Volumen 1 Capítulo 5
El juicio final
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Cuando el trozo de suelo que se estaba elevando llegó a la altura de sus cinturas, se detuvo.
“Un altar…” – dijo Jinwoo hablando para sí mismo.
‘¿Un altar?’
‘¿Acaba de decir que es un altar?’
El hombre que había salvado sus vidas no una, sino dos veces, no era un despertado de alto nivel, sino un humilde cazador de rango E que habían menospreciado en el pasado.
‘Si no fuera por Sung, estaríamos…’
Los pensamientos de los cazadores parecían estar sincronizados. Las palabras de Jinwoo les habían salvado la vida varias veces y ahora había pronunciado la palabra ‘altar’.
“Creo entenderlo.” – dijo el ingenioso Kim tras meditar la palabra.
Con un movimiento, desenvainó la espada que llevaba en su cintura. Normalmente la usaba para matar bestias mágicas, pero su propósito era diferente en esta ocasión.
“Incluso un idiota como yo puede entender lo que quieres decir con altar.”
Los cazadores miraron la brillante espada desenvainada mientras tragaban saliva.
“Oye, Señor Kim, ¿por qué sacas eso?”
“Hablemos, ¡vamos hablarlo!”
El rango C de Song era el más alto del grupo, pero con él fuera de servicio, no había nadie que pudiera igualarlo en un combate. Su habilidad brillaba incluso entre los de rango D. Kim apuntó con su espada hacia el altar.
“El último mandamiento es ‘Demuestra tu Fe’, y ahora este altar está en el centro de la sala.” – dijo mientras apuntaba con su espada hacia el altar. – “Tenemos que sacrificar a alguien en el altar, ¿verdad Señor Sung?” – dijo mientras miraba a Jinwoo.
‘Esa es probablemente la última norma…’ – pensó Jinwoo, para luego asentir tras las palabras de Kim. Uno de las seis personas vivas tenía que transformarse en un sacrificio.
Mientras levantaba la cabeza, vio a Kim acercarse a él con una mirada extraña en sus ojos. Una racha de sudor cayó por un lateral de su cabeza.
“Señor… ¿Qué vas a…?”
“¡Siéntate ahí tranquilamente!” – dijo Kim mientras apuntaba con su espada a Song, que se encontraba al lado de Jinwoo revisándole las heridas. – “¿Quién nos ha arrastrado a todos hasta aquí? ¡Ha sido el señor Song! Entonces, ¿no debería ser el que pague por todo esto?”
“¡Señor!” – gritó Jinwoo mientras intentaba levantarse, pero las manos de Song lo detuvieron. Solo podía girar su cabeza y mirarlo.
“……”
Song negó con la cabeza sin decir ni una sola palabra mientras le rogaba con los ojos a Jinwoo para que se quedara callado. Este quería decir algo, pero se tragó todas sus palabras.
“El Señor Kim tiene razón. Tengo que asumir la responsabilidad.” – dijo Song mientras se levantaba lentamente.
“Entonces estamos de acuerdo, viejo.” – respondió Kim mientras hacía un gesto con la espada hacia el altar. – “Así que démonos prisa. Once personas han muerto por tu culpa.”
Una de las victimas había sido Park, amigo de Kim. Por supuesto, el grupo había votado antes de entrar a la mazmorra doble, con la premisa de que nadie se quejaría por el resultado. Pero, para Kim, que había perdido todo trazo de razón, era solo un recuerdo desvanecido en el fondo de su mente.
“Iré por mi propia voluntad, así que, ¿podrías guardar esa espada?” – preguntó Song a Kim.
“¿Cómo podría confiar en ti después de todo esto? Para de hablar y camina.”
Suspirando, caminó hacia el altar, seguido por Kim y su espada, que lo estaba apuntando a su espalda.
‘No es culpa del Señor Song…’ – pensó Jinwoo, mientras se mordía los labios, viendo toda la escena.
Todos habían votado y aceptado el resultado. Para él, después de todo lo que habían pasado, echarle la culpa a Song era el colmo de la cobardía.
‘Pero…’
Desgraciadamente no tenía el poder para detener a Kim. Un rango D que estaba en la cima de los de su tipo contra un rango E que estaba en lo más bajo. La diferencia de poder era demasiado alta. Además, le faltaba una de sus piernas. Si intentaba hacer cualquier cosa, no solo él, sino también Juhee, que lo estaba curando, podría convertirse en el blanco de la ira de Kim.
“Mierda.”
Jinwoo cerró los ojos. De todos sus días, nunca había maldecido su debilidad como en este momento. Mientras tanto, Song se había subido al altar.
¡Flush!
Al subirse, apareció una llama roja en el borde del área central de donde estaba situado el altar. Todos tragaron saliva mientras se preparaban con cautela para lo que podría suceder a continuación. Pero no pasó nada.
Simplemente, la llama continuaba parpadeando.
“¿……?”
Como no ocurría nada, con el paso del tiempo, Kim y los demás comenzaron a sentirse ansiosos.
“Oye, Señor Sung, ¿no es así?” – le preguntó Kim a Jinwoo.
“No estoy seguro…”
Esperaba que el tercer mandamiento se cumpliera cuando una persona se subía al altar.
‘¿No estaba pidiendo un sacrificio?’
Bueno, no era una mala noticia. Si su teoría del sacrificio estaba equivocada, entonces existía la posibilidad de salvar a Song. La cara de Jinwoo se iluminó.
“¿Podría ayudarme alguien a llegar hasta el altar?” – pidió a los dos cazadores cercanos.
“Jinwoo, tu lesión…”
Juhee se puso de pie con Jinwoo. Después de haber usado la mayor parte de su maná, su apariencia era pálida y se sentía extremadamente débil. Pero gracias a su ayuda, al menos había podido superar la sensación de dolor de sus heridas.
‘Tengo prisa.’
La condición de Juhee, la ira de Kim, el terror del resto de los cazadores. Se estaba quedando sin tiempo, pero con la ayuda de los otros dos cazadores, llegó hasta el altar.
“Subamos al altar.”
Sus ayudantes dudaron por un momento, pero estaban depositando su fe en Jinwoo por lo que al final, subieron al altar. Al hacerlo, tres nuevas llamas aparecieron al borde del altar.
¡Flush!
¡Flush!
¡Flush!
‘Tantas como el número de personas en la parte superior del altar.’ – pensó abriendo los ojos.
Song, sus dos ayudantes y él. Las cuatro llamas parpadearon alrededor del altar, delineando un círculo.
‘Viendo su ubicación, necesitamos otras dos personas para completar el círculo.’
Y así, parecía que las personas restantes tendrían que subir al altar.
“¿Crees que alguien vendrá a rescatarnos si esperamos?” – le preguntó a Song.
“Hoy se cumple el séptimo día desde que se abrió la puerta. Antes de que lleguen los refuerzos, esas cosas probablemente se moverán primero.” – respondió negando con la cabeza.
“Siendo una puerta de rango D, seguro que la dejarán sola durante mucho tiempo…”
“Bueno, es la Asociación, después de todo…”
Una puerta sufría una apertura completa después de siete días. Era trabajo de los cazadores evitar que eso sucediera; tenían que cerrar la puerta matando al jefe de la mazmorra. Ese era el objetivo real de la incursión. Si no lo conseguían a tiempo, todos los monstruos dentro de la mazmorra obtenían la libertad de salir de la puerta e invadir el mundo. En eso consistía una mazmorra inconclusa.
Jinwoo miró a su alrededor. La estatua gigante permanecía en su asiento, mirando desde la distancia al grupo.
‘Si a esa cosa se le permite salir de aquí…’
No podía imaginar la destrucción que sería capaz de producir. Por supuesto, su grupo sería el primero en ser masacrado si las estatuas de la sala obtuvieran la libertad. Así que Jinwoo se daba cuenta que era inútil pedir ayuda.
“¿Podéis venir los dos hasta aquí?” – dijo Jinwoo mientras llamaba a Juhee y a Kim.
Juhee siguió sus órdenes sin dudar, incluso el vacilante Kim corrió tras ella rápidamente. Cuando llegaron junto al resto, aparecieron dos llamas más en el círculo.
¡Flush!
¡Flush!
Todos los cazadores jadearon con la aparición de las nuevas llamas.
“¿Ah?”
“¿Qué está pasando?”
Como Jinwoo había supuesto, algo estaba sucediendo.
‘Está llegando.’
En el círculo exterior de la zona centro, comenzaron a aparecer pequeñas llamas azules. Una por una, se encendieron y formaron un círculo alrededor de las llamas rojas.
“34… 35… 36…” – dijo Jinwoo mientras contaba las llamas azules. – ‘Las llamas rojas coinciden con el número de personas, pero hay 36 llamas azules. ¿Qué significa?’
En ese momento…
Blaaaaam
La puerta que bloqueaba la salida se abrió sin previo aviso. Los cazadores se sobresaltaron al oírlo.
“¡Argh…!”
Todos y cada uno de ellos querían correr hacia la salida, pero el recuerdo de los últimos instantes del cazador cantante aún permanecía fresco en sus mentes. Nadie hizo ningún movimiento. No sabían qué destino le esperaría a la primera persona en abandonar el altar. Al final, como si todos esperaran una respuesta, posaron sus miradas en Jinwoo, que solo pudo cerrar la boca y guardar silencio.
“……”
Era demasiado pronto para llegar a una conclusión. Si la apertura de la puerta era o no una trampa o si era la forma de la mazmorra en hacerles saber que habían cumplido el ultimo mandamiento. Ninguno lo sabía. Mientras los cazadores esperaban las indicaciones de Jinwoo, empezaron a sonar ruidos desde el borde la habitación. Solo podían traer malas noticias.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
Los seis cazadores giraron las cabezas al unísono mirando a los bordes de la habitación.
“¿Qué demonios?”
“Ellas... ¡Se están acercando!”
“¡Se están moviendo todas!”
La respiración de los cazadores se aceleró. Las estatuas, que anteriormente solo respondían si alguno se acercaba a ellas, de repente parecían estar más cerca que antes. En poco tiempo, Jinwoo pudo determinar completamente la situación.
‘No, las estatuas no se han movido, los pedestales que tienen debajo se están acercando.’
El sonido de antes era el que hacían los pedestales de piedra mientras se desplazaban por el suelo.
“… ¿Han dejado de moverse?” – dijo Kim mientras se secaba el sudor de la frente.
Mientras todos estaban centrados en las estatuas, Jinwoo no podía apartar la vista de las llamas azules. Iban desapareciendo poco a poco, solo en ese tiempo tres llamas ya se habían extinguido.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
“¡Que! ¿Qué pasa?” – gritó alguien.
Cuando Jinwoo levantó la cabeza, vio que las estatuas que estaban frente a él se habían acercado.
‘¿Por qué sólo las mías…? ¿Es porque he mirado a otro lado?’ – pensó mientras cerraba los ojos para comprobar su nueva teoría.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
“Maldita sea. ¿Qué está pasando?”
“¿Qué hacemos ahora?”
“¡No apartéis la vista de las estatuas!” – les gritó Jinwoo al resto, ahora que sabía lo que estaba pasando.
Ahora que lo pensaba más detenidamente, el movimiento inicial de los pedestales había ocurrido cuando todos le miraron para recibir orientación.
‘Esos bastardos no se mueven cuando los estamos mirando.’
En esos momentos, otra llama azul se apagó sin provocar ninguna respuesta en las estatuas.
‘¿Podría ser…?’
Sin apartar los ojos de las estatuas, levantó con cuidado su brazo y miró su reloj.
‘Como pensaba.’
Una llama azul desaparecía cada vez que se completaba un minuto.
‘Las llamas azules marcan el tiempo.’
Jinwoo supuso que el ultimo juicio obligaba a aguantar hasta que desaparecieran las 36 llamas azules. Mientras cada uno de ellos cubriera las estatuas de su zona, estarían a salvo. Había una posibilidad de que nadie tuviera que morir en la última prueba.
‘Faltan 30…’ – pensó Jinwoo mientras miraba su reloj y las llamas azules para determinar el tiempo restante.
¡Solo tenían que esperar por otros 30 minutos! Pero Jinwoo había cometido un error. Mientras contaba las llamas azules, había alejado la vista de las estatuas y habían comenzado a moverse otra vez hacia él.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
“No… ¡No puedo seguir aquí!” – gritó el hombre que estaba situado de espaldas a Jinwoo, mientras corría hacia la puerta abierta. Estaba asustado por los sonidos de movimiento que venían a su espada, e incapaz de darse la vuelta para comprobar que lo causaba, perdió todo su coraje y tomó la decisión de huir. Cuando salió del altar una de las llamas rojas desapareció.
“¡Noooooooo!” – gritó Jinwoo.
Sin embargo, el hombre que corría con todas sus fuerzas lo ignoró y pasó a través de las puertas abiertas.
“Q… ¿Qué? Señor Sung. ¿Qué acaba de pasar? ¡Está a salvo!”
Jinwoo estaba en la dirección opuesta a la puerta y no podía ver cómo era la situación.
“¿Ha cambiado algo?”
“La puerta… La puerta se ha cerrado un poco.”
“¿Se ha cerrado?”
“No, no lo está. Comenzó a cerrarse poco después de que la atravesara, pero ahora ya no se mueve.”
Jinwoo recordó que la llama roja había desaparecido después de que el hombre abandonara el altar.
‘¡Por supuesto!’ – pensó mientras su corazón se hundía. El enigma que plagaba su mente se había despejado.
¿Qué parte de todo esto estaba demostrando su fe?
La respuesta ahora estaba clara. Era la peor respuesta para una persona que solo podía caminar con la ayuda de otra persona.
* * *
La ‘Puerta abierta’ era una trampa. ¡Una falsa esperanza para sus ojos! Si todo el grupo hubiera corrido hacia la salida después de ver la puerta abierta, se habría cerrado de inmediato y el grupo habría sufrido una masacre. Por el contrario, el altar era la zona segura. Si solo hubieran esperado tranquilos a que las llamas azules se apagaran mientras miraban a las estatuas, habrían garantizado su seguridad. Una falsa esperanza que podían ver contra una promesa que no era visible. Así era como ‘Demostraban su fe’. Era una prueba para superar la tentación de la libertad en medio del peligro que se les aproximaba. Había dos variables.
Primero: la presencia de Jinwoo. En lugar de correr hacia la puerta abierta, el grupo se había detenido para escuchar sus palabras y evitar así una muerte segura.
‘Hemos tenido suerte.’
Esto solo había sido posible porque había resuelto los dos mandamientos anteriores y había salvado sus vidas ganándose su respeto y su confianza en el proceso. Pero la segunda variable no era tan favorable. Alguien había abandonado el grupo sano y salvo. ¿Cómo reaccionarían aquellos que se quedaban atrás ante la esperanza? La respuesta era obvia. El hombre que apoyaba a Jinwoo fue el segundo en salir corriendo por las puertas abiertas. Otra llama roja se apagó y la puerta se cerró un poco más. Fue solo la rápida reacción de Song que evitó que Jinwoo cayera al suelo.
“¡Uh! ¡Ey!” – dijo Kim mientras señalaba al segundo corredor. Pero éste, como había hecho su compañero anteriormente, pasó a través de las puertas sin escucharlo.
“¡Por favor, no te muevas! ¡No podemos permitirnos perder a nadie más!” – gritó Jinwoo mientras miraba el número de llamas rojas restantes.
* * *
Frente, espalda, izquierda y derecha. Se necesitaban al menos cuatro personas para cubrir todas las direcciones. Jinwoo, Juhee, Song y Kim. Si otra persona se iba, se abriría una brecha en sus posiciones.
“Señor Sung, ¿qué está pasando? Dímelo.” – dijo Kim mientras se secaba el sudor de la frente.
“¡Solo tenemos que esperar hasta que todas las llamas desaparezcan!” – respondió Jinwoo revelando todas sus suposiciones. – “Todos podemos sobrevivir.”
Kim lo escuchó con atención y asintió cuando terminó de explicarse. Los mandamientos de la sala siempre dejaban un camino para aquellos que seguían sus reglas. La última no debía ser diferente. Mientras creyeran los unos en los otros, todos podrían irse sin ser lastimados. Esa era su conclusión.
“……”
Pero los pensamientos de Kim eran diferentes.
“Señor Sung… Es posible que tengas razón, pero… ¿No existe la posibilidad de que la puerta se cierre cuando se extingan todas las llamas azules?”
“……”
Jinwoo no era capaz de responderle. A pesar de que había obtenido su teoría después de varios ensayos, no estaba seguro al 100%. Y Kim necesitaba una garantía. Para él, la certeza de su propia supervivencia superaba la posibilidad incierta de que todo el grupo pudiera vivir.
“Lo siento… No creo que pueda hacer eso.”
“¡Señor!”
“Lo siento.” – dijo una vez más Kim y, cuando sus últimas palabras desaparecían, saltó del altar ignorando la voz de Jinwoo y corrió hacia la puerta. Tras echar un último vistazo a las personas que dejó atrás, cruzó la puerta y no regresó.
“¡Joder!” – dijo Jinwoo mientras rechinaba sus dientes.
Les había salvado la vida y, en lugar de pagar sus acciones con amabilidad y gratitud, lo habían traicionado. Y, como era de esperar, ahora había aparecido un agujero en su cobertura.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
Las estatuas se acercaban cada vez más hacia el grupo.
“Deberíais iros.” – dijo Song tras mirar a sus alrededores. Era una voz llena de resignación.
“¿Señor…?” – respondió Jinwoo volviendo la cabeza para mirarlo.
“El Señor Kim tiene razón. ¿Quién os trajo a todos aquí? Es justo que me quede atrás.”
“¡Pero aun así!”
“Si alguien debe vivir, sois vosotros los jóvenes, que aún tenéis muchos años de vida por delante.” – añadió Song mientras sonreía.
Eran palabras destinadas a consolar a aquellos que tendrían que abandonarlo.
“……” – respondió Jinwoo aceptando la derrota. Su corazón se sentía pesado, pero no estaban en una situación en la que pudieran discutir sobre quién debía quedarse y quién se podía ir.
“Señorita Juhee, ¿puedes llevarlo?”
“Vale…”
Pero, de repente, Juhee se desplomó en el suelo antes de poder acercarse a los dos hombres.
“¡Ah…!” – exclamó mientras luchaba por levantarse con lágrimas en sus ojos. – “Yo… No puedo mover mis piernas…”
Las expresiones de Jinwoo y de Song se oscurecieron. Ella no estaba en buen estado. Sus labios se habían vuelto azules y todo se cuerpo temblaba cada poco tiempo. Ese era el efecto secundario de usar demasiado maná, hasta casi agotarlo. Hacía que la persona se sintiera agotada hasta la extenuación.
‘Solo porque trató de curar mi pierna…’
Jinwoo luchó por encontrar algo que decir mientras la culpa le pasaba sobre los hombros, pero este no era un momento en el que pudieran desperdiciar el tiempo.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
Las estatuas seguían avanzando hacia el centro de la habitación.
“Tú…” – dijo Song ensanchando los ojos, cuando Jinwoo se apartó de sus brazos para tirarse al suelo.
“Señor, por favor, toma a Juhee y sácala de aquí.” – dijo Jinwoo con una mirada determinada.
“Te dije que me quedaría.”
“Y entonces… ¿Quién se llevará a Juhee?”
Jinwoo no podía caminar por su cuenta y le era imposible cargar con Juhee, que también estaba incapacitado, hasta la puerta.
‘Por supuesto…’
Siempre había la opción de dejarla atrás. Pero ella era alguien que le había salvado la vida en innumerables situaciones. Incluso su estado actual era debido a que había gastado todo su maná para curarlo. Odiaba la idea de cargar con la culpa, por el resto de su vida, de abandonar a una persona como esta.
“No hay tiempo, por favor vete.”
“……”
Song levantó a Juhee con una expresión pesada.
“No… No podemos… Jinwoo tienes que irte, me quedaré atrás…” – dijo Juhee mientras lloraba y sacudía la cabeza en señal de desafío.
“Prometí invitarte a cenar, ¿verdad?” – dijo mientras sacaba un núcleo de rango E de su bolsillo y lo ponía en la mano de Juhee. – “Adelántate primero y come algo con esto. Iré a recoger el cambio más tarde.”
“¿¡Cómo puedes bromear en un momento como este!?” – respondió Juhee poniendo una sonrisa.
Jinwoo asintió con la cabeza hacia Song, que aprovechó ese momento para darle un golpe en la nuca a Juhee.
“… Lo siento…” – dijo mientras la cargaba sobre su hombro derecho.
“Es mi decisión, no te preocupes.”
Song inclinó la cabeza una vez más hacia Jinwoo y bajó del altar mientras las estatuas seguían acercándose. Jinwoo aprovechó para sentarse y respirar hondo.
‘Ya que es así, voy a llevarme al menos a uno de vosotros conmigo.’ – pensó mientras extendía su mano y agarraba la espada que Kim había dejado atrás. Dándose la vuelta, vio que Song y Juhee atravesaban las puertas con seguridad.
‘Gracias a Dios… Soy el único que morirá ahora.’
No era un sentimiento nacido de un noble sacrificio. Solo era una cuestión de cálculo simple. Incluso si era capaz de escapar de alguna manera, tendría que vivir el resto de su vida como un lisiado. Ya podía olvidarse de ser un cazador y, no le sería posible vivir una vida normal. Sin talentos especiales ni habilidades, no veía cómo podría tener una vida feliz por delante.
‘Además están las facturas del hospital de madre… Y los gastos de educación de Jinah…’
No había forma de que pudiera mantenerlos con esta lesión, pero al menos los podría ayudar con su muerte.
‘Si no recuerdo mal, el seguro por muerte durante una incursión era de… ¿300 millones de wons para la familia? ¿O eran 400 millones?’
En comparación con la vida sin valor de un rango E, era una recompensa bastante generosa.
Griiiiiiiiiiiiiiiiiiiind
Siiiiiiiiing
Broooooooooooom
Ya estaban aquí.
“Venid.” – dijo Jinwoo mientras levantaba la espada y miraba a las estatuas.
Pero el primer ataque vino por detrás.
Plaaaaaaaaaaaaaaaaash
Una lanza le atravesó la espalda y le sobresalía por el pecho.
“Coff…”
Jinwoo vomitó una gran cantidad de sangre. El dolor asaltó sus sentidos como si fuera golpeado por bolas de granizo.
‘Si el lugar donde me atravesaron hubiera sido un poco más alto, ¡habría impactado en el corazón!’ – pensó mientras recordaba las palabras de Juhee.
“¡Uaaaaaaaaaaaaaaaaa!”
La estatua levantó su lanza con Jinwoo todavía empalado. Se encontraba suspendido en el aire, agitando sus extremidades, mientras gritaba de dolor. Al final, la estatua lo golpeó contra el suelo.
¡Blaaaaaaaaaaam!
Crack
Pudo escuchar el sonido de sus huesos mientras se rompían uno tras otro. Todo su cuerpo estaba inundado por el dolor. Una por una, las estatuas se reunieron alrededor de un moribundo Jinwoo.
‘No… No quiero morir así…’
A medida que la muerte se iba acercando, las lágrimas se formaron en sus ojos. Su familia apareció en su mente, incluso Juhee, que siempre se preocupó hasta el último minuto por él, estaba allí.
‘No quiero morir…’
Estaba terminando su vida a los 24 años.
Tap
Una estatua que empuñaba una espada caminó hacia él con un rostro inexpresivo, pero a pesar de que todo su cuerpo temblaba, no apartó la mirada.
‘Solo una más, ¡quiero otra oportunidad!’ – gritó en su mente, mientras sus ojos veían cómo la espada caía sobre él. Fue en ese momento…
Tic, tac, tic, tac…
Como si alguien hubiera presionado el botón de pausa en un vídeo, la espada que estaba cayendo ante sus ojos se detuvo en el aire. No, no se detuvo… Había disminuido tanto su velocidad que daba la sensación de que se había quedado congelada en el aire. Milímetro a milímetro, la espada definitivamente seguía cayendo hacia su cuerpo.
‘Q… ¿Qué?’
No pudo ocultar su sorpresa. Entonces una voz femenina que nunca había escuchado antes en su vida, sonó dentro de su cabeza.
Has cumplido todas las condiciones de la búsqueda secreta: El valor del débil.
|
‘¿Misión secreta? ¿Todas las condiciones?’ – pensó sin entender lo que estaba diciendo. – ‘No, antes de eso…. ¿de dónde viene esa voz?’
Pero, ignorando sus pensamientos, la voz sonó una vez más.
Has obtenido el derecho de convertirte en jugador.
¿Aceptas?
|
‘¿Obtener el derecho? ¿Aceptar? Parece que me está dando algo…’
Tras crecer inmerso en la pobreza, sabía que no existía nada gratis en el mundo.
‘Pero supongo que eso era estando vivo, ¿a quién le importa una vez muerto?’ – pensó una vez más sin decir una palabra. – “……”
Mientras seguía vacilando, la voz en su cabeza volvió a sonar otra vez.
No te queda mucho tiempo. Si rechazas esta oferta tu corazón sufrirá un infarto en los próximos 0.02 segundos.
¿Aceptas?
|
Si esto era o no una alucinación una cosa era segura. Su muerte era inminente. La espada estaba descendiendo lentamente sobre su cabeza, mientras que las armas del resto de estatuas también estaban siendo blandidas hacia su persona.
‘Vale… ¿Por qué no?’ – pensó. Una vez llegados a ese punto no tenía ningún motivo para negarse.
No dijo las palabras en voz alta, simplemente las pensó dentro de su cabeza, pero a la voz no pareció importarle.
Enhorabuena por convertirte en un jugador.
|
¡Ding!
Una luz cegadora rodeó su cuerpo al mismo tiempo que Jinwoo perdía el conocimiento.