Volumen 29 Capítulo 5
Las ruinas del Rey Belsos
Traducido por DarkNight y Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Es necesario cumplir muchas condiciones para que un agricultor se establezca en un lugar. Debe ser una tierra amplia, fértil y con agua clara, y libre de problemas tales como desastres naturales y ataques de monstruos. Ese es el lugar perfecto.
“Es un buen campo… Pero la tierra es cara.”
Por lo tanto, los agricultores limpiaban montañas y terrenos accidentados en lugares estrechos, en vez de comprar tierras protegidas por muros. Y, para evitar ataques de las bestias de la montaña, levantaban barreras y creaban fosas. Además, cuando los soldados y los jugadores con clases de combate aseguraban la paz en las regiones cercanas, se ampliaban las áreas de cultivo. Pero trabajar en las montañas hacía que mucha gente muriera bajo los ataques de los monstruos. Los agricultores tenían una profesión que requería una gran cantidad de trabajo, haciendo que los demás pudieran pensar que era bastante complicado, pero a ellos les gustaba.
‘Hoy puede llover por la noche. Tengo que terminar el trabajo lo antes posible.’
Cuando se siembra el suelo y se plantan semillas, con la niebla que hay antes del amanecer se ve cómo los brotes y las plantas crecen rápidamente. Para desarraigar los malos hábitos, se deben sembrar las semillas que dan vida a la tierra, para terminar viendo un día un campo dorado. Solo en ese momento se puede sentir la emoción de ser un granjero.
Una vez que los campos daban granos o los árboles producían fruta, éstos se vendían con avidez en el mercado. Al final, no solo se disfrutaba viendo cómo crecían tus propios productos agrícolas, sino que, cuando se hacía bien, los cocineros los compraban y se podía conseguir dinero. Además, con ese dinero, se puede invertir en nuevas tierras y en comprar semillas para cultivos especiales. Los agricultores no compraban armas o armaduras, sino que gastaban todo su dinero en tierras.
En el Norte, la relación de Morata con los elfos no era mala, y permitían a la gente cultivar frutos en sus fértiles tierras. Si tenían éxito y cuidaban bien esa tierra, los efectos se hacían evidentes a su alrededor. Los árboles frutales eran caros, pero los granjeros se enorgullecían de sus campos y arrozales. Pero, si se veían cuáles daban mayores beneficios, ¡lo más rentable era plantar un campo de hierba!
Se podía crear un jardín de hierba en cualquier lugar, únicamente se requería un terreno fértil y con algo de sombra. Aunque cultivarlo requería evitar la invasión de los monstruos y animales de la montaña, los cocineros las compraban, pagando una gran cantidad de dinero. Una vez que se superaban esos problemas, era una planta fácil de cultivar, requería pocos cuidados y no agotaba los nutrientes de la tierra.
En un momento dado de la profesión, cuando los agricultores conseguían grandes cantidades de tierra, se ganaba suficiente dinero como para no sentir envidia de los comerciantes. Sin embargo, a medida que aumentaban sus habilidades, llegaba un momento en que no podían expandir sus tierras, por lo que vendían los campos a los nobles o a otros granjeros, y buscaban un nuevo lugar donde migrar. Se establecían en nuevos lugares para buscar semillas desconocidas y encontrar nuevas tierras fértiles.
Una vez reconstruida la Estatua de la Diosa de Freya, la asociación de granjeros apareció en Morata.
“Las tierras del Norte son amplias, por lo que no estamos restringidos a pequeñas parcelas como en el Continente Central.”
“Aquí. Mira la calidad de este suelo.”
Los miembros de la asociación se dieron cuenta rápidamente de la calidad de la tierra.
“Si plantamos algo aquí crecerá muy bien.”
“No hace falta decirlo. Se nota que esta tierra ha sido bendecida por la diosa Freya. ¡Vamos a cultivar aquí!”
Comenzaron plantando simples cultivos de trigo y arroz. El trigo era fácil de cosechar y se daba en cualquier lugar, pero recogieron una cosecha tan abundante, ¡que estaba más allá de sus expectativas! El grano había sido protegido por la bendición de la Orden de Freya.
Por otro lado, cuando sufrían las invasiones de los monstruos, hablaban mal del Señor de Morata.
“El Señor no sabe qué hacer. No hace nada, aunque los monstruos estén amenazando la paz.”
“Ese ignorante no sabe nada más que pelear. Eso es todo.”
Al principio, los agricultores tenían la intención de exportar sus productos al Continente Central. Sin embargo, a medida que la gente iba emigrando a Morata, llegó un punto donde los principiantes pudieron comenzar en la ciudad, aumentando el consumo de la población. Además, el Señor había creado el Granero Imperial de Ahreupen, ayudando a los agricultores de manera indirecta. Siempre se les rompía el corazón cuando veían cómo los señores trataban a sus creaciones, pero aquí tenían mucho cuidado al almacenarlas.
“El Señor de Morata vive de forma frugal, pero invierte en sus habitantes.”
“¿No es solamente para mantener las apariencias?”
“Me dado cuenta de esto hace poco, pero cuando despejamos un nuevo terreno, siempre envía una unidad de guardabosques para protegerla.”
Después de que los agricultores cultivaran con éxito tomates y uvas, la fama de los productos agrícolas aumentó hasta tal punto que se convirtieron en especialidades locales. Ahora podían venderlos como productos especiales, consiguiendo mayores ganancias. Los comerciantes de alimentos acudían a verlos de forma deliberada para comprarlos, incluso exigiendo que se vaciaran los graneros para satisfacer la demanda.
Más tarde, los agricultores registraron nuevos productos especiales, como las aceitunas, haciendo que los cocineros las usaran para hacer avances tecnológicos en la industria alimentaria. Con ello, aparecieron las destilerías de vino y cerveza, repercutiendo en el aumento del consumo de granos y que fuera necesario plantar una mayor cantidad de campos de trigo y uvas.
La industria ganadera aumentó con la cría de vacas y ovejas, y se pudo producir grandes cantidades de leche, queso y carne. Al mismo tiempo, la industria del cuero de Morata se volvió muy competitiva.
“El Señor de Morata es realmente maravilloso. ¿Quién más tendría tanto cuidado con sus granjeros?”
“Esta madera es excelente. El Reino de Arpen aumentará el número de habitantes, así que necesitamos plantar campos de hierbas medicinales y ampliar los huertos y viñedos antes de que sea demasiado tarde.”
“Quiero comenzar a producir café y caña de azúcar.”
Weed había jugado un papel fundamental para que los agricultores fueran capaces de acumular grandes cantidades de riqueza. Muchos jugadores que llegaban para poder ver a Weed se habían establecido en la zona, asegurando la paz y haciendo posible que pudieran defenderse de los ataques de los monstruos.
Si los granjeros no hubieran estado bajo la protección del Rey Hidra y del Imoogi Negro, nunca hubieran tenido la confianza para aumentar la producción hasta estos niveles. Y, al igual que estos granjeros se habían sentido atraídos por el desarrollo de Morata, volvió a suceder lo mismo cuando se fundó el Reino de Arpen. La agricultura estaba en auge.
Hasta las flores silvestres y los árboles llenos de flores de Morata eran populares entre los turistas. Pero esto hacía que hubiera una gran cantidad de pájaros volando sobre esta hermosa ciudad, y estos precisamente eran los enemigos naturales de los granjeros.
“Hay demasiados de esos malditos pájaros.”
“¡Maldición! Realmente me gustaría poder deshacerme de todos ellos, no quiero nada más.”
Los granjeros se esforzaban por expulsarlos, pero las miles de aves seguían congregándose sobre los campos dorados, haciendo que sus intentos fueran infructuosos. Al final, se volvieron tan populares, que los viajeros iban a los campos para ver a las aves.
“Hermana, ¡ese pájaro es extraño!”
Había dos pájaros especiales liderando a las bandadas de aves. Uno era dorado mientras que el otro era plateado, pero los dos picoteaban los granos de arroz con alegría. El Pájaro Dorado batía sus alas satisfecho, mientras que Eunsae trinaba alegre al tiempo que comía como una princesa.
* * *
La expedición enviada a Argoldia bajo la solicitud de la Orden de Lu había llegado a su destino. Todos sabían que la expedición tenía como objetivo uno de los diez zonas prohibidos del Continente y su reputación no era infundada.
“Estoy tan cansado…”
“Parece que no tiene fin…”
“Ya hemos buscando durante dos días y no hemos encontrado nada. Es frustrante.”
Era un lugar estéril, donde no se podía obtener ni comida ni agua. Sobre su superficie solo se podían ver monstruos hambrientos, deseando comerse a los hombres que deambulaban por allí. Por ahora, habían sido incapaces de encontrar la Tierra Santa de Argoldia.
“Vamos a superar esto. ¡Podemos hacerlo!”
Los paladines y sacerdotes de la Orden de Lu animaban a las personas cansadas. Era algo natural, ya que la mayoría de jugadores estaban afiliados a la orden religiosa.
“Weed estuvo muy activo en una de las diez zonas prohibidas y, ¿no veis como tuvo éxito?”
“Si nos damos por vencidos, seremos el hazmerreír y unos perdedores. ¡Tenemos que hacerlo juntos!”
Aun así, las interminables tierras yermas los tentaban a abandonar. Hambre y sed. Monstruos que ansiaban poder devorarlos. Hasta el único oasis que habían encontrado estaba seco y pudieron ver el fondo de su estanque.
“Ugh… Este no parece ser el lugar correcto.”
“Separémonos y busquemos un poco más.”
“Seria genial si lloviera mañana…”
“La última vez que llovió fue hace un mes. Es terrible.”
Argoldia se encontraba cerca del territorio de los magos del bosque oscuro, por lo que era imposible usar la teletransportación mágica. Además, solo se podían usar pequeños hechizos, que no causaban muchos efectos en la batalla. Si los hechiceros del bosque oscuro los descubrían, crearían una partida de caza y atacarían al lanzador. Tener que enfrentarse a un grupo de magos que superaban el nivel 460 era suficiente como para preocupar a la expedición.
A medida que pasaba el tiempo, el lento deambular por Argoldia comenzó a pasarles factura. Con cada nueva escaramuza, incluso las élites de Morata comenzaron a sufrir bajas. La realidad era que a medida que los pensamientos de los jugadores se veían afectados por las circunstancias, el hecho de que hubiera muchos jugadores en la expedición no ayudaba a evitar las discusiones. Hasta los propios sacerdotes quisieron regresar cuando se enteraron de que el Jardín de los Dioses estaba a punto de terminarse.
“Aún no hemos completado nuestra misión ni de explorar una de las tierras prohibidas y tú… ¿Quieres regresar a Morata a ver un jardín?”
“Creo que las aventuras en el Reino de Arpen son más divertidas.”
“Son mucho mejores.”
Al final un gran número de jugadores afiliados a otras órdenes o que no tenían nada que ver con la Orden de Lu, abandonaron la expedición. Solo quedaron veinte personas.
“Debemos completar nuestra misión.” – dijo el aventurero Spenson. Era alguien conocido en el Continente Central y estaba decidido a llegar hasta el final y reclamar el poder de la Espada de Lu.
* * *
Weed llegó al Jardín de los Dioses antes del amanecer y observó las estatuas que ya había completado. Había decidido terminar la última estatua esta mañana, aunque no le quedaba mucho tiempo. El cielo nocturno estaba limpio de nubes, haciendo que tuviera la sensación de que la luna y las estrellas se encontraban más cerca. Pero el corazón de Weed no estaba tan cómodo. En el pasado se había arrepentido al comprar un paquete de sal de más de 200 wons, pero últimamente le habían ocurrido más cosas por las que estar preocupado.
‘He cometido demasiados errores en la batalla por la Mina de Melbourne.’
La batalla contra Bard Ray le daba vueltas en la cabeza mientras iba tallando las esculturas. Weed volvía a recrear su derrota, aunque realmente no estaba tan enojado. La razón resultaba simple: era débil y había muerto.
‘Es mi responsabilidad volverme más fuerte.’
Sabía que Bard Ray era poderoso. Aunque había tenido la ayuda de su gremio y el terreno a su favor, eso solo eran excusas. Su lamento venía por no haber podido ejecutar sus habilidades al máximo.
‘No debería haber sido tan cauteloso. No aproveché mis ventajas al máximo.’
Estaba en una mala situación, pero habría podido usar otras cosas para imponerse. Con el Anillo de boda real podría haber compartido su [Salud] con Seoyoon para resistir un poco más. Además, habría luchado mejor con las habilidades de un berserker. Sin embargo, sabía que si los refuerzos del gremio Hermes hubiese cargado contra él solo habría sido cuestión de tiempo que terminara muriendo. Al final, cuando su [Salud] era escasa había recibido un golpe crítico que había impedido el correcto funcionamiento del anillo.
‘Hice una tontería. Como cuando compré esa sal cara de 200 wons.’
Weed se culpaba a sí mismo. No debería haber recibido tanto daño de los jugadores del gremio Hermes. De hecho, a pesar de que la situación era complicada, el daño que causaban los jugadores de élite del gremio era increíble. Sus habilidades y cooperación eran suficientes para que ninguno de los dos Belkain fuera capaz de tratar con ellos.
‘He sido descuidado. Mis preparaciones fueron insuficientes ante tal número de enemigos.’
No había usado la habilidad [Invocar Escultura] de forma intencionada. No deseaba sufrir mayores daños si eran destruidos. Además, no había podido usar [Esculpir desastres], porque no había tenido un momento para crear una escultura de la Naturaleza. Eventos como una erupción volcánica tardaban mucho tiempo en activarse. Además habría sido demasiado peligroso para él. No resultaba realmente útil si no era como última opción. Pero si hubiera tenido una escultura adecuada, podría haber luchado con mayor facilidad. Por otro lado, la [Hoja del Escultor de Luz lunar] era útil en combate y como la usaba cuando iba de caza, su nivel era alto. Pero consumía el triple de [Maná] que la [Hoja del Escultor], así que solo podía usarla unas cuantas veces en combate si no equipaba la Armadura del Caballero de la Diosa.
‘Me he relajado demasiado.’
Después de reflexionar en su interior, Weed llegó a la conclusión de que su desempeño en la última batalla había sido flojo. ¡Solo aumentando su poder podría vengarse!
‘Además he perdido la Armadura de la Fe de Tallock.’
Un objeto único. Aunque ya había pasado mucho tiempo desde que lo consiguiera, sus efectos eran buenos y resultaba fácil de equipar.
Weed tendía a centrarse en aumentar su ataque más que en mejorar la defensa, por eso cambiaba a menudo de espada. Además, le tenía un poco de apego después de estar usándola durante tanto tiempo, por lo que su pérdida era dolorosa. Se sentía traicionado al ver cómo un compañero tan antiguo había acabado en la bolsa de otra persona.
‘No volverá a ocurrir.’
Antes de que despuntara el alba y empezar a terminar la estatua, decidió crear algunas esculturas especiales para usar con la habilidad [Esculpir desastres]. Un enjambre de insectos mortales que acechan a la gente, lo suficientemente poderosos como para atravesar las defensas de monstruos o humanos. De hecho, gracias a la gran variedad de esculturas que había realizado hasta este momento, la cantidad de desastres en los que podía pensar iban más allá de la imaginación de alguien normal.
‘Cualquier cosa terrible puede valer. Hasta un torrente de agua caliente para escaldar a la gente. No siempre voy a pelear en zonas heladas, así que debo prepárame para múltiples escenarios.’
Tenía experiencia con los desastres, por lo que preparó esculturas para cualquier problema que se pudiera encontrar, como en la mina. No había sido una pérdida de tiempo ver con frecuencia cosas malas.
‘Si un ladrón roba bancos muy a menudo, al final se volverá bueno robando.’
Weed siguió esculpiendo desastres hasta que amaneció.
* * *
“¿Falta mucho para que empiece?”
“Por fin va a terminar.”
“Estoy muy nervioso.”
“De repente me duele la espalda”
Cuando llegó la mañana en la que se iba a completar el Jardín de los Dioses, una gran multitud que provenía de Morata se había reunido para asistir al evento. Su entusiasmo y emoción se iba acumulando a medida que terminaba la última pieza. Pero la expectación de las personas que habían participado en el proyecto era mucho mayor.
“Ugh… ¿De verdad vamos a ir?”
“Las ruinas del Rey Belsos no deben ser tan complicadas. Aunque podría estar equivocada.”
“¡Ah! Me pone de los nervios pensar en cómo terminó el gremio Alas Carmesí en el pasado.”
Las caras de Romuna, Irene y Surka estaban oscuras. Cuando la escultura fuera terminada se irían a explorar de nuevo una mazmorra junto a Weed, por lo que sus expresiones no eran de las más brillantes. Además, los spartoi de Kaybern ya habían llegado.
‘No se debe ser demasiado amable.’ – pensó Irene mientras observaba a Weed.
‘Si estás cerca de alguien desafortunado solo te pueden suceder cosas malas.’ – pensó Pale.
Habían sufrido demasiado por culpa de la personalidad de esa persona.
El brillante sol del amanecer se elevó para mostrar la última escultura. La multitud había aumentado a medida que pasaba el tiempo y, al igual que el hambre es el mejor acompañamiento, todos estaban expectantes a que llegara el momento final.
‘Esta mañana será un momento histórico para el Reino de Arpen. Se abre un nuevo capítulo en la recolección de impuestos.’
Weed talló los labios de la escultura. Había dejado la estatua de Freya para el final. Los paladines y sacerdotes que habían escapado del Continente Central estaban deseando que se completasen las estatuas de sus divinidades y, aunque ya había realizado una estatua de la diosa Freya, el círculo de dioses no estaría completo sin ella. Freya, el símbolo de la belleza, tenía que ser la obra más hermosa, por lo que la había dejado para el final. Parecía como si le hubiese añadido un maquillaje ligero y un lápiz de labios de color rojo brillante.
¡Ding!
¡Has creado una estatua de la Diosa Freya!
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Se trata de la Diosa de la Belleza y de la Abundancia. Una diosa con una gran cantidad de talento y que ejerce una gran influencia entre los humanos.
La obra está realizada por un maestro escultor famoso por expresar la belleza.
Al mejorar sus obras del pasado, la Orden de Freya considera esta estatua mucho más valiosa.
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La amistad con la Orden de Freya ha aumentado 54 puntos.
La contribución con la Orden de Freya ha aumentado 960 puntos.
Puedes verificar los puntos de contribución con la orden religiosa en la ventana de religión.
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Orden de Freya
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Puntos totales de contribución con la Orden de Freya: 21.291.
La contribución con una orden religiosa aumenta con la eliminación de herejes, combatiendo a los monstruos o completando las misiones de la orden.
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Además, la Orden de Freya contaba con una catedral en la ciudad, por lo que a medida que iba aumentando la [Fe] de los ciudadanos, los puntos de contribución del Rey o Señor aumentaban en consecuencia. Era uno de los mejores beneficios de controlar una región.
¡Ding!
Has reunido una gran cantidad de estatuas en una misma área.
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Por favor, establece un nombre para el conjunto escultural.
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“El Jardín de los Dioses.”
¿Eliges darle el nombre: ‘El Jardín de los Dioses’?
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Era el nombre que le habían puesto los trabajadores y jugadores y, considerando el talento de Weed para poner nombres, no era una mala elección. ‘Terrenos de construcción’, ‘Ciudad que está al lado de Morata’, ‘Jardín de los impuestos’ o ‘Los del gremio Hermes son unos chicos malos’ habían sido las cinco principales opciones que había valorado hasta ese momento.
“Es correcto.”
¡Ding!
¡Has establecido el Jardín de los Dioses en el continente de Versalles!
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Un lugar donde las esculturas de los dioses muestran su grandeza.
Cualquier raza puede venir a este lugar y sentirse piadoso y majestuoso.
Esta obra ha sido creada por el Rey de Arpen y famoso escultor Weed, junto con sus súbditos.
Has recreado las imágenes de los antiguos dioses.
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Se ha convertido en un lugar de gran importancia religiosa, los espíritus disfrutan de los árboles y flores que crecen en el jardín.
Todas las órdenes religiosas registrarán este lugar como un sitio sagrado del continente de Versalles.
Los peregrinos vendrán a visitar el Jardín de los Dioses.
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La [Fama] de Reino de Arpen ha aumentado.
Aquellos que crean en alguno de estos dioses serán bendecidos con experiencias divinas.
La capacidad de expansión de un país a través de la cultura ha alcanzado el punto máximo.
La lealtad de los habitantes hacia su Rey es absoluta.
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La [Fama] de un país era muy útil para el comercio de especialidades y la diplomacia. Los productos fabricados en los reinos más conocidos eran más demandados y se podían vender a mayor precio. Además, los comerciantes que pertenecían a ese reino estaban más orgullosos y podían obtener mejores misiones.
En este momento, Weed se encontraba viendo una ventana personal que había aparecido frente a él. La amistad y los puntos de contribución con las otras órdenes religiosas se habían visto incrementados. Incluso recibiría más bendiciones de los dioses. ¡Un dictador que explotaba a las personas se veía bendecido por las divinidades!
Mientras tallaba las esculturas completó dos Obras Magnas, tres Obras Maestras y siete Obras Magníficas. Había tallado esculturas enormes con gran valor histórico y religioso. Además, al dirigir a un grupo de personas para crear las esculturas, también había recibido bonificaciones a sus estadísticas de [Liderazgo], [Aguante] y [Resistencia]. Su habilidad [Dominio de la Escultura] había avanzado hasta el nivel Avanzado – 9 (38,2%). Gracias a la creación de obras que causaban un gran impacto en el mundo religioso, sus habilidades habían crecido de forma constante.
Pero el aumento del [Dominio de la Escultura] no había sido el mayor logro de todo ese trabajo. Si evaluaba las cosas a largo plazo, la creación del Jardín de los Dioses traería al Reino de Arpen grandes beneficios.
* * *
“¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¡Al fin ha terminado!”
“¡Hurraaaa!”
Los jugadores que habían participado en la construcción del Jardín de los Dioses lanzaron vítores y arrojaron sus sombreros hacia el cielo para celebrarlo. Los bardos comenzaron a tocar sus instrumentos con ansia.
“Venga de visita a nuestra taberna para comer cerdo asado. Grandes raciones a bajo precio. ¡La lechuga es gratis!”
“¡Cerveza negra! Sé el primer en probar nuestros nuevos platos. Los que quieran probarlos, ¡que me sigan!”
“¡Culto de las Gachas de Hierba! Miembros del Culto de las Gachas de Hierba, ¡tendremos una cena en el café Pulsul!”
La gente había estado esperando en Morata a que llegara este día, por lo que no era diferente de un gran festival. Los pétalos de flores volaron por el cielo para conmemorar la finalización de las obras y las tiendas abrieron sus puertas de par en par. Las chozas y las casas de los residentes de Morata también pusieron carteles al lado de sus puertas.
He llevado catorce piedras al Jardín de los Dioses.
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He cavado durante cuatro horas en el Jardín de los Dioses.
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Mi tienda donó dos piezas de mármol.
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Cada casa estaba orgullosa de su aportación.
Los ciudadanos y turistas continuaron llegando de diferentes lugares, por lo que la atmósfera del festival se mantuvo durante mucho tiempo. Weed podía ser el Rey, pero resultaba increíble que un escultor fuera capaz de realizar una obra de ingeniería civil de ese tamaño y con tal cantidad de gente. Cualquier otro escultor, aunque hubiera tenido el apoyo de un gremio, ¡ni siquiera habría sido capaz de lograr tal apoyo popular!
El Jardín de los Dioses había exprimido por completo la fuerza de innumerables habitantes de Morata, pero todos tenían una sonrisa radiante que expresaba su alegría.
La fama de un escultor cambiaba dependiendo de las obras que hacía, pero Weed quería aprovechar esta oportunidad para mejorar su imagen ante sus súbditos.
“¡El Jardín de los Dioses abrirá gratis para siempre!” – gritó usando el [Rugido del León].
“¡Hurra! ¡Viva el Rey de Arpen!”
“¡Viva Weed! ¡Viva el mejor escultor de todo el continente!”
¡Weed había traído una gran felicidad a todos los jugadores presentes y futuros!
“No tengo palabras para describir cuánto adoro a Weed.”
“¡Exacto! Realmente amo las aventuras de Weed. Esa es la razón por la que vine a Morata.”
Siendo honestos, Weed no tenía más opción que abrirlo al público gratis. Tener una gran influencia entre las profesiones afiliadas al clero era una parte esencial en su profesión. Si hubiese cobrado tarifa de entrada, la cantidad de ingresos sería inmensurable; sin embargo, sin la ayuda de la gente habría sido una tarea imposible. Por ello, habría resistencia si trataba de imponer una tarifa para entrada. Además, había sido clasificado como edificio religioso, así que era imposible cobrar por entrar. Sin embargo, los efectos positivos por haber completado el Jardín de los Dioses no eran en absoluto pequeños. Sumando pros y contras, estaba satisfecho con el trabajo.
‘Si creo buenas instalaciones como estas, será bueno para cuando aumente los impuestos en el futuro.’
Si otros señores del Continente Central o algún otro escultor o arquitecto deseaba construir algo de tal magnitud, sería incapaz de juntar tal cantidad de mano de obra. Además de poseer la tecnología y la capacidad de desarrollarlo, se necesitaban grandes cantidades de dinero para este tipo de inversiones a largo plazo. Al ver el tiempo que se tardaba en mostrar beneficios, era una difícil decisión de tomar.
Había muchos castillos y ciudades con la capacidad de construir una gran construcción en el Continente Central. Aunque la mayoría habían sido devastados por las guerras, las principales ciudades aun poseían la economía o la capacidad tecnológica para lograrlo. Pero por ahora, los señores no tenían la necesidad de preocuparse por el número de jugadores que había en sus ciudades. Su único pensamiento era encontrar la manera de exprimir y explotar a los usuarios, buscando el beneficio inmediato. Como los jugadores seguían empezando en sus dominios, solo estaban interesados en aumentar los impuestos. Lo mismo ocurría con los señores de los pueblos, por lo que era muy difícil cambiar las cosas.
Así estaba la situación actual del Continente Central. Por lo que no resultaba raro que Weed fuera un personaje famoso entre los demás jugadores. Pero para las personas que habían sufrido a manos de Weed en el Continent of Magic, no terminaban de entender cómo podía ser un Rey tan amable.
* * *
“Deberías continuar con la importante tarea de Kaybern.” – dijo un Spartoi ataviado con una armadura brillante nada más acercarse hasta Weed.
Sabía que había perdido un día haciendo esculturas, así que ahora necesitaba darse prisa, ya que no podía llegar a imaginar lo que ocurriría si fallaba la misión de Kaybern.
“Aunque aún hay cosas que tengo que manejar como el Rey de Arpen, iré. ¡Wy-3!”
El wyvern llegó volando y aterrizó en el Jardín de los Dioses. Había decidido usar a los wyverns para moverse hasta la mazmorra de Belsos. No conocía el terreno y el [Teletransporte Pictórico] de Yurin no funcionaría con la alta resistencia de los spartoi.
Los espectadores miraron con asombro a Weed, al wyvern y al Spartoi en el Jardín de los Dioses.
“¿Son los caballeros reales de Weed?”
“Mira su armadura, no es una ordinara.”
“Se ve muy fuerte. ¿No está entre el nivel 450 y el 500?”
“Pensaba que el ejército del Reino Arpen era débil… ¡Estaba escondiendo a sus caballeros!”
“¿Cómo es que el Reino Arpen tiene caballeros reales de tal nivel?"
Weed y el Spartoi no tardaron en aparecer en las pantallas de transmisiones en directo.
“¡Es un Spartoi!”
“Spartoi… ¿No han sido creados con partes de un dragón extremadamente fuerte?”
“Así es. Nunca he visto uno en batalla, pero considerando la armadura que lleva, estimo que podría enfrentarse a monstruos de alto nivel. No es una exageración decir que su nivel está por encima del 500.”
“El Spartoi tiene una increíble resistencia mágica, su vida es casi infinita. Además, apenas es posible abollar su armadura.”
“Ah, ¡es increíble! Weed debe haber recibido la misión de un dragón. ¿El Spartoi es su escolta?”
“Si no fuera Weed, jamás lo creería, pero viniendo de él no me extrañaría.”
Los estudios de las emisoras estaban asombrados. Muchos de los jugadores de alto nivel del Continente Central se habían interesado por el Jardín de los Dioses, pero estaban igual de impactados por este desarrollo.
“Pensaba que como el Reino de Arpen se acababa de fundar era débil. ¿Nos hemos equivocado?”
“No consideraba que el Norte pudiera ser un problema, pero esto no puede dejarse pasar.”
Cuando la emisión en directo desde el Jardín de los Dioses estaba a punto de terminar, cobró vida con la entrada del Spartoi.
Los caballeros reales simbolizaban la fuerza de un Reino. Por lo que si una persona deseaba convertirse en caballero, debía pasar por una serie de misiones que otorgaba el Rey. Una vez obtuviera el título de Caballero, podía recibir el beneficio de un sueldo, una armadura, armas y un caballo, pero no sin antes jurarle lealtad al Rey. Esos caballeros podían liderar a los soldados para ir a cazar monstruos en las mazmorras. Cualquier Rey tenía que prestar especial atención a ese tema. Con grandes caballeros, la reputación del Rey y de sus Señores mejoraba. Además aumentaba la estadística de [Honor]. Y por encima se podía podría presumir de ellos.
Si bien todos estaban impresionados, Weed y sus compañeros eran los únicos que sabían la verdad: los spartoi pertenecían a Akryong Kaybern. Si Weed no terminaba la misión con éxito, sabían que se volverían hostiles de inmediato.
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