domingo, 10 de julio de 2016

Volumen 12 Capítulo 4

Volumen 12 Capítulo 4
El salvaje e infernal entrenamiento
Traducido por Ripecour
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder y Tars

Muchos de los estudiantes se encontraban hambrientos en el momento en que fueron llamados a reunirse junto a la arena. Los profesores fueron los primeros en llegar y esperaron a que todos acudieran. “El entrenamiento infernal de hoy simplemente consistirá en recorrer la playa de esta isla.” Los alumnos se sintieron aliviados. ‘Tenemos hasta las 17.00h para dar la vuelta tranquilamente.’ ‘Esto va a ser como una visita de placer a Silmido.’ En ese momento, la mano de Kim Hyeonjun, alumno de primer año, se levantó. “Profesor, tengo una pregunta. Nuestro grupo aún no ha comido. ¿Si tenemos suficiente tiempo restante tras acabar esta vuelta podemos emplearlo en comer?” El profesor asintió de buena gana. “Claro, si te sobra tiempo tras finalizar este entrenamiento infernal entonces lo puedes considerar como tiempo libre hasta el próximo evento. Así que, ¿estáis todos listos? “¡Sí!” Los estudiantes llevaban calzado cómodo para correr. Se habían vestido así en vistas a correr por la playa. “Entonces, a correr. ¡VAMOS!” Tras las palabras del profesor, más de cien estudiantes se pusieron en movimiento. “Con la brisa del mar soplando tan suavemente es suficiente con trotar.” “Creo que es bueno para nuestra salud que hayamos venido a este MT. ¿No lo crees así sénior ?” “Sí, pienso lo mismo.” Los estudiantes corrían como si estuviesen en una caminata por placer o un paseo. No era un terreno particularmente duro, a pesar de pisar sobre la abrasadora arena. Los finos granos de arena se entrelazaban a medida que los pisoteaban. Sin embargo, algunos de los estudiantes liderados por los alumnos de último año estaban corriendo con convicción. “¡Heokheok!” “¡Más rápido, más rápido, vamos!” La mayoría de los estudiantes no entendían por qué los alumnos veteranos se comportaban de esa manera. “Corred un poco más despacio, por favor.” “Es muy difícil seguir ese ritmo.” El resto de estudiantes estallaron en quejas, pero los mayores miraron atrás mientras sonreían. “Oh, vosotros podéis ir más despacio.” “Nosotros vamos a ir adelantándonos.” “¿Por qué vais tan rápidos?” – preguntó uno de los estudiantes que aún podía aguantar el ritmo. “Por nada. Simplemente queremos correr, sí.” – respondió uno de los sénior mientras el resto negaba con la cabeza. “¿No creéis que es genial correr en un evento tan extraño como este mientras la suave brisa marina sopla por la isla?” “Así es, lo único que queremos es correr.” Tras decir eso, los alumnos salieron disparados hacia delante. Dado que a Lee Hyun no le importaba mucho correr, les siguió. Él había pensado que se trataría solo de dar una relajada vuelta alrededor de la isla, sin embargo, comenzó a sospechar del extraño comportamiento que manifestaban los alumnos mayores. ‘Aquí hay algo.’ Lee Hyun no creía en nadie. ¡Todo lo que hacía era por el bienestar de su familia! Hacía mucho que había abandonado su confianza y compasión por la humanidad. En cuanto aprendió lo cruda que era la realidad no volvió ser tan ingenuo. Se exigía a sí mismo mucho mientras vivía continuamente repitiendo ‘dinero, dinero, dinero’. Pero como si el mundo estuviera de verdad tratando de arrástralo a lo más hondo, su dura vida no sólo se podía resumir en eso. La vida le había dado la experiencia temporal de tener entre sus manos treinta billones de wons, solo para perderlos un momento después. ¡La realidad duele! Ya había caído al pozo una vez; no iba a depositar fácilmente su confianza y fe en otros. ‘Ten cuidado no sea que te apuñalen por la espalda. No hay forma de que vaya a confiar en esos tipos.’ – Lee Hyun alcanzó su máxima velocidad mientras mantenía la vista puesta en sus rivales. Su capacidad física no venía del tiempo que pasaba en el dojo. Estas aptitudes habían sido labradas antes de eso, ya que nunca había gastado dinero yendo en autobús, sin importar la distancia que tuviera que recorrer. Visto en retrospectiva, esto le había permitido incrementar sus habilidades físicas a un punto en el que podía cambiar de un ritmo de paseo a mantener un trote de carrera en un lugar como este. ¡Tatatatatatak! ¡Su velocidad se incrementó por encima del resto de estudiantes! Poco tiempo después alcanzó al grupo en cabeza. Sin embargo, Hyun no quería tomar el puesto de líder, así que se mantuvo entre el grupo hasta averiguar el motivo que les impulsaba a comportarse así, algo que descubrió muy pronto. No importaba cuánto habían corrido ya, eran incapaces de ver el final de la playa de Silmido. “¡Uff, uff! Estoy seguro que llegados a este punto ya deberíamos haber cambiado de dirección. ¿Por qué seguimos yendo recto mientras parece que no llegamos a ninguna parte?” “Yo creo que hemos estado corriendo durante quince minutos.” “Tengo hambre.” “Mierda, estoy muy hambriento.” Era algo que muchos de los sénior ya sabían. Tras un simple vistazo, mucha gente piensa sin temor a equivocarse que las islas del Mar Amarillo son pequeñas; pero recorrer todo el contorno de una isla no era tarea fácil. ¡El perímetro de la isla de Silmido era de más de seis kilómetros! Tras dar una simple vuelta, no quedarían ganas de repetirlo. ‘Lo siento, jóvenes.’ Para los alumnos experimentados que ya lo sabían, la cosa estaba clara: el primero en llegar era el primero en servirse. Esto tuvo un efecto inmediato, ya que el resto de estudiantes incrementaron la velocidad de su carrera. Su mente se impacientaba mientras su marcha continuaba por la interminable playa. ¡Limitación física producida por el hambre! Hubo un buen número de estudiantes que trataron de cazarlos pero, tras un breve tiempo, su velocidad descendió rápidamente por la pérdida del aliento. Para los estudiantes que evitaban realizar ejercicio no había otra forma salvo ‘Infernal’ de calificar este evento. Debido al ritmo tan elevado con el que habían empezado, al poco tiempo tuvieron que detenerse a caminar. Pero a Lee Hyun le resultó fácil terminar la vuelta entre los treinta primeros alumnos. Entre las personas del primer grupo había un buen número repetidores, sénior e incluso algún estudiante de primer año que aún parecía estar fresco. Seoyoon se encontraba entre ellos. Para ella, esto era más sencillo que su carrera matutina con Cha Eun-Hee, la cual ya se había convertido en un hábito. Para aquellos que no habían conseguido terminar la vuelta en este grupo, tenían pendiente rodear Silmido de nuevo. ¡Debido al hambre y la extenuación iba a llevarles una eternidad! “Mierda, tío.” “Por favor que alguien me ayude, quien sea.” Los estudiantes rogaban ayuda de alguien de su grupo, pero nadie se dignaba a escucharles. ¡Seis kilómetros de distancia! Aunque a primera vista pudiera parecer una distancia corta, en realidad era muy larga; ni que decir para los que tenían que recorrerla dos veces. Ahora todo el mundo entendía por qué les habían dado tres horas. Si no se tenían fuerzas para correr, ¡lo mejor que se podía hacer para terminar pronto era comenzar a caminar con brío! Pero apenas les quedaban fuerzas para caminar durante esta segunda vuelta y la mayoría se encontraban al borde del desmayo. “Yo… por favor ayúdame. Lo siento mucho, pero por favor, ¿puedes tomar mi lugar?” – le preguntó Hong Seonye a Lee Hyun debido a lo mal que lo estaba pasando. Ella se encontraba en su límite y como Lee Hyun parecía estar todavía bien, había decidido confiar en él. “Bueno… yo no…” – dijo dubitativo Lee Hyun. ¡Intentaba encontrar la forma adecuada de negarse! – “Por supuesto.” Lee Hyun cambió de opinión y comenzó a correr. Su decisión se debía a que había terminado su vuelta muy rápido y no tenía ningún trabajo que realizar. Pensaba que sería mejor hacer algo más de entrenamiento físico. La mayoría de estudiantes que estaban realizando la segunda vuelta lo hacían caminando. Ser obligados a recorrer doce kilómetros era una labor muy dura para aquellas personas no habituadas a realizar ejercicio. Los únicos que iban corriendo eran aquellos que estaban acostumbrados al ejercicio físico y habían tomado por obligación el puesto de un compañero. “¡Uff, uff!” “¡Aarrrrfff!” De los estudiantes que aún estaban corriendo salían quejidos y gemidos por doquier. Todos forzaban unas piernas que sentían pesadas en cada pisada. Lo único que querían era rendirse, pero por el bien del grupo no podían hacerlo, sin importar lo cansados que estuvieran. El resto no había comido, incluso podían hacer que el grupo renunciara a la cena por su culpa. ‘Por esto lo llaman entrenamiento infernal.’ ‘El horario está muy ajustado.’ Mientras seguían pensando en ello continuaron forzándose a sí mismos a mantenerse en movimiento. En ese momento, Min Sura se desplomó en el suelo, exhausta. Se sentó en la arena durante un largo periodo de tiempo mientras jadeaba. “No, más no… No puedo más.” Al ver esto, Lee Hyun regresó, aunque se encontraba mucho más adelante. “Caballito.” “¿Perdón?” “A caballito. No dijeron nada sobre esto en las reglas así que creo que no haya problema.” “Sí, pero… peso mucho.” “No te preocupes, no creo que seas tan pesada como al principio ya que a estas alturas habrás perdido mucho peso.” Lee Hyun tenía experiencia como repartidor de arroz. ¡Llevar una persona a caballito era mucho más sencillo que cargar un saco de arroz! ‘En comparación con cargar ladrillos escaleras arriba, esto es mucho más fácil.’ Min Sura tenía emociones encontradas mientras se apoyaba cuidadosamente en la espalda de Lee Hyun. “Si me vuelvo una carga muy pesada… por favor, déjame en el suelo.” “De acuerdo.” No era muy duro para Lee Hyun cargarla. Apoyándose con ambas manos en sus muslos, se levantó y al principio empezó a moverse lentamente. Esto atrajo la atención de los estudiantes que se encontraban alrededor. ¡Algunos lo envidiaban, otros lo alababan! ¡Ya era bastante duro cargar a una chica cuando uno se encontraba cansado! Pero lo que vieron a continuación fue lo que les sorprendió de verdad. “¡Tatatatata!” – llevando a Min Sura en su espalda, Lee Hyun comenzó a correr. “¿Cómo?” “¿Pero qué dem…?” ¡Ellos ya estaban pasando un mal rato caminando! Si hubiesen sabido que Lee Hyun estaba ajustando la velocidad en consideración a Min Sura, sí que se habrían visto realmente sorprendidos. ‘Si trato de volver lo más pronto posible… Voy a amoldarme al ritmo de esta gente. Lo que haré será, simplemente, ajustarme al ritmo del grupo de cabeza.’ Lee Hyun corrió al ritmo que marcaba el grupo de cabeza de la segunda vuelta. “¡Aaahh! Es muy duro.” “Me muero, me muero. Sería maravilloso comerme un helado ahora mismo.” “Incluso si es solo algo de agua fresca…” Tan pronto como el resto de estudiantes llegaron, se tiraron al suelo con apariencia macilenta. La cara de Min Sura estaba también seria. ‘Realmente me ha cargado a caballito y empezado a correr.’ Había estado insegura todo el recorrido pensando en que podría dejarla en el suelo si resultaba ser una carga muy pesada, pero habían llegado a la meta corriendo a un ritmo firme. Hasta ahora había pensado que tenía muchos amigos, pero es estaba dando cuenta que ninguno de ellos habría actuado así en una situación similar. Todo este tipo de pensamientos acerca de Lee Hyun hizo que lo viera mucho más atractivo. Tras haber completado las dos vueltas alrededor de la isla era tiempo de cenar. Lee Hyun comenzó de inmediato a preparar la comida. Los platos que preparaba esta vez eran chuletas a la parrilla cubiertas de salsa de romero y sopa de mariscos mediterránea. Aunque podía haber asado simplemente las chuletas de cerdo, optó específicamente por un plato que requería más preparación. Tuvo en cuenta todo el trabajo que sus mandíbulas tendrían que realizar tras todo el esfuerzo del día. “Déjame ayudarte.” – dijo Bak Sun Jo mientras se le acercaba preparado para hacer algo. Exceptuando a los presentes, el resto de los miembros del grupo estaban tirados por los suelos, jadeando intensamente, demasiado cansados como para ser de ayuda. Afortunadamente para Bak Sun Jo, él había sido capaz de terminar la primera vuelta en la vigésimo novena posición. “¿Has cocinado u observado cocinar en casa?” – preguntó Lee Hyun mientras cortaba las costillas. “No. Nunca he visto cocinar. No entro en la cocina, así que casi nunca lo he visto.” “Pero debe haber algún plato que sepas preparar.” “Sí, se preparar bien cuencos de ramen.” “¿Sabes pelar frutas…?” “¿Pelar? No he visto hacerlo antes. Si me dejas hacerlo, lo intentaré.” “Lava los platos.” – Lee Hyun decidió sufrir solo. En Royal Road podía recibir ayuda de sus compañeros de grupo porque todo el mundo disponía de las habilidades básicas de cocina, tales como preparar los ingredientes; pero ahora, en el mundo real, dado que no existía nada como la habilidad de [Cocina] que otorgase unos resultados aceptables, había decidido hacer todo el trabajo por sí mismo. Además, Seoyoon estaba exenta de cocinar, incluso aunque tuviera habilidad. ¡Su cocina era la peor! Era comparable con combatir la fiebre producida por un resfriado. Un humano con el más alto espíritu podría morir si se veía forzado a comer algo tan malo. Si Seoyoon se acercase lo más mínimo a un plato, éste se estropearía de alguna manera. ‘Bueno… sí. En cualquier lugar de este mundo hay gente que no es compatible con esta clase de cosas debido a que no están predestinados a sufrir.’ El humo que salía de la parrilla era enorme al tiempo que Lee Hyun asaba las costillas. “¿La necesitas?” – dijo Hong Seonye ofreciéndole una toalla limpia. El pelo y la cara de Hyun estaban húmedos, como si hubiese ido a lavarse la cara con agua. – “Por mi culpa has tenido que dar dos vueltas cuando no deberías haberlo hecho. Lo siento, debería haber sido más resistente.” “No ha sido para tanto.” – respondió Lee Hyun con la misma cortesía. “¡Los profesores se están pasando mucho! Si hemos acudido aquí para un MT, que alguien me explique por qué diantres estamos entrenando.” Cuando una mujer critica algo con tanto fervor, lo que está tratando de expresar normalmente es opuesto a lo que está diciendo. Esencialmente, lo que hay que hacer en este tipo de situaciones para hacer florecer la amistad es asentir y comentar lo que ha dicho la persona. En lugar de usar la lógica de uno u ofrecer una solución, lo único que hay que hacer para mejorar la relación es responder sencillamente, compartiendo la opinión. En vez de eso, Lee Hyun miró de arriba a abajo a Hong Seonye como si nunca se hubiera fijado en ella y contestó: “El supuesto entrenamiento infernal es muy sencillo.” “¿Es sencillo?” “No necesita ser llamado entrenamiento infernal.” Normalmente, si algo se llama así significa que no va ser fácil. Si se hubiese diseñado acorde a la idea de Lee Hyun, no habría sido tan fácil de hacer. Tras llegar a la isla, habrían marchado de forma ordenada por la montaña durante veinte kilómetros. Al finalizar la marcha, realizarían ejercicios durante tres horas a través de combates y, después de eso, comerían en cinco minutos para continuar con el siguiente punto, en el cual se meterían en el agua hasta que les llegara a la cintura y ¡correrían mientras cargaban troncos! Cargar un tronco a través de una marisma también podía ser un buen entrenamiento; se pueden obtener grandes resultados usando troncos pesados. A continuación, dispondrían de dos horas para dormir. ¡Si no era algo de ese estilo, el entrenamiento no podía ni considerarse como básico! Hyun había aprendido esto observando a los Instructores del dojo. ¡Este no era límite del umbral de resistencia de los humanos! Si hay algo que se quiere conseguir, entonces se puede hacer, aunque uno no se crea capaz. Esto no era nada comparado con lo necesario para alcanzar el pináculo del poder. Tras observar a los Instructores del dojo, Lee Hyun había ajustado rápidamente su trabajo para alinearlo con sus estándares. “Mmm…” – Hong Seonye hizo una interpretación totalmente diferente. Aunque él había mostrado que tenía mucha fuerza corriendo la vuelta por ella, lo que buscaba en un hombre era que se preocupara por ella y que no le importara lo demás. ‘¿Le gusto?’ Su única alternativa era estar equivocada. El grupo terminó sus platos. Habían tenido una suntuosa cena mientras los otros grupos no podían hacer otra cosa salvo observarles con envidia. La comida del resto era muy simple: ramen con kimchi o ramen de ternera; cuando se tiene hambre hasta un mapache come cosas que prefiere no recordar. Algunos incluso hicieron fideos fríos con especias, pero ese nivel de cocina no podía compararse en términos de calidad con la del grupo de Lee Hyun. ¡Clo-clo, clo-clo! Parecía como si cada vez que la gallina más joven, Mitad Frita Mitad con Salsa cacareaba, el sonido antorchas crepitando y personas tragando saliva pudiera ser escuchado. “¿Lo has escuchado? Por ahí tienen gallina para comer…” “Qué envidia. Eso suena realmente bien.” El nivel de desesperación era diferente en la naturaleza salvaje. Quizás ahora, cuando les preguntasen qué tres cosas imprescindibles se llevarían a una isla desierta, la mayoría de ellos respondería de la siguiente manera:
Lee Hyun. Un mechero. Mitad Frita Mitad con Salsa.
El tiempo para la cena terminó mientras los grupos se miraban entre sí; ahora llegaba el momento de realizar el test de valor. “Escondidos en la montaña hay unos trozos de papel que tenéis que encontrar. El grupo que encuentre más, recibirá el premio especial de no tener que pagar por el alcohol.” ¡Un test de valor en el interior de la oscura montaña! Como cabría esperar, tanto serpientes como diferentes tipos de animales que estaban escondidos atacaron a la gente. También esta vez, el grupo de Lee Hyun fue el que encontró más papeletas sin darse cuenta. “Tengo las piernas destrozadas.” “¡Ah! Tengo sueño. Tengo hambre. ¡Mamá!” La mayoría estaban muy cansados para caminar, así que ningún otro del equipo se les unió. Solo Lee Hyun, Seoyoon y Bak Sun Jo caminaron diligentemente alrededor de la montaña para finalmente ser capaces de encontrar diez trozos de papel. Al llegar las once en punto, todos cayeron dormidos con facilidad. Habían navegado en barco para llegar aquí, montado las tiendas de campaña, preparado su comida y corrido. Dado que eran cosas a las que no estaban acostumbrados, habían acabado cansados rápidamente. De las tiendas de campaña y de la temporalmente infernal playa, solo se oían los sonidos alternantes de las olas y los ronquidos. ¡Slam! Romromromrrrrrr ¡Slam! Groooonnnnrrrrrrr
* * *
Lee Hyun se levantó temprano como hacía cada mañana . ‘Espero que Hayan esté comiendo apropiadamente. Debería llevarle algo de comida adicional a la abuela al hospital.’ No había nada que pudiera hacer en esta isla. No tenía oportunidad de acceder a la página de los Jugadores Oscuros para obtener información o de ir a la página de subastas para comprobar los precios de los objetos. Lo único que podía hacer era relajarse. ‘Pocas veces antes había podido descansar de esta manera.’ Se encontraba cómodo por primera vez en unos cuantos años. Lee Hyun salió silenciosamente del refugio temporal. Podía oír el intercambio de sonidos entre los estudiantes que dormían en sus tiendas y las olas. Estaba tan oscuro que a duras penas podría decir por dónde amanecería según la posición de la luz de las estrellas. “Genial.” – dijo Lee Hyun mientras caminaba por la blanca arena. Como cualquier otro chico, él también quería conocer gente nueva y quedar con ella, pero eso no le había sido posible. ‘Yo no puedo. Yo tengo que permanecer oculto en las sombras en aras de ganar dinero y hacernos la vida más fácil.’ Tenía una relación muy rara con sus amigos y el resto de alumnos de cursos superiores que conocía. Y aquellos que habían sido sus amigos durante la escuela primaria creían que se había mudado. Una vez, los padres de otros chavales le dijeron a Lee Hyun: “No juegues con nuestros hijos.” Lee Hyun preguntó sin rodeos el motivo, ya que no sabía a qué venía esto. “Tus padres han muerto y he oído que vives en una casa muy pobre, así que no te acerques a nuestros hijos nunca más.” En un mundo sin sus padres y viviendo en un entorno complicado, no fue capaz de hacer amigos. Cuando algún objeto se extraviaba o faltaba dinero, hasta los profesores culpaban a Lee Hyun. Debido a su dura experiencia, Lee Hyun se fue obsesionando más y más por el dinero. Pero en realidad podía entender la forma de pensar de esos padres. ‘Mis hijos son más importantes que los de los demás, sí. Me inmiscuiré en cualquier situación que pueda desembocar en lo que crea que puedan ser malas influencias.’ Lee Hyun intentó dejar de recordar el pasado. Ahora deseaba tomarse un tiempo para descansar. Sólo aquí, en el MT, es donde podría hacerlo. Una vez que regresara a casa, tendría que comenzar de nuevo a trabajar. Decidió dar un paseo ‘para disfrutar’ la mañana, pero en una roca lejana había alguien que se le había adelantado y se había sentado allí. Era Seoyoon. Aunque había sido capaz de dormir un poco al lado de Lee Hyun, por algún motivo se había sentido incómoda y, rápidamente, se había levantado y marchado. “……” Seoyoon también se había percatado de la presencia de Lee Hyun pero no dijo nada. Simplemente, observó el lugar vacío que había a su lado. Hyun se sentó donde indicaba su mirada sin olvidarse, por supuesto, de comprobar una y otra vez que no existía ningún problema por hacer algo así. ‘¿Eso significa que me siente? ¿Puedo sentarme? No te enfades cuando me siente. Quizás se vengue de mí en el futuro si lo hago...’ Todavía reinaba la oscuridad. Lee Hyun y Seoyoon estaban sentados en una roca, mirando al mar, bajo una miríada de estrellas en el cielo y el vasto océano que se extendía ante ellos. La pequeña frustración que había sentido antes, se desvanecía a medida que la relajación iba tomando su lugar. “……” Seoyoon quería decir algo, pero no llegó a abrir por completo su boca. Debido a la tensión que sentía, no podía decir nada. De hecho, gran parte de esos nervios se debían a que no sabía cómo expresar lo que sentía en palabras. Para ella, ser amigos era una realidad, así que quería mantener una agradable conversación, pero no sabía cómo despejar la tensión que se sentía en el ambiente. ‘No sé qué decir. ¿Cómo puede alguien transmitir sinceramente algo solo con palabras?’ En ciertos momentos, Seoyoon clavaba profundamente sus ojos en Lee Hyun durante un prolongado periodo de tiempo. Cuando eso ocurría, sus pensamientos se arremolinaban hasta casi volverse loco. ‘¿Sabes que he creado las estatuas, o qué? Yo sabía que me descubrirías tarde o temprano con la escultura ‘La Belleza de Hielo’. No, en las Llanuras de la Desesperación me viste hacer estatuas, ¿te diste cuenta entonces? No sé si sabes que ‘La Estatua de la Diosa Freya’ en el poblado Baran está basada en ti. ¡Ah! Esos ojos son como aquellos que vi cuando tuve ese severo resfriado y fui obligado a ingerir esa ponzoñosa comida, ¡son exactamente esos ojos!’ Ilusión y desconfianza, el miedo brotaba a medida que el amanecer llegaba.
* * *
La entrada a Morata. “Je, je. Muchas gracias.” “Hemos tenido muchos problemas, Da’in.” “Es gracias a ti que hemos sido capaces de completar esta misión.” El grupo se disolvió frente la entrada a la ciudad. ¡La zona que habían estado explorando era La Primavera del Olvido, junto a Las Ruinas del Crepúsculo! “Es increíble. Pensar que hemos sido capaces de subyugar Las Ruinas del Crepúsculo de esta forma.” “Tenemos muchos objetos y ha sido una experiencia muy interesante. Es todo gracias a ti, Da’in.” “Je, je. Ni lo menciones.” De todos los miembros del grupo, una impresionante chamán había destacado entre todos ellos. Los chamanes eran considerados como una profesión que servía para casi todo. Sus habilidades iban desde el tratamiento curativo hasta mejoras mágicas, incluyendo también maldiciones. Era una clase difícil de manejar. No destacaba especialmente en ninguna faceta. Así que, cuando alguien formaba un grupo, era habitual que no dejase ninguna vacante para que se uniera un chamán. Los chamanes carecían de la habilidad para dispensar tratamientos al nivel de un clérigo, o solo eran capaces de trabajar en una zona específica, por lo que, en la mayoría de los casos, únicamente se les asignaba un papel de apoyo. Pero la chamán Da’in se encontraba en una dimensión diferente en comparación con el resto de chamanes. Su tratamiento mágico superaba el límite de lo aceptable para un clérigo y el daño que infligía con sus ataques mágicos se encontraba cerca del realizado por los magos. Un ejemplo de ello era [Ceguera] y [Boqueo mágico]; usaba enredaderas o árboles para cegar y detener los movimientos de los enemigos. También se servía de [Flechas invisibles] o [Invocar familiar]. Mientras que toda su variedad de habilidades estaban correctamente preparadas para obtener la mayor ventaja, su maestría en otras habilidades era también muy alta. No era difícil imaginar por qué los miembros del grupo estaban encantados con Da’in. “Je, je, je. ¿Queréis que nos registremos como amigos?” Todo el grupo aceptó rápidamente la sugerencia de Da’in. “Seguro.” “¡Entonces lo repetiremos alguna otra vez!” Así, tras despedirse por última vez, Da’in recorrió Morata haciendo una visita. Una vez que entró en la ciudad, observó muchas tiendas que nunca había visto antes pero que estaban aún en construcción. “Se necesitan aventureros para ir a cazar a las Colinas del Sur. Preferiblemente magos.” “Necesito gente por encima del nivel 300. Requiero guerreros que puedan aguantar golpes de monstruos de nivel 400 o más.” “Quiero magos. Nigromantes o invocadores son bienvenidos para hacer una misión.” Había mucha gente intentando reclutar miembros para realizar misiones o ir de cacería. Mientras, muchos trabajadores reconocibles por sus collares azules, habían establecido su puesto. Comenzaron a crear objetos y se habían levantado tiendas para que los comerciantes realizaran su labor. ¡Vestidos, túnicas de sacerdote, todo en puestos al aire libre! Desde las tiendas pequeñas a las más grandes, todas estaban especializadas en tejidos, ya fueran de tela, cuero o diferentes mezclas. En lugar de ir a otras ciudades para comprar caros productos de piel, los aventureros, a cambio de que les produjeran un equipamiento personalizado, pagaban dinero. Y a partir del momento en que Morata empezó a liderar la tecnología de la industria textil, se producían objetos bastante buenos a partir de los materiales que les entregaban. Los sacerdotes aliviaban maldiciones y lanzaban bendiciones, mientras que jugaban un papel importante entrenando a paladines y clérigos. El mercado al aire libre era un lugar tan popular que siempre estaba rodeado de una multitud de mercaderes. En Morata, debido al aumento del tráfico de personas, la necesidad de bienes de lujo, comida, armas y armaduras se encontraba en aumento. Mientras tanto, otros jugadores compraban bienes en Morata y obtenían ganancias vendiéndolos en otras regiones. Finalmente, se terminó de construir el Gremio de Mercenarios. En su interior se encontraban algunos de los miembros del gremio de mercenarios Escudo Rojo, que se habían reunido y comentaban lo dura que era su vida. Si alguien los invitaba a un trago, podía entablar conversación con ellos y quizás llegar a contratarlos. Había casos en los que alguien no deseaba buscar un grupo para realizar cierta misión y directamente contrataba mercenarios. La conversación entre ambas partes se hacía para averiguar si el mercenario tenía la cualificación adecuada para realizar el trabajo. Después de valorar su reputación, nivel y profesión, las probabilidades de contratarlo respondían al nivel de familiaridad. Aunque sus servicios eran caros debido a que su costo se medía en días, un sin fin de gente buscaba mercenarios debido a que su alto coste iba relacionado con su efectividad. Mientras Da’in daba una vuelta por la ciudad para comprar algunas cosas que necesitaba, se encontró con un grupo que buscaba a un mago. “Mi clase es chamán. Si eso no os importa, mi nivel es 227.” “Es un poco bajo, así que… déjame intentar hablar con los miembros de mi grupo y te contestaré encantada.” Su líder era Paikeumaen, y llevaba una pica como arma principal. Tras hablar con los miembros de su grupo a través de susurros, aceptó. “Parece ser que eres muy famosa y conocida. Eres bienvenida Da’in. La misión que nos han encomendado es castigar a los Servidores de la Calavera antes de que salga el sol. ¿Te gustaría unirte?” “¡Sí!” Da’in se unió al grupo, aunque era para realizar una misión simple. El lugar de destino de la misión era el Lago Verde, cerca de la ciudad de Morata. Da’in, junto con su nuevo grupo, se dirigió a su destino.