Volumen 5 Capítulo 3
La emboscada de los altos orcos
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Era un fenómeno interesante. A medida que los pasos se iban haciendo más fuertes, el sonido que hacían los cazadores fue disminuyendo.
“Hermano Son…”
“……”
Un silencio cayó sobre el grupo de asalto. Mientras tanto, los oídos de Jinwoo estaban trabajando duro. Aprovechando el silencio del grupo de incursión, agudizó su sentido del oído para intentar determinar el número de monstruos que se acercaban.
Tap, tap…
Tap, tap…
Gracias a su oído natural y combinado con la estadística [Percepción], pudo distinguir los sonidos que realizaban cada uno de los pasos.
‘Cuarenta y ocho… Cuarenta y nueve… Cincuenta… Cincuenta y uno…’
Había cincuenta y un tipos de sonidos. Y todos eran parecidos al sonido que habían hecho los altos orcos del grupo anterior. Jinwoo miró a su alrededor.
“……”
El nerviosismo llenó las caras de los cazadores. También habían determinado aproximadamente el número de enemigos a través de sus sentidos. Ganar la batalla contra los veintidós guerreros había sido un milagro y ahora se acercaban otros cincuenta y uno… Eran más del doble.
‘No hay esperanza de victoria…’
Bueno, por supuesto que se refería al grupo de asalto. Jinwoo miró hacia su sombra, que parecía estar meciéndose y retorciéndose.
Wooooooooooooo…
Sentía como que sus soldados se estaban quejando al no poder salir a divertirse por mucho tiempo. Jinwoo volvió a mirar hacia adelante.
Du-dum, du-dum, du-dum…
Su corazón, que había estado tranquilo hasta ese momento, comenzó a latir con fuerza.
‘Solo espera…’
No era el momento adecuado. Se calmó y silenciosamente miró hacia adelante, los enemigos acababan de aparecer.
Plaaaaaaaash
Los altos orcos se detuvieron a cierta distancia de los cazadores.
“Uuurgh.”
“Uuuuugh.”
Parecían que estaban a punto de cargar en cualquier momento. La presión que venía desde los altos orcos no podía expresarse con palabras. Incluso sin pelear, los resultados estaban claros.
“¡Joder!”
“¿Por qué está pasando esto…?”
“¡Sniiiif!”
Los cazadores gimieron de terror. Se habían retirado hacía atrás debido a la presión, pero sus espaldas se habían encontrado con una pared invisible. No sabían qué hacer. Habían terminado los preparativos para la batalla hacía tiempo, pero ninguno de ellos se atrevía a tomar la iniciativa. En su lugar, todos miraron al líder del grupo, Son Gihoon, en busca de ayuda. Pero la boca del tanque estaba cerrada en una línea recta.
‘Mierda…’
Estaba deseando que el maestro del gremio Choi Jong o la subdirectora, Cha Haein, estuvieran aquí… Las cejas de Son Gihoon se fruncieron. Los cazadores de rango S ejercían un poder inimaginable para anular situaciones como estas. Si estuvieran aquí, los altos orcos no serían nada.
‘De todos los días…’
Estaba maldiciendo que, justo hoy, ninguno de los dos había acudido a la incursión. Tras luchar siempre a su lado, Son Gihoon se dio cuenta de cuán impotente se sentía en este momento. La ausencia de los cazadores de rango S era demasiado dolorosa. Sin embargo, no podía regodearse en su desesperación para siempre. Tenía que tomar una decisión.
‘Pelear en esta situación solo nos traería la muerte. ’
Sin embargo, con el camino para retirarse cortado, no había ninguna otra opción.
Desde el día en que tomó la decisión de convertirse en cazador… Desde el día en que dio su primer paso dentro de una mazmorra… Desde el día en que perdió la conciencia por primera vez tras terminar lesionado… Sabía que llegaría este día.
‘Sí, lo sabía…’
Resuelto a luchar hasta su amargo final, Son Gihoon desenfundó su espada larga.
Shiiiiiiiiiiiiing
Cuando el líder del grupo de asalto volvió a mirar a su equipo, los cazadores que esperaban sus órdenes asintieron. Son Gihoon volvió su mirada hacia adelante, levantó su escudo hasta tenerlo debajo de su barbilla y observó a los altos orcos. Sin embargo, las bestias mágicas no parecían querer empezar el combate.
‘¿Ha tomado su decisión? ’
Jinwoo también comenzó a realizar sus preparativos. Su mano derecha se encontraba detrás de la espalda sosteniendo el Puñal de Baruka. El cazador de rango E cerró los ojos. Su corazón, que había estado desbocado, se estaba calmando en vísperas de la batalla.
Du dum, du dum, du dum…
No podía desperdiciar su energía en movimientos inútiles, tenía que controlar su respiración.
‘Bien…’
Cuando Jinwoo abrió de nuevo los ojos, se llenaron de una luz aguda.
Glup
Los cazadores tragaron silenciosamente con el sudor juntándose sobre sus cejas, mientras que, Jinwoo tragaba saliva anticipándose a lo que iba a ocurrir.
Glup
‘Me pregunto cuántos puntos de experiencia me darán estos tipos. ’ – pensó mientras sus labios se curvaban en una sonrisa delgada.
De repente, un orco solitario comenzó a moverse desde la parte posterior del grupo. La bestia mágica empujó a sus camaradas y se adelantó al grupo. El orco miró a los cazadores con sus ojos de bestia.
“Grrrr…”
Era una cabeza más alto que el resto, con largos colmillos que sobresalían de su boca.
‘¿Es el capitán?’
Los ojos de Jinwoo se estrecharon. Si acababa con esa cosa en este momento, la batalla sería mucho más fácil. No sabía qué hacer. Mientras Jinwoo agarraba su puñal con más fuerza por la inquietud, el alto orco abrió la boca.
“Kraerak Tuo Sheena Wegeudu Ahraknaka.”
Con un estruendo, la voz del alto orco resonó mientras su mirada se posaba en la vanguardia del grupo de asalto, Son Gihoon.
“¡Kraerak Tuo Sheena Wegeudu Ahraknaka!”
Los cazadores comenzaron a susurrar entre ellos.
“¿Qué?”
“¿Está tratando de hablar con nosotros?”
“¿Qué está diciendo?”
De repente, la cara del alto orco comenzó a temblar. Cuando paró, su boca se abrió una vez más y habló con una voz completamente diferente.
“Humano…”
Era como un ventrílocuo hablando a través de un maniquí.
“Humanos…”
Mirando de cerca, los ojos del alto orco se habían vuelto blancos, como si hubiera estado muerto por mucho tiempo. Los cazadores sintieron lo mismo que si hubieran sido abofeteados en la cara. ¡El orco estaba hablando el lenguaje de los humanos!
‘¿Cómo sabe coreano un orco?’
‘¿Magia? ¿Es magia?’
Con este inesperado desarrollo, los cazadores no pudieron cerrar la boca.
“Yo… Soy… Kargargan… Yo… Deseo… Reunirme… Con… Humanos… Sigue… Este… Uno…” – continuó hablando el capitán alto orco.
No podían creer que una bestia mágica quisiera hablar con los humanos. Algo así no había sido reportado en la historia de las puertas. Era una situación sin precedentes; Son Gihoon y sus compañeros de equipo cayeron en el caos.
“Hermano Gihoon, ¿vas a creer a una bestia mágica?”
“Señor, ignóralo.”
“Gihoon, esto es una trampa. Si vamos a morir, terminemos aquí.”
“Aun así, si es un orco con el que podemos hablar, tal vez…”
“Oye, imbécil, después de todo este tiempo en las mazmorras, ¿aún no conoces a las bestias mágicas?”
En ese corto espacio de tiempo, una discusión comenzó entre los cazadores.
“Kargargan, ¿eres tu quien ha bloqueado la cueva?” – preguntó Son Gihoon rompiendo su silencio.
“Eso… Es… Correcto… Yo… Soy… Un… Orgulloso… Genial… Hechicero… De… Oruku… Humano… No… Puede… Romper… Mi… Magia…”
“¿Hay una existencia más poderosa en la cueva?”
“¿CÓMO… SE… ATREVERÍA… ALGUIEN… A… OPONERSE… A… MÍ…?”
La voz resonó y asaltó los oídos de los cazadores, sobresaltándolos y haciendo que se cubrieran las orejas, pero Son Gihoon asintió con calma. No paraba de pensar en posibles resultados. La existencia que había tomado el control de la boca de ese alto orco para hablar con ellos era el jefe de la mazmorra y debido a que no podía salir de la sala del jefe, quería llevar a los cazadores hasta donde estaba.
‘No sé por qué, pero…’
“Elige… Morirás… Aquí… Por… Mis… Guerreros… O… Sigues… A… Mis… Guerreros…” – gritó el capitán del grupo de asalto mientras levantaba su hacha, al ver que se retrasaba la respuesta del líder del equipo de incursión.
“Te seguimos.”
Al oír su respuesta, los cazadores se sorprendieron.
“¡Hermano Gihoon!”
“Señor Gihoon.”
Son Gihoon silenció a sus compañeros de equipo y observó la reacción del alto orco.
“Sigue… Humano…”
Con eso, los ojos del capitán alto orco volvieron a la normalidad. Eran los ojos feos de una bestia.
“Ash tuo reka.” – dijo el alto orco.
Con esa frase, los guerreros altos orcos que emitían un aura peligrosa se dieron la vuelta y comenzaron a retroceder como si fueran uno solo. El capitán se dio la vuelta e hizo un gesto a Son Gihoon para que lo siguiera.
“Deberíamos ir.”
Son Gihoon fue el primero en comenzar a caminar y, poco después, los vacilantes cazadores comenzaron a seguirlo uno tras otro.
‘¿Qué está pensando?’
Jinwoo miró con curiosidad de Gihoon. Además del jefe, la sala debería estar llena de altos orcos, lo que desplomaría la probabilidad de salir vivos de allí. Por ello, no estaba seguro de lo que estaba pensando el líder del grupo de asalto para aceptar seguirlos.
‘¿Se está planteando negociar con el jefe? ¿Quiere salir vivo de aquí?’
La posibilidad de que eso sucediera era escasa… Aunque eso podría ser algo bueno para Jinwoo. Había esperado encargarse de unas cuantas docenas de guerreros orcos y ahora estaba a punto de encontrarse cara a cara con el jefe. Jinwoo devolvió la daga de su mano al inventario y siguió silenciosamente al grupo. En ese momento, a propósito, Son Gihoon se acercó a Jinwoo mientras iba disminuyendo el ritmo de su caminata.
“Señor cazador.” – dijo el líder de la incursión en voz baja.
“¿Sí?” – respondió Jinwoo sin girar la cabeza.
“Cuando nos encontremos con el jefe… Vamos a tenderle una emboscada. Ya sea que logremos matarlo o no, la magia que bloquea la salida debería desaparecer.” – continuó Gihoon mientras mantenía su mirada fija en el alto orco que tenía delante.
Era un pensamiento razonable. Tratándose de maldiciones, sostener un hechizo requería que el lanzador se mantuviera concentrado y, cuanto más alto fuera el nivel de la magia, más se tenía que concentrar el hechicero. Pero no sabía qué iban a lograr con eso. Aunque tuvieran éxito matando al jefe o rompiendo su magia, a continuación serían atacados y masacrados por los guerreros orcos. La probabilidad de que el grupo salga con vida de aquí era nula.
“Una vez que tengamos toda su atención, escapa de la sala del jefe. Abandona esta mazmorra y ponte en contacto con el grupo principal.” – siguió hablando Son Gihoon con una cara determinada para aclarar la confusión de Jinwoo.
En el momento en que llegase el grupo de asalto principal con los cazadores de rango S, el grupo actual estaría muerto. Son Gihoon estaba decidido a sacrificar su vida.
“¿Estás planeando morir peleando contra el jefe?”
Jinwoo lanzó una rápida mirada de reojo para ver la cara del hombre. La expresión del tanque se endureció, pero la luz que desprendían sus ojos era fuerte.
“Como cazadores, nuestro trabajo no es abandonar la mazmorra vivos, sino cerrar la puerta. Es por ese trabajo que muchas personas nos apoyan con una gran cantidad de dinero.” – dijo Gihoon fortaleciendo la determinación de su tono de voz. – “Haremos lo que siempre hemos hecho. Pero no tú. No hay necesidad de que mueras aquí. Espero que puedas escapar.”
Jinwoo sintió su fuerte convicción por el tono de voz. Estaba poniendo su vida en riesgo y no había nada que pudiera decir Jinwoo para que cambiara de opinión. Como tal, Jinwoo se limitó a responder con un asentimiento.
* * *
Cha Haein llegó a la puerta. Se había ajustado una gorra para que la mayoría de la gente no pudiera reconocerla mientras se acercaba a buscar al equipo minero. Algunos cazadores que pasaban a su lado le lanzaron miradas rápidas, pero llegaron a la conclusión de que era una empleada del gremio y no le prestaron mayor atención. A lo lejos, vio al líder de equipo Bae y a los cazadores del equipo minero.
Du dum, du dum
Su corazón comenzó a acelerarse mientras miraba con cuidado las caras de todos los mineros.
‘¿Dónde está?’
No podía encontrar a Jinwoo y no sabía qué hacer. Se sentía como si hubiera perdido la fuerza de su cuerpo.
‘¿Ha dejado de ser minero?’
Decidió esperar un minuto por si había ido al baño.
…
Tres minutos más.
…
Cinco minutos más tarde.
…
Después de esperar durante quince minutos, Jinwoo no se presentaba.
“Aiiiiiiis…”
Con un profundo suspiro, se dio la vuelta para irse y, tras dar unos pasos, se giró y regresó al lugar en el que había estado esperando. Se quitó la gorra, resopló rápidamente y levantó su espíritu. Después de reunir el coraje necesario, se acercó al líder de equipo Bae. Los cazadores del equipo minero se volvieron hacia la mujer que se acercaba. Afortunadamente se estaba aproximando a cazadores de bajo rango y su hedor era soportable.
“¿Eh?”
Reconociendo a la subdirectora del gremio, el líder de equipo se apresuró rápidamente a recibirla.
“Cazadora Cha, ¿no es este tu día libre?”
“Hola.” – respondió dando un rápido saludo. A continuación miró a su alrededor para ver si alguien estaba escuchando y preguntó con cuidado. – “Er… ¿El cazador Sung Jinwoo está aquí por casualidad?”
“¿El señor Sung?” – dijo aturdido ante la inesperada mención de su mejor hombre. El líder de equipo Bae sintió curiosidad. – “El Señor Sung se ha ido con el equipo de asalto como porteador…”
“¿Un porteador?” – respondió Cha Haein sorprendida. – “¿Ha entrado en la puerta?”
“Sí.” – respondió mostrándose de acuerdo con su incredulidad.
Un cazador de rango E se había ofrecido como porteador e ingresado en una mazmorra de rango A. No es como si fuera un gato con nueve vidas.
‘¿En qué está pensando?’
Ahora que lo pensaba, ese hombre había estado el día anterior erguido frente a la sala del jefe con un arma. No se había equivocado al pensar que había visto una daga. Tenía que haber algo más. A pesar de que había aceptado su explicación sin montar un alboroto, cuando lo pensaba con cuidado, se daba cuenta de que no había forma de que un cazador con cuatro años de experiencia se ‘perdiera’ dentro de una mazmorra.
‘Tengo que descubrir qué está pasando.’
No comprendía qué estaba haciendo ese hombre dentro del gremio Cazadores. Tenía que confirmarlo con sus propios ojos y, para hacer eso, debía entrar dentro de la mazmorra. Era la subdirectora del gremio y una cazadora de rango S, nadie podía impedirle participar dentro de una incursión en una de sus puertas.
“Esa puerta. Voy a entrar.” – dijo Cha Haein tomando una decisión mientras se mordía la uña del pulgar.
“Acaso… ¿Ha sucedido algo? ¿Debo ir a solicitar refuerzos al gremio?” – preguntó el líder de equipo Bae sorprendido.
“No, nada de eso. Es por una razón personal. Solo tengo algo que quiero hablar con ese hombre, no tienes que preocuparte.”
“Ah… Vale.”
Cha Haein se volvió hacia la puerta, pero, de repente, sintió un vacío a su lado.
‘Ah… Mi arma.’
Tras palmearse las caderas en varios sitios, se dio cuenta de que había dejado su espada en casa. No había planeado entrar dentro de una mazmorra.
‘Sé que el líder Gihoon es un hombre responsable y que todos los miembros de su grupo son capaces, pero…’ – pensó mientras su bonita frente se arrugaba suavemente.
Entrar en una mazmorra sin llevar un arma era algo impensable. Después de un momento de duda, Cha Haein se dio la vuelta hacia el líder de equipo Bae.
“¿Necesita algo…?”
“Líder de equipo Bae, ¿puedes prestarme un arma?”
“¿Señora?”
Después de dudar, el líder de equipo llamó a un minero que estaba cerca.
“Oye, Suk, trae uno de los equipos aquí.”
“Sí, señor.”
Al momento, Suk trajo un… Pico del equipo de minería.
“……”
La expresión de Cha Haein se endureció.
“Er… ¿Hay algo más?”
“Cuando dice algo más…”
“Como una espada, o tal vez una lanza.”
“Subdirectora, si nos pide algo como eso…”
“……”
Cha Haein soltó un ligero suspiro.
“Vale.” – dijo rechazando el pico que el líder de equipo Bae sostenía para acto seguido dirigirse hacia la puerta.
“Cazadora Cha, ¿estará bien con las manos vacías?” – preguntó Bae con una mirada de preocupación.
Shiiiiiiii
Cha Haein se congeló dónde estaba y pensó en ello. Rápidamente se dio la vuelta y tomó el pico del líder de equipo.
“Buena idea. Pase lo que pase, entrar en una mazmorra con las manos vacías es peligroso.” – dijo el hombre riéndose entre dientes.
“Gracias…”
Al darse la vuelta para irse, el líder de equipo no se dio cuenta de lo rojas que se habían puesto sus orejas.
* * *
Una fuerte mirada llena de determinación llenó las caras de todo el equipo. Cada uno de ellos había aceptado su destino con determinación. Mientras tanto, la sanadora se acercó a Jinwoo y comenzó a buscar en la mochila que tenía a su espalda.
“¿Qué estás haciendo?” – preguntó Jinwoo volviendo la cabeza.
“Espera.”
La mujer terminó sacando un bolso de mano.
“Desde hace mucho tiempo siempre me siento extrañamente preocupada cuando mi bolso está lejos de mí, así que siempre lo llevo a las incursiones.”
Le gustaba responder a preguntas que no se le hacían. A continuación, sacó una pequeña libreta y un bolígrafo del bolso y la sanadora comenzó a escribir algo en la libreta, pero debido a que no estaba mirando por donde caminaba, no paraba de chocar con su cabeza contra el hombro de Jinwoo. Cuando terminó, cerró la libreta y volvió a poner el bolso dentro de la mochila de Jinwoo, que no podía evitar sentir curiosidad por lo que estaba haciendo esa mujer. De repente, tendió la libreta a Jinwoo.
“¿……?”
“Acabo de escribir algunas cosas que quería contarle a mi familia. Cuando salgas al exterior, asegúrate de que llegue a sus manos.” – dijo la mujer con lágrimas en los ojos mientras se inclinaba hacia adelante y le ofrecía la libreta a Jinwoo.
Si él se echara a reír en ese momento, ella terminaría realmente herida y, por enésima vez, tuvo que reprimir su risa frente a esa mujer. Al momento, guardó la libreta en el bolsillo.
“La guardaré, pero no creo que tenga la oportunidad de entregarla.”
“Está bien.” – dijo la sanadora asintiendo. – ‘Por supuesto, todos los guerreros altos orcos nos están vigilando. Será difícil salir vivo de aquí.’
Después de todo, el porteador era solamente un rango S. Aunque poco después la mujer se daría cuenta de lo que realmente había querido decir Jinwoo.
* * *
Poco después, la sala del jefe de la mazmorra apareció ante sus ojos. El nerviosismo de los cazadores llegó al máximo posible. La habitación era enorme.
“……”
Jinwoo miró alrededor de la sala del jefe. Era más grande que la habitación en la que había estado ayer la bestia mágica de tipo gigante. Pero, a diferencia de la del día anterior, no se sentía tan grande debido a la horda de altos orcos que ocupaba todo el recinto. El número de altos orcos que esperaban en la sala duplicaba al grupo que había venido a buscarlos.
‘Un centenar… ¿Quizás algo más?’
En lugar de estar dispersos por el interior de la mazmorra, todas las bestias mágicas estaban reunidas en la sala del jefe. Mirando la horda por encima, la cara de Son Gihoon se puso pálida.
‘Si tantos altos orcos abandonan la puerta…’
Para cuando llegasen los cazadores de alto rango, una ciudad de pequeño tamaño ya habría sido destruida. La espalda del tanque se humedeció por el sudor.
‘Por lo menos tenemos que matar al jefe.’
Mientras mantenía la determinación en su corazón, los altos orcos se separaron para hacer un camino.
“Ah shaku.” – dijo el capitán orco haciendo un gesto para que avanzaran. Siguiendo a su guía, el grupo caminó hacia un altar que se encontraba al final de la sala del jefe.
“¡Por ahí!” – gritó un cazador señalando a lo alto del altar.
En la parte superior, había un hechicero alto orco con una máscara. También llevaba un collar y unos pendientes fabricados con huesos y estaba cubierto desde los pies hasta la cabeza con diversos adornos y ornamentos.
‘Así que ese es el jefe…’
La expresión de Son Gihoon se endureció. Se dio cuenta de que el poder mágico aterrador que llenaba toda la mazmorra procedía prácticamente en su totalidad de él. Además, el líder estaba rodeado por cuatro guardaespaldas que también emitían una presencia peligrosa.
‘Esto no está bien.’
Todos los miembros del equipo tuvieron el mismo pensamiento: era prácticamente imposible realizar un ataque por sorpresa con esos cuatro guardaespaldas a su alrededor. El grupo de asalto se detuvo ante el hechicero, haciendo que un extraño nerviosismo se extendiera por todos los altos orcos que observaban desde la distancia.
“Juas, juas.”
Ignorándolos, el hechicero obvió la inquietud que sentían sus esbirros y se echó a reír, revelando una boca horrible.
“Bienvenidos, humanos.”
Los cazadores del grupo de asalto intercambiaron señales.
‘Espera a que el hermano Son de la señal.’
‘Todos atacaremos a la vez.’
‘Concéntrate en el hechicero.’
Estaban buscando la oportunidad de atacar. De repente, el aire a su alrededor se volvió increíblemente frío. Todos los cazadores levantaron sus cabezas como si fueran uno hacia la fuente de ese poder. Era el hechicero. El jefe de los altos orcos se había quitado la máscara y, con ella, el poder mágico que había estado escondiendo se desató por completo.
Wooooooooooooooooooooooooooooosh…
Una horrible oleada de poder mágico se disparó desde el hechicero por todas las direcciones, llenando toda la mazmorra. Como una presa congelada frente a un depredador peligroso, los cazadores se convirtieron en estatuas.
“Di… Dios mío…”
“¿Cómo es posible que tenga esa cantidad de poder mágico?”
“¿Te…? ¿Tenemos que luchar contra esa cosa?”
Frustración, lamento, resentimiento, arrepentimiento… Ante las diferentes formas de desesperación que mostraban los cazadores, el hechicero volvió a sonreír.
“¿Humanos, ¿me tenéis miedo?”
“¿Por qué nos has traído hasta aquí? Esos guerreros deberían haber sido más que suficientes para matarnos a todos” – preguntó Son Gihoon dando un paso adelante con dificultad mientras se mordía los labios.
“Por diversión.” – respondió el orco con una burla en su cara. Solo con mirar su sonrisa los cazadores se estremecieron.
“¿Qué?”
Son Gihoon se quedó estupefacto. No podía creer que esa fuera la única razón por la que les habían traído hasta aquí. Por diversión.
“En el tiempo que os queda, ¡cada uno de vosotros morirá para entretener a mis guerreros!” – continuó el hechicero.
¡UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Los guerreros altos orcos rugieron de emoción. Ante la opresiva aura que emitían, los cazadores luchaban por respirar. Algunos de ellos incluso estaban llorando.
“Pero…” – dijo el hechicero vacilando mientras miraba a todos los cazadores y detenía sus ojos en Jinwoo. – “Hay algo interesante mezclado con los humanos.”
En ese instante, los ojos de Son Gihoon se encendieron.
‘¡El hechicero está distraído! ¡Es el momento!’
Las venas se hincharon en la garganta del líder del grupo de asalto.
“¡AHORA!” – rugió mientras tomaba su espada y corría hacia adelante.
Sin embargo, no había ningún sonido a sus espaldas.
‘¿Qué…?’
Mientras corría, miró brevemente hacía atrás. Sus compañeros de equipo no mostraban ningún indicio de moverse. Su espíritu de lucha había sido aplastado por la opresiva muestra de poder y sus cuerpos estaban congelados de terror. El corazón de Son Gihoon se hundió en su estómago.
‘Ah…’
Aun así, tenía un trabajo que hacer, no podía detenerse en ese momento. Mirando hacia adelante de nuevo, vio al hechicero riéndose y a los guardaespaldas quietos sin reaccionar. Era la primera y única oportunidad. Daba igual que fuera la suerte, daba igual que fuera una casualidad. Solo necesitaba que su espada alcanzara al objetivo…
¡Tap, tap, tap, tap…!
Cargando con todas sus fuerzas, Son Gihoon levantó su espada hacia atrás.
“¡Uaaaaaaaaaaaa!”
Sin embargo, no tuvo la oportunidad de terminar de balancear su espada. A continuación, rebotó contra algo y fue arrojado hacia atrás.
¡Bang!
Era un escudo mágico.
“¡Auchh!”
Arrastrado por la barrera, Son Gihoon rodó por el suelo.
“Así que tenemos a nuestro primer voluntario.”
Con esas palabras burlonas, el cuerpo de Son Gihoon comenzó a flotar en el aire.
Woooooooooooong
Se trataba del hechizo [Invertir gravedad].
“……”
Los labios del hechicero se movían continuamente lanzando nuevos conjuros. Después de elevar al tanque a la altura de un edificio de dos pisos, el hechicero recitó un conjuro diferente.
“……”
[Aceleración de gravedad].
¡Slaaaaaaaaaaaam!
Son Gihoon se estrelló contra el suelo.
“¡Cough!”
Antes de que pudiera agitarse por el dolor, volvió a ser elevado en el aire.
“[Invertir gravedad].”
Junto al hechicero, los altos orcos revelaron sus colmillos y se rieron.
“¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA!”
¡Slaaaaaaaaaaaam!
“¡Cof, cof!”
Woooooooooooong
¡Slaaaaaaaaaaaam!
“¡AUUCHH!”
El hechicero lo levantó en varias ocasiones y lo arrojó contra el suelo como si fuera una marioneta. Cuando se estrelló por cuarta vez contra el suelo, lanzó un torrente de sangre. Al ver la tortura de su líder, los rostros de los cazadores se fueron volviendo cada vez más pálidos. Pero ninguno de ellos pudo reunir el coraje necesario para dar un paso adelante.
“Her… Hermano Gihoon…”
Todo lo que podían hacer era mirar cómo destrozaban a Gihoon mientras temblaban.
Plash
La sanadora finalmente perdió la fuerza para permanecer de pie y cayó de rodillas. A su vez, el hechicero volvió a repetir por quinta vez el mismo proceso con Gihoon.
“Seguro que eres del tipo resistente.”
“Uuuuh…”
El hombre gimió de dolor mientras flotaba en el aire. Sin embargo, sus manos sostuvieron la espada con fuerza, sin pretender rendirse hasta su último aliento.
¡Woooooooooooong!
¡Slaaaaaaaaaaaam!
¡Woooooooooooong!
¡Slaaaaaaaaaaaam!
¡Woooooooooooong!
El final del tanque se acercaba. Cuando lo volvió a levantar en el aire, fue incapaz de sostener su espada y cayó al suelo.
Clang
Con ello, el cuerpo de Son Gihoon caería por última vez… O eso pensaba todo el mundo.
“¿Hmm?”
Los ojos del hechicero se ensancharon; el humano había desaparecido mientras caía hacia el suelo. Aunque debería haberse hecho pedazos contra el suelo, no podía ver a dónde había ido.
‘¿Por ahí…?’ – pensó tras mover sus ojos para buscar la presencia de ese hombre.
A cierta distancia, Son Gihoon estaba acostado en el suelo y, en ese mismo instante, un hombre se encontraba a su lado. Era Jinwoo.
“Líder, te voy a hacer una pregunta…” – le preguntó tras dejar su cuerpo con suavidad en el suelo mientras miraba al hechicero.
“¿……?”
Hasta ese momento, Son Gihoon no tenía ni idea de lo que le había sucedido.
“¿Está bien si mato a todas las bestias mágicas que hay aquí?”
“Tú… ¿Qué estás diciendo?”
Mientras tanto, el hechicero levantó la barbilla hacia Jinwoo al mismo tiempo que fruncía el ceño y, en ese instante, uno de los guardaespaldas se volvió y cargó contra el cazador de rango E. Al verlo correr hacia él, los ojos de Jinwoo brillaron con una luz y extendió una mano hacia el orco que se aproximaba.
‘[La mano del soberano].’
Con eso, el guardaespaldas del alto orco flotó en el aire como si estuviera agarrado por una mano gigante invisible.
“Keu, ¿krah?” – gritó mientras agitaba sus piernas en el aire.
‘¿Qué…?’
Los ojos del hechicero se ensancharon. A continuación, Jinwoo movió la punta de sus dedos hacia abajo.
Slaaaaaam
El guardaespaldas se estrelló contra el suelo, agrietándolo por la fuerza del impacto. Sin embargo, Jinwoo no se detuvo allí, al igual que había hecho el hechicero con Son Gihoon, el cazador de rango E levantó de nuevo al guardaespaldas en el aire.
Slaaaaaam
Slaaaaaam
Slaaaaaam
El alto orco gritaba mientras rebotaba contra el techo y el suelo como si fuera una pelota de baloncesto. Al final se quedó callado cuando su cabeza terminó incrustada en el techo.
¡CRACK!
Plaaaaaaaaaash
Trozos y restos del techo cayeron hacia el suelo. Mirando el cuerpo oscilante del alto orco pegado al techo, tanto los orcos como los cazadores no pudieron ocultar su cara de asombro.
“Tú… ¿Quién eres…?” – preguntó temblando de nuevo Gihoon.
“Te lo preguntaré de nuevo.”
Esta era la zona de caza del gremio Cazadores y solo había una persona que podía representar los intereses del gremio en ese momento.
“Las bestias mágicas de esta habitación… ¿Puedo matarlas todas?” – preguntó por una vez más.
No sabía qué era ese sentimiento, pero a Son Gihoon no le importaba la identidad de ese porteador. Estaba cabreado por ser tratado como un juguete por una bestia mágica.
“Por favor… Por favor, ayúdanos.” – respondió mientras ríos de lágrimas caían de sus ojos.
Listo. Cuando Jinwoo se puso en pie, los altos orcos se acercaron a él. A su espalda se encontraba el hechicero.
“Para un humano, es un truco interesante.” – dijo el jefe de los altos orcos con burla mientras hacía un gesto y los orcos rodeaban a Jinwoo. – “Me pregunto hasta dónde podrás llegar con ese truco.”
La expresión de Jinwoo se volvió increíblemente fría; nunca le habían gustado las bestias mágicas, pero esta era la primera vez que había encontrado una que realmente tenía ganas de aplastar.
“Tú. Serás el último.”
Si podía sentir alegría, también tenía que ser capaz de sentir miedo y si no… Aprendería.
“Sombras…” – dijo en voz baja mientras dos dagas aparecían en sus manos. – “Avanzad.”