2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 86
Unión de Supervivientes de Seúl – Segunda Ronda VII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
La sangre aún goteaba de la catana de Jung Kwang.
‘Una catana… Uh, que arrogante.’
Barrendero sonrió. No estuvo de acuerdo con la evaluación de Yohan de Jung Kwang. No era fuerte. El hecho de que estaba usando una catana demostró que solo cazaba personas que eran más débiles que él. Este no era un superviviente que arriesgaba su vida mientras luchaba contra los zombis.
Si hubiera luchado contra una gran cantidad de zombis, su espada ya se habría desgastado y roto. No era como si su espada estuviera hecha de un metal mágico de fantasía, del tipo que veías en las películas. Toda su actitud hacia el apocalipsis estaba equivocada.
Barrendero disparó su rifle de asalto y Jung Kwang se escondió inmediatamente detrás de una columna. El sonido de las balas rebotando en su revestimiento a prueba de balas llenó la habitación.
La armadura hizo que Jung Kwang se moviera con más lentitud, pero todavía era lo suficientemente ágil como para evitar un golpe directo. Aun así, para el nivel de Barrendero, no fue rápido en absoluto. A pesar de que las balas solo lo rozaron, el impacto aún debería tener un efecto sobre su cuerpo.
Jung Kwang desapareció en la oscuridad. Barrendero prácticamente podía oler el deseo de entrar en combate cuerpo a cuerpo, impregnando en cada centímetro de su cuerpo. Su oponente quería usar la oscuridad para acercarse y cargar contra él.
‘Si quiere, lo enfrentaré.’
Barrendero se echó el rifle sobre el hombro y mató a los dos zombis, que se retorcían sin extremidades, con su hacha. Los dos habían sido sus compañeros hasta hace poco. Quería asegurarse de que su hacha estuviera empapada con su sangre.
Sus acciones tenían dos propósitos. Primero, ahora también podía infectar a su oponente con un solo roce, poniendo esa parte de la pelea en igualdad de condiciones. Y, en segundo lugar, quería matar a su oponente cruelmente con la sangre de sus víctimas.
Barrendero miró a Ha Jin. Era una señal silenciosa, pero le indicaba que no se involucrara en la próxima pelea. Ha Jin lo miró y asintió. Barrendero vaciló por un momento, inseguro de si el artista marcial realmente lo había entendido.
“Yo me encargo. No interfieras.” – dijo Barrendero, por si acaso.
Con eso en mente, Barrendero centró todos sus sentidos en el movimiento de Jung Kwang. Era estresante. A pesar de que el edificio no estaba completamente a oscuras, el vestíbulo era grande y había muchos puntos ciegos. Había muchos lugares para esconderse, como detrás de una columna o del mostrador de recepción.
Barrendero agarró su hacha con fuerza y esperó a que el enemigo hiciera el primer movimiento.
‘Ven.’
Pudo escuchar un movimiento repentino desde el lado izquierdo del mostrador de recepción antes de que Kwang saltase de la oscuridad.
Barrendero salió de su trayectoria del salto y luego pateó el suelo para encontrarse con su oponente con un contraataque. La catana de Jung atravesó el aire a la velocidad del rayo. Fue tan rápido que era difícil creer que estaba completamente blindado. Barrendero podía decir que había entrenado mucho.
Sin embargo, la catana giró en un arco amplio. El arma era demasiado larga, lo que facilitaba seguir su camino por el aire. El hacha de Barrendero tenía un alcance inferior, pero tenía ventaja cuando se trataba de acelerar. ¿Qué tal la durabilidad? Barrendero balanceó su hacha para encontrarse con la espada en el aire. Las dos cuchillas chocaron ruidosamente.
“Af…”
Barrendero dio dos pasos hacia atrás.
El hacha y la catana de su oponente volvieron a sus posiciones al mismo tiempo. Las manos de Barrendero se sintieron entumecidas por el impacto y sus ojos se abrieron con sorpresa. Aunque ambos estaban usando armas cuerpo a cuerpo, había una diferencia en la durabilidad.
Una catana se usaba para apuñalar y cortar, mientras que un hacha se usaba para cortar y romper cosas. Incluso si su resistencia fuera similar, la catana debería haber sido destruida. Sin embargo, aguantó el golpe.
Barrendero se lamió los labios. Esta era la primera vez que conocía a alguien que no era Yohan que era tan fuerte que le provocaba escalofríos. Su oponente probablemente sintió lo mismo, pero su expresión no lo demostró. De hecho, Jung Kwang en realidad parecía feliz, lo que puso a Barrendero de mal humor. Solo la existencia de este tipo era suficiente para cabrearlo.
Trató de controlar sus emociones balanceando su hacha hacia Jung Kwang. Muchos enemigos fueron incapaces de lidiar con el ataque continuo de Barrendero y habían caído ante él. Sin embargo, cuando rasgó el aire, Kwang movió la parte superior de su cuerpo y esquivó todos los ataques de Barrendero como un boxeador que estuviera deslizándose. La fuerza física de Kwang ya era impresionante, pero también era hábil. Si esto continuaba, la victoria no estaba garantizada.
Sintiéndose ansioso, Barrendero agarró su hacha aún más fuerte, pero fue un error. Era crucial hacer movimientos compactos, que eran más rápidos. El agarre apretado de Barrendero le hizo ejercer demasiada fuerza en el balanceo, disminuyendo su velocidad.
Jung Kwang pudo levantar el brazo y agarrar la muñeca de Barrendero a mitad del movimiento.
“¡Hmph!”
Barrendero ejerció más fuerza para alejar su mano, pero no la pudo soltar.
‘Es fuerte…’
Podría ser incluso más fuerte que Ha Jin. Se sentía como si su hacha estuviera atrapada en una roca. Mientras luchaba por soltarse, Kwang levantó su catana y acuchilló hacia adelante. Barrendero rápidamente giró su cuerpo para dejar que la espada pasara inofensivamente por su cuerpo y luego agarró la muñeca de Jung. Ahora se estaban agarrando mutuamente de las muñecas.
Kwang inmediatamente rompió el punto muerto golpeando a Barrendero con su casco. La visión de Barrendero se volvió amarilla y brumosa y sintió que estaba a punto de desmayarse. Sin embargo, pudo aguantar. Dio un paso atrás y sacudió la cabeza para reenfocar su visión.
‘Esto será peligroso si continua.’
Incluso si tuviera que renunciar a su arma favorita, tenía que retirarse y mantener la distancia. Como Barrendero no podía vencerlo con fuerza bruta, tenía que usar su arma de respaldo y vencerlo rápidamente. Justo cuando Barrendero tomó esta decisión y estaba a punto de soltar el hacha de mano y saltar hacia atrás, los ojos de Kwang se giraron hacia atrás.
Una cuchilla afilada atravesó la parte posterior de su cuello y salió por su boca. Fue Ha Jin. Jung Kwang se estremeció mientras daba su último aliento. Comparado con la intensa pelea que acababa de ocurrir, fue un final totalmente anticlimático.
“Podía ocuparme de esto.” – refunfuñó Barrendero, haciendo una expresión abatida mientras sacaba su hacha de la fría mano muerta de Jung Kwang.
“No seas un crio.”
Barrendero sabía que sus palabras eran una estupidez.
Ha Jin era un deportista, por lo que la justicia era importante para él. Sin embargo, esto no era un duelo. No era una competición que terminaba con una simple victoria. Jung Kwang era un asesino que había matado a sus compañeros y era un enemigo que tenían que eliminar sin importar cómo. Si Barrendero hubiera abrumado a Jung Kwang desde el principio, no habría sido necesario que Ha Jin interfiriera. Sin embargo, no se iba a quedar de brazos cruzados mientras su amigo estuviera en peligro.
Este fue el error que cometió Jung. Sabía que había dos oponentes y no debería haber actuado tan engreído. O se olvidó de Ha Jin o confió en que obedeciera la petición de Barrendero de no interferir. Probablemente la pelea también fue más intensa de lo que había previsto, por lo que no pudo lidiar con la puñalada.
“¿Está bien que un deportista interfiera en una pelea uno contra uno?”
“De dónde vengo, el fin justifica los medios.” – respondió Ha Jin mientras sacaba su cuchilla. El cuerpo de Jung Kwang cayó al suelo. Cuando Ha Jin le quitó el casco, se derramó sudor y sangre. Lo había apuñalado en la cabeza para asegurarse de que moría. – “Creo que esa mentalidad se aplica al mundo en que vivimos actualmente.”
“Hmm… Sí. Estoy de acuerdo.” – añadió Barrendero, mientras asentía con la cabeza y extendía su puño. Ha Jin levantó el suyo para golpearlo. – “Gracias por la ayuda hermano.”
A continuación, pateó el cuerpo de Jung Kwang e intentó quitarle su atuendo a prueba de balas. Quería ver si era útil.
“Argh.”
Inmediatamente descartó la idea. Había un charco de sudor dentro de la ropa y un intenso olor corporal.
“Qué tipo tan extraño. Si hacía tanto calor, por qué iba a… Ugh, no puedo usar esto.”
“No parece práctico.”
“Tienes razón. Reunámonos con el jefe. Ong, Ji Won y Jung Soo, bajad. Hagamos un recuento.” – ordenó Barrendero, actualizando las ordenes a través de la radio al resto de los miembros, que lo estaban esperando.
Aunque habían ganado, sentía la melancolía en su corazón. No podría volver a encontrarse con los ojos de los tres muertos. Barrendero se echó el pelo hacia atrás y encendió un cigarrillo.
* * *
Refugio del equipo de reconocimiento
20 minutos antes de que comenzara la batalla.
Cien supervivientes habían evacuado al refugio del equipo de reconocimiento. No tuvieron la oportunidad de escuchar los detalles detrás de la orden de evacuación. Simplemente sabían que estaban en peligro, lo que hacía que la multitud estuviera ansiosa y descoordinada. Varios supervivientes se quejaban de la situación, mientras que otros se quejaban de las agradables condiciones de vida que tenía el equipo de reconocimiento.
“Dios, ¿qué está pasando?”
“Espera, ¿está bien que sean los únicos que pasen el tiempo aquí?”
Los supervivientes del hospital y del campamento escolar estaban especialmente disgustados. Normalmente dormían en las camas duras del hospital o en el suelo de los salones de clases. Ver una bonita cama en cada habitación, videojuegos y cosas recreativas fue suficiente para que se quejaran.
“Vale, vale, ¡dejen de perder el tiempo y vayan al sótano!” – gritó Seo Jun.
Sabía que Yohan tenía una buena razón para ordenarles que movieran a un grupo tan grande de personas. Había algo increíblemente peligroso acechando. No era el momento de perder el tiempo.
Aunque algunos supervivientes parecían infelices, no dijeron nada y siguieron las instrucciones. Se resignaron al hecho de que eran las órdenes de Yohan. Seo Jun condujo a todos los supervivientes al refugio subterráneo y activó un pesado interruptor negro. Las luces se encendieron, revelando una cámara subterránea.
Tanto Seo Jun como los supervivientes estaban sorprendidos, pero por diferentes razones. Seo Jun se sorprendió por la gran cantidad de suministros y el hecho de que el área subterránea estaba tan bien equipada. Llegaba al punto de sospechar que Yohan se había preparado para algo como esto por anticipado.
Los supervivientes se sorprendieron de que el área fuera aburrida en comparación con las cómodas condiciones de vida mencionadas anteriormente. El área no era lo suficientemente grande como para que los 100 supervivientes entraran y se sentaran cómodamente.
“Guau, Yohan…”
Seo Jun admiraba la puerta de acero que bloquea el refugio subterráneo. La manilla exterior de la puerta se había extraído por completo para que los extraños no pudieran entrar una vez que las puertas estaban cerradas. Además, la puerta tenía dos juegos de cerraduras de alta seguridad y se soldaron chapas adicionales de aleaciones metálicas a la puerta, haciéndola más resistente.
De hecho, sería difícil entrar a menos que alguien abriera la puerta desde adentro.
‘Sin embargo, es posible que no tengamos suficiente aire.’
El único problema era el tamaño del área. No había ventanas y el aire estaba húmedo y sofocante. Tan pronto como las personas entraron a la habitación, sintieron que se estaban ahogando. Era suficiente para sentir claustrofobia.
‘Bueno, aunque sea un poco incómodo, es mejor que morir.’
“Espera, ¿cómo se supone que debemos ocuparnos de nuestros asuntos personales?” – preguntó alguien. Desafortunadamente, Seo Jun no sabía la respuesta.
“¿Cómo debería saberlo? ¡Solo come algo y cuida tu negocio en la lata vacía!”
“¿Cuánto tiempo se supone que debemos permanecer en este pequeño lugar...?”
“¿También vamos a dormir aquí?”
“Dios, ¡hablan demasiado! Callaos y esperad. ¿Olvidaste lo que dijo Jung Hwan?” – se quejó Seo Jun.
Los supervivientes se callaron. De todos los líderes del campamento, él era el que solía tratarlos a todos con crueldad.
“Seo Jun, creo que este lugar será peligroso.”
El teniente Ahn se acercó a Seo Jun con una mirada incómoda, mirando alrededor de la habitación.
“¿De qué estás hablando? La orden de Yohan era quedarse aquí. Serán un par de horas si dura poco y unos días si se alarga demasiado. Solo tenemos que soportarlo.”
“Piénsalo con cuidado. Hay más de treinta hombres armados que han terminado el entrenamiento militar. ¿No dijo Yohan que a lo sumo el enemigo tendría alrededor de 30 personas? Si luchamos en la ciudad y esperamos en los edificios tendremos ventaja. NO importa cuántos sean, no tendrán una oportunidad. Si las cosas van mal, podemos romper las ventanas y escapar. Sin embargo, si nos escondemos aquí, estamos indefensos.”
“Que estás…”
“Piénsalo. Si prenden fuego al edificio, no podremos resistir y simplemente nos coceremos vivos. Seo Jun, tenemos que luchar.”