miércoles, 26 de febrero de 2020

Retro Capitulo 82

Volumen 3 Capítulo 82
Su decisión IV
Traducido por Tars
Corregido por Zura
Editado por Tars

La magia fue cambiando, poco a poco, con el paso del tiempo. La forma de percibirla, la manera de crearla o la forma de desplegarla. Pero incluso en la historia, había una única cosa que no cambiaba. Para usar magia, el mago debe procesar el maná de la atmósfera. Este era un hecho que no se había modificado a lo largo del tiempo. En el pasado, cuando se libraban guerras interminables, cada país necesitaba más poder y la mejor manera de producir ese poder era encontrar nuevas formas para procesar el maná de una forma más eficiente. Como resultado, se presentaron una serie de sistemas mágicos que finalmente cayeron en desgracia y murieron. Como tal, el sistema mágico evolucionó y se adoptó el actual sistema de operaciones matemáticas que se usaba en los tiempos modernos. Las operaciones aritméticas era un método que se usaba para calcular una matriz específica de maná para cada magia. Eso planteaba la pregunta de si un sistema mágico basado en la aritmética era la forma más poderosa de expansión mágica. Pero no lo era. En el pasado de la humanidad, había un sistema mágico utilizado por una raza conocida como los Señores de la Magia. Su existencia se había perdido por completo en los anales de la historia y, al final desapareció de la memoria colectiva de la humanidad.
“[Proverbio]”
Desir cerró los ojos para despejar su mente de todos los pensamientos que lo distraían. El dolor causado por el calor, la preocupación por su grupo y todo lo que le llegaba a su mente en ese momento. Su cabeza estaba en blanco mientras reforzaba su resolución para la gigantesca tarea que había asumido. Sus sentidos se desplegaron por una vasta área de espacio vacío y los fue concentrando en uno solo. Al final, comenzó a desarrollar un hechizo usando el sistema mágico de los dracónicos. En el pasado, lo habían aprendido invirtiendo la magia de un dragón. *Brooooom* Los grabados que formaban el hechizo mágico aparecieron en el aire. Al principio, solo poseían una o dos runas, pero rápidamente comenzaron a amontonarse en el cielo a tal velocidad, que el ojo humano era incapaz de seguir el ritmo. Llegó al punto, de que los símbolos y los patrones comenzaron a superponerse hasta formar una masa negra de color negro, como si el hechizo fuera incapaz de tolerar compartir ese espacio con alguna otra cosa. Al igual que un orgulloso dragón, ese sistema mágico rezumaba orgullo y arrogancia. El mejor anti-mago de la humanidad había apostado su vida en esta magia. Una voz irreconocible salió de la boca de Desir. Era como si cientos de personas estuvieran susurrando a la vez. Al mismo tiempo, el hechizo en su cabeza se convirtió en realidad. A medida que el conjuro iba tomando forma, el cuerpo de Desir comenzó a tensarse. El exceso de maná lo abrumaba y el círculo mágico comenzó a sobrecargarse, destruyendo las células de su cuerpo. No importaba cuán fuerte fueran sus poderes mentales, si todo el cuerpo sufría una profunda agonía sería incapaz de mantener la cordura. Sin Priscilla, se habría derrumbado instantáneamente y su vida se habría extinguido. Tuvo que poner todo su poder para mantenerlo con vida e hizo que justo cuando el cuerpo de Desir parecía que iba a perder el control, volvería a la normalidad, permitiendo que este ciclo de dolor continuara sin descanso. Pero continuó operando el conjuro. Cuanto más continuaba con la operación, más formaciones aparecieron en el aire, envolviéndose densamente alrededor del bastón. Zod observó a Desir boquiabierto, incapaz de pensar en nada. La magia que estaban completando ante sus ojos iba en contra de todo lo que había aprendido sobre la magia. Lo que estaba haciendo se encontraba en tal nivel, que lo único que podía hacer el mago que lo veía era quedarse atónito. Pero Zod Exarion, el mago situado en el pináculo de la investigación mágica, era una excepción. Sentía que estaba siendo testigo de una obra maestra que iba más allá de cualquier cosa que hubiera alcanzado el ser humano. Zod pudo seguir los pasos de la magia de Desir gracias a su intelecto y a su sabiduría incomparable. Pero cada vez que comprendía un poco más, lo que estaba pasando ante sus ojos, su admiración no dejaba de aumentar. “Hermoso.” Poseía un extremo de belleza que no se podía sentir únicamente con la magia humana que buscaba la eficiencia. * Grrrrrr * El rugido despertó a Zod de su ensueño y se giró para mirar la fuente del sonido. Era Desastre, al fin había quedado libre de su jaula de hielo. Desastre movió sus hombros y extendió las alas para volar hacia el cielo. Hacía mucho tiempo que se había olvidado de los tres humanos que estaban sobre la muralla. La horda de humanos que estaban escapando por barco habían atraído toda su atención. “¡GROOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAR!” * Booom * Cuando Desastre agitó sus alas, cientos de rocas en llamas cayeron sobre la ciudad, el puerto y los barcos de los evacuados. La advertencia de Desir no había sido una exageración. Comparado con antes, su ataque era más poderoso y, definitivamente, mucho más destructivo. Los barcos que no estaban preparados para la caída de las rocas terminaron hundidos o destrozados. En otros, un humo negro surgió de sus cascos, estaban ardiendo. Un leve grito se extendió sobre las olas, atraído por el viento. El único punto positivo fue que, aunque muchos barcos habían desaparecido, había mucho más que no habían sufrido daños. Los ataques de Desastre, aunque destructivos, no poseían mucha precisión. Pero para Desastre, lo único que fue un consuelo para la humanidad, era en realidad una fuente de alegría. Después de todo, era un demonio que se deleitaba con la destrucción y la miseria. Su cuerpo gigante comenzó a girar. “¿Grrr?” Desastre, que estaba intentando volar hacia las naves, se detuvo y giró su mirada hasta fijarla sobre la muralla de Deltaheim. * Fiiiiiiiiiiiiiuuuuus * Desir todavía estaba creando su conjuro. De un vistazo, la gran cantidad de arreglos mágicos le hacían sentir el peligro de forma instintiva. Los grabados continuaron formándose por medio de sus palabras. El cuerpo del demonio se estremeció después de ver esto. Miedo. Era una amenaza que incluso un gran demonio como él nunca había experimentado. Su instinto estaba avisándole a gritos del peligro. Desastre rugió hacia Desir. “¡GROOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!” Un enorme poder comenzó a concentrarse en su boca. Un poderoso conjuro con el poder para derretir montañas y destruir una ciudad entera. * Broooom * La atmósfera alrededor de Desastre comenzó a vibrar. El enorme flujo de maná se manifestó, como un fenómeno físico. Y lo mismo ocurría con Desir. El espacio estaba temblando. “Este… Es… Mi… Límite…, Desir.” – murmuró Priscilla con una voz apenas audible. Su cara estaba azul y, aunque la energía de sus ojos había disminuido, todavía se podía distinguir su voluntad de sobrevivir. La destrucción de su cuerpo comenzó a desacelerarse debido al continuo debilitamiento de su resistencia y aguante. * Desmoronarse * Aunque… Sin embargo… ‘Debo derrotarlo.’ La mano rota de Desir no soltó el bastón de Zod. Y tan pronto como Desastre disparó la ola de calor con un rugido, los labios blancos y agrietados de Desir se abrieron.
“[Implosión Geomagnética]”
* * *
Lejos, en la Academia de Hebrion, la profesora Brigitte estaba regando las macetas de su aula cuando, de repente, sintió algo extraño y se acercó a la ventana. Una brisa cálida sopló y revolvió su bien peinado cabello. * Whoooosh * Las hojas del jardín fueron transportadas por el viento. La mirada de Brigitte se centró en algún punto lejano que no se podía ver.
* * *
En una montaña mucho más cercana que la Academia de Hebrión, pero aún a una considerable distancia de Deltaheim, un hombre se encontraba quieto en mitad de la calle. Desde esa ciudad, sería solo un punto en la distancia. El hombre, vestido con una camisa con capucha, miró hacia el horizonte que había más allá del mar, mientras se olvidaba de cubrirse las quemaduras de la cara. Al principio, fue solo un punto. Un punto brillante de plasma a una altísima temperatura que se comprimía a una alta presión. Convergiendo en un solo punto con temperaturas que alcanzaban decenas de millones de grados, la presión masiva aceleró las partículas atrapadas en su interior. A medida que las partículas se iban acelerando, perdieron su órbita y comenzaron a chocar entre sí. Estaban comenzando a fusionarse y, la masa perdida en el proceso, se liberó como energía. * Wuuuung * El cuerpo de Desastre se hinchó como si fuera a estallar. El punto se expandió y ahora tenía la forma de una esfera del tamaño de un puño. La cantidad de luz se había duplicado. Su brillo era tan potente que ya no se podía mirar con los ojos. Innumerables partículas aceleraron, chocaron y emitieron una cantidad interminable de energía. El océano se dividió, empujado por la fuerza del conjuro. Al final, incluso el cuerpo de Desastre, que era más duro que cualquier otra cosa, se agrieto, una y otra vez, haciendo que una enorme cantidad de luz se derramara de todas las heridas de su cuerpo. “¡Aaaaah!” Cuando la luz que salía de las heridas del cuerpo de Desastre alcanzó el mar, la reacción comenzó a ocurrir sobre las rocas del océano. A la vez, el oscuro color del mar cambió a un tono dorado, como si una gran cantidad de oro se estuviera derritiendo sobre él. Desastre giró sobre lo que parecía un deslumbrante horno dorado. Las rocas y el magma que formaban su cuerpo se desprendieron. Al final, el sol se tragó todo el cuero de Desastre. Lo único que quedó fue un gran silencio que envolvió al mundo entero y, un océano dorado tan brillante como las estrellas. El mundo se había vuelto a sumir en una oscuridad completamente negra y Desastre no se veía por ninguna parte. Los únicos signos que quedaban de la resurrección del demonio era el magma que rodeaba la ciudad, los escombros y el terreno destrozado. El sonido del mar volvió a resonar en el mundo, llenando el silencio, como si se estuviera quejando de las heridas de su propio cuerpo. Desir cerró los ojos. Se sentía como si lo hubieran arrojado a un pozo sin fondo. Lo último que vio fue la cara de Zod y Priscilla acercándose a él.