Volumen 2 Capítulo 4
Lavias, la Ciudad del Cielo
Traducido por Tars
Corregido por Tars, XeniaXen y DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por Tars, XeniaXen y DaniR
Editado por AMarauder
La doctora Cha Eun-Hee, del centro de rehabilitación ‘Gran Sociedad’, era una psicóloga de fama mundial que había patentado un novedoso sistema terapéutico para el tratamiento de las enfermedades psicológicas. Su implacable horario no solía dejarle tiempo para descansar. Tenía una interminable fila de pacientes a los que atender y artículos semanales que entregar en un infinito ciclo de tedio y monotonía.
“Aburrido. Soso. Tedioso.”
Esas eran sus quejas habituales. Pero a pesar de su deseo de escapar, no podía abandonar sin más sus responsabilidades. Y por ello se encontraba en ese momento en medio de una sesión de terapia con una señora de edad media.
“Lo siento mucho por la situación de su hija.” – dijo pestañeando para eliminar la humedad que se le estaba acumulando en los ojos.
“Sé que ya han pasado cinco años, pero desde que mi niñita intentó quitarse la vida no he sido capaz de concentrarme en nada.” – dijo la mujer con una triste sonrisa, mientras se abría a la doctora
“Es hora de que dejes de preocuparte por el bienestar de tu hija y empieces a buscar el sentido de tu propia vida.”
“La verdad, doctora, es que creo que está atrapada en algún sitio… ella…” – la mujer sujetó con fuerza la mano de la doctora.
* * *
El Árbol Celestial se extendió aleatoriamente hacia los cielos, pero pronto empezó a dirigirse hacia una dirección en particular. Weed y sus compañeros se habían sujetado al tronco mientras crecía hacia su destino. Fuertes vientos les golpeaban, y el suelo estaba cada vez más lejano. En cuestión de segundos, la aldea Baran había desaparecido de su vista.
Atravesando las nubes, llegaron a lo que parecían ser una gran isla. ¡Una isla flotante! A lomos del creciente Árbol Celestial, el grupo se alzó por encima de la niebla que cubría toda el área.
“¡Esta tiene que ser la Ciudad del Cielo!” – exclamaron los miembros del equipo, disfrutando de las imágenes que les rodeaban.
Ante ellos se levantaba un laberinto de edificios. En el centro de las serpenteantes calles se alzaba una inmensa torre con una miríada de pájaros en lo más alto. Más allá de esa gran torre había ondulantes colinas y hermosos campos.
“¡Oh! ¡El árbol se está marchitando!” – gritó Irene mirando hacia atrás.
El tronco del árbol se secó y disolvió ante sus ojos. Los fragmentos desaparecieron entre las nubes, cortando el medio de transporte entre la isla flotante y la superficie.
“Nuestro camino de vuelta ha sido destruido. ¿Qué podemos hacer ahora?” – Surka se empezó a preocupar. Sus compañeros, en cambio, no parecían particularmente incómodos.
“Aquí empieza la aventura. Con el árbol desaparecido, ya nos preocuparemos de cómo regresar cuando llegue el momento.”
“Pero, Pale…” – Surka parecía estar a punto de echarse a llorar, echando ya de menos la solidez del suelo firme.
Weed intentó animarla.
“Si se quiere, se puede” – pero Surka no parecía tranquilizarse con su comentario, por lo que como quien no quiere la cosa, añadió – “Bueno, si no damos con otro medio, siempre podemos saltar, ¿no?”
“Pe-pero…”
“Bueno, seguramente morirías una vez, pero sin duda terminarás en el suelo.”
Surka palideció. Lo cierto era que siempre había sufrido un terrible miedo a las alturas. Cuando el Árbol Celestial había estado creciendo, se había sujetado con todas sus fuerzas al tronco, con miedo de caerse y matarse aplastada contra el suelo. Seguramente no hubiese venido a esta aventura si hubiese sabido que tendría que subir hasta allí arriba.
El equipo empezó a avanzar mientras iba consolando a Surka por el camino.
* * *
La Ciudad del Cielo era el hogar de una raza única.
“Parecen pájaros…”
De pie sobre dos patas, con pequeñas cuencas como ojos, un pico puntiagudo, unas amplias alas y mejillas redondeadas, los habitantes de ese país parecían gorriones. Los más ancianos parecían tener unas barbas blancas alrededor de los picos.
“¡Uahh! ¡Qué monos!” – exclamó Surka, cuyo afecto hacia los pájaros se impuso sobre su miedo a las alturas. Ya no temblaba de miedo, sino de excitación.
Un pájaro anciano se les acercó, ignorando el indeseado interés de Surka.
“Saludos, viajeros, bienvenidos a Lavias.”
Todos los demás se volvieron a mirar a Weed. Según sus experiencias anteriores, Weed era el mejor preparado para dirigirles. Es más, los demás habían comprendido que todos sus movimientos estaban muy calculados, por lo que era capaz de convencer con buenas palabras a cualquier PNJ para que le diese lo que quería.
“Gracias. Hemos afrontado un peligroso viaje desde tierras lejanas hasta por fin poner nuestros cansados pies en este maravilloso paraje. Pero al ver tal inimaginable esplendor, nuestra fatiga prácticamente ha desaparecido. ¿Es esto Lavias?”
“¡Así es! Esta es la ciudad de los nobles y dignos Avianos. ¡Solo aquí encontrarás un sol tan brillante y un aire tan fresco!” – el pájaro de barba blanca gesticulaba con orgullo mientras meneaba las alas. Hasta las plumas le temblaban por la excitación mientras contaba las alabanzas de su isla.
“En efecto el aire es más puro aquí y la luz del sol mucho más impresionante. Sin duda las nubes al pasar serán de una belleza sin par. Pero, ¿cuáles son las especialidades de Lavias?” – Weed se lanzó a por la oportunidad de sonsacar información de la ciudad. Si había objetos exclusivos, podría hacer un buen negocio comprándolos en grandes cantidades para revenderlos en el Reino de Rosenheim.
“Aún no nos conocemos lo bastante como para que me hagas una pregunta tan impertinente. Antes tienes que conocerme mejor. Ayudaría si me pudieses traer un plato delicioso. De hecho, eso me agradaría bastante.”
El pájaro con barba batió las alas y se alejó de ellos volando. Weed intentó perseguirle, pero enseguida se rindió y volvió con los demás.
“Bien, separémonos, y vayamos a explorar la ciudad.”
Si los cinco iban juntos, les habría llevado demasiado tiempo. Por eso decidieron separarse con el fin de cubrir más terreno.
“La ciudad parece una zona segura sin zonas hostiles.”
“Aun así, Lavias parece demasiado grande como para explorarla yendo solos. Nos volveremos a reunir aquí en dos horas.”
“Si os cruzáis con una buena misión mientras exploráis, volved aquí antes de hacer nada, y compartidla con los demás. Decidiremos entre todos cuál es la mejor. Ahora, empecemos.”
“Bien, entendido.”
Para empezar, Weed se dirigió hacia el animado centro de la ciudad para ver si había alguna tienda. Los comerciantes caminaban como patos por la calle, presentando sus ofertas a los demás transeúntes.
Como sugería su nombre, los residentes de la ciudad aviaria tenían rasgos propios de los pájaros y, aunque los más comunes eran los torsos redondeados y las piernas cortas, las cabezas iban desde las de un búho hasta las de un halcón.
‘Y pensar que existe una ciudad como esta... Increíble.’ – pensó Weed.
Intentar abrir un local de pollo asado en esta ciudad sería claramente un mal movimiento, los habitantes podrían confundirlo con un acto de canibalismo.
A diferencia de las ciudades humanas, no había carruajes ya que los propios pájaros eran lo bastante grandes como para transportar a los caballos. Si los caminos estaban bloqueados, bastaba con extender las alas y seguir el camino volando. Por todas las miradas que estaba recibiendo, Weed se sentía como un mono en un zoológico a medida que avanzaba entre los avianos.
Entró en una armería.
“Buenos días.”
“¡Un viajero humano! ¿Hay algo que necesites?”
“Muchas cosas. Pero no estoy familiarizado con los objetos en exposición, por lo que me gustaría observarlos más de cerca.”
“Puedes hacer como gustes.”
Weed estudió algunos de los objetos.
¡Ding!
Pico de Acero Baravo
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Durabilidad: 90/90.
[Ataque]: 21-23.
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Efectos:
Permite recoger comida con mejores bonificaciones.
Su longitud permite alcanzar los gusanos más escondidos.
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Precio: 100 monedas de oro.
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Weed suspiró, y pasó su atención a otro objeto.
¡Ding!
Horquilla de Plata de Saigon
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Durabilidad: 30/30.
[Ataque]: 17-19.
Parte de un conjunto.
Baja durabilidad al ser de plata.
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Efectos:
Útil para arrancarle la cabeza a los no muertos en pleno vuelo.
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Precio: 70 monedas de oro.
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¡Ding!
Plumas de la Diosa
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Durabilidad: 15/15.
[Ataque]: 17-19.
Una pluma brillante y multicolor.
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Restricciones:
Solo puede ser equipado por mujeres.
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Efectos:
Encantamiento. Los colores brillantes disminuyen el ataque de los enemigos.
Tan ligera que no puedes sentirla. Permite un planeo sin igual, y es ideal para evitar una caída.
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Precio: 45 monedas de oro.
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Los objetos iban desde unas horquillas hasta unos telescopios, pasando por unas peculiares armas cónicas huecas con la punta afilada. Esas parecían ser las armas propias de los avianos.
“¿Tienes algún arma apropiada para un humano?” – preguntó al vendedor, que era muy parecido a un tejón.
“¡Claro que sí! Un momento. Como los clientes humanos no son habituales, tuve que guardarlas en el almacén.”
Mientras esperaba, Weed sintió unas intensas miradas desde el exterior. Uno tras otro, los avianos de la calle se paraban en seco para observar a Weed como si fuese un animal en el zoo.
“¡He escuchado que ese chico es un humano!”
“Qué raro, debe ser difícil comer con ese pico plano.”
“Y mira, tampoco tiene plumas. Debe helarse en invierno, pobrecito.”
A ningún pájaro le gustaba el frío. Desde su punto de vista, Weed parecía que nada más llegar el invierno se congelaría hasta la muerte. Un aviano en Rosenheim, o en cualquier otra ciudad del continente, atraería las mismas miradas de los transeúntes. Pero en Lavias, la ciudad de los avianos, el humano era el espectáculo.
“Aquí está lo que has pedido.”
El vendedor sacó una armadura, un escudo, dos martillos y cinco hojas. Weed no podía usar el escudo, por lo que fue de inmediato hacia las espadas y la armadura. Después de todo, solo tenía 70 monedas de oro tras vender el botín obtenido de los hombres-lagarto.
¡Ding!
Espada de Arcilla
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Durabilidad: 90/90.
[Ataque]: 23-25.
Espada mágica imbuida con el espíritu del hielo.
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Restricciones:
Nivel 60.
[Fuerza] 200.
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Efectos:
Causa entre 2 a 5 puntos de daño adicional por congelación.
Ralentiza el movimiento de los enemigos.
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Precio: 188 monedas de oro.
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¡Ding!
Espada espectral del anochecer
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Durabilidad: 200/200.
[Ataque]: 14-15.
Obra del enano Theodore. Forjada con el acero extraído del Bosque de la Muerte.
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Restricciones:
Nivel 70.
[Fuerza] 250.
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Efectos:
Objeto Maldito.
Disminuye la [Vitalidad], y tiene una pequeña posibilidad de causar daño triple al hacer un ataque crítico.
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Precio: 160 monedas de oro.
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En ese momento Weed dejó de mirar, y negó con la cabeza. Los precios eran ridículamente altos, pero al ser una ciudad de avianos, tampoco era raro. Aunque la Espada de arcilla y la Espada espectral del anochecer eran objetos poco comunes, en la Ciudadela de Serabourg solo alcanzarían la mitad de esos precios.
“Ahora mismo no tengo tanto oro, así que no compraré nada.”
“Entonces, ven cuando lo tengas, aunque tal vez para entonces ya esté vendido, así que será mejor que te des prisa en reunirlo.” – dijo el vendedor con tono de decepción. Los miembros del equipo eran los únicos humanos allí.
Weed abandonó la tienda y se dirigió lentamente hacia el lado este de la ciudad. Más allá de la periferia de la ciudad se extendía un campo infinito, con zonas vacías aquí y allá.
“¡CHRIP!”
“¡CHRIIIIP!”
“¡TUIIIIT!”
Unos lindos niños avianos estaban cantando, en lo alto de una cuerda de tender. Entre ellos, los polluelos amarillos eran los más adorables.
“¿Qué tal?” – les preguntó acercándose a ellos. Pero se rieron sin responderle.
“Buenos días.” – Weed saludaba a todos los avianos con los que se cruzaba.
Uno de ellos, que había estado delante de la armería, le preguntó excitado:
“Eres un nuevo viajero. ¿Eres parte del poderoso grupo de la tierra firme?”
“Aún no soy fuerte. Aunque amo la paz y admiro el cielo, también respeto las Artes Militares, ya que la fuerza es imprescindible para mantener la paz.”
“Yo pienso igual. Tengo una misión que tal vez puedas cumplir. La verdad es que Lavias no es tan pacífica como puede parecer. Esta es una tierra antigua, y en su interior yace el mal, reuniendo su poder para acabar con todos. ¿Quisieras ayudarme?”
¡Ding!
Nueva misión: [Los no-muertos de Lavias].
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Los no-muertos vagan por las profundidades de la Ciudad del Cielo, Lavias. Los avianos no pueden dormir por los gemidos nocturnos de los no-muertos.
Si regresas después de matar al menos 30 soldados esqueleto en el Pasaje Subterráneo, quizá ocurran buenas cosas.
Nivel de Dificultad: D
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Recompensa:
Desconocida.
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Restricciones:
Fallar disminuirá la amistad con los cuervos.
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Weed y el resto de equipo no habían esperado mucho de la ciudad, solo un lugar sin descubrir en el que esperaban comprar o ganar objetos inusuales en el continente. Habían asumido que lo más que podrían iniciar sería una misión que cumplir en el Reino de Rosenheim. Pero para su sorpresa, había zonas de caza en la Ciudad del Cielo. Por no mencionar que eran de los poco habituales no-muertos. Se sabía que los soldados esqueleto rondaban por el nivel 80.
Weed se lo planteó un momento, y sacudió la cabeza.
“Entiendo que es mi misión acabar con los no-muertos, pero estoy aquí con unos compañeros. Volveré en cuanto lo consulte con ellos.”
Weed continuó reconociendo el sitio, y hablando con los avianos con los que se cruzaba. En algunos casos era la primera vez que veían un viajero humano, por lo que le solicitaban ciertas misiones. La mayoría estaban relacionadas con los no-muertos.
A través de diversas conversaciones, Weed reunió información sobre los subterráneos de Lavias y sobre cómo llegar hasta ellos. Sin embargo, el sitio era prácticamente una zona de guerra. La mayoría de sus habitantes eran esqueletos, aunque también había caballeros de la muerte, guardianes demoníacos, caballeros sin cabeza, liches, espectros y sombras.
Los caballeros sin cabeza eran unos no-muertos poderosos e insistentes, que llevaban en los brazos sus propias cabezas. No solo tenían nivel superior a 140, sino que eran rápidos y muy buenos con sus armas, por lo que eran bastante difíciles de derrotar. Los liches se especializaban en magia oscura y, por su alta [Inteligencia], eran famosos por huir de la batalla en cuanto se veían en peligro. Y por último, los caballeros de la muerte heraldos de la destrucción. Eran jinetes como los Espectros del Anillo del libro ‘El Señor de los Anillos’. ¡Eran monstruos de pesadilla! En términos de poder, estaban casi en el nivel 200. Pensar que unos no-muertos tan poderosos vivían bajo tierra hizo que se le acelerase el corazón.
‘Ah. ¡Qué maravillosos puntos de experiencia!’ – pensó con una sonrisa lobuna en su cara.
Entonces, mientras vagaba por la ciudad, descubrió un cartel en el que ponía en grandes letras, ‘Entrenamiento de Nivel Principiante’. Weed entró como si algún tipo de fuerza mística le hubiese atraído.
“Buenas. Ya veo que eres un humano.” – le saludó el Instructor, que era idéntico a un gallo. Su pelo, parecido a una cresta, era de lo más llamativo.
“Estaba pasando por esta calle, y deseé entrar a mostrar mis respetos. Soy uno de los que han terminado el Entrenamiento de nivel Principiante en el Reino de Rosenheim.”
Todos los instructores de los Centros de Entrenamiento respetaban a quienes seguían las artes militares y despreciaban el mal. Y completar un entrenamiento, además, daba cierta reputación. Weed había entrado con la esperanza de entenderse rápidamente con el Instructor y obtener alguna información útil. Pero la reacción que recibió fue muy diferente a la que se había esperado.
“¿Pff?” – el Instructor aviano contuvo una risa. En sus ojos se veía que se estaba riendo, a pesar de que su pico no se había movido – “No puede ser. Es difícil de creer que hayas completado el entrenamiento de Principiantes. No das esa impresión.”
“¿Eh? Pero lo he completado. En la Ciudadela de Serabourg.”
“Allí solo tienen el Básico.”
Los ojos de Weed se iluminaron con ambición.
‘¡Centro de Entrenamiento Básico! ¡Luego esta es la siguiente fase!’ – pensó excitado.
“¿Puedo probar este centro una vez?”
“Supongo. Todo el que haya completado el Entrenamiento Básico puede intentarlo. Pero es diferente a lo que conoces. Es bastante peligroso, así que es mejor que no te arriesgues demasiado.”
“Quiero intentarlo.”
“¿Te refieres al entrenamiento?”
“Eso he dicho.”
“Tu espíritu es admirable. Muy bien, ven conmigo.”
Weed siguió al Instructor, que le guio hasta una estructura localizada en la parte de atrás del centro. La entrada era un arco abierto completamente negro que daba paso a un corredor oscuro.
“Lo único que tienes que hacer es atravesar este corredor y salir sano y salvo por el lado opuesto. Simple, ¿no? Pero las habilidades de combate no estarán activas. Y, un consejo, nada de luces, eso lo haría demasiado fácil… No, demasiado conveniente.”
“Entendido.” – su respuesta fue corta. Con largos pasos, entró al corredor.
Al principio estaba tranquilo, pero según avanzaba su convicción disminuía. Empezó a usar manos y pies para reconocer el camino. No sabía qué podía surgir del tan tranquilo corredor.
En ese momento…
¡ZING!
Por instinto, Weed evadió apartando su cabeza una serie de ataques. Algunos pelos se le desprendieron, pero se dio cuenta de que el ataque había cesado por el momento.
‘¿Un ataque? Genial.’
Su cuerpo se había movido solo en cuanto lo notó. Ya había desenvainado su espada y avanzó hacia el frente. Aunque no veía, podía sentir cómo algo se aproximaba.
¡CLANG!
La Espada de hierro chocó contra algo metálico. A juzgar por el impacto, el golpe no había sido detenido ni desviado por un escudo. El cuerpo del enemigo parecía ser duro como la piedra.
‘¡Por la derecha!’
Weed presintió el nuevo ataque. Ahora estaba convencido de que el siguiente también vendría por esa dirección. Como no podía ver, no tenía más remedio que confiar en sus otros sentidos. Weed confiaba en su instinto. En ese momento su espada se movió como si tuviese voluntad propia. Rechazó sin problemas un ataque surgido de la nada. Alguien que no tuviese una verdadera experiencia con una espada nunca podría hacer algo así.
‘¡Diez, tal vez más!’ – pensó.
Los incesantes ataques no le daban ningún respiro.
“¡Iai!” – lanzó un grito de batalla, mientras daba un salto.
Rodando por el suelo, sujetó la espada con fuerza hacia un lado, lanzando un tajo a los tobillos. Saltaron chispas cuando su espada raspó algo metálico. En ese instante la zona se iluminó brevemente. Había docenas de bárbaros recubiertos de hierro. Llevaban espadas, bastones, porras, martillos, hachas, mazas y almádenas.
‘Maldición.’
Un escalofrío le subió por la columna a la vez que su voluntad se apagaba como una vela en una tormenta. Pero los ataques de los bárbaros de acero no habían terminado. Pudo rechazar muchos de los ataques, pero en el corredor sin luz era imposible pararlos todos. Un golpe le alcanzó en la espalda, lanzándole al suelo. Los bárbaros se le echaron encima desde todas las direcciones.
* * *
“Has fallado.” – al oír la voz del Instructor, Weed se incorporó lentamente. Tenía todo el cuerpo dolorido.
‘¿Dónde estoy?’
Miró alrededor, y reconoció la entrada del Centro de Entrenamiento. El Instructor debía de haberle cargado hasta allí. Su [Salud] había disminuido hasta los 30 puntos; incluso una palmada amigable a la espalda podría matarle. Por suerte no estaba sangrando, por lo que su [Salud] no seguía disminuyendo.
“Esto es lo que pasa cuando quien no tiene la habilidad suficiente desafía este sitio. Esta vez te he salvado, pero la próxima, morirás.”
Weed sacudió la cabeza para reunir coraje.
“¿Necesito un mayor nivel para tener éxito?”
“No es eso. Los Hombres Infinitos de Hierro se ajustan al nivel del aspirante.”
“Eso significa que mis habilidades reales no están a la altura.”
“Eso parece.”
“¿Cuánto hace desde que entré?”
“Unas cuatro horas.”
“Mis compañeros me estarán esperando. Volveré.” – Weed salió del edificio y se dirigió al punto de encuentro.
* * *
¡Weed corrió rápidamente! En el punto de encuentro encontró a los demás, sus caras brillaban excitadas.
“Perdonad por el retraso…”
“¡Señor Weed!” – gritó Surka, corriendo hacia él.
“¡Hemos dado con una gran misión!”
“Estábamos esperando que volvieses para decidir si la aceptábamos o no.”
Mientras Weed había estado ausente, los demás habían examinado la ciudad meticulosamente para reunir información. En primer lugar, la forma de volver a bajar. Las Plumas de la Ligereza que vendían en la tienda permitían una caída ralentizada. Usarlas para saltar desde Lavias podía ser excitante para Weed, pero terrorífico para la pobre Surka. Lo segundo era la decepcionante noticia de que no eran los primeros en descubrir la ciudad. Lo habían intuido hasta cierto punto, ya que su [Fama] no había aumentado cuando pusieron el pie en la ciudad por primera vez. Lo siguiente eran las misiones. Irene había encontrado una de acabar con veinte caballeros esqueleto. La recompensa era un anillo que aumentaba la regeneración de [Maná] en un 10%. Los caballeros esqueleto eran oponentes duros con niveles por encima del 100. Pero la recompensa era interesante. Después de todo, un anillo que aumentase la regeneración de [Maná] era inusual. ¡Su valor en cualquiera de las ciudades del continente sería altísimo!
“¿Dónde está ese sitio?” – preguntó Weed, también encantado con la recompensa.
Y así, aceptaron la misión de acabar con los caballeros esqueleto.
* * *
En cuanto el grupo entró en el pasadizo subterráneo, un mensaje saltó delante de ellos. El grupo se quedó paralizado.
¡Ding!
Has encontrado una nueva mazmorra.
Sois los primeros jugadores en entrar en la ‘Cripta de Memphis’.
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Recompensa:
La [Fama] aumenta en 200 puntos.
La experiencia y la tasa de caída de objetos se duplica durante una semana.
El primer monstro en morir arrojará el mejor objeto que pueda tener.
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“¡Sí!”
“¡Somos los primeros visitantes!” – exclamaron Surka y Romuna emocionadas.
Pale también tenía una gran sonrisa. Valía la pena entrar en un terreno de caza donde se ganaba el doble de experiencia, por muy peligroso que fuese. Sería un desperdicio irse y perder todos esos preciosos puntos.
“Tal vez otros hayan llegado antes a Lavias, pero no vinieron por aquí. No, quizás no lo descubrieron. No nos ilusionemos demasiado.” – Weed intentaba mantener la calma, pero estaba visiblemente excitado. – “Por el momento, vamos a tomarnos nuestro tiempo examinando el lugar. Nuestra primera misión es derrotar a los caballeros esqueleto, pero para saber si podremos hacerlo, tendremos que cazar todo con lo que nos crucemos. Señorita Irene.”
“¡Sí!”
“Por favor, cuida de nosotros, especialmente con las curaciones.”
“Claro, y ya que este sitio está infestado de no-muertos, también usaré mis bendiciones.”
Las bendiciones de los sacerdotes y la [Mano Sanadora] eran mortales para los no-muertos. Las bendiciones aumentaban el daño hasta un cincuenta por ciento dependiendo del enemigo, y causaban un daño adicional si los oponentes eran no-muertos.
“Vamos.”
Todos los miembros del equipo recibieron una bendición, aumentando su [Fuerza] y su [Vitalidad]. Las bendiciones defensivas se concentraron en Weed y Surka.
Cuando todos estuvieron listos, empezaron a avanzar.
“¿Hu… Mano? ¿Vivo?”
Cuatro o cinco esqueletos se habían reunido cerca de la entrada del corredor subterráneo. El pequeño y variado grupo de no-muertos consistía en dos magos, un soldado y un arquero esqueleto.
“Hum… Anos.”
Las cuencas vacías del esqueleto brillaron. Un aura asesina de color rojo se intensificó en cuanto se lanzaron hacia el grupo de humanos, sus huesos temblaban al ritmo de sus movimientos.
“Preparáos.”
¡CLANG!
Weed fue el primero en reaccionar, adelantándose para detener la espada del soldado esqueleto. En vez de un simple bloqueo, Weed desvió el ataque hacia un lado y lanzó un contraataque. No era una de las habilidades del juego. Weed había realizado el complejo movimiento moviendo hábilmente la muñeca.
‘¡[Triple]!’
¡CROCK! ¡TAC! ¡CRACK!
Lanzó tres ataques casi simultáneos. De por sí, [Triple] era una habilidad difícil de seguir con los ojos. Primero atacaba hacia delante, seguido por un corte diagonal y cuando la espada se retiraba aprovechaba la inercia del cuerpo, ¡para lanzar un nuevo corte sin detenerse! El dominio de la habilidad daba, además, la posibilidad de añadir ataques adicionales, pero incluso entonces, seguiría llamándose [Triple], ya que el nombre había surgido de los tres ataques originales de la habilidad.
En medio del intenso combate cuerpo a cuerpo, Weed utilizó la habilidad sin gritar su nombre. Incluso una fracción de segundo podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Especialmente si podías utilizarla para atacar la debilidad del enemigo.
Si por cualquier razón los tres ataques eran bloqueados, había la posibilidad de un cuarto ataque. Y si ese también era rechazado, existía una pequeña posibilidad de un impresionante quinto corte con la espada. [Triple] estaba originalmente pensada para usar tres rápidos ataques, que usaban las debilidades del enemigo para realizar un ataque con éxito. Además, Weed podía manejar su espada con sus habilidades innatas para crear huecos en la defensa del oponente. Como era de esperar, las costillas del soldado esqueleto se desmenuzaron bajo la presión del asalto sin cuartel de Weed. Solo alguien como Weed podía pensar en usar un método tan extremo y cruel para matar a sus rivales.
En ese momento, los magos esqueleto de la retaguardia empezaron a recitar unos hechizos dirigidos hacia Weed. Sin embargo, Romuna lanzó su conjuro primero.
“¡[Golpe de fuego]!”
Gracias a su alto dominio en la habilidad, seis bolas de fuego salieron despedidas en sucesión hacia los magos enemigos. Con eso logró interrumpir y cancelar los hechizos que habían estado a punto de lanzar.
“¡Ya eres mío!” – Pale estaba concentrado en el solitario arquero esqueleto. Los dos estaban disparándose flechas sin cesar el uno al otro.
“¡Cómete esta! ¡[Flecha Sagrada]!” – disparó una flecha con un cegador destello de luz.
Por su naturaleza, los no-muertos odiaban la luz, y los esqueletos eran particularmente débiles ante ese elemento. Pero los no-muertos de más alto nivel podían caminar a plena luz del día sin ningún problema. Las flechas de Pale se clavaron en el esqueleto, y empezaron a brillar con fuerza. Mientras tanto, Surka lanzaba puñetazos a los magos esqueleto golpeando desde cerca, con el apoyo de Romuna. Como era la primera vez que luchaban con un enemigo tan formidable, estaban luchando poniendo sus vidas en juego.
Weed solo tenía que encargarse del soldado esqueleto.
“Muereeeee…”
Los huesos del esqueleto resonaron cuando saltó y ejecutó un golpe poderoso en la caída. Aunque su espada estaba llena de mellas y grietas, la fuerza tras el golpe era difícil de ignorar.
‘Aun así, sus movimientos son demasiado obvios.’
Weed activó una habilidad.
“¡[Puñalada]!”
Cuando la espada del esqueleto alcanzó su objetivo, solo quedaba el reflejo de Weed. Él, que ya estaba tras su enemigo, lanzó un corte al cuello del esqueleto.
¡Ding!
¡Golpe Crítico!
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¡Un ataque crítico! Para conseguir uno había que ser preciso hasta en las milésimas de segundo. Intentar provocar uno tenía sus riesgos, por lo que al tener éxito era aún más satisfactorio.
Tras sufrir el daño de [Triple] y [Puñalada], los huesos del esqueleto cayeron al suelo formando un montón sin vida.
“Weed, ¡aquí!” – gritó Surka, con voz cansada.
La lucha contra los dos magos era demasiado dura para ella, y estaba cediendo terreno poco a poco. Como monje, tenía una alta [Agilidad], por lo que sus movimientos debían haber sido bastante más rápidos, pero en ese momento no lo eran.
¡Ding!
¡Has sido envenenada!
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¡Has sido maldita!
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Tu [Fuerza] disminuye.
Tu [Agilidad] disminuye.
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Ambos efectos procedían de las heridas envenenadas y de las maldiciones que la habían dejado sangrando sin cesar. Las maldiciones hacían que estuviese rodeada por un humo oscuro. Las maldiciones eran más fuertes y rápidas que los hechizos de purificación de Irene.
“……” – Weed se lanzó al rescate de inmediato. – “¡[Hoja del Escultor]!”
Cada vez que reunía suficiente [Maná] utilizaba la [Hoja del Escultor], y el otro mago esqueleto desapareció en un destello gris. Murieron rápido, porque Romuna ya los había bombardeado con magia hasta agotar todo su [Maná]. El arquero restante fue eliminado rápidamente por una buena combinación de Pale y Romuna, que acababa de recuperar algo de maná.
“¡Guau! ¡Hemos ganado!” – gritó Surka en cuanto terminó la batalla.
“Y hasta nuestros niveles casi subieron.” – respondió Pale, sonriendo.
Los esqueletos de nivel 80 que les llevaban más de 15 niveles, más la experiencia duplicada, supuso una impresionante cantidad de puntos de experiencia para cada uno. Con un simple grupo de enemigos, ya estaban a punto de subir de nivel.
Como Romuna e Irene terminaron de gastar su [Maná] eliminando las maldiciones, ambas se pusieron a [Meditar] para recuperarlo más rápidamente. [Meditar] duplicaba la velocidad de recuperación de [Maná]. Por desgracia, era una habilidad exclusiva de magos y clérigos, por lo que Weed no podía aprenderla.
“Veamos qué hemos obtenido.”
Normalmente hubiesen cogido lo que hubieran querido, pero esta vez la batalla había estado muy justa. Por lo que todos se reunieron alrededor del botín.
¡Ding!
Guantes gastados manchados de sangre
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Durabilidad: 7/40.
[Defensa]: 6.
Un objeto repleto del odio y el deseo de los muertos. Fortalece a su portador, pero hace que las personas se mantengan a cierta distancia.
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Restricciones:
Nivel 50.
[Fuerza] 100.
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Efectos:
Aumenta [Grito de Batalla] en 10 puntos.
Aumenta la [Fuerza] en 20 puntos.
Aumenta el [Ataque] un 10%.
Reduce la [Salud] en 200 puntos.
|
¡Ding!
Botas gélidas
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Durabilidad: 9/50.
[Defensa]: 5.
Calzado hecho para resistir el abrazo de la tierra. Al estar hechos con la piel de un búfalo de agua, son muy cómodos.
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Restricciones:
Nivel 60.
|
Efectos:
Aumenta la resistencia a la Magia de Hielo un 15%.
|
‘No están nada mal. Podrían venderse, pero es mejor usarlos. Los guantes bajan la salud, pero la defensa es lo bastante alta como para que valga la pena el sacrificio.’
Al haber descubierto la mazmorra, la posibilidad de conseguir objetos se había doblado, y aún tenían que identificar el mejor de ellos. El grupo se acercó a la espada del soldado esqueleto.
¡Ding!
Espada de arcilla
|
Durabilidad: 12/65.
[Ataque]: 23 - 25.
Espada mágica imbuida con un espíritu del hielo.
|
Restricciones:
Nivel 60.
[Fuerza] 200
|
Efectos:
Causa entre 2 a 5 puntos de daño adicional por congelación.
Ralentiza el movimiento de los enemigos.
|
En la cara de Weed se formó una sonrisa.
‘¡Bingo!’
Una espada que se vendía por más de 100 monedas de oro en la tienda obtenida como botín. Por supuesto, comparada con la de la tienda, tenía menos durabilidad. Además, la máxima durabilidad había caído por la falta de reparaciones.
“Esto es…” – Pale se había quedado mirando los objetos.
Sintió como la avaricia le controlaba. Al fin y al cabo, era humano, ¿cómo no iba a sentirla? Pero Weed se adelantó lentamente al centro del grupo. Solo vestía un simple traje de cuero endurecido. Ni armadura, ni botas.
Weed se dirigió a Pale.
“El poder de ataque de ese bastardo era impresionante. De haber habido dos, podríamos haber tenido problemas.”
“…”
Pale se aguantó las ganas de llorar y se hizo a un lado, permitiendo que Weed se quedase los tres objetos. Si Weed, su escudo de carne, caía, ¿quién podría reemplazarle?
“Estos objetos deberían pertenecerte a ti, Pale…” – dijo Weed con voz triste.
“……”
“Pero como soy el que tiene que luchar cuerpo a cuerpo, sería buena idea ir bien equipado. Pero el próximo botín les pertenece a Surka y a Pale.” – era un clásico ejemplo del palo y la zanahoria.
Como Weed era quien más los aprovecharía, todos aceptaron su propuesta. Weed por fin iba a librarse de la Espada de hierro que le había dado el Instructor. De pronto, una voz sobresaltó al grupo.
“¿Humanos…? Mis queridos soldados no-muertos…”
Un caballero esqueleto había aparecido de improviso.
Todo el mundo cometía errores, pero este podía ser fatal. Hasta ahora, todos los enemigos que conocían solían quedarse en una zona fija. Pero los caballeros esqueleto se movían con libertad por toda la mazmorra. Y, sin saberlo, el grupo había estado descansando despreocupadamente hasta que apareció repentinamente.
Un caballero esqueleto, con sus espeluznantes ojos brillantes, y vistiendo una cota de malla con escamas sobre los huesos; era un no-muerto que poseía un poder por encima del nivel 100. Y esa formidable criatura estaba abalanzándose sobre el grupo.
“¡Aaaah!” – el esqueleto había atacado con un amplio movimiento de la espada y había cortado a Surka en la cadera. Por suerte no murió, pero perdió más de un tercio de sus puntos de [Salud].
“¡Corred!” – Weed se interpuso entre Surka y el caballero esqueleto, sujetando la Espada de arcilla que acababa de conseguir.
Su rápida capacidad de reacción era de gran ayuda en casos de crisis.
¡Un monstruo con un nivel superior a 100! Sus rodillas empezaron a temblar, pero no por miedo al enemigo: los 30 niveles de diferencia aún eran una lucha justa; le preocupaba la lamentable durabilidad de la Espada de arcilla. Si se rompía durante la lucha… Por desgracia, nadie podía cambiar las armas con un enemigo a la vista.
‘Por favor, Dios… No rompas mi arma nueva.’ – rezó Weed.
“¡Cuidado, Weed!”
“¡Romuna, Irene, despertad! ¡Ha aparecido un caballero esqueleto!”
Los miembros del equipo se prepararon rápidamente para el combate. Pero eso le dio al caballero esqueleto tiempo suficiente para realizar el siguiente ataque: ¡Una poderosa carga seguida por otro ataque! Por primera vez, Weed sintió que la frágil espada era necesaria.
‘¡No puedo perder esta espada!’
Ya era demasiado tarde para huir, pero Weed confiaba en su movilidad y su defensa. Más que bloquear, intentó esquivar. Una pequeña herida era inevitable, pero creía que era un buen sacrificio para proteger su frágil hueso… Y por hueso, se refería a la espada.
‘Espera… ¿Llegué a reparar los guantes y las botas? ¡Maldición!’
La durabilidad de ambos objetos estaba casi terminada.
Un arma como la Espada de arcilla no perdería mucha durabilidad sin un contacto físico, pero el resto del equipo, como los guantes y las botas, la perdían si el portador recibía un golpe. La durabilidad era un atributo extraño: si estaba casi llena, caía lentamente, pero si era baja, un simple ataque podría romper el objeto completamente.
‘¿Por qué me tienen que pasar estas cosas…?’ – Weed rodó por el suelo.
¡CLANK!
La espada del esqueleto impactó a su lado, fallando por poco.
Esos movimientos a veces aparecían en las novelas de artes marciales. Este en concreto era rodar por el suelo para intentar evitar un ataque. ¿Y su orgullo? Algo como el orgullo no tenía espacio en esta situación. La idea de que su nueva arma o que su equipo se rompiese era mucho más dolorosa. Mientras hacía tiempo, el equipo se terminó de preparar: Pale empezó a disparar flechas consecutivamente, e Irene lanzó protecciones divinas y bendiciones. Romuna terminó de recitar un hechizo poderoso, sin dudar en empezar la batalla con el más fuerte que conocía.
“¡[Campo de Fuego]!” – para alcanzar los rápidos movimientos del caballero esqueleto, usó un hechizo con la mayor área de efecto.
¡FLASH!
Las llamas empezaron a surgir en el punto en que estaba el caballero esqueleto. Weed y Surka rápidamente se alejaron de las llamas. En ese momento de respiro, Weed guardó los nuevos objetos y se equipó la Espada de hierro. Hubiese preferido usar [Reparar] en ellos, pero en esa situación solo le había dado tiempo a guardarlos.
“No creo que eso baste para acabar con él.” – dijo Romuna con certeza.
[Campo de Fuego] causaba un gran daño a un gran número de enemigos. Además de la habilidad de Weed, la mayor fuente de poder en el equipo era el [Dominio del Fuego] de Romuna.
De entre todas las habilidades que mejoraban el poder y el efecto de los hechizos de fuego, el [Dominio del Fuego] era la octava más efectiva. Aun así, ninguno creyó que bastase para acabar con un enemigo que poseía un nivel superior a 100.
Pronto se disiparon las llamas, mostrando al caballero esqueleto aún de pie donde había estado antes. Su espada estaba al rojo vivo, y había fuego en sus cuencas vacías y en sus costillas, dándole el aspecto de un caballero esqueleto de fuego. Aunque había recibido bastante daño, seguía en buen estado.
“Esos… Humanos…” – volvió a lanzarse al ataque.
Weed se cruzó en su camino, esta vez con más seguridad. No tenía nada que perder, ahora que usaba la Espada de hierro en vez de la de arcilla.
“¡[Hoja del Escultor]!” – su espada bailó con soltura cortando al caballero esqueleto. La magia de Romuna, los puños de Surka y las flechas de Pale también le alcanzaron unos tras otros.
“Grr…”
El esqueleto aún resistía, y la lucha empezaba a volverse peligrosa. El [Maná] de Weed aún no se había recuperado de la pelea anterior; no podía usar ninguna de sus habilidades de espada. Hasta ahora, había esquivado los ataques del caballero esqueleto con sus ágiles movimientos, pero no había podido hacer ningún daño considerable. El resto del grupo estaba en una situación similar. Al haber gastado todo su [Maná], hacían lo que podían por sobrevivir. En un par de minutos, la situación empeoró incluso más.
“No me queda nada de [Maná]. Me temo que no puedo seguir curando… Lo siento.” – las palabras de Irene hundieron la moral del grupo.
Aunque Weed y Surka aún podían luchar, en cuanto muriesen, los otros serían blancos fáciles. En ese caso… Weed se decidió a usar el movimiento más poderoso que tenía.
“¡[Espada Kaiser]!”
Era la técnica final de las [Técnicas Imperiales de la Espada sin Forma]. Pero ese era el nombre que él le había dado. Quería ver si realmente se merecía el nombre de ‘Emperador de las Espadas’.
¡Nnnng…!
La espada empezó a emitir haces de luz azul, que rodearon el cuerpo de Weed. Weed atrajo la atención del esqueleto, pero su interés estaba en la Espada de hierro, que parecía haber crecido hasta llegar al cielo.
¡Shuum!
La espada comprimió el aire, reuniendo un poder explosivo. Aunque Weed se preparó para lanzar una puñalada, la mayoría de sus habilidades eran de corte. Las puñaladas, en cambio tenían sus propios defectos. Si fallabas una, era muy posible que recibieses un contraataque.
Sin embargo, añadió un sutil balanceo a la hoja, cambiando ligeramente el equilibrio entre la cadera, las muñecas y los pies. Weed sabía cómo aprovechar esa diferencia para esquivar un ataque enemigo, y contrarrestarlo integrando ataque y defensa. Así era como había podido luchar con monstruos más fuertes a pesar de su baja salud y defensa en comparación con la de otros jugadores. Si no hubiese sido por esa estrategia, habría tenido problemas incluso contra el soldado esqueleto.
Aunque estaba a uno o dos pies, Weed notaba como se le consumía la energía y el maná, mientras se acumulaban en la punta de su espada. La mandíbula del caballero esqueleto se abrió, mostrando su sorpresa ante el poder que estaba demostrando Weed.
‘¡Hecho!’
Ese breve vistazo del poder de la habilidad bastaba para satisfacer a Weed. Pero notó el impacto antes incluso de golpear al enemigo.
¡Buum!
Polvo y suciedad volaron por todas partes, junto con la ensordecedora explosión. Cuando el polvo se asentó, reveló a Weed en el mismo sitio, herido.
‘¿Cómo es esto posible?’ – su mente estaba en shock.
La [Espada Kaiser] era una habilidad monstruosa que usaba 2.000 puntos de [Maná]. Si no era suficiente, pagaba la diferencia con puntos de [Salud]. La habilidad le había dejado con menos de 50 puntos de vida.
“¿D… Dó…? ¿Dónde está?” – Weed empezó a buscar al caballero esqueleto.
La Espada de hierro estaba clavada en su abdomen. Unas grietas empezaron a aparecer desde ese punto, hasta que todo su cuerpo se vino abajo. Poco después, el resto del equipo se le acercó.
“Lo que nos ha costado vencerle…” – Surka bajó la cabeza, exhausta.
Con todo lo que habían pasado para ganar, el bastardo solo había soltado un trozo de hierro, unas pocas monedas de plata y un único hueso. Aunque habían arriesgado sus vidas a menudo, esta era la primera vez que les había costado tanto vencer al enemigo. Por no mencionar que habían empezado el combate en unas pésimas condiciones.
Igual que Weed, todos habían estado luchando casi sin [Maná]. A partir de ese momento, Romuna usaba el hechizo [Alarma] mientras luchaban para ver si se acercaba un caballero. Si estaban en buenas condiciones, luchaban con él, y si no era así, lo evitaban.
En otras mazmorras o cuevas, tal vez se hubiesen visto forzados a luchar en esas malas condiciones por la competición por matar enemigos. Pero, por suerte, los componentes del grupo eran los únicos jugadores en esta mazmorra. Pero eso suponía un peligro: ¡había un sobre exceso de monstruos! Sin embargo, ese era el tipo de situaciones en las que Weed más disfrutaba.
En cuanto habían entrado en la mazmorra, la habilidad única de Escultor de la Luz Lunar se había activado. A la luz del día, sus habilidades no estaban al máximo. En la noche o en una mazmorra, su verdadero poder se manifestaba, aumentando sus habilidades en un treinta por ciento. Además, Weed ya conocía el estilo de lucha de los caballeros esqueleto gracias a su innata capacidad de combate. Los bastardos ya no eran tan amenazadores ahora que sabía cómo esquivar sus ataques. Ese conocimiento por sí mismo ya reducía a la mitad el daño que recibía. Con el apoyo de Pale, Surka y Romuna, y las bendiciones de Irene, los solitarios caballeros no podían hacer nada salvo entregar sus huesos, y desaparecer.
* * *
“Ja, ja, ja.” – Weed sonrió, viendo a un grupo de esqueletos. ¡No podía evitarlo, al ver tantos potenciales puntos de experiencia y objetos!
“Je, je, je.”
“Ja, ja.”
“Ja, ja, ja, ja.”
“Ju, ju, ju.”
Todo el equipo empezó a reír.
¡Y pensar que ver un grupo de esqueletos les haría felices! Las espadas de los soldados esqueleto, aunque no siempre eran espadas de arcilla, podían venderse a mejor precio que la Espada de acero. Bastaba solo con repararlas adecuadamente. Era un gran terreno de caza, ya que los objetos incluían escudos, guantes y, a veces, hasta pectorales. Y como la posibilidad de que cayesen objetos estaba duplicada, no era extraño que el inventario de Weed se llenase enseguida. Los solitarios caballeros esqueleto, a pesar de sus altos niveles, ya no les preocupaban. En su lugar, los caballeros de la muerte, que a veces vagaban por donde estaban, era su mayor preocupación.
“Hu… Manos. Huele a… Humanos… Por aquí…”
Un caballero de la muerte, cubierto con una armadura gris, apareció montando a caballo. Weed y el resto, que habían estado matando esqueletos y recogiendo objetos apenas unos momentos antes, se escondían nerviosos tras una roca.
No importaba lo que hiciesen, no podrían derrotar a un caballero de la muerte con un poder que superaba el nivel 200. La diferencia de niveles era tan grande que, aunque sus ataques impactasen, serían considerados fallos.
En Royal Road, no solo los jugadores, sino que también los PNJs podían ganar niveles. Un caballero de la muerte era una especialización de los caballeros esqueletos y tenía unas habilidades impresionantes. Este caballero de la muerte, llamado Royan, tenía una energía oscura emanando de su yelmo. Los caballeros de la muerte eran enemigos que poseían nombres propios.
“El… Olor… Humanos… ¿Oh…? Yo… No tengo nariz…”
El caballero de la muerte Royan miró alrededor un poco más, y se alejó lentamente a buscar por otras zonas. Los pasos del caballo aún se siguieron oyendo un buen rato después tras su marcha.
“Fiuuu…”
“Se fue.”
Weed y su grupo suspiraron aliviados. Ante los caballeros de la muerte, que aparecían esporádicamente, lo único que podían hacer era esconderse sobrecogidos por el miedo.