Arco 10 Capítulo 85
Mirando hacia el mañana
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
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Algunas horas después, Kazura regresaba a la residencia de Varin justo antes de la puesta del sol para cenar con Valetta. El menú consistía en una tortilla ligera y sopa de verduras, junto con las sobras del almuerzo. Valetta había hecho una gran cantidad de comida para el almuerzo y aún le quedaba un tercio de comida restante.
Como la humedad de este mundo era inferior a la de Japón, si la comida se guardaba en un contenedor de madera y se ponía en alguna esquina sobre el piso, por su baja temperatura era posible preservarla por casi un día.
Como siempre, Varin salió a hacer su patrulla nocturna nada más terminar la cena, por lo que en ese momento solo quedaban dos personas en la habitación, Kazura y Valetta.
“Entonces, a partir de ahora piensas centrarte en la expansión de zona de cultivo y el mejoramiento de la sanidad de la ciudad, ¿verdad?” – preguntó Valetta.
“Sí. En la situación actual, si la población continúa creciendo y perdemos el apoyo alimenticio de las otras provincias, entonces la tasa de producción no será capaz de soportarlo, por lo que planeo expandir los campos a los terrenos que no habían podido cultivar. Pero, antes de eso, tenemos que preparar pozos de agua y producir bombas manuales en masa, por lo que será necesario algo más de tiempo antes de que podamos comenzar con la expansión.”
“Entonces, ¿cuánto tiempo hará falta para que pudiera comenzar?”
“Veamos… Tomando en cuenta la situación actual de los artesanos, es posible que nos lleve algo de tiempo antes de que podamos comenzar con la producción en masa... Es posible que pueda hablar con los herreros, pero ya tienen las manos ocupadas produciendo el armamento y otras necesidades diarias. De alguna manera tengo que ajustar su horario para que sean capaces de producirlas, pero el tiempo antes de que pueda comenzar la producción…”
Kazura explicaba los planes que tenía pensados para Isteria, pues Valetta se lo había preguntado. Valetta le hacía estas preguntas tan directas porque Varin había dejado la residencia hacía tiempo.
“¿Por qué no dejas la expansión de los campos para la primavera del siguiente año? Como también tienes que encargarte de la equipación para los herreros y el asunto de las casas de hielo, si comienzas todo al mismo tiempo no tendrás tiempo suficiente si algo más llegara a surgir.”
“Ah, es verdad… Puede que sea mejor que pospongamos la excavación de pozos y la expansión de los campos de cultivo para el próximo año. Sobre la equipación, tal vez debamos centrarnos en la producción de la maquinaria.”
“¿Y cuándo tienes planeado iniciar con los trabajos para el control de inundaciones?”
“Hace poco contacté con la constructora por teléfono. Al parecer les llevará otro mes dejar listo el plan de refuerzo de las áreas propensas a inundarse. Y también tengo que preparar al personal y el sitio para ejecutar los trabajos mientras llega ese momento… Ah, tengo tantas cosas por hacer que me duele la cabeza…”
Cuando le preguntó hace no mucho por teléfono al director de la constructora que estaba supervisando el proyecto de elaboración del plan, le dijo que el proyecto iba progresando bastante bien. Sin embargo, le avisó que la investigación para el procedimiento y técnica iba requerir de un tiempo, por lo que necesitaría de aproximadamente un mes para terminar con el plan de obra. Por teléfono, el director le había mencionado entusiasmado que esta era la primera vez que hacían un trabajo tan agradable.
“Pero, aunque te entreguen el proyecto de construcción en un mes, podrá estar terminado para la temporada de lluvias en mayo del siguiente año. Aunque realices el trabajo lo más rápido posible, te tomará aproximadamente medio año.”
“Entiendo. El siguiente problema sería ampliar las dimensiones del río, pero, ¿cuándo deberíamos comenzarlo…? Como con esto planeamos mejorar directamente el saneamiento y la calidad de vida de la ciudad, su apariencia podría cambiar completamente.”
“¿Eso incluye construir un sistema de alcantarillado con mortero en cada distrito de la ciudad?”
“Sí, usaremos mortero, pero aun así, no cubrirá todos los distritos. Esa meta es muy grande, por lo que aunque la completaremos, será por medio de obras como fuentes de agua o sitios para el lavado. Todavía no sé cómo construir un sistema de alcantarillado.”
Kazura terminó la cena mientras contestaba todas las preguntas con cada mínimo detalle según Valetta le preguntaba. Entonces, Valetta llevó los platos al lavabo de la planta baja. Aunque se le llamaba lavabo, era solo una gran bandeja sobre un pequeño estante de madera. Sobre la bandeja había un cepillo hecho de cuerda trenzada para limpiar los platos. El cepillo se limpiaba en un balde con agua una y otra vez, y con este proceso se realizaba en todo el lavado. Si había restos de comida en los platos, quedaban en la bandeja. Cuando terminó de lavar, sacó la bandeja y el balde afuera para vaciarlos sobre un pozo hecho específicamente para esto. Como los aldeanos del pueblo conocían muy bien el valor de la comida, raramente quedaban sobras de sus alimentos, lo que quedaban eran las partes incomibles de las verduras, como la corteza o los tallos duros. En la propiedad de Narson, cualquier sobra que quedaba se usaba para alimentar los myagi y demás; por lo que, dependiendo del lugar, tenían diferentes métodos para tratar los desperdicios.
Ambos se encontraban uno al lado del otro conversando mientras terminaba de lavar. Después de vaciar el agua con la suciedad de los platos, regresaron a la sala y se sentaron.
“Por cierto, he comprado un recuerdo para la señorita Valetta.”
Kazura cogió una bolsa de plástico que tenía en su maleta de viaje y sacó un espejo plegable y varios productos de belleza, como la crema de manos.
“¡Guau! ¡Qué caja tan preciosa…!”
Valetta aceptó los artículos de Kazura y mostró su admiración por el diseño de la caja. Hasta ahora ha visto los envases de la bebida energética y la comida enlatada, pero nunca había visto una caja con un diseño tan adorable como la de este producto de belleza.
“El contenido es aún más hermoso. Se trata de un producto de belleza para el cuidado de la piel, por lo que úsalo si no te molesta. Se puede decir que es una crema medicinal para manos; se usa cuando tu mano se vuelve áspera de tanto limpiar y también la puedes usar antes de dormir con gel hidratante y loción para el rostro. También hay crema de uso diario para que la uses durante el día.”
Valetta abrió la caja que tenía «Gel de colágeno medicinal blanco» escrito en ella, tomó el manual de instrucciones y comenzó a leerlo. Kazura no sabía mucho acerca de los productos de belleza y por eso estaba agradecido que tuviera un manual.
“¡Q-qué increíble frase promociona…! ¡Que no te asusten las manchas y arrugas! ¡El brillo está en ti!” Eso es lo que tiene escrito.” – exclamó Valetta.
“Ah, parece que esas frases son para aumentar la impresión, no las creas ciegamente… Bueno, en este mundo, no estoy seguro si será cierto o no.”
Considerando la situación actual donde la bebida energética y la comida de Japón otorgaban un aumento en la fuerza física, los artículos de belleza con todos esos ingredientes beneficiosos como el colágeno, era posible que tuvieran un increíble efecto en la gente de este mundo. No obstante, como sería complicado si tenían algún efecto secundario en la piel, antes de usarlo como se recomendaba, sería mejor que comprobara el efecto en el reverso de su mano. Si los artículos de belleza que había traído tenían un efecto secundario que podía perjudicar la piel de una chica, una disculpa no sería suficiente, demandaría harakiri.
“Esta noche, usa solo un poco en la piel para ver qué pasa mañana por la mañana. Ya que existe la posibilidad de que no se adapte a tu piel.”
“Tienes razón.”
En primer lugar, Valetta no solo era joven, además gracias a los efectos de la comida que Kazura había traído, su piel y cabello estaban en muy buenas condiciones, por lo que podía ser difícil confirmar los efectos de los artículos de belleza. Sin embargo, era un asunto completamente diferente usarlos para conservar su condición actual, por un gran margen. Valetta era una chica joven, por lo que seguro estaba interesada en esta clase de productos.
Después de leer el manual de instrucciones, Kazura sacó un champú de origen vegetal de la maleta y le explico cómo usarlo a Valetta. Posteriormente, Valetta volvió a preguntarle a Kazura sobre su plan de trabajo en Isteria, y Kazura tardó varias decenas de minutos en explicarlo. Después de detallar prácticamente todo lo que tenía planeado hacer en Isteria en ese momento, tomaron un pequeño descanso mientras bebían té de manzanilla.
“Esto… Señor Kazura.”
Kazura estaba disfrutando calmadamente el aroma del té cuando Valetta, que estaba a su lado, sacó una pequeña bolsa de tela de su cintura y se la entregó a Kazura.
“¿Qué es esto?”
“Por favor ábrela.”
Kazura abrió la bolsa de tela y dentro estaba un pequeño pendiente en forma de cilindro de madera tallada, el cual tenía tallado una figura parecida a una flor de lavanda. Kazura no tenía ni idea de lo que habían usado para tallarlo, pero sin duda requería gran habilidad.
“Ah, tiene aroma a lavanda…” – dijo Kazura.
El collar tenía un ligero aroma a lavanda. La nariz de Kazura se crispó con el aroma y Valetta sonrió avergonzada.
“He intentado hacer un colgante aromático. Lo hice apresuradamente durante el día, por lo que puede que no haya salido bien…”
“¿Cómo debería decirlo? Es tan bueno que incluso se puede vender en el mercado. Para tallar algo tan hermoso, sin duda tienes gran habilidad con las manos… Un colgante aromático, ¿cierto? ¿Es hueco en el centro?”
Un colgante aromático consistía en una pieza con un hueco en el centro donde se depositaba un trozo de tela bañado en aceite aromático, para hacer un colgante agradable, tanto en diseño como en aroma. Kazura le había dado a Valetta varios libros sobre aromaterapia y aceite, por lo que había debido sacar la idea de ellos e intentado hacer uno para Kazura. El cilindro tenía cinco centímetros de altura y un diámetro de dos centímetros y medio. Tenía un tapón de madera en su centro, por lo que seguro que había algo bañado en aceite aromático dentro.
“Sí, dentro hay un trozo de tela bañado en aceite de lavanda. Me gustaría que lo uses durante tu estancia en Isteria…” – dijo muy avergonzada Valetta, a lo que Kazura estuvo de acuerdo con una sonrisa.
“Muchas gracias. Lo tendré cerca conmigo cuando este allí.”
“Eso es bueno…”
Con la respuesta de Kazura, Valetta hizo una sonrisa complicada por unos segundos. Pero rápidamente arregló su expresión y sacó unos planos para maquinaria que estaban a su lado para preguntarle a Kazura las dudas que tenía.
* * *
Al mediodía del día siguiente, Kazura se estaba despidiendo de Valetta y los demás aldeanos en la entrada del pueblo. Al final, la lluvia de preguntas de Valetta no se detuvo hasta bien entrada la noche, y cuando se fueron a dormir eran casi las dos de la madrugada. Aun así, como Kazura había dormido hasta las ocho de la mañana, estaba en buena forma.
Detrás de Kazura había varios carros con los objetos que Kazura había traído de Japón, como los artículos electrónicos y la turbina-generador que había transportado el día anterior a la mansión, junto con la gran cantidad de comestibles que había comprado en el supermercado y el hielo junto a la comida congelada. La comida consistía en verdura, carne y marisco. Como la vez anterior se habían descongelado antes de llegar, en esta ocasión los había cubierto con una gran cantidad de hielo para evitar una escena tan trágica.
“Planeo regresar en un mes, pero si surge algo inesperado o algo importante, entonces…” – dijo Kazura.
“Sí, te informaremos enseguida, ¿vale? El señor Kazura tiene que hacer lo mismo, si hay algo en lo que podamos ayudar, por favor, avísanos. Todos iremos a ayudarte.” – respondió Valetta animada, por lo que Kazura se sintió relajado en su corazón.
La última vez que había salido de la aldea de Grisea había notado que Valetta tenía una expresión como si intentara contener las lágrimas. Pero viendo su expresión animada de ahora, parecía que había logrado superar la despida. Hasta el regreso de Kazura, debería pasar sus días animada.
Kazura agitó la mano a los aldeanos que lo despedían mientras subía al carruaje y partía de la aldea de Grisea.
* * *
Después de despedir a Kazura, Valetta volvió a la residencia junto con Varin y fue hasta los libros que estaban en una parte de su habitación. Tomó un libro titulado «Historia de la fundición del metal» y hojeó sus páginas.
“Las fotos en verdad son… Aquí. Tal vez esto sirva.”
Había encontrado una página con una foto a color de su objetivo y puso un trozo de tela como sustituto de un marca páginas. Guardó el libro en un saco que estaba en su habitación y además puso por encima una toalla de tela.
Acto seguido, se vistió con un cinturón de cuero que tenía en la habitación, para insertar en él una espada corta. Después de equiparse, tomó el saco y abandonó la habitación para dirigirse a la salida. En la planta baja, Varin estaba lavando los platos que habían usado en el almuerzo.
“¿Hm? ¿Vas a salir?”
“Sí. Iré a la montaña con el señor Lodurr y volveré a la hora de la cena.”
Varin se mostraba confundido.
“¿A la montaña?”
“Sí. Cuando vuelva, posiblemente ya habrá oscurecido, por lo que dejo la preparación de la cena a tu cuidado.” – Valetta respondió y rápidamente se dirigió a la puerta de la residencia.
“¿Qué es lo que planeas hacer allí? Además, creo que la montaña está bastante lejos…”
“Quiero buscar una veta de hierro. Si voy corriendo no me llevará mucho tiempo. Estaré bien.”
Valetta respondió sonriendo y después de decir ‘Ya me voy’ salió de la residencia.
“¿Una veta de hierro…? ¿Qué es eso?”
Varin, que se había quedado solo, inclinó la cabeza confundido mientras seguía lavando los platos.
* * *
Después de salir de la residencia, Valetta se dirigió a la entrada del pueblo donde se había despedido de Kazura no hacía mucho. Allí estaba Lodurr.
“Señor Lodurr, gracias por esperar. Cuento contigo para que me hagas de guía.”
Valetta inclinó la cabeza hacia Lodurr y cogió el libro antes mencionado para abrirlo donde tenía el marca páginas (más bien el trozo de tela).
Lodurr iba de caza cada otoño por la montaña que se podía a la distancia, por lo que conocía el terreno bastante bien. Como sería un gran esfuerzo el recorrer la montaña en busca del metal por su cuenta, Valetta había buscado la ayuda de Lodurr, que conocía bien el terreno.
“Quiero buscar este tipo de roca. ¿La has visto antes?”
“Ah, frecuentemente veo ese tipo de rocas cerca del río. También he visto este tipo de roca negra en el cauce… Por cierto, ¿en serio esta imagen del libro es un dibujo? Está muy bien hecha.”
“A esto se le llama ‘fotografía’. Se trata de un dibujo realizado por una herramienta que puede capturar un momento o escena. El señor Kazura me lo ha explicado antes.”
“Oh, es increíble.”
Valetta le estaba explicando lo que era una fotografía y Lodurr estaba muy interesado. No estaba tan sorprendido porque había adquirido tolerancia después de ver todas las cosas que Kazura había traído. Después de ver algo tan impactante como el tractor, ya no podría volverse a sorprender tanto.
“Entonces, ¿deberíamos partir? Tenemos que ir corriendo.”
“Sí.”
Y así comenzaron a correr hacia la montaña. Valetta corría junto a Lodurr cargando el saco en su mano.
“¿Estás bien?”
Lodurr le hacía esta pregunta a Valetta mientras mantenían una velocidad que podía sobrepasar al corredor en primer lugar en la carrera de relevos Hakone-Ekiden.
“Estoy bien. De hecho, incrementemos un poco más la velocidad. Tengo que regresar antes de la cena, por lo que debemos apresurarnos.”
“Entiendo. Hagámoslo.”
Lodurr estuvo de acuerdo y subió la velocidad. Valetta hizo lo mismo y volvió a estar a su par mientras corrían. Levantando una nube de polvo, ambos aceleraron y alcanzaron una velocidad de cuarenta kilómetros por hora.