Volumen 7 Capítulo 8
Quiero unirme
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Plaf
Matsumoto Shigeo cayó de rodillas.
El jefe de una organización, no solo eso, el hombre que representaba las opiniones y posiciones de cada cazador en el país conocido como Japón, estaba arrodillado frente a otra persona.
“……”
Durante en este breve momento, innumerables pensamientos corrían por el cerebro de Matsumoto. Sin embargo, no importaba cómo de duro lo hiciera trabajar, no podía encontrar una manera de salir de esta situación. Este no era el momento para preocuparse por su orgullo u honor. Si algo de esto saliera a la luz, las consecuencias posteriores no terminarían con algo tan sencillo como su destitución.
“Presidente Go... Por favor, perdóname.”
Desafortunadamente, la mirada de Go Gunhee permaneció helada e inmóvil. Antes de revelar sus pruebas había estado gritando y acusando, pero tan pronto como la situación se volvía en su contra comenzaba a rogar. Nadie miraría a un hombre así con ojos comprensivos.
“Levántate.”
La voz helada de Gunhee le aconsejaba a su homólogo japonés que dejara de perder el tiempo con esta disculpa hueca, pero Matsumoto no le hizo caso y golpeó su frente contra el piso de la oficina, una y otra vez.
¡Cloc, cloc!
“Hemos perdido más de la mitad de los mejores cazadores de la nación y estamos desesperados por ayuda internacional.”
No importaba lo excelente que fuera el sistema de cazadores de Japón, la mitad de sus cazadores de clase S habían desaparecido. En cualquier momento comenzarían a aparecer brechas en su sistema de defensa. Con las fuerzas que les quedaban, solo serían capaces de lidiar con las puertas de rango A. Pero Japón tendría que estar alerta en el momento en que se abriera una puerta de rango S en algún lugar de su territorio. Peor aún, la tragedia que había ocurrido en la isla de Jeju, podría llegar a repetirse en Japón.
“Si ese archivo de audio sale a la luz, seremos aislados por completo del mundo. Te lo ruego, Presidente Go. Por favor, ¡piensa en los inocentes ciudadanos japoneses y perdona nuestras trasgresiones en esta ocasión!”
“Piensa en ello como tu castigo.” – dijo Gunhee cortando las palabras de Matsumoto como una daga. – “Acéptalo con gusto. Piensa en ello como tu castigo por el pecado que tú y tus cazadores intentasteis cometer.”
La implicación de las palabras del Presidente Go estaban claras: era como cargar con una bomba que nunca sabría cuándo iba a explotar. Sin embargo, Matsumoto no mostró ninguna señal de levantar la cabeza del suelo.
“Presidente Go… Hasta que apacigües tu ira no volveré a levantarme. Te lo ruego, por favor, ¡reconsidéralo una vez más!”
“No me dejas otra opción.” – dijo con una expresión de disgusto firmemente grabada en su rostro mientras sacaba su teléfono móvil. – “Tienes cinco minutos.”
No comprendía que quería decir. Incapaz de vencer a su curiosidad, Matsumoto levantó la cabeza y miró a Go Gunhee. El coreano agitó lentamente su teléfono.
“Si no sales de aquí en los próximos cinco minutos, se enviará un mensaje a los números de todos los reporteros guardados en este teléfono. Será un titular impactante: el Presidente de la Asociación Japonesa de Cazadores se arrodilla ante mí, rogando.”
Si tenía miedo a que explotase la bomba, mantenerse en esa posición, no lo iba a arreglar. Ya no era una amenaza, le estaba notificando que la iba a lanzar.
“Pero…”
Matsumoto se mordió el labio inferior. Go Gunhee no era una persona que careciera de determinación, ni era tan suave como para ser sacudido por una lamentable petición de clemencia. Aunque había tardado en darse cuenta, comprendía que su último intento, deshacerse de su orgullo para intentar arreglar la situación, había fracasado. Impotente, retrocedió.
La mirada de Gunhee permaneció helada y su teléfono bajó, poco a poco. A continuación, volvió a hablar con el inestable hombre japonés.
“Deberías agradecérselo a Sung Jinwoo.” – dijo con una peligrosa luz de ira en sus ojos. Parecían los de una bestia. – “Si nuestros cazadores hubieran muerto, no habrías salido de esta habitación con vida.”
Las temblorosas manos de Matsumoto recogieron sus pertenencias y, sin mirar atrás, salió con rapidez del edificio de la Asociación coreana, sin mirar atrás. No se podía ver ni una pizca de su antigua majestuosidad y orgullo de su visita anterior.
“Uf…”
Mientras tanto, Go Gunhee se recostó contra el respaldo del sofá de su despacho. Se sentía como si todo el estrés acumulado fuera eliminado de una sola vez. Por supuesto, no planeaba terminar las cosas aquí. No sería exagerado decir que la vida de la Asociación Japonesa de Cazadores estaba en sus manos.
‘Si cometes un delito, serás castigado.’
Desde que era pequeño, Go Gunhee había aprendido como tratar a amigos y a enemigos. Entonces, el teléfono que se encontraba sobre la mesa de su despacho comenzó a sonar.
“¿Mm?”
Cuando presionó el botón de ‘responder’, una voz urgente salió por el altavoz. A medida que iba escuchando lo que estaba pasando, sus ojos se fueron abriendo cada vez más.
“¿Qué? ¿Se ha formado una puerta en mitad de la calle?”
No solo eso, era una puerta que no todos podían tratar, ¡una puerta de rango B!
“¿Dónde está?”
Lo mejor que podía hacer era ponerse en contacto con un gran gremio y pedirles que enviaran de inmediato un grupo de incursión.
‘Espera.’
Después de escuchar el informe del agente que se encontraba en la zona, la expresión de Go Gunhee se volvió un poco extraña.
‘¿El cazador Sung no tiene la oficina de su gremio por allí?’
* * *
El tráfico comenzó a detenerse. Jinwoo, que estaba en concentrado en sus cosas, se encontró atrapado en medio de un atasco de tráfico.
‘Esa señora vio algo.’
La Señora Selner. La mujer que se había encontrado con numerosos cazadores poderosos ni siquiera había sido capaz de mirarlo a los ojos sin sentir terror. No podía dejar de pensar en qué había ‘visto’ en su interior y de preguntarse si sería algún rastro del sistema. Aunque de vez en cuando el sistema hacía algunas demandas ridículas, no era tan aterrador.
‘No. En lugar de dar miedo, esa cosa es mi mejor aliado.’
Sin embargo, no podía llegar a imaginar cómo se vería a los ojos de otra persona.
Cuando el subdirector le preguntó si estaría bien que se pusieran en contacto en otro momento, notó cómo la Señora que estaba a su espalda se estremecía solo de pensarlo. Aunque Jinwoo quisiera volver a verla, pensaba que ella lo evitaría a toda costa. Todo su cuerpo mostraba su reticencia con bastante claridad. Si lo pensaba bien, tal vez fuera que el poder de esa mujer no funcionaba con él. Era muy diferente del resto de cazadores.
‘Ya no es necesario perder el tiempo con esa gente.’
Por eso le había dicho al subdirector que no era necesario, rechazando con tacto la nueva invitación. La cara que puso al oírlo fue particularmente memorable.
‘¿Por qué estamos todos parados?’
Jinwoo frunció el ceño al ver cómo estaba la calle que tenían por delante. Hasta donde alcanzaba la vista, todo estaba completamente congestionado.
‘Por eso el metro es más cómodo.’
Cuando estaba pensando si se había producido un accidente más adelante, su teléfono comenzó a vibrar.
Brrrrrrr
El teléfono que había conectado al cargador del coche vibraba con fuerza.
‘¿El Presidente?’ – pensó, tras confirmar la persona que lo llamaba.
Se acababan de ver hacía tan solo un par de horas, así que no podía comprender por qué lo estaba volviendo a llamar. Con calma, presionó el botón de ‘llamada’.
- Cazador Sung, soy Gunhee.
El Presidente de la Asociación comenzó a explicar con voz calmada la situación que se estaba desarrollando en el centro de Seúl.
“¿Eh? ¿Ha aparecido una puerta en mitad de la calle?”
Ya estaba comenzando a pensar que este atasco de tráfico era demasiado grande, pero al final resultaba que había una buena razón para ello. Jinwoo miró hacia atrás para intentar girar la furgoneta. Desafortunadamente, había demasiados coches pegados al suyo y no era posible moverse ni hacia adelante ni hacia atrás. Impotentemente sacudió la cabeza y volvió su mirada al frente de la calle. Pero justo entonces, el sonido que llegaba desde el otro lado del teléfono le dio una noticia agradable, capaz de eliminar la ola de insatisfacción que surgió con el atasco.
- Nuestro personal dice que es una puerta de rango B, ¿puede el cazador Sung encargarse de ella por nosotros?
Plaf
Jinwoo apenas fue capaz de soportar la carcajada de alegría que salió de su interior cuando escuchó las buenas noticias. De hecho, no debería alegrarse por algo que causaba tantos inconvenientes a los ciudadanos. Jinwoo logró controlar su tono de voz y preguntó con cautela.
“No tengo permiso para una incursión, ¿puedo entrar?”
- Uh, cazador Sung, ¿quién emite los permisos para una incursión?
“Son emitidos por la Asociación.”
- ¿Y quién soy yo?
“Eres el Presidente de la Asociación de Cazadores.” – respondió con seriedad después de reprimir otra carcajada.
- Bien, por eso no te preocupes y entra.
“Gracias… Muchas gracias por esta oportunidad.”
Jinwoo apretó el puño. Salió de la camioneta y comenzó a caminar tras el rastro de la energía mágica que se escapaba de la puerta. Debido a que los automóviles estaban por todos lados, ni siquiera necesitó aparcar la furgoneta.
“Sí. El agujero negro que están viendo en estos momentos, es una puerta que acaba de aparecer en medio de la ciudad...”
“Según nuestras fuentes, esta puerta ha sido clasificada en el rango B. Una puerta de alto rango que requiere la participación de uno de los grandes gremios.”
Los periodistas ya se encontraban alrededor del cordón de seguridad que había desplegado el personal de la Asociación y de la policía para restringir el acceso.
‘Hmm…’
Cuando Jinwoo cruzó la muralla de reporteros y se acercó a la puerta, apareció una empleada de la Asociación con un comportamiento bastante grosero para bloquear abruptamente su camino.
“¡Espera! ¿Qué crees que estás haciendo?” – dijo la chica empujando con sus manos el pecho de Jinwoo mientras levantaba la mirada. – “¡No puedes pasar!”
Sin embargo, no importaba lo fuerte que empujara con sus pequeñas manitas, era como intentar empujar un dragón. Jinwoo no se movió. Solo entonces se dio cuenta tardíamente de que el tipo que tenía delante era un cazador y, muy probablemente, de alto rango.
“Eres… ¿Un cazador?”
Jinwoo sacó su permiso y se lo mostró. Naturalmente, los ojos de la chica se abrieron de golpe.
‘S… ¿Rango S? ¿¿¿Sung Jinwoo???’
Era el mismo tipo que había matado a todas las hormigas de la isla de Jeju… Después de saber la identidad de Jinwoo, la empleada de la Asociación levantó la cabeza para echar otro vistazo. Se veía muy diferente de las imágenes que habían puesto por televisión. Por ello, aunque era miembro de la Asociación, había sido incapaz de reconocer al cazador de rango S. Sin embargo, muchas personas que estaban a su alrededor, con ojos más perspicaces, se dieron cuenta de su identidad.
“¿Uh?”
“¿Esa persona es…?”
“¡Sung Jinwoo!”
“Sung Jinwoo ha venido para tratar con la puerta personalmente.”
La gente, que se había sentido molesta al ser empujada por Jinwoo cuando atravesó al grupo de gente, cambió la expresión de su cara, haciendo que se iluminase de golpe. Algunos comenzaron a gritar de alegría. Estaban muy animados. Sin embargo, la empleada ignoró por completo las reacciones de los ciudadanos y no mostró signos de retroceso.
“Que… ¿Qué te trae por aquí?” – preguntó con voz vacilante.
Por un instante, Jinwoo se paralizó. Si un cazador está ante una puerta solo es por una razón. ¿No comprendía a que había venido? Con calma, levantó su dedo y señaló a la puerta que estaba más allá del hombro de la empleada. Ella miró hacia atrás por un segundo o dos, y luego formó una expresión de pura determinación. Conocía a muchos cazadores que habían terminado perdiendo la vida después de poner demasiada fe en sus habilidades y no seguir las regulaciones de la Asociación.
‘Si un cazador de rango S hace lo mismo…’
La Asociación existía para prevenir tales accidentes. De hecho, era una regla que le había sido taladrada en su cabeza, una y otra vez. Los cazadores y su seguridad eran la máxima prioridad para la Asociación. En especial cuando la persona en cuestión era un cazador de clase S, no podía tener un accidente. Su deber era evitar que le ocurrieran algún percance.
“Aunque sea un cazador de rango S, no toleraré ningún comportamiento que ignore los procedimientos.” – dijo defendiendo sus ideas con una actitud valiente.
“……”
Jinwoo se quedó sin palabras y la miró fijamente a la cara. No esperaba que ella diera esa respuesta.
“¿Has obtenido un permiso del gremio?” – preguntó la trabajadora de la Asociación cuando vio que había logrado persuadir al cazador de rango S.
Jinwoo sacudió la cabeza.
“No, aunque tengas un permiso, no podrás entrar sin completar el número de personas exigido para formar un grupo.”
La empleada era impresionantemente inflexible. Por la mirada de sus ojos, Jinwoo podía decir que no estaba haciendo esto por despecho. Simplemente, parecía ser del tipo de persona que cumplía le manual a rajatabla. Jinwoo se rascó la parte posterior de la cabeza. No tenía otra opción.
“Espera un segundo.” – dijo mientras llamaba a alguien por teléfono. Cuando respondieron la llamada, le ofreció el teléfono. – “Ten.”
Al ver la perpleja mirada de la empleada, Jinwoo insistió.
“Por favor, cógelo. La llamada es para ti.”
“Qu… ¿Quién es?” – preguntó, manteniendo una expresión perpleja.
“Otra persona con la que creo que deberías hablar.”
Sin darse cuenta cogió el teléfono, pero cuando vio el nombre que marcaba la pantalla, sus cejas se arquearon de golpe.
‘Go… ¿Go Gunhee?’
Si la persona que estaba al teléfono era…
“Ho… ¿Hola?” – dijo con una voz nerviosa. Pero sus palabras fueron recibidas por una voz grave y seria.
- Soy el Presidente de la Asociación.
Era él. Los ojos de la empleada temblaron notablemente antes de que comenzara a asentir con la cabeza, una y otra vez.
“Sí. Sí. No. Señor. Sí. Sí. Haré lo que usted dice, señor.”
Clic
La mujer le devolvió el teléfono con una expresión abatida en su rostro. A su lado, Jinwoo se encogió de hombros y comenzó a caminar.
“Gracias.” – susurró Jinwoo en voz baja al pasar a su lado.
“¿Perdón?”
“Por preocuparte por mí.”
“Lo…. ¿Lo sabias?”
Jinwoo desapareció apresuradamente en la puerta.
‘Uh…’
Muy molesta por sus travesuras, la empleada se estremeció de insatisfacción y, tomando aire, lo maldijo a sus espadas… Pero tampoco le deseaba ningún mal.
‘¡Dios! Que se tropiece, se caiga dentro de la mazmorra, ¡y se esguince un tobillo!’
Sin embargo… El cazador Sung Jinwoo era el hombre que había sido capaz de salir a salvo de la isla de Jeju, un lugar repleto de monstruos de clase S.
‘¿Ese tipo será suficiente para completar una mazmorra de rango B?’
Pero en ese momento, los gritos de la gente comenzaron a sonar por todos lados.
“¿Uh? ¿¿Que está pasando??”
“¿Por qué se ha puesto de color rojo?”
Justo después de que Jinwoo pasara por la puerta, el color negruzco de la puerta comenzó a volverse de un misterioso color rojo sangre. ¡Era una puerta roja! Un nombre aterrador.
“¡Ah…!”
La empleada se sintió completamente devastada, al ver aparecer la puerta roja.
‘¿Habrá sido por desear que se torciera un tobillo?’
Por supuesto que ese no era el motivo. Pero era incapaz de deshacerse de ese pensamiento, que le decía que era por su culpa. Le habían enseñado que cuando un portal al otro mundo se volvía de color rojo era mucho más peligroso. Ni siquiera los cazadores de mayor rango tenían garantía alguna de salir de allí con vida.
‘No puede ser…’
De repente, su cabeza se llenó con las imágenes del peor de los resultados posibles y su tez palideció mucho más.
‘Si ese cazador se lesiona de verdad…’
No sabía cuánto tiempo se quedó congelada en esa posición. Seguía culpándose a sí misma cuando sintió una presencia a su lado; la empleada apartó la mirada del asfalto y levantó la cabeza. Y vio al cazador Jinwoo de pie frente a ella.
“¡Ah!”
Estaba igual de sorprendida que si hubiera visto un fantasma. Jinwoo se encogió de hombros, mientras la miraba con una sonrisa.
“……”
La cara de la empleada estaba mucho más roja que mientras hablaba con el Presidente de la Asociación. Mientras tanto, Jinwoo miró por los alrededores y, al final, se acercó a un camionero que tenía el camión lleno de sacos de patatas.
“Disculpa. ¿Puedo comprarte un saco?”
“¿Perdón? ¿Quieres comprar patatas?”
Jinwoo sacudió la cabeza.
“No, solo el saco.”
* * *
El subdirector, reclutador, abogado y contable del supuesto gremio ‘Juego solo’, estaba feliz de ver a Jinwoo entrando en la oficina.
“Hermano, ¡has regresado!”
“¿Ha pasado algo especial mientras no estaba?”
“Sí, Hermano. Hay una solicitud para convertirse en miembro fundador.”
“Bien. Dame la lista, la revisaré.”
Al ver que Jinho seguía hablando de las mismas cosas que durante la mañana, podía darse cuenta de que el chico estaba desesperado por establecer el gremio lo antes posible. Afortunadamente, Jinwoo estaba pensando lo mismo. Necesitaban a otra persona como miembro fundador. Se requería un mínimo de tres personas para satisfacer las condiciones para establecer un gremio.
‘Ya que vamos a añadir a otra persona, creo que será mejor elegir a alguien trabajador y confiable. No es que solo vayamos a vernos una vez.’
Jinwoo asintió con la cabeza, convencido por sus propios pensamientos. Pero ahora que echaba un vistazo más de cerca, por alguna razón, la cara de Jinho parecía algo ansiosa.
“¿Qué pasa?”
“Esto… Hermano.”
“¿Sí?”
“Como sabrás, se necesita una gran cantidad de dinero para establecer un gremio. Las puertas de alto nivel solo se pueden conseguir por medio de subastas y también tenemos que darles un anticipo a los nuevos cazadores. Sobre todo, a la persona que se convierta en miembro fundador...”
“¿Esto es suficiente?” – dijo Jinwoo cortando su discurso.
Clac
Jinwoo tiró un saco de patatas en el suelo.
‘¿Qué es eso?’
Jinho abrió la bolsa con una mirada sospechosa. Había un montón de caros cristales mágicos.
“Her… ¿Hermano? ¿Qué es esto?”
“Cuando volvía me encontré con una puerta en la calle.” – respondió Jinwoo, indiferente.
“……”
Mientras volvía a la oficina se había encontrado con una mazmorra, limpiado y sacado un montón de cristales mágicos de alto precio. No tenía sentido.
“Hermano, como esperaba de ti, ¡eres increíble!” – dijo Jinho dejando de pensar en ese asunto. No valía la pena intentar encasillar a Jinwoo con el sentido común.
Jinwoo observó cómo Jinho celebraba la adquisición del capital necesario para iniciar el gremio con una sonrisa de satisfacción antes de cambiar su mirada hacia la sala de reuniones.
“¿Por qué está aquí?
“¿Eh? Ah, te lo he dicho antes… Hay una persona que solicita convertirse en miembro.”
Los ojos de Jinwoo se abrieron.
“¿Solicita?”
“Sí, hermano.”
“¿Quién?
“La persona que te espera en la sala de reuniones.”
“¿Te ha dicho eso?”
“Sí, Hermano.”
No comprendía de qué estaba hablando este niño… Cuando Jinho terminó de hablar, Jinwoo se dirigió a toda velocidad a la sala de reuniones y abrió la puerta, de par en par.
Plaaash
Dentro de la sala de reuniones, que estaba prácticamente vacía, vio a una mujer bebiendo una lata de café. Jinho debía haber ido hasta alguna tienda cercana, porque todavía no habían comprado nada para equipar la oficina. En silencio, una cabeza se dio la vuelta para mirarlo a los ojos.
“¿Qué te trae por aquí?” – preguntó Jinwoo con una expresión atónita en su rostro.
“Gremio… Quiero unirme a tu gremio.” – contestó Cha Haein, mirándolo sin levantarse de la silla.
Por un momento, Jinwoo terminó dudando de si sus oídos estaban funcionando bien. Cha Haein era la subdirectora del mejor gremio de Corea del Sur, y sus habilidades se encontraban entre las mejores. Pero por algún motivo quería ingresar en un gremio que no había dado todavía el primer paso. A menos que alguien la hubiera chantajeado para venir, era imposible que estuviera aquí por su propia voluntad. Pero, al mismo tiempo…
‘¿Quién iba a atreverse a hacer tal cosa con esta mujer?’
Esta situación no tenía sentido.
“Uh, ¿el Presidente de la Asociación te ha ordenado que hicieras esto?” – dijo Jinwoo mencionando a la única persona de Corea que sería capaz de intimidarla.
“¿Por qué iba…?” – contestó Cha Haein con una expresión confundida, sin ser capaz de comprender por qué estaba nombrando a Go Gunhee en este momento.
Jinwoo nunca habría esperado que la persona que causaba su confusión fuera capaz de poner a su vez una cara tan confundida.
‘No, espera. Vamos a calmarnos.’
Era una situación en la que la mayoría de las personas quedarían demasiado aturdidas o sorprendidas. Jinwoo consiguió mantener la calma y sacar una silla para sentarse en el lado opuesto de Cha Haein. A continuación, sin decir nada, la miró en silencio. Necesitaba un poco de tiempo para concentrarse. A medida que el tiempo se ralentizaba a su alrededor gracias a su [Percepción], varios fragmentos de información sobre ella comenzaron a fluir hacia su cerebro.
‘Está temblando.’
Los latidos de su corazón, su respiración, el brillo de sus ojos. Estaba haciendo todo lo posible para parecer relajada, pero era incapaz de engañar a la elevada estadística de [Percepción]. Entonces, ¿se va a unir al gremio ‘Juego solo’ cuando ya está en otro grupo?
“¿No tienes un contrato con el gremio Cazadores?” – preguntó Jinwoo.
Normalmente, el gremio negociaría contratos con los cazadores por periodos de cinco años. Cha Haein se había unido al gremio Cazadores hacía unos dos años, cuando fue evaluada como rango S, así que, como mínimo, todavía deberían quedarle unos tres años de contrato.
“Tengo suficiente dinero para pagar la multa por incumplimiento de contrato.”
Jinwoo inclinó la cabeza ante la tranquila respuesta de Haein. La mayoría de las veces, la multa alcanzaba entre dos y tres veces el pago inicial. Si se pensaba en el exorbitante pago que el gremio Cazadores debía haber desembolsado para contratar a una cazadora de rango S como ella, no era necesario ser un genio para darse cuenta de que incumplir ese contrato daría lugar a una cifra absolutamente horrible. Aturdido, Jinwoo cambió de asunto a uno que fuera capaz de comprender.
“Nuestro gremio ‘Juego solo’ no puede pagar el anticipo que requiere una cazadora con tu talento, cazadora Cha.”
“El… ¿El nombre de tu gremio es ‘Juego Solo’?”
“¿Qué tiene de malo el nombre que acordamos el subdirector y yo?”
“No…” – dijo la cazadora Cha. A continuación, dio un pequeño suspiro. – “No importa. No pasa nada si no me pagas un anticipo con la firma del contrato.”
No le importaba firmar un contrato sin recibir ningún tipo de pago, a pesar de que tendría que pagar una tarifa enorme por incumplir el contrato con el gremio Cazadores.
‘¿Qué está pasando aquí?’
Los ojos de Jinwoo se entrecerraron. A medida que el contacto visual se alargaba en el tiempo, la cazadora Cha Haein fue incapaz de seguir aguantando y evitó su mirada. Los latidos de su corazón eran más rápidos que nunca. Jinwoo levantó las orejas. Su agudo sentido del oído no se perdió el cambio que había tenido lugar en su interior.
‘¿Está escondiendo algo?’
Llegados a ese punto, Jinwoo no podía evitar sentir curiosidad.
“¿Por qué estás dispuesta a pasar por todo eso para unirte a nuestro gremio?”
“……”
Como era de esperar, Cha Haein no pudo responder y mantuvo la boca firmemente cerrada. Además, el enrojecimiento de su cara hacía ver que estaba ocultando algo.
‘Espera…’
Ahora que lo pensaba, recordó sentir que su comportamiento había sido algo diferente a lo habitual cuando se encontraron en la ceremonia del funeral. No sabía en qué estaba pensando, pero sus planes debían haber estado preparados desde hacía mucho tiempo.
Jinwoo esperó en silencio la respuesta de Cha Haein. Sin embargo, ella mantuvo la cabeza baja y, por un largo rato, no dijo ni una sola palabra. Era incapaz de explicarlo. No podía decirle que, mientras había estado inconsciente por el golpe de esa hormiga monstruosa, pudo sentir que estaba a su lado. Que, en medio de esa interminable oscuridad, había sentido un sentimiento de calor y seguridad tras percibir su olor. No había palabras en este mundo que fueran adecuadas para describir lo que sentía en ese momento.
‘Si se lo cuento, pensará que estoy loca.’
Cuando se enteró de que Sung Jinwoo realmente había estado allí, su corazón comenzó a latir con mayor rapidez, emocionado. Había quedado realmente aliviada de saber que no estaba imaginando cosas.
‘Y…’
Descubrió que, si se encontraba en una situación de la que no podía escapar de la muerte, desearía tener a Jinwoo a su lado.
‘Quiero que te quedes a mi lado hasta mis últimos momentos.’
Era incapaz de decirlo y, por ello, su cara se sonrojó de forma incontrolable. Eran unas palabras que una niña tendría problemas en decir, y mucho más alguien como ella, que no sabía nada sobre esas cosas. Por ello, al final dio una respuesta que ya había preparado antes de venir.
“Comodidad.” – dijo mientras levantaba la vista para mirar a Jinwoo. – “Quiero vivir con comodidad…”
Aunque no era exactamente lo que quería decir, tampoco era del todo una mentira. Siempre tenía problemas con el horrible olor que emanaban los cazadores de alto rango que se encontraban a su lado. Por el contrario, su mente se encontraba completamente calmada cuando estaba en presencia de Jinwoo. La palabra ‘Comodidad’ se refería precisamente a eso.
Aunque Jinwoo no era capaz de comprender su significado de esa manera, pudo entender a Cha Haein y, por ello, asintió lentamente como respuesta. Quería salir de un gremio grande como Cazadores y continuar sus actividades en un gremio más pequeño y ‘cómodo’, como el suyo. Por lo que sabía Jinwoo, Cha Haein tenía unos veintidós o veintitrés años.
‘La carga que debe soportar un cazador de rango S será bastante pesada para los hombros de una mujer de poco más de veinte años.’
Especialmente, ahora que había sentido su vida amenazada en la isla de Jeju. Podía entender con facilidad ese tipo de sentimientos, ya que él también había sentido, en innumerables veces, ganas de abandonarlo todo y huir cuando trabajaba para la Asociación.
‘Aunque sería la oportunidad perfecta…’
Desafortunadamente, no podía aceptarla. Le había puesto el nombre de ‘Juego solo’ por una razón. Planeaba reservar mazmorras con el nombre del gremio y luego barrerlas por sí mismo. Si el número de miembros mínimo para realizar una incursión era un obstáculo, se limitaría a contratar cazadores temporales para rellenar la cuota, al igual que cuando limpiaba las puertas de rango C con Jinho. Era la forma más inteligente para subir de nivel. Sin embargo, si Cha Haein se entrometía, todo se volvería mucho más complicado. Además, aunque había rechazado el dinero por firmar el contrato, ¿no necesitaría dinero para vivir? Por otra parte, contratar a un cazador de rango S con un enorme salario que ni siquiera necesitaba y que no iba a poner a trabajar, sería un desperdicio de escala nacional.
‘Pero si rechazo a un cazador de rango S que está dispuesto a renunciar a que se le pague un adelanto sin una razón adecuada, parecerá demasiado sospechoso.’
Por eso, Jinwoo ideó un plan rápidamente.
“En realidad, nuestro gremio tiene una prueba de admisión.”
“¿Perdón? Pero no ponía nada en la publicación de la oferta de trabajo…”
“Esta regla es bastante nueva, puede que el subdirector haya cometido un pequeño error.” – dijo Jinwoo cortando a la avergonzada Cha Haein.
Los ojos de Haein se pusieron serios cuando escuchó que había una prueba.
“¿Qué tipo de prueba?”
Jinwoo estaba sorprendido por su reacción.
‘Esta chica, ¿habla en serio?’
Pensaba que, debido a su orgullo profesional, renunciaría después de escuchar que tenía que pasar una prueba. Sin embargo, Cha Haein actuaba exactamente de la manera contraria. No, en realidad se notaba que su deseo por pelear se había encendido. Podía sentir el fervor escondido detrás de esa cara inexpresiva.
‘¿Es del tipo de persona que no evita las peleas?’
Otra opción podía ser que era demasiado orgullosa para renunciar. Cualquiera que fuera el caso, después de decir esas palabras, Jinwoo no podía echarse atrás y decir que todo era un malentendido.
“Hay que ganar contra la criatura invocada que elija.”
Crack
Tuvo la sensación de escuchar como su ego se agrietaba.
“……”
Cazador Sung, ¿tan poca opinión tienes de mí? Era asombroso. Solo la miró por un breve instante a los ojos, pero sintió que su voz se podía escuchar con claridad dentro de su cabeza. Sin embargo, Cha Haein no expresó lo que estaba pensando.
“¿Qué invocación vas a elegir?” – preguntó con su calma habitual.
“Para la cazadora Cha tendré que elegir a la más fuerte.”
“Bien…”
No retrocedió.
Nunca podría soñar, ni en sus peores pesadillas, cuál era la última incorporación a las criaturas de Jinwoo, no, a su legión de soldados de las sombras. Con su fuerte voluntad por ganar, estaba seguro de que se rendiría después de probar la derrota.
“Está bien, hagámoslo.” – dijo Jinwoo, aceptando de inmediato la pelea.
“¿Cuándo será la prueba?”
“Ahora.” – contestó.
Quería establecer su gremio lo antes posible, por lo que no quería perder más tiempo con Cha Haein. Dado que se le había ocurrido esta idea, bien podía llevarla a cabo de inmediato. Pelearían en el gimnasio de la Asociación de Cazadores. Un cazador de rango S podía alquilar el gimnasio cuando quisiera. Era uno de los muchos privilegios especiales otorgados a ese tipo de cazadores.
“Entendido.”
Cha Haein asintió con la cabeza. Ella también quería terminar con esto lo más rápido posible. Ambos se pusieron de pie al mismo tiempo, como si hubieran hecho algún tipo de promesa.
‘Espera.’
En ese momento, un cierto pensamiento pasó por su cerebro y rápidamente llamó a Haein, que estaba a punto de girar la manilla de la puerta.
“Cazadora Cha, por favor, espera.”
“¿Sí?”
“No hay que ir por ahí.”
“¿……?”
Cha Haein puso una expresión confusa. Solo había una puerta en la sala de reuniones y no pensaba que fuera a sugerir que saltaran por la ventana. Jinwoo se acercó hacia su cuerpo inmóvil.
“Hay una manera más rápida de llegar hasta allí.”
“¿Sí?”
“Pero, debo tocarte, ¿te parece bien?”
“Ah…”
Cha Haein recordó lo que le había contado Baek sobre la situación en la que se encontraba en ese momento. Le había dicho que, cuando todos los miembros del equipo de incursión coreano se encontraban a punto de morir, el cazador Sung apareció de repente, detrás de él.
‘¿Va a mostrarme esa habilidad?’
Mirando la cara de Jinwoo mucho más cerca de lo que esperaba, tragó saliva por su seca garganta.
“Discúlpame.”
Jinwoo la abrazó con cuidado. Pensó que un abrazo tan ligero no significaría nada para ella, ya que había llevado su cuerpo inconsciente por el hormiguero, pero la cara de Cha Haein se tiñó rápidamente de un color rojo remolacha. Sin embargo, ella no luchó ni trató de escapar de su abrazo.
‘Huele bien…’
Mientras su rostro se volvía cada vez más y más rojo, Jinwoo la sostuvo con cautela para asegurarse de que no se separaran y terminó de prepararse.
‘Bien.’
Había una cosa que quería confirmar y no volvería a encontrar una oportunidad tan buena como esta en el futuro.
“Puedes marearte un poco.” – dijo Jinwoo recordando lo que había sentido la primera vez que lo usó. Solo entonces, Cha Haein abrazó a Jinwoo.
“Vale.” – susurró.
Jinwoo levantó la cabeza y miró al frente, mientras emitía una orden en su mente.
‘Intercambio de sombras.’
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Los dos fueron absorbidos en silencio por la sombra que había bajo sus pies. Justo en ese momento, Jinho abrió la puerta y entró en la sala de reuniones. Había corrido hasta la tienda más cercana para comprar algunos aperitivos y algo de beber después de pensar que la conversación podría alargarse durante mucho tiempo.
“Por favor, bebed esto mientras seguís hablando.”
Uno de los altos orcos se encontró con la mirada de Jinho y, como si se sintiera un poco avergonzado, se rascó la parte posterior de la cabeza.
“……”
¡Clanc!
La bandeja que había en la mano de Jinho se estrelló contra el suelo y los vasos con el refresco se hicieron añicos con el impacto.
“Qu… ¡Qué!”
Jinho se asustó y parpadeó, pero el soldado sombra se fue sin dejar rastro.
‘Pero, ¿¡qué…!?’
Se frotó los ojos con fuerza y sacudió la cabeza para recuperar la compostura. Echó otro vistazo a su alrededor, pero no pudo ver el rastro de algún monstruo.
‘Supongo últimamente he estado trabajando demasiado.’
Era la opción más sencilla, había tenido una alucinación. Jinho sacudió la cabeza y se dio la vuelta para ir a buscar una fregona y limpiar el estropicio que había en el suelo. Pero, de repente, un pensamiento apareció en su cabeza y detuvo sus pies.
“¿A dónde se han ido mi Hermano y la cazadora Cha Haein?”