Capítulo 330
¡Operación para matar al líder!
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Corregido por Noe
Editado por AMarauder
Ciudad del Continente Occidental, Cuarto Distrito Nuevo.
Entre las ruinas de la parte baja de la ciudad y la zona inundada se encontraba un búnker de artillería reforzado con hormigón. Colmillo de Roca leyó atentamente el trozo de papel arrugado que tenía en la mano de principio a fin, luego miró a su confiable subordinado.
“¿Esta carta te la dieron los soldados de la Nueva Alianza? ¿Estás seguro de que no eran de la guerrilla?”
“Lo juro por mi vida, jefe.” – añadió con seriedad el subordinado delante de Colmillo de Roca. – “El director de la oficina de la Alianza en el asentamiento Esperanza me entregó personalmente esta carta... Antes de irse, incluso me recitó su contenido dos veces, afirmando que era una orden del Administrador de la Nueva Alianza. También me pidió que se la leyera por si no entendía lo que decía.”
“Lo has hecho bien…”
Sus tensos nervios finalmente se aliviaron, Colmillo de Roca dobló cuidadosamente la carta y la metió en su bolsillo. Tras un momento de reflexión, miró a su subordinado de confianza.
“Ve a llamar a todos mis líderes de compañía. No importa qué misión estén ejecutando, ¡que vengan a verme de inmediato!”
El subordinado de confianza asintió rápidamente.
“¡Sí!”
Cuando el subordinado se fue, Colmillo de Roca se recostó en su silla y esperó en silencio. Al poco tiempo, unos pasos débiles resonaron en la entrada. Uno a uno, hombres musculosos vestidos con pieles de animales entraron por la puerta. Llevaban colmillos de marfil alrededor del cuello para simbolizar su autoridad; sus rostros les hacían parecer demonios y desprendían un hedor inquietante. De pie ante Colmillo de Roca, hicieron una reverencia con los puños cerrados.
“Jefe.”
“¿Nos buscabas?”
Colmillo de Roca examinó a sus subordinados más leales y comenzó a hablar lentamente:
“¿Confían en mí?”
Los hombres intercambiaron miradas, inseguros acerca de las intenciones de su líder. Pero como les preguntó, no podían negarlo. Así que uno tras otro, le expresaron su lealtad.
“¡Por supuesto!”
“Eres nuestro líder. Si no confiamos en ti, ¿en quién podemos confiar?”
“¡Así es! Aunque no lo entienda todo, ¡la cornamenta del Gran Dios Ciervo puede avalar mi lealtad!”
“¿Qué pasaría si les pidiera que murieran?” – añadió Colmillo de Roca, tras observar cómo hacían sus juramentos.
Sabiendo bien que no llegaría a eso, continuaron hablando sin dudar.
“Jefe, ¿es necesario preguntar? ¡Mi vida le pertenece!”
“Sí, sin mencionar mi vida. ¡Aunque tuviera que saltar a una olla hirviendo ni siquiera frunciría el ceño!”
“Así es! Ya sea saltando a una sartén o arriesgando mi vida en primera línea contra esos topos… ¡no me inmutaré!”
‘Excelente’
Todos eran individuos leales y valientes, dignos de ser los subordinados que había elegido personalmente. Al ver a sus hombres jurar lealtad, Colmillo de Roca asintió con satisfacción.
“Me satisface vuestra determinación. Ya que me reconocen como su líder, no puedo defraudarlos. No morirán; los mantendré con vida.”
Con eso, se volvió hacia su subordinado de confianza.
“Cierra la puerta y vigílala. Nadie puede acercarse. Los infractores deben ser asesinados.”
El subordinado asintió en señal de obediencia.
“¡Sí!”
Los presentes intercambiaron miradas de desconcierto; su intuición les decía que ese día era diferente a cualquier otro. Parecía improbable que su líder les hubiera pedido de repente que jurasen lealtad para divertirse. La puerta se cerró de golpe.
Colmillo de Roca se levantó de su silla, su expresión se volvió cada vez más seria mientras observaba a sus subordinados.
“Las fuerzas de la Nueva Alianza están justo delante de nuestras narices, y nuestro líder está ocupado azotando y masacrando a sus subordinados más leales.” – Mientras hablaba, el tono de Colmillo de Roca se hizo más serio. – “Se ha vuelto completamente loco. Si no hacemos algo, ¡moriremos todos!”
Con estas palabras, los líderes de la compañía finalmente comprendieron lo que su líder quería decir.
‘Esto...’
‘¡Intentando incitar una rebelión!’
Colmillo de Roca observó las diversas expresiones de los líderes de la compañía.
“No le temo a la muerte; es simplemente volver al abrazo de la Madre Tierra. Pero todos ustedes me consideran su hermano mayor y, naturalmente, no puedo quedarme de brazos cruzados viéndolos desperdiciar sus vidas por culpa de un loco insensato. Por supuesto, si alguien decide no seguirme, no insistiré. Salgan por la puerta. Finjan como si hoy no hubiera dicho nada y no hubieran escuchado ni una palabra.”
Nadie se lo creía. Si alguien realmente estuviera en contra… ¡jamás saldría con vida! Rápidamente, los subordinados expresaron con entusiasmo su apoyo.
“Jefe, diga lo que tiene pensando.”
“No importa cuál sea su plan, ¡lo seguiremos!”
“¡Exactamente! En el peor de los casos, nos iremos para empezar una nueva vida, conquistando una nueva fortaleza para vivir felices.”
Colmillo de Roca asintió.
“Entonces se lo diré.” – Tras una pausa, continuó. – “¡Tengo la intención de liderarlos a todos para rendirnos ante la Nueva Alianza!”
Tan pronto como salieron esas palabras, la habitación quedó instantáneamente en silencio. Sus expresiones estaban repletas de asombro.
‘¿Rendirse ante la Nueva Alianza?’
‘¿Quién es el loco? ¿Colmillo Dorado o mi líder?’
A estas alturas de la guerra, ambos bandos habían sufrido innumerables bajas. Tan solo considerando los paracaidistas en la ciudad, se habían producido al menos entre 500 y 600 muertes a manos del enemigo en el último mes.
Aunque las transmisiones de la Nueva Alianza prometían un buen trato para aquellos que se rindieran voluntariamente, ¿quién podía garantizar que no se volverían hostiles después de que terminara la guerra?
No habría nadie que pudiera garantizarles justicia en ese momento. Cuando se enterasen de su ejecución, los supervivientes solo aplaudirían con emoción.
“Jefe, confiamos en usted… ¿Pero por qué rendirse ante la Nueva Alianza?”
“Sí… ¿realmente nos perdonarán?”
“Creo que deberíamos huir… al norte, al este o al oeste del río. Siempre tendremos a dónde ir.”
Anticipándose a las preocupaciones de sus subordinados, Colmillo de Roca sonrió con calma.
“¿Escapar? Somos más de 1000. ¿Qué comeremos? ¿Llevaremos a los esclavos? ¿O planeáis pedirle provisiones a nuestro líder antes de partir?”
Todos guardaron silencio, pero Colmillo de Roca no se detuvo ahí.
“A menos que planees abandonar a los más de 1000 hermanos aquí para que se las arreglen solos.”
Aunque no les importaba el destino de sus secuaces, dejar atrás a sus hombres sería un asunto completamente distinto. Para entonces, se convertirían en blancos fáciles incluso si se encontraban con un par de mutantes. Todos empezaron a dudar. Huir no parecía buena idea, al menos no para los líderes de compañía que tenían una buena vida. Pero rendirse… ¿Sería mejor que huir?
“Pero, jefe, incluso si nos rendimos a la Nueva Alianza… El mejor resultado será convertirnos en sus esclavos. ¿No sería mejor escapar?” – preguntó un líder de compañía con cautela.
Colmillo de Roca lo miró.
“La Nueva Alianza me ha ofrecido un trato: necesita personal para custodiar a los prisioneros. Mientras estemos dispuestos a cooperar con ellos y ayudar a poner fin a esta guerra ya condenada al fracaso, nos confiarán esa tarea. Aunque no estaremos tan cómodos como ahora, podremos gestionar a cientos o miles de personas. Será mucho mejor que vagar por el páramo.”
Al escucharlo, incluso aquellos que habían dudado dejaron de preocuparse. Al menos, eran útiles para la Nueva Alianza. Eso era mucho más tranquilizador que una promesa vacía.
“Jefe, díganos qué hacer.”
“¡Te seguiremos pase lo que pase!”
Colmillo de Roca asintió.
“Nadie debe hablar de esta conversación. Quiero que todos comiencen a prepararse como les indiqué. Atacaremos en 3 días, ¡a medianoche! En ese momento, las aeronaves de la Nueva Alianza se coordinarán con las fuerzas terrestres para lanzar un ataque sigiloso contra los barrios del sur de la ciudad. Mientras tanto, los que defendemos el oeste nos encargaremos de crear una brecha en la defensa occidental para dejar entrar a la Nueva Alianza.” – Un destello de crueldad brilló en sus ojos, mientras seguía hablando con frialdad. – “En cuanto nos encontremos con los soldados de la Nueva Alianza, ¡marcharemos directamente hacia la guarida de Colmillo Dorado! ¡Capturaremos vivo a ese idiota!”
* * *
Pasaron 3 días en un abrir y cerrar de ojos.
Los continuos bombardeos de artillería y las campañas de panfletos hundieron la moral de todo el Clan Colmillo en un profundo abismo. Los desertores abandonaban constantemente sus posiciones, huyendo hacia el norte o llevaban los panfletos hacia el este para rendirse a la guerrilla.
Por mucho que Colmillo Dorado ordenase una búsqueda exhaustiva de aquellos que ocultaban folletos de rendición, no pudo detener a todos los desertores. Especialmente aquellos depredadores que se unieron solo por su reputación. Al ser forasteros que ni siquiera eran considerados parte del clan, naturalmente estaban siempre bajo sospecha.
Desde la aparición del traidor, sus superiores los registraban dos veces al día e inspeccionaban sus habitaciones otras tres. Cualquiera que fuera encontrado escondiendo un panfleto, ya sea en su abrigo o en su cama, sería ahorcado sin piedad de una ventana. Esa serie de descabelladas tácticas de presión condujo a un número cada vez mayor de desertores. El caso más escandaloso ocurrió cuando un escuadrón de 100 hombres partió y nunca regresó.
Ante esta situación desesperada, incluso los guerreros más leales y decididos del clan no pudieron evitar sentir una oleada de desesperación. Tal vez… Realmente no tenían salida.
En el oscuro búnker de hormigón, el rostro de Colmillo Dorado se oscureció mientras miraba el mapa. Era el puesto de mando temporal del Clan Colmillo, y solo había dos personas. Uno era el propio Colmillo Dorado, y el otro era uno de sus mayores hombres de confianza, Colmillo de Zorro.
Era un hombre ligeramente delgado y, aunque no era especialmente poderoso en combate, poseía una mente aguda. Además, era descendiente directo del Clan Colmillo. Desde la derrota de Dillon, Colmillo Dorado ya no confiaba en sus consejeros.
“¿Por qué no pedimos ayuda a otros clanes? Al menos que envíen algunas armas… Ni siquiera podemos conseguir materiales para reparar las nuestras.” – susurró Colmillo de Zorro.
Al escuchar la sugerencia de su subordinado, Colmillo Dorado permaneció en silencio.
‘¿Pedir ayuda? ¿A quién?’
El Clan Serpiente al este estaba enredado profundamente en el atolladero del Pueblo del Río Rojo y eran incapaces de enviar refuerzos para ayudarlo. El Clan del Oso había avanzado hacia el oeste y ya había llegado a la Provincia del Atardecer, a más de 100 kilómetros de distancia, con innumerables montañas y ríos en el medio.
Colmillo Dorado sabía que, si bien su clan lideraba la Tribu Mastica Huesos y él era su rey, no existía una relación jerárquica entre clanes. Carecía de autoridad para comandar clanes que no estuvieran afiliados a él.
“¿Cuánta munición nos queda?”
“Con nuestro ritmo de consumo… Probablemente tengamos suficiente para solo 2 meses.” – respondió Colmillo de Zorro en voz baja.
Colmillo Dorado se sumió en un largo silencio. Justo cuando estaba a punto de hablar, se produjo un intenso fuego de artillería en el exterior. Últimamente, Colmillo Dorado se había acostumbrado a los bombardeos de artillería de la Nueva Alianza, así que no estaba particularmente alarmado. Sin embargo, esta vez era diferente.
Anteriormente, la Nueva Alianza les había lanzado proyectiles de artillería a intervalos, pero ahora más de una docena de piezas de artillería disparaban simultáneamente, lo que indicaba un aumento significativo de la potencia de fuego.
“A juzgar por la dirección y la distancia del sonido, probablemente estén bombardeando la parte sur de la ciudad…” – El rostro de Colmillo de Zorro cambió ligeramente. – “¡La Nueva Alianza probablemente intente atacar la ciudad al amparo de la noche!”
Colmillo Dorado apretó el puño sobre el mapa con una sonrisa cruel dibujándose en sus labios.
“¡Por fin perdieron la paciencia!”
¡Guerra urbana! ¡Sus hombres eran expertos en el combate callejero!
“¡Envía a tus hombres al sur de la ciudad inmediatamente! ¡Asegúrate de detener a la Nueva Alianza!” – ordenó, mientras se giraba hacia Colmillo de Zorro.
Colmillo Zorro obedeció.
“¡Sí!”
Después de dejar el puesto de mando, Colmillo de Zorro reunió inmediatamente a sus subordinados. Más de 1000 soldados de élites completamente armados marcharon por las calles inundadas, dirigiéndose hacia el sur de la ciudad bajo un ruido ensordecedor. Debían reforzar la guarnición de 1000 soldados de la zona.
Sin embargo, en ese momento, ninguno de los dos sabía que mientras la Nueva Alianza bombardeaba implacablemente la parte sur de la ciudad, una flota de balsas cruzaba las marismas de la costa oriental del lago del Continente Occidental, dirigiéndose hacia el Cuarto Distrito Nuevo…
“¿Crees que podemos confiar en esos depredadores?” – susurró N1, agachado en una balsa y contemplando la silenciosa oscuridad que se extendía frente a él.
“No lo sé.”
Habrá Tiempo negó con la cabeza.
“¿Y si de repente cambian de opinión?” – preguntó N1 sin poder evitarlo.
“¿Qué más podemos hacer? Esperar 3 días para volver al juego.” – dijo Caballo Blanco, dándole una palmadita en el hombro y sonriendo. – “Vigílalos. ¡Contamos con tu capacidad para adivinar sus intenciones!”
N1 suspiró.
“Realmente estamos apostando nuestras vidas en esto.”
“No te preocupes. La probabilidad de que nos traicionen es mínima. A estas alturas, cualquiera puede ver que esta guerra ha terminado. Para ellos, es solo cuestión de cuándo. Incluso si continúa, durará como máximo 1 o 2 semanas más.” – dijo Habrá Tiempo.
“Así es.” – asintió Vendaval con calma. – “Desde el momento en que dejaron de avanzar, perdieron.”
Mientras hablaban, una luz apareció a lo lejos entre los juncos del pantano. Caballo Blanco hizo un gesto con la mano, indicando a los remeros que aceleraran. Filas de balsas se acercaron lentamente hacia la luz.
20 balsas transportaban a 140 jugadores de la Legión Ardiente, el equivalente a una compañía reforzada. Todos eran jugadores veteranos que entraron al juego durante la fase Alfa y, como mínimo, habían experimentado la Marea. Eran despertados… ¡y podían considerarse la columna vertebral de la Nueva Alianza!
Ante ellos se extendía un pantano infestado de insectos venenosos y criaturas salvajes, incluyendo animales extremadamente peligrosos como los Cangrejos de Pinza Partida y los camarones acorazados. Ocultos entre las dispersas ruinas se encontraban numerosas ametralladoras de 7mm. Para abrirse paso hasta allí, tendrían que enfrentarse simultáneamente al fuego cruzado enemigo y al cerco de los mutantes asustados. Pero ahora, esa puerta occidental, fácilmente defendible, se encontraba totalmente desprotegida… Una invitación abierta a la Nueva Alianza…
Poco después, un líder de compañía se reunió con la Legión Ardiente. Lo acompañaban una decena de subordinados de confianza, todos ellos con paños blancos envueltos alrededor de sus brazos.
“Estoy aquí para guiarlos… Espero que cumplan su promesa y nos den una salida cuando todo termine.” – dijo el líder de compañía, con la mirada fija en las armas que portaban las manos de los jugadores.
Incluso como despertado, tenía que admitir que cada uno era realmente poderoso. ¡Mucho más que él! En cuanto al líder, ¡su fuerza era aún más insondable!
Caballo Blanco permaneció en silencio y en su lugar miró a Habrá Tiempo, quien era el que mejor sabía comunicarse con los PNJs.
“Jamás hemos roto una promesa.” – afirmó Habrá Tiempo.
Al escuchar sus palabras, el líder de compañía asintió. Sin perder más tiempo, hizo un gesto a sus subordinados para que abrieran el camino. Todo el Cuarto Distrito Nuevo estaba sumergido, e incluso en las zonas menos profundas el agua llegaba hasta la cintura. Por lo tanto, las balsas eran el medio de transporte más fiable.
A la mayoría de los mutantes no les interesarían los trozos de madera que flotaban en la superficie del agua. Mientras la gente no los provocara, no tenían que preocuparse por perder las piernas repentinamente mientras caminaban por el agua.
“Estos cangrejos parecen diferentes a los de casa… Son más pequeños y sus caparazones más puntiagudos.” – susurró N1 mientras miraba fijamente un Cangrejo de Pinza Partida flotando en la superficie del agua.
Intrigado, Huevos Revueltos tomó algunas fotos.
“He oído que por aquí también hay camarones mutantes. Tendré que estudiarlos cuando se desbloquee el nuevo mapa.”
“¡Podremos probar platos nuevos!” – susurró emocionado Dejar de Fumar.
El depredador que iba delante no tenía ni idea de lo que hablaban los jugadores. Si entendieran chino, sin duda se sorprenderían.
‘¿Plato Nuevo? ¿Quién será Plato Nuevo?’
Sería una suerte si no terminaban siendo arrastrados al agua y devorados por los Cangrejos de Pinza Partida o los camarones acorazados. ¿Quién provocaría voluntariamente a estas criaturas? Era cierto que la carne del cangrejo era tierna y jugosa, y sus huevas eran un manjar de primera clase, pero había que estar vivo para disfrutarlas.
Las balas de rifle no penetraban los caparazones de los cangrejos y solo enfurecían a los monstruos. Usar lanzacohetes para atacar a los cangrejos estaba estrictamente prohibido en el clan…
Después de tomar fotos, Huevos Revueltos y Dejar de Fumar comenzaron a hablar en voz baja sobre cómo cocinar los cangrejos para que estuvieran más deliciosos. En una situación tan grave, aún encontraron tiempo para discutir si cocinarlos al vapor o a fuego lento. Se podía decir que eran verdaderos jugadores…
El grupo continuó avanzando. En el camino se unieron más balsas y en poco tiempo había más de 40 que transportaban a casi 400 hombres. Los subordinados de Colmillo de Roca también participarían en la batalla, ayudando a la Legión Ardiente a desarmar a la guardia personal de Colmillo Dorado.
Esto no era solo para demostrar su lealtad a la Nueva Alianza, sino también para asegurar el éxito de la rebelión. Al fin y al cabo, si fracasaban, la Nueva Alianza solo perdería una compañía de soldados, pero su destino sería terrible. Era obvio que con la brutalidad de Colmillo Dorado los torturarían a él y a sus hombres de las maneras más desagradables posibles.
El cuartel general del Clan Colmillo se encontraba en el centro del Cuarto Distrito Nuevo, oculto dentro de una ruina reforzada con hormigón. El camino que iba desde la línea de defensa occidental hasta el centro estaba prácticamente despejado. La zona que dependía de Colmillo de Roca era obvia; ya había tomado medidas con antelación. Los guardias de ese día eran subordinados de confianza, y todos cooperaron sin reservas para dejarlos pasar.
En cuanto a la zona defensiva interior, los guardias ni siquiera intentaron detenerlos al ver que eran los principales lugartenientes de Colmillo de Roca. No se molestaron en contar cuanta gente había en las balsas o buscar si había armas escondidas. De hecho, aunque quisieran comprobarlo, no tenían modo de hacerlo. Debido a la amenaza de los aviones de la Nueva Alianza, ninguno de los puestos de guardia se atrevió a encender una hoguera. Todo el Cuarto Distrito Nuevo estaba en completa oscuridad.
Desde la azotea de un edificio de tres pisos, aparte de la superficie del agua completamente negra, lo único que se podía observar era como las balsas flotaban sobre el agua. En cuanto a lo que había en ellas, tendrían que bajar para verlo con claridad.
“Esto es muy emocionante…”
Al contemplar los cañones de las armas tan de cerca, Basura sintió que le sudaban ligeramente las palmas de las manos. No por miedo… sino por emoción. Sentía como sus instintos sanguinarios de bestia corrían por sus venas, la emoción ardía en sus pupilas de color ámbar. ¡Su ADN estaba agitado!
El centro de mando, que se encontraba a solo 200 metros según el mapa de la MV, ya estaba a la vista. Las varias fortificaciones de hormigón le permitían resistir los proyectiles de artillería pesada o el bombardeo aéreo más implacable. Las ruinas de los alrededores se habían convertido en torretas, que servían tanto de defensa área como de estructura de apoyo. En ese momento, solo una valla de madera separaba a la Legión Ardiente de su objetivo.
“No podemos lanzar un asalto frontal. El trazado parece sencillo, pero hay al menos tres puntos de fuego cruzado. Sin vehículos blindados, será complicado avanzar… Quienquiera que montase esta defensa es un maestro.” – dijo Caballo Blanco tras echar un vistazo a su alrededor.
Esta empresa de juegos realmente tenía gente con talento. Estaba bien para las batallas a gran escala, pero también diseñaban meticulosamente un pequeño puesto de control. ¡Tenía que haber expertos en estrategia militar en el equipo de desarrollo!
Deteniéndose frente a la puerta de madera, el líder de compañía se puso de pie en la balsa y gritó hacia el puesto de guardia, situado en las ruinas a la derecha.
“¡Abrid la puerta!”
Una cabeza asomó junto a la ametralladora pesada situada en el puesto de guardia.
“¿Quiénes son?”
“Somos subordinados de Colmillo de Roca. ¡Estamos aquí bajo sus órdenes para relevarte!” – continuó gritando el comandante.
Un brillo de sospecha brilló en los ojos del guardia.
“¿Reemplazo? Nadie nos dijo nada.”
Los guardias eran parte de la guardia personal de Colmillo Dorado y a diferencia del resto de esbirros, no eran tan fáciles de engañar. Al presentir que algo andaba mal con las balsas que flotaban en el agua, la expresión del centinela se tornó aún más desfavorable y los apuntó con su ametralladora de 7mm.
“¡Quietos! ¡Iré a preguntar a Colmillo Dorado!”
La tensión iba aumentando. La expresión del jefe en la primera balsa cambió ligeramente, estaba a punto de ser descubierto. Sintiendo la creciente amenaza, N1 inmediatamente se puso alerta y le guiñó un ojo a Habrá Tiempo.
‘¡Adelante!’
Después de trabajar juntos durante tanto tiempo, Habrá Tiempo comprendió rápidamente la mirada de N1 y supo que probablemente habían descubierto que algo iba mal. La esquina de una capa negra se levantó ligeramente, revelando un destello en mitad de la oscuridad. Apuntó al soldado que estaba en la ametralladora de la torre de vigilancia.
La cuerda del arco tembló y, con un silbido, una flecha atravesó la cabeza del centinela que estaba junto a la ametralladora, haciéndolo caer hacia atrás. El repentino giro de los acontecimientos sorprendió a todos, desde los seguidores leales de Colmillo de Roca hasta los centinelas apostados en las torres…
Excepto los jugadores de la balsa.
Al ver que Habrá Tiempo había actuado, Caballo Blanco ya no se molestó en ocultarse. Inmediatamente retiró la tela negra que cubría la balsa, dejando al descubierto el LD 47 oculto debajo, y disparó una ráfaga de proyectiles hacia el edificio.
“¡Fuego!”
Se oyeron disparos en la superficie del agua. Los jugadores en las balsas agarraron sus armas y algunos saltaron al agua, empujando las balsas hacia la puerta.
“¡RPG…!” – gritó Dejar de Fumar con entusiasmo mientras apuntaba a la puerta y apretaba el gatillo. Llevaba al hombro un lanzacohetes.
Una nube de humo blanco salió disparada y la puerta que les bloqueaba el paso explotó en pedazos al instante. La calle se llenó del sonido de los disparos.
40 balsas aceleraron, pasando sobre los restos de madera que flotaban en la superficie del agua, y se dirigieron a toda velocidad al cuartel general.
“¡Síganme! ¡El Jefe final está justo ahí!” – Las balas silbaban en el aire mientras Caballo Blanco gritaba con fuerza mientras remaba hacia adelante. – “¡De esta batalla depende si podemos asegurar el MVP!”
“¡Uaaaaaaaaaaa!”
Basura dejó escapar un grito ensordecedor. Incapaz de contenerse, lanzó su capa al aire y dejó al descubierto sus afiladas garras. Cuando vieron a la Garra de la Muerte cargando hacia ellos como un misil, los centinelas que custodiaban la torre de vigilancia mostraron expresiones de terror.
¡Una Garra de la Muerte!
“¿Tienen equipos de interferencia mental?”
“¡Apuntad al collar que tiene alrededor del cuello!” – gritó con pánico el líder del escuadrón de depredadores, agazapado tras una cubierta.
“Jefe, ese lagarto no tiene collar alrededor del cuello…” – gritó muerto de miedo otro depredador que sostenía una ametralladora.
Los ojos del líder del escuadrón se abrieron de par en par.
“¿Qué?”
No solo no tenía collar, sino que el lagarto también tenía una pesada placa de acero en el pecho y unos guantes blindados en las garras. Avanzó a toda velocidad entre las ruinas como si fuera un tanque capaz de escalar muros. Los depredadores que se interponían en su camino eran bolsas de sangre. Nada se interponía entre él y su destino.
En menos de medio minuto, una torre de vigilancia se derrumbó. No solo ya no se oían los disparos ni se veían fogonazos, sino que ni siquiera se oían gritos y lamentos. N1 no pudo evitar asombrarse.
“Rayos… ¿Interpretar a ese personaje no le causa ningún trauma psicológico?”
“¿Te parece traumatizado?”
Caballo Blanco le dio una palmadita en el hombro.
“Deja de perder el tiempo y recuerda tu misión. Sígueme.”
N1 asintió y dejó de dudar. Agarró su rifle de francotirador y trotó hacia la torre de vigilancia. Caballo Blanco se volvió entonces hacia los jugadores que estaban detrás de él.
“¡Escuchad! ¡Seguid el plan!”
Con la emoción brillando en sus ojos, todos los líderes del equipo respondieron al unísono a través del canal de comunicación.
“¡Sí!”
Dos jugadores de fuerza, protegidos por otros ocho, empujaron una balsa cargada con 200 kilogramos de explosivos hacia la pared del cuartel general. Al mismo tiempo, los 130 jugadores restantes se dividieron en escuadrones de 10 personas y se dispersaron en múltiples direcciones para eliminar a los depredadores apostados en el cuartel general, creando un asedio alrededor de todo el edificio.
Bajo el mando de Colmillo de Roca, los jugadores entraron y tomaron el control de las torres de vigilancia cercanas, evitando que llegasen refuerzos.
Al mismo tiempo, el avión de combate H-1 Libélula modificado, equipado con dos cañones de 37mm, apareció en el espacio aéreo sobre el Cuarto Distrito Nuevo y comenzó a sobrevolar la zona. Junto con las granadas de humo rojo lanzadas por la Legión Ardiente y las coordenadas reportadas, los dos cañones suspendidos en el aire desataron inmediatamente una feroz descarga contra los depredadores escondidos en las ruinas.
Dentro del cuartel general, las llamas parpadearon y las explosiones resonaron sin cesar, como un gran espectáculo de fuegos artificiales. Al escuchar los sonidos de disparos que se acercaban desde el exterior, Colmillo Dorado finalmente reveló un indicio de pánico mientras estaba agazapado. En ese momento la puerta se abrió.
“¿Qué está pasando?” – rugió tras agarrar al capitán de la guardia que había entrado corriendo.
“Nuev… Nueva Alianza… ¡Han atravesado nuestras defensas!” – balbuceó el capitán, presa del pánico, al verse frente a tanta furia.
‘¿Atravesado?’
Colmillo Dorado estaba aterrorizado, con el rostro agitado y furioso.
“¿Cómo es posible? Acabo de enviar a Colmillo de Zorro a reforzar el frente, ¿cómo pudieron llegar tan rápido…?”
“No, no es del sur; esa gente entró por el oeste. Y a juzgar por los disparos, ¡deberían ser 1000!” – El capitán de la guardia dijo presa del pánico mientras lo seguían agarrando por el cuello. – “Jefe, no es momento de hablar. Este lugar ya no es seguro; ¡debe retirarse!”
‘¿Oeste?’
Si recordaba correctamente, esa era la zona de defensa de Colmillo de Roca. Al principio, Colmillo Dorado se sorprendió y los músculos de su rostro se retorcieron de ira. Era imposible que 1000 personas se acercaran sin hacer ruido. ¡Ni siquiera los descubrieron hasta que llamaron a su puerta!
No había duda: ¡alguien lo había traicionado!
Pero lo que no esperaba era que la persona que lo había hecho fuera de su linaje directo: Colmillo de Roca. El hombre al que había ordenado defender el frente occidental.
“¡Cobarde! ¡Traidor!” – Apretando los dientes, Colmillo Dorado farfulló unas palabras y arrojó con furia al capitán. – “¡Retirada! ¡Llévame al norte!”
El capitán de la guardia asintió de inmediato e hizo una señal a los guardias cercanos para que escoltaran a Colmillo Dorado fuera del cuartel general. El enemigo ya estaba cerca. Si no se marchaban ahora, probablemente morirían aquí. Las bengalas ya habían iluminado el cielo, y otros comandantes de brigada dirigían a sus hombres para reforzar la base. Mientras pudieran resistir esta noche, aún habría esperanza…
Colmillo Dorado juró en su corazón que cuando atrapase a Colmillo de Roca, le arrancaría la cabellera al traidor para usarla como plantilla para sus botas.
El grupo avanzó rápidamente por los pasillos hacia la puerta trasera del cuartel general. Sin embargo, en ese momento, una explosión ensordecedora estalló repentinamente desde un lateral del pasillo, lanzando escombros y una columna de humo desde el exterior.
Sorprendidos por la explosión, los cuatro guardaespaldas se tambalearon. Pero antes de que pudieran siquiera recuperar el equilibrio, una ráfaga de balas acabó con sus vidas. Al ver a los soldados entrar en tropel a través del humo y el polvo, el rostro del capitán de la guardia mostró pánico y se olvidó de disparar.
¡Esos intrusos habían volado el muro exterior del cuartel!
“¡Ríndanse!”
“¡Están rodeados!”
Frente a los oscuros cañones de las armas que les apuntaban, un destello de miedo pasó por los ojos de Colmillo Dorado, pero rápidamente fue reemplazado por ferocidad y locura.
“¡Jamás! ¡No me capturarás!”
“¡Eso no depende de ti!” – se burló Habrá Tiempo mientras tensaba la cuerda de su arco, apuntando a las piernas. Pero antes de que pudiera tensar por completo la cuerda, se escucharon disparos desde el otro extremo del pasillo.
Sorprendidos, tres jugadores cayeron al suelo. Habrá Tiempo, con una bala en el brazo, rodó rápidamente detrás de una pared parcialmente derrumbada. Al observar los tres cuerpos en el suelo, Uren, que llevaba un exoesqueleto, no pudo evitar esbozar una mueca de desprecio. Y cuando Colmillo Dorado lo vio, un destello de alivio apareció en su rostro distorsionado.
“Apóstol… Reverenciado Apóstol, ¡sálvame!”
‘¿Reverenciado Apóstol?’
Uren nunca había visto a ese tipo con una expresión tan devota.
“Eres un completo fracasado… Te ayudamos tanto, pero has convertido una victoria segura en un desastre.” –dijo Uren con frialdad. Luego señaló a los tres hombres a su lado mientras apretaba. – “Traedlo.”
Aunque se mostraba reticente y desdeñoso, Uren sabía que ese hombre era un aliado de la Antorcha. Como Apóstol, no tenía derecho a cuestionar las decisiones del Santo.
En este momento, el Clan Colmillo apenas podía mantener la posición. Pero una vez que Colmillo Dorado muriese o fuera capturado, no solo los depredadores de la ciudad perderían, sino que los grupos de la Tribu Mastica Huesos se dispersarían. Para entonces, no solo serían incapaces de lograr completar la misión de recuperar la caja negra, ¡sino que incluso los planes de Antorcha en la Provincia del Valle del Río se arruinarían! En cualquier caso, ¡tenía que sacar a ese idiota de allí!
En el interior del cuartel general se desató un intenso tiroteo. Los Apóstoles de Antorcha, equipados con exoesqueletos y cascos tácticos con dispositivos de puntería y visión nocturna incorporados, lograron hacer retroceder a los jugadores que habían asaltado el cuartel general.
Al ser una misión de infiltración, los jugadores no llevaban los valiosos exoesqueletos de Caballería Ligera o Pesada. En tan solo 2 minutos, dejaron atrás más de una docena de cadáveres.
“Maldita sea… ¡Hacen trampa!” – maldijo Sexto tipo de la Esquina con dos balazos en la pierna, mientras cambiaba de cargador.
“¿Dónde está el RPG? ¡Úsalo!” – gritó Piérdete Novato.
“Mierda. ¿No se suponía que debemos capturarlo vivo?” – dijo Francotirador da en el Blanco aturdido.
“¿Capturarlo vivo? Se escaparán si no los matamos ahora. ¡Nos llevaremos los cuerpos! De todas formas, ¡no servirá de mucho!”
Maestro de Utilería agarró el lanzacohetes que llevaba a la espada y se lo colocó en el hombro. Pero cuando estaba a punto de disparar lanzaron una granada detrás de su cobertura.
“¿Qué carajo?”
Los jugadores quedaron atónitos. Pero antes de que pudieran siquiera maldecir, quedaron envueltos en la metralla y las llamas de la explosión. En un abrir y cerrar de ojos, todos murieron. En ese momento, la voz de Caballo Blanco llegó a través del canal de comunicaciones.
“Habrá Tiempo. ¿Cómo está la situación?”
“Mierda…” – maldijo Habrá Tiempo, mientras aplicaba un torniquete al hombro que sangraba.
“¡Hay un experto enemigo! Creo que vi un exoesqueleto… ¡Podría ser el mismo grupo que encontramos en la zona oriental del Distrito de Qingquan!”
No sabía porque luchaban. Todo el cuartel general estaba rodeado. Incluso había un avión de combate sobrevolando en círculos la zona, armado con dos cañones de 37mm. Por mucho que se resistieran, la lucha era inútil.
Sin embargo, al escuchar la palabra exoesqueleto, el rostro de Caballo Blanco cambió instantáneamente. Recordó la batalla que habían librado en la zona oriental del Distrito de Qingquan.
‘Si es ese grupo… ¡Esto podría no acabar bien!’
Sin atreverse a ser descuidado, Caballo Blanco inmediatamente conectó el canal de comunicación con la aeronave de combate, solicitando apoyo aéreo.
“Aquí la Legión Ardiente… Nos hemos encontrado con un pequeño problema. Solicitamos a Navaja para despejar la zona.”
Después de una breve pausa, llegó una respuesta clara y concisa a través del canal de comunicación.
“H-1… Navaja en camino. ¡Agachad la cabeza!”
“¡Recibido!”
Tras finalizar la llamada, Caballo Blanco le hizo un gesto a Vendaval y señaló una entrada cercana. Este lo comprendió de inmediato. Sacó un dispositivo de conexión neuronal con forma de auricular de su mochila y se lo puso en la cabeza.
Al mismo tiempo, el H-1 que flotaba en el aire liberó un discreto punto negro. Protegido por la oscuridad, el punto negro se dirigió hacia el suelo y, cuando se acercó al objetivo, sus seis rotores se desplegaron al unísono. El zumbido de las hélices resonó mientras el dron planeaba a gran velocidad, como una flecha. Se estrelló contra la pared de hormigón abierta por los explosivos.
En ese momento, Uren estaba liderando a tres miembros de su escuadrón en una feroz batalla contra la Legión Ardiente. Protegían a Colmillo Dorado mientras se retiraban hacia la salida trasera del cuartel general, completamente inconscientes del peligro que se acercaba.
“¿Cuánto falta para que lleguen los refuerzos? ¿Esperas que contenga una división entera con 3 hombres?” – gritó Uren con fuerza, agarrando a Diente Dorado por el cuello.
“Ya… Ya vienen. ¡Pronto llegarán!” – respondió Colmillo Dorado presa del pánico.
Uren lo soltó y continuó disparando por el pasillo. Después de sufrir más de 10 bajas, el asalto de la Nueva Alianza se ralentizó y la presión disminuyó considerablemente. Parecía que no les quedaba mucha gente…
Al pensarlo, Uren exhaló un suspiro de alivio. Pero en ese momento, un zumbido surgió de repente de la oscuridad, y una repentina sensación de crisis lo envolvió instantáneamente. Habiendo experimentado muchas batallas, reaccionó de inmediato.
“¡Dron! ¡Derribadlo!”
Cuatro rifles abrieron fuego simultáneamente, creando una red de fuego de color anaranjado en el oscuro corredor. De los seis rotores, tres sufrieron daños. Sin embargo, el dron siguió deslizándose a gran velocidad y se estrelló contra su refugio.
El rostro de Uren se puso pálido.
“¡Al suel…!”
En el estrecho pasillo se produjo una explosión. 15 kilogramos de explosivos de alta potencia no solo volaron el muro de hormigón, sino que las abrasadoras oleadas derritieron el acero. El intenso calor abrasó el suelo.
Habrá Tiempo entró por detrás del muro dañado con su hombro herido y el resto de jugadores.
“Maldición… Esa explosión fue demasiado poderosa.” – dijo mientras golpeaba con el cañón de su arma, los fragmentos del casco que había en el suelo.
“Es una pena que no pudiéramos capturarlo con vida.” – añadió Dejar de Fumar.
Habrá Tiempo desenterró un cadáver a medio destrozar de entre los escombros, pero tuvo que buscar un buen rato antes de encontrar la cabeza de Colmillo Dorado bajo los restos de hormigón.
Dirigiéndose al líder de la compañía que había llegado con ellos, Habrá Tiempo habló en el lenguaje no estándar de la federación.
“¿Es este?”
Al observar al hombre desfigurado que tenía delante, el líder de compañía contuvo la respiración antes de empezar a asentir.
“S… Sí.”
Aunque solo le quedaba un hombro y la cabeza; incluso si se hubiera convertido en cenizas, lo reconocería. Pero jamás imaginó que el otrora invencible Rey Depredador, líder de la Tribu Mastica Huesos, tendría un final tan miserable.
Al ver al hombre impasible frente a él, la nuez del líder de compañía se contrajo, con un profundo miedo reflejado en sus ojos.
‘Estos tipos… ¡Son demonios!’
Afortunadamente, la guerra había terminado y no tendría que enfrentarse a ellos en el campo de batalla… Sin prestar atención al cambio de expresión del PNJ, Dejar de Fumar se acercó, mirando fijamente la mitad de un cuerpo por un rato.
“Tsk, si queremos colgarlo, todavía tendremos que hacer algo con el resto del cuerpo.”
“No tenemos que preocuparnos por eso.”
Tras conseguir un saco de un compañero, Habrá Tiempo metió el resto de trozos que pudo encontrar. Si esto hubiera sido real, seguramente se habría meado encima. Sin embargo, Wasteland Online se desarrolló con tecnología de realidad virtual basada en el principio onírico. Los mecanismos de defensa del cerebro y los filtros sensoriales del programa bloqueaban eficazmente la estimulación excesiva. Era como ver un zombi en un sueño; uno no se despertaba inmediatamente a menos que lo atraparan y lo mordieran. Algunas almas valientes incluso podrían tener que ser mordidas durante un buen rato antes de despertar.
Después de rescatar los materiales de la misión, Habrá Tiempo aplaudió y tocó la pantalla de su máquina virtual varias veces.
“Colmillo Dorado ha sido asesinado… Solicitando instrucciones.”
Tras una breve espera, una voz familiar llegó a través del canal de comunicaciones.
“Lo has hecho bien.” – con un tono de satisfacción y un toque de alivió, el Administrador continuó. – “Su valentía y lealtad son realmente impresionantes; este momento quedará registrado en la historia de la Nueva Alianza.”
Al mismo tiempo, una serie de anuncios aparecieron en la pantalla de la MV.
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Gracias por el capítulo, entonces el súper apóstol también muere pero les importa una mierda 😂🤣😂🤣
ResponderEliminarGracias por el capítulo
ResponderEliminar🍿😎👌🏽