miércoles, 19 de septiembre de 2018

Volumen 22 Capítulo 1

Volumen 22 Capítulo 1
Un bolso para sirenas
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

¡Por fin estaban en alta mar para regresar a Morata después de su aventura en Las Falanges! Los delfines, que simbolizaban la buena suerte, así como miles de aves marinas y grupos de sirenas, seguían el barco de Weed. Bellot tocaba una melodía relajante mientras Hwaryeong bailaba al son de la música. Ciertamente estaban haciendo un buen trabajo atrayendo las miradas de las sirenas. Del mismo modo, varios animales marinos se iban concentrando detrás del barco. “¡Guau, qué bonito!” – exclamó Romuna. “El agua es muy transparente, puedo ver a través de las olas. Mira esa tortuga.” – dijo Surka. Estaban navegando por un mar hermoso y brillante por el que daban ganas de sumergirse en su interior. Pequeñas y bonitas bandas de peces vagaban por debajo de las olas, incluso se podían ver cangrejos, camarones y otro tipo de crustáceos arrastrándose por el lecho marino. Una indescriptible belleza colorida yacía debajo de ellos, ¡todo estaba lleno rocas, algas marinas y conchas de cientos de colores! Los miembros del grupo se aferraban a la barandilla de la cubierta y observaban maravillados el mar. “¡Mira cómo salta!” Los delfines estaban saltando por el aire, orgullosos de sus habilidades, mientras las sirenas nadaban con gracia al tiempo que agitaban sus hermosos cuerpos. “¡Se ven deliciosos!” – dijo Weed humedeciéndose los labios. Cada vez que miraba a los animales marinos pensaba en montones de platos llenos de mariscos. Si los capturaba a todos y los hervía para comerlos, ¡seguro que podía hacer el mejor plato de marisco de todos los tiempos! Sin embargo, Weed todavía tenía algo de humanidad. Las sirenas eran una especia demasiado similar al ser humano. Poseían una gran inteligencia y, también tenían habilidades de lenguaje y conversación. Pero lo más importante: todas eran mujeres hermosas. Eran una raza pura y pacífica. “¿Cómo se podría matar a una sirena despiadadamente? Es inaceptable.” Así que Weed cambió de idea y decidió hacer algunos negocios. “¡Atención! ¡Atención! Hoy es un día único. Hay múltiples cosas donde elegir. ¡No pierdas esta oportunidad! Tenemos muchas ropas nuevas y hermosas.” Las sirenas sospechaban de los humanos y estaban alerta a todo lo que pasaba a su alrededor. “Huele mal.” “Emana un olor nauseabundo, como de muerto.” Weed despedía un olor extraño después de estar transformado en un Lich. Sin embargo, era capaz de disminuir las sospechas de las sirenas ya que su estadística de [Fama], obtenida a través de innumerables esculturas y misiones, era muy alta. Las sirenas terminaron subiendo a la nave, ¡incapaces de desconfiar de Weed! Había extendido la ropa por la cubierta, exhibiendo prendas fabricadas con la piel de los felinos infernales y de los desgarradores alados. También mostró bolsos, pendientes hechos con conchas y anillos con piedras marinas. “Las sirenas también son mujeres, y a ellas se le puede vender ropa siempre.” Cuando tuvo que comprar ropa para dormir a su abuela, ya que estaba hospitalizada, lo felicitó por llevarle un camisón rosa con adornos florales en vez de uno gris. “¡Compra un bolso para el mar! No permanezcas en épocas obsoletas, hoy en día todas usan uno o dos bolsos. Tener un buen bolso hará que tus viajes sean más agradables.” Al escucharlo, Mapan se culpaba a sí mismo por ser tan miope. “Ah, ¡como se esperaba!” Las sirenas eran una raza que vivía en el mar y definitivamente podían llegar a ser buenos clientes. Weed siempre dividía a las personas entre presas o invitados, ¡para él solo existía blanco o negro! “Aún tengo mucho que mejorar para ponerme al día con las habilidades comerciales de Weed.” El cabello de las sirenas se balanceaba como algas húmedas mientras revolvían entre la selección de Weed. “Me gusta este vestido.” Las voces de las sirenas tenían un sonido sereno que resonaba en la cabeza. Eran vibrantes y claras como el repicar de unas campanillas . Escuchar su voz era como encender una computadora y rápidamente comenzó a hacer cálculos en su cabeza. “Ese cuesta 1.520 monedas de oro. Pero como te queda tan bien, te daré dos cosas por ese precio. ¿Por qué no te pruebas también este sombrero? Sería una pena que no te lo probases, cuando te favorece tanto. Créeme, nunca intentaría estafar a una sirena tan hermosa como tú, solo quiero ayudar a que te veas aún más bella.” ¡Una gran técnica de venta mediante los elogios, las alabanzas y los engaños! La sirena inclinó la cabeza a izquierda y derecha como si no pudiera comprender lo que acababa de escuchar. “¿Oro? ¿Es necesario para conseguir esta ropa?” Las sirenas eran una raza inocente que no solía hacer preguntas. Tenían un gran interés por el mundo humano, pero no estaban muy bien informadas debido a su naturaleza reservada. “El oro es necesario para comerciar entre humanos.” – contestó Weed mientras sacaba una moneda de oro del antiguo imperio de Niflheim de un bolsillo de su pecho para mostrárselo. – “¿Tienes alguna moneda de oro como esta? Si no, también estaré contento si hacemos un trueque por joyas, antigüedades o cualquier otro tipo de objeto.” Si las sirenas no tuvieran objetos, entonces sería imposible llegar a un trato. Sin embargo, Weed no se molestaba en absoluto por las dificultades para vender objetos debido a las barreras raciales. Había multitud de leyendas sobre objetos legendarios perdidos en el mar. Numerosos buques mercantes se habían hundido después de encontrarse con alguna tormenta y las sirenas tenían que haber presenciado esos naufragios. ¡Incluso los cuentos infantiles hablaban de ese tipo de cosas! Muchos de ellos contaban la historia de una sirena que había salvado a un príncipe de un barco que se hundía. “Espera un momento, por favor.” Las sirenas que ya habían decidido qué comprar saltaron al mar y volvieron al cabo de unas horas portando bolsas de oro y objetos muy antiguos. Había finos elementos de alfarería, monedas de oro, armas, armaduras, mapas antiguos… Hasta collares mágicos. “Hmm, no estoy seguro de si podré volver a venderlos debido a su oxidación. Realmente voy a salir perdiendo con este intercambio… Pero como esa ropa os queda tan bien aceptaré el trato.” “Gracias.” Weed había sido capaz de estafarlas de una manera satisfactoria. Las sirenas de los mares lejanos no eran criaturas de baja inteligencia. No solo tenían el control sobre los animales marinos, sino que todos los naufragios les pertenecían. No había mejores clientes. “No creo que este me quede bien.” Algunas de las sirenas negaban con la cabeza después de probarse los vestidos y dejaban las prendas. Era algo común que pasaran estas cosas, ya que la ropa de Weed había sido diseñada para humanos y no todas las formas y texturas eran compatibles con las sirenas. “Esta ropa es tan hermosa… No puedes dejar de comprarla.” ¡Las palabras halagüeñas volaban como si estuviera recitando la tabla de multiplicar! Y así, Weed pudo vender toda la ropa que había creado en Las Falanges sin problemas. Siempre tenía la posibilidad de llevar de vuelta la ropa a Morata para venderla, pero muchas de las prendas no eran artículos muy demandados, sería difícil llegar a colocarlos y, por tanto, tendría que bajar los precios. Lograría mayores beneficios vendiendo a las sirenas. Aunque por supuesto, también había sirenas pobres. “¿No tienes dinero?” “Sí, no tengo nada.” Las sirenas más jóvenes, cuya apariencia estaba más próxima a la de una niña, caminaban de un lado a otro con caras arrepentidas mirando los bolsos, pero Weed sabía que estas sirenas jóvenes eran los mejores clientes. Un buen comerciante debe ser capaz de vender al mismo tiempo que comprende las necesidades de sus clientes y, lo último que quería hacer al vender un objeto era obligar a la gente pobre a comprarle algo. Este tipo de clientes era su punto débil, incluso había ocasiones en los que sentía la necesidad de darles un descuento o hacerles una oferta especial. ‘¡Tienes que comprarlo!’ ‘¡Es un producto único creado para ti en todo el continente!’ ‘Olvídate de la vida que has tenido hasta este momento, será como si renacieras cuando lleves este bolso.’ ‘¡No hay motivo para que abandones este bolso!’ ¡Las estaba motivando todo lo que podía para que terminaran comprándolo! Los pensamientos de Weed se reflejaban en sus acciones y palabras, por lo que las sirenas no tenían más remedio que terminar cogiendo los bolsos. “¿Puedes llorar?” – dijo hablándole a la joven sirena con una voz dulce. “¿Qué? No solemos hacerlo, pero sí hay ocasiones en las que derramamos alguna lágrima.” “Si me das algunas lágrimas dejaré que te quedes el bolso.” “Vale.” Las Lágrimas de sirena eran un objeto raro. Después de que cristalizasen se podían transformar en perlas y eran muy demandados por los artesanos de joyería. Pocas cosas podían compararse con las Lágrimas de sirena. ¡Eran realmente tesoros del mar que le granjearían altas cantidades de [Fama] y beneficios cuando las vendiera en el continente! Incluso les contó a las jóvenes sirenas algunas historias tristes, como si fuera un sujeto amistoso.
* * *
Había una vez un príncipe de un reino muy lejano llamado Nephyl. Era alto, apuesto y con buenos modales, que hacía que todas las mujeres de su reino estuvieran enamoradas de él. Esas señoras se conformaban con mirar al príncipe cuando salía a pasear por las calles de la ciudad. Literalmente, veían a su amado brillando gracias a la ropa elegante que usaba. Una de las mujeres que más amaba al príncipe era Elena , una vendedora de manzanas del mercado. Era una chica inocente con una hermosa sonrisa. Sin embargo, no era capaz de permitir que sus sentimientos salieran a la luz. Eso se debía a que trabajaba sin descanso durante todo el día haciendo todo tipo de cosas, desde ganarse la vida hasta realizar las actividades domésticas de su casa bajo la atenta mirada de su nueva madrastra, ya que su madre había fallecido hacía poco de una enfermedad. A menudo se despertaba al amanecer para irse al bosque a recoger las manzanas de los árboles y no volvía a casa hasta altas horas de la noche, solo cuando terminaba de venderlas todas. Únicamente comía las manzanas que estaban estropeadas o que tenían gusanos, dejando las de mejor estado para vender. “Manzanas, manzanas frescas, ¡vendo manzanas recién cogidas del árbol!” Las manzanas que vendía Elena eran tan dulces como la miel, ya que reflejaban el estado de su corazón. Incluso las hadas del boque la bendecían mientras recogía las manzanas. Pero a medida que las manzanas se iban haciendo más populares y muchas más personas querían comprarlas, tuvo que levantarse incluso más temprano para poder coger más. Un día, el príncipe que iba caminando en esos momentos por la calle, entró en su tienda de manzanas. “Señorita, tienes que pagar los impues… No, he venido porque he escuchado grandes alabanzas sobre tus deliciosas manzanas.” Al escucharlo, Elena limpió con un paño una manzana roja bien jugosa se la dio al príncipe. “Estoy organizando… Un baile este sábado. Sin embargo, todavía no tengo pareja, ¿me permites que te invite?” – dijo después de poner una cara de satisfacción tras comerse la manzana. El príncipe estaba intentando cortejarla… no, ¡le estaba pidiendo una cita! “Lo siento, pero tengo muchas cosas que hacer, no tengo tiempo.” – respondió Elena que no sabía muy bien qué hacer. La niña tenía varias hermanastras y una madrastra que la maltrataba. “Pero no tendrás que trabajar ese día. Todos descansan ya que es el cumpleaños de Su Majestad, el Rey. ¿Quién te obliga a trabajar?” El príncipe no solo era guapo, sino que también era muy sabio. El pasado de Elena era bastante famoso en todo el reino, por lo que el príncipe era bastante consciente de su situación. “Nadie puede obligarte a trabajar, ya que no pueden ignorar mis órdenes. Soy el príncipe.” Su nueva madre y sus hermanastras se pusieron pálidas ante esas palabras y no se atrevieron a mantener a Elena trabajando e ignorar la advertencia del príncipe. Por lo que solo pudieron permitir que asistiese al baile en la fecha prevista. Un sábado. Al príncipe le gustaba esa mujer bondadosa y pensaba que podría vivir con ella por el resto de su vida. Sin embargo, desafortunadamente, al final Elena no pudo ir al baile. No tenía un buen bolso que llevar a tal evento.
* * *
¡Una historia de tercera categoría que había inventado sobre la marcha! Las jóvenes sirenas, que eran muy sensibles, comenzaron a llorar. “Buuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaa…” “¡Buuuuuuuuuuuuaa!” Weed recogió diligentemente las lágrimas que caían sobre la cubierta en una botella. A cambio de las lágrimas les vendió todo tipo de ropa, bolsos y accesorios como si estuviera vendiendo golosinas. Al final, exceptuando los objetos que eran más fáciles de vender, ¡había conseguido una ganancia de al menos 35.000 monedas de oro! La mayoría de las antigüedades que había conseguido de las sirenas solo podría valorarlas correctamente cuando regresara al continente. Las espadas oxidadas no valían nada, pero podía fundirlas para crear otras nuevas. También la artesanía de las sirenas, o los accesorios que le habían dado, podrían alcanzar un precio alto en el continente. Esas 35.000 monedas de oro era su cálculo más conservador, por lo que estaba seguro que sus beneficios en un solo día habían sido astronómicos. “Gracias, lo usaré bien.” “Vuelve cuando quieras.” “Regresaré mañana.” “Entonces habrá muchos productos nuevos esperándote.” Las sirenas vestidas con sus ropas nuevas, los sombreros y los bolsos saltaron al mar. Los jugadores envidiaban la riqueza de las sirenas, pero no podían permitirse atacarlas. Según las leyendas del Continente de Versalles, las sirenas eran las hijas favoritas del dios del mar y tenían una gran amistad con los dragones marinos. Así que cazarlas traería una terrible tribulación divina sobre los cazadores. Además, como gobernaban sobre los animales marinos, enojarlas solo podría traer dolores de cabeza. Pero, por el contrario, Weed, que se había mantenido fiel a sus principios de estafar a sus clientes mientras los mantenía contentos, recibió sus agradecimientos. “Como mujeres, las sirenas seguro que se enamoran de los zapatos, pero es un problema que no pueda venderles unos zapatos de tacón nuevos por un precio realmente exorbitante… Ya sé, voy a crear algunos con forma de aleta y probaré a vendérselos mañana.” Weed estaba ocupado dedicando todos sus pensamientos a corromper a las sirenas más inocentes. Ya fuera en tierra o en mar, las personas terminaban siendo víctimas tras el paso de Weed.
* * *
Navegar de regreso a la parte Norte del continente, donde se ubicaba la ciudad de Morata, fue mucho más rápido que viajar hasta Las Falanges, gracias a los vientos y las corrientes marinas. Los amaneceres y los atardeceres eran maravillosos mientras escuchaban el suave murmullo de las olas. Un viaje por mar era ideal para crear recuerdos especiales y románticos. Hwaryeong y el resto del equipo disfrutaban del raro crucero tomando el sol en la cubierta y observando las maravillosas vistas del mar. Incluso Amarillento estaba descansando sobre la cálida cubierta, tumbado boca abajo. ¡Muuuuuuuuuuuu! Estaba tomando un merecido descanso, mientras comía un estofado de pulpo. Un toro no solía poder comer esas delicadezas, ¡pero podía deducirla de su salario! Amarillento cerró los ojos y descansó plácidamente. Había trabajado mucho en Las Falanges y se había ganado un merecido descanso. En su viaje de regreso a Morata, Weed y las esculturas vivientes se habían repartido en tres embarcaciones diferentes. Pero había un enorme animal, parecido a una isla, que los seguía continuamente. Era una escultura viviente del tamaño de una palmera cuando abandonaron Las Falanges, pero tras pasar largas temporadas en el mar consumiendo arrecifes de coral y a otros peces, había crecido de tamaño. Sus escamas brillaban gracias al agua de mar y la luz del sol. ¡Y solo por su apariencia parecía poseer una fuerza inmensa! Los wyverns, debido a su peso, no podían posarse en las naves, por lo que iban planeando sobre la flota. De repente, Wy-7 plegó sus alas y se sumergió en el mar para resurgir poco después. También Surka, que tenía miedo a las alturas, saltaba al agua para intentar atrapar peces mientras disfrutaba del mar. “¿Cuál es tu nombre?” El pez sobresalió un poco sobre la superficie del agua y sacó su cabeza sobre el mar. “Tortuga.” – respondió el animal sobresaliendo del mar. “¿Eres una tortuga? No tienes concha, no creo que seas una tortuga.” “Tortuga, tortuga.” La escultura viviente se llamaba a sí mismo ‘Tortuga’. Esta era una de las pocas obras maestras existentes en Las Falanges creada por el escultor Latcherry, que solo había tallado criaturas extinguidas durante toda su vida. El nombre original de esta criatura era ¡’Tortuga Marina Ignota’! Era una tortuga gigantesca que vivía en las profundidades de los mares y, cuando maduraba, se le formaba un caparazón que cubría todo su cuerpo menos la cabeza y la cola. Había muchas formas de vida extintas y raras a las que les había dado vida en Las Falanges, así como algunas con un aspecto artístico muy hermoso.
* * *
Weed estaba cosiendo botones en las muñecas de trapo. ¡Ponerle ojos era una de las tareas más sensibles! Estaba harto y cansado de hacerlo, pero no podía cometer ningún error mientras cosía los ojos. “Debo pulir las conchas para que hagan de botones. El valor del producto debería aumentar si uso conchas de diferentes colores. Así me ahorro los costes de un botón y podré venderlas a mejor precio ya que tendrán una característica única.” ¡Weed creía en el principio de producir barato y vender caro para estafar a los clientes! También estaba revisando algunos de los mapas antiguos que había conseguido de las sirenas. “¡[Identificar]!”

Trozo de mapa del Mar de Planetis
Durabilidad: 3/10.
Un mapa viejo con algunos puntos ilegibles.
Creado en base a posiciones astronómicas, el viento y las corrientes marinas.
Grado de Tesoro: ‘D’.
“¿Un mapa del tesoro?” Había una buena posibilidad de que condujera a algún tesoro escondido de los piratas o a un naufragio. O quizás hacia alguna información sobre un valioso animal marino. Era una pena que algunos de los fragmentos del mapa fueran ilegibles por su deterioro. “A lo mejor Yurin es capaz de restaurarlo.” La recuperación de mapas era una de las habilidades que solo poseían exploradores y pintores. Obviamente, Weed no tenía ni idea de cómo repararlo. Su habilidad con la pintura era baja y solo era capaz de mezclar pintura en un bote. Había tenido que aprender, ya que necesitaba usar tintes para teñir la ropa, que era la única manera en la que podía crear ropas coloridas a diferencia de las armaduras en las que solo necesitaba combinar diferentes tipos de metales. “Un mapa de grado ‘D’ no da las suficientes ganancias como para cubrir el esfuerzo necesario para conseguirlo.” Weed sabía que había una gran variedad de aventuras en el mar y tenía un montón de mapas que había conseguido de las sirenas. ¡Había mapas que apuntaban a lugares con animales marinos, remolinos y cuevas submarinas! Había muchas cosas que hacer en el mar al igual que en tierra. Sin embargo, aventurarse en el mar con el nivel de [Navegación] actual de Weed llevaría demasiado tiempo. Dedicar todos sus esfuerzos a buscar información sobre corrientes oceánicas, fosas marinas, arrecifes y vientos llevaría por lo menos uno o dos años. Había terminado viajando hasta Las Falanges porque había conseguido un mapa y una misión, pero hacer aventuras en el mar era una historia completamente diferente. “Debería usar estos mapas para hacer ropa.” Iba a crear un nuevo diseño de ropa para venderla bajo la etiqueta ‘Sigue el tesoro’. Además, podía aprovechar esos mapas para reparar ropa en mal estado o hacer bolsos nuevos. “Con un poco de suerte encontraré buenos compradores.” – dijo Weed mientras pensaba en que la ropa que tenía tesoros ocultos en su tela se iba a vender por un precio muy elevado. No había muchas cosas que hacer durante el viaje, así que comenzó a coser los mapas. Zephyr estaba como siempre, absorto pescando en el mar, mientras que Pale y Maylon estaban escondidos fuera de la vista de los demás dándose, tímidamente, de comer el uno al otro unos trocitos de pescado. Mientras tanto, Hwaryeong y Bellot estaban tomando el sol, tumbadas sobre la cubierta, junto a Surka y Romuna, que estaban sentadas admirando a los animales marinos. Seoyoon había estado de pie sobre la cubierta observando a Weed coser la ropa, pero al final, se había subido al puesto del vigía para mirar el mar. Su cara había estado cubierta durante la lucha con su Yelmo del Coraje del Guerreo, pero ahora su cabello se mecía al viento creando una escena digna de un cuadro. No hablaba con nadie que no fuera Weed y ni siquiera dejaba que otra persona escuchara su voz. Todavía se sentía incomoda y no se planteaba cambiar por ahora. “Estoy realmente en deuda por lo que ha pasado en Las Falanges… Solo pude completar la misión y luchar contra el gremio Hermes gracias a su ayuda.” – dijo Weed, aunque en realidad no podía acercarse y hablar con ella a pesar de verla sola. Obviamente estaba muy agradecido con ella, pero no podía tratarla como antes ya que recordaba la cara de su padre cada vez que la miraba. La única forma de comunicarse entre los dos eran las miradas ocasionales que se lanzaban cuando le daba algo de comida. “Debería hacer alguna escultura.” – dijo Weed mientras recogía algo de agua de mar y la elevaba hacia el cielo creando algunas nubes. Eran nubes blancas y oscuras. El mar era un lugar óptimo para familiarizarse con [Esculpir las nubes]. Era una visión hermosa y desconcertante, por lo que se convertiría en un tema candente cuando regresara al continente de Versalles. Seoyoon levantó la vista hacia el cielo. Weed siempre tallaba con la idea de aumentar sus habilidades de [Dominio de la Escultura], mejorar sus puntos de [Arte] y elevar su [Fama], pero en esta ocasión, al final terminó creando una escultura sorprendente. Era una escena que mostraba el momento en el que estuvieron comiendo carne a la parrilla en la casa de troncos del Instructor. Las nubes talladas solían tener formas vagas que recordaban a alguna cosa, pero la habilidad de Weed era lo suficientemente buena como para que, en este caso, las figuras fueran reconocibles. Por supuesto, ¡no era una escultura muy valiosa! Seoyoon seguía usando una máscara, por lo que era difícil saber qué tipo de expresión tenía, pero Weed pensó que estaría feliz observando la nube. “Hay muchas nubes flotando sobre el mar. Esta zona debe estar llena de productos de alto valor. Me pregunto cuánto podré ganar si capturo cientos de cangrejos gigantes y los vendo en el continente. También puedo atrapar algunos sargos frescos y sacar berberechos de la costa…” El mar era un almacén de recursos naturales. La captura y venta de productos marinos generaba grandes cantidades de dinero. “Si pudiera hacer especulaciones con los productos marinos como hago con los de tierra…” Al final, atravesaron el mar rápidamente y se dirigieron a la parte Norte del continente.
* * *
En Morata, algunos usuarios ataviados con armaduras de cuero, tenían prisa por salir de viaje. “Señor herrero, ¿cuándo estará lista la espada que encargué?” “¿Cuál es tu nombre?” “Me llamo Guiso de Anchoas.” “Eres el número 23, me temo que tendrás que esperar al menos dos días.” “¡Arrg! ¿No puede estar antes?” “Mira a todas las personas que están esperando.” ¡La fila de clientes que estaba haciendo cola en la herrería para hacer un encargo era enorme! Esta situación no estaba pasando en un único lugar. Los herreros y artesanos estaban gritando usando hechizos de amplificación de voz. “Vendo Flechas púrpuras. Sus puntas están sumergidas en plantas venenosas de las colinas cercanas a Morata. Es mejor que os deis prisa, solo quedan 2.000 unidades.” “Soy un mago habilidoso y estoy buscando un grupo para ir de caza. Invítame si estás dispuesto a ir a cazar en serio durante dos días. También puedo lanzar magia de apoyo con la garantía de que durará al menos tres días.” “Somos tres guerreros que se enfrentan directamente a los monstruos nada más verlos. Necesitamos un sacerdote que nos acompañe a la mazmorra.” “Vendo ochenta Espadas de acero frío. Las vendo por 150 monedas de oro, sin regateos. Se venderán en estricto orden de llegada.” “¿Necesitas un guía para ir a las mazmorras?” ¡La ciudad de Morata mostraba una gran vitalidad! Las personas no podían ocultar su placer por viajar, irse de aventura o a cazar. Después de comprar y vender algunos objetos en la plaza, los jugadores formaban grupos y partían hacia las mazmorras a cazar. “¡Ven aquí!” Muuuuuuuuuuuuuu Un rasgo único de Morata era que casi todos los usuarios caminaban arrastrando un ternero, aunque no fueran comerciantes. Montar una vaca era más rápido que caminar y también tenía la ventaja de que podían cargar una gran cantidad de bolsas. Había muchos casos de familias que jugaban juntas a Royal Road. “Necesito comprarle a mi hermano una espada larga… Supongo que debo vender mi vaca.” Las vacas eran uno de los productos más demandados de Morata, incluso se podían intercambiar equipos, ya que todos los jugadores nuevos deseaban una. Algunos jugadores habían llegado a abrir un hilo en los foros titulado: ‘Cómo crecer en Morata’

Título: ¡A los nuevos jugadores de Morata!
Mi nombre es Derbel , un usuario que comenzó sus aventuras en Royal Road en el Continente Central y finalmente conseguí establecerme en Morata y comprar una pequeña choza.
Estoy escribiendo esto para informar a los novatos que empiezan en Morata de algunas cosas:
1) Admira las esculturas.
El Señor de Morata es uno de los grandes escultores y sus obras se encuentras localizadas por distintos lugares de la ciudad. Dependiendo de tu profesión, ir a observar las esculturas será de gran ayuda.
Es una gran fortuna poder ver estatuas que no está disponibles en el Continente Central. Hay hadas que deambulan alrededor de la Torre de la Luz a altas horas de la noche. Se pueden encontrar sacerdotes de Freya cerca de la estatua de su diosa.

2) Reúne suficiente dinero para poder visitar el Centro de Artes.
El Centro de Artes de Morata es un lugar de visita obligada, que es difícil de encontrar en cualquier otra parte del Continente de Versalles. Las bonificaciones que conseguirás en tus estadísticas serán de gran ayuda durante tus días de novato.
Imagina lo bueno que es tener un Centro de Artes a la vuelta de la esquina, cuando el resto de jugadores del Continente de Versalles tienen que viajar hasta aquí si quieren verlo.
La tarifa de 3 monedas de oro es una gran cantidad para un novato, pero puedo asegurarte que vale la pena. Cuando observes las obras de arte, realmente comenzarás a respetar a los usuarios con clase de escultor o de pintor, y los tratarás muy bien.
No te olvides, cuantas más obras de arte tenga el Centro de Artes, más beneficios conseguiremos nosotros.

3)No te alejes demasiado.
Morata es una ciudad en constante evolución que crece día a día. Probablemente no hay otra ciudad como esta en todo el Continente de Versalles. Pero como parte negativa, hay muchas áreas en el Norte que no están descubiertas, a pesar del continuo esfuerzo de los grupos de exploradores. Por ello, la probabilidad de sobrevivir es mínima si te alejas demasiado de la ciudad sin estar adecuadamente preparado.
Aunque puede ser algo de sentido común, os cuento esto porque hay una gran cantidad de usuarios que han muerto en lugares ocultos.

4) Trabaja con tus compañeros
Hay muchos usuarios que son de un nivel similar al tuyo en Morata. Intenta vivir tus aventuras con ellos mientras aumentáis de nivel. Muchos terminarán siendo tus amigos y eso será muy útil más adelante.

5) Elije tu profesión libremente.
Una de las profesiones que está en boca de todos últimamente es la de “Elementalista”. ¡La alegría de irse de caza con GuijarroAbrasador y HombreLodo! Además, la apariencia de un elementalista es encantadora y hermosa. Sin embargo, hay muchos otros trabajos disponibles en Morata, elige uno que no te sea aburrido. El propio Señor de la ciudad es un escultor.
Puedes probar con una profesión no orientada al combate, como la de “Artista” o alguna de las clases de producción. Hay muchas opciones con una alta demanda. Incluso convertirse en un sacerdote de Freya es una buena opción.
No olvides que nada es más importante que vagar por el Continente de Versalles con la profesión que realmente deseas.

6) Compra tu propia casa.
Es fácil conseguir una casa en Morata; aunque solo sea una choza, ten por seguro que te encantará. Las casas se pueden usar para descansar o para guardar objetos e incluso se puede plantar un árbol en el jardín.
Intenta conseguir agua bendita del Templo de Freya después de completar una aventura para regar tu árbol. Crecerá más rápido y podrás tener más fruta. No solo puedes vender esas frutas en el mercado para ganar dinero, sino que también crecen bajo las bendiciones de la diosa Freya, por lo que al comerlas puedes conseguir bonificaciones de [Suerte] y muchos otros efectos adicionales.
7) Reúne objetos que demande la población civil.
Recolectar piel de las bestias y monstruos que habitan en los alrededores de Morata puede elevar tu amistad con los residentes de la ciudad. Incluso puedes conseguir objetos en el proceso, por lo que es una buena forma de ganar dinero y comprar equipo nuevo.

8) Usa las fuerzas del Orden Público.
Este es uno de los puntos más importantes de Morata, por lo que es algo que quiero remarcar.
He estado en muchos castillos y ciudades en el Continente Central, pero lo que realmente distingue a Morata de cualquier otro sitio, aparte de sus avances en el mundo del Arte, son sus fuerzas del Orden Público. Creo que puedo asumir que el Señor de Morata tiene una alta puntuación en la estadística de [Fama], gracias a las muchas misiones que ha resuelto con éxito. Además, esta ciudad está rodeada de mazmorras y terrenos de caza aún por controlar.
Por ello, las fuerzas armadas de Morata han estado cooperando continuamente con los sacerdotes de la Orden de Freya para mantener el orden en las áreas circundantes mediante la caza.
Si te unes a un equipo de expedición y cazas con diligencia, tus puntos de amistad y contribución con la ciudad aumentarán. Esta es una de las mejores formas de aumentar tus estadísticas y ganar puntos de experiencia.
Todos debéis saber que el Señor de Morata tiene una alta amistad con todos los soldados y civiles. No hay casualidades en el mundo. Las personas que han elevado sus estadísticas admirando esculturas deben saber cuán útil es acumular estos puntos extras.
Todos podemos ser como Weed.

9) Haz misiones.
Muchos de los civiles que estaban dispersos por el Norte se están reuniendo en Morata. Y entre ellos hay muchos que tienen antigüedades históricas o historias únicas. Si haces sus misiones tendrás una alta probabilidad de encontrar misiones en cadena. Aunque sea duro, esfuérzate por completarlas.
Debes disfrutar de cada parte del Continente de Versalles.

He intentado hacerlo simple, pero me emocioné cuando empecé a escribir y se ha hecho un poco largo. Si veis a Derbel blandiendo una lanza en Morata, di “Hola”.
Era un mensaje escrito por un ranger de alto nivel que vivía en Morata. Decenas de usuarios con alto nivel en Royal Road estaban llegando hasta la ciudad y Derbel era uno de ellos. Su artículo tenía más de 7.000 comentarios. Iche y Eira eran sacerdotisas en Morata. Eran parte de la Orden de Freya, pero también hacían aventuras. Aunque era difícil ir de caza para los sacerdotes, era una de las mejores profesiones cuando luchaban junto a los paladines. “Dicen que el escultor Weed es una persona que da confianza. Se dice que ninguna solicitud es imposible para él.” – dijo la vieja sacerdotisa. “La Orden de Freya nunca dejará de agradecer a Weed por todos sus esfuerzos. Él fue quien recuperó los Santos tesoros sagrados de la Orden de Freya .” – expresó uno de los paladines. “Deberías saber que el escultor Weed ha completado otra misión con éxito. Me gustaría participar en una aventura como esa o, al menos, escuchar hablar sobre ella.” Los civiles que murmuraban sobre Weed y sus aventuras eran bastante comunes en Morata, dado que era su Señor y las solicitudes que había completado tenían un gran impacto en la ciudad. “¿Cómo debe ser Weed?” “Es un hombre valiente e inteligente que nunca retrocede.” La pasión por Weed no solo era compartida por Iche y Eira, sino por todas las usuarias de Morata.