Capítulo 52
Clases y profesores (III)
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Mientras camino hacia mi siguiente clase, no puedo evitar sentirme algo frustrado. Antes he sido impaciente, y lo único que quería era terminar rápido con el profesor Geist. Usando solo mis atributos de viento y tierra no he podido terminar la pelea tan fácilmente como me habría gustado. Supongo que ser bendecido con tantos dones me ha hecho ser también un poco impertinente. Sé que todavía tengo que alcanzar el pináculo de mi fuerza en este Continente, pero definitivamente tengo suficiente ventaja, lo que me permitirá alcanzar la cima. Con esta mentalidad, necesito parar de compararme con los estudiantes de mi edad y pensar en los mayores. Mi única esperanza son las clases de división superior. Espero que me ofrezcan información sobre la manipulación de maná, una que no pueda conseguir por mi cuenta.
Estaba bastante interesado en mi próxima clase, Conceptos Básicos de la Artificialización. Artificiar es algo que nunca existió en mi mundo. Estoy seguro que hay vínculos relevantes con la tecnología que se usaba en mi viejo mundo, pero la premisa de manipular y codificar maná para tener usos específicos designados a objetos es nuevo para mí.
Al entrar en la clase, me sorprendo gratamente al ver que el diseño de la habitación es el de un laboratorio. Recipientes, envases, diferentes tipos de minerales y varios tipos de artilugios llenan la habitación, haciéndolo todo más auténtico.
De alguna manera, estoy aliviado de ver que no hay nadie que conozca en esta clase, lo que me da tranquilidad. Cuando los estudiantes empiezan a llegar y sentarse junto con conocidos y amigos, una chica que parece tener mi edad camina y se detiene justo en el taburete que está a mi lado.
“¿E-Está ocupado este asiento? ¡Si lo está, me moveré a algún otro lugar!”
No sé por qué parece estar tan asustada, y no puedo evitar reírme de su inocente personalidad.
“¡Pff~! No, el asiento no está ocupado. Eres libre de sentarte ahí, si así lo deseas.” – digo mientras tomo asiento yo mismo.
La chica era del montón, siendo generoso. Unas gruesas gafas redondas magnificaban sus ojos y las pecas que había bajo ellos. Su rizado cabello parecía tener vida propia, ya que lo llevaba atado a la fuerza en una cola de caballo que bajaba por su espalda. Comparada con chicas como Tess y Kathyln, que todos admiraban, y por una buena razón, era bastante simple. Pero por alguna razón me sentía cómodo al lado de ella. Todo esto me hizo reír cuando me preguntó si el asiento estaba ocupado.
“Gr-Gracias…” – murmuró con su rostro mirando al suelo. – “…mily”
“¿Qué has dicho?” – digo al tiempo que me inclino más cerca de ella para escuchar la última frase.
“¡Emily! ¡Mi nombre es Emily Watsken! ¡Por favor, sé mi amigo!”
Me mira con ojos brillantes y la mano extendida. Totalmente desconcertado por su repentino entusiasmo, logro asentir levemente.
“S-Seguro. Mi nombre es Arthur Leywin.”
Agarro su mano y no puedo evitar sorprenderme por lo áspera que es su palma.
“¡O-oh! ¡Lo siento! Te debe parecer asqueroso, ¿no?” – retira su callosa mano mientras su rostro se torna un poco rojo, acentuando las pecas de sus mejillas.
“No, está bien. Yo también tengo callos. ¿Ves?”
Extiendo la mano con la que uso mi espada para revelar los bultos endurecidos en mi palma.
“Guau… ¡Tienes razón! ¡Debes practicar mucho! No es de extrañar que estés en el Comité Disciplinario. ¡Realmente admiro eso! En mi caso, amo de veras la artificialización, así que termino jugando con muchos artilugios, haciendo que mis manos queden así de ásperas.”
Se rasca la cabeza. Sus palabras se vuelven más rápidas a medida que se siente más cómoda conmigo.
“¿De verdad? En cambio, yo admiro a gente como tú. Siento celos de que tengas tanta pasión la por la artificialización. La única cosa en la que te vuelves mejor cuando luchas es en cómo destruir y matar, pero mientras mejor te hagas en artificialización, más cosas puedes crear.” – le digo mientras miro los callos de mis propias manos.
“Mmm… Eso es profundo.”
Veo a Emily cómo se ajusta sus gruesas gafas mientras reflexiona en su cabeza lo que acabo de decir.
“Ja, ja, he terminado diciendo algo desagradable. Me disculpo.”
La clase se estaba volviendo bastante ruidosa. La sala estaba repleta de estudiantes ansiosos, la mayoría de los cuales estaban aquí como magos académicos.
“¡No, no, no! ¡No has sido desagradable en absoluto! Es que… Lo que has dicho es algo que no escuchas todos los días a alguien de doce años.”
Desesperadamente sacude sus manos, para hacer un gesto de que estaba bien.
“Pfff. Lo dices como si tú no fueras alguien de doce años.”
Me río entre dientes mientras la miro. Hundiéndose en su silla, deja escapar un suspiro.
“Es verdad… Se debe a que aparentemente soy un genio de algún tipo. Realmente no entiendo por qué la gente dice eso, pero ya no me tratan como un niña después de haber creado el artefacto de la pantalla de proyección.”
“Espera, ¿qué? ¿Tú eres quien ha inventado la pantalla usada durante el anuncio de los reyes y reinas?” – exclamo mientras me levanto del taburete.
“Mmm, bueno solo una parte de él… Jugué con algunas cosas en el laboratorio de mis padres y creé el diseño básico un par de años atrás.” – vuelve a rascarse su rizado cabello.
Hundiéndome nuevamente en mi pupitre, dejo salir un profundo suspiro. Santo cielo. ¡Ha construido algo como eso cuando ni siquiera tenía diez años!
“Bueno, debo decir que es un honor estar en presencia de un genio como tú.”
Le doy una sonrisa, inclinando mi cabeza en fingida fidelidad.
“Oh, por favor. ¡No empieces tú también! Además, tú también eres bastante famoso, ¿sabes?”
Me sonríe mientras sus lentes reflejan la luz del salón de clases, haciéndola parecer una científica malvada.
“¿De verdad? Me he esforzado mucho en mantener un perfil bajo. Supongo que no ha funcionado.”
Apoyo la cabeza en mi mano.
“Pff. Bueno, unirse al Comité Disciplinario siendo de de primer año seguro que no ha ayudado.”
“También hay otros estudiantes de primer año en el comité.” – refuto.
“¡Pero no humanos! Tú y la princesa Kathyln sois los únicos, y la princesa ha sido una aclamada prodigio desde su despertar. Eso te deja a ti, un misterioso humano estudiante de primer año que ha hecho un vínculo con una bestia de maná parecida a un zorro. Sin antecedentes, pero capaz de abrumar y apabullar por completo a un profesor aventurero veterano con un núcleo en la etapa amarillo claro.”
En ese momento, se iba inclinando más y más hacia mí.
“¿Qué? ¡¿Cómo sabes ya lo que ha pasado con el profesor Geist?! ¡Literalmente ha ocurrido hace quince minutos!”
“¡Kyu~!”
Sylvie grita en protesta por haberla llamado ‘como un zorro’, aunque eso es lo que es, esencialmente.
“¡No te sorprendas! Esta es una Academia Mágica después de todo. Las noticias viajan rápido y los chismes incluso más rápido. Apuesto a que algunas personas en esta clase ya saben lo que ha pasado.”
Sonríe mientras menea su dedo.
“¡Oh, Dios…! Sabes, me he dado cuenta de que eres muy habladora ahora comparado a cuando tartamudeaste tu saludo al llegar por primera vez.”
No he podido evitar darme cuenta del cambio en su personalidad.
“¡Cállate! A-apesto con los desconocidos, ¿de acuerdo? Además, no me llevo bien con gente nueva tan fácilmente. ¡Sin embargo, tú eres diferente! Ha sido fácil sentirme cómoda contigo, ya que somos realmente similares.”
Suelta un ‘¡¡Hummm!!’, cruzando los brazos sobre su pecho sin desarrollar.
“¿Similares en qué sentido?”
Alzo una ceja. Ella sonríe ampliamente.
“¡Los dos somos unos fenómenos!”
Pongo los ojos en blanco por su conjetura, pero me doy cuenta que debido a lo alta que es su inteligencia, estoy más cómodo con ella que con otros chicos de mi edad. Cuando estaba por responder a su declaración, la puerta del aula se abre y veo una cara familiar.
“¡Saludos plebeyos! Por favor, sentíos honrados de tener al profesor Gideon, ¡como vuestro profesor para esta clase!”
El científico loco se encamina hacia el podio mientras el par de gafas que cuelgan de su cuello rebotan hacia arriba y hacia abajo. Mientras mira a través de la clase con ojos condescendientes, casualmente llega donde Emily y yo estamos sentados.
“¡Ah! Bueno, si es Arthur… ¡No tenía ni idea que estarías en mi clase!”
Aprieta sus mejillas de una manera obviamente falsa, haciéndome negar con la cabeza.
“Y mi… ¡Oh, qué veo! ¡Llevándose bien con la señorita Watsken! ¡Debo decir que vosotros dos haréis bastante buen equipo! ¡Muy bien! ¡Empezaremos el primer día de clase con una pequeña introducción de mí mismo!”
Sonríe y escribe su nombre con letras grandes detrás de él. La conferencia continúa con Gideon divagando acerca de cuán remarcable era durante la siguiente hora y media. La mayoría de los estudiantes, yo mismo incluido, estábamos medios dormidos, pero los ojos de Emily brillan mientras absorbe cada pedacito de información que sale de los pequeños labios de Gideon. Supongo que incluso un genio como ella respeta a Gideon en el campo de la artificialización. Me hace al menos querer admirarlo.
Sylvie estaba acurrucada encima del escritorio, justo enfrente de mí, y usa mi brazo como almohada. De repente, un búho verde oliva entra por la ventana y aterriza en mi hombro.
“¡Kyu!”
Sylvie salta de la sorpresa y gruñe mientras el búho se acicala tranquilamente.
“¡Bueno, parece que la Directora Goodsky te llama, mocoso!”
Gideon se acerca, masajeando sus hombros encorvados.
“No deberías hacerla esperar. ¡Shoo! ¡Vete!”
Palmea mi espalda mientras continúa hablando acerca de lo magnífico que es. Emily se inclina, sin sorprenderse.
“¡Te he dicho que no subestimes cómo de rápido viajan las noticias!”
“Sí, sí…”
Camino fuera del aula de clases, escuchando a algunos de mis compañeros empezar sus discusiones acerca de lo que había pasado.
“Y ahora, ¿dónde estará la oficina de la Directora Cynthia?”
Me rasco la cabeza. Como si hubiera entendido, el búho salta de mi hombro y comienza a volar hacia una dirección determinada, indicándome que le siga.
“¡Kyu!”
‘Papá, ¡es peligroso!’ – me advierte Sylvie, que tiene el pelaje erizado.
El campus estaba bastante vacío. La mayoría de los estudiantes recibían sus clases, entrenaba por su cuenta, o pasaba el rato en sus dormitorios. Como estoy atrapado por el hermoso escenario que tenía ante mis ojos, me doy cuenta un poco tarde de que el búho ha aterrizado en una estatua en frente de un edificio que asumo se trata de la oficina de la Directora, esperándome para entrar.
Abriendo la puerta, me dirijo hacia dentro mientras el búho se posa nuevamente en mi hombro, haciendo que Sylvie sisee y levante su zarpa en advertencia.
“Veo que Avier te ha guiado hasta aquí en persona. Extraño… Nunca antes lo había visto tan cómodo con un extraño.”
La Directora Goodsky, que estaba sentada tras su escritorio, apoya la cabeza en sus manos mientras me mira, pero estudia particularmente a Sylvie.
“¿Hay algo que necesite de mí, Directora?”
Tomo asiento en frente de su escritorio mientras Avier, el búho verde, vuela fuera de mi hombro hacia la cornisa de la ventana detrás de Cynthia.
“Sí. Te he convocado con respecto a tu pequeña ‘demostración’ en la clase del profesor Geist.”
Su expresión permanece imperturbable mientras menciona el problema que le debo haber causado.
“¡Ah…! La verdad es que la situación…”
Antes de que me explique, la Directora Goodsky levanta su mano y me interrumpe.
“Hemos despedido al profesor Geist de nuestra Academia. La princesa Kathyln vino en persona y me lo contó todo, diciéndome exactamente lo que ocurrió. Por supuesto, tuve que comprobar su testimonio con otras personas, pero todos coincidieron en que el profesor estaba poniendo a los estudiantes en peligro.”
Asiente y coloca un par de documentos delante de mis narices.
Guau, trabaja rápido. Este incidente había sucedido hacía menos de dos horas, pero realmente ha conseguido manejar la situación y despedir a ese profesor. Como si supiera lo que estaba pensando, sonríe y responde.
“Ayuda a que las cosas avancen tener la palabra final en los asuntos relacionados con esta Academia. Tengo que decir, sin embargo, que nunca había visto a la princesa tan nerviosa como hoy. Cuando vino, tenía una expresión ligeramente enfadada en su rostro, lo cual, para sus estándares, es bastante serio. Debes de entender lo sorprendida que estaba. ¡Jo, jo!”
La Directora Goodsky se cubre la boca con su mano mientras se ríe suavemente.
“¿En serio? No creo que la princesa pueda siquiera mostrar emociones.”
Sonrío también.
“Sí. Debes haberle causado una gran impresión, ya que te defendió con bastante fervor, dejando al profesor Geist sin espacio para maniobrar.”
Me hace un guiño. Cuando sacudo mi cabeza, impotente, la Directora Goodsky ríe una vez más y continúa hablando.
“Eres todo un mujeriego, Arthur. ¡Será un problema si le robas el corazón a las dos princesas! ¿Quién sabe? ¡Tal vez seas la causa de la próxima guerra civil! ¡Ja, ja, ja!”
Parecía bastante divertida por algo que podría devastar el fino equilibrio que tiene este continente. Quería simplemente descartar el pensamiento, pero cuando imagino a las dos princesas peleando, me estremezco. No creo tener la capacidad mental para manejar ni siquiera a una de las princesas, mucho menos a las dos.
“Sabes, realmente no se considera casarse joven a la edad de catorce o quince años. Estoy segura que Tessia se habrá desarrollada bastante para entonces.”
Se burla aún más.
“No, gracias. No me veo a mi mismo involucrado románticamente a corto plazo. Además, ellas siguen siendo unas niñas. Tal vez empiece a pensar sobre ello cuando las chicas de mi edad se vuelvan un poco mas maduras.” – digo mientras me encojo de hombros.
Inclinándose hacia adelante, la Directora me estudia.
“Jo, jo. La manera en que hablas me hace pensar que ya has madurado, Arthur.”
“Bueno, incluso usted debe admitir que resulto ser mucho más maduro que personas de mi edad.” – respondo inclinándome hacia atrás en la silla.
“Cierto, pero las mujeres tienden a madurar más rápido que los hombres.” – afirma con toda naturalidad la Directora Goodsky.
“Sigo preguntándome por qué he sido convocado. Estoy seguro de que no me ha hecho venir para decirme que todo está resuelto y decirme que me case.”
Sylvie salta de mi cabeza y comienza a perseguir a Avier, que se estaba acicalando en la ventana.
“¡Arthur! Siento que empiezas a verme como alguien que siempre tiene un plan oculto a mano.”
Me mira ofendida.
“¡Ja, ja! Lo hago porque somos muy similares en ese sentido, Directora.”
Le envío un giño, haciéndola sonreír también.
“Pobre de mí. Si ese es el caso, entonces creo que he tomado la decisión correcta.” – responde.
“¿Qué quiere decir?”
“Arthur, ¿qué piensas acerca de ser el profesor de tu clase, Manipulación Práctica del Maná?”
Sujeta su mano, estudiando mi expresión. Mis ojos se abren ante sus palabras.
“¿Qué? No habla en serio, ¿verdad?”
“¡Oh! Mis palabras van bastante en serio, Arthur.” – dice con una expresión inquebrantable.
“¿Acaso está permitido? Soy un estudiante. ¿Puedo ser estudiante y profesor al mismo tiempo? ¿Qué hay de mis demás clases?”
Empiezo a disparar argumentos para hacerle ver que esto no va a funcionar.
“Por favor, no hay necesidad de ponerse tan nervioso. En realidad es bastante simple. ¿Está permitido? Sí, mientras yo diga que lo está. A pesar de que esta situación en específico nunca haya ocurrido, hay casos de estudiantes de último año altamente cualificados que enseñan en cursos básicos. En cuanto a tus otras clases, tu calendario realmente no cambiará. Solamente enseñarás en esa única clase, por ese periodo.”
Me envía una sonrisa de negocios. Empiezo a pensar. La Directora Goodsky no lo está haciendo para su beneficio. Seguro que recibe muchas quejas de padres nobles protestando por qué alguien de primer año enseña en una clase. Yo, por otro lado, tendría mucho más tiempo libre debido a que enseñar en un curso requiere mucho menos tiempo fuera de clase.
“No entiendo por qué hace esto, Directora.”
“Bueno, se acaba de liberar una plaza y tú has sido quien derrotó al profesor previo. ¿No te da eso suficiente calificación para entrar? Además, no estoy haciendo esto con algún motivo oculto, Arthur. No tienes por qué sospechar. Esto es para ti. No te presionaré en esto, pero creo que sería una buena oportunidad para construirte una especie de posición sin la necesidad de ir por ahí conquistando profesores. Si deseas continuar enseñando después de este semestre, ¡puedo darte más clases en las que enseñar! Estoy segura de hay un número muy limitado de clases que te serán útiles de todos modos.”
Se ríe. Luego se levanta y palmea mi hombro con gentileza.
“La decisión es tuya.”