sábado, 11 de mayo de 2019

TATE Capítulo 19

Capítulo 19
Recordando su bestia negra
Traducido por Lord
Corregido por DaniR
Editado por Tars


00:17
En apenas 17 minutos más comenzará la ola que el reloj había anticipado. Esta noticia ya debería ser conocida en la ciudad. Los escuadrones de caballeros y aventureros estaban preparados y listos para salir al instante, mientras que los civiles se atrincheraban en sus propias casas. Como era un héroe, ni siquiera podía intentar escapar de la aparición de la ola debido al poder del reloj de arena. Lo mismo se aplicaba a los miembros de mi equipo; era probable que Raftalia fuera teletransportada conmigo. “Ya casi es la hora, Raftalia.” “¡Aye!” – Raftalia asintió con un gesto extrañamente entusiasta y emocionado. Bueno, no le hice ninguna objeción ya que era una bendición tenerla tan motivada. “Amo Naofumi… ¿Puedo hablar contigo un momento?” “¿Hm? Eso debería estar bien, ¿cuál es tu preocupación?” “¡Ah, no! De alguna manera me siento muy emocionada, ya que pronto estaremos luchando contra la calamidad.” ¿Por qué murmuraba esto y levantaba su propia bandera de muerte…? La protegeré porque sería una pena que muriera… Espera, eso no es propio de mí; estaba siendo influenciado por demasiado anime y manga. Aunque este mundo es como un juego, definitivamente no lo es. Este mundo es real. Y mira eso, esos héroes de mierda tienen un equipo tan bueno. Ni siquiera sabía si mi armadura era lo suficientemente fuerte o no. Era probable que yo sufriera algunas heridas. Aunque sería estupendo que esta batalla terminara solo con heridas, ya que incluso podría perder la vida. Si eso sucediera, el montón de basura de este país se regocijaría al ver mi cadáver. ‘Un final apropiado para un criminal.’ Vamos a parar eso… Si sigo pensando así, no podré luchar para poder malvivir otro mes. “La verdad es que… Fui esclavizada debido a la aparición de la primera calamidad.” “¿Es eso cierto…?” Ciertamente, había llegado a pensar que existía una pequeña posibilidad de que hubiera sido el caso. “Yo vivía en una región remota de este país. La aldea semi-humana en la que crecí estaba centrada en la agricultura y la ganadería; y fue el punto de aparición de la primera ola.” Sus padres eran amables y todos en el pueblo vivían en paz. Sin embargo, una enorme horda de soldados esqueleto salió de entre la ola del desastre. Al principio, los soldados esqueleto solo tenían a su favor su gran número, por lo que los aventureros de los alrededores pudieron reprimirlos. Pero las bestias y los escarabajos gigantes siguieron atacando en grandes cantidades. Debido a eso, la línea defensiva pronto fue penetrada. Entonces apareció un cerbero de tres cabezas, negro como la boca del lobo. Y los aldeanos se vieron pisoteados como si fuesen indefensos brotes de hierba. Mientras la aldea de Raftalia quedaba desolada e irreconocible, los aldeanos trataron desesperadamente de escapar. Desafortunadamente, los monstruos fueron despiadados; asesinaron a todos como si fuera el deporte más divertido del mundo. Y, como todos los demás, los padres de Raftalia corrieron con ella en brazos y también huyeron hasta que finalmente llegaron al borde de un acantilado. Sabiendo que escapar era inútil, ambos padres se giraron hacia Raftalia y sonrieron. No usaron ese tiempo para escapar, sino para acariciar suavemente su asustada cabeza. “Raftalia… De ahora en adelante, seguramente te encontrarás en una situación terrible. Podrías incluso morir por ello.” “Pero, ¿sabes qué, Raftalia? Ambos queremos que sigas viviendo… Así que, por favor, perdónanos por nuestro egoísmo.” Aunque era joven, sabía en su corazón que sus padres solo intentaban mantenerla a salvo. “¡Noo! ¡Mami! ¡Papi!” *¡Don! * Su mayor deseo era que Raftalia viviera, así que la empujaron al precipicio. Mientras caía, Raftalia fue testigo de la escena en la que sus padres eran atacados por monstruos despiadados. Raftalia se sumergió en el mar con un gran chapuzón, pero sobrevivió milagrosamente y fue arrastrada a la orilla de una playa cercana. Después de recobrar el sentido, Raftalia se levantó y regresó al acantilado en busca de sus padres. Para entonces, los monstruos ya habían sido subyugados por los aventureros y los escuadrones de caballeros. Caminando por el mar de cadáveres con gran dificultad, logró localizar a sus padres. En ese lugar había una gran cantidad de sangre… Y restos de carne esparcidos por todas partes. Al darse cuenta de la muerte de sus padres, Raftalia se derrumbó al romperse algo en lo más profundo de su ser. “¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!” Luego deambuló sin rumbo, sollozando y deseando sinceramente la calidez de sus padres en un esfuerzo por escapar de la realidad. Y, antes de que se diera cuenta, ya había sido encarcelada en ese oscuro rincón de la carpa del circo. Ese lugar… Era comparable al infierno. Todos los días, alguien era comprado o devuelto. Raftalia también se encontró entre esos casos. Al principio, pensaron en convertirla en sirvienta. Un noble bien acaudalado la compró y trató de enseñarle muchas cosas. Pero la tos ya era bastante molesta, y además gritaba como una doncella espectral por la noche. Así que, al día siguiente, fue devuelta a la tienda de campaña. El siguiente comprador también intentó enseñar a Raftalia varias cosas, pero de nuevo fue devuelta inmediatamente al día siguiente. El dueño anterior a mí fue el comprador más cruel de todos. La compraron una tarde, la azotaron durante toda la noche, y la revendieron, hecha jirones y desgarrada, a la mañana siguiente. No me sorprendía en lo más mínimo que este país tuviera enfermos que se complacían en infligir dolor a otros. Estaba destrozada por la enfermedad, su corazón casi roto por las pesadillas recurrentes, y había sido usada y abandonada incontables veces… Eso fue cuando la compré. “Sabes, estoy muy contenta de haberte conocido, Amo Naofumi.” “Sí…” “Al fin y al cabo, tú has sido el que me ha enseñado a vivir una vida adecuada.” “Sí…” – respondí distraídamente ante la historia de Raftalia con un tono mecánico. Esto no importaba mucho de todos modos. “Por esa razón, por favor, permíteme una oportunidad. Una oportunidad para enfrentar esta ola.” “Sí…” “Con eso dicho, ¡me esforzaré al máximo!” “¡Ah…! Amm… Hazlo lo mejor que puedas.” Incluso yo pensaba que estaba actuando demasiado cruel. Sin embargo, mi yo pasado solo podía actuar de una manera muy lamentable.

00:01
Tenemos un minuto más antes de que sea la hora. Hice mi mejor pose y me preparé para el teletransporte.

00:00
*¡Bakin!* Un sonido ensordecedor resonó por todo el mundo. En el momento siguiente, mi visión se desvaneció y el paisaje a mi alrededor cambió. Probablemente estaba siendo teletransportado. “El cielo…” Teñido de un espeluznante color rojo vino, unas grietas comenzaron a aparecer y a expandirse por todas partes a través del cielo partiendo de una grieta dimensional. “Así que esto es…” Mientras evaluaba la escena, me pasaron tres sombras, seguidas por otras doce personas. Esos héroes de mierda. También los seguí porque era lo más obvio, pero, ¿hacia dónde se dirigían? Mientras corría hacia adelante, vi a los enemigos salir arrastrándose y empujándose unos contra otros a través de la gran grieta en el cielo. “¡Esta es una aldea vecina, Riyuto!” – exclamó ansiosa Raftalia después de examinar el área circundante. “Ya que todo esto es tierra de labranza, mucha gente debería seguir viviendo aquí.” “Pero todos deberían haber sido evacuados…” Entonces, de repente, me di cuenta. Nunca se sabía de antemano dónde aparecería la Ola de la Calamidad, ¿verdad? Entonces, ¿cómo diablos sabrían qué lugares necesitaban ser evacuados? “¡Idiotas, esperad un minuto!” Rechazando mis llamadas, los tres héroes idiotas corrieron directamente hacia la fuente de la ola. Durante ese tiempo un grupo de arañas monstruosas, habiéndose separado de la desbordante horda de monstruos, se dirigieron directamente en dirección de la aldea. Espera, los compañeros de esos payasos habían disparado algo así como una bengala que se elevaba hacia el cielo, dando una especie de mensaje. Debe ser para informar a los escuadrones de caballeros y llevarlos a su ubicación. “¡Tsk! ¡Raftalia! ¡Vamos a proteger el pueblo!” Estaba en deuda con mucha de la gente de la aldea Riyuto. ¡Definitivamente sufriría remordimientos si la ola los matara! “¡AYE!” Así que corrimos en otra dirección, separándonos de esos héroes de mierda.