Volumen 13 Capítulo 5
Una alerta mundial
Traducido por Alsabov y Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
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Un día. Dos días. Tres días. Al tercer día desde la aparición de las puertas gigantescas por todo el mundo, el descontento se intensificó considerablemente en los países donde estaban situadas. Todo porque no se había tomado ninguna medida.
Los enojados ciudadanos se apresuraron a salir a las calles para protestar y que pusieran contramedidas. Las noticias enfatizaban la gravedad de la situación día tras día, mostrando imágenes de los manifestantes con las puertas sobre sus cabezas.
“Han transcurrido 75 horas desde la aparición en el cielo del fenómeno conocido como puerta súper gigante. Sin embargo, el gobierno todavía tiene que…”
“¡Miren eso! Como pueden ver, los manifestando están avanzando con carteles en los que se puede leer: «¡Queremos una respuesta del gobierno!»”
“El número de manifestantes aumenta cada día y las protestas se están volviendo más intensas. Existe la preocupación de que la situación degenere en disturbios…”
Era un espectáculo que nunca se había visto en Corea, la nación sobre la que había aparecido la primera puerta gigante. Los expertos analizaron rápidamente por qué solo Corea era diferente. La conclusión fue sencilla.
Primero se debía a la rápida respuesta de la Asociación Coreana de Cazadores, que había reunido a cazadores de todo el país nada más aparecer la puerta. El otro motivo era la estabilidad psicológica de los coreanos tras saber que tenían al mejor cazador del mundo, capaz de superar a los cazadores con rango de Autoridad Especial.
“El cazador Sung Jinwoo se hizo cargo de dos rupturas de mazmorra de rango S él solo. Las hormigas y los gigantes, dos de los eventos más llamativos del año pasado, se resolvieron con sus manos.” – dijo uno de los expertos invitados al programa especial ante la cámara.
Se refería a los gigantes que habían aparecido sobre Japón y al interés del mundo por la incursión de las hormigas de la isla de Jeju. ¿Qué otra cosa se podía decir cuándo la cadena de televisión a la que se le dieron los derechos exclusivos de transmisión había obtenido beneficios equivalentes a las ganancias de los últimos tres años con solo un evento? El presentador asintió con la cabeza mientras el experto se golpeaba la sien con su dedo índice.
“Todo eso hizo que se generase confianza en las mentes del pueblo coreano. Creen, sin importar a qué clase de peligro se enfrenten, que el cazador Sung aparecerá y se hará cargo de la situación.”
Esa era la razón por la que los ciudadanos habían podido permanecer relativamente tranquilos a pesar de haber aparecido una puerta inmensa sobre el cielo de la capital, un lugar donde vivían diez millones de personas.
El experto no dejaba de enfatizar que, para Corea, la existencia del cazador Sung Jinwoo era como una bendición, cuyo valor no se podía medir. Desafortunadamente, era obvio que no todas las naciones gozaban de tanta suerte. El número de cazadores destacados era muy reducido y no estaban distribuidos de manera uniforme. Además, muchas de las naciones cercanas a las puertas gigantescas tenían un bajo nivel de cazadores, por lo que resultaba inevitable que el descontento creciese con el paso del tiempo.
Las manifestaciones habían llegado al punto donde la gente estaba demandando al gobierno que contratara cazadores de alto rango a cambio de incrementar los impuestos si eso servía para aumentar en uno el número de cazadores que podía defenderlos. Los gobiernos de todo el mundo se sorprendieron al ver cómo incluso los ricos, que tenían miedo de pagar impuestos, proporcionaban voluntariamente ayuda financiera por temor a perder sus hogares.
Y así, en medio de una creciente sensación de crisis, los representantes de las naciones se congregaron en Seúl, la capital de Corea, respondiendo a la llamada de la Asociación de Cazadores. Solo querían una cosa: obtener información sobre las ocho puertas súper gigantes que habían aparecido simultáneamente en el cielo. En particular, dado que la información sería suministrada por el cazador Sung Jinwoo, tenían la esperanza de que pudiera dar otro resultado inesperado, como el ocurrido en la primera puerta sobre Seúl.
“Uf…”
Un pequeño suspiro.
David Brennan, Director de la Agencia Federal de Cazadores, había decidido viajar a Corea después de haber sido acosado por su Presidente. Se secó el sudor frío de la frente y miró a los rostros de los que estaban sentados a su alrededor.
‘Ha venido mucha gente…’
Presidentes, Ministros, Maestros de Gremios y hasta Presidentes de Asociaciones de Cazadores. El Director conocía a la mayoría de los rostros de los reunidos en el auditorio. Eran personas prominentes que podían ser reconocidas con solo escuchar sus nombres. Al ver el destello de impaciencia en sus rostros, el Director se secó el sudor de la barbilla.
‘Parece que todos nos sentimos igual.’
Parecían estar sentados tranquilamente, pero sabía que todos estaban extremadamente ansiosos en su interior. Después de todo, hasta él estaba así. Sería maravilloso que Sung Jinwoo apareciera ante ellos y dijera: «Estas puertas tampoco serán un problema.»
Si pudiera dar esa información a sus superiores, toda la presión que tenía desaparecería de inmediato. En otras palabras, era la oportunidad perfecta para restaurar su imagen. Sin embargo, si la noticia era lo opuesto…
Sintiendo que su corazón se hundía, el Director tragó saliva para intentar aliviar la tensión y miró la hora. El reloj de su muñeca marcaba que eran las 14:55. Quedaban cinco minutos para la hora programada para el anuncio.
Tic, tac...
Tic, tac...
El Director levantó la cabeza con un rostro serio, parecía que el sonido del segundero de su reloj se había vuelto inusualmente fuerte.
* * *
Al mismo tiempo.
“¿Qué pasará con los ejércitos sin Soberanos?” – preguntó Jinwoo a Belion después de inspeccionar al ejército de las sombras.
* * *
- ¿Estás aquí? ¿Cuándo…?
Jincheol había ordenado a sus subordinados que le informasen cuando Jinwoo llegara al lugar, pero cuando se dio la vuelta, estaba quieto a sus espaldas.
“Ah.”
No pudo evitar dejar escapar un grito de sorpresa. Luego, guardó su teléfono y puso una sonrisa.
“Supongo que no tiene sentido preguntar… Dónde estabas.”
Jinwoo volvió a sonreír mientras se encogía de hombros. Actualmente, se encontraban en la sala de espera del auditorio. Más allá de esa puerta, estaban los representantes de cada país en sus asientos, esperando que apareciera.
Woo Jincheol miró la hora. Los números que flotaban en la pantalla de su móvil indicaban que faltaban dos minutos para la presentación. Aún tenían algo de tiempo. Eso hizo que sintiera una inexplicable sensación de tranquilidad.
“Cazador, ¿vas a decirles la verdad?”
“Sí.”
“Cuando se conozca la verdad, es posible que estallen disturbios por todas partes. Algunos países no podrán manejar la situación.”
“Lo sé.”
Contaba con esa situación. Los Gobernantes habían ocultado sus intenciones hasta el final porque sabían que las cosas irían de esa manera. Sin embargo, incluso si todo terminaba, tenían derecho a saber lo que iba a pasar.
‘Es injusto mantenerlos ignorantes a pesar de que pueden perder la vida.’
Por eso había decidido decirles la verdad, para que todos tuvieran tiempo de prepararse en su interior. Viendo la determinación de Jinwoo, el Presidente de la Asociación solo pudo asentir con la cabeza.
“Está bien. Si lo tienes claro…”
Jinwoo pasó justo a su lado y caminó hacia la puerta que conducía al auditorio, pero como si se hubiera dado cuenta de algo, gritó apresurado.
“Ah, ¡cazador!”
“¿……?”
Jinwoo se dio la vuelta con una mirada perpleja.
“Hay muchos periodistas.” – dijo con vergüenza.
“Ah.”
Jinwoo miró su atuendo. Su ropa estaba en mal estado tras estar varios días en la zona restringida dirigiendo a sus soldados.
‘¿Qué hago…?’
No quería hacer un escándalo transportándose a otro lugar para cambiarse de ropa. Pero tampoco podía comprar ningún atuendo en la tienda como había hecho en el pasado.
‘Espera…’
Ahora que el Sistema había desaparecido no podía usar la tienda, pero todavía tenía el poder original del Soberano de las Sombras. Así que teóricamente debería ser posible crear ropa. En ese momento, Jinwoo pensó en el tipo de ropa que debería usar en esta situación.
¡Fuuuu!
En un instante, un humo negro que parecía estar vivo envolvió el cuerpo de Jinwoo.
“¡Ah!”
Jincheol se sobresaltó y retrocedió varios pasos sorprendido mientras abría ampliamente sus ojos. El humo se había convertido en una armadura de color negro.
“¿Qué tal esto?”
Normalmente, las armaduras eran uno de los equipos esenciales que usaban los cazadores para protegerse de los poderes de los monstruos. Y ahora, cuando se agregaba sobre un cazador tan poderoso como Jinwoo, daba una abrumadora sensación de intimidación. Woo Jincheol había sido completamente anulado por esa aura, y apenas pudo mover su boca para contestar.
“Es… Está bastante bien.”
Jinwoo sonrió levemente.
“Lo tomaré como un cumplido.”
Jinwoo volvió a darse la vuelta y caminó lentamente hacia el auditorio. Casi al instante, el ruido de la sala desapareció por completo.
‘¡Es Sung Jinwoo…!’
‘Ya está aquí.’
Todos los presentes se callaron cuando sus ojos se enfocaron en la persona que estaba sobre la tarima. Jinwoo miró a su alrededor mientras organizaba con calma su mente. Estaba aquí para hablarles sobre el futuro. Estaban a punto de llegar ocho grandes legiones que buscaban la destrucción de su mundo. Y cada uno de esos ejércitos estaba compuesto por soldados contra los que no podían luchar.
“……”
Cuando se enterasen, los ojos de todos aquellos que estaban esperando el anuncio oficial con rostros impacientes, cambiarían. La tensión que sentían sobre sus corazones se transmitía completamente a Jinwoo, cuya expresión se endureció.
“……”
Todos los presentes contuvieron la respiración. El silencioso auditorio, se volvió más silencioso. Un instante después, Jinwoo, que no necesitaba usar un micrófono, desvió su maná hacia el cuello.
“Las cosas se van a poner bastante complicadas para todos nosotros.”
Su voz calmada se extendió por todo el auditorio. Pudo escuchar cómo los presentes tragaban saliva mientras sus corazones latían con intensidad. Sin embargo, a medida que sus latidos se hacían más fuertes, más calmado estaba su corazón. Su expresión se volvió más confiada.
‘Estoy más tranquilo…’
A partir de ese momento, Jinwoo recuperó completamente la compostura y siguió hablando con calma.
“Sin embargo, ningún ser vivo podrá escapar de la batalla que se avecina. Estas criaturas aparecerán ante vuestros ojos con la intención de destruir todo lo que más apreciáis.”
¿Cómo iban a reaccionar? Una vez que Jinwoo terminó su larga explicación, una oleada de nerviosismo apareció en los rostros de todos los presentes. Hasta los periodistas e invitados que habían sido cuidadosamente seleccionados se olvidaron de sus deberes y se limitaron a mirarse los unos a los otros.
Murmullo
Murmullo
El auditorio, en silencio hacía solo un momento, se encontraba ahora inundado por voces angustiadas. Al final, alguien que no pudo soportar el miedo y la curiosidad y gritó hacia Jinwoo.
“De… ¿De verdad esperas que te creamos?”
¿Cómo podían aceptar que venían criaturas terribles que podían destruir todo lo que había en la tierra? Había un tono de desesperación en la voz del anciano.
“Pruebas… ¡Necesito pruebas! Si no tienes, ¡entonces no puedo creerte!”
“¡Tiene razón!”
“¡Lo que dices es demasiado absurdo para ser cierto!”
“¿Cómo puede tener sentido que cientos de criaturas aterradoras puedan aparecer de la nada?”
Cuando una persona se enfrenta a una realidad que es difícil de aceptar, tiende a negarla o a enojarse. Los representantes de cada país se olvidaron de todos los milagros que había creado Jinwoo y le gritaron mientras negaban la situación. Sin embargo, los silenció a todos con un gesto de su mano.
“¡Ah!”
“¡……!”
Se crearon docenas de puertas a espaldas de Jinwoo. Usando el poder del Monarca, creó docenas de puertas que servían de conexión entre dimensiones.
‘No necesito hacer una puerta porque me muevo más rápido a través de las sombras…’
No había nada más eficiente para hacerlos comprender la situación. Jinwoo podía generar puertas de ese tamaño con facilidad. Jinwoo, que estaba mirando hacia las puertas, volvió a dirigir su atención a la audiencia. Justo como esperaba. Los representantes y periodistas, así como los empleados de la Asociación de Cazadores de Corea, que tenían una confianza absoluta en Jinwoo, no podían cerrar la boca mientras tenían sus ojos fijos en la puerta.
“Eso… ¿Son puertas?”
“Co… ¿Cómo puede ser?”
‘Sung Jinwoo es capaz de crear varias puertas al mismo tiempo?’
Los ojos de todos los presentes temblaron violentamente como si hubiera ocurrido un terremoto. Hasta David Brennan, Director de la Agencia Federal, que había visto en persona cómo el Dragón daba un primer paso tras romper la puerta de su mazmorra, continuó frotándose los ojos con incredulidad.
‘Parece que funciona.’
Satisfecho con la reacción de los que presenciaban sus poderes de Soberano, Jinwoo cerró las puertas. Como si todo hubiera sido una alucinación, desaparecieron sin dejar rastro.
‘¡Ah!’
Al mismo tiempo, uno de los periodistas sintió cómo su corazón caía hasta la boca del estómago.
“Al… ¿Alguno ha tomado una fotografía de las puertas? No importa si es con una cámara o un teléfono, ¿alguien ha capturado la escena?” – preguntó rápidamente a los compañeros que estaban a su lado.
“¡Ah…!”
Los reporteros se desesperaron mientras se cubrían la cabeza con las manos y suspiraban. Todo había pasado tan rápido y estaban tan sorprendidos que se olvidaron de grabarlo. Como si la agitación de los reporteros fuera una señal, gritos de asombro y desesperación resonaron por todas partes e inundaron el auditorio.
Murmullo
Murmullo
De repente, un grito que sacudió los tímpanos se escuchó en toda la sala.
“¡Cazador Sung!”
La voz aguda del representante británico llamó la atención de los presentes.
“¿Acaso eres uno de ellos? Para empezar, ¡esas criaturas que aparecieron en la puerta de Corea venían hacia aquí para matarnos!”
Sus palabras hicieron que todos los presentes quedasen paralizados. Sin darse cuenta comenzaron a imaginar el peor escenario posible. El vago temor de que el cazador Sung podría no estar de su lado se extendió como una plaga en los corazones de la gente. Después de todo, ¿no acababan de verlo crear las puertas que llevaban el miedo y la muerte a la gente?
“……”
Jinwoo miró al representante británico sin decir una sola palabra. Solo entonces, el representante se dio cuenta de que había cometido un error. Si era un aliado de la humanidad había quedado como un tonto por el miedo, pero si no fuera el caso, ¿no sería muy complicado salir de aquí con vida?
“Ah, eh, bueno… Por supuesto, yo… Esto… Tengo absoluta confianza en usted, cazador Sung…”
A medida que la cara del representante británico se iba volviendo más pálida, Jinwoo, que seguía mirándolo, suspiró como si todo esto fuera absurdo.
“Aaaaah.”
Ya había cumplido con su deber. No sentía la necesidad de rogarles que creyeran en él.
“Ya sea que me creáis o no, si aceptáis mis palabras o no… Es vuestra elección. Ya he dicho lo que quería decir, así que ahora depende de vosotros.”
Sintiendo que la conferencia llegaba a su fin, los reporteros salieron de su asombro y se apresuraron a encender los flashes de sus cámaras.
¡Clic!
¡Clic!
¡Clic!
¡Clic!
¡Clic!
¡Clic!
Jinwoo miro por última vez a la audiencia, pero cuando estaba a punto de darse la vuelta, el Director Brennan, que no había dicho ni una palabra hasta ese momento, levantó la mano.
“¿Director Brennan?” – preguntó Jinwoo, que ya lo conocía.
Con el rostro serio, el Director se levantó lentamente de su asiento. No había nadie que no conociera el nombre del Director de la Agencia Federal, por lo que casi de inmediato el silencio volvió al auditorio.
“Ha pasado tiempo, cazador Sung.” – dijo mientras inclinaba cortésmente la cabeza. Jinwoo hizo lo mismo. – “Ahora comprendo lo que va a salir por esa puerta.”
Las decenas de miles de bestias de color negro que habían aparecido por la primera puerta. Afortunadamente, eran los subordinados del cazador Sung, quien accidentalmente había heredado los poderes de un Soberano e inmediatamente los tomó bajo su mando. Pero ahora comprendía que los que aparecerían a continuación nunca serían amables con la humanidad. En ese caso, ¿cómo deberían lidiar con eso? El Director hizo todo lo posible por calmar su corazón.
“¿Qué es lo que debemos hacer?” – preguntó con cuidado.
Jinwoo se quedó en silencio analizando la expresión del Director. Luego volvió a mirar a todos los presentes. Pudo ver la preocupación, ansiedad, nerviosismo, miedo, asombro y confusión a través de sus expresiones faciales. La habilidad para sobrepasar con creces los límites de los seres humanos no siempre era útil. Poco después.
“……”
Jinwoo tomó una decisión y les dio el mejor consejo que pudo pensar.
“Alejaos de las puertas tanto como sea posible. Lo más lejos que podáis. De verdad espero que podáis alejaros hasta el lugar más alejado en que podáis pensar.”
* * *
El efecto dominó de la información proporcionada fue enorme. La fuente de la información provenía de Jinwoo, el hombre que había asombrado al mundo con el espectáculo de la primera puerta súper gigante.
Ante la advertencia de se acercaba una invasión de innumerables monstruos infernales que no podían ser tratados con el poder de la humanidad, la gente se asustó e hizo todo lo posible por alejarse de las puertas. Las carreteras se llenaron rápidamente de vehículos y las bocinas resonaron de forma ensordecedora por todas las calles. No importa que periódico se leyera, todos tenían una imagen a toda página con el rostro de Jinwoo y cinco palabras impresas.
«¡Aléjate todo lo que puedas!»
Esas palabras fueron suficientes para conmover al mundo entero. Sin embargo, cuanto mayor era un movimiento, mayor serían las fuerzas que se opondrían a él. No todos confiaron en las palabras de Jinwoo. En particular, el cazador canadiense Jay Mills hizo unas declaraciones en contra a pesar de que la puerta de Canadá era la más grande de las ocho puertas.
“Díganle que se guarde sus tonterías para sí mismo.”
El mejor cazador canadiense fue invitado al Canal de Cazadores, donde difamó a Jinwoo en directo.
“Si supiera su número de teléfono se lo diría yo mismo. Cualquiera que vea este programa y lo conozca, que le haga llegar mi mensaje.”
El presentador puso una sonrisa para intentar enfriar la acalorada discusión.
“Vaya, cálmate. En primer lugar, ¿no es el cazador Sung el mejor del mundo? ¿De verdad podemos ignorar una advertencia como esa?”
El cazador Jay Mills ocupaba el puesto 17 de la lista. Incluso considerando que solo era un novato que había estado activo durante menos de tres años, no había forma de que pudiera compararse con Jinwoo. Por lo tanto, también reconocía la brecha que había con él.
“Sí, por supuesto, Sung Jinwoo es un cazador increíble. Es lo suficientemente poderoso para derrotar a Thomas André y además posee todas esas invocaciones… Sin embargo, que sea un hombre increíble no quiere decir que todo lo que diga sea verdad”
“En ese caso, ¿tienes alguna evidencia que contradiga las palabras de Sung Jinwoo?”
Jay Mills sonrió burlonamente.
“¿Oh? ¿Y qué hay de Sung Jinwoo? ¿Qué evidencia tiene él?”
Mientras el presentador pensaba en una buena respuesta, Jay Mills aprovechó para dirigirse directamente a la cámara.
“Esto es lo que pienso. Sung Jinwoo se encontraba frente a la puerta de Seúl. Y todas esas terribles criaturas negras se inclinaron después de verlo. Pero, ¿quién nos asegura que, si otro cazador hubiera estado allí, no hubieran hecho lo mismo?”
Jay señaló hacia la cámara como si Jinwoo estuviera mirando la pantalla mientras las venas se le hinchaban en el cuello.
“Cazador Sung, tal vez creas que nos asustaste a todos con tu farsa, pero déjame decirte esto. No podrás monopolizar todas las puertas. ¿Por qué? Porque yo no te tengo miedo, ni siquiera un poco.”
Bip.
Woo Jincheol apagó el televisor. Dejó a un lado el mando a distancia y miró hacia donde se encontraba sentado Jinwoo.
“En Canadá, los cazadores se están reuniendo alrededor de Mills. Además, parece que la India y algunos otros países con poderosos cazadores están preparando sus propias incursiones.”
Jinwoo asintió sin decir nada. Era su elección. Ahora solo iba a concentrarse en luchar contra el resto de Soberanos.
“Estados Unidos está prestando mucha atención a tus movimientos. No, no sería exagerado decir que todo el mundo está pendiente de tu siguiente movimiento.” – dijo Woo Jincheol llevando con cuidado la conversación al tema que quería tratar. – “¿Qué planeas hacer?”
Jincheol le miró a los ojos y trató de calmar su corazón.
‘No puedo convertirme en un obstáculo.’
De hecho, Woo Jincheol le había escondido algo a Jinwoo. Había recibido peticiones de ayuda de todos los lugares del mundo. Eran tantas las llamadas que recibían cada día que la Asociación estaba teniendo dificultades para realizar sus actividades habituales. Entre ellas, los estadounidenses, que compartían frontera con Canadá, estaban pidiendo ayuda de forma tan insistente que no podían evitar sentir lástima por ellos.
La función de la Asociación de Cazadores era ayudar a los cazadores para que se pudieran concentrar por completo en cazar monstruos. Por ello, para no ir contra las ideas de su antecesor, Woo Jincheol esperó la decisión de Jinwoo sin decir nada. Desgraciadamente, en contra de las expectativas de Jincheol, que se encontraba ansioso esperando una respuesta, Jinwoo ya había decidido qué hacer desde el principio.
‘Es imposible enfrentarse a las ocho legiones.’
Por ello, primero debía eliminar la puerta que amenazaba a Corea, el lugar en el que estaba su familia. Se encargaría más tarde del resto de Soberanos. Cuanto más se alargara la batalla, mayor sería su probabilidad de salir victorioso.
‘Primero…’
Jinwoo levantó su rostro para hablar con Woo Jincheol.
“Me voy a China…”
“Los Comandantes de cada legión dirigirán a los soldados en nombre de su Monarca.”
Le estaba explicando que el ejército de gigantes iba a ser liderado por su Comandante después de que su Monarca hubiera caído ante los Gobernantes. Jinwoo asintió. Habían aparecido ocho puertas. Si los Comandantes de cada legión podían liderar sus ejércitos, podía explicar por qué habían aparecido puertas a pesar de haber perdido a sus Monarcas. Fue entonces cuando otra pregunta surgió en la mente de Jinwoo.
“¿Si muero te harás cargo del ejército de las Sombras?”
Belion negó con la cabeza.
“Nuestras vidas están ligadas con la del Maestro. Cuando cierres los ojos, volveremos a la Nada.”
Mientras la cabeza de su Maestro estuviera pegada a su cuerpo, las vidas de los soldados nunca terminarían. Su lealtad, unido a que no tenían que preocuparse por sus vidas y solo se movían en beneficio de su Señor, era el verdadero poder de la Legión de las Sombras. Pero si se pensaba al revés, en el momento en que su Señor perdiera la vida, sería el fin de la Legión de las Sombras.
“……”
Las fortalezas y las debilidades eran como la cara y la cruz de una moneda. Sin embargo, dependiendo de la situación, lo bueno podía ser malo y las debilidades podían convertirse en su fuerza. Sus enemigos no dejarían pasar eso por alto. Si era así, ¿cómo podía usarlo a su favor?
“……”
Los ojos de Jinwoo se iluminaron por un instante mientras estaba inmerso en sus pensamientos. Entonces, una voz llegó desde el otro lado.
“Mi Señor.” – dijo Ygritte. – “No tenemos ninguna oportunidad en una guerra a gran escala.”
Una voz grave y potente. Había pasado bastante tiempo desde que hablaron por primera vez, pero todavía no se había acostumbrado a su voz. Tenía un tono que no encajaba con su armadura ligera y su agilidad. Antes de ser resucitado por el Soberano de las Sombras, había sido el mejor caballero del mundo humano y comandaba a cientos de caballeros, por lo que era incomprensible que tuviera ese tono.
‘¿Qué se supone que debo hacer con este sentimiento de desarmonía…?’
Ya fuera que conociera las preocupaciones de Jinwoo o por casualidad, Ygritte siguió hablando.
“A diferencia del Monarca anterior, que tenía dudas sobre enfrentarse a los Gobernantes, el resto de Soberanos siguió mejorando y aumentando constantemente a sus soldados.”
“¿Cómo de grande crees que es la diferencia de poder?”
“No lo sé con certeza, pero será alrededor de cien veces superior.” – respondió Belion.
Beru, que no tenía forma de saber el tamaño del resto de Legiones, se limitaba a escuchar en silencio la conversación. El rostro de Jinwoo se endureció. Eso significaba que el enemigo tenía más de diez millones de soldados.
‘Cien veces…’
Jinwoo reflexionó sobre esa cantidad antes de responder en voz baja.
“Da igual, no tenía la intención de entrar en una confrontación directa.”
Nunca había tenido la intención de desaprovechar la ventaja de que era uno contra todos y enfrentarlos en un combate directo. En su cabeza seguía imaginándose posibles escenarios para las batallas que tendrían lugar en el futuro. Y tras un breve momento de silencio…
Brrr
Brrr
Jinwoo sacó su teléfono móvil del bolsillo. Sin embargo, antes de que pudiera hablar, una voz familiar sonó por el altavoz.
- Cazador, soy Woo Jincheol.
“Ah, sí. Hola.”
- Como solicitaste, los representantes de cada país se han reunido en el auditorio. ¿Dónde te encuentras?
Jinwoo miró hacia atrás en silencio antes de responder. Había rastros de una feroz batalla. Una vasta extensión de tierra estaba horriblemente agrietada, desbrozada y cincelada. Se extendía hasta donde alcanzaba su vista. El mar de árboles se había evaporado sin dejar rastro. Una obra creada tras dividir a la Legión en tres grupos y realizar batallas simuladas. A pesar de que la tierra estaba reforzada con maná, había sido completamente destrozada por los terribles impactos.
En ese momento, la Asociación de Cazadores de Japón, que había sido notificada con anticipación por Jinwoo, no podía ocultar su asombro tras observar los cambios en el área restringida a través de su satélite. Una brutal colisión de energía mágica. Habían podido presenciar el verdadero poder de la Legión de las Sombras.
Jinwoo también había observado en silencio. Ahora comprendía el poder de su Legión y el resultado era complemente satisfactorio. Volvió a mirar hacia delante. Allí se encontraban arrodillados sus más de cien mil soldados esperando las órdenes de su Señor.
- ¿Cazador…? – preguntó cuidadosamente el Presidente de la Asociación tras no tener respuesta durante mucho tiempo.
Las comisuras de los labios de Jinwoo se arquearon formando una sonrisa mientras respondía con naturalidad.
“Sí. Acabo de llegar.”