sábado, 5 de diciembre de 2015

Volumen 3 - Capítulo 4

Volumen 3 Capítulo 4
La humillación de Vhan Hawk
Traducido por DaniR
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

Lee Hyun utilizaba su ordenador para acceder a una página de compra y venta de objetos. Solía verificar la página para ver el cambio en los precios de los objetos que se comerciaban casi todos los días, pero esta vez tenía un motivo más específico. “Increíble. Increíble del todo.” La popularidad de Royal Road aumentaba día a día. La semana pasada, el número de artículos registrados en la lista rondaba los 160.000, y hoy ya superaba los 165.000. Y eso teniendo en cuenta que los objetos de la semana anterior que no se vendían no pasaban a formar parte de los de la semana actual. Exceptuando aquellos que la gente había colocado con precios altos o absurdos, y aquellas cosas que nadie quería, casi todo se había vendido. Al final del día, todos los objetos que se habían vendido se eliminaban de la lista para registrar después otros nuevos. Lee Hyun buscó la lista de los más demandados. “Estos son los objetos que más piden esta semana.”

Espada de Melak
Durabilidad: 105/105.
[Ataque]: 40 – 43.
Se trata de una espada larga, en cuya fabricación se ha añadido una pequeña cantidad de mithril.
Se considera que esta espada tiene un poder superior, y un herrero de cierto renombre en Melak ha forjado este objeto.
Restricciones:
[Fuerza]: 200.
Nivel 100.
Efectos:
Aporta un 50% de daño adicional a los no-muertos.
La [Fuerza] aumenta en 25 puntos.
La [Agilidad] aumenta en 17 puntos.

Brazalete de Krakow, el 42
Durabilidad: 40/40.
Creado por un mago tan creativo como excéntrico, que conocía cuarenta y dos hechizos y encantamientos. Gracias a ellos, otorgó habilidades mágicas a este brazalete.
Este objeto se ha convertido en algo que todos desean en este Continente.
Restricciones:
Nivel 150.
Efectos:
Aumenta el [Maná] máximo un 30%.
Aumenta el poder de los hechizos un 20%.
Añade 10 puntos a todas las estadísticas.
Este tipo de objetos eran escasos y codiciados. Sobre todo armas y accesorios con efectos interesantes, que despertaban el anhelo de Lee Hyun. “¿Y cuánto cuestan?” La subasta de la Espada de Melak había empezado en 1.5 millones de wons. Sin embargo, su precio había ido subiendo, y actualmente superaba los 2 millones y medio. No tenía restricción de clase y podía usarse con un nivel relativamente bajo, por lo que el objeto se podía vender a un precio elevado. El Brazalete de Krakow, el 42 era un objeto único que de salida superaba los 3 millones de wons, y su precio actual estaba por encima de los 5 millones. “Una bendición del cielo.” Lee Hyun se humedeció los labios. Desde un primer momento había planeado comprar objetos en la página de subastas. Lógicamente, la estrategia a seguir era realizar una buena inversión en artículos para la caza. Con este fin, tenía reservados unos treinta millones de wons. La compra de objetos podía ser un saco sin fondo. Iniciabas la subasta de un objeto a bajo precio y, al poco rato, otro usuario ya había aumentado el precio, obligándote a volver a incrementarlo. Al final, era imposible saber por cuánto iba a salir el artículo que deseabas. Para evitar eso y como norma general, Lee Hyun solía buscar en las subastas que estaban a punto de terminar. Quería vender los objetos conseguidos durante su caza en Lavias. Pero tenía un problema, sobre todo con las armas obtenidas de los Caballeros de la Muerte. El botín demasiado inusual o de importancia relativa no se vendía nada bien. Algunos objetos eran necesarios para completar misiones y se podían vender por dinero en efectivo. Otros, era mejor descartarlos y venderlos en las propias tiendas del juego. La última opción era colocarlos en las subastas diarias, en busca de alguien que los necesitara. Lee Hyun era partidario de esa última opción. El tiempo límite para una subasta era de una semana, que correspondía aproximadamente con cuatro semanas en el tiempo de juego. Y ahora tenía las armas de los Caballeros de la Muerte. Hyun se había quedado con la mejor espada de todas para su personaje y había decidido comenzar la subasta del resto de armas y armaduras en 10.000 wons. Una subasta era la mejor de las opciones, ya que tenía la ventaja de que muchas personas pueden pujar al mismo tiempo. A medida que los compradores se iban encendiendo, el precio iba aumentando. Y no había que preocuparse de malvender un objeto, ya que el precio de salida estaba determinado. Esta página tenía como límite mínimo 3.000 wons para el precio de salida de un objeto. Un precio más bajo que eso no era más que un problema, y no tenía sentido preocuparse por algo tan inútil. Era una pura y dura pérdida de tiempo. Lee Hyun ya había registrado más de treinta objetos en la página de subastas. “Precio, sube mucho.” Estaba ansioso, ya que era la primera vez que ponía a la venta sus propios objetos conseguidos en Royal Road. “Bueno, ¿y cuánto subirá el precio?” Sabía que no podía aumentar el valor solo con el pensamiento, pero no podía evitar estar emocionado. Además, Lee Hyun tenía la calificación más alta de la página de subastas: el triple diamante. Gracias a eso, podía subastar hasta cien objetos a la vez, sin comisión por la transacción de los cien primeros objetos. Además, los elementos que subastaba estaban remarcados con una fuente roja, en un cuadro aparte y en la parte superior de la pantalla, justo en el centro de la página de subastas. “Siendo así las cosas, siempre estarán visibles.” Al poco de ponerlas, las armas de los Caballeros de la Muerte alcanzaron los 20.000 wons, algunas hasta los 30.000. La subasta tenía una duración de una semana. Ya estaba hecho, y pensaba que había sido bueno no haber esperado demasiado.
* * *
En los albores del Continente de Versalles, hubo un gran imperio, ¡el Imperio de Arphen! Después de trescientos años, la gloria del Imperio se vino abajo y quedó dividido en decenas de países. De aquel entonces, todo lo que quedaba eran los relatos manuscritos por los historiadores. ¡Y en sus historias se narraba sangre y muerte! Un pequeño principado y seis países con ejércitos de poco poder se aliaron para sobrevivir durante la Era de la Guerra. Esta unión terminó con el establecimiento de la Confederación Britten. En sus inicios, los siete países compartieron una tensa alianza llena de desconfianza y sospecha. En la Era actual, los antiguos reinos son de facto uno solo gracias a unas mismas leyes y reglamentos, y por diversos casamientos y matrimonios concertados. Los Señores de cada reino cooperan entre ellos, y se tratan como iguales. Además, su economía es prospera y boyante. Geográficamente, la Confederación Britten está situada entre el centro-este del Continente, y ha logrado prosperar evitando guerras y conflictos importantes. Nacidos en estas tierras libres de problemas, los comerciantes han ido haciéndose un hueco, tanto en sus negocios como en la venta de tecnología. Por esa razón, muchos jugadores decidían empezar a jugar en la Confederación Britten y que fuera la base de sus futuras exploraciones.
* * *
En el pueblo de Tomlin. La mayor población al este de la Confederación Britten. “¡Compro Pieles de conejo!” “¡Se busca uno más para cazar en la Cueva de Peshiera!” “Preferimos un clérigo. Se busca sacerdote de nivel 50 o superior. Los dos combatientes reparten a partes iguales el botín de los enemigos.” En la plaza se reunía una buena multitud de jugadores con ropas coloridas y diferente tipo de equipación. También podía verse una cantidad astronómica de comerciantes. La Confederación Britten era un reino muy avanzado comercialmente, por lo que un buen número de personas se dedicaba a la compra venta en sus ciudades. “Compro condimentos fuertes.” “Si compras barato, a largo plazo podrías ahorrar bastante dinero.” Lo que más abundaba en el pueblo de Tomlin eran principiantes de bajo nivel, seguido de los comerciantes. Gracias a sus frecuentes idas y venidas, se vendía o intercambiaba una gran cantidad de productos en cada momento. Un carro se acercaba lentamente a la entrada este del pueblo. Sus ocupantes llamaban bastante la atención. “¿Eh? ¿Qué es eso?” “No tiene muy buena pinta…” Las ruedas temblaban a medida que iban deslizándose por el camino y la cubierta que cubría el carromato era apenas un trapo. De todos modos, el estado del carro no era lo que llamaba su atención. La razón era su procedencia: venía del este. Weed estaba tallando en uno de los asientos, mientras que Mapan dirigía el carromato al tiempo que hacía trabajar su mente a toda potencia para calcular los gastos y posibles beneficios. Mapan aún tenía los oídos taponados. Weed había estado gritando continuamente todo el tiempo que habían tardado en atravesar la Cordillera de los Gritos. Había escuchado tanto el [Rugido del León] que estaba a punto de volverse loco. Los Guerreros cuentan con una habilidad similar, el [Grito de Guerra], que mejoraba sus estadísticas. En cambio, el [Rugido del León] tenía una utilidad un tanto difusa, ya que levantaba la [Moral] de los aliados y eliminaba los efectos de la [Confusión]. De hecho, todavía no había tenido la oportunidad de comprobar si ese efecto realmente funcionaba. Viéndola como una habilidad enfocada al combate, el [Rugido del León] tenía una utilidad cuestionable, pero su mejora estaba siendo muy rápida. Tras su uso continuado, iba subiendo a buen ritmo. Weed ya había alcanzado el nivel Avanzado – 3 en su [Rugido del León]. Debido a todo esto, Mapan se prometió a sí mismo no volver a acompañar a Weed durante un viaje como este, aunque no contase con escolta. “De verdad, parece que hay mucha gente.” Esa fue la primera impresión de Weed al llegar a Tomlin. A pesar de que el pueblo estaba en los límites del este de la Confederación Britten, había una gran cantidad de jugadores. De todos modos, era un hecho decir que nadie llegaba hasta allí desde el Reino de Rosenheim. Era necesario casi un mes de sufrido viaje, atravesando la Cordillera de los Gritos, para llegar finalmente a la Confederación Britten. En su camino se habían cruzado con arañas gigantes, basiliscos, ogros y muchos otros tipos de bestias. Una de las veces, unos engendros de agua agarraron a Weed por el tobillo mientras pasaban por la orilla de un lago, atacando con cada una de sus extremidades. Por otra parte, la Cordillera de los Gritos eran conocidas como el ‘Paraíso de los monstruos’. Primero fueron los licántropos, apareciendo en masa y siempre en mayor cantidad de lo que sería normal. Estos y otra multitud de monstruos habían ido acechándoles, a veces durante periodos de más de diez horas, y la única forma de abrirse paso había sido luchando. A pesar de haber pasado por todas estas dificultades, Weed había tallado todas las piedras preciosas que había comprado. Aun así, su habilidad [Dominio de la Escultura] no había subido lo rápido que deseaba. Al subir de nivel la habilidad, había adquirido la opción de tallar piedras preciosas. Sin embargo, esculpir este tipo de piedras no proporcionaba ni la mitad de experiencia que tallar otro tipo de objetos. De todas formas, ya había logrado elevar su [Dominio de la Escultura] hasta el nivel Intermedio – 4. Y lo que era todavía más importante, [Artesanía] había alcanzado al fin el nivel Intermedio – 6. Aumentar su nivel de [Artesanía] afectaba al resto de sus habilidades, por lo que, en cierto sentido, la única habilidad que la superaba en importancia era [Dominio de la Escultura]. “Weed, ¿es la primera vez que sales del Reino de Rosenheim?” “Sí.” “He viajado por otros países para encontrarme con algunos amigos, aunque hay poca gente que conozco que haya empezado en el Reino de Rosenheim. Por ejemplo, el Reino de Brent tiene mucha más gente.” “Lo normal es que empieces en el reino que te aporta mayores beneficios.” Cuando hay que reclamar una tierra, la ley indicaba que se la quedaba el primero que llegaba. Especialmente en el caso de las mazmorras o guaridas de monstruos, existía el concepto de propiedad. Cuando un gremio tomaba posesión de uno de estos lugares, obtenía varias ventajas. En primer lugar, los miembros del gremio conseguían un 20% de experiencia adicional en dichos sitios y los que no eran miembros del gremio no podían acceder debido a las restricciones impuestas. Esto terminaba en una serie de roces que habitualmente culminaba en forma de guerra. Tal cosa era algo que se podía ver durante las actividades de los gremios instalados en la Confederación Britten. Un claro ejemplo eran las continuas batallas por el Fuerte Odein. “Tenemos muy poco tiempo, como para perderlo resolviendo problemas que no nos importan. No hay que malgastar el tiempo en luchas de gremios, o en hacer que recuperen su orgullo.” Miradas sorprendidas seguían a Weed y Mapan, pero ellos las ignoraron ya que lo primero que tenían que hacer era llevar el carromato hasta la Casa de Cambio. En estas poblaciones rurales, el intercambio de objetos podía resultar algo complicado. El dueño de la tienda era un agradable anciano. “He venido para vender algunas cosas.” La [Suerte] de Mapan era digna de mención, y el dueño de la tienda mostró una amplia sonrisa. “¿Sí? Estos días vienen muchos comerciantes. Me alegra tu visita. ¿Qué tipo de cosas tienes a la venta?” Poco a poco, Mapan fue sacando el queso y las botellas de aceite de oliva del carro. “Estos son los objetos que tengo a la venta.” “¡Oh! Esto viene desde el Reino de Rosenheim, ¿no? Como vienes de tan lejos, te pagaré 4 monedas de plata por cada pieza de queso y 8 monedas de plata por cada botella de aceite de oliva.” Quería deshacerse de la molestia de seguir transportando estos objetos, y Mapan cerró con fuerza sus ojos, haciendo cálculos. Hasta ahora, todo el viaje en el carromato había sido un tanto repugnante por el olor concentrado del queso y del aceite de oliva. Cada vez que la carreta golpeaba con una piedra, su estómago se agitaba. El realismo sobresaliente de Royal Road era un verdadero incordio para Mapan. “Me parece bien. Como me costó bastante conseguir todo esto en la ciudad, 470 monedas de oro serán pago suficiente.” “El gusto es mío.” Tras acabar la transacción, las ganancias de Mapan ascendían a unas 200 monedas de oro, así como un pequeño aumento de [Fama] y experiencia. Por fin, la travesía de un mes estaba sirviendo para algo. Después de todo, la mayor felicidad como comerciante es la sensación de éxito y la satisfacción de obtener riquezas tras un largo recorrido. Ahora era el turno de Weed. Mapan le miró a los ojos con gesto envidioso. Si con los comestibles había conseguido bastante beneficio, a saber cuánto iba a sacar con sus joyas… ‘Weed ha tallado esas piedras para transformarlas en piezas de joyería…’ Mapan tragó saliva. Weed abrió su mochila y fue sacando diferentes broches y pulseras. “¿Cuánto me pagarías por esto?” En ese momento del intercambio, se produjo un alboroto al tiempo que los jugadores no paraban de escupir comentarios. “¡Es una piedra de jade!” “¿Qué joyas son esas? Eso parece una esmeralda… Y, si no me equivoco, ¡eso otro debe ser un zafiro!” “¿Dónde ha encontrado piedras preciosas?” “Son tan hermosas…” Su reacción no resultaba sorprendente. Los comerciantes que acudían al pueblo de Tomlin solían ser gente con un nivel relativamente bajo, y para la mayoría de ellos, esta era la primera vez que veían piezas de joyería. El dueño de la tienda miró cuidadosamente las joyas que Weed le estaba mostrando y puso un gesto desdichado. “¡Es imposible comerciar objetos como estos en un pueblo tan pequeño como este! ¿Te parece que estás en una gran ciudad?” Mapan asintió para sí. “Las piezas de joyería están consideradas como artículos de lujo. En lugar de intentar venderlas en un pueblo pequeño, será mejor intentarlo en una gran ciudad, donde el comercio está más desarrollado. Supongo que lo mejor será acudir a una joyería, en vez de a una tienda general. Además, seguro que consigues un precio mayor.” “¿En serio?” Weed volvió a guardar las joyas en su mochila. De todos modos, no necesitaba deshacerse de ellas ahora mismo. Cada uno de los pueblos y ciudades tenía un precio diferente para las joyas, por lo que su venta dentro de la Confederación Britten requería de un examen más detenido. Así pues, en vez de vender todo lo que llevaban en la carreta, Mapan y Weed dieron por terminado su intercambio comercial en el pueblo de Tomlin. Tiempo después de que los dos hombres cabalgaran lentamente hacia el oeste en su desvencijado carro, su visita al comerciante de la tienda general de Tomlin seguía siendo un tema candente. “La tienda general del pueblo no puede permitirse pagar esas joyas. ¿Qué precio tendrán?” “Son joyas talladas a mano, ¡apuesto que su precio de venta será increíblemente elevado!” “¿De dónde diablos han venido esos tipos?” “¡Del este! Y allí solo está Cordillera de los Gritos…” “¿Será cierto que han atravesado la cordillera?” “¡El Reino de Rosenheim! Serán joyas importadas del Reino de Rosenheim, pero ¿dónde las habrán tallado?”
* * *
Pasados unos días, Weed y Mapan llegaron a una de las ciudades más importantes de la Confederación Britten, el Castillo de Regus, perteneciente al Reino de Keurion. Un imponente castillo dominaba los alrededores, donde los monstruos para los principiantes, zorros y conejos, corrían perseguidos por esforzados jugadores. “Estamos ante una escena muy pacífica.” – dijo Mapan con voz tranquila. “Sí.” Weed estaba de acuerdo con sus palabras. Como estaban acostumbrados a los combates contra enemigos sedientos de sangre en la Cordillera de los Gritos, ahora esos pequeños conejos y zorros les resultaban hasta agradables. El cielo era azul, y las blancas nubes pasaban plácidamente. El sol resultaba cálido, y hasta donde alcanzaba la vista veían campos de dorado grano. El Castillo de Regus estaba construido con ladrillo rojo, a fin de conjuntarse con el paisaje que tenía a su alrededor. La belleza del Reino de Keurion era infinitamente mayor que la del Reino de Rosenheim. Esto era mucho más hermoso. Contemplando la magnífica vista, a Weed le entraron ganas de componer un poema. ¡Ding!

El [Arte] aumenta en 2 puntos.
La estadística [Arte] no solo subía cuando tallaba, sino también viajando y observando nuevos lugares. ¡El Reino de Keurion estaba repleto de viajeros! El principal atractivo de esta ciudad era su belleza, que atraía a numerosos visitantes. Además, contaba con un famoso balneario y se consideraba como un buen lugar para acudir en pareja o para dedicarse a meditar. Weed y Mapan disfrutaron durante unos minutos del relajado ambiente. En ese tiempo, Mapan fue diciendo adiós a la fatiga que llevaba acumulada, así como a todo lo que había sufrido. En cambio, Weed analizó el castillo con su penetrante mirada. “Bueno, supongo que seré capaz de crear una escultura a escala reducida del castillo. Creo que será algo en lo que la gente estará interesada. ¿Cuánto aumentará con eso mi [Fama] y [Dominio de la Escultura]?” Weed fue analizando la forma de las torres y la altura de sus murallas. Formó un tosco esbozo en su mente mientras se encaminaba hacia su interior. Era su instinto de escultor; todo lo que veía era absorbido por su memoria, hasta el último detalle. Finalmente, Weed y Mapan llegaron frente a las puertas de la ciudad. Mapan dirigía a los caballos, guiando el carromato. “Deja que yo pase primero.” El castillo tenía dos entradas principales y otras laterales, ¡y era necesario atravesar alguna para poder entrar! Lógicamente, Mapan fue directamente a una de las principales. Entonces, unos guardias que iban armados le hicieron detenerse. “Necesita pagar un peaje para poder entrar. Y su permiso de comerciante.” Mapan arrojó dos monedas de oro a los guardias, sin atisbo de duda. Tras su considerable ganancia con el comerciante del pueblo por el que habían pasado, dos monedas de oro no eran nada para él. “Bienvenido, señor comerciante.” Los guardias se inclinaron respetuosamente como si estuvieran ante alguien de la nobleza y le abrieron las puertas. Una ciudad enorme cuyas puertas estaban cerradas si no se pagaba un peaje por adelantado. ¡Todo era tan grandilocuente! “¡Guau, menudo tipo!” “Ese hombre acaba de arrojar dos monedas de oro sin pensarlo dos veces.” Los comentarios de los jugadores ardían de interés. Se trataba de usuarios principiantes que cazaban animales pequeños en los alrededores del castillo. Mapan se limitó a encogerse de hombros. “¡Vamos, Weed! Entra.” Sin perder un minuto, Weed se dirigió a una de las puertas laterales. La pequeña puerta estaba ubicada a un lado de la puerta principal. Pero, a diferencia de lo ocurrido con Mapan, los guardias le impidieron directamente la entrada. “¡Alto! No pertenece a la Confederación Britten. ¿Qué le trae al Castillo de Regus?” Solo mirando a las personas, lo guardias podían saber a dónde pertenecían. Y como su procedencia era el Reino de Rosenheim, era necesario informar del motivo de su visita. Si eso no se hacía, existía la posibilidad de tener problemas con los guardias. “Vengo en calidad de comerciante, deseo vender productos manufacturados, ¡honorables guardias!” “¿En serio? Si eso es cierto, debe pagar un peaje de acuerdo con las leyes de nuestro reino.” “¿Un peaje para poder entrar?” Acto seguido, Weed comenzó a elogiar el esfuerzo y dedicación de los guardias, con el fin de que se volvieran un poco más amigables. “Resulta admirable observar a los guardias del Castillo de Regus. Veo cómo imponen una seguridad estricta. Su labor no tiene igual.” “Bueno, bueno. No te falta razón.” Los guardias, de mentalidad simple, sonrieron. Weed había aprendido cómo aprovecharse de los soldados durante sus comidas con el Instructor en el Centro del Entrenamiento. “Vuestra tarea debe ser complicada, ¿no? Pero también hay que decir que mantener a salvo un castillo tan grande debe ser un gran honor. Todo el día aquí de pie para mantener el castillo a salvo…” “Eso es cierto. De todos modos, ya que viene al castillo para comerciar debe pagar el peaje.” “¿Y cuánto es ese peaje? Es que todo lo que tengo ahora mismo son 7 monedas de plata.” “Con eso es suficiente. El pago son 5 monedas de plata.” Por un momento, la cara de Weed se puso rígida. Y entonces sacó 4 monedas de plata del bolsillo. “¡Oh! Solo tengo 4 monedas de plata…” “……”
* * *
Cuando Weed y Mapan entraron en el Castillo de Regus, decidieron ir cada uno por su cuenta. “Me acercaré al Gremio de Mercaderes y veré si puedo conseguir alguna misión. Quizás encuentre algo bueno para hacer. Mañana podemos volver a encontrarnos aquí mismo.” Los comerciantes tenían sus propias y únicas misiones. Eran conocidas por los jugadores como ‘intercambio de misiones’. Estas consistían en obtener cierto tipo de materiales, aceptar diferentes recados, a veces hasta transportar artículos a un cliente en particular. “Está bien…” Weed se separó de Mapan y lo primero a lo que se dedicó fue a buscar una joyería que estuviera en una de las calles más concurridas. La meta era clara: vender sus joyas. El Castillo de Regus era la capital del Reino de Keurion, y estaba rodeado por una bulliciosa ciudad, por lo que no le resultó difícil encontrar una joyería. El edificio tenía dos pisos y estaba repleto de gente de la nobleza. A los jugadores les encantaba comprar gemas para poder engarzarlas en sus anillos y amuletos. Si combinaban ese equipo con las piedras preciosas, podían conseguir efectos adicionales. “¿Qué te apetece comprar?” A su entrada, Weed fue recibido por una de las comerciantes de la tienda. ¡Una mujer! La tendera poseía una elegante belleza y era una de las PNJs encargadas de la joyería. “Estoy aquí para vender.” Weed sacó unas gemas de su mochila. La diversidad de tipos de piedras preciosas brillaba intensamente. Las esmeraldas de un verde intenso, los zafiros de azul oscuro. Y luego estaban las perlas. “Esto es lo que tengo.” “Creo que nunca había visto tantas gemas como esas.” Su reacción no era muy diferente a la que había obtenido en el pueblo de Tomlin. Tras esto, la comerciante sopesó las joyas y propuso un precio. “¡Oh! El mejor precio que puedo ofrecerte son 2.900 monedas de oro. Pero, ¡espera! Eres un aventurero famoso y tu profesión está relacionada con nuestro negocio. Lo más adecuado es que mi oferta aumente hasta las 3.200 monedas de oro.” En la capital del Reino de Rosenheim había gastado 1.700 monedas de oro, y ahora su valor superaba las 3.000 monedas de oro. Tras comprar las piedras preciosas a un precio reducido y tallarlas, ahora podía venderlas a un gran precio en el Reino de Keurion. ‘¿Así es como se ganan 1.500 monedas de oro? A pesar del tiempo perdido en el viaje y lo que me ha costado tallarlas, la ganancia que consigo es importante.’ Tras su caza durante un mes, obtenía estos ingresos, además de la experiencia. Si su profesión hubiera sido la de comerciante, habría podido regatear. Y dependiendo del resto de sus habilidades de comercio, conseguir incluso una oferta aún mayor. Pero Weed no era un comerciante. Así que en vez de utilizar habilidades que no tenía, sacó el Arpa de Vino, el enano. ¡Ttiriring! ¡Ding! ¡Tting, tting! Una buena melodía podía aumentar la impresión que ofrecía del mismo modo que entregar un ramo de flores. Un bardo o un arpista tienen el poder de encantar a la gente a través de sus actuaciones. Eran capaces de conseguir favores y mejorar el ambiente, llegando a mejorar la oferta por sus productos. Cuando tenía nivel alto, un bardo era capaz de ganarse el amor de las masas y ser invitado a pasar la noche en una posada, o a comer en un restaurante sin pagar nada. “¡Guau! Ese tipo está tocando un arpa.” “No lo hace mal.” “¿Crees que suena bien?” La actuación de Weed fue sencilla, pero bien elaborada. Había utilizado parte de su tiempo libre para aprender y practicar la melodía, para así ampliar sus opciones.

La impresión que tiene de ti el PNJ ha aumentado tras escuchar tu actuación.
La boca de Weed se curvó en una sonrisa. Mientras, los ojos de la encargada de la tienda se fueron cerrando suavemente, agradeciendo la música. Había logrado su objetivo. “La música es buena, pero a la melodía le falta algo.” – dijo la tendera al abrir los ojos. “¿Quieres que cante?” “Sí. Sabes cantar, ¿no?” Weed no podía soportar la idea de negarse. ¡Tenía alma de cantante de rock! Durante su infancia, ser cantante había sido uno de sus sueños. Sin embargo, aquellos que se conocían como cantantes necesitaban dominar una serie de cosas. ¡Y él no tenía ni idea del tono, ni de los tempos, ni de las letras! Llegaron a decirle que tenía un talento musical totalmente nulo. Pero Weed nunca había aceptado este hecho. Por lo que, al tiempo que tocaba el arpa, Weed comenzó a cantar.
♩ Está brillando ♫ ♪ Hoy sale el sol ♬ ♫ Ha vuelto a hacerlo ♩ ♪ Es un día soleado ♫ ♩ Y está ahí arriba ♬ ♫ Ilumina el patio ♪ ♬ Es de día ♩
“¡Ahhh! ¡Aaargg!” “¡Oh, no! ¡Me voy a volver loco!” “¡Huyamos!” En realidad, ¿se notaba la diferencia cuando usaba la habilidad [Rugido del León] y cuando cantaba una canción? La canción de Weed hizo que los jugadores quedaran sorprendidos y horrorizados al mismo tiempo. Con solo escucharla por unos instantes, se sentían mareados y comenzaban a respirar con dificultad. La tortura llegaba a tal punto que una tortuga se escaparía de su caparazón al escuchar la canción de Weed.
♪ Un día ♫ ♬ Tus pensamientos ♩ ♫ Descenderán ♪ ♩ Mira ♬ ♬ Sorpréndete ♫ ♩ Siempre ♫ ♪ Nosotros ♬
Weed rugía con tono ansioso al tiempo que cantaba. La melodía no le importaba. ¡Solo estaba haciendo ruido! Era de la opinión que cantar con el tono más alto posible era la mejor manera de interpretar una canción. Cuando Weed por fin terminó de cantar, diez mil usuarios y dos comerciantes del género masculino salían en masa de la zona. Solo quedaba una persona delante suyo. Y la expresión que tenía era dura como una piedra. “¿Cuánto me ofreces?” La encargada de la tienda sacudió la cabeza. “No hay tato.” “……” “¡Largo de aquí! De lo contrario, llamaré a los guardias.” “Tengo que volver a tocar el arpa…” Weed dejó de cantar y volvió a tocar el arpa. Tras un buen rato de esfuerzo, despertó de nuevo la impresión favorable de la encargada de la tienda. “Te ofrezco 3.240 monedas de oro.” “Me parece bien.” Tras la venta de las gemas, Weed salió de la tienda con 3.240 monedas más de oro.

Has obtenido un gran margen de beneficio a través del comercio.
Tu [Fama] aumenta 150 puntos.
Una vez más, la [Fama] de Weed volvía a subir. “Con esto llego a los 2.000 puntos.” Cuanto mayor era la [Fama], más elevada era la dificultad de las misiones que se podían conseguir, y también podían conseguirse descuentos en el precio de los objetos. Además, era algo bueno estar orgulloso del valor de la [Fama] en sí mismo. “¿Conoces a Corona? Ese tipo ha hecho un trabajo extraordinario. Liquidó a un ogro de dos cabezas en la Cordillera de Dodge.” “También he escuchado que Batum ha terminado sin problemas la misión que le dio el Archiduque Samiel, en la que tenía que acorralar a unos ladrones. El Archiduque le ha otorgado el título de caballero y le ha dado un puesto en el ejército.” Tal era el poder de la [Fama]. Algunas veces otorgaba una gran misión en cadena, o alguien pedía que se eliminara a un monstruo complicado... Hasta podía involucrarse un PNJ con una misión que formara parte de la historia. Del mismo modo, también era importante para los intercambios comerciales. En Royal Road, una persona podía ser famosa para la mente de los PNJs. Y, del mismo modo que existía la [Fama], estaba lo contrario, la [Infamia]. “¿Durante tus viajes te has cruzado con Bansen? Si lo ves, ten cuidado. Comete asesinatos indiscriminadamente, incluso a personas que viajan en grupo. Hay una recompensa por su captura.” En el caso de Weed, tras la creación de la estatua de Freya, acabó convirtiéndose en una celebridad. Tras terminar sus negocios en la joyería, Weed pensó en otra joya que aún tenía en su poder. Había obtenido el Collar Carmesí de la Vida en Lavias. Weed estaba interesado en los efectos que aportaba, pero el nivel de su habilidad [Identificar] era demasiado bajo. El primer día que lo recogió, el collar era de un color ligeramente blancuzco. Sin embargo, el nombre del objeto era Collar Carmesí de la Vida. Cuando conoció a Mapan, el color del collar se mantuvo sin cambios. A medida que iban cruzando la Cordillera de los Gritos, empezó a cambiar poco a poco. Y ahora tenía un intenso color carmesí. Descartar el objeto o venderlo sin saber su utilidad era algo que le desagradaba sobremanera. Esto iba a salirle caro, pero tenía que saber exactamente la utilidad del collar. “Como sea un objeto inútil, lo destrozaré.” La tienda estaba abarrotada de un montón de jugadores que buscaban el servicio de identificación de objetos. “¡Aquí! Identifique este objeto que he recogido cazando.” “Está bien. Este anillo tiene la propiedad de…” En la tienda había un contenedor aparte lleno de objetos sin identificar. Comprar uno de ellos para identificarlo después podía compararse a comprar boletos de lotería. Nunca se sabía el resultado. Aunque se cogiera un objeto que a primera vista pareciera único y exclusivo. Weed atravesó el primer piso y se dirigió hacia las escaleras sin detenerse. En el primer piso se identificaban objetos sencillos, y la habilidad [Identificar] de Weed era suficiente para conocer los efectos de lo que trataban ahí. En el segundo piso había un número considerable de jugadores. Weed vaciló por un momento, ya que no las tenía todas consigo. Hasta la llegada del Collar Carmesí de la Vida había podido identificar todos los objetos conseguidos, por lo que creía firmemente que estaba ante un objeto fuera de lo común. Tras un momento de duda, Weed ascendió hasta el tercer y último piso del edificio. Las habitaciones estaban todas cerradas con el fin de garantizar la confidencialidad. Weed entró en una de estas salas. “¡Bienvenido!” Una maga rubia saludaba a Weed con entusiasmo. ‘Es una jugadora.’ Por norma general, los jugadores experimentan una amplia gama de misiones durante las cuatro semanas que no pueden salir de su ciudad de origen. Weed había dedicado ese tiempo en exclusiva para fortalecer su cuerpo con el espantapájaros, pero un acto como ese era algo bastante extraño. Los usuarios habitualmente recorrían la ciudad para realizar trabajos secundarios en una posada, pedían libros en la biblioteca, o empezaban a mejorar sus habilidades de manufactura. Muy pocos de los jugadores que elegían el camino de la magia trabajaban con la identificación. Y los que lo hacían no era por la cantidad de experiencia que podían ganar, casi nula, sino porque si tenían suerte podían ganar una cantidad significativa de dinero. “¡Vaya! He atendido a un montón de gente, ¡pero solo he ganado tres monedas de oro!” La maga Lindell había alcanzado el nivel 200 y accedido a su segundo avance de clase. Una vez que lo completara, tendría acceso a un nuevo conjuro. La elección de Lindell era un hechizo con área de efecto en concreto, [Lluvia de rayos]. Numerosos rayos de luz caían desde el cielo formando un efecto realmente hermoso, y eran capaces de infligir una gran cantidad de daño a los monstruos; se trataba de una habilidad mágica muy útil. Sin embargo, el precio del libro necesario para aprender la habilidad, ¡costaba la friolera de 540 monedas de oro! A pesar de haber llegado hasta su segundo avance de clase, un mago corriente no podía acceder a tal cantidad de dinero. Cuando eran de nivel bajo, los magos necesitaban comprar diferentes amplificadores mágicos y reactivos para los hechizos. Y a medida que su nivel iba subiendo, era necesario comprar un libro para cada habilidad. También había que considerar el precio de las túnicas, los ayudantes necesarios y la propia equipación. Puede que en el campo de batalla fuera la profesión más colorida y elegante, pero los magos solían vivir en la pobreza. A Lindell le había resultado inevitable trabajar a tiempo parcial en la identificación de objetos para poder obtener el oro necesario en su profesión. Y se trataba de un trabajo realmente ingrato, del primero al último de los clientes. Cuando Weed entró en la habitación su tierno rostro quedó cubierto de arrugas al tiempo que fruncía el ceño. ‘¿Ahora viene un mendigo?’ Eso fue lo que le vino a la mente nada más ver la apariencia de Weed. Necesitaba un baño. Lindell no podía creer lo que veía. Mirando el estado de su equipo, veía lo raído de su armadura y que llevaba la capa rota. La Durabilidad de los objetos estaba bajo mínimos y toda su ropa estaba cubierta por una capa de polvo. ¡Sería difícil encontrar a alguien con una vestimenta más extraña! Lo que llevaba en la mochila que colgaba de sus hombros era un completo misterio, pero su olor resultaba repulsivo. También podía percibir el olor de algún tipo de hierba medicinal. Apartando sus pensamientos, Lindell forzó una sonrisa y comenzó a hablar con el cliente. Si era cruel con los que entraban en su despacho, podía ser expulsada de la tienda de identificación, y era la única forma que tenía de ganar dinero. “Lo siento, pero esta zona está reservada para la identificación avanzada de objetos. La identificación de los objetos comunes está en la primera planta.” Siempre pasaba lo mismo, en todas partes. Un PNJ reaccionaba a partir de la [Fama], pero esto era diferente cuando se trataba de un jugador, como era Lindell. Sin decir nada, Weed sacó el collar y se lo mostró. “Por favor, identifica esto.” “Mis honorarios son elevados. Si deseas que identifique ese objeto, el precio será de 50 monedas de plata.” Aunque consideraba el dinero como un bien preciado, llegados a este punto estaba decidido. “Aquí tienes. 50 monedas de plata.” “¡Oh! Así que vas a seguir adelante con esto. No te arrepientas cuando este objeto tenga unos atributos pobres.” Lindell actuaba con precaución. Entre los objetos que le traían para identificar, había veces que aparecían los resultados esperados, pero la mayoría de las veces el resultado era bastante decepcionante. Como [Identificar] un objeto solía terminar mal, algunas personas se negaban a pagar, por lo que exigía el dinero con antelación. Lindell cogió el collar. Nada más hacerlo, notó lo que parecía ser un flujo inusual de [Maná]. ¡Ni siquiera con su nivel de magia podía saber a qué rama de la magia pertenecía! Tal cosa implicaba que el collar estaba cubierto de magia de cuarto círculo, incluso superior. Pero como su habilidad [Identificar] era extremadamente alta, debería ser capaz de ver los atributos de la joya. “¡[Identificar]!” Las manos de Lindell brillaron al tocar el Collar Carmesí de la Vida, revelando la información del objeto.

Collar Carmesí de la Vida
Durabilidad: 100/100.
¡Se trata de un objeto creado por el brujo de la oscuridad, Barr Khan!
Este collar contiene la vida del Caballero de la Muerte, Vhan Hawk. Con este objeto puedes convocarlo, pero su lealtad no te pertenecerá.
Restricciones:
Si no te reconoce como su Maestro, Vhan Hawk te atacará.
Efectos:
Invoca al Caballero de la Muerte Vhan Hawk realizando su llamada.
Mejora los efectos de la Magia Oscura un 50%.
La [Inteligencia] aumenta 20 puntos.
La [Sabiduría] aumenta 10 puntos.
Los ojos de Lindell estaban completamente abiertos debido a la sorpresa. “E-este es un objeto único que aún no se ha hecho público…” “Detente, devuélvemelo.” El collar de Weed había sido identificado.
* * *
Cuando terminaron todas sus obligaciones, Weed y Mapan abandonaron el Castillo de Regus y se dirigieron hacia la Ciudad Libre de Somren. Antes de llegar, Weed le pidió a Mapan que detuviera el carromato en un lugar desierto. “¿Qué ocurre?” “Solo observa.” Weed saltó del asiento del carro. Levantó el collar y dijo las palabras. “¡Invoco al Caballero de la Muerte!” De inmediato, empezó a acumularse un humo negro del que surgió el Caballero de la Muerte, Vhan Hawk. El temido jefe surgido en la Cripta de Barr Khan. “¡Keueoeoeo!” Su aspecto era similar a cuando se lo encontró, excepto su ropa, que había cambiado bastante. Durante su última etapa en la Cripta de Barr Khan, Vhan Hawk llevaba buenos objetos y un gran equipo. Pero ahora, el Caballero de la Muerte solo portaba una espada y una armadura básica. La razón era simple: Weed se había quedado con todo. Durante un instante, el cuerpo del Caballero de la Muerte vaciló al verse ante una luz tan brillante, pero enseguida recuperó la compostura. La luz del sol le provocaba una importante molestia, ya que se trataba de un monstruo tipo no-muerto de nivel 200. El Caballero de la Muerte pasó de largo ante la visión de Mapan y fijó su mirada en Weed. “¡Tú…! ¡Humano!” ¡Rezumaba odio! Sin lugar a dudas, se trataba del mismo Vhan Hawk, que había vuelto a la vida. Y el Caballero de la Muerte recordaba claramente a Weed, el humano que le había matado. “¿Osas convocarme? ¿Acaso crees que traicionaré a Barr Khan y seré tu súbdito? ¡GRRR! Un simple escultor. ¡Te mataré, humano!” El Caballero de la Muerte atacó. Sin apartarse, Weed se dejó golpear y vio cómo se derramaba su sangre. Cuando su [Vitalidad] había disminuido al menos un 20%, usó sus habilidades. “¡[Hoja del Escultor]!” La espada de Weed atravesó al Caballero de la Muerte como si fuera un huevo cocido. El collar se tornó de color blanquecino y Vhan Hawk regresó en una nube de humo negro. Cuando el no-muerto se hubiera recuperado, el collar volvería a tener el intenso color carmesí. A partir de ese momento, cada vez que el collar cambiaba de color durante su viaje hacia la Ciudad Libre de Somren, Weed invocaba al Caballero de la Muerte. “¡[Hoja del Escultor]!” “¡[Siete pasos celestiales]!” ¡Usaba con una sonrisa todas sus habilidades para destruir al Caballero de la Muerte! No dejaba que sus manos descansaran mientras lo aniquilaba una y otra vez. ¡Matar, devolverlo a la vida, matarlo de nuevo! En el carro, junto a sus esculturas, tenía una gran cantidad de pociones de [Salud] y [Maná]. Podía esperar hasta recuperarse por completo, pero depender de la restauración natural de la [Salud] y el [Maná] era algo ineficiente y una completa pérdida de tiempo. Así que no podía dejar de sonreír mientras convocaba una y otra vez al Caballero de la Muerte. Aunque no le daba experiencia porque era su propia convocación, ¡podía mejorar sin descanso el dominio de sus habilidades! La primera vez que la voz del Caballero de la Muerte sonó más débil fue tras golpearlo hasta la muerte por décima vez. “¡Uf! Eres fuerte.” Al morir otras cinco veces más, el Caballero de la Muerte exhaló un suspiro. “Me parece que poco a poco estoy olvidando la gracia de Lord Barr Khan.” Tras ser resucitado otras cinco veces más, sus palabras sonaron más determinadas. “Parece que tu [Liderazgo] es suficiente para ser mi Señor, pero sigo negándome.” Tras eso, fue asesinado veinte veces más. Weed, ni siquiera se molestaba en llevar la cuenta. Viajaba en un carromato repleto de pociones de [Salud] y [Maná] y contaba con un Caballero de la Muerte a su disposición para que le hiciera de saco de golpes. Por fin, el Caballero de la Muerte comunicó su intención de ceder. “¡Maestro!” ¡Un espléndido Caballero de la Muerte! Uno de los más fuertes, el general Vhan Hawk reconocía a Weed como su Maestro. Sin embargo, no se esperaba la respuesta de Weed. “No, no puedo confiar en ti. Los planes de los malvados brujos siempre son complicados. ¡Seguro que planea algo!” “No, eso no es verdad…” Weed no escuchó las palabras del Caballero de la Muerte y lo mató otras trescientas veces. “Maestro, seré tu sirviente fiel. Puedes parar…” Siguió sin hacerle caso y lo asesinó otras quinientas veces. Desde aquel momento, cada vez que el Caballero de la Muerte era convocado, apelaba clemencia desesperadamente, pero todo era en vano. El objetivo de Weed era mejorar sus habilidades, y para ello no podía permitirse tener piedad.