domingo, 8 de octubre de 2023

Volumen 51 Capítulo 4 - Parte 1

Volumen 51 Capítulo 4 - Parte 1
La lucha del orco Karichwi
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder

Toda la multitud se entusiasmó después de que terminó la canción de Weed. “¡La victoria es nuestra!” “¡Derrotemos al Imperio de Haven rápidamente!” “Es el orco Karichwi. ¡Parece mucho más aterrador en persona!” Las personas que habían presenciado en directo al orco Karichwi cantar no pudieron contener su emoción. “Chwiik. Chwiiik. ¡Chwiiiiiiik!” Weed agitó los brazos con entusiasmo y comenzó a bailar, moviendo los hombros hacia arriba y hacia abajo. ¡La danza del gigantesco orco Karichwi! Sus movimientos solo podían describirse como los de un hombre borracho de mediana edad que no tenía ningún tipo de sincronismo en sus movimientos, pero la gente estaba profundamente absorta con el ambiente. “¡Impresionante!” “Guau. Mira lo relajado que está.” “Eres el mejor. ¡Viva Weed!” La multitud estaba más entusiasmada que cuando se construyó la pirámide. Habían entrado en un estado en el que responderían de manera positiva sin importar lo que se dijera. ‘Esta es mi oportunidad.’ Los ojos agudos de Weed recorrieron a la audiencia como si fuera un escáner. Había cientos de miles de personas reunidas, pero algunas de ellas le llamaron especialmente la atención. Ya fuera porque su indumentaria o por su equipo, su nivel estaba por encima de la media. ¡Los llamados jugadores de alto nivel! Aunque nadie lo sabía, Weed conocía el nombre de todos y cada uno de los usuarios que estaban por encima del nivel 500 en el Reino de Arpen. ¡La capacidad para exprimir como una sanguijuela a los fuertes y poderosos era una de las habilidades básicas de un tirano! Weed comenzó a gritar desde el escenario. “Ghoragoll. Chwiiik.” “¿Qué? ¿Yo?” “Claro. Por favor, ven al escenario. ¡Chwiiiik!” Así, uno por uno, Weed llamó a cada persona por su nombre. Había seleccionado a 40 jugadores para que subieran al escenario. “¿Por qué nos ha llamado?” “No estoy seguro…” Era evidente que los jugadores estaban bastante confundidos mientras susurraban entre ellos. Ninguno tenía una conexión personal con Weed. Únicamente siete habían pasado por casualidad una vez por Morata, se lo habían encontrado y comprado una escultura o participado en algún proyecto de construcción. Además, estaban bastante desconcertados y asombrados de saber que Weed conocía sus nombres. En otras palabras, ¡estaban en perfectas condiciones para ser utilizados! “Chwik. Por favor, permítanme un momento.” Weed esculpió un trozo de madera mientras los cuarenta jugadores esperaban. ‘La espera a menudo aumenta las expectativas de la gente. El poder de la imaginación es la base de cualquier fraude.’ Algunos dirían que la codicia y la imaginación eran dos de las cosas que hacía que la vida fuera tan placentera. Weed movió el pequeño cuchillo para tallar con su enorme cuerpo de orco. En muy poco tiempo creó esculturas de animales diferentes: león, tigre, elefante, hipopótamo, jirafa… ¡Una obra hecha con madera común y corriente que nunca podría ser considerada una obra de arte! Incluso colocó una vara larga debajo de cada escultura para que fuera más fácil levantarlas por encima de la multitud. “Ghoragoll, Chwiik. Por la presente te nombro comandante del Regimiento del León.” “¿Perdón?” Era algo tan inesperado que Ghoragoll se limitó a mirarlo con los ojos como platos. “Dirige a los jugadores del Norte y detén a nuestros enemigos. ¡Chwiiik!” Ghoragoll. ¡Un jugador que ya había alcanzado el nivel 510 que había emigrado desde el Continente Central hasta el Norte! Aunque una vez perteneció a un gremio prestigioso, quedó harto de toda la situación que se creó después de que el gremio perdiese su territorio y decidió marcharse al Norte. “¿Realmente confías en mí?” “Por supuesto que sí. Chwiiiik. He oído muchas cosas admirables sobre ti.” Ghoragoll era una persona generalmente amable y generosa, lo que lo había vuelto popular entre el público y también tenía un excelente sentido del combate. “Está bien. Lucharé hasta que mis huesos se conviertan en polvo. No daré ni un solo paso atrás en el campo de batalla.” Uno por uno, Weed llamó a los cuarenta jugadores para entregarles el estandarte con la escultura de un animal y nombrarlos comandantes de una unidad. Estaban completamente emocionados de recibir el nombramiento de comandante directamente de Weed frente a tantos jugadores y cadenas de televisión. Pensaron que se les había dado un honor y una autoridad increíbles. “Es un privilegio incomparable.” “Esos bastardos del Imperio de Haven no podrán dar un paso más sin pasar por encima de mi cadáver.” “No te decepcionaré.” En ese momento, Weed no era simplemente un jugador famoso al que llamaban ‘Dios de la Guerra’, sino el monarca del Reino de Arpen. Un líder con una gran autoridad al que estaban mirando más de cien millones de personas. ¡Parecía que se estaba aprovechando de los elevados índices de audiencia! Los jugadores de alto nivel habían decidido sacrificar sus vidas luchando contra el Imperio de Haven después de recibir un simple estandarte con una escultura de madera que nadie hubiera comprado por una moneda de plata si no hubiera sido hecha por Weed. “Estamos reclutando miembros para el Regimiento del León. Iremos directamente al campo de batalla, ¡si quieres unirte ven rápido!” “Somos el Regimiento del Elefante. ¡Pisoteemos los cuerpos de nuestros enemigos como sugiere el nombre de nuestro regimiento!” Los Comandantes de cada regimiento reunieron a los jugadores en la llanura y corrieron rápidamente hacia la dirección por la que estaba avanzando el Imperio de Haven. El único pensamiento en sus cabezas era la idea de obtener una victoria épica por cualquier medio. De hecho, ¡no tenían más opción que luchar lo mejor posible ahora que las cadenas de televisión y los ojos de más de cien millones de personas estaban sobre ellos! ‘Puedo explotarlos sin pagarles ni una moneda, sin mencionar el hecho de que no tengo que asumir ninguna responsabilidad si mueren en batalla.’ ¡Sin remuneración! ¡Sin seguro! Weed acababa de conseguir nuevos comandantes para la batalla que lucharían con todo su cuerpo y alma simplemente por gritar sus nombres frente a la multitud y dándoles una escultura barata. “¡UAAAAAH! ¡Adelante!” “Luchad. ¡Derrotemos a nuestro enemigo!” Incluso después de que una gran parte de los jugadores reunidos se hubieran ido siguiendo a los comandantes de cada regimiento, el entusiasmo de la gente no disminuyó. Weed llamó a más personas y empezó a hacer más esculturas. Al instante, los jugadores de alto nivel tuvieron enormes expectativas. ‘No puede ser…’ ‘¿Lo va a hacer de nuevo?’ ‘Hay otra oportunidad. ¿Puedo ser elegido como comandante de un regimiento?’ ¡Y volvió a nombrar a un nuevo grupo de comandantes! Había una gran cantidad de jugadores reunidos sobre las Llanuras de Garnav, por lo que definitivamente no tenía suficientes comandantes que pudieran liderarlos. Además, debido al repentino asalto del Imperio de Haven, los jugadores fueron sorprendidos y no sabían qué hacer. Si continuaban luchando contra el Imperio sin haber establecido una estructura de mando adecuada, no podrían utilizar por completo la fuerza de combate que poseían. Aunque hubiera una gran cantidad de jugadores, una vez que algunos de ellos decidiesen huir en lugar de luchar, todo el ejército podría disolverse y derrumbarse rápidamente. Los jugadores del Norte que comenzaron en Morata y habían crecido con ella tenían una voluntad inquebrantable por luchar por el reino, pero aun así habría un número considerable de jugadores mezclados en la multitud que habían venido únicamente para ver el espectáculo y disfrutar del ambiente. ‘Cuando más grande es una organización, más importante es la gestión. Necesito asegurarme de que nadie se quede de brazos cruzados, sin hacer nada. Solo podré ganar esta batalla si logro que todos trabajen.’ ¡Así que la única solución que se le ocurrió fue abusar de los nombramientos! Weed designó a hombres poderosos como comandantes, haciéndolos luchar por él. Sin embargo, también sabía que no todos los jugadores le serían leales solo porque les asignara el honor y la autoridad para mandar. “Darvi. Chwiiik. He oído historias sobre las terribles dificultades que experimentaste en la costa oriental. ¡Chwiiiik!” “Gracias. Es un honor. Weed me conoce…” “Chwiik. Provonce, creo que has estado repartiendo vendas entre los principiantes todas las semanas. Chwiiiik. Estoy bastante sorprendido por tu dedicación.” “Realmente no es nada comparado con todo lo que has hecho por todos nosotros, Weed.” “Makte. Chwiiik. Hace mucho tiempo que tenías ganas de conocerte. Me alegro de habernos presentado. Chwiiik.” “Es un honor increíble.” Elogios y un fingido sentimiento de camaradería. Solo con eso fue suficiente para que los recién nombrados comandantes de regimiento estuvieran más que dispuestos a arriesgar sus vidas y luchar por él. La forma de pensar de la mayoría de la gente era sencilla; estaban dispuestos a luchar por alguien que apreciara su capacidad y su valor. ¡Y estos jugadores acababan de ser reconocidos por Weed, el monarca del Reino de Arpen y héroe de Royal Road! ‘Weed me ha estado observando.’ ‘Guau… Voy a convertirme en una celebridad.’ ‘¿Mi reputación era tan buena? Dado que Weed lo dice, significa que en realidad todos me conocen.’ Por supuesto, en todo esto había más que un truco, el cual podía considerarse que rayaba en el fraude.

Sala de chat:
Mapan
A unos 340 metros al este. Verás a una persona con dos espadas a la espalda. Ese es Dusso, un famoso guerrero de espadas gemelas. Participó en la construcción de la ‘Estatua de la diosa Freya’.

Pale
Un arquero famoso llamado Zeveh se acerca actualmente desde unos 420 metros al oeste. He hecho misiones con él. Es un excelente francotirador de larga distancia. Le gusta que la gente le elogie por su apariencia.

Surka
¡Al norte! Vienen los monjes del monasterio de Namad. Podrían estar interesados en un puesto de Señor.
Los amigos de Weed le habían estado proporcionando información sobre todos los jugadores con talento cuyas habilidades aún estaban por descubrir. Todos los jugadores de alto nivel que quedaron atrapados en las garras de Weed recibieron una carta con su nombramiento y fueron enviados a una zona de combate. Por supuesto, la mayoría de ellos probablemente moriría en batalla, ¡pero las guerras siempre habían requerido sacrificios! Weed seleccionó a más de cien comandantes de regimiento, ¡estableciendo cierto control sobre los jugadores que buscaban algo que hacer en las Llanuras de Garnav! Los comandantes de cada regimiento llevarían a decenas de miles de personas a luchar dependiendo de su fama o de sus conexiones. A medida que se difundía la noticia sobre la llegada de Weed, muchos jugadores continuaron reuniéndose, por lo que todavía no había señales de que la multitud de personas que había en su presencia sufriera signos de disminuir. “¡A mí! Elígeme también como comandante de unidad. ¡Estoy en el nivel 484!” “Yo también deseo pelear. Soy un Caballero Real del Reino de Arpen. Estoy seguro de que mis Puntos de Contribución son insuperables.” “Soy de la Unidad de Gachas de Bambú y juego más de 22 horas todos los días. ¡Quiero ser como Weed!” Los jugadores ingenuos e inocentes rogaban ser seleccionados como comandantes de regimiento. La guerra que había comenzado con un ataque sorpresa del Imperio de Haven se estaba convirtiendo en algo divertido y emocionante tras la llegada de Weed. Con el tiempo, los informes de sus compañeros se volvieron menos frecuentes y el número de jugadores con talento para liderar entre la multitud disminuyó. Al seleccionar a los comandantes, Weed necesitaba tener en cuenta varios factores, como su nivel, personalidad y capacidad de liderazgo, ya que tomarían el control de varias decenas de miles de jugadores. Aun así, sería un error por su parte simplemente dispersar a las personas que todavía estaban reunidos aquí. Una vez que comienzas a comer, debes raspar hasta el último grano de arroz cocido del cuenco. Weed lanzó un gritó usando el [Rugido del León]. «¡Todos los aquí reunidos lucharán conmigo! ¡Chwiiiik!» “¡Guauuuuuuuuuuu!” “¡Aaaaaaaaaaaaah!” “¡Chwiiiiiiiiiiiiiiiiiiik!” Toda la llanura pareció estallar por los gritos del público. La atmósfera era tan intensa que casi parecía como si el suelo realmente estuviera temblando. «Vamos. Chwiiiik. Peleemos. Chwiiiiik. ¡A por el botín! ¡Chwiiiiik!» “¡Viva!” “¡Derrótalos a todos por nosotros!” “¡Vamos a matarlos a todos!” «Marchemos hacia la Undécima Legión. ¡Chwiiiiik!» Weed eligió a la Undécima Legión Imperial como objetivo. Podía parecer una elección complicada, pero la razón principal detrás de su elección era que en estos momentos había una transmisión en directo desde esa legión por parte de CTS Media. “¡Vamos!” Cuando Weed, transformado en el orgulloso orco Karichwi comenzó a caminar, todos los jugadores que había alrededor del escenario lo siguieron. ¡El avance de un interminable número de jugadores! El tamaño del ejército aumentó varias veces debido a que nuevos jugadores se unían a mitad de camino. Al final, varios millones de jugadores se reunieron en un instante, mientras que nuevos jugadores se conectaron especialmente para formar parte de su marcha. Con Weed a la vanguardia, la confianza de la gente se disparó hasta las nubes. “Tener que enfrentarse a nosotros… La Undécima Legión tiene la peor suerte de todas.” “Guau. No puedo creer que pueda pelear junto a Weed. Valió la pena estar esperando varios días para que comenzase la batalla.” “¿Ganaremos o perderemos?” “No hay manera de que podamos perder con esta cantidad de gente.” “Cierto. Mira a tu alrededor. ¡Hay muchos jugadores famosos!” Los jugadores de alto nivel del Continente Central y del Norte respondieron con entusiasmo a la llamada de Weed. Debido a su posición recién asignada como comandantes de regimiento, estaban muy interesados en ganarse su favor y ganar de paso algo de fama y popularidad. Mientras tanto, Marey y el resto de bardos los siguieron para presenciar su batalla contra la Undécima Legión mientras intentaban recuperarse de un segundo golpe mental. “No lo entiendo, ¿cómo puede la gente reaccionar con tanta pasión ante una canción con una letra terrible y fuera de tono?” “Dicen que la música puede mover el corazón de la gente, pero nunca pensé que fuera posible este tipo de influencia.” “Es mucho más extraordinario de lo que dicen los rumores.” “La gente quedó completamente fascinada desde el instante en que se convirtió en el orco Karichwi.”
* * *
Ultar, el Comandante de la Undécima Legión Imperial, poseía un gran carisma. “¡Matadlos a todos a golpes! ¡Enseñadles a esos bárbaros lo que significa resistirse al Imperio” Las tropas imperiales cargaron, eliminando a los jugadores del Norte. Algunos soldados empuñaban espadas de fuego, haciendo que los jugadores del Norte que eran golpeados perdieran la vida tras quedar envueltos en llamas de más de cinco metros.

Se ha activado [Cadena de llamas].
Las llamas se extendieron a otros jugadores cercanos, explotando y aterrorizando a la multitud. Los miembros del gremio Hermes también luchaban entusiasmados, corriendo al frente de las tropas. De repente, llegó un susurro de Steer. - ¡Ha aparecido Weed! No le importaba en absoluto la noticia de la llegada de Weed. ‘El resto de legiones se encargarán de él.’ Con veinte legiones avanzando simultáneamente, no sentía que fuera necesario que se preocupase de él, por lo que siguió balanceando su arma y usando sus habilidades contra los abundantes enemigos que había por todas partes. Mientras estaba llevando a cabo una aterradora masacre, se embriagó de su propio poder. ‘Esto es muy divertido. Esta es la verdadera diversión de Royal Road; masacrar a los débiles. Nos hemos visto obligados a reprimirnos durante demasiado tiempo de este tipo de entretenimiento…’ Le volvió a llegar otro susurro de Steer. - ¡Weed se dirige hacia la Undécima Legión! “……” Ultar y el resto de jugadores del gremio Hermes hicieron una pausa cuando recibieron la información. ‘¿Weed viene a por nosotros?’ ‘¿Viene aquí?’ Ultar tenía una sonrisa de satisfacción. Era uno de los jugadores más poderosos de Royal Road, y se encontraba clasificado entre los treinta primeros en términos de nivel. ‘Voy a luchar contra Weed.’ El placer y el miedo enviaba una sensación de hormigueo a sus extremidades… Como a alguien a quien le gustaba tanto pelear, estaba encantado con las expectativas. Rafael le envió un mensaje privado. - Creo que ya has oído la noticia. - Sí. Weed se acerca seguido de bastante gente. - ¿Y supongo que estarás seguro de tu victoria? - Estoy seguro de que puedo matarlos a todos. Perder no es algo que valga la pena ni considerar. - Por supuesto confío en tu fuerza, pero envié la orden a varias legiones cercanas para que te apoyen. - Mm. No creo que sea necesario… La actitud cautelosa de los jefes del gremio Hermes siempre había puesto de los nervios a Ultar. Reconoció la gran contribución de Rafael al llevar al gremio Hermes a su estado actual, pero Ultar todavía sentía que sus acciones eran a menudo demasiado vacilantes. ‘Si hubiera sido yo, me habría lanzado a conquistar todo el Continente Norte hace mucho tiempo, apoderándome de todo. Es una tontería no utilizar todo el poder que tienes.’ Aun así, tuvo que admitir que estaba bastante impresionado por el hechizo para invocar meteoritos y la propagación de la Enfermedad de Alkin. - Estamos siguiendo el plan acordado antes de la batalla. Sin embargo, esas legiones deberán atravesar las líneas enemigas, por lo que les llevará algún tiempo llegar hasta ahí. - Tsk. No importa si se retrasan. Que se tomen todo el tiempo que necesiten. - También estamos tratando de acelerar el proceso para volver a lanzar el hechizo [Invocar meteoritos]. Debería poder volver a utilizarse dentro de una hora. También nos aseguraremos de apoyarte con una Lanza de la Aniquilación. Ultar mató a un guerrero enano que corría hacia él con su espada. - Comprendido. - Te deseo suerte en tu próximo combate. Honestamente, Ultar no pudo evitar pensar que todas esas medidas de contingencia eran demasiado excesivas, pero no rechazó la oferta de Rafael. Sabía qué si lograba obtener la victoria aquí, sus logros quedarían registrados para siempre en la historia.
* * *
Los avianos se acercaron para unirse a Weed. Con sus números llenando el cielo, la luna y las estrellas quedaron ocultas a la vista. El jugador que hacía de líder de los avianos, Ventisca, había completado su transformación de golondrina a águila. Sus hombros anchos y su pico duro eran suficientes para perforar cualquier placa de acero como si fueran migajas de pan. Ventisca habló cortésmente con Weed. “Como jugadores del Norte, también nos gustaría participar en esta batalla. Estamos dispuestos a dar la vida para luchar contra el enemigo.” “……” Weed se limitó a observar en silencio a Ventisca. Con su apariencia actual como Karichwi, el aura de intimidación que sentía la gente cuando se acercaba era enorme. Sus antebrazos estaban cubiertos de cicatrices, mientras que sus tendones eran lo suficientemente poderosos como para romperle el cuello a una persona con solo agarrarla. La aparición del orco Karichwi era algo que aterrorizaría incluso a los guerreros más experimentados si se lo encontraban en un callejón oscuro por la noche. Weed sonrió, revelando una hilera de dientes duros y puntiagudos. “Chwiiiik. Permitido.” ¡Los avianos se unieron a la batalla! Dado que podían volar por el cielo a gran velocidad, tenían una ventaja excepcional en combate. Podrían cazar monstruos débiles mientras volaban por encima de las llanuras u obtener elementos especiales, como hierbas medicinales, usando su amplio campo de visión. Sin embargo, debido a la naturaleza de las aves, la mayoría de ellas tenían la desventaja de sufrir de ceguera nocturna. “Hasta que llegue el amanecer daremos prioridad al transporte de tropas.” “Entendido. Chwiiiik.” “Habrá interminables oleadas de tropas aerotransportadas lanzadas directamente sobre el campo de batalla.” “Organízalo como quieras. ¡Chwiiiik!” Incluso si no participaban en la batalla de inmediato, el apoyo de los avianos tendría el efecto de destruir la formación de batalla del Ejército Imperial. Y había muchas otras fuerzas que se unían al lado de Weed además de los avianos. “¡Hemos venido a brindar ayuda!” Tener a Jann y al resto de Nigromantes a su lado era como añadir un huevo a un tazón de fideos hervidos: ¡siempre era bienvenido! “La Unidad de Gachas de Pollo está presente. ¡Solicita formalmente unirse a sus fuerzas!” “La Cuadragésima Tercera División de la Unidad de Gachas de Brotes de Bambú está aquí. Lucharemos a su lado, por escasa que sea nuestra ayuda.” “Aquí la Unidad de Gachas de Frambuesa. Para su información, nos encontramos cerca de la Unidad Gachas de Fresa, ¡pero trabajaremos como grupos separados!” Mientras Weed llevaba a sus tropas a encontrarse con la Undécima Legión, muchos grupos diferentes del Culto de Gachas de Hierba se unieron a la marcha. El número era tan grande que se estimaba que habría más de 10 millones de jugadores cuando comenzase el combate. “Soph, hazte cargo de ellos. ¡Chwiiiik!” Cada vez que se unía un cierto número de tropas, Weed asignaba un nuevo comandante para que las dirigiera. Al hacerlo, podía aumentar la eficiencia del ejército y brindarles a los jugadores un cierto sentido de pertenencia. ‘Necesito establecer muchas conexiones con los jugadores de alto rango. Nunca se sabe cuándo pueden ser necesarios.’ Los alrededores de Weed estaban repletos de miembros del Salón de la Fama y de jugadores famosos de los foros que se unieron demasiado tarde al equipo. “¡Pale! Tenía la esperanza de verte de nuevo.” “Sí, ha pasado bastante tiempo, Pottalto. ¿Cómo estás?” “Perfectamente. He estado contando los días que faltaban para finalmente poder volver a encontrarnos. ¡Ja, ja, ja!” Pale era muy popular entre los jugadores de todo el mundo. Había estado activo en Morata desde sus inicios, y su amistad con Weed y sus excelentes habilidades de tiro con arco le brindaron un amplio círculo de conocidos. El nivel de dificultad de ciertas misiones del juego disminuía drásticamente cuando había un arquero en el grupo, por lo que Pale a menudo ayudaba a otras personas en esas misiones. “Irene, ¿escuché que aprendiste a lanzar un hechizo que te recupera por completo?” “Sí. Pero mi nivel de habilidad aún es bajo. Ahora mismo solo puedo curar la mitad de la [Salud] Máxima.” “Vaya. Eso ya es asombroso. ¿Me pregunto si tendría el honor de tenerte en mi grupo al menos una vez?” “Por supuesto, llámame la próxima vez que vayas de caza.” Irene tenía una reputación incomparable como sacerdote. Aunque las habilidades de sanación de un sacerdote se usaban con frecuencia, las condiciones para elevar su nivel eran a menudo diversas y complicadas. Por ejemplo, para aumentar el poder curativo, debías tratar a muchas personas débiles o salvar a aquellos que se encontraban al borde de la muerte. A veces, los sacerdotes obtenían un nivel de habilidad si lograban cambiar el rumbo de una batalla perdida mediante su milagroso poder curativo. Se consideraba una profesión imposible para quienes carecían de aptitudes para ella, y por eso los sacerdotes eran tratados con gran respeto en todas partes. Hwaryeong y Bellot siempre habían sido populares entre el público, y Surka, Romuna y el resto de los amigos de Weed también estaban rodeados por multitud de personas. “Ja, ja, ja.” “Je, je, je.” Todos tenían sonrisas amistosas en sus rostros, pero en el fondo estaban tratando de recordar los nombres de todos aquellos que saludaban. Su propósito era recomendar a Weed jugadores que podría utilizar como comandantes de regimiento la próxima vez.
* * *
La Undécima Legión Imperial bajo el mando de Ultar descubrió un ejército de gran tamaño avanzando hacia su posición. “¡Ahí vienen! ¡Definitivamente hay muchos!” “¿Cuál es su posición actual?” “No podemos verlos todavía.” Los jugadores de la Undécima Legión se dieron cuenta de que la llanura estaba repleta de luchas en la distancia a pesar de que Weed todavía no había aparecido. La corriente de luces brillantes que se acercaba hacia ellos era tan grande que era complicado saber su final. Aunque Ultar estaba bastante emocionado, también quedó algo desconcertado por una visión que superaba con mucho sus expectativas. “Primero obtendremos alguna ventaja sobre ellos eliminando a aquellos que se acercan a nosotros sin cuidado. Colocad todas las trampas mágicas que tengáis. Vamos a utilizar todo lo que tenemos.” Los soldados siguieron sus órdenes y comenzaron a cavar en el suelo o a mover rocas para levantar muros. “¡Abrid las puertas de los carromatos de suministros!” “Sacad todo lo que hay en su interior.” Bajo la dirección de los miembros del gremio Hermes, se instalaron trampas mágicas con un valor de 500 monedas de oro cada una. Había todo tipo de trampas terrestres, desde las que se hundían profundamente en el suelo, hasta de las que explotaban y causaban graves daños de área. “Todo esto cuesta una auténtica fortuna. Parece un desperdicio usar todos estos caros artilugios de una sola vez.” “Aun así, realmente no tenemos ninguna razón para guardarlos para más tarde. Si las cosas van bien podremos terminar con toda esta batalla aquí y ahora.” “Si ganamos, todos nos convertiremos en leyendas.” “Por supuesto. ¡La historia de la conquista de este continente la decidiré yo, el gran Gumraden!” Los miembros del gremio Hermes esperaron emocionados la llegada del enemigo. La procesión de luces que iluminaban las Llanuras de Garnav se acercaba rápidamente. “Mantened posiciones.” Ultar observó al ejército que se acercaba con una mirada fría. Las luces se acercaron a un ritmo constante y, finalmente, la distancia se hizo lo suficientemente cercana como para que pudieran ver los rostros de las personas corriendo hacia ellos. “¡Disparad!” Las flechas y los ataques mágicos salieron disparados desde la posición de la Undécima Legión. “¡Atacad!” “Lideraremos la vanguardia.” “Unidad de Gachas de Corvina Amarilla… ¡Adelante!” Los jugadores que sostenían las antorchas en sus manos aceleraron hacia la Undécima Legión mientras eran golpeados por flechas y hechizos. ¡Eran jugadores que vestían trajes de principiante y sostenían espadas largas baratas! Los más desafortunados fueron golpeados por los ataques y perdieron la vida, transformándose en una masa de color gris antes de desaparecer, pero fueron reemplazados rápidamente por los que venían detrás. Eran iguales a todos esos principiantes que el ejército del Imperio de Haven había masacrado desde que llegó a las Llanuras de Garnav. ¡Broooooooooom! Los jugadores pisaron las trampas mágicas y explotaron, creando multitud de luces con coloridos fuegos artificiales. Muchas personas quedaban atrapadas en cada explosión antes de desaparecer, pero la velocidad de la carga no disminuyó en ningún momento. ¡Una enorme cantidad de jugadores se lanzaban contra el enemigo con espadas en las manos! Ultar sintió como la batalla que se aproximaba llenaba su corazón con el calor de la pasión. “Que los guerreros con armas a dos manos pasen al frente. ¡Matad a cualquiera que se acerque demasiado!” ¡Clink! Los soldados imperiales que portaban una espada en cada mano se movieron al frente. Los lanceros y los soldados con escudos se alinearon en una formación que habían practicado previamente, mientras que la caballería se mantenía al margen, un poco alejada. Los arqueros y los magos continuaban tensando sus arcos y lanzando hechizos mágicos para llevar la destrucción a la posición del enemigo. “¡Gloria al Imperio!” “¡Por Su Majestad el Emperador!” Una lluvia de flechas y explosiones mágicas barrió a los jugadores que corrían hacia ellos empuñando espadas. “¡No dudéis antes de golpearlos! Al final lo conseguiremos.” “¡Gachas de Hierba! ¡Gachas de Hierba! ¡Gachas de Hierba!” ¡Los usuarios en el frente continuaron corriendo a toda velocidad a pesar de saber que solo encontrarían su propia muerte! Para ellos, competir por ser el primero en esta pequeña carrera era mucho más importante que su propia vida. “Soy el primero. ¡Mi nombre es Baitar!” “Mío. Logré el segundo lugar.” “Tercer lugar. ¡Soy el tercero de la clasificación!” La distancia entre la Undécima Legión y los jugadores más rápidos se acortó rápidamente, produciéndose una colisión. “¡Empujadlos hacia atrás con el escudo y perforadlos con las lanzas!” “¡Uuuugh!” “¡Aargh!” La mayoría de los jugadores del Norte que llegaban hasta el enemigo habían drenado la mayor parte de su energía corriendo, por lo que fueron derribados con facilidad por los soldados imperiales, se volvieron de color gris y perecieron. Sin embargo, algunos lograron abrirse paso. La primera generación de jugadores del Reino de Arpen, que se remontaba a los días de Morata, tomaron la iniciativa y suprimieron a las tropas enemigas que bloqueaban su paso, abriendo un camino con éxito. “Luchad. ¡Necesitamos ampliar más la brecha en la defensa enemiga!” “¡Por la victoria!” “Aguantad. ¡Dejad el resto a nuestros compañeros!” Los jugadores seguían atravesando la brecha como si un terraplén se hubiera derrumbado ante una riada. “¡Enviad a los Caballeros Lobo!” Después de observar la situación en silencio, Ultar envió otra unidad de caballeros como refuerzo para hacer retroceder a los jugadores. ‘¿Esto vale para algo?’ Se podía ver que estos jugadores eran diferentes de aquellos con los que habían estado luchando desde su llegada a las Llanuras de Garnav. Poseían un mayor nivel y habilidades más altas, pero el único problema era su velocidad e impulso. Una gran multitud irrumpía con todas sus fuerzas contra la posición de la legión, como si fueran un enjambre de langostas. Se lanzaban hacia ellos con la espada por delante para terminar chocando con todas sus fuerzas antes de morir. Sin embargo, a medida que se sucedían los choques, la carga que tenían que soportar los soldados defensores no dejaba de aumentar. Mientras Ultar observaba la situación, los soldados imperiales comenzaron a morir poco a poco. “¡[Hoja de los lamentos]!” Un usuario entre la multitud levantó su espada. ‘¿Esa no es una habilidad con un nivel de uso de 450?’ Ultar y el resto de miembros del gremio Hermes se sorprendieron. La espada del jugador se puso al rojo vivo y con cada golpe, los soldados imperiales eran brutalmente asesinados. Era una técnica de espada que no se podía bloquear a menos que hubiera una gran diferencia en [Defensa]. Antes de que los caballeros imperiales y los miembros del gremio Hermes pudieran reaccionar, el misterioso jugador dio un paso atrás. Como esa habilidad era lo único que le distinguía del resto de la gente que vestía el mismo traje de principiante, era imposible identificarlo en medio de la batalla. “¡[Hacha desgarradora de almas]!” Esta vez apareció un guerrero armado con un hacha de la nada y atacó a los soldados. Pero, aunque lograron bloquear sus intensos ataques con los escudos, más de la mitad quedaron completamente destrozados. De vez en cuando, algunos golpes rozaban a los soldados más desafortunados, lo que era suficiente como para dejarlos inconscientes e incapaces de luchar. Y como antes, el guerrero con un hacha se esforzó todo lo que pudo, consumiendo su energía y maná, antes de retirarse. Entre la oleada de personas que se abalanzaba sobre ellos, había algunos jugadores poderosos ocultos y actuando en secreto. La mayoría eran jugadores de niveles 300 o 400 vestidos como principiantes, pero también apareció alguno que superaba el 500. Numerosos jugadores de élite que se habían puesto del lado del Reino de Arpen habían seguido a Weed a la batalla. ‘Esto no funciona.’ Ultar se dio cuenta de que había subestimado el nivel medio de los jugadores que habían seguido a Weed. Con tanta gente de alto nivel mezclada con las tropas lideradas por Weed, la calidad del ejército era completamente diferente a lo que se esperaba. ‘No son demasiados, pero son lo suficientemente poderosos como para causarme algunos problemas. Mejor, ahora se volverá divertido.’ Sabía que no importaba qué tipo de enemigos pudieran aparecer, la Undécima Legión no retrocedería a corto plazo. Mientras tanto, llegarían los refuerzos de las otras legiones y la invocación de un nuevo meteorito se completaría. ‘Vamos a convertir este lugar en la tumba de Weed. Tal vez arriesgarme a perder algo me haga sentir más motivado para luchar contra estos gusanos…’ Justo cuando Ultar estaba reflexionando sobre esta ambiciosa idea… “¡El orco Karichwi!” “Weed ha aparecido en el frente!” Weed apareció mucho antes de lo esperado, en el centro del enorme ejército compuesto de jugadores. ¡Un orco feroz que destacaba por ser mucho más alto y grande que los humanos que lo rodeaban! Incluso si se reunían todos los rasgos faciales de los criminales más buscados por todo tipo de actos despreciables, no serían suficientes para igualar el aspecto intimidante de Karichwi. ‘Está aquí. Ahora comienza la verdadera batalla. Un asalto total.’ La tensión entre los miembros del gremio Hermes y Ultar no dejaba de aumentar. Todos los hechizos, flechas y armas especiales a distancia se habían estado guardando para este momento… Iban a levantar todas las restricciones que se habían impuesto a las unidades de combate. La Undécima Legión estaba a punto de comenzar una guerra sin cuartel, arriesgándolo todo. «¡Ultar! ¡Te desafío a un combate singular! ¡CHWIIIIIIIIIIK» – gritó Weed, usando el [Rugido del León]. En ese momento, el ruido en el feroz campo de batalla se redujo considerablemente. Los jugadores que corrían hacia el frente se quedaron sorprendidos por lo que acaban de escuchar y se detuvieron en el acto. ‘¿Un duelo?’ El propio Ultar quedó completamente aturdido, como si le acabaran de golpear en la nuca con un gigantesco martillo de guerra. Weed usó el [Rugido del León] una vez más. «¡Ultar! Chwiiiiik. Sé que estás ahí. ¡Deja de esconderte como un cobarde y sal! ¡Chwiiiiiik!» Una provocación implacable. Había sido repentino, pero tenía que tomar una decisión de inmediato. ‘No puedo rechazar un desafío.’ Casi se alegró al escuchar a Weed desafiarlo a pelear en persona. El Comandante de la Undécima Legión Imperial no era una posición fácil de conseguir en ningún sentido. Weed podría haberse ganado el apodo de ‘Dios de la Guerra’, pero Ultar pensó que estaba ridículamente sobrevalorado. ‘Solo heredó ese apodo de sus días jugando al Continent of Magic. Además, completar bien las misiones y la destreza en combate son dos cosas completamente diferentes. ¿El éxito por superar el Salón de Entrenamiento Avanzado se le subió a la cabeza?’ Había visto el video con su actuación en el Camino del Guerrero a través de las cadenas de televisión. Aunque fue bastante impresionante, siendo honesto nunca pensó que fuera nada especial. La forma en la que usó el [Filo de Heraim] fue asombrosa, pero ese tipo de trucos no funcionaba en un combate uno contra uno. Tener que mantener una serie de ataques en cadena no serviría, ya que el oponente solo tenía que retirarse hacia atrás para evitarlo. ‘Puede parecer sorprendente para los principiantes. Sin embargo, el Continente Central está plagado de luchas. Se ha demostrado innumerables veces que tipo de habilidades de combate son útiles. Y hay una razón por la cual el [Filo de Heraim] nunca ha llamado la atención.’ Weed había estado construyendo la leyenda sobre su invencibilidad, pero eso se debía a que menos del 10% de las fuerzas militares del gremio Hermes habían sido enviadas hacia el Norte. De hecho, el propio Weed había sido derrotado y asesinado por Bard Ray en un combate personal. En definitiva, a pesar de haber realizado muchas evaluaciones sobre la situación actual, la conclusión estaba prácticamente asegurada. CTS Media y otras cadenas de televisión estaban cubriendo sus actos en directo. Su orgullo no le permitía rechazar la propuesta de Weed, ni ser marcado como un cobarde que huyó de un duelo con el rabo entre las piernas. ‘Estoy dispuesto a aceptar su desafío. Pero antes de eso…’ Ultar volvió la cabeza para mirar hacia Nodom, un paladín de la diosa de la tierra, Mina. Era un caso bastante raro, ya que como paladín se había ganado uno de los regalos de Mina como recompensa en una de sus últimas aventuras. La Armadura de la Tierra. Poseía numerosas efectos, pero las dos características más importantes eran: Aumentar la [Salud] máxima en un 350%, y reducir el daño físico infligido por el oponente en un 87,4% durante diez minutos cuando el portador activaba el efecto de la armadura. ‘¿Cómo voy a perder si uso la Armadura de la Tierra?’ Al recibir la intensa mirada de Ultar, Nodom asintió con la cabeza. Habían sido amigos durante mucho tiempo y se habían ayudado mutuamente en numerosas ocasiones, por lo que prestarse la armadura no era algo complicado. Ultar le envió un mensaje privado. - Gracias amigo. - Je, je. No te olvides que cuando derrotes a Weed, la mitad del crédito me pertenece. - Te dejaré elegir cualquiera del botín que obtenga de Weed. - Trato hecho. Ultar usó la habilidad [Grito de Guerra]. «¿Un duelo? Eso es exactamente lo que quería. ¡Con mucho gusto aceptaré tu desafío!» La multitud se movió, creando un vasto espacio vacío en las llanuras para que Weed y Ultar pudieran luchar libremente. El Ejército Imperial se retiró hacia el sur y los jugadores tomaron posiciones en el norte para ver el espectáculo. “Guau. ¿Quién crees que ganará?” “Es obvio que ganará Weed.” “Pero Ultar… Es uno de los mejores clasificados del juego. Dudo que alguna vez haya sido derrotado por alguien, a excepción de Bard Ray.” “Existe el rumor de que es tan poderoso como Bard Ray en un duelo uno contra uno.” “No lo sabrás a menos que luches contra él. Los rumores son solo rumores.” “Lo que es seguro es que nuestros ojos se alegrarán de presenciar una pelea épica. Y Weed, el ‘Dios de la Guerra’, ganará.” ¡Weed! ¡Ultar! Sus nombres por sí solos era suficiente para poner nerviosos a los espectadores. Wees sacó la Espada de la Justicia de Loa, preparándose para el duelo. Fabio y Herman todavía no habían terminado de fabricar su nueva armadura. ‘Realmente no esperaba que aceptara mi desafío. Debería disfrutar tanto como pueda.’ Aún en la forma del orco Karichwi, tuvo que esforzarse por reprimir una desagradable sonrisa que amenazaba con extenderse por todo su rostro. ‘Aunque no estoy acostumbrado a los duelos, tampoco se me dan mal.’ Se decía que los caballeros y los guerreros experimentaban a menudo combates singulares durante sus misiones. Por lo general, se les pedía que derrotasen a alguna persona poderosa en algún lugar. Esas misiones de duelo eran bastante importantes para construir conexiones y ganar reputación, así como para mejorar las habilidades de combate. Pero la mayoría de las veces ese tipo de cosas eran completamente irrelevantes para la profesión de escultor. Sin embargo, Weed tenía la tendencia de ganar por cualquier medio necesario. ‘La fantasía de un duelo honorable… Tal cosa no existe en el mundo real. Solo existen el ganador y el perdedor.’ Weed sonrió, ocultando sus pensamientos internos que eran más negros que la tinta de un calamar. “Chwiiiik. Hagamos que sea una pelea memorable, Ultar.” “Por supuesto. No esperaba poder enfrentarte tan pronto. Gracias.” “¿Por qué? Chwiiik.” “Parece que esta batalla terminará antes de tiempo. Nos has ahorrado muchos problemas a mí y al gremio Hermes.” Ultar estaba armado con una espada y una ballesta. Naturalmente, ambas armas estaban imbuidas de poderosos encantamientos. “Te lo advierto de antemano para que no te arrepientas, pero deberías tener mucho cuidado con esta ballesta. En el momento en que bajes la guardia, una saeta se clavará en tu frente.” El estilo de lucha de Ultar era bastante famoso. Desde que alcanzó el nivel 200, disfrutaba peleando con una espada, mientras disparaba con una ballesta. Weed aceptó sus palabras con una sonrisa. “Es una buena arma. Ningún método es vergonzoso siempre que te haga más poderoso. Chwiiiik. Creo que esta será una pelea divertida. ¡Chwiiiik!” “Ojalá puedas decir eso después de haberla experimentado en persona.” Ultar sintió que su cuerpo se ponía un poco rígido ante el comentario confiado de Weed, pero todavía estaba completamente convencido de su victoria. ‘No voy a perder contra un maldito escultor… Además, tampoco podrá convocar esos molestos muertos vivientes mientras estemos en un duelo. Dado que vino con la forma de un orco es una estupidez.’ ¡Había matado innumerables orcos en el pasado! Además, tenía mucha experiencia asaltando sus aldeas y destruyendo sus fortalezas. ‘La principal característica de los Orcos es irradiar su espíritu de lucha para aumentar el poder de combate de sus compañeros. Aunque pueden considerarse una raza de guerreros, no pueden aprovechar sus mejores características en este estado.’ Los orcos podían volverse más poderosos en un corto periodo de tiempo, pero Ultar pensó que no importaba cuán poderosos pudieran llegar a ser, un orco nunca sería nada más que un orco. Puede que poseyeran una potencia muscular superior y un físico muy robusto, pero carecían de la capacidad para usar multitud de habilidades de combate. Y esa limitación se hacía más evidente a medida que subían de nivel. Su gran tamaño también podía considerarse una desventaja ya que había muchos más lugares a los que atacar. Además, Weed ni siquiera se molestó en armarse con el equipo adecuado después de transformarse en este orco. Llevaba una armadura orca de aspecto desgastado que parecía haberse recogido en un vertedero. Su mediocre calidad ni siquiera podía compararse con la Armadura de la Tierra que le había prestado su amigo. ‘Probablemente me ha menospreciado. Que absurdo. Le demostraré que hay muchas personas en el gremio Hermes que pueden vencerle. Bard Ray no es el único que puede derrotar a Weed.’ La verdad era que Ultar no tenía ni idea de en qué estaba pensando Weed en el momento en que dio un paso adelante para comenzar el duelo. ‘Esa ballesta parece bastante cara… Y el resto de su equipamiento no parecen ser baratos. Excelente…’ ‘Ganaré pase lo que pase. ¡Weed está muerto!