Capítulo 36
¡La Granja Brown! ¡Un nuevo bastión PNJ!
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por Tars
Corregido por Noe
Editado por Tars
La construcción de un puesto de avanzada requería herramientas.
Y necesitaban muchas.
Por ejemplo, tenazas y martillos para forjar, hachas para cortar árboles y sierras para fabricar tablones, así como otras herramientas pequeñas como destornilladores, tornillos, clavos y llaves inglesas.
Sin ellas, mucho trabajo sería difícil de realizar o, incluso si se realizaba, sería extremadamente ineficiente.
Por ejemplo, los cuchillos de yeso que usaban los jugadores en el puesto de avanzada para reparar las paredes fueron hechos con madera por Mosquito.
De hecho, si estuvieran en los primeros años de la Era de Wasteland, esas herramientas se podrían encontrar fácilmente en ferreterías, grandes almacenes, talleres de reparación y similares.
Gracias a la tecnología de materiales desarrollada antes de la guerra, la calidad de estas cosas solía ser excelente.
Sin embargo, habían pasado doscientos años. Los lugares donde eran fáciles de encontrar habían sido visitados muchas veces durante todo este tiempo. Los lugares ricos en recursos, como los grandes almacenes, los supermercados y los talleres de reparación, fueron incluso refugios de supervivientes en los primeros años. Era imposible que quedaran muchas cosas.
Sin embargo, nada era absoluto.
Aunque habían pasado 211 años, hoy en día los carroñeros seguían encontrando algunos suministros en el páramo, ya que las personas descuidadas siempre se dejaban algunas cosas buenas.
Los carroñeros solían vender esas cosas a los asentamientos de supervivientes cercanos y estos, los colocaban en los estantes como basura a la espera que las recogieran las caravanas que pasaban por ellas.
La idea de Chu Guang era simple.
Tenía la intención de llevar a dos jugadores pretendiendo ser una caravana que pasaba por la Granja Brown. Así comerciarían con los suministros que necesitaba el puesto de avanzada.
Antes de irse, se cambió a un conjunto de ropa informal.
Con N1 y Habrá Tiempo, partieron por la puerta sur del parque de humedales y, evitando la Calle 76, se dirigieron hacia el sureste por un camino en ruinas.
La distancia entre el asilo y la Granja Brown era aproximadamente la misma que la distancia entre el asilo y la Calle Bett. La distancia en línea recta en el mapa era de unos tres kilómetros. La única diferencia es que una estaba al sur y la otra al sureste.
En cuanto a por qué eligió la Granja Brown, la razón era muy simple.
En primer lugar, nadie lo conocía allí y, mucho menos sabía sobre sus antecedentes. La otra era que el camino a la granja era un poco más sencillo y tenía menos ruinas por las que viajar.
Aun así, la distancia que tendrían que caminar por el páramo sería mucho más que tres kilómetros.
El grupo de personas se detenía de vez en cuando en el camino, pasando por alto las ruinas intransitables. Durante ese período, no solo tenían que tener cuidado con los mutantes, sino que también tenían que tener cuidado de no ser atacados por sobrevivientes con intenciones maliciosas.
Y antes de las nueve de la mañana, el grupo llegó cerca de su destino.
Al final de un camino embarrado, había un amplio portón de hierro con paredes de cemento y piedras a ambos lados.
No era alto, y medía algo menos de 3 metros. Pero habían insertado en la parte superior barras de aluminio y acero, reforzadas con desechos industriales.
Los densos agujeros de bala en la pared y la horca con un esqueleto colgando fuera de la pared, mostraban que no era sencillo meterse con la gente que vivía en este lugar.
Se podían ver en las señales de tráfico que encontraban en los laterales de la carretera que antes de la guerra este lugar fue una vez una granja rural. Había indicios de que, en los primeros días del derrumbe de la ley, los supervivientes que escaparon de la ciudad ocuparon este lugar.
A diferencia de la Calle Bett, el dueño de la Granja Brown, el Sr. Brown, era un verdadero terrateniente, y aquí solo había unas pocas personas libres. Poseían solo dos identidades, o eran los matones del granjero o eran esclavos.
Sin embargo, a Chu Guang no le preocupaba demasiado que la otra parte tuviera intenciones maliciosas. Cualquier fuerza con dos parcelas de tierra para plantar rara vez atacaba a los forasteros. Después de todo, los que usaban zapatos tenían que sopesar si valía la pena intimidar a los que iban descalzos.
Caminando hacia una posición que se encontraba a unos diez metros del portón de hierro, Chu Guang levantó su puño derecho e hizo una señal a los dos jugadores detrás de él para que se detuvieran.
Al mismo tiempo que el grupo se detuvo, el cañón negro de un arma sobresalió entre las placas de aleación de aluminio de la cerca.
Mostrar el arma significaba que no había hostilidad. Parecía que este contacto había tenido éxito. Chu Guang dejó escapar un suspiro de alivio en su interior.
“Oye, tú, ¡detente! ¿Quién eres? ¡Qué haces aquí!” – gritó un hombre que se encontraba encima de la pared.
“No tenemos intenciones hostiles. Solo queremos comerciar.” – dijo Chu Guang, mientras hacía señas a los jugadores para que no se pusieran nerviosos, mientras miraba al hombre sobre el muro sin cambiar de expresión.
“¿Intercambiar?”
El hombre miró rápidamente el carromato detrás de los tres, pero no quitó el dedo índice del gatillo y todavía miró a Chu Guang con ojos sospechosos.
“No te conozco, ¿de dónde vienes?”
“Desde el desierto, migramos a esta área recientemente.” – respondió con la excusa que había preparado de antemano.
“¿Nómadas?” - preguntó el hombre.
Chu Guang se encogió de hombros y le dio una respuesta ambigua.
“Depende de cómo lo entiendas.”
Los nómadas no eran raros en el páramo, especialmente en los suburbios. Incluso se podría decir que eran relativamente comunes. Esas personas normalmente no ingresaban a la ciudad, y principalmente vagaban por el desierto entre ciudades.
No se dedicaban a la agricultura y generalmente vivían del pastoreo y la caza, persiguiendo las huellas de diferentes especies y rebaños. Migraban de un área a otra y ocasionalmente hacían negocios como comerciantes, usando las presas y la basura que recogían para intercambiar por necesidades diarias.
Por supuesto, en ocasiones también estaban en el negocio del saqueo.
No había gente buena o mala en el sentido absoluto en el páramo. Bajo ciertas circunstancias y condiciones, cualquiera podría convertirse en un depredador.
El hombre no confió de inmediato en las personas que había frente a la puerta, pero las armas en las manos de los tres hicieron que no actuase precipitadamente.
Especialmente sin saber cuántas personas había en su tribu.
“¿Qué tienes? ¿Y qué quieres cambiar?”
“50 kilogramos de carne seca, 20 kilogramos de pescado ahumado y 10 pieles de hiena mutada… Necesitamos herramientas y alimentos cultivados en el suelo. Prometo que nos iremos cuando se complete la transacción, y no nos quedaremos aquí ni un segundo de más.”
Al final, el hombre se convenció que este grupo estaba aquí para comerciar. Lentamente retiró el cañón del arma que sobresalía por el portón.
“Esperad ahí. Regresaré y pediré instrucciones.” – dijo en tono de advertencia.
“Está bien.”
Después de hablar, Chu Guang se quedó en silencio y esperó. Los dos jugadores detrás de él estaban susurrando.
“Este bastión de supervivientes está genial… Me refiero al estilo arquitectónico, que tiene ese sabor post-apocalíptico.”
“De hecho, parece que hay mucho contenido en esta actualización.”
“¿Este será un nuevo PNJ?”
“Debería serlo, pero no sé de qué están hablando.”
“Los dioses sabrán, solo sé que por esa expresión se ve bastante incómodo…”
“Pienso lo mismo.”
A nadie le gustaba que le apuntaran con un arma.
A Chu Guang tampoco. Después de todo, no podía resucitar, por lo que aún tenía que contenerse cuando estaba deambulando por el exterior. Sin esperar demasiado, el portón de hierro del frente se abrió rápidamente.
Un esclavo encadenado sacó un remolque de madera de la pared bajo la atenta vigilancia de dos hombres armados. El remolque estaba repleto de sacos llenos de grano y herramientas metidas en cajas de madera.
El hombre que previamente le había gritado a Chu Guang desde la pared también salió por la puerta y lo miró con ojos penetrantes.
“Liu Zhengyue.”
“Chu Guang.”
Los dos se dieron la mano brevemente y rápidamente se soltaron.
“Quiero saber qué tipo de carne hay en su carro.” – continuó Liu Zhengyue, mirando a Chu Guang.
“Carne seca de hienas mutadas, el pescado ahumado son bagres y carpas. Puedes comprobarlo a voluntad.” – respondió con calma. Sabía lo que le preocupaba a este hombre.
Liu Zhengyue no perdió el tiempo hablando. Dio un paso adelante, extendió la mano y levantó la lámina de plástico del carro, y miró de cerca.
Especialmente la carne ahumada, fue el foco de su inspección.
Sacó un pequeño cuchillo de la cintura, eligió al azar un trozo de carne que estaba en buenas condiciones y cortó una sección del tamaño de un pulgar y se la arrojó al esclavo que tiraba del carro.
“Come.”
El esclavo no se atrevió a resistir y rápidamente se metió la carne seca en la boca, temiendo que lo golpeasen si era demasiado lento. Masticó por un rato antes de hablar.
“Es carne de una hiena mutada. No tiene sal y se ha secado al aire.”
Era normal que no tuviera un sabor salado. Después de todo, estaban en el interior. Liu Zhengyue no dijo nada y esperó en silencio con los ojos ligeramente cerrados.
Pasaron casi diez minutos.
Al ver que el esclavo no tenía ninguna reacción anormal, sus cejas fruncidas se suavizaron ligeramente.
“Por 1 kg de carne seca y pescado ahumado cambiaremos 2 kg de trigo verde o 2 kg de raíces shofar. Por cada piel, una herramienta.” – dijo tras girar la cabeza para mirar a Chu Guang. Estaba contando con los dedos.
Las raíces Shofar eran un cultivo que recordaba a las patatas y que tenía forma de cuerno de cabra. Debido a que era rica en carbohidratos y fácil de almacenar y cultivar, esa cosa, como el trigo verde, era el alimento principal de los supervivientes de la región.
Cuando estuvo en la Calle Bett, una vez vio a los supervivientes plantando esa cosa en sus puertas, como la de la familia Yu que estaba frente a su casa.
Chu Guang también lo había intentado, pero se rindió rápidamente.
No era que no pudiera cultivarlo, sino que tenía que salir a recoger desechos todos los días. Debido a que no tenía a nadie vigilándolo, alguien cavó todas sus raíces shofar antes de que pudiera cosecharlas.
Podría ser una buena idea comprar algunas raíces y plantarlas en el puesto de avanzada.
“1 kilogramo de carne se puede intercambiar por al menos 5 kilogramos de grano, la mitad de trigo verde y raíces shofar. Además, estas pieles son todas buenas, y cada una se puede intercambiar por al menos tres herramientas.” – dijo Chu Guang, sacudiendo su cabeza. – “He estado en la Calle Bett, así que no asumas que no conozco el mercado.”
La razón por la que dio este precio fue porque quería que la otra parte negociase con él. Sin embargo, nunca esperó que después de escuchar su oferta, Liu Zhengyue no regateara, sino que lo mirara con sorpresa.
‘¿Podría ser que el precio que pedí es demasiado alto?’
Justo cuando Chu Guang estaba pensando si tomar la iniciativa y ceder, el hombre frente a él finalmente recuperó el sentido y lo miró con una expresión extraña antes de asentir lentamente.
“Tenemos un trato…”
‘¿Estas personas no regatean cuando hacen negocios?’
Chu Guang se sorprendió por un instante, pero su experiencia previa en ventas le hizo comprender de inmediato lo que estaba pasando y de repente maldijo en su corazón.
‘¡Mierda! ¡Maldito alcalde!’
¡Incluso juega con los precios de los alimentos!
Los dos jugadores a su lado estaban completamente confundidos. Después de todo, no podían entender el idioma, por lo que no podían entender la comunicación entre el administrador y los lugareños que estaban frente a ellos.
Pero al ver que esa persona asintió… Parecía que habían llegado a un acuerdo. Sin embargo, no sabían por qué la cara del administrador estaba hosca.
Se cambiaron 50 kilogramos de carne seca y 20 kilogramos de pescado ahumado por 350 kilogramos de trigo verde y raíces que se introdujeron en más de una docena de sacos.
Las diez pieles restantes se cambiaron por treinta herramientas.
Cuando Chu Guang seleccionó herramientas, eligió aquellas con mejor calidad, preferiblemente productos de aleación producidos antes de la guerra. Podían ser antigüedades de hace doscientos años, pero en cuanto a calidad, eran mejores que las imitaciones hechas de hierro o acero puro por los aborígenes del páramo.
Liu Zhengyue no dijo nada y no le importó en absoluto la elección de Chu Guang.
Obviamente, todavía quedaban muchas más de estas herramientas en la granja, y lo más probable es que la mayoría de ellas fueran vendidas por los carroñeros que recogían basura por los alrededores o los comerciantes que pasaban por la zona.
Después de pesar los granos, se cargaron todos en el carro.
Liu Zhengyue y Chu Guang se dieron la mano nuevamente, las caras tensas por la desconfianza finalmente revelaron una sonrisa rígida.
“Eres bienvenido a pasar de nuevo.”
“Lo haré.”
“También cultivamos algunas variedades de hojas de tabaco, ¿las necesitas?” – dijo Liu Zhengyue sacando un puñado de hojas de tabaco secas de su bolsillo y mostrándoselas a Chu Guang – “Puede aliviar la fatiga y aumentar el sabor cuando se envuelve en comida. Es muy fácil de usar.”
“La próxima vez, no tenemos nada más que intercambiar.”
Chu Guang originalmente quería comprar uno o dos esclavos, pero como dijo, no le quedaba nada para comerciar.
Entonces, ¿quizás la próxima vez?
“No, no, amigo, esta bolsa es gratis, un regalo para ti.”
Liu Zhengyue lo metió en la mano de Chu Guang con una sonrisa. Esta vez su sonrisa era mucho más natural que antes.
Al escuchar que era un regalo, dejó de rechazarlo y lo aceptó con decisión. Aunque no pensaba fumar esta cosa, aún debería poder cambiarla por una o dos fichas si las vende.
¿Guardarlo para sí mismo? De ninguna manera, nunca haría tal cosa.
La transacción finalmente se completó.
Chu Guang le ordenó a Habrá Tiempo que arrastrara el carro por la carretera, estrechó la mano de Liu Zhengyue por última vez y luego se volvió y siguió a N1.
En el camino de regreso, Chu Guang estaba de muy buen humor. Este comercio podría describirse como una cosecha abundante.
Los dos jugadores que vinieron con él estaban igualmente de buen humor y discutían con entusiasmo en este momento.
“¿Eso es la Granja Brown?”
“Mm, creo que sí… Si no hay ninguna novedad, ¡lo que probamos hoy debería ser el sistema comercial y una nueva base de una fuerza neutral! Pero solo es mi suposición. En la próxima actualización, probablemente obtengamos alguna misión de administrar un negocio. ¿Recuerdas lo que nos dijo ese diseñador del juego poco confiable antes de jugar? El sistema económico de Wasteland Online se diseñará de acuerdo a un sistema de oferta y demanda completamente real, y el intercambio de materiales con los puestos de reunión de otros supervivientes es esencial. ¡Supongo que esa parte del contenido se lanzará en la próxima actualización!” – respondió Habrá Tiempo.
“¡Impresionante! ¡No puedo esperar a la versión beta abierta después de escuchar lo que dijiste!” – dijo N1.
“Creo que todavía es demasiado pronto para una beta abierta. Las ambiciones de esta compañía de juegos no son pequeñas y todavía hay mucho contenido para probar. Sin embargo, siento que no hay necesidad de esperar hasta la versión beta pública. En estos momentos, ¡el contenido del juego ya es muy abundante!”
“Pero habiendo dicho eso… ¿Estás seguro de que Luz no podría escucharnos decir que no es confiable?”
Habrá Tiempo respiró hondo.
“Mierda… Tienes razón… Hermano Luz, me equivoqué, ¡por favor perdóname!”
“……”
No importa.
Chu Guang fingió que no escuchó nada.
Como PNJ concienzudo, no participó en la discusión entre los dos jugadores. Sus ojos, naturalmente, miraban a su alrededor. Parecían vagar sin cuidado, sin embargo, estaba observando las sombras que podrían ocultar peligros en todas partes.
Eran alrededor de las diez de la mañana, lo que podía considerarse una hora relativamente segura. Pero todavía no podía bajar la guardia.
En el páramo, podría pasar cualquier cosa.
“¿Escuchaste ese sonido?”
N1, que estaba discutiendo con Habrá Tiempo, se detuvo de repente, frunció el ceño y miró a su alrededor.
“¿Sonido?”
Habrá Tiempo se sorprendió. Y, aunque no escuchó nada, se detuvo.
Chu Guang frunció el ceño, miró atentamente a su alrededor e inconscientemente soltó el seguro del arma.
También había escuchado algo…
¡Era la respiración de un mutante!
Chu Guang levantó la cabeza abruptamente y miró hacia las enredaderas del edificio que había frente a ellos. Vio un monstruo con una cara abominable arrastrándose por la pared. Su tez gris negruzca hacía que casi se confundiera con la pared. Sus ojos escarlatas se fijaron en ellos, inmóviles.
No poseía piernas, sino cuatro brazos delgados y poderosos, con dedos secos como garfios, que empleaba para sujetar firmemente su cuerpo contra la pared de hormigón.
Los músculos de su pecho se ondulaban suavemente mientras masticaba el hueso de una pierna humana en la comisura de su boca ensangrentada. Su aliento sibilante exudaba deseo por la carne y la sangre.
Las pupilas de Chu Guang se contrajeron repentinamente, casi reduciéndose a un mero punto.
¡Una Enredadera!