Capítulo 19
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Traducido por Thornapple
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
La Academia Xyrus era una institución aclamada como el santuario más sublime por los aspirantes a magos lo suficientemente privilegiados por su trasfondo y su talento para entrar. Había otras academias dispersas por el Reino de Sapin, pero no hacía falta decir que comparar estas academias de segunda a Xyrus era impensable. Tal era el titánico prestigio que tenía la Academia Xyrus. Aquellos cualificados para graduarse en esta academia tenían garantizado un futuro y una vida próspera. Se rumoreaba que los mejores graduados lograban convertirse desde respetados guardias hasta instructores, o también en líderes militares para la Familia Real, o para el propio Rey de todos los humanos que había en este continente. Por supuesto, algunos optaban por una ruta más humilde y se centraban en la investigación, uniéndose a gremios de magos. Sin embargo, no resultaba una exageración decir que los estudiantes de la Academia Xyrus eran aclamados por las verdaderas élites, incluso entre los nobles.
Y ahora mismo aquí estaba yo, frente a la directora de la Academia. Normalmente, cualquier persona de ocho años estaría eufórica estando en la presencia de alguien tan pudiente, pero no podía evitar dejar salir una expresión de molestia ante la inesperada visitante.
Era una mujer muy alta, sobre el metro setenta, muy por encima de la media de las mujeres que vivían aquí. Mantenía un porte erguido a la par que elegante. Llevaba una sencilla pero refinada túnica de color azul marino rematada con hilo de oro. En su cabeza portaba un sombrero de mago, un accesorio que se parecía a un cono de tráfico gigante, que amplificaba la tasa de absorción del maná circundante, y que a menudo venía con otro tipo de funciones. Amarrada a un lado de su túnica tenía una varita de color blanco cristalino con una gema fluorescente adherida. Hasta mis ignorantes ojos podían ver que esa varita era extremadamente valiosa. Sorprendentemente, su rostro tenía rasgos suaves, que me recordaban más a la abuela amigable de la casa de al lado, más que a una importante y poderosa figura; pero el aura que tenía a su alrededor la hacía parecer un hada, sus arrugas no podían enmascarar su atractivo rostro. Las patas de gallo marcadas en los extremos externos de sus ojos marrones realmente amplificaban el atractivo de su sonrisa cuando se presentó.
“Finalmente nos conocemos, Arthur.” – dijo extendiendo su mano.
¿Qué se suponía debía hacer en esta situación? ¿Se supone que tengo que estrecharla, o alguien como ella espera que bese su mano o algo así?
Me limité a seguir la ruta segura y le estreché la mano.
“Err… Encantado de conocerla también, Directora.” – la Directora pareció sorprenderse un poco ante mi presentación.
“¡Arthur! ¡Estás siendo grosero! Lo siento mucho por mi hijo, Directora Goodsky. Acaba de regresar a casa y desconoce las costumbres formales.” – dijo mi madre empujando mi cabeza hacia abajo mientras también se inclinaba, arrodillándose en una pierna.
Aparentemente, cuando conocías a alguien de alto rango, era costumbre arrodillarse con una pierna mientras estrechabas su mano manteniendo el cuerpo inclinado. Qué estúpido.
“¡Ku, ku, ku! No, está bien. No hay problema. Y por favor, Arthur, llámame Cynthia.” – dijo soltando una risa educada con su mano libre cubriéndose la boca.
“Siento molestarte tan tarde, pero, desafortunadamente, el único tiempo libre que pude hacer fue después de mi reunión nocturna. Espero que no te importe.” – explicó mirando a mis padres.
“No-no-no, estamos agradecidos de que esté dispuesta a visitar a nuestro hijo.” – Padre fue el habló esta vez.
Por la cantidad de formalidad, había empezado a preguntarme si esta abuelita podía compararse al Abuelo Virion. La Directora Cynthia asintió con la cabeza ante esto.
“Es cierto, no es muy frecuente que haga una visita a un estudiante potencial. De lo contrario, incluso aunque tuviera cien cuerpos, no podría conseguir algo de tiempo. Sin embargo, Vincent es un buen amigo y ha contribuido enormemente a la Academia Xyrus. Así que cuando se me acercó entusiasmado hablándome sobre un prodigio que vivía en su casa, no pude evitar emocionarme también. Debo decir que la curiosidad se apoderó de mí. ¿Te importaría llevarme a un lugar con espacio para que pueda ver una demostración?” – continuó con sus ojos fijos en mí, mirándome de una manera evaluadora.
“¿Puedo al menos cen...? ¡Ouch!” – Madre me dio una bofetada en el trasero antes de que pudiera terminar la frase.
“¡Por supuesto! Por favor, síganos, Directora Cynthia.”
Madre me llevó, guiando a la Directora Cynthia mientras el resto nos seguía. Mi cena… Sylvie, que había estado escondida debajo de la mesa ante la desconocida humana, trotó detrás de mí, haciendo que la Directora Cynthia levantara una ceja.
“¡Oh, Dios…! ¡Qué hermosa bestia de maná! Supongo que es tu bestia legada, ¿no, Arthur?” – me preguntó inquisitivamente mientras se arrodillaba para ver más de cerca a Sylvie.
“Sí, salió de su cascarón hace unos meses. Su nombre es Sylvie.” – respondí simplemente, con la mano de mi madre todavía agarrando la parte trasera de mi camisa para evitar que me escapara.
“Tengo que decir, aunque es común que los nobles compren bestias para hacer contratos, nunca había visto una bestia de maná como la tuya.”
Encogiéndome de hombros, me expliqué.
“No estoy exactamente seguro de lo que es ella. Su madre parecía ser una especie de criatura con escamas parecida a un lobo. Ya estaba gravemente herida cuando tropecé con su guarida. Estaba protegiendo su huevo.”
Se acercó para acariciar a Sylvie pero ella salió corriendo y se subió a mi cabeza.
“Lo siento, es un poco tímida con los extraños.”
“Ya veo. Bueno, es suficiente por ahora. Veamos si lo que dijo Vincent no fue solo una exageración. No me dijo mucho, excepto que eres un potenciador, diciéndome que el resto sería sorpresa.” – dijo dejando salir una mueca irónica, haciendo sonreír a Vincent.
Llegamos al patio trasero y todos tomaron asiento, dándonos espacio suficiente. Sylvie luchó para escapar de las garras de mi hermana pequeña, a quien se la había confiado.
“¿No usarás tu varita?” – dije comenzando a estirarme.
“No es muy justo de mi parte usar un arma cuando tú tienes las manos vacías, ¿cierto?” – respondió dándome un guiño. Ella tenía un argumento sólido.
Pisé con mi pie derecho al suelo y un trozo de tierra del tamaño de mi cuerpo se elevó. Mis manos estaban perezosamente metidas en mis bolsillos, así que con una patada lancé la roca en la dirección de la Directora Cynthia. Una pared de viento apareció instantáneamente frente a ella, golpeando la roca que la acababa de lanzar con una patada. ¡Ooh! Conjuros instantáneos. Supongo que la Directora no era solo alguien que se sentaba frente a su escritorio, firmando papeles.
Sus cejas se levantaron sorprendidas por el repentino ataque que le había lanzado, pero rápidamente se tranquilizó. Me di cuenta que ella no esperaba que le lanzara un ataque elemental, especialmente sabiendo que yo era un potenciador. Formé una ráfaga de viento bajo mis pies y me propulsé hacia ella.
Su expresión se volvió aún más sorprendida cuando salté fácilmente tres metros por el aire con la ayuda de mi habilidad de atributo viento mientras un remolino giraba envolviendo mi puño derecho. Utilizando la roca que le acababa de tirar a la Directora como apoyo, la pateé para ganar el impulso suficiente como para romper su barrera. La colisión de ambos hechizos creó una corriente de viento errática, que obligó al público a cubrirse.
La colisión me lanzó hacia atrás, pero la Directora Cynthia seguía firme en sus pies. Antes de que pudiera recuperarme, la Directora ya había terminado su siguiente movimiento y entonces ráfagas de viento se arremolinaron y formaron cuatro torbellinos del tamaño de árboles pequeños. Sin siquiera una orden visible, los tornados se dirigieron hacia mí. Reuniendo maná de atributo viento a mi alrededor, formé un pequeño tornado para cubrirme, que giraba en la dirección contraria al hechizo de la Directora Goodsky. Usando la fuerza centrífuga generada por mi ciclón, comencé a girar con él, usando mis manos para crear espadas de viento. El choque entre los cuatro tornados y mi ciclón creó un pequeño cráter, pero por lo demás, no me hizo ningún daño aparte de marearme mucho.
“Impresionante. Parece que tendré que tomarte un poco más en serio.” – al instante me golpearon por detrás, mis oídos zumbaron y mi visión se volvió borrosa.
Era una anormal… Una maga sónica. Me tranquilicé, echando un vistazo a mi oponente, que me miraba con una expresión ligeramente impresionada. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, tratando de pensar en los diferentes movimientos posibles que podría hacer para ganar, pero ella me tenía en jaque mate. Aguantando mi orgullo y terquedad, me senté en el suelo, admitiendo mi derrota.
“Eso debería ser suficiente para una demostración, ¿cierto, Directora?” – dije frotándome la sien.
“Sí… Esto es suficiente.” – murmuró. Hubo una larga pausa mientras comenzaba a analizarme con un nuevo interés.
Recuperando sus sentidos, se dirigió hacia mí cuando escuché la voz de mi padre.
“A-Arthur… ¿Sabes cómo usar los atributos tierra y aire también?”
“¿Qué quieres decir con ‘también’?” – interrumpió la Directora; su mirada serena se volvió una mirada de confusión.
Mi madre continuó en vez de mi desconcertado padre.
“M-mi hijo, creímos que era un elemental de fuego. ¡También es un anormal que puede usar magia de relámpago!”
Pude escuchar cómo la respiración de la Directora Cynthia se quedó corta, y por primera vez expresaba una expresión verdaderamente conmocionada.
“S-seguro que bromeas… ¿Quieres decir que es capaz de controlar tres elementos?”
“Cuatro, en realidad. Puedo controlar los cuatro.” – interrumpí. Todo el mundo se enteraría de todos modos. Esto no era algo que pudiera, ni quería, ocultar. – “La tierra y el viento son mis elementos más débiles. Soy más hábil controlando el fuego y el agua. También soy anormal con dos de esos elementos, aunque acabo de empezar con ellos.”
Me puse de pie, sacudiéndome para quitar el mareo del ataque anterior. No esperaba que fuera una usuaria de sonido, así que no me había molestado en mejorar mis oídos. Sin embargo, la Directora había sido bastante cruel. Si mi cuerpo no hubiera pasado por la asimilación, habría dañado y mucho mi audición.
Nadie respondió ante lo que acababa de decir, el único sonido que sonaba era el chirrido de los grillos. Era comprensible que se hubieran sorprendido tanto, pero me estaba cansando de las expresiones de asombro.
La noble figura que controlaba la Academia más prominente del continente avanzó dando tras pies, apenas llegando a una silla. Entonces, inesperadamente, empezó a reírse. Empezó con una risita en voz baja, pero pronto se convirtió en una risa salvaje que parecía de alegría pura. Finalmente, volviendo a mirarme, dijo:
“Arthur, si me permites repetirlo, eres un quadra-elemental capaz de controlar dos elementos superiores, ¿correcto?”
También soy un Domador de Dragones, pero nada más. Me pregunto cómo reaccionaría si les dijera eso.
“Correcto.” – contesté inmediatamente, sin molestarme en explicarlo.
“Por favor, demuéstralo.”
Los ojos de la Directora Cynthia se volvieron amenazadores, y la amable abuela ahora se veía como una asesina veterana mientras levantaba su mano, con el maná fluctuando a su alrededor. De repente, un viento venido de la nada comenzó a succionarme hacia ella, con una esfera visible que había formado en su otra palma. Esta mujer…
Formé agua en mi mano derecha y condensé una bola de fuego en mi izquierda. Si tenía tantas ganas; tendría que enseñárselo. Combinando ambas habilidades opuestas, creé una masiva nube de vapor, cubriendo completamente la vista de todos los demás. La nube de vapor no duraría mucho contra un mago de viento, pero me dio tiempo suficiente para crear una lanza de hielo. Rápidamente, me reposicioné después de lanzarle la lanza de hielo justo cuando el vapor se disipó. Como era de esperar, la Directora bloqueó fácilmente mi lanza de hielo justo antes de que estuviera en el rango para golpearla con un puño envuelto en relámpagos. Sin embargo, al igual que antes, me mandó a volar con una poderosa onda sonara. Afortunadamente, había reforzado mis orejas, pero no había forma de acercarme a ella.
“¡Guau! ¡Debo decir que estoy completamente convencida! Pasas, Arthur Leywin.” – dijo aplaudiendo, rompiendo el silencio.
Volviendo a levantarme, me quité el polvo. Esta demostración me había dejado una mezcla de sensaciones. Por un lado, me frustraba que existieran personas que ni siquiera podía tocar, y mucho menos derrotar. Sin embargo, por primera vez, comencé a considerar seriamente la posibilidad de aprender en Xyrus. Si pudiera tener un profesor que estuviera en un nivel cercano a la Directora Goodsky, mi magia crecería a pasos agigantados.
“Siento haber estado ocultando esto.” – les dije, mirando a mis padres. Estaba un poco preocupado porque estuvieran enojados al ocultarles algo así pero, afortunadamente, Padre lo tomó muy bien.
“¡Mi hijo es el primer quadra-elemental que conozco!” – exclamó agarrándome por las axilas y balanceándome como cuando era un bebé.
De pronto, los recuerdos traumáticos volvieron a aparecer.
“Por favor, no más secretos.” – dijo Madre sonriendo irónicamente, la preocupación aún estaba grabada en su rostro.
No podía prometerle eso, pero me gustaría pensar que era por su protección, en vez de mi conveniencia.
“Olvídate de quadra-elemental; en este continente ni siquiera hay tri-elementales, pero tú, Art…” – dijo Tabitha metiéndose en la conversación, con su voz volviéndose un suspiro.
“¿Hermano es fuerte?” – dijo mi hermana, aún agarrando a Sylvie.
Dándole una palmadita en su cabeza, la Directora asintió y dijo:
“Tu hermano tiene la habilidad para volverse muy fuerte, pequeña.”
“¡Heehee!” – tenía una expresión de orgullo en su rostro, como si fuera ella a la que elogiaban.
La cara de Vincent todavía seguía incrédula, como si aún no hubiera procesado toda la información. Cuando Lilia se aseguró de que su padre estaba bien, miró rápidamente hacia mi dirección con una mezcla de asombro y un poco de miedo en su cara. No la podía culpar.
Padre me dejó en el suelo y me volteé a ver a la Directora Cynthia; la miré fijamente con una mirada que bien sabía no era normal para un niño de ocho años.
“Directora Goodsky. Hay una razón por la que he escondido mis habilidades hasta hoy.”
“Tenía una corazonada de que esas no eran todas tus habilidades, Arthur. Parecías demasiado listo para eso.” – notando la seriedad de mi voz, asintió con su cabeza.
“Hay unos pocos beneficios que puedo obtener al asistir a tu Academia. El primero es que puedo aprender a utilizar mis elementos Hielo y Relámpago. Sin embargo, eso es algo que puedo aprender por mí mismo con el debido tiempo. No. La razón principal por la que quiero asistir, si tuviera que decidir, es por protección. Ahora mismo, no soy lo suficientemente fuerte para proteger a todos. Sin embargo, tú tienes una posición poderosa e influente que puede proporcionarle esa seguridad a mi familia y a mí, al menos hasta que pueda obtener la fuerza suficiente para que pueda protegerlos yo mismo.” – le respondí, estando de acuerdo con ella.
“¡Arthur! ¡Estás siendo grosero con la Directora Goodsky! ¿Cómo puedes…?”
“No, está bien, Alice.” – inmediatamente después que dijera eso, la Directora murmuró un suave canto antes de volver a hablar.
“Arthur, creo que tienes la habilidad para hacer cambios en este mundo. Por eso, si estás dispuesto a asistir a la Academia Xyrus y te conviertes en un ciudadano que hará cualquier cosa por su tierra, entonces acataré cualquier criterio que establezcas.” – la voz de la Directora Goodsky era clara y decidida.
“Muy bien, aprenderé lo que crea que es valioso de las clases que ofrece tu academia y entrenaré mis propios poderes. Mientras me des herramientas y libertad para hacerlo, así como mantener a salvo a mis seres queridos, te consideraré una importante benefactora.” – dije dando mi palabra.
Los labios de la Directora Goodsky se curvaron en una sonrisa mientras nos dábamos la mano. De repente, pude volver a escuchar las voces de los demás. Al mirar a la Directora, me guiñó un ojo. Por la mirada confusa de todos los que nos rodeaban, solo pude asumir que la Directora Goodsky había hecho algo para que los demás no nos escucharan.
“Obedeceré nuestro acuerdo cuando me inscriba a tu Academia.” – dije en voz alta, aclarando a los que no nos habían podido oír.
“¿Oh? ¿No planeabas inscribirte pronto en mi Academia?”
Tanto la Directora como los demás adultos tenían miradas de desconcierto en sus rostros.
“No planeo entrar a la Academia Xyrus hasta que tenga la edad normal para asistir. No. He decidido entrar a la Academia en mi duodécimo cumpleaños, la edad promedio para entrar en su Academia. ¿Supongo que eso no será un problema?” – dije inclinando mi cabeza.
“¡Dios mío! ¡Eso es en un poco más de tres años! Arthur, ¿tienes algún plan que cumplir hasta ese entonces?”
Pensaba que la Directora Goodsky no aceptaría prolongar el inicio de mi educación hasta dentro de tres años. Me giré para mirar a mis padres otra vez, ya que les correspondía a ellos darme permiso o no. Miré al cielo nocturno, con estrellas brillando. A diferencia de mi antiguo mundo, la falta de luces brillantes realmente hacía que la noche con relucientes estrellas fuera hermosa. Volviendo a mirar donde estaba mi familia, respondí.
“Me gustaría convertirme en un aventurero.”