Volumen 26 Capítulo 7
La historia de las cuatro razas
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
El pueblo de Pavroa estaba ubicado a las afueras del Bosque de la Vida. Era una aldea que atraía a una gran cantidad de turismo por sus frutas.
“Se siente como si estuviéramos aquí para dar un paseo por la Naturaleza…”
“Cariño, este lugar parece mucho mejor que el complejo donde hicimos nuestra luna de miel.”
Había muchas parejas cogidas de las manos por todo el bosque. La luz se filtraba a través de los huecos de las elevadas copas de los árboles y pequeñas criaturas corrían por el suelo, contribuyendo a crear un lugar de vacaciones encantador. Conejos, venados y zorros vagaban por todas partes, bebiendo del arroyo cercano a la aldea. Los animales no huían si la gente se les acercaba. Las bestias peligrosas, como los leones o los osos, actuaban dócilmente para recibir algo de comer.
Debido a que este era un pueblo gobernado por elfos, la caza de animales estaba prohibida. Era una norma que llevaba mucho tiempo activa, haciendo que el hombre y los animales pudieran vivir en armonía.
De repente, Weed y Yurin aparecieron con un parpadeo en la entrada de la aldea de Pavroa.
“Hmm, hay tantas cosas para comer aquí.” – concluyó Weed después de ver a todos los animales deambulando.
“Hermano, hay tanto que podríamos comer aquí cuando tengamos hambre.” – respondió Yurin asintiendo a su lado.
“Ya he comido, pero tengo hambre otra vez.”
Solo veían a los animales como alimento.
Ignorando el hambre, Weed y Yurin entraron en la aldea de los elfos. Bajo los árboles se podía ver a numerosos elfos patrullando. Había una tienda de armas élficas, una taberna especializada en comidas con frutas e incluso una posada construida sobre un árbol. Si hubiera venido a esta aldea cuando acababa de comenzar, habría tenido un gran interés en la tienda de armas y de armaduras, pero ahora fue directamente a ver a Randelia.
Gracias a su habilidad con la [Herrería], Weed podía usar las armas de los elfos, pero en verdad, tratar de encontrar una buena arma en una tienda era casi imposible. Por supuesto, había artículos raros, pero ninguno de ellos era lo suficientemente decente para el nivel de Weed. Además, como el pueblo era un destino popular, ¡este lugar era una trampa para turistas!
“He venido aquí para aprender sobre la primera técnica de escultura.”
La anciana elfa Randelia estaba sentada en el centro del pueblo, junto al estanque. Fiel a su herencia élfica, tenía el pelo largo y una apariencia que desmentía su verdadera edad.
“¡Oh! Un escultor humano me visita. He oído hablar de ti, Señor de Morata; de tu justicia con los elfos, tu gran amor por las artes y por proteger la paz del continente a través de tus aventuras.”
Debido a las diversas misiones que había realizado, la anciana elfa Randelia era bastante hospitalaria.
“Sí. Mi camino en busca del Arte me ha traído aquí para obtener el conocimiento de los elfos.”
“La creación de la primera escultura es un cuento que se transmite de elfo a elfo. Los humanos perdieron sus registros y no dejaron ninguna historia sobre la escultura. Los orcos, con sus vidas cortas, la olvidaron hace tiempo y los enanos solo viven por su pasión a las piedras. Aunque no hay evidencias de que sea verdad, ¿aún deseas escucharlo?”
“Sí.”
“Fue una época en las que las cuatro razas vivían juntas en un mismo lugar. Se decía que entonces se hicieron muchas esculturas.”
Una vez más, comenzó a reproducirse un vídeo frente a Weed.
* * *
* * *
Eran los primeros días del Continente de Versalles, cuando los monstruos vagaban por todas partes impunemente. Las cosechas de las cuatro razas se veían continuamente saqueadas. Sin ningún recurso, los supervivientes se adentraron profundamente en una cueva, viviendo sus días escondidos.
Los enanos, con sus prodigiosas habilidades para excavar el suelo, crearon una red de cuevas para manejar la amenaza de los monstruos y las razas continuaron manteniéndose con vida gracias a los orcos. Eran unos guerreros competentes, y resistieron a un mundo lleno de monstruos violentos e intratables.
“Kyaaaaa.”
Era un período de antes de que el lenguaje de los humanos comenzara a tomar forma. Pero, a medida que las cuatro razas combinaron su fuerza, su número comenzó a aumentar lentamente y aprendieron cómo luchar contra los monstruos.
Los orcos eran soldados impresionantes, que no retrocedían ante ningún monstruo. Veían como su deber sacrificarse por la supervivencia continua de elfos, enanos y humanos.
Finalmente, lograron salir de su cueva y establecer una ciudad cerca de un río. Fue la primera ciudad del Continente de Versalles y se llamó Ratzeburg.
Has aceptado la misión.
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Has adquirido información sobre el origen de la civilización más antigua del Continente de Versalles.
El [Conocimiento] ha aumentado en 15 puntos.
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‘Ratzeburg…’
Esta era una historia que nunca se había registrado en los anales del Continente de Versalles, porque los registros solo se guardaron después de que se establecieran los reinos.
La imagen de Ratzeburg se mostró frente a Weed. Rodeando la ciudad había una firme barricada de madera creada por los enanos. Dentro de la ciudad podían verse casas hechas de barro y piedras esparcidas a su alrededor. En ocasiones se apreciaba a elfos durmiendo en lo alto de los árboles y se apreciaba a simple vista una gran diferencia de tamaño con solo mirar la entrada de la casa de un enano o un orco. Se veían bandadas de pájaros volando sobre las amplias llanuras, repletas de cultivos y de árboles frutales, con un río centelleante que corría tranquilamente al lado de la ciudad.
¡Ding!
Has completado la misión: [El origen de la escultura].
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Los elfos han pasado un cuento de generación en generación sobre la cooperación de las cuatro razas y el origen de la escultura.
Tal vez, ahora se pueda asumir que una parte del cuento es verdad, al menos con respecto al origen de la habilidad [Dominio de la Escultura].
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Recompensas:
Puedes ir a buscar la recompensa de la anciana elfa Randelia.
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Aunque Weed había completado la misión, no estaba contento. La búsqueda para convertirse en un Maestro Escultor no terminaba aquí, sino que continuaba como una misión en cadena.
“Aunque nuestra raza vive mucho tiempo, todavía hay un límite a la tradición oral. En este momento, las esculturas de las que hablaban o la ubicación de la ciudad en la que vivían las cuatro razas, es algo desconocido.” – continuó hablando la anciana Randelia.
“Supongo que sí.”
El continente estaba plagado de historias que contaban el auge y caída de innumerables reinos humanos. Las razas migraban en función del movimiento de los monstruos e incluso un bosque denso podía convertirse en una gran llanura con el paso de los años. ¡El Continente de Versalles tenía más de mil millones de años!
El nacimiento de cada raza y de cada monstruo ocurrió mucho después de que la Naturaleza hubiera ocupado toda la tierra, pero aun así, había ocurrido hace mucho tiempo. Todo esto había pasado hacía unos pocos miles de años, pero era una época oscura y no había sido registrada en la historia del continente. Desde entonces, decenas de miles de aldeas habían sido destruidas por los monstruos y cada raza había emigrado a su propio territorio. La composición actual del continente solo tenía unos pocos miles de años.
“Creo que solo un escultor que sea capaz de crear a partir de su imaginación lo imposible, puede encontrar la ubicación de la ciudad de Ratzeburg. Tú, un escultor humano, que recorres el resplandeciente sendero del Arte, ¿no irás y descubrirás si nosotros, los elfos, hemos estado diciendo la verdad sobre Ratzeburg?”
¡Ding!
Nueva misión: [La ciudad de Ratzeburg].
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Se dice que era una ciudad donde las cuatro razas vivían en armonía, pero actualmente, la ciudad no se puede encontrar por ninguna parte del Continente de Versalles.
¡Ve y descubre la localización de Ratzeburg!
Dificultad: Misión para ser Maestro del [Dominio de la Escultura].
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Restricciones:
La habilidad de [Dominio de la Escultura] debe estar en nivel Avanzado – 8.
Se debe poseer la habilidad [Memoria Escultural]
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¡Una continuación de la misión para convertirse en un maestro de la escultura!
“También creo que Ratzeburg existió. Iré y descubriré más sobre la ciudad donde las cuatro razas vivían en armonía.” – respondió Weed confiado.
Has aceptado la misión.
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Y entonces, Weed vislumbró que Randelia estaba pensativa. Se preguntaba qué tipo de recompensa recibiría por completar la primera misión.
‘Sería genial si me da un arco elfo. Aunque… No tiene que ser un arco, cualquier objeto élfico que aumente el poder elemental estaría bien. O incluso algo relacionado con la [Afinidad de la Naturaleza], eso no estaría mal.’
Cualquier objeto de los elfos era valioso. Los jugadores que elegían jugar como elfos en lugar de humanos, tenían una gran desventaja debido a esto. Solo había unos pocos herreros élficos en cada pueblo y, mientras cazaban, caían muy pocos objetos para ellos. Y, cuando lo hacían, solía ser equipamiento básico que solo empleaban los principiantes. Por esta razón, se requería un gran esfuerzo para conseguir objetos para elfos. Por el contrario, los elfos eran buenos con habilidades físicas básicas y eran expertos en la magia, los poderes espirituales y en el tiro con arco. Ese era el motivo por lo que, para no perder movilidad, usaban una armadura ligera de cuero.
Por fin, ¡la elfa Randelia abrió la boca de nuevo para hablar y la primera recompensa de la misión fue…!
“Si vas a la casa donde vivo, hay muchos árboles frutales en el patio trasero. Me es imposible comerlos todos, así que, por favor, toma todos los quieras.”
Ahora puedes cosechar las frutas del árbol en el patio trasero de Randelia.
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“¡Huh!”
La expresión de Weed se volvió espantosa.
¡Era como ir a la casa de un amigo rico y solo recibir ramen! ¡Y sin ni siquiera un huevo!
“Gracias. Esto es un evento bastante afortunado, ya que anhelaba poder comer algunas frutas.”
“Entonces rezo para que te conviertas en un gran escultor. Como nosotros los elfos no tenemos más información sobre Ratzeburg, siéntete libre de dejar esta tarea irrazonable cuando lo desees.”
Puedes abandonar la misión.
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Si abandonas la misión, la amistad con la elfa Randelia se perderá y tendrás que reiniciar la búsqueda para convertirte en un Maestro Escultor desde el principio.
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En lugar de perder el tiempo intentando resolver una misión imposible, el juego le daba la opción de rendirse en este mismo instante.
* * *
Weed fue al patio trasero de Randelia junto con Yurin. Había manzanas, peras, naranjas, higos, granadas, castañas, albaricoques, azufaifas y otras frutas élficas. En esta gran variedad de árboles, se podían ver frutas colgando de sus ramas.
“Esas se ven bien.”
“Hermano, últimamente la fruta está cara.”
“Es por eso que tenemos que tomarlo todo, sin dejar atrás ni una sola fruta.”
En comparación con los jugadores, que solo tomaron un pequeño mordisco para probarlas antes de ir a la siguiente, Weed era diferente.
“¡Agita el árbol tanto como puedas!” – dijo tras poner telas debajo de los frutales.
Recogieron todas las frutas que cayeron de los árboles, barriéndolas sin preocuparse si estaban en mal estado por el golpe. Los dos incluso llenaron una mochila extra y pronto, los árboles que Randelia había estado cultivando, quedaron sin una sola fruta.
“Bueno, ya podemos irnos a Ratzeburg.” – dijo Weed mientras le daba un mordisco a una manzana madura.
Como no le habían dado ninguna pista de a dónde ir, la situación solo podría describirse como desesperada. Las posibilidades de encontrar información eran tan bajas que no tenía esperanza de sacar nada, aunque preguntara a otros elfos y enanos. Pero Weed había visto el vídeo con la localización de Ratzeburg. Podría usar eso como una pista para encontrar la ubicación.
“Lo último que cambia con el paso del tiempo, es el río y el tipo de piedras de la zona.”
Había visto claramente los tipos de piedras que se habían usado para construir las casas. Con su habilidad para esculpir, Weed tenía experiencia tras tallar todo tipo de rocas por el continente.
‘Bueno, al menos puedo adivinar más o menos dónde puede estar.’
Rocas, el río, las aves y una amplia planicie. Si se tenían en cuenta todas esas variables, Weed podía aproximar la ubicación con mayor precisión.
“Necesito pensar un poco más para encontrar una ubicación más precisa…”
Necesitaba reunir más información para poder procesarlo todo junto.
“¿Volvemos a Morata?” – preguntó Yurin cuando vio a Weed vacilar, incapaz de señalar su próximo destino.
“La verdad es que no; hemos venido de Morata, así que… Vamos a la Fortaleza de Vargo. Pale, el Maestro y los hermanos están comiendo juntos, así que vamos a verlos.”
“Está bien, entonces voy a empezar a dibujar.”
Zas, zas, zas, zas.
La Fortaleza de Vargo fue dibujada con precisión y belleza. Con la fortaleza cambiando y desarrollándose rápidamente, no había necesidad de dibujarla con su forma actual. Era como si Yurin estuviera haciendo alarde de su habilidad, basada en la experiencia ganada tras realizar innumerables dibujos. Estaba dibujando una imagen de primera clase.
“¿No me dijiste hace unos días que estabas estudiando en la biblioteca? Fui a llevarte la cena, pero no pude verte allí.”
Zas, zas, zas, zas, zas, zas, zas, zas, zas, zas.
La velocidad de dibujo de Yurin aumentó una vez más.
* * *
Petrov se había convertido en una celebridad dentro de la Fortaleza de Vargo, haciendo que casi todos los habitantes de la fortaleza lo conocieran. Si bien no era muy conocido, solo era cuestión de tiempo hasta que fuera señalado como el mejor pintor del continente. Su [Fama] había aumentado lo suficiente para hacer que sus pinturas fueran cubiertas por las cadenas de televisión. Ya contaba con una gran cantidad de Obras Maestras, que lucían en las paredes de los edificios.
“Este nuevo edificio que estamos tratando de construir… Queremos que dibujes una pintura en uno de sus laterales, ¿tienes tiempo?”
“Hmm… Con la ubicación actual, no creo que mi pintura haga que se vea mejor…”
“Entonces, por favor, déjanos escuchar tu opinión. Adaptaremos nuestros planes de inmediato.”
Los arquitectos que trabajaban en la restauración de la Fortaleza de Vargo buscaban con entusiasmo las pinturas de Petrov. Era un pintor que se elevaba como una estrella por el cielo.
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El objetivo de Petrov de superar la influencia de Weed en la Fortaleza de Vargo aún estaba muy lejos. Weed había pasado por una feroz batalla contra la Legión Inmortal para recuperar la región y comandaba a residentes y soldados extremadamente leales. Superar y tomar su territorio en un corto período de tiempo no era de ninguna manera una hazaña fácil. No ayudaba que solo unos pocos residentes de la Fortaleza de Vargo disfrutaran de las artes y de la cultura, frenando todavía más el aumento de su influencia.
‘Si fuera fácil, no sería divertido. Pero al final, se hará mi voluntad.’
Pero como la pintura de Petrov cubría partes importantes de la Fortaleza de Vargo, ese día llegaría. Incluso ahora sentía un escalofrío de alegría cuando los jugadores se ponían a hablar de Arte, y siempre sacaban primero al pintor Petrov, y no al escultor Weed.
“Come tanto como quieras.”
“Guau, guau.”
Daba comida, ropa e incluso había comprado casas para las esculturas vivientes. El guardián del Hades, Cerberus, meneaba la cola como un lindo cachorro cada vez que se presentaba ante Petrov. Incluso las hadas que jugaban en la fortaleza alababan su habilidad.
- ¡Dibujas muy bien!
- ¿Puedes verme? Iaaaaaa.
- ¡Píntame! ¡Píntame! ¡Rápido!
Las hadas bromeaban mientras se sentaban sobre sus hombros o tiraban de su sombrero con malicia.
‘Es cierto, mis habilidades funcionan en cualquier parte. Bueno, eso era algo que ya sabía de antemano, por lo que realmente no hay nada por lo que estar especialmente feliz.’
Nada podría impedir el progreso de Petrov en la Fortaleza de Vargo. Las hadas respondían de forma positiva a sus retratos. Con su capacidad para manipular el espacio, las hadas se sorprendían al ver su pintura o jugar al escondite. Los jugadores de alto nivel, incluso hacían cola para encargarle una pintura y, cuando revelaba la ubicación de su nueva obra, miles de jugadores iban a admirar su pintura. Reinaba como pintor, controlando a la multitud. Justo en el momento en que Petrov estaba disfrutando con la exaltación de su éxito, algunas personas se acercaron a él y le pidieron un dibujo. Eran tres chicos de aspecto rudo.
“He escuchado que dibujas bien. Te daré veinte monedas de oro, ¿harás un retrato de los tres?”
‘¿Quién se atreve a acercarse de forma tan descarada y exigir que le haga un retrato?’ – pensó Petrov, estando a punto de burlarse de ellos.
¡Y estaban ofreciendo veinte miserables monedas de oro! Estos tres debían haber oído mal los rumores. Para un pintor novato esto habría sido una gran cantidad, pero para Petrov era varios cientos de monedas de oro menos de lo que estaba dispuesto a aceptar. Pero la indecisión le duró solo un momento. Estaba a punto de reprenderlos por decir tonterías tan absurdas y ahuyentarlos cuando…
“Hermano Geomchi3, ¿has oído que uno de nuestros muchachos se ha peleado con un chico?”
“Por supuesto. ¿No le rompió tres costillas y dos dientes en esa pelea?”
Petrov detuvo de inmediato lo que estaba a punto de decir y reevaluó momentáneamente la situación. El pensamiento de que se trataba de una conversación de pandilleros golpeó dentro de su cabeza.
“Aunque estoy algo molesto con ese chico.”
“Solo escuché por encima, pero cuando un hombre comienza a levantar su mano, ¡no puede dejarla a medias! Debiste asegurarte de que terminara con él correctamente.”
“Entiendo lo que dices. Sinceramente, me disculpo por esa falta de educación con los chicos. Deberíamos haberle destrozado por completo ambas piernas y dejar a ese chico arrastrándose por el suelo.”
Los geomchis estaban hablando sobre un nuevo aprendiz del dojo. Ese nuevo discípulo se había encontrado con un violador y, antes de que pudiera terminar su fechoría, había peleado contra el violador, que estaba armado, y evitado un incidente.
“Al menos debería haberle roto los dos brazos a ese bastardo, ¡ni siquiera se lo planteó!”
“Sí, debería haberle roto la barbilla para que tuviera que comer sopa por una pajita.”
“Hay que enseñar a los niños correctamente. Tiene que hacerlo bien la próxima vez.”
“Lo tendré en cuenta.”
“Cuando te encuentras en medio de esas situaciones, no debes pensar en tu oponente como un humano. Solo piensa que estás frente a un animal. No tienes que preocuparte por las molestias de darle una paliza hasta que esté de rodillas rogándote que acabes con su vida.”
“Me aseguraré de que ese error no vuelva a suceder.”
Como esta no era una conversación socialmente educada, Geomchi3, Geomchi4 y Geomchi5, hablaban suavemente entre ellos. Pero Petrov, que tenía curiosidad por lo que estaban murmurando, escuchó a escondidas toda la conversación.
“¡Ah! ¡Pintor! ¿Quizás estás ocupado en estos momentos?”
“No, en absoluto. Estoy libre ahora mismo.”
“Si veinte monedas de oro es poco, podemos darte más.”
“No, no. Es suficiente. Comenzaré de inmediato con el retrato.”
Petrov detuvo su trabajo con el mural y comenzó con la petición de los geomchis.
* * *
Weed y Yurin aparecieron juntos en la cima de la Torre Central. Tenían una visión general de la Fortaleza de Vargo desde ahí arriba. Abajo, los trabajos de reparación en los edificios destruidos por la batalla estaban en su apogeo, las murallas se estaban construyendo más gruesas y más altas. No era una exageración decir que toda la fortaleza era una obra de construcción gigantesca.
‘Mi precioso dinero…’
Cuando Weed vio que la antigua Fortaleza de Vargo ocupaba varias colinas y que estaban empezando a repararlas todas, se sintió superado por una repentina e inexplicable sensación: la pérdida de sus preciosos impuestos.
Existe una gran cantidad de películas, novelas, poemas y telenovelas plagados de tragedias, pero la tragedia más grande de todas es verter el dinero por el desagüe. ¡Solo el hecho de pensar en el dinero invertido en la reparación de la Fortaleza de Vargo podía hacerlo llorar como un bebé!
Pero aun así, observar la Fortaleza de Vargo sufriendo un desarrollo similar a Morata no era tan malo. Actualmente, se perfilaba como una ciudad romántica y hacía que los jugadores acudieran a la región esperando que el lugar estuviera pronto reparado. En sus puertas se podían escuchar los pasos de los jugadores cuando se reunían con los miembros de su grupo y partían del asentamiento hacia lo desconocido.
- El Señor ha regresado, ¡¡kyaaaaaa!!
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- ¡Troll! ¡Troll! Yo estaba con él en el Reino de Rosenheim.
Las hadas que se escondían dentro del collar de Weed salían de vez en cuando, lo rodeaban y se involucraban en interminables conversaciones y travesuras. Cuando Yurin levantó un dedo, varias hadas se sentaron o se aferraron a él y jugaron a su alrededor.
“Primero busquemos a los hermanos.”
Weed y Yurin fueron a donde los geomchis estaban comiendo. Se encontraban bajo la sombra de un edificio que aún no había sido reparado, preparando su comida.
“Voy a tener una buena comida gracias a los humanos.”
“Gracias por la comida, pero sería bueno tener cerveza para bajarlo.”
Había enanos y bárbaros junto a los geomchis, que habían encontrado un espíritu afín en los geomchis. Los bárbaros y los geomchis siempre estaban comparando su fuerza y se iban de caza juntos, por lo que se hicieron amigos rápidamente.
“Hay un monstruo muy difícil de matar…”
“Vamos a saltar y cortarlo en trozos.”
“¡Un guerrero capaz de atravesar una mazmorra será reconocido como un gran luchador en nuestro pueblo! Sería un honor increíble para los humanos.”
“¡Vamos a la mazmorra!”
Los geomchis y los bárbaros se compenetraban muy bien.
A medida que fueron interactuando con los enanos, comprando armas y armaduras o bebiendo, aumentaban tanto su amistad con ellos que se pasaban el día comiendo y bebiendo juntos. Los enanos y bárbaros que entraban en la fortaleza eran mucho más numerosos que antes, así que solo podían preparar una magra comida. Excluyendo a Surka, Irene, Romuna, Maylon y Hwaryeong, podían contarse cerca de 800 personas. Y fue justo en este momento en que Weed y Yurin aparecieron.
“¡¿Qué?! ¡Hermanos! ¿Cómo podéis estar comiendo como si estuvieseis en un funeral?”
“¡Weed!”
“¡Voy a preparar un magnífico banquete!”
El Señor Weed estaba aquí, y para compensar el trabajo que habían tenido que sufrir al enfrentarse a la Legión Inmortal, decidió hacerse cargo de toda la preparación de la comida.
“No voy a escatimar nada, ya que es comida para los Hermanos Mayores.”
En la Fortaleza de Vargo, los alimentos básicos no eran abundantes ya que todo tenía que ser importado desde Morata. Pero los bárbaros del grupo habían traído más de 4.000 kilos de carnes diferentes de sus cacerías.
‘Con esa cantidad, como mucho podrán comer cinco kilos de carne por persona. Quedarse sin carne durante una fiesta no va a servir.’
Aunque una persona común quedaría satisfecha tras comer un kilo de carne, los geomchis eran tan glotones que serían capaces de comer hasta estar a las puertas de la muerte. No tenían ningún sentido común cuando se trataba de comida o de peleas y, encima de eso, comer carne mientras soplaba una suave brisa fresca, los hacía más hambrientos de lo normal.
‘Voy a tener que usar mi autoridad como Señor.’
En la Fortaleza de Vargo muchos residentes formaban parte de los trabajos de reparación. De una forma u otra, ya que tenía que proporcionar comida a los trabajadores, decidió hacerlo de buena gana.
“¡Ventana de información de la región!”
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La situación actual era incomparable a Morata. Con la tasa de desarrollo actual de Morata, su crecimiento económico cada pocos días era similar al de toda la actividad económica que había tenido lugar en la Fortaleza de Vargo. Pero si se tenía en cuenta la gran cantidad de comercio que había con las otras razas y con sus terrenos de caza, extremadamente duros, dispersos por las cercanías, el potencial económico de la fortaleza era enorme. Si conseguía restablecer el orden público, la superpoblada Morata podría enviar una gran cantidad de población a la Fortaleza de Vargo y su desarrollo explotaría. Weed pensaba que gobernar sobre dos territorios en lugar de uno solo era mucho mejor.
‘Así puedo recaudar más impuestos.’
A pesar de que se consideraba la zona de la Fortaleza de Vargo como terreno en recuperación, la velocidad de las reparaciones iba a un ritmo increíble. Tras concluir la batalla contra la Legión Inmortal, resultaba raro encontrar un edificio utilizable. Las murallas estaban en un estado en el que ni siquiera se podía evitar que un lobo hambriento penetrara en la fortaleza; pero ahora se estaba volviendo casi inexpugnable.
“¡Orden del Señor!”
Orden del Señor de la Fortaleza
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Usas tu autoridad como Señor de la región para dar órdenes a sus habitantes.
Si tiene que ser ejecutada por la fuerza, puedes reducir la lealtad de los residentes y desestabilizar el orden público.
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“Libera la carne de los almacenes del castillo del Señor y déjalos comer todo lo que quieran.”
En la Fortaleza de Vargo, los almacenes habían sido una prioridad a la hora de comenzar la reconstrucción, para así poder acumular los alimentos llegados desde Morata.
¿Estás seguro de que deseas liberar las reservas de carne de los almacenes y dárselos a los residentes?
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“Vamos a comer.”
Siguiendo las órdenes del Señor, la carne está siendo distribuida entre los residentes de la fortaleza.
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Se abrieron las puertas de los almacenes de alimentos y los residentes pudieron coger tanta carne como quisieran. Como había una gran cantidad de caza en los alrededores de la fortaleza, había una gran reserva de carne.
Weed construyó una torre de carne de veinte metros de altura. Para cualquier persona común, esta cantidad sería suficiente para enfermarla y hacerla aborrecer la carne, pero tuvo un efecto diferente en los geomchis. Les estaba abriendo el apetito.
“¡Hagamos una barbacoa y comámoslo todo!”
“¡UAAAAAAAAAAAAAA!”
“Como se esperaba de Weed.”
“El Señor humano de la Fortaleza de Vargo es bastante generoso.”
Solo mostrando su generosidad las personas expresaban su gratitud.
“Um, perdona… Si toda la carne de los almacenes se termina, ¿qué comerán mañana?” – preguntó Irene acercándose hasta él.
“Bueno, ya sabes lo que dicen: nunca dejes para mañana lo que debes hacer hoy.”
“¿Qué?”
“Es una moraleja que dice que deberíamos pensar en el trabajo de mañana… Mañana.”
“……”
Weed estaba interpretando el refrán a su manera. En cualquier caso, una fiesta de carne estalló en la Fortaleza de Vargo. Los comerciantes que hacían negocios pararon para asar algo de carne, los jugadores que estaban a punto de partir para una aventura se reunieron en grupos de dos o tres y formaron una hoguera. En ningún otro lugar que no fuera la Fortaleza de Vargo se podría ver a diez mil jugadores asando y comiendo carne. Weed estaba cocinando rápidamente un estofado y otros platos que se complementaban bien con la carne. ¡Empezó a colocar los platos en una mesa grande para diez personas! A medida que la ingente cantidad de platos comenzaba a cubrir la mesa, los jugadores empezaron a pensar uno tras otro:
‘Con su gran habilidad para [Cocinar], solo el aroma me está haciendo babear.’
‘Necesito casarme con un chico que sea igual de bueno cocinando. Alguien como Weed, que siempre preparare el desayuno, sería perfecto.’
‘Puede cocinar tal cantidad de platos a esa velocidad…’
Como el plato principal de carne aún tenía que terminar de cocinarse, nadie probaba ninguno de los otros platos. Mientras, los Instructores y los aprendices estaban impacientes; no tenían otra opción que esperar, ya que Geomchi estaba sentado sin comer.
Weed estaba cocinando grandes cantidades de comida a la vez para colocarlas y compartirlas en cada mesa, aunque sus preparativos eran extremadamente rápidos. Las frutas y las verduras, junto a los peces que había pescado Zephyr, fueron preparados y colocados sobre la mesa. Al ver los abundantes alimentos colocados en la mesa, uno tendría la sensación de que podría comer hasta que su estómago reventase. Incluso los jugadores que habían venido a ver a Weed comenzaron a babear al verlos. Una vez que la mesa estuvo llena de comida, la carne se terminó de cocinar y se añadió a la mesa rápidamente.
¡Craaack!
La mesa no pudo soportar el peso y, con un gran sonido, sus cuatro patas se doblaron y se rompieron. Y esto había ocurrido porque Weed había debilitado la mesa, serrándole ligeramente las patas. ¡Nada abre el apetito como una mesa que se rompe por el peso de la comida! Los geomchis levantaron sus tenedores.
“¡Comamos!”
“¡A por ellos!”
Una fiesta repleta de platos de carne comenzó en la Fortaleza de Vargo.