domingo, 20 de octubre de 2024

Volumen 56 Capítulo 1

Volumen 56 Capítulo 1
Como el Emperador desee
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por Tars

El consejo del gobierno del Imperio de Arpen. Los señores escucharon atentamente el discurso de Harold criticando a Weed. ‘Weed tiene mucha fama y es respetado por el público. Por lo tanto, no puede oprimirnos por la fuerza como haría el gremio Hermes.’ ‘Las palabras de Harold pueden sonar plausibles, pero en realidad son un montón de tonterías. Fuimos nombrados señores después de que Kaybern comenzase sus actividades. ¿Hay idiotas que se convirtieron en señores sin conocer esas circunstancias? Por otro lado, es cierto que estamos sufriendo a causa de los monstruos… Es un asunto que hay que plantear. Ahora, Weed recibió un golpe, ¿cómo va a responder?’ ‘No importa como Weed trate de resolver este asunto, terminará con más pérdidas que ganancias. Será golpeado con fuerza.’ La reunión se estaba transmitiendo en directo por televisión, así que era una situación completamente desfavorable para Weed. Si se enfurecía, su popularidad se vería afectada y si toleraba sus palabras en silencio lo mirarían con desprecio. Esperar la comprensión de los señores o persuadirlos no era una solución que pudiera implementar, porque Harold constantemente molestaría a Weed sacando a relucir sus errores. ‘Si criticas incluso los errores que no existen, al final la gente te creerá. Esto es la política, mocoso.’ Como descendiente de tercera generación de una familia millonaria, Harold era bueno empleando el lenguaje en el mundo de los negocios. Tenía una personalidad que atraía a la gente y poseía la ambición suficiente para hacerse con el control de esta reunión. Difundiría su reputación por todo el Continente de Versalles. Weed se quedó mirándolo fijamente, como si no comprendiera lo que acababa de decir. Los nuevos señores quedaron decepcionados y desconcertados al mirar la peculiar expresión de su rostro. ‘¿No sabe cómo responder?’ ‘En un momento como este al menos debería enojarse.’ ‘Como era de esperarse de un mocoso. La suposición de que no era un experto en política era correcta.
* * *
El corazón de Loam temblaba de ansiedad. Participó en la conferencia de señores celebrada en el Palacio de la Tierra y observó cómo Weed se quedó callado ante la oposición de los señores. “Weed necesita prestar más atención a la seguridad.” “¿No pasas demasiado tiempo en el norte? ¿Eres consciente de que los monstruos están desenfrenados en el Continente Central?” “La Guarida de Kaybern. ¿Qué tal si compartes con nosotros parte de los tesoros que saqueaste? ¡Así compensarías un mínimo de todos los daños!” Mientras Weed permanecía callado, varios señores que acababan de obtener su cargo, siguieron la tendencia de Harold y se acercaron. La escena en la que estas personas lideraban la reunión creó una situación siniestra e incómoda. ‘Están locos. ¿Te atreves a molestar a esta persona? Tendrían más suerte enfrentándose al gremio Hermes con los puños. No. Creo que les iría mejor si se acercan ahora hasta la guarida de Kaybern y le llaman lagartija.’ Siendo honestos, podría parecer que no tendrían un buen final si atacaban al gremio Hermes o a Kaybern. Pero en este momento, su poder había disminuido, haciendo que la orden de exterminio de Hermes no sirviera para nada. En cuanto al dragón, todo terminaría cuando muriera. Sin embargo, Weed era realmente el gobernante indiscutible del Imperio de Arpen. Pretendía ser un aventurero justo y bueno, pero en realidad era un villano que no dudaría en utilizar los métodos más insidiosos y despiadados. Loam hizo contacto visual con Carlise, cuya boca estaba completamente abierta, estupefacto. Se entendieron con tan solo una mirada. ‘Esto es una locura.’ ‘Lo sé. Guardemos silencio y quedemos fuera de esto.’ ‘En tiempos como estos hay que quedarse debajo de la manta.’ ‘Mm, de hecho, es lo mejor para nosotros. Esta situación es realmente peligrosa.’ En ningún momento se plantearon apoyar a todos estos señores imbéciles que ni siquiera podían entender la situación. ‘¿Qué pasa si Weed explota en un evento oficial? Quiero decir… podría ser bueno para mí, ya que tengo que expandir mi influencia… ¿Por qué diablos estoy tan ansioso?’ Aquellos con pensamientos siniestros como Loam intercambiaron susurros con cautela. – Esto se va a poner feo. Gunter fue el primero en hablar. –Esos idiotas no comprenden a Weed. Ese hombre no tiene miedo de la opinión pública. Manipula a la gente con suma facilidad. Añadió Michel. – Estoy de acuerdo. Parece que no saben cómo es la personalidad de Weed ni sus habilidades. Parecen creer que se convirtió en el gobernante del Continente de Versalles por pura suerte. Son parecidos a los idiotas que hablan por internet sin saber nada. Dijo Shoud. – Es decidido y aterrador. Es un tipo que debe haber sufrido mucho. Además, Royal Road no está sujeto a las normas políticas del mundo real. – Apuntilló Loam. – Pero pase lo que pase, debemos apoyar a Weed. – Por supuesto. Trabajé muy duro para que mi facción se recuperase. Weed no es el tipo de persona que soporte a estas pirañas con dientes romos. Añadió Carlise, mostrándose de acuerdo. – Me pregunto si con el tiempo perderá algo de fuerza. Pero es extremadamente idiota mostrarle los dientes a una bestia en su mejor momento. Dijo Michel. – El Señor del Castillo de Sisley seguramente ha cavado su propia tumba. Terminó diciendo Shoud. Los líderes de los gremios prestigiosos creían que Weed era capaz de cualquier cosa. Sus corazones se aceleraron mientras observaban la situación, con la esperanza de no quedar atrapados en el fuego cruzado. “No podemos detener a los monstruos nosotros solos. Suminístrenos refuerzos o comparte los tesoros que saqueaste de la guarida.” “Kaybern está poniendo al mundo entero en peligro. Así que no creo que sea razonable que acapares todos los tesoros saqueados por ese dragón. ¿No crees que todos merecemos una parte?” “Estás recaudando impuestos sin proteger a tu gente. ¿No deberías devolver algo a cambio?” Los nuevos señores se pasaron de la raya. ¡Lo que Weed más odiaba era que le quitasen sus cosas! Sabía que ese día llegaría. ‘Este mundo es demasiado duro con los que intentan vivir sin molestar a nadie. Bueno, aceptamos dinero a cambio de los puestos de señor, así que tampoco es raro que aparezca gente así.’ En nombre de los beneficios, vendió los puestos de señor. Era inevitable que estos lobos ingratos se lanzaran a por más después de una pequeña muestra de buena voluntad. ‘No importa que método se use para nombrar a los señores, siempre habrá efectos secundarios. Pero si pretendes venir a por mí de frente, te daré el honor de aplastarte en persona.’ Los nuevos señores eran principiantes en cuanto a su nivel y no tenían influencia entre el público. Había sido nombrados señores por decisión de Weed, pero siendo honestos, eran completamente insignificantes.
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Weed se quedó sentado en silencio escuchando las quejas de los señores mientras sonreía. “Ju, ju, ju, ju.” Con una sonrisa peligrosa, sacó su cuchillo para esculpir y un bloque de madera. Raaas La escultura que estaba siendo tallada en un instante se parecía a Harold, por lo que sus movimientos rápidos y precisos llamaron la atención de los señores. “Guau, eso es…” “Es tal como sale en los videos. Pero al verlo en persona parece mucho más rápido.” Era algo que hizo innumerables veces como escultor, así que con suma facilidad creó una escultura que parecía prácticamente idéntica a Harold. Weed miró lentamente a su alrededor e hizo contacto visual con los señores. Estaba tratando de descubrir a aquellos que tenían el coraje de aguantarle la mirada. ‘Por sus expresiones son varios. Unos desgraciados que no se detendrán para tratar de aprovecharse de mí y saquear mis bolsillos…’ La voz de Weed se extendió suavemente por toda la sala. “Soy consciente de que han surgido algunas desigualdades en el Imperio de Arpen. Estoy haciendo lo mejor que puedo para bloquear las actividades de Kaybern y de sus monstruos, pero la solución no está cerca. Entiendo vuestra decepción.” Harold menospreció aún más a Weed cuando se disculpó y mostró debilidad. ‘¿Es realmente tan estúpido? En política, si das un paso atrás, no puedes volver a dar un paso adelante. Pensé que era un mocoso ignorante, pero nunca imaginé que sería tan patético como para ser incapaz de replicar…’ Harold incluso pensó que Weed hizo su escultura como disculpa. ‘Tsk, tsk. Este chico era un peón.’ Incluso una bestia no era más que una mascota doméstica si no sabía cómo usar sus afiladas garras y dientes. De hecho, Harold estaba pensando en cambiar de enfoque. ‘¿Debería ser un poco más amable? Si me pongo de su lado y aliento al Imperio de Arpen… Creo que el puesto de segundo al mando sería bueno por un tiempo. También podría aprovecharme de la situación en el futuro.’ Mientras Harold estaba tratando de elucubrar varios escenarios, Weed extendió la mano con la que sostenía la escultura. “Pero Señor Harold.” “¿Sí?” “¿Cuéntame que has hecho como señor?” “¿Qué quieres decir con eso?” – respondió Harold, frunciendo el ceño. Weed tomó el cuchillo para esculpir y decapitó la escultura que se parecía a Harold. ¡Raaas! Cuando la elaborada escultura se partió en dos, el aire de la sala se congeló. Fue rápido y decisivo. Sin una pizca de vacilación, la forma en que cortó la escultura fue violenta y con una fuerza abrumadora. Weed se levantó de su asiento y miró a los señores uno por uno. A diferencia de antes, sus expresiones mostraban miedo. “Ten por seguro que no fue fácil gobernar el Imperio de Arpen. Especialmente cuando la guerra acababa de terminar y el territorio se expandió bajo la amenaza del dragón. Esta crisis continúa y no puedo permitirme el lujo de mantener a señores que no tienen nada mejor que hacer que echar la culpa a los demás.” “¿Culpar? Todo lo que hice fue hacer una crítica justa desde mi perspectiva como señor.” Harold deliberadamente puso una expresión de gran resentimiento, como si lo estuvieran victimizando para cambiar el rumbo de la conversación, pero las siguientes palabras de Weed fueron audaces. “¿Crítica justa? Estoy seguro de que todos aquí saben lo que he hecho hasta ahora. Viajé por el Continente todos los días, erradiqué monstruos y emprendí una misión para detener a Kaybern.” Por supuesto también aprovechó para saquear su guarida, pero Weed lo vio como algo normal, ya que estaba en una cacería para aplastar a los monstruos que no dejaban de multiplicarse. ‘Lo hice todo por mi propio beneficio… Pero no es como si no hubiera tenido que hacer esfuerzos para proteger el Continente.’ Weed se humedeció los labios. “Ignoras las misiones y cacerías que he hecho hasta ahora. Ignoras todo el esfuerzo y dedicación que pone la gente de las tierras heladas del norte para ayudaros. Juntos hemos enhebrado la aguja que cosió el Imperio de Arpen desde cero. La razón por la que conquistamos el Continente Central y reclutamos señores fue porque era una medida necesaria para gobernar mejor el Imperio de Arpen. Aun así, puedo entender que la gente me critique. Vendí los puestos por dinero. Lo entiendo. Mucha gente está molesta y se pregunta si fue la mejor decisión.” “……” Los señores eran incapaces de pronunciar una palabra, como si fueran bebés con el chupete en la boca. Fue el Imperio de Arpen el que ofreció esos puestos por dinero, pero los que los compraron también fueron objeto de críticas por parte de los jugadores. Weed tenía algo de lo que jactarse gracias a sus actividades y logros, pero la legitimidad de los señores era extremadamente débil. “¿Creen que les vendí esos puestos a todos porque no tenía dinero? Para nada. Uh, el Imperio de Arpen poseía muchas ciudades abandonadas y estaba a punto de ser invadido por monstruos. Había muchas dificultades para gobernar el Continente, así que recaudé dinero de todos vosotros. Ese mismo dinero fue invertido nuevamente en el Imperio. Ahora les pregunto a todos los señores. ¿Por qué debería ser criticado por ti? ¿Hay alguien aquí que tenga derecho a criticarme?” “……” La sala estaba en silencio. Los señores se dieron cuenta de la situación en la que se encontraban. Habían comprado su posición. En cambio, el poder, la fuerza, la popularidad, la justificación y la legitimidad para gobernar estaba en manos de Weed. Hay personas que tienen muchas armas, pero no son capaces de usarlas correctamente, pero Weed no era alguien ingenuo. Era un ser cruel que podía tomar el control en cualquier instante. Una persona astuta que podía pisotear sin piedad a cualquiera que osase desafiarlo. Los labios húmedos de Weed brillaron. “Cómo todos sabéis, he invertido toda la fortuna que he acumulado desde mis días en Morata. Nunca he guardado ni un solo centavo mientras gobernaba el Imperio de Arpen.” Cuando pensó que nunca se había llevado ni un centavo, se le hizo un nudo en la garganta. Weed reflexionó. ‘No he abusado de mi posición hasta ahora. ¿Por qué debería adoptar una actitud de servir y cuidar de los demás?’ Si se lo hubiera llevado todo, con gusto habría sonreído más y complacido a los señores, pero ese no era el caso. “Todos aquí tienen el noble deber de hacer del Continente de Versalles un lugar más feliz. Millones de jugadores están observando nuestros actos y palabras. Pero comparado conmigo… ¿Qué ha hecho Harold por el Continente de Versalles? ¿Qué has hecho desde que compraste tu posición?” Independientemente de cuán grande sea el error o cuán corrupto sea uno, ¡no tenía vergüenza por ser el primero en señalar con el dedo los defectos del oponente! Puede que hubiera valido en el mundo real, pero no era un método que pudiera funcionar en alguien con poder y popularidad. “……” “No te quedes callado, responde y danos detalles. Comparemos las cosas que hemos hecho, una por una. Veamos quien lo ha hecho mejor. No solo están los señores aquí. Decenas de millones de espectadores nos están observando. ¿No deberían poder evaluarte?” “Yo… yo…” Harold se quedó sin palabras. Era cierto que después de conseguir el puesto de señor todo lo que había hecho era alardear. Ordenó que se realizasen algunos trabajos para reparar las murallas, pero solo se gastó una parte muy pequeña en comparación con todos los ingresos que aportaba la ciudad. Pero si los actos de Weed estaban en el otro lado de la balanza, la diferencia era tan obvia como el cielo y la tierra. “Extiendo la propuesta a todos los presentes, incluido a Harold del Castillo de Sisley. Si no les gusta vuestra posición, pueden dimitir. Con mucho gusto les reembolsaré el dinero que invirtieron en ello.” – declaró Weed con orgullo. Los asientos de señor del Imperio de Arpen aumentaron de valor después de que terminó la subasta. Eran posiciones que no eran fáciles de lograr. Weed se beneficiaría aún más si los señores insatisfechos renunciaran. “El puesto de señor del Imperio de Arpen solo se otorga a aquellos que estén dispuestos a cumplir con sus responsabilidades y obligaciones. Entiendo que las personas que no hacen nada, culpan a los demás y se quejan de lo duro que es su vida, deberían renunciar a sus puestos de inmediato. Dinos Harold. ¿Renunciarás a tu puesto de señor?” “……” La cara de Harold se puso roja de vergüenza. En este momento, ningún argumento podía refutar las palabras de Weed. Trató de involucrarse sutilmente en política, pero Weed rápidamente tomó el control de la situación y la volvió en contra. Estaba arrinconado. Su causa fue abrumada y aplastada verbalmente. Si seguía luchando, sería despojado de su puesto de señor y lo echarían. ‘¿Renunciar a mi puesto voluntariamente? Nunca volveré a ser un señor… No puedo creer que esté en tal situación. ¿Nadie va a ayudarme?’ Harold miró a su alrededor preocupado, pero los nuevos señores que se quejaban a su lado estaban ahora sentados y mirando para otro lado. ‘Sacaste el cuchillo demasiado rápido. Deberías haber sabido a quien te enfrentabas.’ ‘Weed nunca ha cometido ningún error crítico, pero fue una muy mala decisión clavarle los dientes de esa manera.’ ‘Es una estupidez destacarte para armar un escándalo. Teniendo en cuenta su popularidad, la gente escuchará lo que tiene que decir. Y no a alguien rico como nosotros.’ ‘Fue un error pensar que se retiraría por ser una transmisión en directo. Weed es alguien que puede atraer a la gente a su lado y llevarnos a la guillotina en cualquier momento.’ El juicio de los señores fue rápido. También aprendieron de sus propias debilidades por las malas. El hecho de poseer dinero no significaba que tuvieran poder. En la medida de lo posible, solo serían respetados en su propia ciudad. Pero si se enfrentaban a Weed, podrían ser derribados en cualquier momento. Harold también se dio cuenta de que estaba en desventaja y decidió dar marcha atrás. “No. Parece que estuve equivocado todo este tiempo. Me he dado cuenta de mis errores. Reflexionaré sobre mí mismo y haré del Castillo de Sisley un lugar mejor.” Retirarse en este momento era la única manera de salvar las apariencias y beneficiarse. Su mente estaba repleta de pensamientos de venganza en el futuro, pero por el momento decidió actuar estratégicamente. “Continuemos con la reunión.” La agenda decía que iban a hablar sobre la subyugación de monstruos y de construir caminos que conectasen el Continente Norte y el Central. Weed comenzó con una postura audaz y los principales señores con grandes cantidades de tierra obedecieron su voluntad, por lo que la reunión transcurrió sin problemas. Para cuando la reunión estaba llegando a su fin, se habían aprobado proyectos de ley vitales para el crecimiento del Imperio de Arpen. “Después de escuchar a Harold se me ocurrió algo. Voy a organizar un equipo de inspección para supervisar las prácticas de gobierno en varios lugares, incluido el Castillo de Sisley.” – dijo Weed mientras miraba a Harold. “¿Uh?” “Sé que en el pasado muchas ciudades no se administraron adecuadamente. Es por eso por lo que deseo evaluar la situación de la ciudad y tratar de ayudar.” Parecía que quería ayudar, ¡pero se trataba de una interferencia fragrante! “¿Que tonterías planeas hacerle a mi ciudad?” Harold se enfureció como protesta, pero Weed sacó la Espada de la justicia de Loa y la colocó sobre la mesa. “Si no te gusta, puedes renunciar a tu posición como señor.” “……” “Esto es para ayudar a los señores que no pueden administrar adecuadamente sus ciudades. No habrá problema con aquellos que lo hacen bien. Este no es un momento de paz, sino que todo el Continente está en peligro por los actos de Kaybern. Todos debemos colaborar.” Era claramente por rencor. Harold pensó en renunciar a su posición, pero sería demasiado lamentable. El poder es algo a lo que nunca se podía renunciar una vez que se hubiera probado. Y como señor del Castillo de Sisley se había jactado de ello ante quienes lo rodeaban. El reembolso del dinero que empleó para comprar su posición era la menor de sus preocupaciones. “Todos tienen el deber de esforzarse por hacer del Continente de Versalles un lugar mejor. Ese es el juramento que hicieron cuando aceptaron su posición. Todos deben trabajar duro. Si no están de acuerdo, simplemente renuncien.” – dijo Weed mientras examinaba a cada señor con la mirada. Ningún señor expresó intenciones de renunciar a su puesto hasta el final de la reunión.
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Los líderes de los gremios prestigiosos asintieron como si lo hubieran esperado. “Le han bajado los pantalones. Obtuvo lo que se merecía, por ponerse de pie de esa manera.” “Subestimó a Weed.” “Weed convirtió las quejas de Harold en un acto despreciable en el que culpó de todo a los demás. Luego construyó una justificación usando sus propios logros para afianzarse en el poder. Todo sucedió en un instante.” “Simplemente no es alguien a quien puedas enfrentarte sin poder ni influencia.” Loam, Carlise, Michel, Gunt y Shoud. Supusieron que esos señores no podrían hacer enojar a Weed durante mucho tiempo. Este evento les demostró a todos que Weed no era un hombre sencillo que aceptaría los insultos sin tomar represalias. “Es la parte más aterradora de todo esto. El asesinato sería menos traumatizante.” “Nunca podremos bajar la guardia, nunca. La venganza de un hombre puede esperar una década.” Michel se rio ante las palabras de Carlise. “Sí. Hasta que llegue el día en que volvamos a competir entre nosotros.” “Lo espero con ansias.” – dijo Gunt, poniendo suavemente la mano en la empuñadura de su espada. Poco después, los líderes se separaron y justo cuando se perdieron de vista… Michel le envió un susurro a Weed. – Weed. Carlise y Gunt están actuando raro. Actualmente parecen obedientes bajo tu poder, pero estoy seguro de que tienen otras intenciones. Los vigilaré y te mantendré informado de cualquier palabra o comportamiento sospechoso. Carlise también la mandó un susurro a Weed. – Nunca confíes en otros señores. Solo nuestro gremio del León Negro desea prosperar con el Imperio de Arpen, pero el resto de señores no son tan leales como yo. Y Gunt… – Debes vigilar al resto de señores. Hay escoria desagradecida entre ellos. Dicho esto, el gremio de la Ira de León siempre apoyaremos a Weed sin importar lo que pase. Shoud. – Tras este incidente quedé profundamente impresionado por el generoso gobierno de Weed. Es una pena que alguien como Harold también sea señor. ¿Quiere que me encargue de él? Me ocuparé en silencio y en secreto. Loam. – Solo puedo imaginar el dolor por el que estás pasando para gobernar el Imperio. Todo esto no hubiera sido posible si no fuera por ti. He anotado los nombres de todos los que se quejaron antes. Si me das una pequeña señal, me ocuparé de ellos de inmediato. Cuando se quedaron solos, estuvieron ocupados enviando susurros tratando de halagar a Weed.
* * *
BardRay finalmente pudo ir a cazar con los bárbaros. Después de completar a la perfección todos los pequeños recados, un bárbaro llamado Vals lo invitó a ir a cazar. “Finalmente lo lograste. El grupo de caza de Vals. Son famosos entre los habitantes del pueblo.” “Si tengo una oportunidad en el combate… El resto será fácil.” BardRay tenía confianza en cualquier tipo de combate. Aunque las habilidades de los bárbaros eran excelentes para tratarse de PNJs, eran mucho más débiles que él. ‘Son guerreros, así que solo necesito mostrarles mi fuerza.’ – pensó BardRay. Por ello, luchó valientemente junto al grupo de caza de Vals. Intentó ser el que más monstruos mataba y buscó activamente el frente de batalla. Aunque sufrió un duro revés por parte de Weed, se concentró en el combate como si estuviera demostrando que era el verdadero Dios de la Guerra. ‘¿Logró saquear la guarida del dragón? Las cosas le están yendo bien.’ No vio ningún video sobre Weed, solo escuchó rumores. Cuando lideraba el Continente, se sentía nervioso por todos los que lo seguían, pero podía concentrarse en divertirse. CTS Media y otras cadenas de televisión lo contactaron en secreto. Incluso después de su derrota, muchos tenían curiosidad por las actividades de BardRay. ‘No apareceré en televisión por el momento… Hasta que derrote a Weed y mate al dragón.’ Desechó la fama y la gloria. ¡Solo podía pensar en su obsesión por volverse más poderoso! Pensó que incluso si volviera a luchar contra Weed en ese mismo momento, tendría una oportunidad de ganar si sellaba un par de habilidades de Weed, pero eso no era suficiente. No se trataba de determinar quién era más fuerte a través de un duelo con espadas. ¡Era la forma de demostrar a todos quien poseía una fuerza más abrumadora! ‘Ahora que Weed se ha convertido en un guerrero, la comparación será más sencilla. Fuerza. No importa quien gobierne el Continente. Puede quedárselo. Se trata de demostrar quién es más poderoso.’ El grupo de caza de Vals vagó hasta altas horas de la noche. Cazaron innumerables monstruos y animales, consiguiendo grandes cantidades de carne y cuero. Vals se acercó con un búfalo sobre su hombro. “Aquí está tu parte.” “No la necesito.” “¿No vas a tomar esto?” “No. Divididlo entre vosotros.” “Así será…” BardRay no se molestaba en recoger objetos a menos que fuera claramente un equipo de alta calidad. Ya había recibido grandes cantidades de dinero y de equipo del gremio Hermes, por lo que solo podía considerar una pérdida de tiempo recoger objetos inútiles del suelo. Vals estaba satisfecho con el desempeño de BardRay, ya que volvió a acercarse a él durante la cena. “Cocinar bien la carne después de la caza es más importante que cualquier otra cosa. Un delicioso trozo de carne a la brasa. ¿Quieres aprender a asar carne?” “No estoy interesado.” “¿No quieres que te enseñe?” “Estoy interesado en aprender cómo usar lanzas o hachas. Habilidades de defensa también están bien. No quiero preocuparme por nada más que no sea hacerme más poderoso.” “Ya veo… De acuerdo.”