Volumen 3 Capítulo 7
La ignorancia de los principiantes
Traducido por DaniR
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
“¡Eso es ridículo!” – gritó Jeong Il Hun.
Nunca antes había discutido las decisiones de Ahn Hyundo, pero esta vez no podía quedarse al margen.
“El oponente es un principiante. ¡Un espadachín novel no sabe cómo usar una espada de la forma correcta durante una pelea!”
“¡Arhg! Hun, no he pedido tu opinión. ¡Estoy hablando con mi oponente! ¡No interfieras en mi duelo!”
La voz de Ahn Hyundo resonó por todo el dojo. Honestamente, nadie podía detener a Ahn Hyundo. Y aquel que lo intentase podía sufrir graves repercusiones. Pero lo cierto era que no podían permitirse correr ese riesgo. Los Instructores se quedaron en silencio, esperando que Lee Hyun rechazara la propuesta.
‘Será mejor que huyas ahora antes de que seas golpeado.’
Competir con espadas reales. En un enfrentamiento con espadas de verdad, cualquiera, sin importar su habilidad, se asustaría inevitablemente. Sin embargo, Lee Hyun se mantenía firme. Ahn Hyundo aplaudió su compostura.
“Eso es bueno, no retrocedes, como lo haría un hombre de verdad. Sun Hun, ve a mi despacho y trae las dos espadas que hay en la pared. ¿Sabes dónde están?”
“Maestro…”
La situación había empeorado. Las espadas de metal eran excelentes cortando. Jeong Il Hun sintió que el resultado del combate iba a ser irremediablemente horrible.
‘Una espada.’
Lee Hyun estaba erguido, sosteniendo su espada. Sentía la mente clara, como si se acabara de despertar.
‘Eh, ¿por qué estoy aquí?’
Lee Hyun había venido desde el hospital camino a la librería cuando vio el dojo. No había ido allí con la intención de pelear. Solo había querido aclarar su mente de la frustración que sentía. Entrenar y sudar un poco sería algo refrescante. Entonces los estudiantes del dojo le desafiaron a combates con espadas de madera. Esto no había supuesto un problema para Lee Hyun. Espada de madera contra espada de madera. Era un combate justo. No había ninguna razón para negarse.
El primer oponente fue un poco débil. Su técnica tampoco estaba demasiado refinada. Entrenar la fuerza bruta no era necesariamente el camino para volverse el más fuerte. Se debe utilizar correctamente el poder latente de los músculos, apoyándose en la respiración y la flexibilidad del cuerpo. Su primer oponente fallaba en esa área.
Cuando perdió el primer estudiante apareció otro para retarle. Se trataba de un experto con la espada, con mucha experiencia. Lee Hyun buscó sus puntos débiles. Su esgrima estaba orientada a la defensa, aunque sus movimientos no eran perfectos. En un instante, encontró un fallo en sus movimientos. Tras considerar la velocidad de movimiento de la espada del oponente, Lee Hyun usó su propia técnica para atacarle en su punto débil.
‘Se debe a Royal Road. He participado en decenas de miles de combates.’
Un juego de realidad virtual. Si todos los que jugaban en Royal Road se convertían en Maestros de la Espada, el mundo se llenaría de gente poderosa. Normalmente, la mayoría de los jugadores confiaba en las habilidades del juego en lugar de en sus propios cuerpos para luchar. Alguien como Lee Hyun, que se había tomado en serio el aprendizaje de la espada para jugar a un juego, era un raro hallazgo.
Y el segundo aprendiz fue derribado. Acto seguido apareció otro para retarle.
‘¿Por qué no quieres que gane? ¿Por qué queréis golpearme?’
Hyun estaba enfadado. No sabía que sus ojos eran como los de un lobo hambriento, y provocaban al resto. ¡Un gesto duro como el de una bestia! Y así había usado todas sus fuerzas hasta arrinconarlos a todos.
Cogió la espada.
‘Me siento... Liviano.’
Lee Hyun hizo un gesto de negación con la espada mientras cogía la espada. Al sentirla en sus manos, no pudo quedarse quieto. Sentía que cada célula de su cuerpo quería saltar al combate. Hasta ese momento, había sentido el mundo que le rodeaba estaba apagado, aproximadamente cinco veces menos de como lo veía ahora. Era como cuando se levantaba por las mañanas; su cuerpo estaba extremadamente sensible a todo lo que tenía a su alrededor, con los nervios a flor de piel.
Con calma, Lee Hyun recuperó el aliento. Sentía que su mente se había despejado por el mero hecho de sostener la espada. Ahn Hyundo no atacó de inmediato. Gracias a eso, pudo descansar durante un breve momento. Aunque fue un momento realmente breve. Relajó los músculos y dejó que la sangre fluyera por sus vasos sanguíneos. El corazón esparció oxígeno por todo su cuerpo. Sentía la espada de su mano realmente fría, pero el calor de su pecho continuaba aumentando.
‘Así es como se siente alguien cuando sostiene una espada de verdad.’
No parecía saber el motivo por el que estaba en este lugar y en esta situación. Empezó a sudar y no podía creerse cómo había llegado hasta aquí.
‘¿Debería rendirme?’
No valía la pena. No había necesidad de luchar cuando no se tenía algo que ganar y lo más fácil era que se lesionara por sujetar esa espada. Se disculparía y admitiría la derrota; soltaría la espada.
Entonces, Ahn Hyundo examinó la mirada de Lee Hyun y le dijo:
“¿Tienes miedo? ¿No tienes coraje para luchar? Está bien. La Ley de la Naturaleza establece que las bestias salvajes se den media vuelta y salgan corriendo cuando se encuentran con alguien más fuerte que ellas en medio del desierto.”
Lee Hyun estaba enfadado. Ahora quería pelear. En un instante, una aguda respiración salió de su pecho al tiempo que empuñaba la espada. Sin darse cuenta, había decidido aceptar el combate con la espada real a pesar de haber peleado ya nueve veces.
¡Shiiiiiinnnnnggggg!
La espada dejó escapar un sonido metálico. El arma emitía un sonido increíblemente claro. A su vez, Ahn Hyundo sostuvo su ligera espada mientras retrocedía un paso.
“Será mejor que no utilices una espada que no sabes blandir. Ya lo has hecho antes, pero utilizando demasiada fuerza. ¿Por qué no lo intentas de nuevo?”
En lugar de responder, Lee Hyun hizo un nuevo movimiento con la espada. Aplicó aproximadamente un 60% menos de fuerza que la vez anterior, realizando un buen ataque.
Jiannngnnn
Agarrado a la empuñadura, pudo sentir las sutiles vibraciones que fluían hacia su mano. Ahora podía escuchar el sonido bueno y claro de la espada. Se trataba de una buena arma. Tras escuchar su sonido, sintió que formaba parte de su cuerpo. Hasta cierto punto, podía decir lo afilada que estaba la espada y las pequeñas diferencias que la convertían en tan buena arma.
Ahn Hyundo bloqueó el ataque de Lee Hyun muy despacio, y acto seguido elevó la velocidad de su espada para atacar. Sin embargo, preocupado por recibir una herida en su cuerpo, Lee Hyun pudo evitar el ataque. Cuando una espada vuela hacia tu cuerpo justo por delante de ti, entonces queda mucho espacio para dejarla pasar.
Ahn Hyundo golpeaba la espada de Lee Hyun sin compasión. Alejó un momento la espada para abalanzarse sobre Lee Hyun como si fuera una bestia salvaje a punto de matar a su presa. La espada de Ahn Hyundo iba directa al corazón de Lee Hyun. ¡Una estocada mortal!
‘No quiero morir.’
Lee Hyun golpeó la espada de Ahn Hyundo para desviar su trayectoria. La consideración que había tenido en un primer momento por el bienestar de su oponente había desaparecido. Ahora luchaba para evitar ser golpeado con su colosal voluntad para la supervivencia.
Los sonidos eran claros como el viento. Cuando las espadas chocaban, un destello de luz aparecía sobre sus pechos. Los aprendices tenían la boca colgando al ver los feroces ataques.
“Esto… ¡Instructores! Debemos detener el combate, ¿no?” – preguntó uno de los aprendices con tono ansioso.
Jeong Il Hun no podía creer lo que estaba viendo. Iba a ser muy complicado derrotar a Lee Hyun sin hacerle daño. Sin embargo, gracias al nivel de habilidad de Ahn Hyundo podía hacerse. Lo único que tenía que hacer era golpearle en la muñeca, en la empuñadura de la espada, o inmovilizarle temporalmente al golpearle un punto vital de la frente. En principio debería resultarle sencillo dejar a Lee Hyun en ese estado, pero su contrincante no tenía la menor intención de dejar que lo hiciera. Verlo resistir ponía los pelos de punta, ya que aguantaba a duras penas.
“Instructores, ¡piensen en algo! ¿No se les ocurre qué hacer…?”
‘No puedo creerlo. Y, ¿por qué estoy tan ansioso?’
Jeong Il Hun no sabía lo que iba a pasar cuando las espadas comenzaron a bailar. Una vez llegados a esto, resultaba peligroso detener el combate. Pero entonces comenzó a relajarse y observó el combate. Continuaban los intercambios de golpes. La fuerza de Lee Hyun iba agotándose al utilizarla junto a su fuerza de voluntad para seguir viviendo ante un oponente tan poderoso.
Más energía, más poder, más rapidez. Estos pensamientos acudieron gradualmente a la mente de Jeong Il Hun. Lee Hyun tenía control total de su propio cuerpo, y esto le hacía rebelarse. Jeong Il Hun notaba que Lee Hyun cambiaba de táctica, y comenzaba a comprender más profundamente el camino de la espada. Los alumnos con más experiencia pudieron apreciarlo con sus propios ojos, pero enseguida el resto de aprendices comenzaron a sentirlo.
“¿Eh?”
“Algo es diferente.”
“¿Qué ha cambiado?”
Ahn Hyundo cambió de postura para prevenir los ataques. Un tajo en dirección diagonal. Lee Hyun bajó el cuerpo al mismo tiempo que lanzaba el ataque para evitar ser apuñalado por su oponente, moviéndose más por instinto que por pensamiento. En ese momento, Lee Hyun plantaba cara a la escandalosa habilidad con la espada de Ahn Hyundo sin dudas en su corazón.
‘Parece que te estás divirtiendo. ¡Ese ha sido un movimiento peligroso…!’
Las comisuras de la boca de Lee Hyun se curvaron en una sonrisa. Sin saber muy bien el motivo de esa sonrisa, decidió concentrarse en el duelo. Era una pelea de espadas. Un desafío hacia otra persona. Y la contienda en sí estaba siendo buena.
‘He pasado demasiado tiempo pensado. Cuando estoy en medio de una pelea no necesito pensar…’
Se sentía a gusto balanceando la espada. Entonces, Lee Hyun dio un paso hacia Ahn Hyundo y lanzó un ataque. Pero su cuerpo reaccionó de una forma inesperada. Completamente exhausto, soltó la espada; tenía un dolor muscular terrible, sus piernas habían cedido y no podía ponerse en pie.
“Bebe esto. Calmará un poco tu cuerpo.”
Ahn Hyundo lo llevó a su oficina y le ofreció un té con un aroma suave y profundo.
“Está bueno.”
“Es un té hecho de ginseng silvestre de la montaña Baekdu.”
“Seguro que es muy caro…”
“No hay nada más valioso que el cuerpo, ¿no estás de acuerdo?”
“Sí, eso es cierto.”
Lee Hyun bebió toda la taza de té. Era como beber agua embotellada, ¡no podía desperdiciar ni una gota! Era bueno para el cuerpo.
“Gracias. Tenía algo de sed.”
Lee Hyun bebió cinco tazas de té. Ahn Hyundo aprovechó el tiempo para iniciar una conversación.
“¡Mmm! Siento curiosidad. Ha sido la primera vez que sostenías una espada, ¿verdad?”
“Sí.”
“No entraste en pánico. Y mostraste la dignidad de un verdadero veterano. Alguien que no sabe el arte de la espada no puede derrotar a nueve oponentes. ¿Aprendiste a usar la espada en algún otro lugar?”
“No, realmente. Aprendí el manejo de la espada…”
Y comenzó a relatar su historia en Royal Road, cómo había dominado la espada mientras cazaba monstruos y como había pasado los días golpeando al espantapájaros.
Lee Hyun no confiaba fácilmente en los demás. Sus experiencias en la vida hacían que le fuera complicado abrir su corazón, pero Ahn Hyundo fue capaz de llegar a él.
La espada siempre revela el fondo del corazón. El intercambio de golpes que compartió con Ah Hyundo le hizo pensar que era una persona de confianza. A veces, un duelo era más eficaz para conocer a una persona que decir cien palabras.
“Ya veo. Debes haberlo pasado mal hasta desarrollar tu habilidad con la espada.”
“Gracias a las habilidades básicas que desarrollé, pude lograrlo.”
“Entonces, ¿dices que realmente existen monstruos? Que se mueven como si estuvieran vivos y que si los matas consigues objetos y dinero... ¿Y ganas experiencia? ¿Hay dragones?”
“Sí, sí y sí.”
“Ahora mismo estás cansado, así que ve a descansar. Espero que otro día puedas pasarte por el dojo con tiempo para entrenar.”
“Está bien.”
Lee Hyun descansó durante un rato y, cuando se recuperó, se fue.
Jeong Il Hun estaba sorprendido.
“Maestro, ¿no quieres atraparlo? ¿Has cambiado de opinión en que sea él tu sucesor?”
“No. Realmente me agrada.”
“¿Y dejarás que se vaya, sin más?”
“El arroz debe cocinarse lentamente al vapor. Es la única forma en la que queda delicioso. Sería bueno cuidarlo durante un tiempo para que pueda encontrar su camino. Sin embargo, esa cosa llamada Royal Road…”
Cuando Ahn Hyundo era joven, las novelas de fantasía eran muy populares. ¡La historia de un hombre moderno que acaba en un mundo diferente y establece su propio reino! O un chico con talento que conocía a un caballero y se convertía en su aprendiz, cultivándose en el manejo de la espada y explorando el mundo para recorrer el camino de la caballería.
“También hay monstruos... Wyverns, ¡y dragones! Increíble, ¡también hay dragones!”
“¿Uh? Si, eso dijo. Y nadie ha podido cazar uno todavía.”
Jeong Il Hun comenzó a temblar. No podía entender que estaba diciendo Ahn Hyundo.
“Ir a un mundo de fantasía y convertirse en un cazador de dragones. O derrotar a los orcos y convertirte en un héroe de la humanidad. ¿Emperador? Puedes convertirte en emperador... ¡Mm!”
El corazón de Ahn Hyundo latía con fuerza.
Aprendió el arte de la espada y ascendió hasta la cima de su profesión. Sin embargo, se podía decir que manejar una espada no era muy útil en esta sociedad. Ganó riqueza y fama, pero sus más profundos deseos no habían sido satisfechos.
“Luchar contra monstruos. Monstruos que amenazan a los humanos... ¡Jeong Il Hun!”
“¡Maestro!”
“¿Hace falta una cápsula para hacer todo eso?”
“Así es.”
“Pídela de inmediato.”
“¡Sí, Maestro!”
Por lo general, se requerían de dos a tres días para ordenar e instalar una cápsula, pero Jeong Il Hun hizo una gran cantidad de llamadas, cobró favores y en tan solo un día estaba instalada a pesar de las quejas de los instaladores.
Sin embargo, en lugar de una, pidió cinco cápsulas.
“¿Qué es esto?”
Bajo la aguda mirada penetrante de Ahn Hyundo, Jeong Il Hun confesó la verdad.
“¿No es el deber de los discípulos es seguir a su Maestro dondequiera que vaya?”
“¿Tú y el resto también vais a entrar en Royal Road?”
“Sí.”
Los instructores respondieron con valentía.
“¿Qué pasará con el dojo?”
“¿No tenemos ayudantes? Además, no es como si nos fuéramos al extranjero.”
Ah Hyundo se río a carcajadas.
“Está bien. ¿Tenemos que decidir un nombre para poder jugar?”
“¡Maestro, decide nuestros nombres!”
“Bueno, mi nombre será seguidor de la espada, Geomchi. Y tú, Jeong Il Hun, te llamarás Geomchi2.”
“Sí, Maestro.”
“Y tú serás Geomchi3. Mmm... ¿Suena raro Geomchi3? Fonéticamente suena a enfurruñado. En fin, serás Geomchi3.”
“…...”
El apodo del que era uno de los cinco mejores en el arte de la espada de Corea sería Geomchi3.
“Ju, ju.”
“Enfurruñado... Ji ji ji.”
Ma Sang-Beom y Lee Hye-Yeon no pudieron ocultar sus carcajadas, pero tampoco pudieron escapar a su destino.
“Los siguientes serán Geomchi4 y Geomchi5.”
“Gracias por el nombre, Maestro.”
Ma Sang-Beom y Lee Hye-Yeon inclinaron la cabeza y dieron las gracias, pero un sudor frío les recorría por la espalda.
‘Menudo nombre más infantil…’
‘¡Sentiré vergüenza cada vez que tenga que decir mi nombre!’
Ahn Hyundo entró en la capsula y se conectó a Royal Road. De inmediato creó una cuenta y un personaje. Como había dicho a sus discípulos, su nombre era Geomchi y empezó en la Ciudadela de Serabourg, en el Reino de Rosenheim.
* * *
“¡Oh! Esto es sorprendente.”
Geomchi había accedido al mundo y permaneció quieto en el sitio durante un tiempo.
“Nunca antes había tenido esta sensación.”
Podía sentirlo todo. Era capaz de ver y escuchar a la gente charlando y riendo en una ciudad completamente medieval. A su alrededor sonaban todo tipo de conversaciones.
“Necesito encontrar a cuatro personas más de mi mismo nivel.”
“¡Vendo Hachas de acero por poco dinero!”
“Salgo de viaje hacia las aldeas del sur para comerciar. ¡Busco a otros comerciantes!”
El olor. El estómago de Geomchi gruñó cuando el olor de un delicioso plato llegó a sus sentidos. Giró la cabeza y vio a una persona cocinando.
“¡Se vende plato delicioso cocinado con habilidad [Cocina] a nivel Principiante – 7! ¡Deliciosos fríjoles mungo!”
Geomchi tragó saliva. Le apetecía el plato, pero no tenía dinero.
Poco a poco, los demás se fueron conectando. ¡Geomchi2, Geomchi3, Geomchi4 y Geomchi5!
“Maestro, has sido el primero en iniciar sesión.”
“Así que estás aquí.”
“¡Sí! ¡Y tú también!”
Había disfrutado enseñando a sus discípulos el manejo de la espada, pero verlos en Royal Road era completamente diferente. Geomchi4 quedó sorprendido al mirar dentro de sus bolsillos.
“¡Oh, Maestro!”
“¿Qué pasa?”
“¡Tengo 10 piezas de pan y una cantimplora en el bolsillo!”
“Sí, es algo increíble. Vamos a probar a qué sabe el pan de aquí, ¿de acuerdo?”
Geomchi2, Geomchi3 y Geomchi5 sacaron el pan del bolsillo y le dieron un mordisco. Estaba muy duro y resultaba difícil de masticar, parecía una piedra.
“¡Puaj! No es que sea demasiado comestible. ¿Y hay que comer esto cuando sales de caza?”
“He investigado un poco por internet. Existe una gran cantidad de diferentes tipos de alimentos. Los platos de nivel Avanzado son tan exquisitos que casi se deshacen en la boca. Se supone que es como comer un plato divino.”
“¡Como se esperaba del que he llamado Geomchi4! Eres un niño muy brillante.”
“Je, je. Muchas gracias.”
Geomchi4 sonrió, complacido por los elogios de su Maestro. En el dojo, era muy querido por los aprendices, ya que era directo y siempre estaba ansioso por ayudar.
El estado de ánimo de los geomchis que se habían registrado en Royal Road era inusualmente agradable y alegre, y estaban sonriendo continuamente.
“Así que para comer esto debemos seguir masticando. Aunque me resulta difícil. Es como comerse una galleta seca.”
“Parece que está hecho de algún cereal. ¿Será pan de cebada?”
Geomchi2 y Geomchi3 comieron su pan y bebieron un trago de agua de la cantimplora.
“Entonces, ¿empezamos?”
“Primero tenemos que ir al Salón de Entrenamiento.”
“Lee Hyun, quiero decir, Weed, dijo que no podíamos salir durante cuatro semanas.”
“Bueno, ¡veamos si ese Salón de Entrenamiento es bueno o no!”
Los geomchis fueron hasta el Salón de Entrenamiento. Había una cantidad increíble de gente deambulando por la Ciudadela de Serabourg, y tuvieron que preguntar varias veces hasta encontrar el lugar. Dentro del edificio, unas pocas personas usaban sus habilidades con los espantapájaros.
“¡Oh! Así que esta es la forma en la que entrenan.”
“Menudo método de entrenamiento más anticuado tienen en este dojo. Parece tratarse de un entrenamiento repetitivo para mejorar la resistencia.”
“Geomchi2, las instalaciones no son lo más importante, ¿no? Un hombre que sigue el camino de la espada no se preocupa por eso.”
Tanto Geomchi2 como el resto de geomchis comenzaron a golpear los espantapájaros con sus Espadas de madera. Todos habían escuchado las andanzas de Weed.
“Entonces, ¿hacer eso es imprescindible?”
“¡Yiya-hap!”
“¡Ta-hap!”
Geomchi2 y Geomchi4 sentían cierta nostalgia al blandir de nuevo la espada de esta forma. Golpear constantemente un objeto fijo había sido el método de entrenamiento habitual que se practicaba hacía diez años, pero había sido descartado hacía tiempo.
“¡Aahhh! ¡Grita más fuerte!”
“¡Sí! ¡Un millón veintiuna! ¡Un millón veintidós!”
Los geomchis golpeaban con entusiasmo a los espantapájaros. Hacerlo les dejaba una buena sensación en su interior. Aunque otras personas pensaban que estaban locos, ellos continuaban sin descanso. Primer paso, conocer la espada. Después de esto, la espada podría usarse para cosas más emocionantes, como matar monstruos.
‘Matar a los monstruos de Royal Road con mi espada’.
Con ese pensamiento, sus ojos iban brillando cada vez más.
“Por cierto, estoy empezando a tener mucha hambre.”
“Maestro, ¡nos quedan dos pedazos de pan!”
“Ya veo. ¿Puedo comerlos?”
“Por supuesto, Maestro.”
Geomchi se comió todo el pan que quedaba. Se terminó los dos últimos Panes de cebada.
“Gracias al pan, ¡ahora me siento lleno!”
“Maestro, cuando tenemos hambre, ¡baja la [Saciedad]!”
“Geomchi3, tienes razón.”
“¿Y qué pasa cuando la [Saciedad] sigue cayendo? Ahora ya no tenemos más pan.”
“……”
El silencio rodeó al grupo tras las palabras de Geomchi. El ambiente se puso tenso y nadie quería decir algo de forma descuidada. Los geomchis comenzaron a razonar.
“Estamos ante una situación seria. ¿Qué hacemos?”
“Se me ocurre algo.”
“Geomchi2, di lo que piensas.”
“¿Qué hacer? Pues, por ejemplo, podemos ir de caza en busca de objetos y ganar dinero. Y cuando no nos quede dinero para nada que sea delicioso, siempre tendremos el Pan de cebada.”
“Oh, así que podemos hacer eso…”
El resto de geomchis sonreían, pero Geomchi4 negó con la cabeza.
“No podemos salir de la ciudad durante cuatro semanas, así que lo más probable es que nos muramos de hambre.”
“……”
Los geomchis bajaron la cabeza. No encontraban una solución a su espantosa situación. Como norma general, otros con más experiencia en los juegos irían en busca de una misión. Pero los geomchis ni siquiera imaginaban que se pudieran hacer misiones con los PNJs. Lo único que se les ocurría era ir de caza, pero no podían salir de la ciudad. En ese momento, Geomchi levantó su Espada de madera y exclamó:
“Seguiremos blandiendo nuestras espadas. ¡Lo único en lo que debemos concentrarnos es en nuestra espada!”
“¡Entendido, Maestro! Nos centraremos en la espada.”
“¡Oh, Maestro! ¡Eres admirable!”
Geomchi2, Geomchi3, Geomchi4 y Geomchi5 aplaudieron. Acto seguido, los cinco continuaron golpeando al espantapájaros. Aunque tenían hambre, esto les daba más fuerza de voluntad.
“Jeo, jeo, jeo, jeo.”
El instructor del Salón del Entrenamiento sonreía conmovedoramente. Se alegraba de ver tanto entusiasmo por parte de los aprendices.
“Oye, ¿os gustaría acompañarme en mi comida?”
El instructor estaba invitándoles a almorzar. Sin embargo, Geomchi tragó saliva y rechazó la invitación.
“¡No! Nos sentimos orgullosos y nos respetamos a nosotros mismos, por lo que no necesitamos la caridad de un PNJ. ¿Estáis de acuerdo, niños?”
“¡Eso es correcto! Vivimos solo para la espada.”
“Ahora que los miro mejor, estos espantapájaros se ven bastante sabrosos.”
Lo que decían llegaba a sonar ridículo. Su nivel de [Saciedad] no hacía más que bajar, ya que no les quedaba ningún Pan de cebada. Estaban a menos del 3% en la estadística. Moverse para golpear al espantapájaros se volvió un ardua tarea, ya que habían perdido toda la [Resistencia].
Has muerto de hambre.
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No puedes iniciar sesión durante 24 horas.
Como te encuentras en el estado inicial, no disminuirá ninguna habilidad ni estadística.
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Muertos. Murieron de hambre… Como perros.
Era difícil morir en el estado inicial, por lo que resultaba extremadamente raro que alguien muriese dentro de las cuatro primeras semanas de juego. Pero los geomchis, que se respetaban a sí mismos, murieron de esa manera. Delante de un montón de gente, sufrieron una muerte de lo más humillante.
* * *
Ahn Hyundo celebraba una reunión en el dojo.
“Royal Road supone una forma de civilización completamente nueva, y hemos sido demasiado indiferentes a su existencia.”
“Eso es correcto.”
“Si los aprendices pasan más tiempo entrenando en un lugar donde pueden luchar contra los monstruos, entonces su motivación aumentará y entrenarán con más ganas.”
“Creo que estás en lo cierto. Luchar contra monstruos y demostrar sus habilidades llamará su atención.”
Ahn Hyundo y Jeong Il Hun habían muerto del mismo modo que el resto de Instructores.
“¡El combate directo podría ser una buena oportunidad para que se den cuenta del verdadero poder de la espada!”
“Conseguiremos que los discípulos se ofrezcan como voluntarios, y seguirán fácilmente el camino de la espada. Viajar a un continente desconocido con nada más que su espada; es una buena idea, Maestro.”
Sin embargo, la única mujer y secretaria del dojo, la sobrina de Ahn Hyundo, puso las dos manos en la cintura y exclamó:
“¡El esfuerzo es lo único que importa! Siempre dices que tener un oponente es una herramienta te ayuda a crecer. ¡Eso es lo que siempre dices!”
“¡Arg! ¿Y qué más da? ¿Hemos pasado algo por alto?”
“¡…!”
“Entonces, nuestro plan es permitir que todos los aprendices formales se unan, por lo que… ¿De cuántos estamos hablando?”
“Quinientos.”
“Si hacemos un pedido de quinientas cápsulas… Conseguiremos un descuento, ¿verdad?”
“Conseguiré que las instalen mañana.” – respondió confiado Jeong Il Hun.
Al día siguiente llegaron las quinientas cápsulas desde la empresa. El dojo de Ahn Hyundo tenía fama en toda la República de Corea, por lo que recibieron fondos de la Federación Mundial de Kendo y de la Asociación de Deportes. Asimismo, consiguieron una gran cantidad de dinero de los aprendices, y entre ellos había algunos que trabajaban en la Unicorn Corporation.
“Esto significa que vamos a conseguir otros cinco mil Panes de cebada.” – murmuró en voz baja Geomchi4 disimulando una sonrisa.
“…..”
“…..”
“¡Juas, juas, juas!”