Volumen 7 Capítulo 6
En el Mundo
Traducido por Tars y O’Ren
Corregido y editado por AM y DaniR
Weed había estado ocupado con los preparativos para batalla. Tras ella, las relaciones entre orcos y humanos habían vuelto a la normalidad. Después de haber reportado el resultado en el Templo Negro, llegó a los alrededores el mercado.
“Hemos llegado, aquí está el Mercado.” – Mapan actuaba como su guía.
Después del tiempo que habían pasado en la fortaleza, los elfos oscuros tenían una ligera idea de la geografía del lugar, y muchos de ellos fueron abriendo tiendas por la zona.
“Nosotros, los elfos, vendemos frutas que cultivamos nosotros mismos.”
“Compra hierbas medicinales para curar tus heridas.”
¡Tenían la piel negra y unos ojos que brillaban como perlas! Aunque los elfos oscuros no eran muy altos, poseían cuerpos flexibles y rebosaban salud y belleza.
“Me sorprendes. Ver a mi amigo Mapan husmear por los puestos del Mercado tratando con elfos oscuros.” – le dijo Surka a Mapan, pero éste se rascó la cabeza.
“En realidad, no he conocido a muchos.”
“¿Entonces…?”
“La primera vez que vi elfos oscuros, elfos silvanos, incluso semielfos, fue mientras viajaba por el centro del continente con Hwaryeong.”
“¿En qué se diferencian los elfos silvanos?” – Surka hizo la pregunta que todos estaban pensando.
Pale, Irene y Romuna nunca habían puesto un pie fuera del Reino de Rosenheim. Los geomchis permanecían a la escucha, ya que eran muy ignorantes.
“Los semielfos tienen orejas puntiagudas, aparte de eso, no son diferentes de los humanos. Mitad humano, mitad elfo, son una mezcla de ambas especies. Los elfos silvanos acostumbran a vivir en el bosque y tienen un excelente poder de ataque, pero su magia es débil.”
“¿Hay otros tipos de elfos?”
“Elfos grises, Altos elfos, elfos de las sombras, elfos nocturnos… hay muchos tipos de elfos.”
Geomchi se volvió y, dándole un golpecito con el dedo a Geomchi3, le preguntó:
“Geomchi3.”
“¿Sí?”
“¿Conoces muchas cosas de Royal Road?”
“Sí, ¡por supuesto, maestro!”
Geomchi3 respondió con confianza. El fingía ser el especialista geomchi de Royal Road.
“¿De dónde vienen los elfos?
“Sí… los elfos… maestro…”
“Dime…”
“Los elfos…”
“¿No sabes la respuesta?”
Los ojos de Geomchi y Geomchi2 estaban llenos de incredulidad, y Geomchi3 agitó sus manos, restándole importancia.
“Por supuesto que lo sé. Vienen del Pueblo Elfo.”
“¿Pueblo?”
“El Pueblo de Madera, el Pueblo Oscuro y el Pueblo Medio. Es simple una vez que lo captas, ¿verdad? Su piel es oscura porque ellos son del Pueblo Oscuro.”
Percibiendo una pizca de verdad en esa extraña explicación, Geomchi asintió.
“Oh, vale, así que de eso se trata. Eres un sabio, no esperaba menos de ti, Geomchi3.”
“Es muy amable, ¡maestro!”
* * *
El grupo fue al Mercado a comprar hierbas medicinales y suvenires. Había un montón de hierbas baratas y de buena calidad. Se relajaron mirando las distintas tiendas como si fueran turistas. Era común ver objetos misteriosos tanto en las tiendas de comestibles como en los puestos de comercio, regentados por elfos oscuros que caminaban orgullosos mostrando su negra piel, fomentando aún más esa aura de misterio.
El paisaje de la fortaleza, ubicado en la cima de una montaña, era una delicia. Situados sobre sus muros, veían el mundo girar bajo sus pies. La vista del cielo azul, con sus gruesas nubes, todo ello acompañado de una ligera brisa, era excepcional. Un fuerte viento refrescante sopló e hizo visibles los acantilados en la distancia.
Irene fue la primera que habló, con una sonrisa en sus labios.
“Todo esto es maravilloso.”
“Lo sé. Tengo que salir más a menudo.” – Zephyr compartía el mismo sentimiento.
Por lo general, solía pescaba a lo largo del río, por lo que ésta era su primera vez en las montañas. Se sentía muy bien por haber alcanzado la cima de la montaña y disfrutaba de las vistas.
“Bien, deja que te lleve a la tienda de armas.”
Mapan y sus compañeros decidieron echar un vistazo a las armas. Entraron en la armería.
“Hola.”
Mapan hizo una reverencia a un elfo oscuro con aspecto importante, que simplemente respondió con una inclinación de cabeza.
“¿Por qué estáis aquí?” – dijo un altivo Anciano elfo oscuro.
El elfo oscuro que regentaba la tienda tenía una mirada arrogante. Los clientes no eran de su incumbencia. Mapan le preguntó cortésmente:
“¿Os importa si hecho un vistazo?”
“Tú mismo.”
El grupo dio una vuelta y, cada uno por su lado, miraron las armas. El pueblo orco tenía tiendas decentes, pero aquí había un montón de rarezas. Zephyr encontró una caña de pescar. Los elfos se enorgullecían de la flexibilidad, elasticidad y rigidez de sus árboles, así que era perfecta para la pesca.
“¿Cuánto quieres por ella?”
“Ocho mil monedas de oro. Si estás pensando en regatear, déjala donde estaba.”
El coste era barato. Zephyr pagó el artículo sin rechistar.
“¡Guau! Cuánto dinero.” – dijo Irene, y Zephyr rompió a reír.
“Sólo es dinero…”
“…”
Al momento, ¡Zephyr se convirtió en el enemigo de todos! El grupo estaba a punto de salir por la puerta para buscar una tienda que vendiera otro tipo de armas, cuando el elfo oscuro llamó a Pale y lo detuvo en seco.
“¿Eres un arquero?”
“Sí, estimado anciano. ¿Desea usted decirme algo?”
“En comparación con tus talentos, tu arco es penoso. Nosotros, los elfos, nunca usaríamos un arma que diera tanta vergüenza.”
La cara de Pale enrojeció de vergüenza. Era un hecho que su arco estaba muy usado y que ya era hora de reemplazarlo.
“Compra uno aquí, hay un montón de arcos en oferta que puedes adquirir.”
La mayoría de las armas de la tienda eran dagas y arcos. Las dagas estaban expuestas en vitrinas, mientras que los arcos colgaban de las paredes. El primer arco que vio rondaba el nivel 200, pero el resto eran mucho más poderosos. Los precios de los artículos no eran adecuados para el nivel de las armas, algunos parecían que solo estaban allí como muestra.
Para no ser demasiado confiado, Pale eligió un arco normalito. Un arco antiguo decorado con tonalidades azul cielo. Aunque el arco élfico no era raro ni único, ni proporcionaba un aumento de rango, era fácil de usar.
“¿Cuánto cuesta?”
“Veinticinco mil monedas de oro.”
“Solo tengo veinticuatro mil monedas de oro.”
“Si no lo vas a comprar, vete.”
Los métodos para ahorrar dinero que había aprendido de Weed no funcionaban. Los elfos oscuros eran muy difíciles de contentar y, cuando se trataba de seres humanos, tenían una impresión muy desfavorable.
‘Todos mis ahorros ascienden a veinticinco mil monedas de oro.’
Después de una difícil negociación, Pale finalmente compró el arco. En eso, los arqueros no se diferenciaban de los espadachines: querían las mejores armas que podían conseguir. Por algún motivo, había una feroz competición por las armas de arquero. Cuando se dispara con un buen arco, el rango aumenta una barbaridad, mostrando una diferencia evidente.
“¡Ji, ji, ji!” – Pale dejó escapar una risa histérica después de comprar su nuevo arco.
En ese momento, Surka miró al propietario de la tienda y dijo:
“Eres bastante guapo. No te ves como un vejestorio, sino como mi hermano mayor.”
“¡Surka!” – Romuna dejó escapar un grito de asombro. Los elfos oscuros eran muy difíciles de complacer y había que tener mucho cuidado de no enfadarlos.
A diferencia de los humanos, que dependían más de la relación con tuvieras con ellos, los elfos oscuros podían atacarte aunque no estuvieran enfadados contigo. Pero esa preocupación desapareció cuando el elfo oscuro sonrió tímidamente.
“Jovencita, ¿realmente piensas eso? ¿De verdad me veo joven?”
“Sí, no te ves viejo, eres muy mono, señor elfo oscuro.”
“Qué jovencita tan encantadora. Mi nombre es Granbell. Espero que me llames así.”
“Mi nombre es Surka, señor Granbell.”
Zephyr y Hwaryeong se quedaron patidifusos al darse cuenta de lo que ocurría. Primero, al presionarle para que le dijera su nombre, y después entablando amistad con él. ¡Al elfo oscuro le gustaba verse joven y atractivo!
Por pura casualidad, las palabras de Surka habían forjado el ambiente adecuado. Las manos de Romuna temblaban. Era una idiotez pretender que el elfo oscuro era guapo. Dependía del punto de vista, pero decir que era muy guapo no debería haber sido suficiente. Era lo mismo decir que la manera de Surka de asesinar monstruos con sus manos era preciosa.
“Surka, tú…”
“¡Chisss!” – Romuna intentaba llamar a Surka, pero Mapan la silenció.
“Este es un momento importante. Así que déjala a ella sola.”
“¿Qué?”
“Esta parece ser la manera adecuada para forjar amistad con un elfo oscuro.”
Mapan sabía mejor que nadie la importancia que tenía crear relaciones de amistad para el comercio de los Reinos. A medida que se aumenta la afinidad con los habitantes de una aldea, se hace posible conversar sobre más temas, pudiendo obtener nuevas misiones o consiguiendo información importante. De hecho, cuando Mapan escuchó que Weed lideraba a los orcos y elfos oscuros de las montañas Yuroki, tenía grandes expectativas. A través de Weed en las Llanuras de la Desesperación, esperaba conseguir misiones pero aún no había tenido éxito.
Los orcos eran demasiado simples e ignorantes, por lo que no sabían nada sobre muchas cosas. La única información que habían podido conseguir era sobre zonas de caza. Dónde y cómo encontrar monstruos fuertes.
El modus operandi habitual de los Orcos era enviar varios guerreros por cada uno que caía. Podían enviar cien guerreros a la lucha y que solo sobreviviera uno. Esto no le servía de nada a un mercader como Mapan. Además, los orcos no eran muy aficionados a tratar con seres humanos. Encontraban difíciles hasta las conversaciones más básicas. El oro que tenía que usar para sobornarlos o para comer era suficiente para hacer que Mapan tuviera una crisis nerviosa.
Los elfos oscuros no eran muy diferentes. Eran arrogantes y reacios a tener la mínima conversación con un humano. Ir de compras o escuchar rumores era posible, pero el beneficio que se conseguía era mínimo.
Weed odiaba a los elfos oscuros considerablemente. Eran exigentes, perezosos y tenían que ser mimados constantemente, como si fueran alguna clase de nobleza. Mapan se sentía una isla solitaria en la fortaleza de los elfos oscuros. No había palabras para describir lo feliz que estuvo cuando su grupo apareció.
Un guía juega un papel muy importante cuando da información detallada sobre las Llanuras de la Desesperación. No fueron decepcionados por Granbell cuando dijo:
“Si te diriges al este de nuestra zona, encontrarás una montaña que se eleva sobre las nubes. El terreno es desigual y encontrarás decenas de monstruos para cazar, pero la vista es espectacular. Es un poco difícil escalar la Montaña Horom a pie, pero te sorprenderás de la cantidad de zonas de caza que encontrarás. A partir de ahí, soy incapaz de dar más información.”
Weed regresó del Templo Negro y vio los rostros emocionados del grupo.
“¿Qué pasa?”
“Bueno…”
Mapan se adelantó y habló sobre lo que había ocurrido en la armería.
“Una montaña que se eleva sobre las nubes. ¿Será posible ganar fama si la escalamos?”
De hecho, hasta ahora Weed había estado peleando contra la Legión de no-muertos así que no sabía nada sobre las historias de los elfos oscuros. Pero debía haber recompensas monetarias en los alrededores del pueblo, así que no tenía necesidad de justificarse.
“Nuestro siguiente destino será la Montaña Horom.”
Pale estaba en desacuerdo. A Irene y Romuna tampoco les seducía la idea, ya que su [Fama] era tan baja que escalar una montaña no iba a aumentarla demasiado. El resto tenía una opinión similar pero, poco a poco, Weed consiguió convencerlos. Para ellos, se trataba de una gran oportunidad para ganar [Fama]. Después de mucho discutir, Weed miró al resto de los miembros de su grupo.
“¿Todo el mundo de acuerdo en escalar la Montaña Horom?”
“Montañas. Me he alojado cerca de los ríos durante mucho tiempo, pasar algún tiempo en las montañas me parece bien, Weed.” – dijo Zephyr con descaro.
Hwaryeong sonrió interesada. Mientras discutían, aparecieron los geomchis y Weed les explicó la situación.
“Solo por el placer de dar un paseo en vuestra compañía me parece bien, ¡vamos a escalar una montaña!” – dijo Geomchi mientras se frotaba las manos.
“Suena divertido” – dijo Geomchi2.
“Comer carne a la parrilla en una montaña debe tener un sabor especial, sin duda será algo innovador, está bien para mí. Yo voy.”
Geomchi3, Geomchi4 y Geomchi5 tenían opiniones similares. No habían tenido muchas aventuras este año, así que escalar la Montaña Horom parecía algo muy interesante. Si se escalaba una montaña, serías capaz de ver todo el paisaje que hubiera alrededor.
El grupo entero partió de la fortaleza de los elfos oscuros y se deleitó caminando por las montañas. Iban a escalar una montaña; finalmente, les había fascinado la historia del dueño de la tienda de armas.
‘No sé por qué, pero estoy nervioso.’
Los compañeros de Weed sentían que era demasiado fácil.
‘Bueno, seguro que todo sale bien.’
Todos estaban contentos ya que no había nada que se les opusiera, lo cual no era extraño, debido a que no había ninguna razón para ello. Con una [Fama] tan elevada, el estatus de un jugador es reconocido en los reinos y pueblos y las misiones se pueden obtener fácilmente.
Había sido gracias a la [Fama] tan alta de Weed que no había tenido ningún problema para liderar a los elfos oscuros y a los orcos.
Weed hizo un gesto.
“Hemos escalado hasta la falda de la montaña. Todos estamos cansados, ¿qué tal si nos tomamos un respiro?”
Pale y el resto estaban muy cansados, ya que durante horas habían montado a caballo a través de las Llanuras de la Desesperación. Llevaban tantas horas sin dormir que el esfuerzo les hacía temblar las rodillas. Hwaryeong asintió rápidamente.
“Eso sería maravilloso. Nos veremos de nuevo después de que todos hayamos descansado.”
“Entonces, que así sea.”
Pale bostezó y acordó con el grupo volver a encontrarse aquí dentro de doce horas, después de haber dormido un poco. Todos se fueron desconectando. Weed esperó a que todos los geomchis se desconectaran para salir del juego.
* * *
Lee Hyun salió de la capsula para organizar las finanzas del hogar. Era necesario organizar meticulosamente los ingresos y los gastos para poder ahorrar todo lo posible.
“La ganancia de este mes…”
Las manos de Lee Hyun temblaban mientras escribía en el libro de cuentas de la casa. Estaba nervioso, tal vez otras personas estaban comprando los objetos que había puesto a la venta en este mismo momento.
El Lich Shire había sido difícil de derrotar, su nivel rondaba el 470. Nadie había derrotado a un monstruo de clase jefe de ese calibre, y aun así solo había conseguido tres objetos. Aunque el Grimorio de Barr Khan era infinitamente mejor que los otros dos objetos conseguidos: una gema mágica y un bastón aparentemente inútil.
“Voy a reservar la gema, en lugar de librarme de ella; con el tiempo, puedo venderla si necesito algo para comer o beber, con lo que solo me queda el bastón.” – decidió no vender la piedra mágica a menos que alcanzara un precio mínimo. – “Quizá si la subo a la página de subastas, la gente podría pujar para comprarla. Otros herreros la comprarían para poder usarla en su forja.
Estarían más que dispuestos a reforzar sus objetos, ya que así conseguirían más beneficios al venderlos. El aumento de la habilidad a Maestro les haría conseguir precios elevados. Aun así, el ingreso sería menos de lo que esperaba.
“¿Debería vender el bastón primero?”
Lee Hyun fue a la página de subastas y redactó un informe sobre cada uno de sus objetos. Sin embargo, no parecía que fuera a conseguir mucho dinero por el bastón. Los sacerdotes no comprarían un objeto que otorgara habilidades tan inútiles opciones como [Sacrificio] o [Devoción].
‘Me pregunto cómo anda la subasta de mis objetos ahora mismo.’
Weed no tenía muchas expectativas sobre el dinero que iba a ganar con la venta de los objetos que ya tenía en la subasta. Todo por culpa de los bromistas que aumentaban el precio de won en won.
De hecho, no era obligatorio mantener la subasta hasta la fecha de vencimiento. Estableciendo un determinado precio como puja máxima, cuando se sobrepasaba, se vendía automáticamente, terminando la puja. Normalmente, si el precio era razonable, los objetos se vendían en una hora. Sin embargo, con el objetivo de poder ganar lo máximo posible, Lee Hyun no establecía ningún precio de máximo de venta. El juego de elevar el precio un won sucedía en muchas pujas.
“Sin embargo, tal y como están las cosas, debería sobrepasar los cinco mil wons, ¿no?”
Lee Hyun tenía unos pensamientos realistas para la mayoría de sus objetos antes de mirar el precio. Los guantes élficos valían poco más de mil wons. En primer lugar, había pocos compradores para los guantes, así que no esperaba alcanzar un precio elevado. La diadema élfica se vendía bastante bien, pensaba que al menos conseguiría trescientos mil wons. Pero, entonces, algo llamo su atención, era una burla.
Garras de Minotauro.
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Número de pujas 6.
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Precio: 30.000.000 wons.
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“Por todos los infiernos”
Lee Hyun se quedó boquiabierto. En una subasta no era posible hacer una puja de broma. Esto se debía a que cuando se hacía una puja, al menos el diez por ciento del total era apartado como depósito.
“¿Treinta millones de wons?”
Lee Hyun pensaba que era una ridiculez, pero rápidamente confirmó la oferta. Decidió vender la mercancía al comprador por no menos de los treinta millones. Incluso si la otra parte se arrepentía de su decisión, recibiría el diez por ciento, que eran tres millones de wons.
“Conseguir tres millones de wons…”
Lee Hyun anotó con rapidez los ingresos adiciones en libro de contabilidad
¡Titri Ring!
Sonó el teléfono. Lee Hyun se sintió incómodo y se preguntaba si debía cogerlo o no.
‘De ninguna manera van a decirme que era un error y cancelar la subasta.’
Quizás se trataba de una llamada de ese tipo. Mordiéndose las uñas, muy nervioso, Lee Hyun respondió por el auricular.
- ¿Hola?
- Ah, soy la persona que ha ganado la subasta. Las Garras del Minotauro, es usted quien ha colocado el objeto en la página, ¿no? – la voz que venía desde el teléfono estaba cargada de impaciencia. Lee Hyun tenía los ojos entrecerrados.
‘¡Por supuesto!’
Tras escucharlo, pensaba que la persona que preguntaba por él quería cancelar la subasta y renunciar a la compra. Lee Hyun alzó la voz y respondió:
- ¿De qué está hablando? ¡Esa persona no vive aquí!
Su respuesta fue instantánea. Con unas palabras como esas, alguien normal se echaría para atrás, pero la otra parte no retrocedió.
- ¿Hay alguien ahí que juegue a Royal Road?
- ¿Cómo? ¿Qué es eso de Road?
- Royal Road, su nombre en el juego es Weed, ¿hay alguien así por ahí?
Lee Hyun respondió sin rodeos:
- No conozco a esa gente.
- No hay duda, el número es correcto.
- No sé qué negocio tiene entre manos, pero yo estoy muy ocupado ahora, así que voy a colgar.
- Venga, ¡espere un minuto! La cantidad de dinero que se ha movido en esta subasta es alto, por lo que la transacción ha quedado registrada. El número no puede estar equivocado.
- …
La voz del otro lado del teléfono quería hablar con él. Lee Hyun dudó durante un segundo, y no contestó.
- Mi prioridad actual es hablar con la persona que utiliza ese nombre. Si no puede ser en persona, por favor, puedo organizar una cita con él a cualquier hora. Oh, perdón, estaba tan nervioso que he olvidado presentarme. Soy el gerente del departamento de planificación de KMC Media, Khang Han Seo.
‘¿KMC Media?’
Probablemente, no había nadie que jugara a Royal Road y no conociese a la popular compañía de entretenimiento.
- Se trata de algo realmente importante. Necesito hablar con la persona que usa el personaje conocido como Weed. ¿Podemos ponernos en contacto con él?
Le volvía a pedir lo mismo, Lee Hyun vaciló.
‘Sus palabras no parecen las de alguien que quiera cancelar la subasta.’
Se dio cuenta que parecía un asunto importante. Lee Hyun, dudando por un momento, llegó a una conclusión.
- Soy yo, Lee Hyun, la persona que usa el personaje llamado Weed en Royal Road.
- ¡Oh, por fin! Pero, ¿a qué vino lo de antes?
- …
- Bueno, eso ahora no es importante. Necesito tratar un tema muy importante.
- Adelante.
- Prefiero no hablar de esto por teléfono, ¿sería posible una reunión en la emisora?
Lee Hyun respondió sin dudar:
- Difícil.
- ¿Cómo?
‘Tendría que cambiar de autobús tres veces, eso me costaría un montón de dinero.’ – pensó Lee Hyun.
Hyun nunca gastaría en transporte si podía evitarlo. Al otro lado de la línea solo se escuchaba silencio… Pero, de pronto se escuchó una voz:
- Entonces… por favor, dígame su dirección y le enviaré un coche. ¿Sería posible subir a nuestro coche para venir aquí?
- Sí, eso es posible.
- Entonces, le veré en un rato.