Capítulo 34
Acciones precipitadas y límites
Traducido por Thornapple
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Con Jasmine y Elijah sosteniendo mi impotente cuerpo, logramos regresar a la superficie de la mazmorra, donde habíamos luchado contra el Guardián de Elderwood. El una vez sereno campo de hierba estaba en caos, ya que el suelo tenía fisuras y los árboles estaban hundidos.
“Busquemos si alguien ha podido sobrevivir. Si no, al menos un cuerpo para que su familia pueda enterrar.” – declaré mirando el desastre que nos rodeaba.
Elijah negó con la cabeza ante esto.
“Reginald y Brald fueron congelados junto con la bestia de maná con el último ataque que usaste. Tampoco estaba lo suficientemente cerca para salvar a Samantha, pues había sido derribada y cayó cerca del Guardián de Elderwood. Conjuré un refugio de metal para mantenerla a salvo de los escombros, pero no estoy seguro de que lo lograra.”
Entre el dolor debido a usar la segunda fase y la preocupación por Jasmine, me daba un poco de vergüenza decir que realmente no había pensado en el resto del grupo. Supongo que al no ver a nadie en el refugio con nosotros, automáticamente había asumido que no lo lograron.
“Pulso de Tierra. ¡Rastrea!” – Elijah se arrodilló y colocó ambas manos en el suelo.
Después de iniciar el hechizo, un pulso recorrió toda la cueva y, por la expresión facial de Elijah, supe que había encontrado algo.
“¡Samantha sigue viva!”
Elijah murmuró un hechizo y ratificó que Samantha estaba enterrada dentro del refugio de metal que él había conjurado para protegerla de los escombros. Una tienda lisa metálica se levantó del suelo y se abrió delante de nosotros para revelar el lamentable estado en el que se encontraba Samantha. Tenía ambas piernas rotas por múltiples lugares debido a los impactos con los zarcillos del Guardián, y el resto de su cuerpo estaba cortado y magullado. Los huesos sobresalían de sus piernas y por el color cambiante de sus heridas, sin duda estaban infectadas. Jasmine corrió hacia ella y se arrodilló.
“Samantha, ¿puedes oírme? Todo ha terminado. Te llevaremos a casa. Aguanta.”
A lo largo del viaje por el calabozo, Samantha, siendo la única otra chica además de Jasmine, había hecho numerosos intentos de mantener conversaciones con ella. Su animada personalidad era exactamente opuesta a la de Jasmine, pero finalmente empezó a hablarle más, incluso llegó a sonreír algunas veces.
La cara de Samantha estaba pálida y sudaba abundantemente. Empecé a pensar en cómo todos iríamos a casa. Tanto Samantha como yo éramos una carga que ralentizaría a todos. Justo cuando estaba a punto de sugerir a Elijah y Jasmine que regresaran primero con Samantha, un ruido me hizo saltar.
“¡ROOAAAAAAR!”
“¿Qué está pasando ahora?” – Elijah también saltó y estaba apuntando con su varita mágica a donde sea que provenía el ruido.
‘¡Papá! ¡Estoy aquí!’
“¡Espera! ¡Espera, Elijah, está bien!” – calmé a Elijah antes de que pudiera lanzar sus hechizos.
Sé que había dicho que todo iba bien, pero cuando Sylvie aterrizó frente a nosotros, me costó trabajo mantener la calma.
“S-Sylv… Has crecido… Mucho.” – me las arreglé para tartamudear.
Sylvie, el pequeño dragón parecido a un gato que siempre estaba encima de mi cabeza, ahora era casi la viva imagen del dragón por el que le puse su nombre. Su cuerpo no era tan grande como el de Sylvia, pero aun así medía alrededor de ocho metros de largo. Ahora podía decir con toda confianza que Sylvie era un dragón.
Sus escamas eran de color negro obsidiana, reflejando la luz de la mazmorra de una manera casi divina. Sus dos cuernos eran más afilados, incluso más amenazadores que los cuernos del titán que había visto hacía unos años. Tenía alas muy parecidas a las de Sylvia, con plumas como cuchillas negras. Por algún motivo, las puntas rojas que tenía en la espalda y cola ya no estaban, pero las escamas a lo largo de las crestas de su columna vertebral sobresalían y la hacían parecer aún más feroz. Las extremidades de Sylvie eran fuertes, blindadas con puntas en los codos y las rodillas junto a garras afiladas saliendo de sus patas. La adorable cara de Sylvie estaba llena de elegancia y aplomo, remarcada por su esclerótica negra y sus irises amarillos; sus ojos me recordaban a joyas amarillas en medio del cielo nocturno. Aterrizó frente a nosotros y me acercó su hocico a la cara.
*Lick*
El poder de su lengua lamiendo mi cara me levantó del suelo y me dejó mojado con su saliva.
“¡Auuh! Sylvie, cuidado… ¡Estoy herido!” – dije débilmente en el suelo.
‘Jeje, lo siento, Papá.’
“D-d-d-dragón… ¡Es un dragón!” – Elijah ahora estaba aturdido y se frotaba los ojos para ver si es que estaba alucinando, mientras que incluso Jasmine, que sabía que era un dragón, se quedó boquiabierta.
“Elijah, este es mi vínculo, Sylvie.”
Estiré mi mano para frotar el hocico de mi dragón cuando su pata trasera comenzó a golpear el suelo del placer.
Pfft… sigue siendo la misma Sylvie. La miré poniendo una cara seria.
“Jasmine ya lo sabe, pero quiero que me prometas que lo mantendrás en secreto. El hecho de que sepas que Sylvie es un dragón significa que sabes lo rara que es y lo que significaría si su existencia saliera a la luz.”
Elijah asintió frenéticamente, con sus gafas torcidas y colgando de su nariz.
“Pero tenemos que darnos prisa. Nos ha venido bien que Sylvie haya venido. Movamos a Samantha a la espalda de Sylvie.”
Ahora apenas podía ponerme de pie por mi cuenta, y caminar más de unos cuantos pasos estaba fuera de discusión. Observé cómo Elijah y Jasmine cargaban cuidadosamente a la todavía inconsciente Samantha en la espalda de Sylv antes de que me ayudaran a hacer lo mismo. Se decidió que solo Samantha y yo iríamos en Sylv a la cueva inicial de la mazmorra, mientras que Jasmine llevaría Elijah y lo seguiría de cerca.
El viaje de regreso solo nos llevó un par de horas en comparación con el día completo que necesitamos al bajar.
‘Sylv… ¿Todavía puedes transformarte?’ – no pude evitar la pregunta en el camino de regreso.
Sería mucho más difícil tenerla conmigo si tenía que permanecer en esta forma. Afortunadamente, parecía que todavía tenía la capacidad de cambiar a su forma en miniatura.
‘¿Qué hiciste durante este tiempo? ¿Cómo has crecido tan rápido?’ – le pregunté a Sylv mientras estaba tumbado contra su gran cuello.
‘¡Cacé muchos monstruos y me comí sus núcleos de mana! Te extrañé mucho Papá, pero sentí que tenía que hacer esto cuando llegamos a los Claros.’
Sus alas crearon otra ráfaga de viento cuando aleteó, acelerando hacia nuestro destino. Parecía que su cuerpo no podía crecer sin la ayuda de los núcleos de maná, lo que me recordó el núcleo de maná que el Guardián de Elderwood había dejado al morir. Me maldije a mí mismo. Aunque no lo usara para mí, habría sido un bien invaluable al que me podría aferrar por si las moscas.
Al llegar a la cueva donde estaban los murciélagos corredores, empecé a prepararme para luchar contra un par de ellos en este estado incapacitado, pero para mi sorpresa, cuando los murciélagos corredores vieron a Sylvie, estaban tan asustados que simplemente enterraron sus cabezas en el suelo en la esquina opuesta de la cueva.
Cuando Jasmine llegó una hora más tarde, el cuerpo de Sylvie brilló y se encogió al tamaño de un gatito. Su aspecto cambió al de antes; sus puntas rojas desaparecieron y se volvió de un color negro oscuro, quedando solamente unas rendijas amarillas en sus iris. Sus alas no eran visibles en esta forma y después de que su transformación terminara, solo me recordaba a un gatito negro demoniaco.
“¡Cough!” – Samantha se despertó mientras hacía un gesto de dolor por sus piernas.
“T-Todos vosotros lo habéis logado.” – nos dio una sonrisa débil, con sus labios rompiéndose en el proceso.
“Deja de hablar, tienes que ahorrar energía. Pronto te llevaremos a un hospital.”
“M-Mira lo que encontré.” – ignorando mi regaño, lentamente buscó dentro de su túnica y sacó mi máscara y una piedra de color verde apagado.
“¡El núcleo de la bestia!” – Elijah miró excitado el artículo que valdría una fortuna mientras Samantha dejaba caer los objetos en mis manos.
“Gracias.” – le di una sonrisa y Samantha se volvió a dormir.
Al ponerme la máscara, me dirigí a mi tutora.
“Jasmine, quiero que tú y Elijah vayáis primero al Salón del Gremio y consigáis ayuda. Me quedaré aquí con Samantha.”
Ambos asintieron y se fueron. Les llevaría un par de horas más ir y volver. Durante ese tiempo, absorbería el núcleo de bestia del Guardián. Con eso, y el hecho de que tenía asimilado mi cuerpo con la Voluntad de Sylvia, debería ser capaz de hacer algo más que una recuperación completa.
Antes de meditar, saqué el pergamino que me habían dado los Cuernos Gemelos y envié un mensaje, diciéndoles a mis padres que estaba bien y que pronto volvería a casa. Me senté con las piernas cruzadas y respiré hondo antes de absorber el maná del núcleo de la bestia del Guardián, mientras pensaba en qué debía hacer con Lucas. No quería conformarme con una pequeña venganza. Quería hacer algo más. Era de una familia muy poderosa de magos famosos y su sangre le hacía tener una cierta protección de los elfos. Por supuesto, con mis conexiones con la familia real, no creo que importase mucho, pero la familia Wykes de la que formaba parte podría complicar las cosas.
Llegaron antes de lo que esperaba, porque después de solo un par de horas de meditación, oí pasos de gente viniendo hasta aquí. Por los uniformes que usaban las personas que entraban, me di cuenta que eran los médicos que Jasmine y Elijah habían podido conseguir. Entre ellos estaba Kaspian, que enviaba órdenes a los médicos y a un par de trabajadores del Gremio.
Escondiendo el maná del núcleo que no había terminado de absorber, vi cómo los médicos trabajaban en Samantha. Usaron una mezcla de hierbas para anestesiarla y empujaban los huesos a su lugar correcto. El campo de la medicina no estaba tan avanzado en este mundo, así que no estaba seguro de que pudieran curar completamente las piernas de Samantha, pero me sentí aliviado cuando vi un Emisor entre ellos.
Kaspian caminó hacia mí y me levanté.
“Buenas noches, señor Note. No esperaba que nos encontráramos así. La señorita Flamesworth me ha contado la situación y sé cómo debe sentirse.”
“Oh, ¿Ya lo sabe? Entonces, ¿podría ser tan amable de informarme sobre la ubicación actual de Lucas para que pueda responder apropiadamente a sus acciones contra nuestro grupo?” – dije con los dientes apretados.
Mis puños estaban cerrados y, por el tono en que Kaspian hablaba, sabía que había venido aquí con el propósito de advertirme para que me mantuviera alejado de él.
“Debo advertirle, señor Note, que no debe tomar medidas contra el señor Wykes… Por ahora.” – negó con la cabeza, confirmando mi suposición.
“¿Y por qué ‘por ahora’? Mi identidad es un secreto y tengo la capacidad de borrar fácilmente la existencia de ese insecto. ¿Cree que tiene el poder para protegerlo de mí?” – mis ojos miraron fríamente al delgado hombre.
“Por supuesto que sé que no tengo el poder para luchar contra usted cuando está en plena capacidad, señor Note, pero le aseguro que puedo ser una amenaza ahora mismo.” – dijo enderezando sus gafas. – “Pero aunque pudiera, no lo necesitaría. Señor Note, le estoy advirtiendo porque, lo crea o no, tengo la obligación de cuidar de usted, ya que está afiliado con la señorita Flamesworth, a pesar de que sea una hija separada de la casa. Los Wykes son el tipo de gente que llevará a cabo la venganza de la manera más extrema. Asumiendo que matase a su precioso Lucas Wykes, ahora mismo, no tiene el poder para matar a toda la casa Wykes. Aunque no conozcan su identidad, eso no les impedirá matar a alguien que haya tenido algo que ver con usted. Esto incluye a la señorita Flamesworth y a las personas con las que está afiliado, los Cuernos Gemelos. Yendo más lejos, creo que los Wykes se vengarán de toda la gente cercana al grupo de los Cuernos Gemelos, que incluye a Reynolds Leywin y su familia.”
En ese momento, supe que Kaspian al menos sospechaba de mí. No sé cómo se las había arreglado para averiguarlo, pero por su mirada, supe que sabía algo.
“Como le he dicho, señor Note, deseo estar de su lado. Lo que he dicho sobre la familia Wykes es todo de eventos anteriores en el pasado, así que puedo asegurarle que no se detendrán ante nada para eliminar a nadie si no están relacionados directamente. Hasta el día en que tenga el poder y la autoridad para proteger a las personas que quiere, debo aconsejarle que no actúe en su contra, por ahora. Con eso, me despido. La Aventurera, Samantha, debe ser llevada a una instalación para que la cuiden bien.” – dándome una brusca reverencia, se alejó con Samantha, dejándome con un sabor amargo en la boca.
Solo podía reírme del lamentable estado en el que me encontraba. Él tenía razón. Hasta que no pudiera erradicar a toda la casa Wykes, sería peligroso para mi familia y amigos si actuaba en su contra. No importaba lo imbécil que fuera, no valía la pena arriesgar a mis seres queridos. Con los puños cerrados, me juré a mí mismo que Lucas se arrepentiría por este día. Elijah y Jasmine me pusieron una mano compasiva en el hombro y yo asentí con la cabeza.
Llegamos al Salón del Gremio ubicado en las afueras de los Claros de las Bestias un par de horas después. Samantha estaba ahora descansando en la instalación de recuperación y Jasmine, Elijah y yo descansábamos en un cuarto trasero. Kaspian había trasladado su oficina de Xyrus a este lugar y estaba sentado detrás de su escritorio cuando se abrió la puerta.
“¡Se las arreglaron para salir con vida!” – detrás de un grupo de lo que parecían ser guardias estaba Lucas.
Kaspian, literalmente se llevó la palma a la cara ante la audacia de Lucas y me miró para recordar lo que habíamos hablado. Elijah y Jasmine se levantaron de su asiento y lo miraban fijamente, desenvainando sus armas mientras yo permanecía sentado. Tuve que dar todo de mi parte para no salir corriendo y matar al mocoso que nos había traicionado y era lo suficientemente estúpido como para venir aquí a burlarse de nosotros.
No sé si porque era estúpido o porque confiaba en sus guardias, pero se atrevía a mostrarse en frente de nosotros; pero sabía que estaba algo cansado, ya que tenía un grupo de magos muy poderoso como guardias y también tenían sus armas desenfundadas en defensa contra mis dos compañeros.
“Me pregunto cómo te las arreglaste para escapar de la bestia. ¿Tuviste que sacrificar a alguien más para salvarte? Samantha ahora es una lisiada y no veo a Brald… No me digas que lo sacrificas…”
Saliendo de la punta de mis dedos índice y medio, un rayo condensado cayó sobre Lucas, haciendo que emitiera un chillido agudo. La idea de esta técnica me vino de mi antiguo mundo. Usaba electromagnetismo para crear un láser condensado, y se trata de un ataque mortal, pero deja mi mano entumecida durante un par de minutos, ya que mi propio cuerpo no es capaz de manejar la fuerza necesaria para crearlo.
Antes de que nadie pudiera reaccionar, el delgado rayo atravesó la oreja izquierda de Lucas, borrando completamente su lóbulo. Aguantando las ganas de quejarme por el choque de mi propio cuerpo por el pequeño rayo, miré a Lucas, cuyo rostro petulante no se veía por ninguna parte.
“Antes de que te haga otro hueco en un lugar más importante, deberías irte y darte cuenta de que tu familia no te podrá proteger por mucho tiempo.”
Los guardias se dieron cuenta después de ver la oreja de Lucas que, de alguna manera, le había atacado, e instantáneamente pusieron sus armas contra mí. Entonces me levanté y los miré fijamente. Los guardias de élite que protegían instintivamente a Lucas dieron un paso atrás y sus manos comenzaron a temblar de miedo. Eran veteranos entrenados que habían matado y sabían que, en este momento, sus vidas estaban en peligro.
“¡Ya, ya! Señor Lucas, no es prudente que se muestre así. Dejemos esto aquí.” – Kaspian hizo que el grupo saliera por la puerta, suspirando profundamente antes de mirarme.
“Hoy te has controlado lo mejor que has podido, pero me temo que te has enemistado con una de las casas más fuertes del Reino Sapin.” – negó con la cabeza.
“Está bien. No voy a tomar medidas por lo que ha pasado hoy. A pesar de su actitud engreída, Lucas es cauteloso. Sabe que, ahora mismo, si no se pone en mi contra, no le haré nada.”
Me levanté, Sylvie, que estaba a mi lado se despertó, y Samantha y Elijah me siguieron. Era hora de ir a casa.
El silencio de hoy no ha sido debilidad. Solo el principio de mi venganza.