división superior hasta que me adapte a la escuela. Este es mi primer día, después de todo.” Trato de salir de esto fácilmente. Luchar contra esos adolescentes hormonados no puede terminar bien. “¡Oh, vamos! Eso no sería divertido, ¿cierto? Es necesario mostrar una cierta cantidad de habilidad para conseguir un respeto apropiado, ¿sabes? Con esto probaremos si eres capaz de estar en esta clase de división superior. ¿Qué decís, clase?” “¡¡¡¡¡SÍ!!!!!” ¿Estoy en un campo de entrenamiento militar o algo así? ¿Por qué siempre hay una razón para que demuestre mi valía en cualquier situación que se me presenta? *¡Ainssss!* “¿Qué tiene en mente, profesora Glory?” – pregunto derrotado. Esto nunca va a terminar y no quiero gastar mi aliento discutiendo con personas que no quieren escuchar la lógica. “¡No temas! ¡Soy una mujer justa!” – dice aclarando su garganta. Justa, mis narices. Siento como si hubiera leído mi mente debido a que envuelve su brazo bien construido alrededor de mi cuello y aprieta. A diferencia de Angela de los Cuernos Gemelos, su pecho es musculoso y duro, sin mucha diferencia al de un hombre. “¡Empezaremos este semestre con un pequeño juego! ¿No soy muy amable?” Por la mirada de su rostro, ella es la más emocionada por esto. Continuando, dice: “Así que… ¿Qué clase de juego deberíamos jugar…? ¿Batalla por equipos? ¿Una guerra?” “¿Qué tal juntar a los tres oficiales del Comité Disciplinario en el mismo equipo, profesora? Siento que eso también sería una buena manera de practicar el trabajo en equipo.” – dice Curtis levantando su mano mientras Claire, que está junto a él, asiente en aprobación. “Hmmm, ¡no es una mala idea!” – responde mientras frota su barbilla. “Pero, profesora, ¡tanto Curtis como Claire son dos de los mejores estudiantes de esta Academia! No sería justo tener a ambos en un mismo equipo.” – argumenta un adolescente de pelo negro. “¡Es verdad…! ¡Ja, ja! ¡Lo tengo! Para el equipo del CD tendremos a Arthur jugando el rol de Rey. Si termina fuera de combate, el resultado del encuentro será una derrota inmediata. Pienso que debería ser lo suficiente justo. Ahora, ¿qué hay del otro equipo?” Como si estuviera hablando consigo misma, comienza a murmurar a los posibles candidatos cuando alguien levanta la mano. “Profesora. ¿Qué tal tener a la Presidenta del Consejo Estudiantil y a mí mismo como sus oponentes?” Es Clive quien ha levantado la mano al tiempo que realiza la sugerencia. “¿Qué?” Tessia gira su cabeza hacia Clive por la sorpresa. Antes de que tenga la oportunidad de objetar, la profesora Glory aplaude. “¡OHH! ¡AHORA se está poniendo interesante el asunto! Pero no sería justo que os enfrentéis dos contra tres.” Mira alrededor del grupo de estudiantes. “Me presento voluntario para estar en el equipo del Consejo Estudiantil.” – dice Lucas Wykes con voz calmada mientras se apoya en su bastón. “Ummm, el señor Wykes, otro de nuestros genios de primer año… ¡Muy bien! ¡También será una buena ocasión para ver tus habilidades en acción!” Puedo decir que en su cara había cierto rastro de duda. Tal vez haya escuchado algunos rumores acerca de ese tipo. “¡Ohhh!” Una parte del resto de los estudiantes queda decepcionada al no tener la oportunidad de derrotarme y al mismo tiempo estar en el mismo equipo de la Presidenta del Consejo Estudiantil, pero todos ellos estaban emocionados por ver el combate. “El juego tendrá un tiempo límite de treinta minutos. Cuando finalice, mantendremos una breve discusión y analizaremos lo ocurrido. ¡Por favor, preparaos!” Tras sus palabras, una pila de lo que parecía equipo de ejercicio cayó al suelo desde el anillo dimensional de la profesora Glory. Poniéndose seria, comienza las explicaciones. “Esto es un equipo especial diseñado por Artífices para medir la cantidad de daño recibida. Cuando este equipo se activa, libera un agudo sonido cuando el daño recibido supera el umbral de daño que se ha codificado. Que alguien elija ignorar esta advertencia y continúe luchando o lanzando hechizos, conllevará una expulsión inmediata de mi clase, junto con otras posibles consecuencias con respecto a su estancia aquí como estudiante. Esta regla se aplica a cualquier clase de combate de la división superior en esta Academia, así que grabadla en vuestros cerebros, muchachos. Todos estáis en un nivel donde protegeros a vosotros mismos con maná no debería ser un problema. Permitidme reiterar esto, pero este equipamiento no os va a proteger, así que no confiéis en él como una fuente de protección.” Sus palabras van dirigidas a toda la clase, no solo a nosotros. Aclarando su garganta, la profesora Glory grita: “¿¡Ha quedado claro!?” “¡¡¡¡¡¡SÍ!!!!!!” “¡Bien! Ahora, vosotros seis, equipaos.” Regresa a lomos de su vínculo mientras el resto de los estudiantes se dirige hacia la plataforma de observación. Curtis viene hacia mí y palmea mi espalda antes de recoger su equipo. “¡Bueno, parece que tendremos una sesión de entrenamiento prematura! Demos lo mejor, Arthur. Todavía recuerdo que cuando nos conocimos poseías una espada con el fin de practicar como pasatiempo. ¡Veamos cómo de bueno eres!” “No podemos avergonzar el nombre del CD ahora, ¿verdad? ¡Haré que el entrenamiento sea extra duro para cualquiera que no cumpla los estándares!” – dice Claire sonriendo con maldad mientras toma su equipo. Clive y Lucas pasan a mi lado, ignorándome. Por mi parte sigo sus pasos para recoger mi equipo. Éste consiste en una chaqueta ajustada y una serie de correas que envuelvo alrededor de mis piernas. La chaqueta también tiene mangas hechas de unas correas especiales, que supongo debo envolver alrededor de mis brazos. Tengo problemas colocando las correas del brazo cuando Tessia se acerca en silencio y me ayuda a envolverlas alrededor de mi brazo. “¿Está bien que la princesa Tessia me ayudé así?” Sonrío mientras dejo que me ayude. Lanzándome una mirada, aprieta las correas, sacudiendo mi brazo hacia ella en el proceso. “Lo está, señor genio. De todos modos, todos andan a lo suyo.” *¡Ainssss!* “No puedo seguir soportando actuar como si no te conociera.” – su mirada se suaviza. “¿Sabes? Lo descubrirán tarde o temprano. ¿Por qué intentas esconderlo tanto?” – encojo los hombros. “¿Quieres decir…? ¿No te importa? La abuela Cynthia mencionó que querías mantener un perfil bajo, así que pensaba…” Su rostro pierde compostura cuando empieza a tartamudear. “Pff… Bueno, no he hecho un buen trabajo en eso, ¿verdad?” No puedo evitar reír, confundiendo más a Tess. “Está bien. Hay algunas cosas en particular que quiero esconder. Mientras permanezcan en secreto, el resto no importa realmente. Por ahora, ¿notas algo?” Saco pecho para dejar que lo analice. “No entiendo qué… ¡Ah! No puedo sentir tu… ¡Mfff!” Está siendo demasiado ruidosa, así que tengo que cubrir su boca. Inclinándome cerca de su rostro, le susurro: “Sí, eso y también la verdadera identidad de Sylvie. Por ahora mantengo la mayoría de mis habilidades en secreto, así que tú también tienes que hacer tu parte. Tal vez mantener en secreto el hecho que haya visitado tu reino podría ser una buena idea, pero no tienes que ignorarme, Tess.” Dejo libre su boca y le acaricio la cabeza, haciéndola sonrojar y que me empuje lejos de ella. “E-estas demasiado cerca.” – murmura Tess en voz baja mientras mira hacia abajo. “¿Habéis terminado con los coqueteos por allí?” La voz de la profesora Glory viniendo desde arriba nos sorprende a ambos mientras termino de ajustar las correas. “¡Ah! Arthur. Sugiero que dejes a tu vínculo en un lugar seguro si no es capaz de asistirte durante el combate como el vínculo de Curtis.” – dice apuntando hacia la plataforma de observación. “¡Kyu!” Sylvie llora en protesta. “Creo que sería mejor para ti quedarte fuera esta vez, Sylv.” – digo mientras acaricio su pequeña cabeza.” ‘Auuuu… Está bien.’ Salta de mi cabeza antes de escurrirse fuera del campo. Tess acaba de terminar de ponerse su equipo cuando me acerco a ella. “Hagamos nuestro mejor esfuerzo. Quiero ver cuánto has mejorado.” Me manda una sonrisa confiada. “Entonces será mejor que tengas cuidado.” – dice antes de salir corriendo al otro lado del campo, donde están Clive y Lucas. Me dirijo hacia la posición de Curtis y Claire. Claire está haciendo estiramientos, mientras Curtis monta en la parte superior de su León Celestial, Grawder. “Aun contando con Grawder, seguimos estando en desventaja debido a que ellos tienen dos Conjuradores y Clive es un Aumentador de largo alcance. El hecho de que sea una derrota instantánea para nosotros si tu equipo se activa, nos da un conjunto de opciones muy limitado.” Claire se apoya en la espada que ha desvainado mientras estira su pierna hacia atrás. “Tienes razón. La verdad es que ni Claire ni yo sabemos algo acerca de tu estilo de pelea, así que igualaremos tu ritmo. Le daremos prioridad a tu protección mientras entramos en un rango donde podamos hacer algo de daño.” – responde Curtis mientras acaricia a Grawder. Busco a Tess, Clive y Lucas y los veo a unas pocas docenas de metros. Parece que seremos objetivos de práctica para ellos hasta que entren en nuestro alcance. Esto va a ser divertido. No puedo evitar una sonrisa mientras me hierbe la sangre. Debería estar bien darle unos cuantos golpes a Lucas durante el combate, aunque puedo imaginar que tanto Lucas como Clive piensan lo mismo acerca de mí. Saco mi espada, Balada del Alba, cerciorándome de no sacar su vaina, mientras Curtis y Claire preparan también sus armas. ¡¡FIUUUU!! ¡¡FIUUU!! “Esa espada que llevas es hermosa, Arthur.” – dice Claire admirándola. Tengo que admitir que Curtis luce bastante impresionante empuñando sus dos espadas de doble filo mientras monta su vínculo. Claire libera un aura de batalla feroz mientras imbuye su cuerpo al mismo tiempo de maná de atributos viento y fuego. Por mi parte, me giro hacia adelante, imbuyendo mi cuerpo y espada con los atributos de viento y tierra. Mi cabello y ropa revolotea mientras el suelo bajo mis pies vibra a mi voluntad. La poderosa voz de la profesora Glory hace eco a través del campo de batalla, indicándonos que podemos empezar. “¡QUE COMIENCE EL JUEGO!”


TBATE Capítulo 53

Capítulo 53
Es un placer
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Reflexionando acerca de lo que me ha dicho, me quedo sentado allí, con los ojos en blanco mirando algo en la distancia. Como ha mencionado, que fuera profesor no le aporta un beneficio real, y esa es precisamente la razón por lo que lo encuentro tan sospechoso. Está muy arraigado en mí ser cauteloso con las motivaciones de la gente, lo que sea que hayan hecho. Supongo que cuando eres una figura de autoridad y poder, sospechas de todos los que te rodean, por eso no puedo entender por qué me pide que haga esto. Manipulación Práctica del Maná es una clase para la que no tengo que prepararme especialmente, por lo que sería una tarea hasta sencilla. Y aunque no fuera fácil, me ayudaría a construir una buena posición, lo que es mucho más interesante. Dado que probablemente no voy a poder escapar de la atención de los estudiantes de todos modos, quizás pueda hacer las cosas un poco diferentes. Por supuesto, no planeo revelar mi conjunto completo de habilidades a nadie todavía, pero no veo el punto en intentar ser completamente discreto. “¿Arthur…?” Salgo de mis pensamientos para ver que la Directora Goodsky me mira con una expresión bastante preocupada. “Ah, sí. A pesar de no estar seguro de lo competente que voy a ser, me gustaría intentar ser un profesor.” – digo revisando el documento que indica mis deberes y responsabilidades como profesor. “Estoy segura que harás un excelente trabajo” La Directora sonríe. Mirándola, le pregunto: “¿Hay otras clases en las que el Profesor Geist enseñaba además de la mía?” “Afortunadamente, no. Lo contratamos este año después de su retirada como aventurero. Para este semestre, el resto de profesores y yo habíamos decidido que enseñara a una sola clase, como período de prueba.” Sacude su cabeza ante los lamentables resultados que esto había conseguido. “Antes de que firme, tengo una última pregunta.” – declaro mientras leo el párrafo final del documento. “Adelante.” – me insta. “¿No resulta contradictorio que no tenga permitido herir a los estudiantes, pero que al mismo tiempo pertenezca al Comité Disciplinario?” “Ah, buena pregunta. La regla de ‘no herir estudiantes’ se aplica dentro de las clases. De todos modos, en cada caso la situación siempre será investigada, pero el uso de cierto grado de fuerza mientras sea utilizado para la seguridad de los estudiantes, para reprimir una lucha o para reducir a un estudiante descontrolado, está permitido. Mientras sea fuera de las clases, realizando tus labores del Comité Disciplinario, confiaré en tu buen juicio.” Tras sus palabras, asiento y firmo el documento. “Espero grandes cosas de ti, Arthur. Y estoy segura de no ser la única.” Me da una suave palmada en el hombro antes de invitarme a que vaya a almorzar.
* * *
Punto de vista de Goodsky: “¡Uf! ¿Qué tiene ese chico que siempre me mantiene alerta? Negociar con él es más agotador que lidiar con las familias reales. ¿Cuál es tu opinión sobre él, Avier?” Mi vínculo aterriza suavemente en el brazo que le extiendo; sus inteligentes ojos reflexionan sobre qué decir. “Él es… Diferente. No veas a Arthur Leywin como un niño. Cualquiera que sea su agudeza mental o su madurez emocional, hay mucho más en él de lo que un ojo puede ver.” Las claras palabras que vienen de mi vínculo no parecen naturales para el movimiento de su pico. “¿Qué te hace estar tan seguro?” – pregunto mientras me recuesto en mi silla. “Su vínculo. La verdadera forma de ese zorro blanco debe ser un dragón…” Me levanto de mi asiento. “¡¿Qué?! ¿Cómo es posible? ¿Cómo lo sabes?” “Debido a que pertenecemos a la misma especie. Puede que pertenezca a una especie menor de dragones, pero los wyverns siguen siendo de la misma familia que un dragón.” Avier vuelve a acicalarse. “¿Estás diciendo que su vínculo es más poderoso que tú?” No puedo evitar estar completamente desconcertada ante esto. “No, esa niña todavía tiene que madurar. Debe haber nacido hace unos pocos años. Sin embargo, sospecho que cuando se desarrolle, no podré compararme con ella.” – afirma con naturalidad. No puedo imaginar a nadie más fuerte que a Avier. El hecho de que sea mi vínculo solo se debe a que le agradé en nuestro primer encuentro, en lo más profundo del Claro de las Bestias. Por lo general hace lo que le place y no me atrevo a tratarlo como una mascota, pero el hecho de que el vínculo de Arthur sea realmente un dragón y que se comporte de manera tan obediente con él, hace que me pregunte quién es ese chico realmente. “No hagas de él un enemigo, Cynthia. Si le tratas con confianza y respeto, se volverá el mayor aliado; pero si es traicionado, podría ser la causa de la destrucción del continente.” Con esa advertencia, Avier sale volando. Me inclino hacia adelante en el asiento, frotando mis palpitantes sienes mientras recuerdo lo que ha sucedido hacía un par de horas.
* * *
*Boom* “¡Directora Goodsky! ¡Solicito que expulses a un chico llamado Arthur Leywin de mi clase!” “Profesor Geist, pareces agitado. ¿Qué ha sucedido?” – había sido tomada por sorpresa ante la repentina intrusión. “¡El chico no tiene respeto por mí, su profesor! Por favor, no hagas caso a cualquier rumor que tal vez puedas escuchar. Estoy siendo incriminado.” El ancho rostro del hombre estaba lleno de desesperación e ira. *Toc* *Toc* “Por favor, adelante.” – declaro. Al menos esta persona tiene la decencia de llamar. “Me disculpo por la intromisión, Directora.” La pequeña Kathyln hace una pequeña reverencia antes de caminar hacia el, ahora pálido, Profesor. “¿Cuál es el problema, Kathyln?” Me inclino hacia adelante, mirando a ambos. “Esta pobre excusa de profesor necesita ser despedido.” – dice, sin expresión. El profesor Geist toma por el brazo a Kathyln, acercándola a su cuerpo. “¡CÓMO TE ATREVES! ¿Disculpa? ¿Yo?” “¿Osas tocarme con tu inmunda mano?” Su expresión no cambia, mientras que de alguna manera parece estar mirando al profesor Geist por encima del hombro. “Profesor, sugiero que le quites inmediatamente la mano de encima, de lo contrario, cualquiera que sea el problema, no estará a tu favor.” En este punto me levanto. Usar la fuerza para demostrar su inocencia es deplorable. “¡Ejem…! Como decía. Por favor, no creas los rumores que podrías llegar a escuchar. Juro que todo ha sido un malentendido y que estoy siendo incriminado.” Inmediatamente, deja ir el brazo de Kathyln antes de hablar. “Todavía no he escuchado ningún rumor. ¿Podrías darme el gusto, Kathyln?” “Esta escoria se ha atrevido a elegir estudiantes para sentirse bien consigo mismo. Incluso ignorando el hecho de humillar absolutamente a Feyrith, si Arthur no hubiera intervenido, yo estaría…” Sin terminar la última frase, mira al profesor. Me giro hacia el profesor Geist, que desesperadamente niega la acusación. “Estoy diciendo que todo ha sido un malentendido. Simplemente, quería demostrar ante la clase el nivel en el que se encuentra el Comité Disciplinario; ya sabes, para que los otros estudiantes lo sepan.” “Si es cierto que eso es todo lo que ha ocurrido, entonces no habría razón para que vinieras a mi oficina insistiendo en expulsar a Arthur de tu clase.” No puedo evitar un suspiro interno ante la idea de manejar este dilema. “Tricia, por favor. Reúne información sobre el incidente de la clase del profesor Geist.” Mi secretaria se inclina antes de salir corriendo. “Ahora, por favor, sed pacientes mientras esto se resuelve. Haré todo lo que pueda para resolver este asunto.” Antes de que pueda despedirlos a ambos, la princesa Kathyln se me acerca. “Confío en que resuelva esto de forma justa, pero sepa que si no llega a ser por Arthur, no estaría manejando un caso de ética de un profesor, sino un asunto de lesiones a un estudiante, MI caso de lesiones. Le deseo un buen día, Directora.” Se da vuelta, ignorando completamente al profesor. Geist había sido tomado por sorpresa con esa última declaración. Recordando los testimonios que recibí, al parecer Arthur había humillado por completo al profesor Geist. Si bien la personalidad de este profesor nunca me había gustado del todo, sus habilidades eran más que suficiente para enseñar en una clase de Manipulación Básica del Maná. A pesar de ser un Aumentador con su núcleo amarillo claro, era bastante capaz. Y había sido completamente derrotado por alguien de doce años. Dejo escapar un suspiro de arrepentimiento por no haber medido el nivel del núcleo del chico mientras estaba aquí. Un niño de doce años derrotando a un aventurero veterano usando solamente su maná de atributos viento y tierra, los cuales recuerdo que dijo eran sus atributos más débiles, y que también tiene un vínculo con un dragón. ¿Qué más esconde? ¿Si se lo pregunto, me lo dirá?
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin: “¡Art! ¡Por aquí!” Veo a Elijah saludándome a través del comedor. Cuando me acerco, noto que está sentado junto a una niña. “¡Esta es Charlotte! Charlotte, este es mi mejor amigo y compañero de cuarto, Arthur Leywin.” Deja de hablar, haciéndonos un gesto para que nos demos las manos. “Hola Arthur, he escuchado mucho de ti.” Me envía una sonrisa coqueta mientras juguetea con su cabello. “Mmm… Es un placer.” – respondo bruscamente antes de dirigir mi atención a Elijah. – “¿Cómo han estado tus clases?” Mientras pregunto cómo está mi amigo, le doy de comer a Sylvie un pedazo de brócoli. “¡Kyuu!” ‘¡Noo!’ “¡Auuuu~! ¡Tu pequeña bestia de mana es tan bonita! ¿Te importa si la acaricio?” Charlotte se me acerca muchísimo, casi apoyándose en mi cuerpo mientras alcanza la parte superior de mi cabeza. Antes de que tenga la oportunidad de acariciar a Sylvie, que está gruñendo, agarro su muñeca. “Disculpa, no le gusta que los extraños la toquen.” La miro fijamente a los ojos, haciendo que se sonroje debido a lo cerca que está su rostro del mío. “¡O-oh! ¡Lo siento!” Retrocede, concentrándose en la comida. Elijah, aparentemente ignorante de lo que está sucediendo, responde con la boca llena de comida. “¡Las clases han sido geniales! Me ha gustado especialmente la clase de Lanzamientos Encadenados y la de Utilización del Maná. Sin embargo, en la clase de Utilización del Maná siento que lo que enseña el profesor es exactamente lo que tú me has dicho que haga. Por cierto, ¡conocí a Charlotte en mi clase de Lanzamientos Encadenados! ¡Es realmente buena!” “¡Ja, ja! Por favor, me haces sonrojar.” Charlotte pone una cara tímida mientras se retuerce en su asiento. “….” “De cualquier modo, ¡¿cómo han ido tus clases?! ¡He escuchado que le has dado una paliza a un profesor! ¿Qué ha pasado con eso de mantener la calma?” Me envía una sonrisa mientras apunta su tenedor acusatoriamente. “Sí, acerca de eso… He terminado convirtiéndome en el profesor de esa clase.” – respondo tranquilamente, empujando un trozo de carne a mi boca mientras Sylvie intenta robarlo. “¡¡PFFFFFFFFFF!!” “¡Kya!” Elijah escupe la comida que estaba masticando hacia nosotros, mientras instintivamente me inclino hacia atrás, tratando de salir de su rango. “Elijah, eso es asqueroso.” Limpio algunas partículas de comida que no he logrado evitar que lleguen a mi cara. “Lo siento, lo siento… ¿Qué? ¿Vas a ser un profesor?” Se limpia la boca antes de intentar limpiar el rostro de Charlotte, que rechaza la oferta. “Mmm… He terminado remplazando al profesor que enseñaba esa clase. Así que ahora deberías llamarme ‘profesor’ Leywin.” – digo con una sonrisa a mi amigo. “Profesor, mis narices . Pero tal vez abandone mi clase alguna vez y vaya a la tuya. Será interesante verte enseñar.” – responde. Mientras continuamos hablando, me siento cada vez más molesto por los intentos de coqueteo de Charlotte; esto es todavía más molesto por el hecho de que Elijah no se está dando cuenta de nada. “¡Oh, sí! Charlotte y yo vamos a ir al centro de la Academia para hacer algunas compras. ¿Quieres acompañarnos?” – pregunta despreocupadamente. “¡Sí! Deberías acompañaros, Arthur.” – dice mientras se inclina, acercándose una vez más. Existía una pequeña zona en una esquina de la Academia donde había lujosos restaurantes y cafés, junto con puestos de compras para que los ricos nobles se dieran algún capricho. Con eso, es fácil poder imaginar cómo de enorme es la Academia. “Tengo tres clases más, ¿recuerdas? Me toca asistir a las clases de división superior después del almuerzo.” Elijah se encoge con un gesto simple de hombros ante esto. “Oh, sí, me había olvidado. ¡No pasa nada! Supongo que iremos Charlotte y yo solos.” Charlotte sonríe torpemente ante la cara despreocupada de Elijah y responde: “Ah, lo siento. Había olvidado por completo que tengo otros planes. ¡Lo siento mucho! ¡Definitivamente deberíamos ir otro día! ¡Los tres! Adiós.” Con eso se marcha, dejando a mi amigo y a mí solos en la pequeña mesa del comedor. “Supongo que estaba ocupada de verdad.” Elijah parece un poco decepcionado. ¡Oh, Elijah…! Acercándose, me pregunta con voz seria: “Entonces, ¿qué piensas sobre Charlotte? ¡Es guapa! ¡Uff! ¿Crees que tengo una oportunidad con ella?” ¡Oh, Elijah…! “Creo que puedes hacerlo mejor, compañero.” Le doy una palmadita en la espalda a mi despistado amigo mientras salimos juntos del comedor. Elijah había decidido acudir a la biblioteca después de que sus planes se hubieran frustrado repentinamente, así que después de acompañarlo me dirijo a mi primera clase de división superior, Mecánicas de Lucha en Equipo I. El ‘salón de clases’ consiste en un gran campo de césped con varios obstáculos colocados al azar, encerrado por altas paredes que tienen runas grabadas. En la cima de una de las paredes hay separada una pequeña habitación protegida por un vidrio reforzado. Asumo que esa habitación se usa como plataforma de observación para el resto de los estudiantes. Veo a algunos estudiantes que han llegado antes que yo hablando unos con otros, e inmediatamente noto algunas figuras familiares. “¡Ah! No sabía que estabas en una clase de división superior, Arthur.” Curtis Glayder me saluda tan pronto se da cuenta de quién soy. Grawder, el vínculo de Curtis está acostado con los ojos cerrados junto a él. “Sí, no pensaba que tendría una clase contigo. Por favor, cuida de mí.” – digo agarrando su mano. “¡Es bueno verte de nuevo, Arthur!” – Claire Bladeheart coloca su brazo alrededor de mi cuello mientras sonríe brillantemente. – “Tenemos que dar lo mejor para no avergonzar al Comité Disciplinario, ¿verdad?” “Ja, ja, daré lo mejor de mí. ¿Estos son todos los que estarán en la clase?” – respondo girándome hacia Curtis. Me daba cuenta que en la clase había un número bastante reducido de estudiantes, pero había escuchado que era una de las clases más populares. “Hmmm, debería haber unos cuantos más… Ah, ¡ahí vienen!” Mirando hacia atrás, veo a varios estudiantes más, y no puedo evitar sonreír cansadamente. “La princesa Tessia siempre está preciosa, ¿no?” – escucho murmurar a uno de los estudiantes. Caminando entre el pequeño grupo de estudiantes estaba Tessia Eralith, mi amiga de la infancia, y Clive Graves, el vicepresidente el Consejo Estudiantil. Se da cuenta de mi presencia y puedo decir que está a punto de saludarme, pero nota que tengo el brazo de una mujer mayor alrededor de mi cuello, así que en cambio me lanza una mirada fulminante antes de apartar la cabeza, haciendo pucheros. Clive, ajeno del motivo de su enfado, me arroja directamente una mirada asesina mientras sus entrecerrados ojos se vuelven aún más agudos. “¡Buenas tardes, princesa Tessia!” Sin molestarse en quitar su brazo alrededor de mi cuello, Claire sonríe y saluda a Tess. “Un placer.” – responde con una expresión feroz. Después de pasar junto a nosotros, Claire se acerca en secreto hasta una pulgada de mi oído y me sacude un golpecito. “Mmm… Me pregunto si es que hoy está de mal humor.” ¡Se debe a tu presencia! Retiro su brazo de mi cuello y me giro para ver a alguien más detrás del grupo. Tan pronto como reconozco quién es, mi rostro comienza a arder de ira mientras aprieto mis puños, que se tornan de un color blanco. Es Lucas Wykes.


martes, 26 de enero de 2021

SYN Capítulo 119

Volumen 12 Capítulo 1
Una cita
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Habían pasado tres días desde la desaparición de las puertas. Jinwoo, que solía dedicar gran parte de su tiempo a realizar incursiones en mazmorras, pasaba sus últimos días en casa, sin mucho que hacer. Mientras yacía sobre su cama, giró la Ira de Kamish encima de él. Al igual que los estudiantes que giran aburridos sus bolígrafos con las manos, Jinwoo usaba la [La autoridad del Soberano] para lidiar con su aburrimiento. Y, como es de esperar, siempre aparece un intruso, sea cual sea la situación. Cuando su hermana pequeña se dirigía al baño, cambió repentinamente de dirección y abrió la puerta de su habitación. Jinwoo almacenó instantáneamente la daga en su inventario y fingió que no pasaba nada. “Hermano, ¿estabas volviendo a girar tu cuchillo nuevo?” Técnicamente hablando, estaba refinando su control sobre la habilidad, [La autoridad del Soberano], pero a los ojos de su preocupada hermana menor, parecía algo demasiado peligroso para matar el aburrimiento. “No.” Ahora que había destruido todas las pruebas, Jinwoo lo negaba todo con decisión. Los ojos de Jinah se redujeron a una rendija. No estaba convencida, pero no había nada que pudiera hacer. Si su hermano, el mejor cazador de rango S, decidía ocultar cualquier evidencia, ¿cómo podría una persona normal e impotente, descubrir la verdad? Jinah suspiró mientras le miraba de forma sospechosa. “Hermano.” “¿Sí?” “Si estás tan aburrido, ¿qué te parece salir un rato? Quiero decir, ha pasado mucho tiempo desde que has estado descansado así.” De repente, su hermana pequeña le estaba regañando de la misma forma que su madre. Jinwoo sonrió y cerró los ojos como si quisiera dormir. “¿Y a dónde voy a ir?” “¿No tienes a nadie a quien poder ver? ¿Algún amigo?” ‘Un amigo’. Los ojos que se estaban cerrando, volvieron a abrirse cuando esas palabras resonaron en su cerebro. Muchos rostros pasaron por su cabeza, pero entre ellos solo una cara permanecía de forma clara. Ahora que todos los cazadores se habían visto obligados a tomar un descanso, su situación sería parecida a la suya. Además, se había comprometido a invitarla a una comida cuando vio su cuerpo desnudo a través de la visión de su soldado sombra. En tiempos normales habrían estado demasiado ocupados, pero ahora era diferente. A lo mejor hasta estaba girando su arma del aburrimiento. Esta era una buena oportunidad para deshacerse de esa deuda de su corazón. “Esa es una buena idea, hermanita.” Jinwoo saltó de la cama de repente y se situó ante ella, lo que provocó que Jinah se sorprendiera y diera un paso atrás. “Qu… ¿Qué pasa?” “Disculpa.” Jinwoo se deslizó con naturalidad su lado y se dirigió directamente al baño para lavarse. “¿Ahora qué? ¿A dónde vas?” – preguntó Jinah al detectar que la expresión de su hermano era bastante sospechosa. “A una cita.” – respondió con una amplia sonrisa.
* * *
“Suficiente.” Las manos de Cha Haein dejaron de mover la espada de madera y se volvió hacia su maestro. Había estado inmersa en un entrenamiento tan duro que todo su uniforme blanco se había mojado por el sudor y se pegaba a su cuerpo. El anciano vestía un uniforme viejo y le faltaba un brazo. Le hizo un gesto para que tomara asiento. Cha Haein asintió y, sin decir palabra, se arrodilló sobre ambas rodillas con la espada de madera a su lado. Este anciano era su maestro. Como cazadora de rango S, había muy pocas personas que pudieran ponerse al día con sus habilidades físicas, pero aún necesitaba mejorar sus excelentes habilidades para maximizar su condición física. Era por eso que había elegido un maestro de Kendo que vivía en un lugar apartado y, cada vez que tenía algo de tiempo, se acercaba para pulir su camino de la espada. Su maestro estaba orgulloso de ella. Song Chiyeol se sentó frente a ella. “Últimamente no puedo evitar sentir que la punta de tu espada contiene un rastro de vacilación.” Cha Haein levantó la cabeza al escuchar las palabras de su maestro. Su rostro era serio. “Me preocupa que haya dudas en tu mente.” – continuó Chiyeol. Haein no sabía qué responder. Song Chiyeol poseía un dojo y, cuando la Asociación se lo pedía, también ejercía como cazador. Por ello, era capaz de comprender los temores que asaltaban a un cazador. Una puerta con un tamaño que nunca se había visto. Y nadie sabía qué inimaginables monstruosidades aterradoras podrían surgir de allí. El hecho de ser poderoso no implicaba que no se pudiera tener miedo. Más bien, alguien poderoso podía sentir un miedo más intenso al saber con precisión a lo que se tenía que enfrentar. Song Chiyeol cerró los ojos como si estuviera reflexionando sobre su pasado y asintió lentamente con la cabeza. “Estoy seguro de que estás asustada. De hecho, ¿por qué no deberías estarlo? Yo siento lo mismo. Los monstruos con los que he luchado no se pueden comparar a aquellos con los que luché cuando perdí mi brazo…” ¡Riiiing! El teléfono móvil de la cazadora Cha, que había sido colocado en una esquina para que no molestara, comenzó a sonar. “¿Un cazador no debe responder a su teléfono?” “Lo siento, maestro.” Cha Haein inclinó brevemente la cabeza antes de correr hacia allí para levantar el teléfono. Cuando descolgó la llamada, su expresión comenzó a brillar en los ojos de Song Chiyeol. Estaba cambiando a medida que la conversación avanzaba. “¿Mm…?” Definitivamente, estaba tratando de ocultarlo, pero como solía ser tan inexpresiva en su vida cotidiana, hasta Song Chiyeol podía detectar fácilmente los cambios en su expresión. Después de terminar la llamada telefónica, Haein se acercó con cautela a Chiyeol. “Hm, maestro, yo… Tengo que ir a una cita, así que debo dejarlo.” Tenía las mejillas enrojecidas. Al ver sus ojos animados, Song se dio cuenta de que sus pensamientos estaban completamente equivocados. La evidente vacilación en su espada no era por el miedo. “Si tienes que irte. Entonces, tienes que ir.” – respondió Song Chiyeol mostrándose de acuerdo y asintiendo con la cabeza. – “Ve.” Con una breve despedida, vio cómo Haein se iba del dojo con pasos ligeros y alegres y una suave sonrisa apareció en sus labios. “Eso era… Esa era la razón… Ju, ju.” Mientras se preguntaba quién podría ser el afortunado que recibía el amor de una joven tan maravillosa, una expresión de satisfacción apareció en el rostro de Chiyeol. Estaba feliz por su amada discípula.
* * *
“¿No es ese el cazador Sung Jinwoo?” “¿Dónde? ¿¿Dónde??” “Uh… Realmente es Sung Jinwoo.” Muchos visitantes del parque de diversiones del fin de semana habían llegado a reconocer a Jinwoo y expresaban su asombro. “¿Quién es la chica de su lado? ¿Su novia?” “Espera… ¿No es la cazadora Cha Haein, del gremio Cazadores?” “¡Uh! ¡Impresionante!” “Es… ¿Están saliendo?” Había una mujer al lado de Jinwoo. Era famosa por mantener siempre un peinado corto y limpio para asegurarse de que nada obstaculizara sus movimientos. “¿Te gusta ir a lugares como este?” – preguntó en voz baja Cha Haein mientras bajaba la cabeza. No estaba acostumbrada a que la gente que estaba a su alrededor le prestase tanta atención. “No es que lo disfrute, pero siempre había querido venir aquí al menos una vez.” – respondió Jinwoo con una sonrisa. Mientras miraba cómo sonreía con una expresión infantil en lugar de su cara inexpresiva habitual, Cha Haein se dio cuenta de que su corazón latía más rápido que nunca. Sin embargo, la persona que estaba a su lado era un hombre sobresaliente entre los cazadores de rango S. Sus mejillas se sonrojaron mucho más después de darse cuenta de que debía haber escuchado los latidos de su corazón. “Si querías venir aquí, entonces por qué yo…” – preguntó, tratando de distraerlo. “Porque la señorita Haein es mi única amiga.” “¿Eh?” No recordaba cuándo se había hecho amiga de Sung Jinwoo. Se devanó el cerebro tratando de recordar ese momento perdido en su memoria, pero antes de darse cuenta levantó la cabeza y se encontró con los ojos de Jinwoo. Su rostro tenía una sonrisa traviesa. “Ya sabes, frente a esa extraña estatua de piedra…” Ese día. El día que entró en la mazmorra doble para salvar a Jinwoo, una estatua con forma de ángel hizo una pregunta. «¿Cuál es tu relación con Sung Jinwoo?» «Un amigo…» Parecía que Jinwoo recordaba ese momento. “¿Estabas escuchando?” “Lo escuché. Tengo buen oído.” Se sentía algo agraviada, pero sabía que al final había terminado siendo salvada por él. Se daba cuenta de que le había salvado la vida varias veces. “Pero… ¿Qué era esa extraña mazmorra?” Había querido escuchar esa explicación desde ese día. Desafortunadamente, Jinwoo pensaba que no era el momento de responder. “Te lo diré cuando mis pensamientos sean más claros. No estoy seguro en este momento.” Cha Haein asintió para indicar que lo entendía. Cuando su conversación se quedó en silencio, Jinwoo miró de repente a su alrededor. “¡Disculpe! ¡Por favor mire aquí! “ “¡Soy tu mayor fan!” Al igual que cuando una celebridad camina por la calle, la gente se apiñaba alrededor de los dos como un enjambre de abejas mientras sacaban fotografías con sus teléfonos. La gente estaba más familiarizada con el rostro de Jinwoo que con el de algunas superestrellas. Su cara estaba por todas partes desde la aparición de la puerta ultra grande, daba igual qué canal de televisión pusieran. Si fuera cualquier otro día, simplemente sonreiría y lo dejaría pasar. Sin embargo, no tenía ganas de que su día libre se viera interrumpido de esta manera, especialmente cuando estaba acompañado. ‘Salid.’ En el momento en que Jinwoo emitió su orden, apareció su propio grupo de guardaespaldas, dispuestos a trabajar más duro que nadie y sin cobrar. No eran otros que Ygritte y los caballeros de élite. Alrededor de una treintena de caballeros emergieron de su sombra y lo rodearon, tanto a él como a Cha Haein, en un cordón protector. También caminaban en perfecta sincronía con el ritmo de su jefe. Ygritte era especialmente proactivo, ya que se movía personalmente hasta cada cámara y, poniéndose delante, movía el dedo para advertir al aspirante a fotógrafo. Mientras tanto, Cha Haein se puso aún más nerviosa por el hecho de que ahora estaban siendo escoltados por un cordón de caballeros bien armados. “¿No será mucho más llamativo hacer esto?” “Haz como si no estuvieran aquí.” Sus palabras llevaban un inexplicable poder persuasivo y Cha Haein encontró cómo su cabeza comenzaba a asentir por sí sola. A decir verdad, realmente se sentía algo mejor ahora que todas esas miradas que caían sobre ella habían desaparecido. Cuando pensaba en ello, no recordaba la última vez que había salido a divertirse con una mentalidad tan relajada. Ya habían pasado aproximadamente dos años desde que se convirtiera en cazadora y, en ese periodo de tiempo, nunca se había tomado un día libre para relajarse. Siempre permanecía tensa y perdía cada hora sintiéndose nerviosa: los días en que no participaba en alguna incursión, estaba preocupada por sus compañeros, y cuando estaba en una, se preocupaba por si cometía un error. Pero el día de hoy… ‘Es diferente cuando estoy con esta persona…’ Un hombre en el que se podía confiar. Cuando estaba con Jinwoo sentía que podía volver a sentirse mujer y dejar de preocuparse por tener que cumplir con las expectativas que sus dependientes compañeros ponían sobre ella. Dio un paso. Antes de darse cuenta, sus mejillas se sonrojaron cuando su cuerpo se acercó un poco más al de Jinwoo. ‘Su olor… Puedo olerlo.’ Jinwoo vio cómo su rostro se volvía mucho más brillante y lamentó haber tardado tanto en tomar esta decisión. ‘Debería haber hecho esto desde el principio.’ Jinwoo exploró las diversas atracciones del parque antes de señalar una montaña rusa que tenía unos descensos a una velocidad aterradora desde una altura vertiginosa. “¿Deberíamos subir a ese?” “Vale.” Como respondió con demasiada facilidad, Jinwoo no se sentía convencido y señaló otra atracción. “¿Qué tal esa?” “Vale.” “En ese caso, ¿qué tal esa otra?” “También está bien.” “¿Todo está bien?” “Sí. Todas están bien.” Jinwoo sonrió mientras miraba el rostro emocionado de Cha Haein al responder. ‘Vaya, parece que no soy el único que quería venir aquí.’ Al ver que parecía gustarle este lugar, Jinwoo se sintió aliviado y, agarrándole la muñeca con suavidad, la llevó a la atracción más cercana. “Vale, entonces montemos en todas.”
* * *
Desafortunadamente… No fue tan divertido como esperaba. “¡Aaaaah! ¡Aaaaah!” “¡Dios mío…!” Por suerte, Jinwoo estaba sentado en el asiento delantero de la montaña rusa y podía disfrutar del paisaje mientras la gente gritaba. ‘¿Eh? Ese chico va a derramar su helado. Ah, lo sabía. Espera, ¿la zona de restaurantes está por ese lado? Pero todavía es un poco temprano para cenar…Rooooo. A pesar de que la montaña rusa avanzaba a toda velocidad, Jinwoo se estaba aburriendo porque todo parecía haberse detenido, como si fuera a cámara lenta. Pensaba que podía ponerse de pie y estaría perfectamente estable hasta que los vagones se detuvieran. “……” Hizo todo lo posible por reprimir un bostezo y echó un vistazo hacia atrás. Ygritte y algunos de los soldados que le habían pedido ir con él gritaban mientras se divertían. Cada uno de sus músculos faciales trasmitía la emoción y alegría que sentían en este momento. También escuchaba cómo sus corazones latían como si estuvieran a punto de estallar. Por otra parte… Du-dum Jinwoo solo pudo poner una sonrisa amarga cuando sintió que su corazón latía tan lento como de costumbre. Honestamente, había sido mucho más emocionante saltar con todas sus fuerzas para golpear el rostro de la estatua gigante. ‘Era más divertido cuando me perseguían los ciempiés de la zona de penalización.’ Eso fue cientos de veces más aterrador. Ziuus Jinwoo negó con la cabeza rápidamente para deshacerse de los pensamientos inútiles. ‘He venido aquí para relajarme. Y aquí estoy, pensando en monstruos.’ Comenzó a preguntarse si estaba enfermo. Casi al mismo tiempo, descubrió que la compañera sentada a su lado tenía una expresión similar, una sonrisa forzada. No pudo evitar reírse. “¿No es divertido jugar aquí?” – preguntó a Haein que estaba absorta en sus pensamientos. “Ah… No. Es divertido.” – contestó. Era bueno que su compañera tuviera unos sentidos agudos, por lo que no tenía que gritar en voz alta como los demás. “¿Por qué no has gritado al menos una vez?” Ya habían pasado por cinco atracciones diferentes. Todas ellas podían describirse como viajes emocionantes, pero ni siquiera había hecho el esfuerzo de soltar un Ah. Ella también era una cazadora de rango S. Aunque no era tan exagerada como Jinwoo, también estaba lejos de la gente normal. De repente, se sintió bastante aliviado por el hecho de no estar solo. En ese momento estuvo tentado de mostrarle el mundo que veía, pero Beru sintió sus intenciones y lo detuvo. - Mi Rey… Podría ser demasiado peligroso para ella. ‘Lo sé. Pero si le pasa algo será culpa tuya. Ya sabes lo que tienes que hacer… ¿Verdad?’ - Tus deseos son órdenes, mi Señor. Ahora que la voz disidente había sido suprimida, Jinwoo volvió a hablar con Haein. “¿Te gustaría ir a hacer algo realmente más divertido que esto?” “Un lugar… ¿Realmente divertido?” Cuando el viaje en la montaña rusa llegó a su fin, Jinwoo condujo a la aún desconcertada Haein a la plaza. “¡Guaauuu…!” La gente se emocionaba al ver cómo ambos eran escoltados por los caballeros negros. Pero luego, sus exclamaciones se transformaron en gritos de sorpresa. “¡Ah!” “¿Qué es eso?” Una enorme bestia de color negro apareció batiendo sus alas y rugiendo hacia el cielo, dentro de la zona asegurada por los soldados de las sombra. ¡Iaaaaaack! También era la primera que Cha Haein veía al wyvern de cerca, por lo que su reacción no fue muy distinta de la del resto de espectadores. “Di… Dios mío…” Jinwoo le hizo un gesto, pero sus ojos todavía parecían puntos redondos por puro asombro. “Sube, date prisa.” – dijo Jinwoo, después de saltar sobre la espalda del wyvern. “Tú… ¿Quieres que monte en esa criatura?” “Te lo he dicho.” Incapaz de seguir mirando, Jinwoo activó la habilidad [La autoridad del Soberano] para levantarla. “¡Ah!” Haein gritó sorprendida al ser arrastrada por una fuerza invisible. Sin embargo, la reacción que Jinwoo esperaba ver no terminaba ahí. Era solo el comienzo. “Arriba.” – ordenó tras sentarse delante de Haein, que seguía siendo incapaz de cerrar la boca. ¡Iaaaaack! Como si lo estuviera esperando, Kaisel agitó sus grandes alas y se fue volando. Cha Haein tragó saliva mientras miraba hacia abajo y veía cómo la multitud se alejaba gradualmente. Sin duda, la sensación de tensión que sentía en este momento era completamente diferente a cuando montaba en la atracción. Casi instintivamente, sus brazos rodearon la cintura de Jinwoo. “Di… Disculpa.” – dijo Haein aumentando el tono de su voz cuando la altura hizo que la gente del suelo fuera imposible de distinguir. “¿Sí?” “¿Por qué esa hormiga nos sigue volando?” Jinwoo estiró el cuello y miró hacia abajo. Podía ver la silueta de Beru volando por debajo de Kaisel. Al ver su expresión determinada, Jinwoo fue incapaz de aguantar la risa. “¡Es el socorrista!” “¿Eh?” “Sujétate fuerte. Vamos a acelerar.” “¿Eeeeeeh?” No necesitaba más explicaciones. Jinwoo sintió la tremenda presión que ejercieron los brazos de Haein al rodear su cintura. ‘Si fuera una persona normal… ¡Me habría partido por la mitad!’ Pero eso demostraba lo asustada que se sentía en ese momento. Había tenido éxito con tan solo la mitad de su operación. “Kaisel, ¡a toda velocidad!” – dijo con voz emocionada. ¡Iaaaaaack! Después de que Kaisel comenzase a volar con todo su poder, los gritos de Haein estallaron por primera vez en ese día y resonaron justo detrás de él.
* * *
Un pequeño dragón dividía el cielo mientras volaba por el cielo. ¡Shhhhhh…! Montando sobre Kaisel, Jinwoo y Cha Haein pudieron volar a lugares donde no habrían podido ir a menos que fueran cazadores de rango S. Se metieron en las nubes donde la lluvia y el viento azotaban salvajemente; volaron tan cerca de una cadena montañosa que casi pudieron tocarla; incluso volaron más allá de un campo de nieve aparentemente interminable. Pero para ellos, la vista más hermosa fue la puesta de sol sobre el mar. Kaisel redujo gradualmente la velocidad. Los dos vieron la puesta del sol al otro lado del mar, cómo se iba tiñendo el cielo de naranja mientras la brisa del mar acariciaba sus mejillas. Al igual que el color del cielo, los ojos de Cha Haein brillaron con un tono naranja mientras miraba esa imagen espectacular. De repente, sintió curiosidad. “Jinwoo.” “¿Sí?” “¿Por qué has ido a un parque de atracciones pudiendo experimentar cosas como esta?” “El parque de atracciones…” – comenzó a decir antes de quedarse en silencio, recordando algo. – “Ahí es donde se creó la puerta donde desapareció mi padre.” “Ah…” El parque habría cerrado si su padre fracasaba y la mazmorra sufría una rotura. Sin embargo, hoy estaba lleno de gente. Al principio, se había sentido resentido con su padre por dejar atrás a su familia, pero ahora sentía como si algo cálido hubiera llenado ese vacío en su corazón, tras presenciar a todas esas familias sonrientes pasando un día divertido en el parque temático. Eso había sido suficiente para él. “Es por eso que siempre quise ir, al menos una vez.” La voz de Jinwoo sonaba solitaria por alguna razón y Cha Haein lo abrazó sin decir palabra. Su calidez se transmitió a través de su espalda. “Gracias.” – dijo Haein. Jinwoo miró hacia atrás ante su repentino saludo, pero era complicado ver su rostro si seguía pegada a su espalda. “¿Eh?” “Gracias… Gracias por todo. Siempre me has estado ayudando.” Su sinceridad se sentía a través del cálido aliento, que le hacía cosquillas en el cuello, y de su corazón, que latía con fuerza. En efecto. Esto era suficiente para él. Jinwoo sonrió suavemente y le ordenó a Kaisel que se dirigiera en la dirección opuesta. “¿A dónde vamos ahora?” – preguntó con un tono de voz lamentable. “Hay algo que quiero mostrarte.”
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Volaron durante bastante rato, pero su destino no era Corea, sino Japón. Más específicamente, un área designada como una zona restringida donde no había humanos y hasta los animales huían de las horribles bestias que residían aquí. Kaisel aterrizó en este extenso bosque donde ni siquiera se podía escuchar el aliento de pequeñas criaturas. ¡Iaaaack! Jinwoo saltó primero del wyvern y luego se volvió para ayudar a Haein. “Ten cuidado…” Sin embargo, incluso antes de que pudiera extender su mano, ella saltó suavemente y aterrizó con facilidad sobre el suelo, antes de encogerse de hombros. Había olvidado momentáneamente cuál era su trabajo y solo pudo reír de nuevo. “¿Dónde estamos…?” Había estado experimentando algunas vistas extraordinarias durante casi todo el día, por lo que miraba a su alrededor con ojos llenos de anticipación. Sin embargo, a parte del mar casi interminable de árboles, no podía ver nada particularmente interesante. Jinwoo compró una manta de la tienda del Sistema y la extendió sobre el suelo. “Si te lo digo no será divertido, ¿por qué no te acuestas primero?” “¿Eh?” ¿Había escuchado mal? Desafortunadamente, no había forma de que el oído de un cazador de rango S escuchara incorrectamente una pronunciación tan clara. Además, Jinwoo ya se estaba preparando para acostarse sobre la manta. “Venga.” Al ver lo indiferente que era con su invitación, el corazón de Cha Haein comenzó a latir con fuerza, como si estuviera a punto de explotar. “E…. Es…. ¿Es en serio?” Simplemente tenía que confirmar sus intenciones una vez más. Sin embargo, Jinwoo asintió sin un ápice de vacilación. Haein se sintió vacilante, pero al final se acercó a la manta y se sentó lentamente sobre ella. Parecía que hubiera tomado una gran decisión sobre algo antes de estirar las piernas. “Es… Estoy lista.” – murmuró con los ojos firmemente cerrados. “Entonces, abre los ojos.” Cuando abrió suavemente los ojos, Jinwoo señaló hacia el cielo sin decir una palabra. Hacia la cascada de luz de las estrellas. “Ah…” Cha Haein jadeó sorprendida al mirar el impresionante desfile de luz de las estrellas que llenaban el cielo. “Hermoso.” A parte de con esa palabra, no había ningún adjetivo que pudiera expresar la escena. “Me detuve aquí para encargarme de una rotura de mazmorra y terminé mirando el cielo nocturno.” – añadió Jinwoo con una sonrisa de felicidad al ver la reacción de Haein. En ese entonces se había sentido demasiado fatigado y quería recostar su cuerpo agotado y cerrar los ojos para descansar. Pero, debido a que el entorno era tan brillante, no había podido dormir. Irritado, cuando abrió los ojos, molesto, se desplegó ante su mirada el eco de las estrellas envolviendo el cielo. El mero hecho de ver esas luces de las estrellas hizo que su corazón se sintiera lleno. “He pensado que sería maravilloso compartir este cielo nocturno con alguien.” Una noche llena de estrellas en un bosque tranquilo donde no se oye ningún sonido. En ese momento, Jinwoo quería compartir este sentimiento con alguien más. Afortunadamente, el resultado era el actual. El hecho de que hubiera alguien cerca que pudiera sentir lo mismo que él le daba una fuerte sensación de alivio. Sentía cómo su corazón endurecido se iba liberando suavemente. Pero entonces… “¿Uh…?” Jinwoo sintió que la mano de Haein caía sobre el dorso de la suya. “Pu… ¿Puedo coger tu mano?” – preguntó a pesar de que ya la había agarrado. Jinwoo sonrió antes de mover su mano para entrelazar sus dedos con los de ella. La mano fría pero suave de la mujer llenó su palma. Silencio, mucho silencio… Innumerables luces de estrellas se derramaban sobre ellos mientras las cabezas de los dos jóvenes se convertían lentamente en una.